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Revista Católica Nº 42, Abril de 2015, Año 6
rescatandoalafamilia.blogspot.com rescatandoalafamilia@gmail.com Directora: Rosa María Valencia Z.
Editor: Santino Bruguera
Colaboradores: Oficina de Comunicaciones del Arzobispado Dr. Walter Romaña Ing. Edwin Heredia
02 Editorial 03 Extracto de la Familiaris Consortio (4ta Parte) 06 Tía María 08 La importancia de la preparación previa de las personas que van a contraer matrimonio 14 La Televisión Basura 18 Más proteínas y menos preservativos 20 Avisos Publicitarios
Editorial Queridos amigos: Les entregamos con todo cariño un nuevo número de esta su revista, reforzados espiritualmente por la Semana Santa que pasó. En esta edición trataremos temas de actualidad y de singular importancia para las familias. De manera especial abordaremos un tópico muy sensible estos días: la televisión basura. Nos decía Pío XII sobre la televisón (además del cine y la radio): “No son simples medios de recreación y de entretenimiento, sino de verdadera y propia transmisión de valores humanos, sobre todo espirituales, y por tanto pueden constituir una forma nueva y eficaz de promover la cultura en el seno de la sociedad moderna”.
Esperamos disfruten la lectura. Un abrazo en Cristo.
EXTRACTO DE LA FAMILIARIS CONSORTIO (4ta parte)
Exhortación Apostólica de San Juan Pablo II Derechos y obligaciones de y reconoce, es revelado en plela mujer nitud por la Palabra de Dios; en efecto, la historia de la salva22. La familia, en cuanto es y ción es un testimonio continuo debe ser siempre comunión y y luminoso de la dignidad de la comunidad de personas, en- mujer. cuentra en el amor la fuente y el estímulo incesante para Creando al hombre «varón y acoger, respetar y promover a mujer»[64], Dios da la dignicada uno de sus miembros en la dad personal de igual modo al altísima dignidad de personas, esto es, de imágenes vivientes de Dios. Como han afirmado justamente los Padres Sinodales, el criterio moral de la autenticidad de las relaciones conyugales y familiares consiste en la promoción de la dignidad y vocación de cada una de las personas, las cuales logran su plenitud mediante el don sincero de sí mismas[63]. En esta perspectiva, el Sínodo ha querido reservar una atención privilegiada a la mujer, a sus derechos y deberes en la familia y en la sociedad. En la misma perspectiva deben considerarse también el hombre como esposo y padre, el niño y los ancianos. De la mujer hay que resaltar, ante todo, la igual dignidad y responsabilidad respecto al hombre; tal igualdad encuentra una forma singular de realización en la donación de uno mismo al otro y de ambos a los hijos, donación propia del matrimonio y de la familia. Lo que la misma razón humana intuye
hombre y a la mujer, enriqueciéndolos con los derechos inalienables y con las responsabilidades que son propias de la persona humana. Dios manifiesta también de la forma más elevada posible la dignidad de la mujer asumiendo Él mismo la carne humana de María Virgen, que la Iglesia honra como
Madre de Dios, llamándola la nueva Eva y proponiéndola como modelo de la mujer redimida. El delicado respeto de Jesús hacia las mujeres que llamó a su seguimiento y amistad, su aparición la mañana de Pascua a una mujer antes que a los otros discípulos, la misión confiada a las mujeres de llevar la buena nueva de la Resurrección a los apóstoles, son signos que confirman la estima especial del Señor Jesús hacia la mujer. Dirá el Apóstol Pablo: «Todos, pues, sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. No hay ya judío o griego, no hay siervo o libre, no hay varón o hembra, porque todos sois uno en Cristo Jesús»[65].
plio y complejo tema de las relaciones mujer-sociedad, sino limitándonos a algunos puntos esenciales, no se puede dejar de observar cómo en el campo más específicamente familiar una amplia y difundida tradición social y cultural ha querido reservar a la mujer solamente la tarea de esposa y madre, sin abrirla adecuadamente a las funciones públicas, reservadas en general al hombre.
