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Revista Católica Nº 29, Octubre de 2013, Año 4

rescatandoalafamilia.blogspot.com rescatandoalafamilia@gmail.com Directora: Rosa María Valencia Z.

Editor: Santino Bruguera

Colaboradores: Oficina de Comunicaciones del Arzobispado Sr. Juan Carlos Rivera V. Lic. Kharla Zúñiga Lic. Sarko Medina H.

02 Editorial 03 Sexualidad Humana: Verdad y Significado (6ta Parte) 08 Del amor a la verdad al encuentro de la felicidad 10 El futuro de la humanidad se fragua en la familia 14 E-mail a un(a) adolescente 16 Aniversario del Apostolado 18 La tergiversación de las palabras del Papa Francisco 20 Avisos Publicitarios


Editorial Queridos amigos: En esta oportunidad queremos compartirla alegría de nuestro Aniversario con algunas fotos de nuestra Fiesta. Nosotros honramos la Sangre y el Cuerpo de Cristo, razón por la cual nuestra Devoción es Eucarística, lo que la hace de tanto valor. Del mismo modo en esta edición abordaremos el tema de la familia debidamente constituida (esto es, con un padre y una madre a la cabeza) como núcleo y sostén de la humanidad contemporánea. De la correcta formación de nuestros hijos dependerá el éxito o el fracaso de las sociedades futuras. Esperamos disfruten del contenido de nuestra Revista, lo compartan, y lo aprovechen. Un abrazo en Cristo

Rosa María


PONTIFICIO CONSEJO PARA LA FAMILIA SEXUALIDAD HUMANA: VERDAD Y SIGNIFICADO Orientaciones educativas en familia (6ta Parte) El significado del deber de una particular dificultad delos padres bido también a la difusión, a través de los medios de comu44. Este derecho implica una nicación social, de la pornotarea educativa: si de hecho grafía, inspirada en criterios no imparten una adecuada comerciales que deforman la formación en la castidad, los sensibilidad de los adolescenpadres abandonan un preciso tes. A este respecto se requiedeber que les compete; y se- re, por parte de los padres, un rían culpables también, si to- doble cuidado: una educación lerasen una formación inmo- preventiva y crítica de los hiral o inadecuada impartida a jos y una acción de valiente los hijos fuera del hogar. denuncia ante la autoridad. Los padres, individualmente 45. Esta tarea encuentra hoy o asociados con otros, tienen

el derecho y el deber de promover el bien de sus hijos y de exigir a la autoridad leyes de prevención y represión de la explotación de la sensibilidad de los niños y de los adolescentes. 46. El Santo Padre subraya esta misión de los padres delineando la orientación y el objetivo: « Ante una cultura que “banaliza” en gran parte la sexualidad humana, porque la interpreta y la vive de manera reductiva y empobrecida, relacionándola únicamente con el cuerpo y el placer egoísta, el servicio educativo de los padres debe basarse sobre una cultura sexual que sea verdadera y plenamente personal. En efecto, la sexualidad es una riqueza de toda la persona —cuerpo, sentimiento y espíritu— y manifiesta su significado íntimo al llevar la persona hacia el don de sí misma en el amor ». 47. No podemos olvidar, de todas maneras, que se trata de un derecho-deber, el de educar en la sexualidad, que los padres cristianos en el pasado han advertido y ejercitado poco, posiblemente porque el problema no tenía la gravedad actual: o porque su tarea


era en parte sustituida por la fuerza de los modelos sociales dominantes y, además, por la suplencia que en este campo ejercían la Iglesia y la escuela católica. No es fácil para los padres asumir este compromiso educativo, porque hoy se revela muy complejo, superior a las posibilidades de las familias, y porque en la mayoría de los casos no existe la experiencia de cuanto con ellos hicieron los propios padres. Por esto, la Iglesia considera como deber suyo contribuir, con este documento, a que los padres recuperen la confianza en sus propias capacidades y ayudarles en el cumplimiento de su tarea.

