REVISTA LA REVISTA DE LA CIUDAD
Una visita de médico
al territorio de las
artes Tres versiones del arte de la madera Proyectos que mejorarán la vida de la ciudad Esos murales en los que poco nos fijamos Distribución mensual gratuita Septiembre 2012. No. 30 20 000 ejemplares
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larevistadelaciudad@gmail.com
MUNICIPIO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO, 2012 AUGUSTO BARRERA G. Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito CAROLINA ESPINOSA VERGARA Secretaria de Comunicación MDMQ
REVISTA
JUAN CARLOS GÓMEZ Director Metropolitano de Medios Públicos CONSEJO EDITORIAL Mauro Cerbino Lucía Durán Paulina Recalde Hernán Reyes Juan Paz y Miño EDITOR GENERAL Alfonso Espinosa Andrade PASANTES Jessica Orellana Andrea Arroyo
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FOTOGRAFÍA Martín Jaramillo Serrano fotografia.martin@gmail.com DIRECCIÓN DE ARTE Revista Q
Otro enfoque El arte, una herida... Cartas del lector Tu ciudad en cifras
Con sentido
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Tres proyectos Come tu propia comida Campus Party Aeropuerto en febrero
Diversidades Fiesta en las parroquias Maestros de la taracea
Fotoreportaje: Decurso
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Culturas Quitofest
Artistas plásticos en su tinta Música y sonido, huecas Literatura vs poetas Audiovisual y Cine La foto y el documento Artes escénicas Diálogo con Viera
Cartas de Pablo Neruda
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Diana Armas / Revista Q INFOGRAFÍAS Diana Armas / dianaarmas@gmail.com FOTO PORTADA: Muñeca pintada a mano De la serie “El arte en la piel” Autora: Diana Armas
La ciudad y sus murales Central
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
44 48 52 54 56
Imperdibles
CONTACTO
62 68 72 76
larevistadelaciudad@gmail.com Telef: 395 23 00 ext. 12090 / 098682026 MUNICIPIO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO Dirección: Palacio Municipal, Venezuela entre Chile y Espejo / www.quito.gob.ec Número 30. septiempbre 2012 20 000 ejemplares MUNICIPIO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO, 2012 Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen a la revista ni a sus editores. PRODUCCIÓN: Revista Q IMPRESIÓN: Imprenta Mariscal Av. 6 de diciembre 7015 • Telf: 2449710 ventas@imprentamariscal.com Invitamos a la reproducción citando la fuente
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otro
enfoque El arte, una herida en la piel de lo real
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os artistas, según un concepto repetido muchas veces, son “locos”, personas “extrañas”, profundamente sensibles, que tienen una muy personal y particular visión de las cosas. En esta idealización del artista, el creador o la creadora se vuelven seres etéreos, ajenos al mundo y sus minucias. Seres elevados, luminosos. Intocables. Esa visión angelical del poeta, del pintor o del músico es una estrategia perversa para recluir al arte en el armario de las cosas accesorias, de los adornos que se sacan, quizá, una vez al año –como los bombillos navideños– pero solo para decorar. Si sacamos al arte del mundo y lo alejamos de la vida de las personas, lo volvemos ajeno e inútil. El arte, sin embargo, está cargado de historia. No necesariamente porque hable de temas “de denuncia” o tenga un carácter “social”, sino porque el artista, a menos que sea un inconsciente del todo, es un habitante de su lugar y de su tiempo. Y todos los artistas trabajan irremediablemente sumergidos en la realidad.
Desde el centro del mundo, los mejores artistas minan la realidad que están contando: Legarda hace una Virgen, y la hace sensual como pocas, bailarina en movimiento; Guayasamín denuncia el dolor del indio, y al hacerlo queriendo o no muestra la grandeza de los Andes y en su relato del expolio nos devuelve una profundidad histórica que redefine nuestra identidad. La poesía de Carvajal, de Ponce, de Naranjo, logra quebrar el delicado equilibrio del sentido y revelarnos ese vacío que acecha del otro lado de las cosas. La capacidad del arte por despertarnos, por darnos conciencia de nuestro seren-el-mundo, es lo que lo hace volver a nacer siempre (aunque siempre alguien esté anunciando su muerte).
Alfonso Espinosa Andrade EDITOR REVISTA Q
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Escríbanos: larevistadelaciudad@gmail.com
Cartas del lector Disculpas a César Morejón En nuestro número de agosto, dedicado en su tema central a un repaso los tres años de gestión de la actual administración municipal, contamos con la colaboración del fotógrafo César Morejón. En la página 26, publicamos una foto del chófer de bus José Francisco Ramos, erróneamente reencuadrada. Sobre estas líneas se ve la foto tal y como debió publicarse. Pedimos sinceras disculpas al fotógrafo, que responsablemente madrugó junto a la reportera y el personaje para la producción de esta toma, antes de las 04:30, en plena madrugada. La imagen es un excelente producto fotoperiodístico.
¿Basta de bastoneras? Estoy escriebiéndoles porque hace poco leí una de sus cartas del lector que me molestó un poco. Tenía como tema principal la propuesta de eliminar los grupos de bastoneras de la ciudad. Yo hablo desde mi punto de vista, creo que las bastoneras son mucho mas que cuerpo y belleza, para poder formar parte de estos prestigiosos grupos deben ser chicas responsables, inteligentes, encontrarse bien en sus estudios. Muchas personas no ven más allá de las presentaciones, más allá se encuentra el esfuerzo, la práctica y la habilidad. Me parece ofensivo que las haya catalogado como solo senos, nalgas y lo peor “carne en el mercado”. Las bastoneras de todos los colegios de la capital, y del Ecuador, somos artistas y gimnastas. ¡Y me siento muy orgullosa de poder decir que formo parte del grupo de bastoneras de mi institución! SARA PAREDES
Perros sin correa El pedido de un gestor cultural Soy Raúl Cabezas, quiteño, nacido en la maternidad Isidro Ayora, monumento de la ciudad, el 6 de noviembre de 1948. Ex estudiante de la Escuela Jose Martí ,en el barrio de La Tola, la “Capital de Quito”. Soy profesor, aunque mis estudios desde el colegio los inicié a los 33 años, ya casado y con hijos. El Ilustre Municio debería ayudarnos a los Gestores Culturales a trasmitir nuestros conocimientos, proporcionándos lugares adecuados, en donde podamos servir a niños, adolescentes y adultos, en horarios adecuados para cada edad. El conocimiento debemos trasmitirlo a todas las generaciones y no guardarlos solo para nosotros.
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Mi perro fue atacado otro animal SIN CORREA en el Parque Metropolitano. El dueño tiene dos perros, un pastor y otro perro grande, el mío es un enano Schnauzer, que caminaba con su correa como debe ser. Mi mascota ahora tiene tres puntos en su oreja, golpes en el cuerpo y otra herida pequeña en la cabeza. Los guardias del parque dijeron que no hay una regla que prohiba perros sin correa: es decir que la ordenanza N.048, artículo 29, no se cumple siquiera en un espacio controlado. ¿Es esto vivir en Quito? Irresponsabilidad, inseguridad, egoísmo. ¿Qué hacer? Pago mis impuestos, soy responsable y como tantos otros ciudadanos solo siento impotencia. WENDY RIBADENEIRA
Mapeo de los Homicidios en Quito 2010 - 2011
Tu ciudad en cifras La tasa de homicidio por cada cien mil habitantes representa un indicador global, con el que se compara a nivel internacional el grado de violencia de una ciudad, país o región. Por esta razón el Observatorio Municipal de Seguridad Ciudadana (OMSC) ha realizado esfuerzos importantes con el objetivo de que el DMQ cuente con un registro homologado de las muertes violentas y con especial énfasis en los homicidios. Se puede apreciar que para 2011 se tiene una reducción de 63 homicidios, lo que significa un descenso de 3,1 puntos de la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes entre 2011 y 2010, y, de 90 muertes por accidentes de tránsito que representa una disminución de 4,3 puntos en la tasa. A nivel general las muertes por causas externas o violentas se redujeron en un 5,8% contrastando con el año 2010. Este cambio se debe principalmente a la reducción del 23,3% de las muertes por accidentes de tránsito y del 21,7% de los homicidios. El 2010 se presentó como uno de los años con mayor cantidad de homicidios en la última década en el DMQ, consecuentemente los esfuerzos realizados por las instancias responsables de brindar seguridad a la ciudadanía durante el 2011 han hecho que exista una influencia positiva en la reducción de la cantidad de homicidios en la ciudad de Quito; de esta manera se observa que en general existe una reducción del 22% de los homicidios en el 2011 con respecto al 2010 influida principalmente por el descenso sustancial de los homicidios en riñas y venganzas (44 y 41% respectivamente). La determinación de la causa de los homicidios se la realiza de manera inmediata considerando principalmente el protocolo de autopsia y el acta de levantamiento de cadáver. Si bien es cierto que un porcentaje importante de las víctimas de los homicidios son hombres no deja de ser significativo y preocupante los homicidios a mujeres. Las muertes a mujeres por su condición de género por lo general se dan en el contexto de una relación de poder del sexo masculino sobre el femenino como FUENTE: 16to. Informe del Seguridad Ciudadana 2011 http://omsc.quito.gob.ec
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Septiembre, mes de fiesta en las
parroquias
Diversidades
Texto: Jessica Orellana• Fotos: MartĂn Jaramillo jessicaorellana.1990@gmail.com
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n septiembre se festejan, entre otras, tres parroquias con nada y mucho en común. Guayllabamba es un sector agrícola por excelencia: produce frutillas, chirimoyas, tomate de árbol pepino, granadilla, limón, tomate riñón, mora, arveja y, claro, los mejores aguacates del mundo según algunos quiteños. Tababela, sede del futuro aeropuerto, se dedica a la actividad agrícola también, especialmente al cultivo de frutillas. Píntag, llena de atractivos turísticos, también es agrícola y ganadera.
Tierra de chirimoyas y de locros Guayllabamba, ubicada 25 kilómetros al norte de Quito, por su clima es de las zonas rurales de Quito más apta para los sembríos. En esta parroquia se da de todo, pueden cultivarse frutos de costa como de la sierra y todos florecerán. A partir de los años 90 del siglo pasado, la parroquia se lotizó para convertirse en una zona de descanso y retiro. La gente de la ciudad va a sus quintas los fines de semana a pasar en familia o con amigos. Ahora bien, los lotes se clasifican en dos niveles: “de vivienda”, los pequeños, y “de supervivencia y tarea”, los más amplios. Anabel Buitrón cuida una de las propiedades en común acuerdo con la dueña de la propiedad, a cambio de la vivienda. “Vivo aquí sin pagar nada, la señora paga también los servicios básicos, yo tengo mis plantitas aquí y cuido las de ella”, explica Anabel. En el terreno de al lado de la propiedad que cuida y siembra Anabel, Édison Guajales, su esposa y su hijo cosechan aguacates. Él paga 400 dólares al año y aprovecha el espacio para cultivar cebolla roja y blanca. Cada tres meses cosecha de 500 a 600 costales, que vende por precios entre los 6 y 13 dólares. La agricultura es una actividad aún importante en esta parroquia, del norte de Quito, que también tiene como atractivo el Zoológico, que conserva y exhibe más de 40 especies, y recibe más de 280 mil visitantes al año.
Sembrío circular de Isidoro Quinde, en la parroquia de Guayllabamba.
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para el cultivo de cebada, arveja, maíz, habas y papa. Es una parroquia turística por naturaleza, y del 13 de septiembre al 12 de octubre celebrará sus fiestas, en honor a San Jerónimo y la Virgen del Rosario. Para la celebración se organizan toros de pueblo, carreras de caballos, torneo de cintas, desfile de colchas y trofeos, arreada de toros, concurso de lazo, corrida de gallos, eventos culturales y deportivos, elección de la reina, noche de la chamiza y juegos pirotécnicos donde doña Fátima Jaramillo propietaria, de una panadería sale a brindar pan con aguacate acompañado de chocolate pinteño. Doña Fátima cuenta que en los últimos años se ha recuperado las tradiciones, como el baile de las cintas y la serenata a la Virgen. Todos trabajan cada año en la preparación de las fiestas, se elige al prioste y se crean comitivas por cada barrio. Las fiestas de Píntag son un atractivo para el turista, que puede disfrutar con la presentación de grupos de baile y degustar la gastronomía del lugar.
San Jerónimo y la Virgen del Rosario presiden las fiestas de Pìntag.
Hay expectativas, en esta parroquia donde se sirven locros y deliciosas papas con cuero, sobre los cambios que podrá traer la ruta de acceso al Nuevo Aeropuerto de Quito y un eventual aumento del flujo de turistas. Por el momento, para muchos vecinos que deben desplazarse hacia el centro urbano, es deficiente el servicio de transporte público, en especial
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para aquellos que se retiran de sus obligaciones laborales pasadas las 18:00.
Píntag Si bien la agricultura forma históricamente parte de la actividad económica de Píntag, la actividad turística también lo es, y más en los años recientes. Los terrenos fríos del sector resultan ideales
Esta parroquia del valle de Los Chillos, junto al nevado Antisana, muestra la bienvenida al turista desde su llegada a la plaza central, velada por una iglesia color verde pastel que con una cruz en lo más alto se mantiene vigilante a lo que sucede. Desde esta parroquia se inician los recorridos al volcán Sincholagua, a las lagunas de Muertepungo y Tipopugro. Doña Fátima menciona que en el pueblo no hay lugares donde se puedan alojar los turistas, lo cual representa una pérdida económica, pues los forasteros deben llegar por la mañana y partir en la tarde.
Los geodésicos y la Virgen Tababela celebra 60 años de parroquialización el 24 de septiembre, y la fiesta es en honor a su patrona, la Virgen de las Mercedes. En el programa se anuncian toros
de pueblo, comida tradicional (como el locro de sambo), desfile de la Virgen y el pregón de fiestas.
pero se enfrenta a un inconveniente, pues no le dan el permiso de suelo”.
¿Cómo así la Virgen de las Mercedes es patrona de la parroquia? Ni José Acosta, que ha vivido una vida ya larga en el lugar, sabe por qué las fiestas son en honor a Ella, pues cuando nació Ella ya era la patrona. Él supone que uno de los primeros curas trajo la figura de la Virgen y desde allí se convirtió en la patrona de Tababela.