No hay duda de que la igual dignidad y responsabilidad del hombre y de la mujer justifican plenamente el acceso de la mujer a las funciones públicas. Por otra parte, la verdadera promoción de la mujer exige también que sea claramente reconocido el valor de su función materna Mujer y sociedad y familiar respecto a las demás 23. Sin entrar ahora a tratar de funciones públicas y a las otras los diferentes aspectos del am- profesiones. Por otra parte,
tales funciones y profesiones deben integrarse entre sí, si se quiere que la evolución social y cultural sea verdadera y plenamente humana. Esto resultará más fácil si, como ha deseado el Sínodo, una renovada «teología del trabajo» ilumina y profundiza el significado del mismo en la vida cristiana y determina el vínculo fundamental que existe entre el trabajo y la familia, y por consiguiente el significado original e insustituible del trabajo de la casa y la educación de los hijos[66]. Por ello la Iglesia puede y debe ayudar a la sociedad actual, pidiendo incansablemente que el trabajo de la mujer en casa sea reconocido por todos y estimado por su valor insustituible. Esto tiene una importancia especial en la acción educativa; en efecto, se
elimina la raíz misma de la posible discriminación entre los diversos trabajos y profesiones cuando resulta claramente que todos y en todos los sectores se empeñan con idéntico derecho e idéntica responsabilidad. Aparecerá así más espléndida la imagen de Dios en el hombre y en la mujer. Si se debe reconocer también a las mujeres, como a los hombres, el derecho de acceder a las diversas funciones públicas, la sociedad debe sin embargo estructurarse de manera tal que las esposas y madres no sean de hecho obligadas a trabajar fuera de casa y que sus familias puedan vivir y prosperar dignamente, aunque ellas se dediquen totalmente a la propia familia.
Es evidente sin embargo que todo esto no significa para la mujer la renuncia a su feminidad ni la imitación del carácter masculino, sino la plenitud de la verdadera humanidad femenina tal como debe expresarse en su comportamiento, tanto en familia como fuera de ella, Se debe superar además la sin descuidar por otra parte en mentalidad según la cual el este campo la variedad de coshonor de la mujer deriva más tumbres y culturas. del trabajo exterior que de la actividad familiar. Pero esto Ofensas a la dignidad de la exige que los hombres estimen mujer y amen verdaderamente a la mujer con todo el respeto de 24. Desgraciadamente el mensu dignidad personal, y que la saje cristiano sobre la dignidad sociedad cree y desarrolle las de la mujer halla oposición en condiciones adecuadas para el la persistente mentalidad que considera al ser humano no trabajo doméstico. como persona, sino como cosa, La Iglesia, con el debido respe- como objeto de compraventa, to por la diversa vocación del al servicio del interés egoísta hombre y de la mujer, debe pro- y del solo placer; la primera mover en la medida de lo posi- víctima de tal mentalidad es la ble en su misma vida su igual- mujer. dad de derechos y de dignidad; y esto por el bien de todos, de Esta mentalidad produce frutos la familia, de la sociedad y de muy amargos, como el desprecio del hombre y de la mujer, la Iglesia. la esclavitud, la opresión de los
débiles, la pornografía, la prostitución —tanto más cuando es organizada— y todas las diferentes discriminaciones que se encuentran en el ámbito de la educación, de la profesión, de la retribución del trabajo, etc. Además, todavía hoy, en gran parte de nuestra sociedad permanecen muchas formas de discriminación humillante que afectan y ofenden gravemente algunos grupos particulares de mujeres como, por ejemplo, las esposas que no tienen hijos, las viudas, las separadas, las divorciadas, las madres solteras. Estas y otras discriminaciones han sido deploradas con toda la fuerza posible por los Padres Sinodales. Por lo tanto, pido que por parte de todos se desarrolle una acción pastoral específica más enérgica e incisiva, a fin de que estas situaciones sean vencidas definitivamente, de tal modo que se alcance la plena estima de la imagen de Dios que se refleja en todos los seres humanos sin excepción alguna.