V. ITINERARIOS FORMATI- flujo de los modelos sociales, VOS EN EL SENO DE LA FA- pudor natural y fuertes tenMILIA dencias inscritas en el cuerpo humano; factores, todos estos, 48. El ambiente de la familia que se encuentran unidos a la es, pues, el lugar normal y conciencia aunque sea implíoriginario para la formación cita de la dignidad de la perde los niños y de los jóve- sona humana, llamada a cones en la consolidación y en laborar con Dios, y al mismo el ejercicio de las virtudes de tiempo marcada por la fragilila caridad, de la templanza, dad. En un hogar cristiano los de la fortaleza y, por tanto, padres tienen la fuerza para de la castidad. Como iglesia conducir a los hijos hacia una doméstica, la familia es, en verdadera madurez cristiana efecto, la escuela más rica en de su personalidad, según la humanidad. Esto vale espe- medida de Cristo, en el seno cialmente para la educación de su Cuerpo místico que es moral y espiritual, en particu- la Iglesia. lar sobre un punto tan delicado como la castidad: en ella, La familia, aun poseyendo esde hecho, confluyen aspectos tas fuerzas, tiene necesidad de físicos, psíquicos y espiritua- apoyo también por parte del les, deseos de libertad e in- Estado y de la sociedad, según


el principio de subsidiaridad: « Pero ocurre que cuando la familia decide realizar plenamente su vocación, se puede encontrar sin el apoyo necesario por parte del Estado, que no dispone de recursos suficientes. Es urgente entonces, promover iniciativas políticas no sólo en favor de la familia, sino también políticas sociales que tengan como objetivo principal a la familia misma, ayudándola mediante la asignación de recursos adecuados e instrumentos eficaces de ayuda, bien sea para la educación de los hijos, bien sea para la atención de los ancianos ». 49. Conscientes de esto, y de las dificultades reales que existen hoy en no pocos países para los jóvenes, especialmente en presencia de factores de degradación social y moral, los padres han de atreverse a pedirles y exigirles más. No pueden contentarse con evitar lo peor —que los hijos no se droguen o no comentan delitos— sino que deberán comprometerse a educarlos en los valores verdaderos de la persona, renovados por las virtudes de la fe, de la esperanza y del amor: la libertad, la responsabilidad, la paternidad y la maternidad, el servicio, el trabajo profesional, la solidaridad, la honradez, el arte, el deporte, el gozo de saberse hijos de Dios y,

con esto, hermanos de todos y de la adolescencia y tal vez los seres humanos, etc. también en la fase pre-natal, períodos en los cuales se insEl valor esencial del hogar tauran los dinamismos emocionales y profundos de los 50. Las ciencias psicológicas adolescentes. Se evidencia la y pedagógicas, en sus más importancia del equilibrio, recientes conquistas, y la ex- de la aceptación y de la comperiencia, concuerdan en des- prensión a nivel de la pareja. tacar la importancia decisiva, Se subraya además, el valor en orden a una armónica y de la serenidad del encuentro válida educación sexual, del relacional entre los esposos, clima afectivo que reina en la de su presencia positiva —sea familia, especialmente en los del padre sea de la madre— en primeros años de la infancia los años importantes para el


proceso de identificación, y aparentemente no siempre de la relación de sereno afec- muy rentable: lo son más que to hacia los niños. el trabajo, más que el descanso, más que la posición so51. Ciertas graves carencias cial. En tales conversaciones o desequilibrios que existen —y de modo creciente con el entre los padres (por ejemplo, pasar de los años— es necela ausencia de la vida familiar sario saberlos escuchar con de uno o de ambos padres, el atención, esforzarse por comdesinterés educativo o la se- prenderlos, saber reconocer veridad excesiva), son facto- la parte de verdad que puede res capaces de causar en los haber en algunas formas de niños traumas emocionales rebelión. Al mismo tiempo, y afectivos que pueden en- los padres podrán ayudarlos torpecer gravemente su ado- a encauzar rectamente ansias lescencia y a veces marcarlos y aspiraciones, enseñándoles para toda la vida. Es necesa- a reflexionar sobre la realidad rio que los padres encuentren de las cosas y a razonar. No el tiempo para estar con los se trata de imponerles una hijos y de dialogar con ellos. determinada línea de conLos hijos, don y deber, son su ducta, sino de mostrarles los tarea más importante, si bien motivos, sobrenaturales y hu-