Tababela es una comunidad netamente agrícola. Según Baquero “hay preocupación por la gente que trabaja en las haciendas, ya que si las propiedades se venden a empresas turísticas o se construyen hoteles, piensan que perderán sus trabajos”.
La futura sede del aeropuerto se proyecta como un lugar turístico. Según Humberto Baquero, presidente de la Junta Parroquial, los moradores del sector han recibido ofertas de compra de empresas hoteleras. Uno de los vecinos recién abrió un restaurante. “Si a este señor le va bien seguramente se abrirán muchos más y la actividad comercial se activará; uno de los dueños de una de una finca quiere construir una hostería
Si de turismo se trata, seguro será menester apelar a un par de datos de la memoria histórica del lugar, que fue visitado por la Misión Geodésica Francesa en 1736 (según la guía de parroquias rurales Aquicito, editada por Quito Turismo). De hecho, fue allí donde los científicos europeos iniciaron sus trabajos de medición de la Tierra, por las bondades topográficas de esta amplia planicie. Condamine y sus amigos dejaron dos marcas: las pirámides de Caraburo y Santa Rosa.
Sabiduría ancestral Isidoro Quinde y su esposa María Juana Chuma, de Cañar, viven en Guayllabmaba hace 17 años. Aquí fundaron la Casa de la Sabiduría Inti Samay, para rescatar la sabiduría ancestral andina, desde la forma en que se siembran los cultivos hasta la medicina tradicional. En su hectárea cultivan de forma tradicional unas 78 especies. Hojas de los árboles, cáscaras de frutas, hierbas secas, todo se acumula en colchones orgánicos que cubren el suelo “para que éste no se queme ni se seque con el sol, es un ser vivo y necesita de cuidados” explica Isidoro. El centro Inti Samay trabaja con la espiritualidad ancestral. Juana Chuma es la encargada de enseñar a sus visitantes el arte de curar mediante el huevo, el cuy y las plantas medicinales.
La agricultura marca la economía de Tababela, que ahora tendrá un vuelco.
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Diversidades
Tres vidas hechas de
madera
Segundo Caroa aprendi贸 el oficio de la taracea con
Salom贸n Enr铆quez.
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res artesanos diferentes, que emplean la taracea en sus obras. Esta técnica de decoración de la madera llegó a la ciudad con los artesanos españoles conocedores de la tradición árabe. Siglos más tarde, permanece como un recurso expresivo, una posibilidad artesanal y un manjar visual para los enamorados de la madera.
coración... El término bargueño nació en Bargas, provincia de Toledo, España, y sirve de nombre para un mueble de madera con muchos cajoncitos (incluso algunos secretos). Para la decoración de estos muebles se usa, tradicionalmente, la técnica del taraceado, donde además de madera, se puede incrustar nácar, marfil o metal.
Un campeón sin corona
“Construir bargueños no resulta un negocio, la gente que sabe y le gusta compra, pero otras personas no valoran el trabajo que uno hace”, comenta Caroa, mientras recoge de un cartón algunos diseños que usa para la decoración de estos modulares.
Con las manos llenas de viruta, el esfero de tapa azul en su oreja izquierda y el paso ligero, el carpintero Segundo Caroa, de 72 años, recibe a sus clientes. El olor a pega blanca, barniz y polvo también es parte del ambiente de su carpintería, en el Centro Histórico de Quito. Decir carpintero es decir poco: Segundo cultiva el antiguo y delicado arte de la taracea, de la incrustación de madera en la madera. El sonido de los buses, pitos de autos y la gente que camina por la esquina de la Montúfar y Espejo no incomodan al artesano: “ya estoy acostumbrado a esto”, confiesa. Una Biblia junto a la mesa de trabajo y unas cuantas estampitas de la Virgen sobre las paredes cuarteadas muestran la fe del ebanista, oriundo del cantón Mejía. Segundo Caroa recuerda que años antes trabajar en una carpintería era más difícil. “Ahora con todas las máquinas es facilito, en mi tiempo teníamos que cortar hasta con serrucho la madera y nos demorábamos más tiempo”. Él aprendió el oficio con un maestro mayor, don Salomón Enríquez, en la carpintería ‘La Economía’. Los postigos permanecen abiertos todos los días y desde afuera se puede observar los famosos bargueños: el costo varía de acuerdo a su tamaño, diseño, de-
Sus clientes por lo general son de clase media y alta, por el costo del proceso. “Es trabajoso hacer, me demoro como ocho meses porque el taraceado es todo a mano, y toma tiempo”. Segundo Caroa se levanta, camina hacia los bargueños y con sus manos ásperas por el trabajo de tantos años, abre los cajones de una de sus creaciones y muestra los secretos que también caracterizan a este mueble. “Los cajones secretos se usan para poner dinero, joyas y cualquier artículo de valor. Sólo el dueño y yo sabemos dónde están esos lugares, nadie más”. Según el coordinador de restauración del Centro Cultural Metropolitano, la técnica de la taracea es de origen árabe y los bargueños con frecuencia tienen sistemas con espacios y puertas secretas. Esta tradición española se desarrolló en la Colonia y se mantuvo viva gracias a los artesanos, que preservaron este conocimiento de generación en generación. En la década de 1980, con la ayuda del Banco Central, se formó el taller Bernardo de Legarda para recuperar las técnicas tradicionales, entre ellas la taracea.
Texto: Andrea Arroyo • Fotos: Martin Jaramillo andy_arroyo1910@hotmail.com
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Marcelo Troya, recreador de barcos y portones a escala, en su taller
El arte de construir barcos en miniatura Calaveras, retratos de piratas, piezas de barcos y un timón colgado en el foco del centro del taller. Esta es una embarcación particular, que no se mueve con el agua del mar ni el viento, sino más bien con la imaginación del artesano quiteño Marcelo Troya. Troya tiene 67 años y hasta el momento ha construido alrededor de 350 embarcaciones en miniatura, con un grado de detalle y precisión que cortan el aliento. “Descubrí mi pasión por la madera cuando tenía seis años, ahí hice mi primer barco en miniatura”, dice este enamorado del mar. Igual que al poeta Neruda, le gusta coleccionar piezas de barcos verdaderos. “Llevo el arte en mis venas, mi tío fue un reconocido pintor y tengo dos hermanos que también es-
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cogieron el arte como una forma de vida”. Troya es un autodidacta que ha aprendido las técnicas únicamente desde su experiencia personal. Según comenta, realizar una embarcación en miniatura le toma casi un año, y demanda mucha paciencia y perfección. “Para hacer un barco primero se debe analizar cada parte del él, tanto su parte interna como externa y de esta forma se elabora un plano para iniciar la construcción”. Las obras de Troya respetan a escala la arquitectura naval. Entre las técnicas que emplea se cuentan el taraceado y la talla. “En mis creaciones uso materiales como cobre, hilo, tela y alambre para cada una de las partes de la embarcación”, añade el artista de mar, mientras muestra en la palma de la mano un cañón en miniatura.
El taller ‘Puerto de Palos’ tiene la obra que ha marcado la trayectoria del artista. Troya la exhibe bajo un timón colgado, y a pesar de que lo realizó cuando tenía 45 años, aún la mira con detenimiento y sus ojos se iluminan al comentar acerca de esta embarcación. ‘Sovereing of the Seas’ se denomina esta embarcación inglesa, construida en el año de 1637 en Inglaterra por orden de Carlos I. La réplica mide 85 cm de frente y tiene alrededor de 2000 piezas de madera, precisamente reproducidas. La embarcación parece flotar dentro del marco de vidrio que la protege, los colores como el café, plata y negro resaltan en esta creación. Los hilos cruzados unos a otros parecen moverse como si el viento los tocara. Los pequeños cañones están ubicados en los extremos, las banderas también
flamean en lo alto de la embarcación, y un personaj en la parte delantera... Solo son una muestra de que cada detalle incrustado lleva consigo una historia. En 2004, Troya se dejó cautivar por el Centro Histórico de Quito. En unos de sus recorridos en familia, el artista decidió aprovechar el patrimonio de su ciudad natal, e inició con la réplica de balcones y portones quiteños en miniatura. “Creé un Quito antiguo en miniatura, tengo 25 portones y balcones”, añade Troya mirando el balcón que se encuentra en un extremo del taller. Los expuso con éxito en el Ministerio de Cultura.
La carpintería se parece a la medicina Con el tabaco en la mano y una gran sonrisa, José Barrera recibe al visitante en su taller, junto a la plaza del bario de San Marcos.
Las cajas con texturas y variados diseños adornan cada una de las estanterías del lugar. La mesa de trabajo se asemeja a la de un cirujano, por el tamaño y composición de los mismos. “Estudié medicina y con los años me di cuenta que no era lo mío, la carpintería era lo que siempre soñé”. Barrera lleva 14 años en el arte de la madera y, aunque ahora hace lo que realmente le gusta, no es una profesión rentable del todo, “a veces se vende, a veces no”. La mesa de trabajo tiene materiales diminutos y algunos parecidos a los que se usan en un hospital. Barrera toma la cuchilla con mucho cuidado y mientras presiona con sus dedos sobre la madera, parece como si estuviese operando a un paciente. Este “quitólogo” ha aprendido el arte de la taracea y lo aplica en
pequeños baulitos y adornos, que expone en su taller. Sabe, conoce, que cada vez que su gubia o su formón calan la madera, esta repitiendo un gesto que tiene siglos de presencia en la ciudad. Cuando inserta una viruta de pino sobre la madera roja de cedro, está citando a la cultura árabe, que también viajó a la América española hace 500 años. “Jamás repito nada de lo que realizo, cada creación debe tener algo diferente y característico”, comenta Troya, que a pesar de su corto tiempo dentro del mundo del arte, ha creado pintura a base de miel de las abejas, adornos con caparazones de animales y algunas técnicas naturales de decoración. “El ser artista es una profesión como cualquier otra, pero muchas veces no le damos la importancia que se merece”.
José Barrera, tallador y carpintero, además de apasionado quitólogo, en su tienda-taller de San Marcos.
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Central
Artistas plásticos
en su tinta
Texto: Martín Hervás y Alfonso Espinosa • Fotos: Martín Jaramillo cristiamh@hotmail.com
Taller de Carlos Echeverría Kossac
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Materiales y obras en proceso en el Nelson Román, mosquetero.
taller de
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ejos del bullicio saturado de La Mariscal, incrustado en los bajos del edificio más insignificante de una productiva zona comercial, una pequeña familia de artistas ha posicionado, a punta de esfuerzo y persistencia, un atípico café cultural; guarida de soñadores como verdes promesas del arte, insomnes ilustres o resignados; arsenal de talento humano envuelto en sí mismo y listo para entrar en acción cuando la sociedad lo demande.
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mercado de arte local tuvo una excelente década, la mejor en mucho tiempo (aunque en la memoria grande de la ciudad, sus siglos dieciocho y diecinueve deben contarse como la etapa dorada del arte quiteño, por la calidad excepcional que alcanzó y por la proyección continental que efectivamente obtuvo).
En este lugar se habla mucho del oficio del arte, algo que no es de extrañar ya que Bocabierta es también una galería. Es en este contexto donde más de una vez he podido escuchar cosas como que “la industria del arte está mal manejada”, y conclusiones del tipo “ya va siendo hora de hacer algo al respecto”.
Hoy en día, las galerías no son privadas, y el arte se muestra en exposiciones en espacios públicos, prioritariamente municipales en lo que a Quito concierne. El arte se comercia, un poco, en los talleres de los propios artistas (que venden obra, o la regalan a sus amigos, siguiendo la mala costumbre generosa de don Eduardo Kingman. Diana Armas es un ejemplo actual del síndrome del artista regalón, que Luigi Stornaiolo también padeció).
Lugares como Bocabierta llegaron a ser casi comunes en el Quito de los años 70, cuando el
Mientras tanto, hasta que un mercado para el arte surja por inspiración extraterrenal, artistas y
expositores (museos, centros culturales y similares) parecen haberse puesto de acuerdo para obrar de conformidad a un canon misterioso y aburrido. Hoy en día es como si centros y actores culturales formaran parte de un mismo cuerpo, en una especie de simbiosis que, a la vez, funciona como un seguro de vida, como garantía de permanencia ante la invariable amenaza del arte por venir. Nelson Román, uno de los integrantes del célebre cuarteto de Los Mosqueteros, que pateó el tablero del arte ecuatoriano en la década de 1970, es de los que más bien tiene curiosidad por lo futuro. Román es democrático, y le parece que ahora es momento de trabajar en un arte orgánico, que interprete y muestre eso que la naturaleza lleva tal vez siglos diciéndonos y que recién estamos empezando a comprender. Le ilusionaría ver jóvenes artistas
en su taller, le ilusiona verse con ellos, desarrollando juntos ideas y obras. Un joven que tiene ya taller propio (algo que más o menos en 1865 llenaba de ilusión al joven Joaquín Pinto) es Carlos Echeverría Kossak. Hijo de padres con buena situación económica, vive en las afueras de “Cumba York”, como le dice con mala leche un amigo a la parte aniñada del pueblito cerca de Tumbaco. Echeverría Kossak tiene un mercado entre abogados y administradores. “Es gente que vive en un mundo abstracto y muchas veces gráfico. Para arreglar un ‘pastel’ estadístico deben despedir a 600 personas, pero para ellos eso no importa. Importa el gráfico”. Estos habitantes de lo abstracto vuelven a tierra con obras crudas, de humor en tres colores, como las de Kossak. Pero no vive de eso: da clases en la San Francisco, clases de arte, donde quiere, básicamente, romper la falsa ilusión de sus alumnos, que llegan embotados de ideas románticas y cinematográficas sobre qué es el arte. Este país sigue lejos de ser la ‘potencia cultural’ que intuía Benjamín Carrión. Su “nación pequeña” sigue teniendo el aspecto de “sauce podado”, sólo que con una que otra ramita extra. El escaso número de consumidores para los productos culturales que se ofertan revela una cruda verdad, y es que nuestro arte (sea este pictórico, audible, o conceptual) sigue sin llegar a la gente. No es fácil admitirlo, pero muchas de las recetas que alguna vez funcionaron han quedado insípidas de tanto masticarlas. Esto hablando del mercado del arte: en cuanto a difusión, cientos de miles de personas de todas las edades acceden a la apreciación del arte con la entrada en escena de grandes espacios expositivos públicos como el Museo de la Ciudad, el Centro Cultural Metropolitano o el de Arte Contemporáneo, entre varios otros,
que ofrecen una agenda permanente de exposiciones plásticas, de artistas locales y extranjeros. También las Universidades, especialmente la Católica, mantienen exposiciones y museos. El problema, para la substiencia del artista, está en que esos miles de personas no tienen previsto entre sus consumos el de adquirir una obra de arte. Y el artista debe vivir de algo, y hay pocos premios o encargos (aunque a David Santillán, en su taller arriba de la Plaza Belmonte, trabajo no le falta. Y si damos una vuelta por el arte utilitario, a Alexandra Moshenek su trabajo en vidrio le da de comer. Sara Palacios tuvo la espléndida idea de rescatar las esferas del atrio de la Catedral quiteña como motivo visual, juego de adivinación y recurso de autoconocimiento). En los años que llevo recorriendo el arte local, he podido enterarme que sus caminos se recorren de muchas formas, pero pueden agrupar en tres niveles. Hay unas Vías de Primer Orden, que incluyen asistencia médica y seguro contra accidentes; Vías de Segundo Orden, mal iluminadas y llenas de charcos, y; Vías de Tercer Orden, o alternativas: es donde rara vez pasan vehículos y llueve desde que sale el sol hasta que anochece. En las primeras están los artistas más o menos consagrados, que ya venden cuadros de “cuatro cifras altas-cinco cifras bajas”, para decirlo en términos asquerosamente bancarios. Algunos tienen colecciones de arte o arqueología, de artesanías o de muebles… Luego están los maduritos que exponen retrospectivas y antologías de sus obras en los grandes Centros Culturales. Uno que otro de estos también hace libro, con prólogo de pana criticón o criticona y recopilación de la obra en fotos. Tapa dura. Abajo abajo, la tropa: buscadores de tesoros en el lienzo o la pantalla de la compu, demiurgos ordenadores de universos e in-
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Taller de escultura de Sara Palacios, artista y gestora de la Galería Cienfuegos.