Tía MARÍA
“
¿Qué piensa sobre Tía María?”. Es la pregunta que más veces me han hecho en los últimos días. Especialmente los periodistas, pero no sólo ellos porque lo que viene sucediendo en el Valle del Tambo preocupa a muchísima gente. En todos los casos, he respondido lo mismo: como Iglesia no nos corresponde decir si el proyecto Tía María es algo bueno o no, ya que se trata de un asunto técnico
que nosotros no estamos en capacidad de evaluar porque no tenemos los conocimientos ni la información suficiente para hacerlo. Aun si me entregaran el Estudio de Impacto Ambiental, estoy seguro que no podría pronunciarme objetivamente sobre el mismo, porque debe contener una serie de datos, fórmulas e información técnica que no sabría evaluar. Seguramente a usted le pasaría lo mismo y, por cierto, es la misma situación de casi
todos los habitantes del Valle. Por un lado, saber que se hará una inversión de mil cuatrocientos millones de dólares, que creará puestos de trabajo e incrementará notablemente los ingresos por canon y otros conceptos en beneficio de la Región, el país y la provincia de Islay, presenta al proyecto como algo favorable. Por otro lado, hay quienes sostienen que se afectará gravemente a la agricultura y otras actividades y que terminará empobreciendo a la zona. La verdad es que los conocimientos técnicos de la gran mayoría de la población no
son suficientes para saber si dir el libre tránsito de las esto es cierto o no. personas y los vehículos, o utilizar otros medios que En cambio, lo que sí está al perjudican no sólo a uno de alcance de todos es tomar los grupos involucrados en posición sobre la violencia la discordia sino también a que se está viviendo en la terceros que no tienen parzona. Por eso, como ciuda- te en esa disputa de interedano, pero también como ses. Las millonarias pérdidas máximo representante de que se están ocasionando en la Iglesia Católica en nues- la zona del conflicto afectan, tra Región, he declarado que especialmente a los más polos cristianos y las personas bres y vulnerables. Cada día de buena voluntad no pode- aumenta el número de famimos estar de acuerdo con los lias cuya precaria situación enfrentamientos verbales económica se agrava por esy físicos que se han venido tos sucesos. dando las últimas semanas, ni con la pretensión de im- En ese contexto, no me canponer por la fuerza la opi- saré de pedir que se haga nión o el deseo de un grupo cuanto esté al alcance para de personas. En una demo- que se restablezca la paz cracia es legítimo que exis- social e individual y se nortan diversos puntos de vista malicen las actividades en la e, incluso, intereses distin- zona. He pedido al párroco tos. Es legítimo también que de Cocachacra que vea el cada grupo de interés defienda su posición con los medios y me can i smos que permite la Ley. Pero lo que no está bien es recurrir a la violencia ni al amedrentamiento, causar daños a la propiedad privada o pública, impe-
mejor modo de promover el diálogo y que abogue por el cese de la violencia. Me consta que ha procurado hacerlo. Lamentablemente, como hace unos días ha dicho el Papa Francisco, hay personas que no saben dialogar y que, además, impiden que otros lo hagan. Esto es sumamente preocupante, como también lo es que personas ajenas al Valle del Tambo y a la Región estén agravando el conflicto, y que un sector no poco numeroso de la población no confíe en el rol regulador y de garante que corresponde al Estado. Rezo para que este conflicto, que es posible responda también a intereses políticos, se supere pronto para el bien común de los habitantes de la provincia de Islay y de nuestra Región. n
La importancia de la PREPARACIÓN previa de las PERSONAS que van a contraer MATRIMONIO
C
uando me pidieron para que escriba algunas líneas sobre lo que es la importancia de la preparación previa de los novios para el matrimonio, me pareció un tema de palpitante actualidad, en el que se ven envueltas las vidas de dos personas que terminan siendo a la final una, en el vínculo sacramental del matrimonio. He preferido escribir algunas ideas en términos no muy