manos, que la recomiendan. Lo lograrán mejor, si saben dedicar tiempo a sus hijos y ponerse verdaderamente a su nivel, con amor. Formación en la comunidad de vida y de amor 52. La familia cristiana es capaz de ofrecer una atmósfera impregnada de aquel amor a Dios que hace posible el auténtico don recíproco. Los niños que lo perciben están más dispuestos a vivir según las verdades morales practicadas por sus padres. Tendrán confianza en ellos y aprenderán aquel amor —nada mueve tanto a amar cuanto el saberse amados— que vence el


miedo. Así el vínculo de amor recíproco, que los hijos descubren en sus padres, será una protección segura de su serenidad afectiva. Tal vínculo afina la inteligencia, la voluntad y las emociones, rechazando todo cuanto pueda degradar o envilecer el don de la sexualidad humana que, en una familia en la cual reina el amor, es siempre entendida como parte de la llamada al don de sí en el amor a Dios y a los demás: « La familia es la primera y fundamental escuela de socialidad; como comunidad de amor, encuentra en el don de sí misma la ley que la rige y hace crecer. El don de sí, que inspira el amor mutuo de los esposos, se pone como modelo y norma del don de sí que debe haber en las relaciones entre hermanos y hermanas, y entre las diversas generaciones que conviven en la familia. La comunión y la participación vivida cotidianamente en la casa, en los momentos de alegría y de dificultad, representa la pedagogía más concreta y eficaz para la inserción activa, responsable y fecunda de los hijos en el horizonte más amplio de la sociedad ». 53. En definitiva, la educación al auténtico amor, que no es tal si no se convierte en amor de benevolencia, implica la acogida de la persona amada, considerar su bien como

propio, y por tanto, instaurar justas relaciones con los demás. Es necesario enseñar al niño, al adolescente y al joven a establecer las oportunas relaciones con Dios, con sus padres, con sus hermanas y hermanas, con sus compañeros del mismo o diverso sexo, con los adultos. 54. No se debe tampoco olvidar que la educación al amor es una realidad global: no se progresa en establecer justas relaciones con una persona sin hacerlo, al mismo tiempo, con cualquier otra. Como se ha indicado antes, la educación en la castidad, en cuanto educación en el amor, es al mismo tiempo educación del espíritu, de la sensibilidad y de los sentimientos. El comportamiento hacia las personas depende no poco de la forma con que administran lo sentimientos espontáneos, haciendo crecer algunos, controlando otros. La castidad, en cuanto virtud, nunca se reduce a un simple discurso sobre el cumplimiento de actos externos conformes a la norma, sino que exige activar y desarrollar los dinamismos de la naturaleza y de la gracia, que constituyen el elemento principal e inmanente de la ley de Dios y de nuestro descubrimiento de su condición de garantía de crecimiento y de libertad.

55. Es necesario, por tanto, poner de relieve que la educación a la castidad es inseparable del compromiso de cultivar todas las otras virtudes y, en modo particular, el amor cristiano que se caracteriza por el respeto, por el altruismo y por el servicio que, en definitiva, es la caridad. La sexualidad es un bien tan importante, que precisa protegerlo siguiendo el orden de la razón iluminada por la fe: « cuanto mayor es un bien, tanto más en él se debe observar el orden de la razón ». De esto se deduce que para educar a la castidad, « es necesario el dominio de sí, que presupone virtudes como el pudor, la templanza, el respeto propio y ajeno y la apertura al prójimo ». Son también importantes aquellas virtudes que la tradición cristiana ha llamado las hermanas menores de la castidad (modestia, capacidad de sacrificio de los propios caprichos), alimentadas por la fe y por la vida de oración. n


DEL AMOR A LA VERDAD AL ENCUENTRO DE LA FELICIDAD

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olo en lo verdaderamente bueno, el hombre halla la felicidad. Es por ello que el encuentro con la verdad es emocionante, pues revela el camino a seguir, la dirección que se debe tomar para llegar al destino esperado, soñado, anhelado. El hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios, es un ser inteligente, con una inte-

ligencia creada para encontrar la verdad. Luego es cierto que no es tarea fácil, pero sin lugar a dudas realizable por todo hombre. Lanzarse a la realidad y saber lo esencial de cada ser, es una tarea propia y que nos corresponde por naturaleza. Cuando se busca y se encuentra la verdad, el sentido de la vida cambia, se enriquece y surge