térpretes del pasado, otros son obsesivos “reporetros” de la realidad inmediata. Son vampiros noctámbulos que se alimentan de la savia que corre en las venas de la ciudad que despierta cuando los sensatos duermen. (El secreto del Wilson Paccha es que siendo de los primeros, vive con los últimos). Algunas, como Wendy Rivadeneira, fotógrafa y creadora de instalaciones, trabajan al margen casi de todo, en procesos muy personales, que hay que seguir con paciencia y sin hacer sentir los pasos. Otras, como Diana Armas, exploran su imaginación y dan a luz personajes con su propio contexto, su propia historia, su propia vida: son artistas que capturan los otros universos, que están en este. (La frase es robada a Paul Eluard). De vuelta en el café, justo al frente del lugar en el que suelo sentarme hay una pintura con un par de ni-
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ñas jugando en la puerta de una iglesia. La forma en la que está plasmada la piedra revela la innegable calidad y el genio de un fenómeno del arte. (Roko Vergara, influyente artista chileno, que volvió a su país). El salto a ese nivel de representación no es del todo un secreto, del otro lado del umbral de la cocina: una pequeña colección muestra obras del artista en su paso por la U. Católica; en su paso por la U. Central; conduciéndose, o, dejándose llevar por los más insospechados caminos. Una evolución incomprensible para quien quiera negar la influencia del medio sobre el mensaje. Y el medio es ese recurso material que hace que la idea se vuelva color, pero ahora también es virtual. Y el medio, también, es la población con la cual esa obra interactuará. Los artistas contemporáneos, algunos, son antropólogos que exploran los modos sociales
de hacer las cosas: el sexo, la comida, la fe… Sobre esas prácticas sociales interrogan, ironizan, cuestionan. El artista no es más el que dibuja con precisión, el arte no es más un asunto de “lo bello”. Es triste saber que las decisiones de la mayoría no se basan en merecimientos, ni siquiera en lo que les gusta. Si realmente se pudiese escoger, el panorama no sería tan desalentador para algunos, pero no importa, conocemos a la perfección el final del cuento: muchos lo intentan pero pocos lo logran; y para probar eso no hay más que hacer números. Ese fracaso anunciado, diría acaso Cioran, es su garantía de supervivencia. El arte que triunfa, el arte exitoso, se vuelve oficial, y en ese balcón inútil es cristalizado, inmovilizado, convertido en monumento, patrimoniado, enterrado en el mausoleo solemne de las cosas sagradas. El arte que permanece en la sombra, a la sombra
de los pocos que lo alientan, gana la ventaja del tiempo. El inmenso Roberto Bolaño retrató ese triunfo de la discreción en el inolvidable personaje de Benno von Archimboldo (en la novela 2666). No es que todo vaya a sobrevivir, ni que lo merezca: pero el arte está ahí y lo importante es fortalecer la delicada red social que lo sostiene. Las instituciones lo hacen bien y los creadores son potentes. Las escuelas y facultades en la Central, Católica y San Francisco han reemplazado a los talleres en cuanto a formar a los creadores, pero con la pérdida del taller se perdió un eslabón importante en la cadena de circulación del arte en la ciudad. Nos falta conseguir que más gente pueda acceder al consumo artístico. Si bien es cierto que hay pintores dispuestos hacer cuadros que combinen con el tapiz de la sala, y otros que fingen arte abstracto manchando 25 lienzos
con cuatro latas de pintura Cóndor. Pero fuera de estas monedas falsas, el medio quiteño ofrece una alta calidad de creadores, esperando por una demanda social. Tal vez ellos, los artistas, deban organizarse (ya lo van haciendo con el Colegio de Artistas Plásticos de Pichincha) y vender sus “servicios” puerta a puerta. A unos artistas urbanos del sur, por ejemplo, se les ocurrió vender su talento para pintar paredes y arreglaron las fachadas de algunas casas, notificadas por el Municipio de que debían cuidar su ornato. Omar Puebla, rapero y gestor, tiene toda una historia sobre eso. Con un Mariano Aguilera renovado de salón a premio, un plan de becas para los artistas surge en el horizonte quiteño. ¿Será suficiente el entusiasmo de las instituciones y el talento de los artistas y su rigor para despertar a una ciudad que, aunque tiene un arte-despertador a mano, sigue
Cardoso es el nuevo Premio Mariano Aguilera El artista plástico ecuatoriano Pablo Cardoso ganó el Premio Nacional de Artes Mariano Aguilera 2012, por su trayectoria artística. Lo anunció el 30 agosto el Centro de Arte Contemporáneo de Quito. Recibirá 20 000 dólares por su serie de lienzos Sábanas y el Centro organizará una exposición antológica de su obra y publicará un catálogo de la misma. El jurado premió proyectos en la modalidad Premio Nuevo Mariano Aguilera que inició este año y consiste en Becas de Creación e Investigación Artística en diferentes categorías, entre ellos: el del guayaquileño Anthony Arrobo por su propuesta basada en la materialidad de los objetos “A History of the Light”; la propuesta performativa “cuenta regresiva” de la quiteña Estefanía Peñafiel. Asimismo, ganó un premio el trabajo audiovisual experimental de
Libertad Gills “Los rusos o 150 días en Engabao”; y el proyecto de participación ciudadana y colaborativo “P.010” del colectivo Tranvía Cero. En Investigación el premio fue para Christian León por su proyecto sobre “Cuerpo, género y sexualidad en el videoarte ecuatoriano (19902010)”. En la categoría de Publicaciones Alex Shlencker ganó por su proyecto “Trascámara: la imagen pensada por fotógrafos”. La categoría de Curadoría se declaró desierta. Los integrantes del jurado fueron: Nekane Aramburu (curadora y gestora cultural), Javier Duero (curador y gestor cultural) y Manuela Moscoso (curadora y gestora) el jurado sobre la obra de Cardoso, apuesta por “las nuevas fórmulas entre pintura y fotografía, su compromiso en las urgencias, y la coherencia en los procesos de creación” (Agencia Pública Andes)
Fuente: Arte ecuatoriano, Salvat editores.
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Central
Mosh en un concierto de Vomitorium en LP: el rock no es mayoritario, pero sus seguidores son fieles como pocos.
el bar
El mundo paralelo de la
música Texto: Rocío Carpio • Fotos: Martín Jaramillo rociocarpio78@gmail.com
A
lguien decía que en Quito levantas una piedra y encuentras un músico. La afirmación no resulta traída de los cabellos si abrimos la página de eventos de Facebook en una semana cualquiera de verano, y analizamos la oferta: por lo menos ocho conciertos condensados en tres días, en géneros que por supuesto van en directa relación con el círculo en el que uno se mueva. Esto quiere decir que es muy probable que la oferta se triplique (o más) si pensamos que en la ciudad conviven distintas
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tendencias, usos y prácticas. La cifra no es despreciable. La escena musical en Quito es diversa, y todo indica que con el paso de los años la escena se va ampliando y cada vez incluye propuestas novedosas para el medio. Apenas seis años atrás escuchar ópera en Quito era un evento extraordinario –por poner un ejemplo. Hoy en día ya se han montado obras líricas mundiales y laboriosos musicales tipo Broadway con personal exclusivamente nacional. Pero antes de pensar en espacios de difusión
de lo que está considerado como música seria o académica, entremos en la génesis de la esfera musical de la ciudad. Quito tiene una enorme tradición melódica. Poco registro hay de etapas anteriores a la República, pero se sabe que la música sacra y la popular de raíces indígenas o de tradición española era lo que se interpretaba mayormente. Ya en la etapa republicana, lo civil y lo festivo priman: pasacalles, aires típicos, valses, por un lado y por otro bandas de pueblo, hijas de las bandas militares de la Independencia. Hasta bastante entrados los 1900, la formación musical en la ciudad era empírica y se daba informalmente, bajo el esquema maestro-aprendiz. No es hasta 1870, cuando se funda el Conservatorio Nacional de Música, que em-
piezan a formarse músicos académicos. La aventura duró siete años, pues Ignacio de Veintimilla lo cierra en 1877 debido a la falta de recursos económicos. Desde 1904, año en el que Eloy Alfaro lo reinagura, empieza la historia continua del Conservatorio, la cual coincide con el despunte del ritmo nacional característico del siglo XX: el pasillo. Hasta la primera mitad del siglo XX las generaciones de músicos populares se abanderan del pasillo y se crea un verdadero movimiento de música nacional que empieza a perder fuerza en los años setenta de siglo pasado, cuando ritmos foráneos empiezan a calar en una ciudad que de repente presenta un crecimiento acelerado y un inevitable intercambio con el mundo. Aunque entre los sesentas y setentas el rock hace su aparición –y también la música protesta latinoamericana–, otros ritmos conviven en espacios selectos desde hace varias décadas. La masificación de lo que podría agruparse como música urbana empieza en los ochentas, tiene su fuerza en los noventas y definitivamente presenta un enorme crecimiento en la entrada del siglo XXI. La cantidad de músicos y agrupaciones que existe hoy en día en el Distrito Metropolitano es incontable. Aún si solo nos centramos en aquella que, siendo popular, no cabe dentro de la canasta de la música comercial.
¿Cómo se hace un músico en Quito? Hoy en Quito, como toda metrópoli, conviven varios escenarios y propuestas musicales. El pasillo y la música popular, aunque con marcado declive en los setentas, nunca ha desparecido, y en los últimos años ha experimentado un renacer con jóvenes intérpretes que han socializado estos ritmos entre las nuevas generaciones (Los Hermanos Núñez, por ejemplo). A la par, surge un mo-
vimiento alterno de músicos que vienen de escuelas como el jazz, el blues o el rock, y que presentan renovadas propuestas mestizas, como es el caso de María Tejada, Álex Alvear o Carlos Grijalva. Estos músicos pertenecen a una generación que sin dedicarse a la música académica, provienen de espacios formales de formación musical. Durante muchos años, el músico de ritmos populares se preparaba espontáneamente: clases privadas si había cómo, y mucho de aprender en el camino. El Conservatorio Nacional y unos pocos conservatorios o escuelas privadas eran los espacios de aprendizaje más comunes desde lo académico. Hoy la cosa es diferente. La música popular y urbana ha dejado de ser un hobby para convertirse en una carrera profesional. Es el caso del Instituto de Música Contemporánea de la Universidad San Francisco de Quito, que funciona desde hace 13 años, y que tiene convenio con el Berklee College of Music, en California. Igualmente, la UDLA ofrece una licenciatura de cuatro años en música. “En los músicos locales, hay de todo: académicos, autodidactas… Pero la nueva camada viene mucho más preparada”, explica José Fabara, integrante de la Rocola Bacalao, banda de ska fusión. Fabián Romero, músico y productor musical, opina que “somos autodidactas entre comillas, la mayoría ha tomado clases por aquí y por allá, sin una titulación profesional, pero con un gran conocimiento transmitido oralmente. Lo de autodidacta más bien lo aplicaría a las ganas de entender y analizar cómo funciona la música, sea el estilo que sea”. Además del estudio puro de música, algunos institutos ofrecen carreras como sonido, diseño y producción de audio e incluso arreglos musicales, como es el caso del Instituto de Artes Visua-
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les de Quito IAVQ. En conclusión, cada vez son más los espacios de formación, pero ¿existe un mercado para todas estas propuestas que se van solidificando? ¿Cómo se financia la música en Quito?
La autogestión es todo La música masiva y comercial tiene otros canales de difusión y financiamiento y, por lo tanto, un mercado distinto. Entre la gestión privada empresarial que generalmente apuesta por productos extranjeros y el músico que literalmente se las busca, hay una enorme y obvia diferencia. Para Diego Falconí, radiodifusor y conductor del programa Área 51 de Radio Visión, existe demasiada autogestión en la escena “independiente”, que es básicamente la mayoría: “Desde mediados del 2005 para arriba, las bandas cada vez han tenido más fuerza para autopromover la producción de sus discos, los conciertos”.
Concierto de Pies en la Tierra en el bar El Pobre Diablo. Los bares son la casa del jazz.
La Casa de la Música tiene la cartelera de progrmación clásica más seria de la ciudad.