la vocación matrimonial. Lo mismo podría decirse del que opta por una vida consagrada, o del que opta por una complejos, sino en palabras vida célibe respetuosa de los muy sencillas que nos per- mandatos de nuestra Iglesia. mitan reflexionar acerca de lo que es llegar a la decisión De joven, podía ver lo que formal y seria de casarse por eran los ensayos de la boda; es decir, la forma en que iban la iglesia. a entrar a la Iglesia, quién A lo largo de los años en los entraba primero, cuántos mique he podido tener contac- nutos antes tenía que estar el to con jóvenes que llegan al novio al pie del altar, la manematrimonio, me he podido ra en que iba a ser recibida o dar cuenta de lo importante entregada la novia, dónde se que es el saber a lo “que se iban a ubicar los testigos de la están metiendo” al optar por boda, etc. y en sí, muchos de-
talles del “protocolo” en el día piensen que ya están listos, es de la boda. siempre importante que se dé la oportunidad para dialogar Años después, también pude con el párroco que va a eladarme cuenta cómo las per- borar el pliego matrimonial, sonas que desean contraer y que sean guiados por catematrimonio, lo primero que quistas, acerca del compromihacen es acercarse al Despa- so que van a asumir y de las cho Parroquial a preguntar condiciones que deben tener “cuánto cuesta la boda”, y fi- como pareja para entregarse jar la fecha de boda, “dejando el uno al otro y constituir un un adelanto para separar la matrimonio. La Iglesia, es resfecha”, sin preocuparse para ponsable de sellar y validar nada en el tema de las char- sacramentalmente una unión las, las fechas de las mismas, sólo cuando puede dar testilos documentos a presentar; monio de que quienes celemomentos previos todos es- bran dicho sacramento saben tos, que les iban a permitir lo que van a hacer y son consterminar de tomar conciencia cientes de las responsabilidaantes del día de la boda, de des que adquieren el uno para lo importante que era la de- el otro, con la Iglesia, y con la cisión que estaban tomando, sociedad. Es por eso que se es decir, casarse ante Dios y exige que las personas que se van a casar asistan a las charla Iglesia. las previas al matrimonio, Decirles por parte del párro- donde se tocaran diversos co, que tenían que asistir am- temas que atañen a un matribos a las charlas y no solo uno, monio sacramental. o el indicarles cuántas sesiones eran, significaba para una cantidad considerable de parejas, que la Iglesia “los está aburriendo” o “qué se las están complicando demasiado”, y que por eso es que los fieles se alejaban de la Iglesia católica o se cambiaban de religión. Aunque los novios
La importancia de la preparación exige un proceso de evangelización consistente en la maduración de la fe y su profundización. Si la fe está debilitada o casi no existe ya, es preciso reavivarla y no se puede excluir una instrucción exigente y paciente en este sentido, ya que la presencia de Dios se constituye en la fortaleza plena cuando las fuerzas humanas quieren fallar. Es entonces que Dios a través de la fe de los esposos se constituye en medio y fin para la unidad e indisolubilidad del matrimonio El Código de Derecho Canónico dispone que haya “preparación personal a la celebración del matrimonio y con ella los esposos se dispongan a la santidad y deberes de su nuevo estado”, así lo señala el canon 1063, 2. El objetivo de la preparación previa al
sacramento del matrimonio (charlas pre matrimoniales, examen prenupcial, etc.), es el que los contrayentes tomen conciencia de las obligaciones, responsabilidades y derechos que van a asumir al elegir el estado matrimonial, que por principio y esencia es un estado para toda la vida. No es un negocio como comprar una gran casa, o comprar un automóvil último modelo. La decisión que se tome se da por y para la vida misma, vida que es única, y que Dios nos da cada día de nuestra existencia terrenal, y como preludio de la vida eterna que nos espera.
propios contrayentes se den cuenta de lo que van a hacer. Esta etapa les permite darse cuenta a ellos mismos, y a terceros legítimamente interesados en su felicidad (padres, amigos, familiares), de la auténtica y férrea persistencia de su consentimiento para poder casarse. El que el sacerdote los oriente, aconseje, y les expliqué lo que es el matrimonio sacramental, y hasta el propio “trámite documentario” les permite darse cuenta de lo que realmente quieren.