en el alma un primer signo de su encuentro, que es la paz interior. Es cierto que encontrar la verdad, hoy más que nunca, se hace difícil, por tantas voces que suenan a nuestro alrededor, tratando de hacernos creer que no hay una sola verdad, o que cada quien tiene su verdad, o que no es posible encontrar la verdad o peor aún, afirmando que lo falso es lo verdadero, porque está en juego su conveniencia, su deseo de mantener una vida desordenada o su intención de tranquilizar su conciencia, que se revela ante sus propia conducta. Cuando una persona busca con intensidad la verdad y la encuentra, en ese momento posee ideas verdaderas, que serán capaces de guiar su vida, sus decisiones, su libertad. No basta con conocer la verdad, hay que hacerla vida, incorporarla a nuestro mundo interior, de modo que pueda transformar nuestras vidas, dotándolas de sentido. La verdad inspira e impulsa el ejercicio de la libertad que busca actuar en conformidad con la realidad conocida. Si no se da una unidad entre la verdad poseída y el modo de vida, ocurre un oscurecimiento de la autenticidad de la persona, pues la verdad no inspira su conducta. La búsqueda, el encuentro, la posesión de la verdad, jun-


to a su defensa son tareas vitales para todo hombre, pues en nombre de ella se pueden realizar empresas heroicas y grandes sacrificios, pero también se pueden cometer crímenes e injusticias. Es por ello que la formación de la conciencia de los hijos está íntimamente relacionada con el conocimiento de la verdad. Son los padres quienes movidos por su amor y su rectitud de intención deben colocar las bases necesarias para que los hijos conozcan las verdades más importantes referidas al ser humano, a la familia, al amor, a las virtudes, a Dios, y al sentido de la vida. Saber que somos hijos de Dios encierra la verdad más importante en la vida de todo ser humano. Saber que Dios nos ama, que quiere que seamos felices ,que nos concede su gracia, que vela por nosotros, que nos cuida y nos guía, que nos escucha y nos perdona, que da su vida por nosotros, son verdades que cambian profundamente la visión de la vida, y el tránsito por la tierra. Los hijos necesitan crecer , sabiendo que la felicidad no

se encuentra en lo material, sino que está más allá, en el saber amar a los que nos rodean, en poder servir poniendo nuestros mejores talentos, en poseer virtudes y en saber abandonarse confiadamente en los brazos de Dios. El conocimiento de la verdad, y su posesión llevará a la persona a la posibilidad de hablar con palabras que expresen ideas verdaderas, dirá la verdad aunque a veces cueste hacerlo. Al mismo tiempo desaparecerá toda apariencia en las actitudes, pues la persona se muestra como es en la realidad. Este conocimiento de la verdad está muy unido a la humildad, al saber que siempre podemos profundizar y que por nuestras limitaciones no conocemos todas las verdades y que hay que seguir aprendiendo toda la vida,

con rectitud. Sólo el conocimiento de la verdad, posibilita el ejercicio de la prudencia, que permite a la persona tomar decisiones acertadas, evitando grandes equivocaciones, sacando con esfuerzo lo que se proponen, conservando la calma aún en las situaciones más difíciles. La prudencia nos lleva a la reflexión y a pensar sobre los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, a la luz de la verdad y por lo tanto nos inclina a actuar con corrección. Quien descubre el valor y la belleza de la verdad, se rodea de amigos verdaderos, encuentra el amor verdadero, camina con seguridad por el camino correcto y acepta sostener en el tiempo, la lucha y el esfuerzo por la conquista del bien verdadero, del que proviene la dicha y la felicidad.n


EL FUTURO DEL MUNDO Y DE LA IGLESIA PASA A TRAVÉS DE LA FAMILIA

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n proyecto de Ley que busca que el estado reconozca socialmente la unión afectiva entre dos personas del mismo sexo, un Plan de “apoyo a las familias” que olvida que el matrimonio es la institución fundante de la familia y que llega a afirmar que el origen de la familia no es natural sino cultural. Y una actitud indiferente de tantos que ante la amenaza de estas ideologías solo atina a responder pasivamente “yo no lo haría, pero si otros quieren

hacerlo porque se lo vamos a impedir”. Esto me anima a escribir para recordar la grandeza de esta institución en la que todos tenemos origen y a la que todos pertenecemos: La familia. Primera realidad temporal con la que se encuentra el ser humano, clave del desarrollo de la sociedad y del mundo en un triple aspecto: ontoló­gico, cronológico y estratégico1. 1 El presente artículo es un extracto

y adaptación de lo que el Siervo de Dios Tomás Morales S.J. escribió sobre la familia en el libro “Hora de los Laicos”, de modo que mi papel es de simple intermediaria.