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Falconí cree que la autogestión finalmente resulta un problema, pues muchos terminan desistiendo por falta de apoyo. “Hace falta auspicio de la empresa privada y generar buenas estrategias comerciales”. Entre esa sensación de que la empresa privada ha empezado a quitar el apoyo a la difusión de la música está quizás la idea de que las instituciones públicas se han convertido en las grandes financiadoras de las artes en general. Conciertos masivos como el QuitoFest, el Ecuador Jazz o la Semana del Rock tienen auspicios públicos, pero también están otro tipo de eventos como la Fiesta de la Música o el reciente Music Lab Festival, que se gestionan con auspicios y fondos privados también. Para Fabián Romero, la autogestión muchas veces puede volverse un problema porque un músico debería dedicarse a la música, ya que “hay gente que se ha preparado específicamente para eso y muchas veces los músicos no tenemos ese cono-
cimiento”. Él personalmente financia sus proyectos musicales con trabajos relacionados como elaboración de bandas sonoras para obras de teatro, sonido para video, y dictando talleres de música y producción. En la otra orilla, José Fabara defiende la autogestión pues “aunque demanda harto trabajo, es la única manera de mantenerse independiente. A nosotros nos ha funcionado durante 13 años”. Eso sí, cree que hay que estar muy bien organizado, “saber cómo armar una propuesta, qué ofrecer a un auspiciante, cumplir los acuerdos”. La idea de todo músico es lograr generar ingresos a partir de su trabajo, por eso muchos, como la Rocola, también se financian con la venta de discos, camisetas, afiches, y por supuesto, entradas a conciertos. Lo difícil es hallar un público objetivo para su producción, dado que al ser ya un mercado pequeño demográficamente hablando, son pocos los pedazos del pastel disponibles. Entonces, ¿cómo hacen los músicos para hallar un público y difundir su trabajo?
Estrategias de difusión Por el momento que se vive, el principal canal de socialización de la música hoy en día son las redes sociales y la Internet. Allí se anuncian conciertos y se difunden las nuevas propuestas. Además de los ya tradicionales Youtube y My Space, nuevos sitios como Reverbnation y Soundcloud permiten a los internautas escuchar bandas locales. El ya clásico evento de Facebook, es hoy por hoy la principal vía para dar a conocer conciertos pequeños en bares y discotecas. Quienes se dedican a la música generalmente tienen sus propias páginas en redes sociales y lo complementan con las páginas web. Otros espacios importantes pero no muy masivos, son publicaciones especializadas virtuales
como Plan Arteria, Telón de acero, Ecuarock, etc. Igualmente, hay páginas web que promocionan conciertos exclusivamente como conciertosytocadas.com o tocadas.com. El mundo en la red tiene su propio acelerado ritmo, pero para Diego Falconí, se trata simplemente de herramientas, ya que considera que las redes sociales no son un medio de comunicación. Él cree que la radio es aún la mejor herramienta de difusión de la música. No obstante, la realidad de la radio en la ciudad es notoria: podemos hablar de un 90% de programación de música extranjera, aunque radios como la Pública, la Municipal, la Visión, la Metro o la COCOA de la USFQ tienen programas especializados en donde pautan música local y nacional. Para Fabara, la gente que busca algo específico en la música simplemente no oye radio, sino que busca su música en Internet. Muchos oyentes señalan que la radio virtual Ultramotora es un importante espacio de difusión de bandas locales. Por otro lado, si de medios convencionales se trata, los periódicos le han dado gran cabida a las propuestas musicales locales los últimos años. Fabara asegura que parte de la promoción son los medios tradicionales y recursos como afiches y volantes, pero cada vez se usan menos cuando se trata de conciertos pequeños. Ahora, todas estas estrategias de promoción ven la luz en espacios como salas de conciertos, bares, cafés y discotecas con una amplia oferta semanal. Los eventos más grandes tienen dos tendencias: o forman parte de grandes festivales gratuitos en espacios públicos y abiertos o, dependiendo del género musical, son conciertos pagados de uno o varios artistas.
25 Fuente: Enciclopedia de la música ecuatoriana, Pablo Guerrero.
Central
E
l escritor quiteño es una especie rara, siempre lo ha sido: esta ciudad ha tenido vocación por el color y la forma, antes que por la palabra o la idea. Y eso que labiosos sobran, desde curas coloniales en los púlpitos, profesores universitarios encendidos de ideas liberales, militares ilustrados que arengan tropas, poetas republicanos inspirados por la Libertad y sus victorias… Por no hablar de ese animal labioso por antonomasia que es el chulla quiteño. Algo de lo que estos picos de oro dicen ha de ser escrito antes, es impensable que todo surja nomás de la inspiración del momento. La escritura, entonces, es una actividad mas bien secreta, reservada. Acaso clandestina: varias han sido las plumas de la ciudad que han hecho temblar de miedo o ira al poder, desde la de Eugenio Espejo hace dos siglos hasta la de Roberto Aguilar hoy, pasando por Manuel J. Calle o Raúl Andrade, por nombrar solo cuatro. “¡Pero si esos son periodistas!”, me apunta un lector avispado: en realidad, entre los poetas y escritores abundan maestros y reporteros, pues el oficio del escribiente nunca ha sabido dar de comer en esta ciudad, donde por largas temporadas los lectores son más escasos que los autores. Siempre las letras son “la otra” actividad, un espacio de placer personal para el que se roba tiempo al tiempo. Tres cosas queremos repasar en este vuelo rápido sobre la literatura en Quito. Una, dónde y cómo se hacen los escritores que ejercen en la ciudad. Otra, cómo se socializa y difunde la obra que ellos y ellas producen. Una tercera, cómo se financia el oficio, quién auspicia, quién subsidia, quién da premios.
La literatura versus los
poetas Texto: Alfonso Espinosa Andrade • Fotos: Martín Jaramillo alfonjod@gmail.com
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Las librer铆as, en especial las de viejo, como Tolomeo, son refugios y lugares de placer para los escritores y sus c贸mplices lectores.
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La Universidad Andina Simón Bolívar inauguró este año el Doctorado en Literatura del país. La crítica es el eje.
primer
Entre el taller y la facultad Quito no tiene una facultad de Literatura pura en ninguna de sus universidades. Los estudios literarios están enmarcados en dar una base cultural sólida a futuros comunicadores (U. Católica), en formar maestros de enseñanza media (U. Central) o en complementar con un barniz intelectual la formación de diversos comunicadores (U. San Francisco). En las tres escuelas se espera, también, motivar el desarrollo de un sentido crítico, que se puede entrenar mejor en la U. Andina Simón Bolívar, que ha estrenado hace poco el primer Doctorado en Letras del país. Ninguna Universidad ofrece, fuera de cursos puntuales o materias optativas, una formación en escritura creativa. Ante la idea idiota (pero perseverantemente repetida) de que los artistas, poetas y escritores nacen y no se hacen, se ha dejado el destino del quehacer literario en manos de la dudosa
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presencia de la Musa, y también de la poco confiable “sensibilidad” del poeta. Los literatos quiteños se han hecho a punta de imitar al modelo leído en el aula, a fuerza de leerse entre amigos, gracias a su esfuerzo como integrantes de talleres literarios. Sobre la imitación, fue el procedimiento de educación de los poetas durante la Colonia (y Juan Bautista Aguirre, culterano y barroco, es un buen ejemplo) y durante buena parte de la vida republicana (y la imitación se explican los ambateños Mera y Montalvo y los Decapitados de los años 20 fueron espejo de Francia). Con la lección de sus inmediatos y decapitados antecesores, los autores y autoras abrevaban en fuentes universales y americanas, y entraban en contacto con autores de otros países. Para formarse, el recurso ideal era el viaje: viajando (como diplomáticos) consolidan su formación Carrera Andrade y Escudero; en el viaje
se descubre poeta Alfredo Gangotena. La formación del escritor deja en esas décadas de ser la de un estilista y experto en retórica, y la figura del autor se va cargando con un aura política. La idea del “escritor comprometido” pega con fuerza en los años 60 y 70. Los autores se agrupaban y se leían y criticaban en cafés, cantinas y aulas universitarias, pero ahora además de un credo estético tenían en común alguna identidad política. Un caso ejemplar, por su perduración terca y sostenida, es La pedrada zurda, mezcla de grupo literario, revista, taller permanente y célula izquierdista. Con los 80 llegaron los talleres literarios, impulsados primero desde la Casa de la Cultura, y luego desde diversos espacios universitarios o independientes. Cada taller aspiraba a producir al menos una revista; dos memorables fueron ‘La mosca zumba’ y ‘La pequeña Lulupa’. La formación
del escritor, sistematizada un poco, se hacía entre pares, con la dirección de alguien con más recorrido en el mundo de las letras. En los talleres se leía mucho, se escribía bastante y había la oportunidad de “ganar tiempo” en el proceso. Algunos Directores de talleres en la ciudad, además de Donoso Pareja, han sido Edwin Madrid, Diego Velasco, Cristóbal Zapata… Los 90 y el nuevo siglo llegaron sin novedades, pero con una oleada de autores veinteañeros que publicaron su obra en editoriales locales. Una “movida” de poetas se desarrolló, y en buena hora muchos saltaron sin consecuencias la zanja del suicidio temprano, que a tantos escritores ha hecho tropezar en la historia del mundo. (A otro, a Byron Garzón, se lo llevaron antes mismo las manos oscuras del Estado encabezado por León Febres Cordero. Pero esa es otra historia). En una sociedad que exige el título universitario así sea para tenerlo colgado en la sala y manejar el taxi o servir en la tienda, los jóvenes escritores buscan en las facultades de letras alguna pista. Otros estudian Derecho. O Diseño Gráfico. Se forman solos. Tropezándose. Hacen tiempo entre el tiempo para aprender de los libros. Leen como condenados, beben como cosacos (salvo excepciones) y sufren menos en la vida que en sus textos. Últimamente, se les da por lo excesivo y lo nocturno más podrido, pero siempre hay flores de todos los colores, todas silvestres, todas crecidas a la buena de Dios, en este jardincito que es la literatura de Quito y del Ecuador.
La difusión, esa tarea interminable Quito tiene pocos editores. Históricamente hablando la Casa de la Cultura ha sido la principal productora de impresos, pero la mayoría de empresas editoriales son iniciativas de grupos de escritores que, justamente, no tienen dónde
publicar. En ese contexto, paradójicamente, la edición propiamente de los poemas o de la novela o de los cuentos no garantiza su socialización. La lectura de textos en recitales ha sido una estrategia válida para los poetas, y la ciudad tiene de vez en cuando este tipo de citas, que rara vez se dan en oleadas. Hay festivales, como el Paralelo Cero –organizado por Oquendo Troncoso–, pero no tienen demasiada convocatoria. Hace años en la ciudad existía la perversa costumbre de arrastrar grupos de adolescentes y someterlos a sesiones de lectura de dos y tres y hasta cuatro horas. Y esperaban que fuera de provecho y que se estuvieran callados ante los ¡ocho! poetas que recitarían… Por suerte esas cosas no se dan más, y ahora a espacios como el barcito Ouroborus (un rincón en la calle Wilson, claro, en La Mariscal) se abren de cuando en vez para quienes quieren asistir al recital. Pero no son muchas personas: ¿será en verdad, como dijo un poeta catalán, que la poesía es un “deporte extremo”, que no es para todos? Ni más faltara, las redes sociales hacen lo suyo en promover a los autores. Algún Bukowski criollo, por ejemplo, le da a una de sus seguidoras en Facebook una dosis diaria de crudeza y realidad que ilustra con links a cuadros porno de Wilson Pacha. Este autor que virtualiza su vida de poeta construye el personaje de un hijo de esta ciudad malviviente y alcohólica, y tiene sus bazas puestas en mostrar la urbe escondida a la que solo los peores tienen acceso. Si el escándalo no ayuda, mejor portarse bien y hacer algún mérito para que el Gobierno pague la presencia del autor en algún congreso, encuentro, feria del libro u ocasión similar: no es buena la gestión del Ministerio de Cultura, pero como agencia de viajes no lo hacen mal. La oportunidad es aprovechada por autores y autoFuente: Diccionario de la literatura ecuatoriana, Barriga lópez Franklin.
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La Biblioteca de la Universidad Católica es un lugar propicios para la creación: silencioso, iluminado, bien provisto... ras para intercambiar correos, libros, mp3 y beber en otros lados con igual gusto que en casa. De todos modos, los medios de comunicación dan poco o ningún espacio a la literatura, salvo un par de programas en radio Visión y alguna ocasional página en un diario. Para que un poeta llegue a la tele debe ganar el Nobel o morir de viejo (y ni eso: a Francisco Granizo Rivadeneira lo ignoraron olímpicamente). La mejor estrategia de difusión sigue siendo la de los druidas de Astérix: de boca de iniciado a oído de iniciado. Aunque las malas lenguas dicen que los poetas de la ciudad, de tanto leerse entre ellos, ya están todos locos. O deprimidos. O las dos cosas, sin remedio, para siempre.
Nadie paga por el autor ecuatoriano Entre los años 40 y 70 del siglo pasado los “grupos” marcaban la dinámica de las letras en la ciudad. En diversos cenáculos, bajo nombres como Madrugada o América, los poetas y narradores se atrincheraban y combatían, poéticamente hablando. La última versión fueron los Tzántzicos, escisión del grupo América for-
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mada por jóvenes que, alentados por la revolución cubana, patearon el tablero formal y de convencionalismos con su actividad, entre 1962 y 1967. En esas décadas el mejor promotor de la literatura –y en general de la cultura– producida en Ecuador es Benjamín Carrión. Con su “invento” de la Casa de la Cultura abrió un espacio para que sucedan la literatura y el arte y para que los creadores se encuentren. La revista Letras del Ecuador de los años 50 daba cuenta de la sólida relación establecida entre el medio literario local y el iberoamericano. La falta de una industria literaria de editoriales y conferencias, de charlas y seminarios, junto al nulo posicionamiento del escritor en el imaginario de la sociedad y la preferencia por consumos culturales dictados por el gran monstruo mediático (cine hollywoodense, música chatarra, idioteces en youtube ahora último) han invisibilizado a la literatura. Dos medidores de esta minimización: el Municipio de Quito destina a las artes plásticas y visuales, a través de la Fundación Museos y del Centro Cultural Metropo-
litano, un presupuesto superior a los seis millones de dólares. La Fundación Teatro Sucre, que administra varios escenarios y conjuntos musicales, dispone de poco menos de cinco millones en su presupuesto 2012. El Centro Cultural Benjamín Carrión, relativamente especializado en temas literarios, tiene 120 mil dólares para sus proyectos durante el mismo período. Otra balanza: El Premio Mariano Aguilera, de artes visuales, dispone de 20 mil dólares para su premio adquisición y 100 mil más para las becas de promoción. Los galardones literarios del Municipio (a las mejores obras editadas en el año) son tres: el Jorge Carrera Andrade, en poesía; el Joaquín Gallegos Lara, en cuento, novela y teatro; y, Darío Guevara Mayorga, de literatura infantil. Nadie en la Secretaría de Cultura ni en la Comisión de Cultura del Concejo Municipal nos supo dar razón de si hay intención de realizar un pago a los autores premiados. “Si el autor pasa por alguna necesidad, a veces se decide entregarle una ayuda económica” me dijo un funcionario acorralado. Ojalá no sea cierto.