Pensemos, en que si no tienen la paciencia para recibir charlas que les van a servir muLa preparación previa al ma- chísimo para casarse y destrimonio sirve para que los pués de casarse, o para juntar
y presentar la documentación con la debida anticipación, ¿podrán tener la misma paciencia para situaciones igual o más complicadas cuando estén casados?, ¿podrán escuchar consejos de padres o gente que los quiere para solucionar sus problemas? Si fruto de las charlas, de la conversación, de la entrevista con el sacerdote, surgen en los novios dudas, vacilaciones o cualquier otra situación que les haga pensar seriamente que no deberían casarse, es mejor entonces que se suspenda todo. ¿Por qué hacer esto?, ¿es maduro el tomar una decisión así?, ¿es responsable? La respuesta es afirmativa. Es
decir que, vale la pena suspender todo en el caso de dudas razonablemente graves y serias en la decisión que va a significar una unión para toda la vida. Los gastos materiales que se pudieran haber hecho en cuanto a la recepción, a los partes, a la comida contratada, etc., y hasta la “vergüenza familiar y social” puedan recuperarse o resarcirse con el transcurso del tiempo. Pero no sucede lo mismo, con los sufrimientos, la impotencia, las lágrimas que vendrán años después en una dolorosa vida después de la boda, una vida que en muchos casos se traducen en violencia física, psicológica y hasta espiritual; todo esto nacido de un consentimiento dado a lo mejor sin haber discernido lo que realmente es el matrimonio. Cuántas parejas darían todo por regresar al pasado para no haberse casado, por no haberse dejado presionar porque “todo estaba hecho”, o por el “qué dirán”, o por cualquier otra circunstancia que hubiera invalidado su consentimiento. Y es que estas situaciones que pueden aparecer en el enamoramiento y/o noviazgo a veces pasan inadvertidas por los propios novios, cuando ellos mismos no le dan valor a la preparación previa al matrimonio, a la orientación y consejo prudente de la Iglesia a los que
se van a casar, a los que van a su vida”. asumir ese compromiso para toda la vida. El respeto a la institución matrimonial sacramental, tiePuede haber una persona que ne una implicancia absoluta en muchas esferas de la vida para el católico, en el sentido se le vea “casi perfecto para que reconoce la dimensión casarse”, “que sea un buen natural de la cooperación y partido”, que sea profesional, ayuda mutua de los esposos que tenga una edad promedio fruto de su amor, y sobre todo buena, que sea un muy buen la dimensión sobre natural en vecino, un buen hijo, un buen cuanto a la existencia y prehermano, un buen amigo, sencia de Dios en esa unión pero todo esto no necesaria- en la que hombre y mujer se mente garantiza que esa per- han hecho una sola carne. sona esté libre de dudas serias de lo que va a enfrentar al La preparación, las charlas, asumir el estado matrimonial, y a veces hasta el mismo eno que esa persona no tenga la sayo, permite darnos cuenta madurez o la libertad nece- de las respuestas que se tensaria para casarse, por citar drían en mente y corazón, al algunos casos. Es la prepara- momento de escuchar el día ción sensata y responsable, la del matrimonio preguntas taque ayuda a los contrayentes les como ¿vienen a contraer a tomar verdadera concien- matrimonio libremente, sin cia de lo que es “recibir a la ser coaccionados ni presiocontraparte en lo favorable nados?, ¿al elegir el estado y en lo adverso, con salud o matrimonial, están dispuesenfermedad, para amarse y tos a amarse y respetarse respetarse todos los días de mutuamente durante toda
la vida?, ¿están dispuestos a recibir de Dios los hijos que este mismo Dios les mande y educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?. Realmente son preguntas de respuestas muy profundas, que conllevan un compromiso del cual las partes intervinientes tienen que ser conscientes al momento de responder afirmativamente. Pero, cómo profundizar en su significado, en su contenido esencial, si falta la guía de Nuestra Santa Madre Iglesia, que sin tener una intención directa es muchas veces rechazada por los propios novios, al ver la etapa inmediatamente anterior a la celebración de la boda, como un mero conjunto de requisitos y en otras ocasiones hasta llamada injustamente como
la “burocracia de la Iglesia”. La preparación al sacramento del matrimonio y a la vida subsiguiente, emerge como gran necesidad pastoral para el bien de los esposos, la comunidad cristiana y la sociedad. A los contrayentes se les debe invitar a comprender qué significa el amor responsable y maduro de la comunidad de vida y amor que será su familia. Por ello, esto debe entenderse muy bien antes de llegar al día de la boda Puede darse el caso, que unos jóvenes hayan llevado el enamoramiento de manera pasional, que lo hayan llevado de manera bastante superflua, que lo hayan llevado de una manera tal que ni siquiera les haya permitido conocerse en lo mínimo como personas, con sus virtudes y defectos verdaderos, y que simplemente hayan vivido el enamoramiento entre muestras de afectos o salidas de diversión que les impide darse cuenta del paso que van a dar. Es allí en que la Santa Madre Iglesia interviene, o para hacerles dar cuenta que no de-