La familia fundada sobre el matrimonio es origen y fundamento de la sociedad humana. Esto es evidente porque «sin la familia no hay hombres», y no sólo en el sentido de que no vienen nuevos hijos al mundo sino porque la familia constituye el espacio idóneo para la “personalización”, el único en el que es posible crecer y madurar como persona, ser más persona. Vivimos en «una sociedad que despersonaliza­ y masifica cada vez más al hombre. Y es precisamente


la familia la institución que «posee y comunica esa capacidad de personalizar al hombre, de mantenerlo consciente de su dignidad personal, de enriquecerlo con profunda humanidad y de insertarlo activamente con su unicidad e irrepetibilidad en el tejido de la so­ciedad»2. La familia es también cronológicamente la pri­mera realidad temporal. Al nacer, el ser humano se inserta y vive en ella, las restantes estructuras sociales florecen a su sombra, viven de su savia. Ella es anterior en el tiempo a todas y manantial fecundo que las vivifica. La familia, por su valor estratégico, es la realidad temporal más importante, en este primer núcleo social se modela el rostro de una nación: «Cual es la familia, tal es la nación, porque tal es el hombre» La triple prioridad de la familia frente a las de­más realidades temporales nos permite interpretar el interés que en torno a ella se suscita: Atacar y destruir a la familia: Por que es el mejor modo de destruir al ser humano y hacerlo presa fácil del sexo, la promiscuidad, por­nografía, drogas. Por otra parte el Magisterio de la Iglesia que no se cansa de defender la santidad del matrimonio, la dignidad de la familia, el derecho a la vida. 2

Familiaris consortio 43.

Ante el ataque organizado y furibundo a la fami­lia, la Iglesia nos recuerda que «el verdadero amor y la gracia de Dios nunca pueden permitir que el matrimonio se convierta en una relación centrada en si misma de los individuos que viven el uno junto al otro buscando su propio interés»3. Hay que proclamar la verdad sobre «el amor conyugal que enlaza a los esposos y une a los hijos en un mismo amor hu-

mano: sensible y espiritual a la vez—no simple impulso de instinto y sen­timiento—; total—sin reservas indebidas y cálcu­los egoístas—; fiel y exclusivo hasta la muerte; (...) amor fecundo, que no se agota en la comunión entre los cónyuges, sino que está, destinado a pro­longarse, suscitando nuevas vidas»4. Es urgente que quienes formamos parte de una familia cristiana recordemos que estamos llamados a hacer de

3

4

JUAN PABLO II, A los laicos (Limerick, 1-10-1979) 5.

JUAN PABLO II, Homilía en el Jubileo de las familias (25-3-1984) 3 y 4.


ella una comunidad de vida y amor. La dimensión espiritual que comporta este dar vida a las personas implica la educación de los hijos y dentro de esta dimensión espiritual de dar la vida, está la transmisión de aquella Vida que Jesucristo vino a traernos en abundancia. La familia será siempre la mejor educadora y transmisora de la fe. Toda madre tiene un corazón sacerdotal, decía Paul Claudel. Y Todo padre compenetrado con su esposa participa en esta sagrada misión sacerdotal. Solo si las familias cristianas toman conciencia de su gran misión y se toman en serio el “ lo que son” serán vivero de hombres y mujeres que en­ grandecen la nación y la salvan en los momentos difíciles. «La humani­ dad contemporánea..., “tienta” a Dios, y “lo pone a prueba” en este campo fundamental de la familia». Pero los bautizados debemos

salir de la apatía y luchar sin mie­ dos para promoverla, preservarla y defenderla. Aunque «una legislación antirreligiosa pretenda impedir la educación en la fe, aunque penetre el secularismo en la sociedad», la fe no se apagará si el baluarte familiar queda en pie». El Magisterio de la Iglesia nos recuerda que «El apostolado dirigido a las familias es una de las tareas prioritarias, reclamada urgentemente por la si­ tuación actual»5. Pues «¡El futuro de la humanidad se fragua en la familia!» y los que formamos parte de una familia somos los primeros responsables del apostolado “en” y “con” nuestra familia. ¿Cómo?: «Vivan con coraje vuestra vida personal, aun cuando parezca insignificante», protejan su familia, de los ataques del «materia­ lismo y del hedonismo».