Central
cine
El en Quito empieza a rodar Texto: Pablo Fiallos
psfiallos@gmail.com
“Una cámara en la mano y una idea en la cabeza” Resulta un tanto complejo adentrarse dentro de la definición específica de lo que puede significar el cine quiteño, cuando aún el debate de lo que es el cine ecuatoriano presenta un panorama nublado. Partiendo de la premisa de que aún no está conformado el cine ecuatoriano, pero que hay ecuatorianos que ya hacen cine podemos afirmar, por consiguiente, que hay quiteños que hacen cine. O, mejor aún, que en Quito se están filmando películas y en sus pantallas hay historias por ser vistas. Todavía son muy pocas las cintas que se reproducen dentro de la ciudad. Y algunas, incluso con menor éxito que otras, logran trascender el costumbrismo, el chiste fácil, la necesidad de verse representado o de ver representada la “identidad”: un fantasma que perseguimos con ansiedad, aunque cada quien entiende otra cosa por identidad, y es fácil caer en el cliché. Pero ante la compleja tarea de concretarse en lo que representa el cine quiteño hay una realidad que se vislumbra inobjetable. Las imágenes de la ciudad se mueven en busca de cierta diversidad de voces y discursos. Cintas como A tus espaldas, de Tito Jara; Ratas, ratones, rateros, de Sebastián Cordero; Fuera de juego y Cuando me toque a mí, de Víctor Arregui; Impulso y Jaque, de Mateo Herrera; Esas no son penas, de Daniel Andrade y Anahí Hoeneisen; Qué tan lejos, de Tania Hermida; o Zuquillo exprés, de Carl West dan cuenta de una filmografía emergente con ejemplos muy distintos entre sí. Pero ¿por qué en el fondo se sigue sintiendo un tono característico y común a todos ellos? El cine que se produce en Quito no quiere buscar una salida a la representación en pantalla y nunca rehúye a la fórmula de cine identitario, que incluso en ciertas ocasiones no consigue superar los mínimos requerimientos de calidad. Pero más allá de este cine que llega a las multisalas a cuentagotas –y que tiene que luchar con la promoción de los grandes blockbusters de Hollywood que llegan acompañados de una monstruosa promoción y de la negativa parcial de los exhibidores locales por brindar un espacio verdadero para hacer posible la distribución de las películas–, existe una
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Rodaje de A tus espaldas, cinta promovida entre otras cosas por la polémica curuchupa acerca de la Virgen de Quito. enorme vertiente de propuestas que han visto en el cortometraje y en el videoarte su mejor recurso de expresión. Cada vez resulta más común la organización de festivales donde se proyectan estos trabajos, la mayoría de ellos experimentales –aunque hay otros más cercanos al ejercicio académico–, en los que la libertad creativa a veces supera el canon estético y el objetivo dramático. Gracias al abaratamiento de costos por medio de la revolución del cine digital, una multitud de productores audiovisuales se ha lanzado directamente a filmar sus ideas. Más que jóvenes, nuevos cineastas parecen adoptar la máxima de Glauber Rocha: “Una cámara en la mano y una idea en la cabeza”. Y así el tema de la cantidad de producción de alguna forma se resuelve disponiendo un nuevo objetivo para los reali-
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zadores: la búsqueda de la calidad en la creación.
Una carrera que se revalúa Junto al abaratamiento de costos, la oferta académica ha crecido. La creación de la nueva carrera de Cine en la Universidad de las Américas (Udla) en Quito reafirma el interés y la demanda de los estudiantes por acercarse a esta profesión, que hace una década atrás era casi inalcanzable y vista como una ocupación menor, o un hobby sin oportunidades laborales verdaderas. Sin embargo, cabe recordar que justamente la participación de una Universidad, su auspicio, colaboración y la participación de sus alumnos significó un importante aporte para la realización de un filme icónico de la ciudad: Ratas, ratones, rateros. No solo que la participación de la San Francisco impulsó, en gran
medida, la realización del filme, sino que la intervención de sus alumnos en el proceso de producción significó una experiencia fundamental en su proceso de formación. Tanto es así que ahora los alumnos que participaron en el filme como pasantes, como Javier Andrade e Iván Mora Manzano, por citar un par de nombres nada más, están por presentar sus óperas primas,. El instituto Incine, dirigido por Camilo Luzuriaga, es otro nicho de creadores que ha logrado formar a toda una nueva camada de actores, directores y técnicos que con el largometraje Los canallas consiguió mostrar su trabajo incluso en la esfera internacional. Además, en el país existen institutos y facultades de otras universidades que se enfocan también en la producción audiovisual, la televisión y la publicidad. Ese es el caso del Instituto de Artes Vi-
suales de Quito (IAVQ), la Universidad Israel o la Universidad de los Hemisferios. En la carera de Producción Audiovisual y Multimedia de la Udla, los estudiantes aprenden las últimas tecnologías en materia de efectos y animación digital. El enfoque de esta carrera es la utilización de la técnica completa de cine para contar una historia y para generar efectos visuales. De estas aulas han salido profesionales con conocimiento práctico, capacidad de conceptualización y mucha creatividad. Un claro ejemplo son los ex alumnos del Incine que conformaron EnchufeTV, un proyecto donde se juntan la calidad con la originalidad y que ha encontrado en la web la plataforma propicia para difundir sus sketches. La nueva hornada trae otros registros. Alex Schlenker dirige junto a Diego Coral ‘Distante cer-
canía’, una comedia negra ambientada en el Quito de los años 40 del siglo pasado. Un cajero de banco despistado y medio pendejo y un médico alemán bastante avispado son los protagonistas de esta cinta que se estrenará el año que viene...
Buscando pantallas La falta de una difusión “establecida” –más allá de la Cinemateca, el cine Ocho y Medio y la nueva sala de la Flacso– ha originado la búsqueda de nuevos espacios. Además de los festivales y muestras, sin duda, uno de los puntos que más se han explotado al momento de la exhibición es la web. Páginas como Vimeo o Youtube exhiben centenas de trabajos que se presentan con menor o mayor rigor profesional. Los festivales en línea es otra opción, existen convocatorias nacionales e internacionales. El primer festival de cortos por Internet se está consFuente: Cronología del cine ecuatoriano, Wilma Granda.
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EL director Víctor Arregui dando indicaciones durante la filmación de Cuando me toque a mí. truyendo en el país y el próximo año será su lanzamiento. Pero además están las redes sociales, donde los realizadores pueden promocionar sus trabajos. Pero aunque los costos de filmación se han abaratado con el desarrollo de las tecnologías digitales, aún el cine resulta un proceso difícil y que requiere de importantes inversiones de dinero. Con la instauración del Consejo Nacional de Cine se está logrando institucionalizar la producción en el país. El fondo que distribuye este organismo anualmente (cercano al millón de dólares) permite que los realizadores puedan abrir procesos de financiamiento para sus películas en los distintos procesos que estas se encuentren: preproducción, rodaje, edición y difusión. Pero además existen otros fondos públicos en los cuales se puede competir, como el Fondo Fono-
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gráfico o los Fondos Concursables del Ministerio de Cultura; además, instituciones públicas como el Municipio, el Fonsal y el Ministerio de Educación han auspiciado a películas ecuatorianas, al igual que ciertas (pocas) empresas privadas. Aunque en ciertos casos el “product placement” (promoción de marcas y productos dentro de la película) ha entorpecido o estropeado alguna escena de la película. El Ministerio de Educación incluso instauró el Premio Augusto San Miguel –en honor al primer cineasta ecuatoriano– para apoyar a películas que se encuentren en proceso de construcción. Además, existen fondos internacionales por los que se pueden concursar y que ya han premiado a cineastas locales como Micaela Rueda, quien fue premiada en marzo de este año en México, por su proyecto de largometraje de ficción UIO.
Uno de los fondos que más ha contribuido a la producción nacional y que estimula la coproducción entre dos países es Ibermedia. Tras la consecución de que Ecuador forme parte del programa los cineastas pueden optar por esta ayuda que funciona, al igual que el CNCine, en distintas instancias del proceso de producción. Pero existen muchos fondos internacionales más a los que se pueden aplicar al igual que a categorías de apoyo en muchos festivales de cine. A partir de la llegada de Sebastián Cordero, el cine nacional experimentó un cambio en la forma de narrar las historias, pero también en los procesos de producción. Tras este punto de giro en la historia del cine nacional se está buscando confirmar un proceso de profesionalización de la producción nacional y el encuentro con el sonido de la voz propia de los cineastas, más allá de la ilu-
Central
La foto y el
documento Texto: Revista Q • Fotos: Archivo Nacional
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a idea de mostrar fotografías en gran formato en espacios públicos nació impulsada por el entusiasmo del muy activo Centro de Arte Contemporáneo de Quito y bajo la mirada escéptica de algunos artistas y críticos. Como en toda “antología” donde se seleccionan autores, no estuvieron todos los que son, ni eran todos los que estaban, pero el éxito del proyecto superó las expectativas más felices de los organizadores. Un año después, más de 100 montajes realizados y un marco muy amplio de participación han hecho del FACA (siglas del proyecto) un vehículo para mostrar la fotografía de la ciudad. El primer grupo de fotógrafos participantes debió en seguida ampliarse, y desde fotorreporteros y noveles de la lente, tanto como archivos visuales importantes, fueron entrando a parques y plazas en ampliaciones gigantescas. Aunque al comienzo se dieron episodios aislados de vandalismo contra las imágenes –y otras fueron robadas por espectaculares–, en general se han respetado las fotos. Son tomas que muestran en un cuadro bidimensional historias de vida completas, o recuerdan y evocan una ciudad que ya no está, o sirven para volver a ver a personajes añorados… Sin duda, el proceso del FACA lo vuelve el proyecto de difusión cultural más exitoso de la ciudad. Los fotógrafos y fotógrafas han ganado una excelente vitrina para su trabajo, pero su situación como productores simbólicos, en la ciudad, sigue siendo precaria. No hay, por ejemplo, ninguna oferta de formación profesional
en fotografía, que está reducida a ser una materia dentro de carreras de comunicación, diseño o cine, pero es tratada colateralmente. En la ciudad, la Alianza Francesa ha mantenido un taller de formación que no supera el nivel de un curso para iniciar a aficionados. Luego, los fotógrafos deben hacerse sobre la marcha, pero tienen pocas oportunidades de capacitación y actualización, más allá del diálogo con colegas y el intercambio de experiencias. Los que tienen posibilidades o un poco más de arrestos se van fuera del país: Argentina, en la última década, ha sido destino para decenas de estudiantes de la imagen. Mucha de la actividad fotográfica de la ciudad se centra en el fotoperiodismo, que es el territorio donde los fotógrafos cazan su sustento, a veces a diario, a veces para un diario. El nivel del fotoperiodismo del país tiene cumbres en el trabajo de Pablo Corral, corresponsal de la prestigiosísima National Geographic,o en el trabajo que la pareje de Karla Gachet e Iván Kassinski viene desrrollando, con reconocimiento dentro y fuera del país. No es que la media en general sea tan buena, pero sí hay excelentes reporteros visuales. Sí hay, también, fotógrafos artistas del todo. Wendy Rivadeneira y sus retratos conceptuales sin personaje es un caso, otro es Geovanny Verdezoto y su registro estético y panorámico de la vidacotidiana, o Diego Cifuentes y su inmersión en la tecnología digital en camino hacia su “fotografía cinética”… Son casos donde la máquina fotográfica se vuelve herramienta expresiva más que aparato de la memoria.
Fuentes: Fabián Patinho / Revista Q.
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Boxeador, de Coco Laso
El gimasio World Center, Geovanny Verdesoto
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Médicos y Señora, Archivo Afro
A mi Tierra, de Ricardo Boh贸rquez
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Central
Malayerba Casi son cuatro décadas de trayectoria: el grupo es escuela de formación, embajador del teatro ecuatoriano en el mundo y da cuenta del éxito de un modo de organizar el trabajo de producción. La foto corresponde a la obra La razón blindada, un especial homenaje del dramaturgo Arístides Vargas (con la mano en la pena) a Miguel de Cervantes y a los presos políticos. La representa el autor y director de Malayerba con el actor Gerson Guerra, uno de los hijos artísticos del grupo.
Un mundo en varias
dimensiones U nas pocas páginas de una revista son un espacio muy pequeño para dar cuenta de la zumbante y extensa actividad teatral quiteña. Extensa no tanto por la cantidad de actores cuanto como por su variedad: desde trabajos de sala con formas ya probadas, hasta performances fugaces en espacios alternativos pasando por trabajos callejeros; agrupaciones con casi 50 años de trabajo frente a iniciativas de otros que apenas han salido de la adolescencia. Todos dan cuenta de giros en la actividad teatral quiteña que, aunque no sea muy visible, susurra por debajo. La primera década del siglo, para actores, actrices y grupos, ha sido bastante productiva. Prácticamente todos tuvieron estrenos.
Texto: Verónica Peñafiel Ayala veropenafiel@yahoo.com
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Malayerba, con más de 30 años de tablas, tuvo varios estrenos, entre ellos La última cinta de Krapp, Bicicleta Lerux, La razón blindada. La Espada de Madera tuvo también varios estrenos: Retablos del diablo suelto o Los pájaros de la memoria son ejemplos.