ben casarse, o que en todo caso deben esperar un poco más para decidir por el matrimonio. Hay que reafirmar que dentro de la preparación al matrimonio cristiano, ésta puede calificarse de itinerario de fe que no termina con la celebración del matrimonio sino que continúa en toda la vida familiar que se inicia inmediatamente después del pacto conyugal celebrado el día de la boda. La verdadera preparación está orientada a la celebración consciente y libre del sacramento del matrimonio, por lo que esta celebración es fuente y expresión de situaciones más comprometidas y permanentes que se darán en la convivencia matrimonial. El noviazgo es el tiempo de descubrimiento recíproco, de profundización en la fe. La profundización en la fe de los novios está condicionada también por su formación anterior, la que influirá ciertamente en la vida futura de los esposos y de la familia. La riqueza del matrimonio y del sacramento del Matrimonio, como el decisivo relieve que asume el período del noviazgo, son razones que requieren una solidez particular en esta formación, y que a su vez se manifiesta como pilar y base de la unión que se constituye y consolida desde el momento consensual de la unión y la
vida matrimonial como tal. La etapa de preparación al matrimonio debe hacer dar cuenta a los novios de lo que es realmente el conocimiento mutuo, y la aceptación de la otra persona tal cual es, así como hacerles dar cuenta dela importancia del diálogo para llegar a acuerdos esenciales para la convivencia, los roles que cada uno espera de su pareja, en la vida de pareja, en el manejo de la casa, en el cuidado y educación de los hijos. Del mismo modo, tomaran conciencia de la elaboración del proyecto u objetivo en común hacia al cual aspiran como personas, como pareja, y como familia. También se puede tomar en cuenta la forma en que ma-
nejarán las relaciones con las respectivas familias políticas, así como las costumbres y tradiciones culturales o familiares que compartirán en común, y cómo coordinarán el trabajo o estudio que permita el desarrollo profesional o humano de cada esposo. Sirve también, el enseñarles las herramientas y consejos para la comunicación y el manejo de las dificultades de entendimiento. Debe la pareja entender la grandeza y sentido de la vida sexual dentro del matrimonio. Los novios deben tener en claro el sentido y propósitos específicos del matrimonio y el por qué es un sacramento, exponiendo al mismo tiempo los compromisos que como persona y como pareja se ad-
quieren al contraer matrimonio religioso. Como conclusión, terminaré diciendo que todo lo expuesto referido a las charlas pre matrimoniales, como preparación al sacramento del matrimonio, ayudará a que los novios puedan prepararse para tener una visión verdaderamente cristiana del matrimonio, madurar los conceptos de unidad e indisolubilidad del matrimonio, y conocer sus implicancias antes de casarse para establecer una relación sólida que no se diluya en sentimentalismos, que les permita manejar constructivamente los conflictos que puedan surgir, a la luz de sus propios esfuerzos, y siempre unidos en la fe y confianza en Dios. n
Basura La calidad brilla por su ausencia en la televisi贸n nacional. Es que acaso el peruano se ha vuelto incapaz de distinguir la peste en sus pantallas? O tal vez desarroll贸 un gusto por ella?
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e un tiempo a esta parte la televisión en nuestro país ha alcanzado cotas insospechadas de vulgaridad y mediocridad. Niveles paroxísticos, si se quiere. En el último lustro los televidentes han visto desmejorar dramáticamente los ya misérrimos estándares de calidad, al punto tal que la sostenibilidad de esta programación se ha visto amenazada por una marcha convocada por el despecho y la rebeldía del público.
talk-shows, hijos de la escatología y el mal gusto. Porque el rating, en los medios de comunicación peruanos, es un fin y no una causa. Y los telespectadores parecen cada vez más acostumbrados a esa oferta.
Hoy la comidilla de la farándula y la degradación pública ha reemplazado a los documentales y los espacios educativos. Los shows familiares y aquellos concursos que espoleaban el intelecto son parte de un legado distante al que solo se puede acceder a través de la memoria. Los contenidos culturales no tienen cabida en la señal abierta, aquella a la que por su sola condición difusora se le exige un compromiso harto más serio con la población a la que llega.