Padres de familia: In­municen a sus hijos contra la insidia del «nihilismo que desarma su volun­ tad para afrontar los problemas cruciales» del mundo6. «Vivan el sacramento del matrimo­nio como una participación de la unión fecunda e indisoluble entre Cristo y la Iglesia»7. Defiendan con su actitud sencilla y valiente «los valores de la familia fecunda y unida, los de la vida recién con­cebida». Ejerzan la tutela moral de la juventud que les ha sido confiada. «No piensen que pueden hacer en su vida algo más importante que ser un padre o una madre verdaderamente cristianos (...). No escuchen a quienes dicen que trabajar en una tarea secular (...) es más importante que la vocación de crear vida y de preocuparse como madres de esta vida». n

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7

74.

JUAN PABLO II, Familiaris consortio

6

JUAN PABLO II (Santiago de Compostela, 9-11-1982) 3. JUAN PABLO II, A los laicos (Toledo, 4-11-1982) 7.



E-mail a un(a) adolescente

H

ola ¿Cómo vas? Lo que quiero de inicio es disculparme contigo. Sí, pedirte perdón por las mentiras que la sociedad que hemos creado para ti, te mete cada día en la mente. Una de esas mentiras es que eres una bestia sexual desatada. Si lo has notado, a una edad de 12 a 16 años, uno de los temas que más te causan misterio es el de las relaciones sexuales. Lo que te dicen en el colegio no basta y lo discutes con tus compañeros, lamentablemente el mensaje que les enviamos a través de varios medios de comunicación, en especial la televisión, es que deben experimentar para saber, cuan-

to antes mejor. Sé que quisieras preguntarles a tus padres, pero imagínate, a ellos mismos los confunden de qué temas deben hablar sobre sexo contigo, con el miedo de que si les dicen algo los incentivarán a salir corriendo a acostarse con cualquiera. Ahora hasta quieren quitarles la autoridad de hablarles a tus papás de ese tema tan profundo para dejárselo todo a manos del Estado. Sí, también me reí cuando me enteré. No eres una bomba sexual en potencia, solo que tenemos en su mayoría, una falsa idea de lo que es el coito, no te sonrojes, esa es la palabra

correcta. No es “algo” que tienes que hacer para subir en la escala de valores con tus amigos o amigas. No es un “deber” a practicar para saber de qué se trata. Peor, no es una “obligación” que se debe cumplir con tu enamorado o enamorada. No. Es una experiencia que debe ser completa, en libertad, en un estado en el que los dos actuantes asuman la responsabilidad madura de lo que están haciendo. Pero, ¿Qué te podemos reclamar?, si se vende el acto coital como algo gratis, barato y urgente. Hasta leí hace poco en un diario “serio” que si no tienes relaciones te vas a enfermar. Por favor, no creas eso, nadie se ha muerto por esperar y menos, nadie se ha vuelto loco por no tener relaciones. Todo lo demás es exageración de una sociedad que, mil perdones, vende el sexo y sus derivados como producto de consumo masivo y gana dinero con ello. Se te entrega gratuitamente condones en colegios y postas. Se te dice que seas responsable, pero, mano en pecho, ¿Para qué te sirven esos globitos más que para la broma en los conciertos? Que los lleves contigo te piden, pero en la billetera se revientan y en la mochila, pues qué piensan, que vas a tener