‘Cacho’ Gallegos El actor cuencano Carlos Gallegos, radicado en Quito cuando no cumple su rol de trotamundos, es uno de los mejores productos actorales salidos de los talleres independientes de la ciudad. Forman parte de su paleta de recursos el teatro corporal, los recursos del clown y del mimo, el manejo del objeto... Una especial sensibilidad escénica, que es algo que también se aprende y se desrrolla, lo conecta con el público en piezas como Barrio Caleidoscopio (en la foto).
Agrupaciones más nuevas también tuvieron sus estrenos. Ese es el caso de Mandrágora con Aquí no pasa es nada, El Retablo Teatro con La línea o el grupo Ojo de agua con Kaspar. El teatro de grupo, como se gestó en los años 70 y 80, en todo su esplendor: actores comprometidos con su tarea, viviendo el teatro como una opción de vida, grupos horizontales en los que todos hacen de todo. Por otro lado, nuevos actores independientes emergen. Es el caso de Carlos “El Cacho” Gallegos, con el proyecto “La vuelta al mundo en 80 meses” y su primer estreno, un unipersonal, Macario. Gallegos es hijo de la formación en los talleres de la ciudad. El formato de la pieza para un intérprete funcionó también para las actrices Andrea Ordóñez con Superchuza, Diana Borja con Débora, el fin o Valentina Pacheco con La Herencia de Eva.
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También grupos como Lunasol o el Teatro del barrio estrenaron. En esta década el Teatro Ensayo, agrupación con más de 45 años de trabajo, se reactiva, vuelve a formar parte de la Casa de la Cultura y monta varias obras, entre ellas se cuenta el remontaje del Boletín y Elegía de las Mitas, una pieza histórica de la agrupación. El trabajo en la calle se mantiene, no con la fuerza que tuviera años atrás, pero sí con la persistencia de sus actores: por un lado Carlos Michelena en su “oficina” del parque (que la comparte con otros actores que van en la misma línea aunque sin su calidad actoral) y por otro están Los Perros Callejeros, con su tenacidad y convicción de teatro en espacios públicos. Esta profusión de montajes refleja, también, que en lo técnico se asentaron las propuestas. Cada
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ejemplo citado, con su propio cariz, refleja una pericia en las apuestas técnicas que en décadas anteriores fueron su bandera de lucha. Algunas propuestas técnicas trascendieron a sus impulsores. Es el caso del clown, que no solamente tiene su espacio propio en el trabajo del grupo El Cronopio, sino que va a filtrarse en el trabajo de otros grupos como en el del Patio de Comedias o en el proyecto narices rojas, así como en actores independientes como el “Cacho”. Institucionalmente también hubo movimientos: se consolidan los espacios del teatro Sucre y del CCI. Además los Festivales propuestos funcionaron: el FiteQ tuvo su apogeo y hasta se extendió a otras ciudades (ahora está muerto, o en coma).
Otros festivales se consolidaron: Quito Chiquito, Tiempos de Mujer, Guaguas de Maíz, Spondylus. Al cerrar la década irrumpe como actor el Ministerio de Cultura, para apoyar o entorpecer el trabajo que se venía haciendo.
Quito concreto La ocupación del espacio público es la característica de este proyecto, uno de los varios que los bailarines de la ciudad desarrollan. Otro colectivo se metió a bailar en las casas de la gente, en el proyecto Mínimas residencias. La gran calidad de jóvenes que salieron a formarse en el extranjero (como Sofía Barriga) marcan un alto nivel en la actual generación de la danza en la ciudad.
Danza pública La programación de la Compañía Nacional de Danza, con coreografías de Jorge Alcolea (como la de imagen sobre estas líneas) y la del Ballet Ecuatoriano de Cámara (algo más clásicas) llevan la danza a los rincones más insospechados del Ecuador. Son elencos, en especial el de la CND, de altísima calidad artística, enriquecida por la presencia de maestros y la formación de públicos.
Otro elemento que empieza a visibilizarse son los encuentros, varios y variados, que subrayan una necesidad de reflexionar sobre el teatro desde los mismos teatreros.
Por otro lado, ya en la década anterior se marcó una tendencia que se mantiene: los grupos que pueden vivir del teatro son aquellos que logran establecer algún contacto en el exterior y salen a dar funciones fuera del país. Contraelviento y Malayerba, entre otros, aprovechan esta estrategia. Nadie es profeta en su tierra. Esa primera década fue una buena muestra de la consolidación de una forma de ser y de hacer teatro. En la nueva década pareciera haberse estancado. Aquellos que fueron hasta hace poco los protagonistas de una actividad febril están como paralizados, aparentemente moviéndose, pero en realidad dando vueltas en el mismo espacio.
41 Fuente: Revista Q.
Foto: Martín Jaramillo
Carlos Michelena Esto se refleja en la gran cantidad de re-presentaciones de las obras estrenadas en la década anterior. Por otro lado, debajo de ellos, por los lados, empiezan a aparecer nuevos rostros. Los actores y actrices están buscando otras opciones: stand up comedy, la tele, enchufe tv… Los estrenos se han restringido, casi exclusivamente, a los que promueve el teatro Sucre o El Teatro del CCI. La cartelera de las salas de Quito en los últimos años se compone, fundamentalmente, por obras con alguna trayectoria (es decir piezas que fueron estrenadas hace ya algunos años) o por estrenos de los estudiantes de los distintos espacios de formación de los grupos. Este es otro elemento que evidencia la consolidación del grupo como una forma de hacer teatro:
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prácticamente todos los grupos con alguna trayectoria tienen “escuela”, y son estos espacios los más importantes para la formación de nuevos actores o actrices de la ciudad (aunque la Escuela de Teatro, en especial bajo la dirección de Jorge Mateus, tuvo un levantamiento importante de su nivel). En el poco tiempo recorrido en la segunda década, se pueden identificar ciertos indicadores de nuevas propuestas de hacer teatro: además de actores y actrices muy jóvenes, cuya primera opción de estudios es el teatro, empiezan a aparecer un personaje desaparecido durante algunos años: el productor teatral. El teatro en Quito: la ciudad que lo mantiene famélico y a veces solo con hambre, pero donde nunca va a morir de hambre.
Sin duda es el actor más popular del país. Su participación eventual en la televisión consolidó una proyección que ya se había ganado en décadas de sincero trabajo en su “oficina” del parque de El Ejido. Creyente y cultor del teatro popular, el lenguaje visual evoca la Comedia del Arte (italiana), reivindica al personaje social anónimo y desde el humor cuestiona de manera permanente el ejercicio del poder, venga de donde venga.
Un diálogo con
Viera Texto: Betsabé Carrillo • Foto: El Apuntador bgcarrillo@gmail.com
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partir de que el espacio público de la ciudad se convirtió en un lugar seguro en donde quedarse y dejó de ser un sitio de paso, los ciudadanos empezaron a darle otros usos. En el ámbito artístico, por ejemplo, los bailarines urbanos y contemporáneos experimentan la creación de coreografías a partir de un escenario diferente. Estas nuevas creaciones implican cuestionarse sobre el tipo de danza que se desarrolla actualmente: ¿es contemporánea, moderna o habrá que inventar un nuevo término para identificarla? El bailarín Klever Viera lleva 38 años en escena. Él, junto a Wilson Pico, son bailarines que no tuvieron una formación en una escuela de danza; ellos forman parte del grupo de artistas autodidactas de la historia de las artes escénicas en Quito. Viera ha pasado por distintas etapas de experimentación en las técnicas de la danza moderna, posmoderna y contemporánea. En parte por esta formación “abierta”, en el diálogo se vuelve problemático establecer una frontera entre lo contemporáneo y lo moderno. La interrogante gira en torno a la técnica corporal, el discurso que se presenta en escena, la relación con el espacio y el objeto. Kléver Viera se autoidentifica como un bailarín moderno, debido a la técnica que utiliza; ya que tiene que ver con jugar con el equilibrio corporal, encontrar el movimiento a través del péndulo y trazar su trayectoria a partir del trabajo muscular. Sin embargo, Viera presenta una propuesta minimalista en la cual hay movimiento de estructuras mínimas que son expresivas. Por ejemplo, el bailarín usa cajas, o tanques cortados a la mitad y en ese pequeño espacio desarrolla expresiones corporales que reflejan una situación cotidiana. Un tema simple puede convertirse en un leit-motiv para la danza. En el caso de Viera, éste rescata cada extensión del cuerpo y la carga de significado. Si bien este ejercicio de fragmentación y resignificación cabe en “lo posmoderno”, la propuesta no deja de ser contemporánea y rompe con la composición tradicional de otras escuelas de la ciudad.
La generación de bailarines de los años 1970 tuvo una composición del cuerpo que nacía de las fotografía de revistas extranjeras, con ello el método de creación corporal tuvo un estilo único, pues llegaban pocos maestros de otros países. Viera tuvo la oportunidad de estudiar durante ocho meses en una escuela de danza moderna en México, luego inició su exploración y creación propia. Con ello trajo al país propuestas que rompen con la mirada sobre la danza. El bailarín apeló a la deformación de las extensiones del cuerpo, construyó personajes andróginos que mostraban sus defectos. En los últimos años, busca reconstruir situaciones cotidianas y trasladarlas al lenguaje de su arte. Con esta propuesta intenta explorar otras posibilidades en la danza contemporánea, como ya lo hizo el festival Quito Concreto, en el cual cinco plazas de la ciudad sirvieron de escenario para presentar coreografías pensadas en esos espacios y concebidas a partir de ellos. Para Viera la danza contemporánea en Quito tiene una visión diferente, pero tiene un problema para crecer debido a la gratuidad de los eventos artísticos: “Yo creo que si bailo en el Teatro Nacional seguramente se va a llenar, pero si se cobra una entrada es más complejo. Hay que pensar en la gratuidad del arte, yo he bailado en barrios marginales y la gente ha acogido bastante bien las propuestas, pero sí le hace un gran daño al desarrollo de la danza que siempre sea gratuita”. Al momento de crear una obra ya hay un preconcepto, según afirma Viera, pero la puesta real se crea en la sala o un espacio abierto, a partir de una dramaturgia y un objetivo. La herramienta principal de este bailarín es el azar y para él es esencial anular el pensamiento, bloquear la parte racional y dejar que el movimiento fluya con una fuerza propia y una razón de ser. Ahora Viera apuesta a una construcción de autorretratos para recrear sus momentos en la danza utilizando una técnica moderna con un contexto contemporáneo. Maestro de varias generaciones de bailarines, junto a sus estudiantes alimenta la propuesta escénica de la ciudad.
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Con sentido
Quito en su versiรณn
FUTURAMA
Texto: Jessica Andrea Orellana โ ข Imรกgenes: alfonjod@gmail.com
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Dos proyecciones de cómo se verá el Hospital General Universitario de Calderón.
Hospital General Universitario de Calderón. En la parroquia de Calderón, en el barrio Sierra Hermosa, en un terreno de 2,98 hectáreas se construirá el Hospital General Universitario, con una inversión del Gobierno y la Alcaldía de Quito. La construcción está a cargo del Instituto de Contratación de Obras; las obras iniciarán a finales del 2012 y se prevé terminar la obra en 540 días, según detalla Luis Reina, administrador zonal de Calderón. La propuesta del plano del hospital cumple con altos parámetros internacionales, y estuvo a cargo de la consultora mexicana Hospiplan. El hospital será un lugar completamente abierto, es decir, no tendrá cerramientos, pues se busca que la gente pueda acceder libremente a sus áreas verdes. La construcción ocupará menos de la mitad del terreno y lo demás se destinará a áreas recreativas. Así la infraestructura de salud sirve como lugar de esparcimiento y vida sana para el sector. El presupuesto destinado a la obra es de 44’355 805,21 dólares, financiados por el Ministerio de
Salud. Los estudios y obras complementarias los financia el Municipio de Quito. La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central, en coordinación con el Ministerio de Salud, participará en los ámbitos de investigación y docencia.
cultural interactivo en el antiguo terminal Cumandá, y se iniciará el desarrollo del Parque de la Ciudad en los terrenos del actual aeropuerto.
De esta obra se beneficiarán 163 mil pobladores de la zona de Calderón; además, el hospital servirá a la Delicia y cantones del norte de Pichincha, como Cayambe, Pedro Moncayo, Pedro Vicente Maldonado o Puerto Quito.
Otro jubiladito es el Areopuerto Mariscal Sucre. Por un pedido de los floricultores y otros usuarios de la terminal aérea, el cierre de la misma se aplazó hasta el 20 de febrero del 2013. Esto le da un poco más de tiempo a María Fernanda Arboleda, gerente del cierre del aereopuerto.
Será un hospital de segundo nivel, lo que significa que, a más de tener la capacidad de internar todo tipo de pacientes, será un Centro de Salud especializado en Gineco-Obstetricia, Pediatría, Cirugía General y Medicina Interna. Tendrá disponibilidad de 140 camas y un área de hospedaje para familiares de pacientes que lleguen de provincia. En su versión Futurama, Quito será una ciudad de primera, pero no por la marcha del carro, como lo dicen los últimos chistes sobre el límite de velocidad. La ciudad, en poco tiempo, contará con un Hospital Universitario en la zona de Calderón y con un espacio
Un parque que crecerá durante 20 años
La salida del Mariscal Sucre, además de disminuir a contaminación acústica del sector, provocará un aumento de la plusvalía y permitirá extender las avenidas Galo Plaza, Amazonas, Tufiño, Rafael Aulestia y Real Audiencia, favoreciendo la movilidad del norte de la ciudad. Pero principalmente se implantará un gran parque, con el verde natural como color y elemento dominante. La dimensión del parque será de 127 hectáreas, distribuidas entre canchas, áreas verdes, lagos (se tratará de recuperar fuentes subterráneas de agua para esto).
