/equidad de género
El amor romántico, piedra angular del patriarcado Enriqueta Pérez*
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AN LUIS POTOSÍ, SLP.-Cuando pienso en el amor romántico no puedo sustraerme de pensar en Engels y su obra La familia, la propiedad privada y el Estado, porque justamente el amor romántico se coloca como piedra angular del TEXVMEVGEHS IR IP QSQIRXS UYI IW PE NYWXMƼGEGMʬR y el ser de las diversas variables que mantienen en un estado de opresión patriarcal a las mujeres. )W HIGMV QIHMERXI IP EQSV VSQʛRXMGS WI NYWXMƼGER los roles de género y, particularmente, ése que tiene que ver con la domesticación femenina: por amor a la familia se queda en casa, al cuidado del hogar, se les cocina, se les lava, se les plancha, se aguanta a un hombre que poco valora el trabajo doméstico de una mujer. Por amor a los hijos las mujeres no salen a la calle usando la ropa que quieren, por amor al marido las mujeres no deben levantarle la voz a éste, ni cuestionarlo en público,
ni ser/tener más grados académicos que ellos, ni KEREV QʛW WYIPHS UYI IPPSW WY WEGVSWERXE ƼKYVE se adora y se eleva al cielo. Por cierto, Dios es hombre, nunca mujer. 1IHMERXI IP EQSV WI NYWXMƼGER PEW GEVEGXIVʧWXMGEW imputadas a la relación sexo-género: las mujeres son débiles, los hombres fuertes, las mujeres lloronas y sensibles, los hombres no lloran, las mujeres tontas y los hombres inteligentes. Seguro preguntarán ¿cómo entra el amor aquí?, simple, el hombre rescata, cuida, protege a la débil mujer, mientras ella llora; él pone en juego su varonilidad; mientras él piensa en estrategia, ella obedece sin más y, si quiere emitir opinión, se le calla y minimiza. Todo en nombre del amor romántico. Este es sustancial en el proceso de violencia simbólica, es la carnita de innumerables libros, películas, discursos de iglesia, narrativas rancias mujeres
y de abolengo que suelen soltar las abuelas a las nietas o que las puedes percibir en las grandiosas letras de reguetoneros poco educados, machistas y cosificadores de las mujeres. Y bueno, el amor romántico cruza en la producción de los compositores o cantaautores de letras misóginas y súper alabadas como las de José José, Luis Miguel, Armando Manzanero y muchos más, muchos que seguro ya pensaron; cruza las grandes producciones hollywoodenses hasta las de oriente. Desmontar el patriarcado implica poner en tela de juicio todo tipo de acciones que tengan por objeto poner a las mujeres en un papel de dependiente, sumisa, débil, tonta, etc., y ponerlo en el banquillo. Cuestionarlo todo es ser consciente no sólo del por qué se hace, sino para qué se hace, por qué trasgredir la vida, los cuerpos y la dignidad de las mujeres. ¿Quién y cómo se beneficia de esas acciones que cargadas de dulzura parecieran que forman parte de la inocente cercanía hetera de los sexos?. Seguro dirán que es un derecho ser respetuoso, amable y cariñosos como resistencia a la involución, es posible; obviamente es posible pensar desde un amor respetuoso, que no trasgreda, que no humille, que se pueda ver horizontalmente sin generar ni reproducir aquellos estándares que tenían limitada y subordinada a la mujer. Desmontar el patriarcado es no reproducir esos esquemas ni estructuras asimétricas de dominancia, procurar relaciones simétricas basadas en la dignificación del ser humano, del “yo” como centro y no como satélite de los masculino. El amor romántico limita, ancla y esclaviza mientras que el amor responsable y consciente libera. Socióloga por la UNAM. Actualmente soy Coordinadora académico del Programa Diploma de la Organización del Bachillerato Internacional, representante legal de Ambientare A C. Consultora de Ánimos Novandi AC en SLP, docente y oaxaqueña de corazón.
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