“Cuando se habla de televisión basura creo que no se advierte cuan peligrosa es porque esto equivale a la fábula del hombre y del burro, en contacto con el conocimiento y el saber el burro no atina a nada, en cambio el hombre (…) en contacto con la basura asimila mucha basura. Esa capacidad de asimilación que tiene el televidente término medio de la
En el Perú, pues, el entretenimiento ha dejado de ser sano para trocarse morboso y sicalíptico. La escuela forjada en los noventas por la ‘corriente chicha’ apañada durante el fujimorismo parece haber alcanzado su cenit ahora, y no con aquellos escabrosos
Habla Denegri El connotado lingüista Marco Aurelio Denegri explica en su programa el calificativo de “basura” de la televisión peruana.
basura y el carácter adictivo, todo eso es lo verdaderamente peligroso”, dice el lingüista en su programa. “Lo malo es que no hay retorno, no hay posibilidad de desembrutecerse o desidiotizarse, si la televisión basura cumplió con su propósito velado o manifiesto de reducir cabezas para tener gente manipulable entonces tratar de salir de esa bajura es prácticamente imposible. Es como los caminos de la verdadera y autentica adicción, tanto al alcohol o la droga”, sostiene. Incluso recurre a un término clínico para explayarse en la ilustración del concepto. Refiere que en el siglo XVI, en España, era tal el hedor de las calles, por el amontonamiento de basura, que la gente distinguida transitaba por ellas oliendo una una borracha de ámbar, esto es, un odre con perfume delicado. Lo curioso es que la hedion-
pura y a la vulgaridad más atroz. Embarrarse es para ellos una fiesta y enlodarse una diversión y enmierdarse una vocación y un destino”.
dez callejera no disgustaba al pueblo español, el cual se había acostumbrado tanto a la inmundicia, que protestó vivamente cuando se limpiaron las calles. La razón de ello es una perversión que en jerga médica
se conoce con el nombre de cacosmia. Esta voz procede del griego kakós, malo, y osmé, olor. La cacosmia es la perversión del sentido del olfato en cuya virtud resultan agradables los olores repugnantes o fétidos. A un enfermo de cacosmia, a un cacósmico, le parece fragante lo pestilente y bienoliente y hasta delicioso lo excrementicio. “La basura es adictiva. Y la basura que produce y esparce diariamente la televisión es peligrosísima, ya que origina una violenta y tenaz adicción. Los televidentes se acostumbran a la cochinada químicamente
En la página 383 de su libro A Trancas y Barrancas, Alfredo Bryce Echenique manifiesta lo siguiente: “Confusión hay por todas partes y cada día más, y el hombre parece acercarse a la imagen definitiva de un ser profundamente imbécil que mira cada día más horas de telebasura y soporta el idiotizador impacto de la angustiosa publicidad, sin capacidad de respuesta alguna.” “Hay un acostumbramiento a la basura” nos explica Denegri. “El problema tremendo de la basura es que estás acostumbrando a la gente a ese tipo de consumo, o sea, tienes la política de las moscas, porque 10 millones de moscas recomienda (esa basura)”, concluye el conductor televisivo. La teleaudiencia se pervierte con gran rapidez y es víctima fácil de la cacosmia. La cacosmia llegó al Perú hace más de diez años, tal vez quince. Y llegó para quedarse. Autoregulación como Peligro ¿Son los dueños quienes de-
terminan la línea de difusión por una razón u opción personal, sanguínea actitud, posición política, ‘amistad’ con terceros o auspiciadores? Esta autonormatividad se lee como peligrosa pues decanta en un paupérrimo contenido o débil programación o hasta línea periodística concentrada en información ad hoc y
poco diversificada en difusión plural o alternativa. Para Denegri la autonormatividad en los medios es factor clave para explicar pautas y ofertas de calidad austeras en contenidos enriquecedores, sean éstos culturales, científicos, académicos, de entretenimiento o informativo-periodísticos.