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Estructura planificada del Parque de la ciudad, en las 27 hectáreas del Mariscal Sucre. También se instalarán estructuras arquitectónicas, como el Circo de la Inclusión Social, un proyecto de la Vicepresidencia de la República, que busca crear un espacio permanente para que trabajen los malabaristas callejeros (los genios del Cirque du Soleil están entre los asesores de Lenín Moreno para esta vuelta). El parque incluirá una estación de la Línea 1 del Metro, un Centro de Convenciones (en la actual terminal), una unidad educativa municipal, un espacio para espectáculos llamado Arena de Exposiciones, que en la parte cubierta albergará hasta 15 mil personas, pero serviría para shows con el triple de público, tomando en cuenta la gran dimensión del Parque. Este nuevo centro recreacional, a diferencia de parques como la Carolina, donde los atletas comparten el mismo carril con los ciclistas, en el Parque de la Ciudad proporcionará un carril para cada deporte, según comenta Pablo
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Sánchez, director Técnico Legal del proyecto. Según el arquitecto Ernesto Bilbao, las áreas verdes serán cultivadas con especies nativas y así “se rescatarán las especies patrimoniales de Quito”. El tema de los lagos es de los que más curiosidad genera en la ciudadanía. Hay registros de que bajo el aeropuerto existen esteros vivos que se tratará de recuperar, para que los lagos se formen de una manera natural. “Se tratará de hacer todo de la forma más natural posible” asegura Bilbao. La transición de aeropuerto a parque llevará aproximadamente 20 años, e implica una serie de procesos, inversiones y cuidados. Lo primero en el plan de cierre será la descontaminación del terreno. “Cada aerolínea con espacio dentro del Mariscal Sucre es responsable descontaminar su área. Para el 2013 ya no existirán los hangares y se habilitarán las pistas de ciclismo y atletismo”, precisó Arboleda.
Para meterse de cabeza en la ciudad Tras 23 años de servicio, en el 2009 al Terminal Cumandá le llegó la jubilación. Ahora se lo reconstruye para convertirlo en un complejo museológico y deportivo, con una biblioteca traviesa de nombre Vagabunda, que cada día se estacionará en un lugar distinto en busca de fanáticos para la lectura. El ex terminal se prevé como un espacio inmersivo de exploración, que conjugará el ocio inteligente y el deporte. En febrero del 2013 se inaugurará la primera parte del complejo, que se llamará Ciudad Alterna. Sandra Castillo, de la Fundación Museos (encargada del desarrollo del proyecto), explica que la Ciudad Alterna es una maqueta inmersiva de la ciudad, dentro de la cual los visitantes podrán caminar e interactuar con la recreación arquitectónica. “Se busca que la gente tenga una experiencia emocional mientras
aprende de su ciudad”. Las personas podrán jugar con el diseño arquitectónico de la urbe, creando edificios o sembrando árboles. Se espera la intervención de artistas durante la construcción del complejo para que haya un homogeneidad entre el arte y la arquitectura. Otra novedad será un cuarto completamente blanco con las paredes recubiertas de infinidad de texturas y materiales. El espacio tendrá un fondo musical muy
suave, será un espacio de relax total. En la parte más alta habrá un espacio abierto, llamado Reloj de Arena, que contará con elementos que evoquen conceptos sobre el tiempo. Reloj de Arena se propone ser un lugar ideal para trabajar o estudiar, o para sentarse a disfrutar de un libro: tendrá mesas, sillones y conexiones para computadoras. El complejo explota museográficamente el concepto del Buen Vivir. Buscará promover la sensibi-
lidad artística y cultivar la lectura a través de los ambientes inmersivos y multisensoriales. Será una experiencia diferente de las que se puede vivir en otro complejo deportivo, en la calle o en el aula. El cuidado del cuerpo se motivará a través del deporte, pues el complejo contará con piscinas y canchas de voley, básquet, fútbol, tenis, mesas ping-pong. Sandra Castillo informa que se prevé terminar la totalidad del complejo en septiembre del 2013.
Proyección del espacio inmersivo Ciudad alterna, parte del complejo que funcionará en el ex treminal terrestre.
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Con sentido
comida Come tu propia
Texto: Pablo Morán García • Fotos: Martín Jaramillo pablo.morangarcia@gmail.com
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Nuestra comida Ecuador es rico en tradiciones. La música, la comida y la bebida son parte de nuestra identidad. A propósito de comida, ¿quién no se ha regocijado con aquellos sabores típicos que nos identifican como ecuatorianos? ¿Recuerda esos momentos en los que usted ha llegado al éxtasis y ha clamado un “qué rico” con gran devoción? Es indiscutible que nuestra comida es una de las más variadas y exquisitas del mundo, y que podemos disfrutar de ingredientes que solo aquí existen. Contésteme con honestidad, ¿acaso existe un hornado, una fritada, un viche de pescado, unos deliciosos patacones, un majado, un locro de queso o un caldo de salchicha como los que hacen aquí? Usted tiene la respuesta, y mejor no sigo porque la lista es larga. ¿Ya se le abrió el apetito verdad? Lamentablemente ya no comemos como antes. Los banquetes de hoy en día no tienen nada que ver con los que se ofrecían en los tiempos de nuestros abuelos. Imagínese una mesa grande donde se servía choclos, mashua, ocas, papas, habas y un buen queso. Con eso nuestros antepasados se sentían en la gloria y muy agradecidos. Además, los nutrientes que contienen estos productos son insuperables. Yo recuerdo la colada de haba, la máchica, el pinol y los pristiños. Sin embargo, si menciono estas palabras a las nuevas generaciones, el asombro es tal que piensan que les estoy hablando de un bicho raro. Y no están equivocados, ya que hemos dejado de consumir estos productos nutritivos, porque la comida rápida y las bebidas con colorantes los han desplazado. Le cuento que existe una iniciativa que pretende salvar nuestra comida y recuperar esos platos deliciosos que tanto gustaban a
nuestros antecesores y que de seguro les encantarán a los jóvenes de hoy. El Ministerio Coordinador de Patrimonio ha implementado un proyecto que protege la salud alimentaria de nuestro país. El objetivo es revalorizar el patrimonio cultural alimentario, tomando en cuenta el aspecto gastronómico, que constituye el plato preparado, con su aspecto cultural y su valor nutricional. El equipo de trabajo es multidisciplinario: chefs, antropólogos e historiadores se han unido en esta labor. Luis Páez, gerente del proyecto, pone un ejemplo: el mortiño es patrimonio natural porque con él se elabora la “colada morada.” Inmediatamente se convierte en patrimonio cultural por ser una bebida tradicional ecuatoriana. La preparación es importante tanto como los rituales que rodean a esta comida. Otro ejemplo. Una sopa muy quiteña es el arroz de cebada, nutritiva por excelencia, pero con una característica cultural muy simbólica que nos cuenta que si nosotros la consumimos el lunes, toda la semana tendremos abundancia. La idea es “rescatar estos saberes y sabores en torno a la alimentación”.
Lo que hemos perdido Le aporto este dato para que se entere que nuestra comida quiteña tiene una estrecha relación con las prácticas festivas. ¿Sabía usted que el famoso “come y bebe” es una bebida que se ofrecía en carnaval? El quiteño, después de compartir fervientemente con sus vecinos la práctica de empapar a todo aquel que apareciese, era recompensado con esta sabrosa bebida. Los momentos de compartir en familia se han ido diluyendo y el almuerzo en casa es prácticamente una quimera. Recordemos, entonces, cómo fue una comida
diaria quiteña. En el almuerzo se incluía una colada de haba, un locro de cuero o una sopa de arroz de cebada. Le seguía una guatita, un seco de chivo o un seco de gallina criolla. El postre era una espumilla o un rosero. Yo me pregunto, ¿estos manjares son parte de nuestra dieta diaria? Diego Albán, chef y técnico del proyecto en el Ministerio Coordinador de Patrimonio, nos dice que él, como buen quiteño criado en el barrio de San Marcos, ya no ve la elaboración de muchas bebidas típicas de esta tierra. El canario, por ejemplo, prácticamente ha desaparecido. Este singular nombre está relacionado con una bebida elaborada con leche y huevo, parecida al rompope. El chef comenta que las tradiciones culinarias se transmitían oralmente de generación en generación. Lamentablemente esto se ha perdido, porque las madres de nuestra época colocan en las loncheras de sus hijos productos importados, como barras energéticas o jugos con colorantes. En mi opinión, están un poquito perdidas, porque sin gastar tanto, las nueces, el maní y la fruta son suficientes para nutrir a un niño. Cabe aclarar que la cocina ecuatoriana no se refiere solamente al ceviche, a la fritada o la fanesca, porque este tipo de comidas están relacionadas con las fiestas. La cocina diaria se está perdiendo. Por ejemplo, los quiteños no cenamos, pero si sabíamos merendar, y en en esas meriendas consumíamos mollejas, choclos, pan con chocolate y queso. ¿Acaso su abuelita o su mamá no le servía con gran esmero estos manjares?
La vergüenza Muy a mi pesar existe algo más triste que el desconocimiento y el olvido: es la vergüenza. Basta con darse una vuelta por los auténticos “Motes de San Juan” para mirar a todos aquellos, que tienen
Los chochos son poderosa fuente de calcio. Ideales como “cucayo” para media mañana.
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plata y mandan al chofer a comprar su fundita de mote con chicharrón. O aquellos que apurados compran rapidito, para esconderse en el auto y disfrutar de su manjar.
ductos crecían sanos. César, como buen machacheño, recuerda que sus padres utilizaban abono orgánico en su terreno, araban y esperaban por un producto envidiable.
Receta de tostado
O aquellas refinadas y distinguidas damitas que se les antojó tan pecaminoso alimento, y mandan al enamorado a comprar el capricho. Claro está, no son capaces de bajarse de sus autos porque “que papelónf que me vean comiendo mote, y peor en la calle”. Misericordia tenga el Altísimo hacia estos individuos de comportamiento tan impío.
Locro de zambo con costilla de chancho, sopa de harina de maíz tostado, crema de choclo con chifles, sancocho de costilla, sopa de quínoa, chuchuca y timbushca, son las especialidades de César Guanochanga Solo por poner un ejemplo, la timbushca es una sopa que tiene papa, maní, mote cocido, huevo cocido y col. Talvez muchos de ustedes me dirán que es una bomba para el estómago, pero si ponen atención, ninguno de estos ingredientes contiene grasa.
se sirve como acompañante
Por otra parte, Quito es una ciudad que ha incorporado los alimentos de todo el país. No sería difícil hacer un mapa de secos, de caldos o de locros, porque sus técnicas de preparación en cada lugar son diferentes.
• Sal al gusto
Cómo se les ocurre avergonzarse del mote, que no es más que el maíz cocinado en agua y que constituye, indiscutiblemente, una fuente de energía. Este producto es propio de América Latina y su consumo se remonta hace más de siete mil años en la época de los Incas. Esta gramínea es ideal para deportistas y niños en crecimiento; además, no engorda. La tradición, por si a algunos se les olvida, era poner en el centro de la mesa un plato de mote humeante para que los comensales piquen mientras se servía la comida.
El rescate de nuestros sabores Un pilar fundamental del proyecto del Ministerio Coordinador de Patrimonio es la capacitación a cocineros para que aprendan a elaborar esos platos cotidianos y se produzca una revalorización de nuestra comida. El concepto es la recuperación de la cadena de valor de las tradiciones y culturas que existen alrededor de la preparación de estos alimentos, con el objetivo de apoyar económicamente a los pequeños productores, y así mantener nuestras costumbres y rescatar el buen comer, porque nuestra comida es sana. César Guanochanga, chef del Círculo Militar, nos cuenta que se han perdido las tradiciones culinarias de antes, pero él se niega a dejar morir nuestra comida. Antes no existían los químicos y los pro-
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Quito, en el siglo XVII, era una de las poblaciones que más consumía queso en América. El consumo de queso por persona superaba cuantiosamente al consumo de queso por año que tenían los europeos. Por eso es fácil de entender por qué nuestra comida tiene tanto queso: empanadas llenas de queso, chocolate con queso, locro de queso, al maduro lo partimos en la mitad y le ponemos queso, higos con queso e infinidad de sopas con queso. El rescate de nuestra comida y de su valor cultural es importante. Es urgente, es necesario, pero sobre todo le aseguro que es muy divertido y exquisito. La difusión y la práctica cotidiana en la elaboración de nuestra comida será el inicio para que nuestros sabores transiten por doquier. Si una familia se reúne a hacer humitas o empanadas, o a desgranar para hacer una colada morada o la fanesca, eso es parte de nuestra tradición, nuestra cultura y nuestra identidad. Animémonos todos a disfrutar de nuestra comida para que no desaparezca.
Descripción: El maíz tostado es típico de Sudamérica y para ceviches o como bocadito para picar. Ingredientes • 2 tazas de maíz para tostado • Trocitos de cebolla blanca larga • 1 cucharada de aceite para freír
Preparación: 1. En una sartén caliente el aceite a fuego medio. 2. Sofría la cebolla (puede añadir ajo también). 3. Agregue el maíz y revuél valo constantemente con delicadeza. 4. Cubra parcialmente con una tapa para evitar que el tostado se escape de la sartén. 5. Continúe revolviendo y evite que el maíz se queme, cocine hasta que el maíz este dorado. 6. Coloque el maíz tostado en una toalla de papel para que absorba cualquier exceso de aceite. 7. Espolvoree el tostado con sal. Se puede servir caliente o frío.
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Con sentido
Campus
Party Texto: Revista Q • Fotos: Internet
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l Municipio Metropolitano de Quito y Telefónica Movistar, presentan por segundo año consecutivo uno de los eventos tecnológicos más sonados e importantes a nivel mundial, el Campus Party 2012. Del 19 al 23 de septiembre en el Centro de Exposiciones y Convenciones Mitad del Mundo, Cemexpo. Este año se han incrementado de 2000 a 2500 el cupo de entradas para los campuseros que deseen asistir al evento. En su segunda edición, el Campus Party presentará a ponentes magistrales de talla internacional en temas como Software Libre, Social Media, nuevas tecnologías, diseño, E-Commerce y emprendimientos 2.0. Además en cada una de las Zonas de CPQUITO 2: Innovación, Ciencia, Ocio y Cultura Digital se presentarán expertos en diferentes temáticas quienes compartirán sus experiencias y conocimientos. Los campuseros disfrutarán de una experiencia tecnológica exuberante, “será una especie de probadita
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del mundo de los supersónicos”. Este año Telefónica Movistar incrementará en un 30% la capacidad de conectividad, pondrá al servicio de todos la mejor experiencia en navegación, permitiendo que los invitados accedan a velocidades de conexión sin precedentes en el Ecuador. Para inscribirse, los interesados deben ingresar a:
http://www.campus-party.com.ec/2012/inicio.html. Los campuseros del 2011 podrán acceder a tarifas especiales de 63 dólares. Los alumnos universitarios, aquellos campuseros apadrinados por empresas de tecnología y los de otras partes del país tendrán un precio preferencial de 65 dólares, que incluye la participación y acampada doble. La participación para los nuevos campuseros será de 67 dólares más 13 dólares de acampada (en total, 80 dólares).