relaciones en el colegio y si lo haces ¿No te parece que es bizarro, algo sucio y dañino? Te podrás sentir bien por un momento, pero luego, admítelo, hay una especie de sentimiento triste, como si hubieras fallado. Luego una ruleta de la que no puedes escapar, porque se supone que “ya lo hiciste”, entonces, no se lo puedes negar a tu próximo enamorado o enamorada, dejando en cada uno de ellos parte de tu ser, de tu alma, de tu corazón. Esa desazón se camuflará en otros problemas como rebeldía, falta de atención, interés solo en llegar a poseer a alguien, habrá problemas con tu entorno y contigo mismo porque no sabrás definir tu situación frente a los demás,

porque tú mismo, tú misma, sentirás que ya no piensas igual, tratando de tomarlo maduramente no caerás en cuenta que eres un adolescente que se ha metido en problemas de adultos. Lo siento de verdad, no solo es culpa tuya, es de todos, por no decir las cosas como son y decirte que las relaciones sexuales conllevan una responsabilidad que a tu edad no puedes manejar.

los valores y que un celular vale más que tu familia. Si algo puedo pedirte es, además de disculparme, es que busques las respuestas en tu familia, en tus profesores, en personas que sabes puedan ayudarte y ofrecerte un buen consejo, que seguro no te gustará, te restringirá, te sonará “cucufato”, “monse”, pero lo que está en juego no es la vida de los demás, es tu vida.

Así como esta, hay muchas mentiras que te decimos, como que el dinero lo hace todo, que el éxito depende de cuantas personas pises en tu camino, que la coima es el primer recurso para seguir adelante laboral y profesionalmente, que estar a la moda es más importante que

¿Sabes?, yo tengo confianza en ti y muchos más la tienen, confía también en ti mismo y adelante, no vendas tu tesoro por dos o tres minutos mal hechos, no eres una bestia sexual desatada, eres una persona en formación a la que le espera un gran futuro. Saludos. n


Celebraciones por el 5ยบ Aniversario del Apostolado de la Preciosa Sangre



Vaticano | Fuente: ACI Prensa

Cardenal O.A.R.M. denuncia manipulación mediática de las palabras del Papa

La tergiversación de las palabras de Francisco

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l Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, coordinador del Consejo de Cardenales del Papa Francisco, consideró que la entrevista al Papa publicada por el director de la revista jesuita Civiltà Cattolica, Padre Antonio Spadaro el 19 de septiembre, fue manipulada por algunos medios de comunicación para confundir a los fieles.

cedidas el pasado domingo desde Gubbio (Italia), después de celebrar la Eucaristía en la Basílica de San Ubaldo, el Cardenal Rodríguez Maradiaga aseguró que le impresionó la manera con la que “ciertos medios de comunicación han extrapolado algunas partes de la entrevista concedida a Civiltà Cattolica, que debe ser leída integralmente”.

riesgo de hacer decir al Papa cosas que nunca dijo”, añadió el Purpurado hondureño. La prensa internacional usó la entrevista concedida a Civiltà Cattolica para publicar diversos artículos en los que descontextualizaba la posición del Santo Padre en temas fundamentales para la Iglesia como la defensa de la vida y la familia.

Según informó el diario ita- “De lo contrario se puede Por su parte, el Director de la liano Avvenire, en declara- malinterpretar el pensa- Oficina de Prensa de la Santa ciones a los periodistas con- miento del Papa y se corre el Sede, Padre Federico Lom-


bardi señaló que la publicación jesuita fue revisada por la Secretaría de Estado del Vaticano y debe leerse en su totalidad. Días después de la entrevista con el P. Spadaro, el Santo Padre sorprendió al mundo con una nueva entrevista concedida –esta vez-, al fundador del periódico La Repubblica, Eugenio Scalfari, reconocido periodista italiano de posición anticlerical. En referencia a esto, el P. Lombardi indicó que la entrevista también debía leerse en su integridad para evitar cualquier manipulación y precisó que “los contenidos de la entrevista concedida a la Civiltà Cattolica deben tenerse en mayor consideración que la entrevista con La Repubblica”. Tendencia con precedentes No es la primera vez que algunos sectores de la prensa pretenden interpretar de modos distintos las palabras del Santo Padre. Cabe recordar que tras la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Brasil atendió en el avión de regreso a Roma a la prensa internacional que le acompañaba. Muchas de las preguntas que entonces contestó fueron sacadas de contexto para generar controversia. n

P. Federico Lombardi SJ, portavoz de la Santa Sede.





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