Los formatos ligeros suelen ser la respuesta más cómoda ante una demanda cada vez menos exigente. No esperemos, de otro lado, que sean estos mismos canales de propagación los que autocensuren el tenor de sus transmisiones. Baste decir que en más de una ocasión el Grupo El Comercio ha justificado (ya no solo propalado) los contenidos de América Televisión, cadena en la que tiene una participación del 70%. Queda, pues, en manos de los padres y tutores, la discreción y dosificación de este vehículo tan conveniente como nefasto llamado televisión. n
Más proteínas
y menos preservativos
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e ha costado mucho poner este título. Por la tosquedad que supone. Sin embargo, la realidad es que hoy un niño de 9 ó 10 años ya tiene idea –o más- de lo que es un preservativo. La promiscuidad, fomentada a través de numerosos medios, está penetrando cada vez más en la niñez. Y el Estado hace de doble agente, pero en el mismo sentido. Por un lado, engorda la vista para no ver nada y dejar hacer y, por otro, se encarga
El innecesario, inútil e ideologizado Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ha sido -desde su creación- la cueva de organizaciones feminisél mismo de efectuar campa- tas radicales y pro-gay, que lo ñas que incitan el libertinaje han copado, y del planeamiensexual. to de “salvajadas” como ésta, dictadas por UNICEF, UNFPA, Distribuir masiva y gratuita- OMS, etc. mente preservativos a la salida de los colegios es algo ya ¿Qué desean lograr? Supuesrealizado, aunque subrepticia- tamente reducir los embarazos mente. Pero este despropósito de adolescentes y evitar enferquiere ahora legalizarse como medades de transmisión separte de los “derechos sexua- xual. Mentira podrida. Aquello les y reproductivos” que ten- les importa poco o nada. Lo drían los niños y adolescentes realmente buscado es que siga peruanos, por supuesto sin creciendo la espiral de la proconsentimiento de sus padres. miscuidad, cambien los estilos
de vida, se banalice cada vez más la sexualidad, se sigan llenando de dinero las industrias relacionadas con estos fines y, claro, se avance en el cambio mundial que quieren. La hipocresía es de gran calibre. Como si el Estado (de espaldas a los padres y sin derecho alguno) le dijera a un colegial: “Mira, no quiero que lo hagas, pero no pasa nada si lo haces; para eso te estoy dando esto”. La experiencia muestra el efecto inverso. Donde se ha aplicado, el número de embarazos no deseados ha aumentado. Parece que ignoraran lo más elemental de la naturaleza humana. Pero, qué va, lo saben. Lo más coherente sería -lo digo con mala ironía- que justificasen el reparto a granel argumentando que es para una clase práctica de la teoría que reciben, desde primero de secundaria, en la parte correspondiente de “Persona, Familia y Sociedad”. Este curso y sus textos están elaborados con enfoque de género. Entonces -sigo con la ironía-, los preservativos deberían estar en la lista de útiles. El Estado los facilitaría para no cargar más la economía familiar. Tenemos un ejemplo cercano del cual aprender. Podemos discrepar con las ideas políticas del presidente Rafael Correa, de sus deseos de aferrarse en el poder, de sus elogios
chavistas, etc. Pero, la semana pasada, dio un paso que sólo los valientes se atreven. El Plan Familia Ecuador reemplazará a la desactivada Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención de Embarazos en Adolescentes (ENIPLA). Lamentó que sus medidas resultaran un fracaso y que promovió el “hedonismo más puro y más vacío: el placer por el placer”. Provocó que los adolescentes, en lugar de acudir a sus padres, fueran a los centros de salud para buscar información y métodos anticonceptivos. “La base de la sociedad no es el centro de salud, es la familia”, sostuvo en expresión digna del mayor de los elogios. El nuevo plan buscará “brindar educación y asesoría en afectividad y sexualidad tomando como punto de partida a la familia y el desarrollo de todas las dimensiones de la persona”. En pocas palabras, propone educación y abstinencia si realmente se
quieren evitar los embarazos en adolescentes. Señores del MINSA y del MIMP, eso es lo que hay que hacer. El Plan Familia Ecuador considera 8.400 talleres, de 8 horas, a 420 mil familias. Correa afirmó que educará en “valores, afectividad y sexualidad con enfoque de familia” a 1,2 millones de adolescentes y 1,7 millones de niños en el país. Un plan serio, detallado en 114 páginas, con una inversión de 32 millones de dólares. Cifra pequeña con respecto al beneficio deseado. Cuántos millones gastará el gobierno peruano -de nuestros impuestos- en comprar cientos de miles o millones de preservativos para tan “generosos” repartos? Por qué -al menosno gastar ese dinero en mejorar Qali Warma y combatir así la mala nutrición de nuestros estudiantes, que tanto incide en los resultados educativos? Señores, más proteínas y menos preservativos! n