Jon “Maddog� Hall (Linux), Sebastian Delmont (Loquesea.com), Andreas Weigend (marketing digital) y Rahaf Harfoush (Facebook de Obama), figuras del campus party 2012.
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Con sentido
Aeropuerto listo en octubre, abierto en febrero Texto: Agencia Pública de Noticias • Foto: Carlos Pozo www.noticiasquito.gob.ec
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l alcalde Augusto Barrera anunció, tras analizar la solicitud de varios sectores que serán los usuarios directos del nuevo aeropuerto de Quito, la decisión del Municipio de aplazar el inicio de las operaciones en el nuevo aeropuerto hasta el 20 de febrero de 2013. Las obras de infraestructura de la nueva terminal sí se entregarán terminadas el próximo 12 de octubre. Esta decisión la ratificó el Concejo Metropolitano de Quito en sesión ordinaria el 16 de agosto del 2012. Augusto Barrera aseguró que existe el apoyo total de los concejales para impulsar esta opción de la que dijo se ha tomado en base al interés de las personas que serán los usuarios que más utilizarán el nuevo aeropuerto de Quito. Previamente a este pronunciamiento se hizo un análisis técnico y jurídico del proceso contractual de Alianza Estratégica firmada en años anteriores sobre la renegociación del Nuevo Aeropuerto. Todas las instituciones que representan a los sectores productivos han mostrado total apoyo a la construcción de la obra y los beneficios que ésta representará para el desarrollo de la ciudad. Según cifras de estos sectores, solamente en las festividades de Quito, Navidad y Año Nuevo se mueve el 40% de pasajeros anuales que ingresan y salen del aeropuerto de Quito. En el caso de la carga, el 60% de la producción se moviliza entre el periodo de Navidad y el 14 de febrero.
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Con sentido
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Centro de adultos mayores Mariana de JesĂşs
santibaniez@hotmail.com
Decurso
Fotos y texto: Santiago Serrano
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L
os adultos mayores que participan de este proyecto, ubicado en el centro histórico de Quito, son personas de bajos recursos económicos, excluidas por su familia o por la sociedad en general. No poseen recursos propios para solventar sus necesidades básicas, algunos viven en lugares muy modestos y otros en albergues. Los Adultos Mayores acuden de lunes a viernes en la mañana a realizar actividades lúdicas, recreacionales y de salud. Al mediodía almuerzan todos juntos y luego retornan a sus lugares de residencia.
“Con seguridad no hay otra cosa que el propósito único del momento presente. Toda la vida de un hombre es una sucesión de momento tras momento. Si uno comprende completamente el momento presente no habrá más nada que hacer y no quedará nada por conseguir” Yamamoto Tsunetomo
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Culturas
C
on una amplia paleta de colores a su favor, los murales “compiten” con otras obras de arte público por llevarse el mayor número de miradas. En el trajín de la ciudad, o dentro de edificios de acceso público, estas paredes pintadas o cubiertas de mosaico buscan ojos abiertos entre
el sinfín de espectadores sonámbulos que pasan junto a ellos. Es preciso señalar que en Quito la tradición muralista se inició en tiempos de la Colonia, cuando los artistas acostumbraban a pintar en los muros internos de casas, patios y claustros conventuales. Estos murales, por obvias razones, tenían un disfrute y acceso restringido (y exclusivo) para los dueños de las propiedades. Como arte público de audiencia masiva, la
tradición muralista quiteña no ha tenido una fuerza importante, lo que no significa que no haya contado con magníficos representantes, explica el arquitecto Rómulo Moya, director de la editorial Trama. Se destacan nombres mayores del arte ecuatoriano del siglo XX, como Eduardo Kingman, Galo Galecio, Diógenes Paredes, Oswaldo Guayasamín, junto a artistas del últimas generaciones, como Pavel Egüez. Sus obras plásticas de gran escala dotan de una significación especial a distintos espacios públicos de la capital ecuatoriana. Al igual que con las esculturas, la arquitectura que rodea y contiene a las obras juega un papel relevante en su apreciación.
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Canto a la Libertad, mural de Eduardo Kingman en la entrada del Templo de la Patria, en la Cima de la Libertad. Subiendo por la avenida de Los Libertadores se observa a lo lejos una recia composición arquitectónica, el Templo de la Patria, construida por Milton Barragán. Al girar hacia la derecha y avanzar por la calle 10 de Octubre, los primeros tonos de un mural elaborado en azulejo se vuelven visibles. Entre ramas de árboles y rejas que estorban la visión, dos manos gigantescas y detalladas al máximo, rompen las cadenas que las aprisionan. De un sol con rasgos faciales, en el centro superior, emana un amarillo resplandor hacia una secuencia de personajes: Atahualpa, los rebeldes quiteños de los barrios de las Alcabalas, Espejo, un criollo de la Junta Soberana y Abdón Calderón caído, según el falso mito de su heroica muerte. “Canto a la Libertad” (1983), se llama este mural elaborado por Kingman, con el cual abriera su
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expresión artística hacia audiencias de toda condición y edad. Además del evidente contenido histórico, la pieza refleja la “personalidad” artística del pintor, a través de elementos recurrentes: fuerte presencia expresiva de las manos, ojos negros sin pupila y algo de la temática indigenista. Si bien la utilización del color lo hace llamativo y pese a que se trata de una pieza valiosa entre el legado de Kingman, el espacio que lo contiene no la pone en valor. Como lo afirma Moya, “el mural pasa a ser un elemento decorativo del objeto arquitectónico. Es un añadido que no trasciende ni tiene vida por sí mismo”. Esta premisa se repite en otra obra de carácter muralista, ubicada en el techo de la entrada de la sede de la Casa de la Cultura. La cualidad semi-pública que tiene y la carencia de un espacio sereno y adecuado de contempla-
ción, le restan sentido, sin desmerecer para nada el trabajo de los artistas. Fue en 1946, cuando les fue encargada esta pieza múltiple, titulada “Los Cuatro Puntos Cardinales de la Nacionalidad”, a Diógenes Paredes (conocido como “El Monstruo”, por su forma de imponerse) y a José Enrique Guerrero, que abordaron la tarea en conjunto. Iluminados por la luz que entra por las inmensas ventanas de la casona, en cuatro paneles se observan cuatro escenas diferentes. Norte, sur, este y oeste se conforman a través de varios personajes típicos de la cultura nacional: el indio, el montubio y el obrero. Reflejadas en esos muros están las diferentes realidades de estos personajes de mirada penetrante, captadas con extremo detalle por ambos artistas. Este tipo de temática constituye el sello de la carrera artística de Paredes, quién trató
Los Cuatro Puntos Cardinales de la Nacionalidad, ampliamente la denuncia social sobre la condición del indio en su pintura. De esta manera se vuelve evidente, la faceta de los murales como “contadores de historias”, y no sólo las que cuentan las figuras plasmadas y los elementos que caracterizan al artista, también (y principalmente) las que se evocan cuando un espectador entra en contacto con ellos. Al respecto Moya complementa que: “La trascendencia del objeto artístico (mural) resulta cuando nosotros somos capaces de hacerlo nuestro, es decir, nos paramos frente al mural, lo vemos y comenzamos a vivir la historia que ese mural nos está contando”. Lastimosamente, la situación de trascendencia de los murales en Quito puede a considerarse utópica, prácticamente no existe. Primero, porque como los espacios no son los adecuados y en
obra de
Paredes y Guerrero en la casona antigua de la CCE.
los pocos casos que lo fueren, es el factor humano el que falla. Los ciudadanos que pasan cerca rara vez se dan permiso para acceder a la categoría de espectadores (es decir, darse el chance de parar tres minutos a observar). Esta circunstancia, es sobre todo evidente en el edificio matriz del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. A mano derecha de la entrada, ubicado medio nivel más abajo del vestíbulo, se levanta un inmenso mural de Galo Galecio. Es enorme, pero no se preocupe si en las mil veces que ha ido al edificio de la 10 de Agosto nunca lo vió: eso le ocurre a las demás personas que acuden a diario al IESS y que ni siquiera porque se ven forzados a esperar por varios minutos en fila india junto al mural logran apreciarlo. Galecio pintó al fresco esta obra, titulada “Protección a los trabajadores”, entre 1959 y 1960. En se-
tenta metros cuadrados plasmó con trazos figurativos una escena en la que una inmensa figura blanca, que desciende directamente de un sol ubicado en la esquina, ofrece sombra y cobijo a un grupo de trabajadores. En tonos ocres y terrosos, que contrastan con el ambiente general del edificio, ofrece una alegoría de lo que se supone debe ser la tarea de la institución que allí funciona. Como se expresa en una nota sin autor de El Comercio del 31 de enero de 1960, con motivo de su inauguración: “Es una obra bien concebida, sin extravagancias, clara y aleccionadora. Inclusive la granulosa textura del fresco le da más vigor”. A pocos kilómetros de distancia, en la Universidad Andina Simón Bolívar, y de construcción más “contemporánea”, existe otro mural que por sus dimensiones, temática y composición artísti-
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Al igual que en los casos anteriores y a pesar de que tiene una remarcable presencia, no hay escala pública que preceda a este obra en particular. De hecho puede que el único con esta condición sea el mural de Guayasamín, ubicado en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central. Bajo el nombre de “Historia del Hombre y la Civilización” (1959), se exhibe una estructura divida en paneles más o menos autónomos, a modo de un rompecabezas. Distintas figuras trazadas muy al estilo del artista simulan emociones y movimiento, distinguiéndose sobre todo el ideograma mitológico del minotauro. Sin embargo, los problemas que aquejan a este mural se manifiestan de otras maneras. La falta de mantenimiento de la jardinera que lo precede es solo la punta del iceberg, porque en realidad la obra entera está en un estado lamentable: literalmente se cae a pedazos. Quienes forman parte de la Fundación Guayasamín manifestaron que no es únicamente un problema de mantenimiento, porque el Fonsal hace aproximadamente cinco años hizo trabajos de restauración sobre él. Existe filtración de agua en la pared que contiene al mural, para lo cual la misma Fundación presentó una serie de propuestas a la Universidad Central que nunca fueron escuchadas, menos atendidas.
Protección a los trabajadores, fresco del maestro Galo Galecio en el edificio del IESS. ca, resalta. Formada por diminutos mosaicos de brillantes colores se distingue parte de la cara del Libertador en metamorfosis con la silueta del continente sudamericano. Instalado en la fachada frontal del edificio Mariscal Sucre de este centro de posgrados, el mural de Pavel
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Egüez fue originalmente concebido, por orden de Edmundo Carrión (alguna vez gerente de Emelnorte), para un edifico que nunca se materializó. Tras años embodegado, en 1996 fue donado a la institución educativa por pedido expreso del presidente Sixto Durán Ballén.
“La tarea del mural es absolutamente importante en la vida urbana y arquitectónica de las ciudades”, afirma Moya, y en Quito esa tarea está tristemente desvalorizada. En general, el arte público no ha alcanzado la fuerza suficiente para mover a la ciudad hacia un desarrollo artístico óptimo. Tenemos grandes exponentes, fantásticas obras, pero carecemos de infraestructura, generosos
Mural de Pavel Egüez en la Universidad Andina Simón Bolívar. Pasó años embodegado y se lo rescató en 1996. espacios públicos y, primordialmente, falta conciencia ciudadana y cultural. Una iniciativa de la Fundación Museos busca cambiar en algo este problema de fondo mediante una exposición en el espacio público. Un árbol de bronce y cobre entre árboles verdaderos; coloridas bañistas de tamaño sobrenatural, sentadas sobre el pasto; una carrera peculiar de ciclistas metálicos y un centauro de materiales reciclados. Estas son algunas de las esculturas exhibidas en el bulevard de la Naciones Unidas, junto a La Carolina. Sea de día, acalorados por el sol, o de noche con el viento helado obligándoles a abrigarse, una gran cantidad de quiteños, por azar o por decisión se han paseado entre éstas obras pertenecientes a la exposición de arte público Volverte a Ver. Este esfuerzo, ampliamente difundido, catapulta
obras de arte del olvido hacia el presente. Esta exposición pone en primer plano una importante faceta que caracteriza a toda ciudad moderna, y de la que ya se habló hace dos meses en una primera entrega acerca de Quito y su variado arte público: el urbanismo que define a las grandes ciudades integra e incorpora las manifestaciones artísticas.
Otros murales para mirar: • “Primer Vuelo sobre los Andes”, Galo Galecio, Aeropuerto Mariscal Sucre. • “Somos maíz”, Pavel Egüez, Universidad Andina Simón Bolívar, Edificio Manuela Sáenz. • “Imagen de la Patria”, Oswaldo Guayasamín, Palacio Legislativo, Salón del Plenario • Cuatro murales de Eduardo Kingman, en el ex Ministerio de Agricultura, ahora Dirección de Movilización del Ejército.
Intelectuales vs. Espontaneidad Piedad Viteri, organizadora del Festival Arte en la Calle, expresa que el arte público es “cualquier expresión artística en la vía pública, cualquier expresión ciudadana”, relacionado esta máxima con el caso particular del mural se presenta, quizás, una dualidad artística. Por un lado tenemos a los murales de artistas reconocidos nacional e internacionalmente, más ligados a lo intelectual y a lo oficial. Por el otro están las obras de “arte callejero” (grafiti, esténcil) que siguen expresiones espontáneas y más allegadas al lenguaje contestatario Estos últimos en palabras de Viteri, “han tenido un desarrollo amplio, por la variedad creativa de recursos, artistas y técnicas. Son como un medio alternativo de comunicación permitiendo que mucha gente exprese sus ideas e inconformidades”.
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Culturas
Quitofest
diez años de música independiente en la Capital Texto: Tania Rueda • Fotos: Francisco Almeida Ferri tanely_vico@hotmail.com
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erca de 100 mil asistentes formaron parte de la celebración del primer decenio del festival más importante del Ecuador. Agrupaciones locales e internacionales fueron las encargadas de encender el ambiente y de festejar a la escena alternativa e independiente que se dio cita en el QuitoFest 2012. El festival se llevó a cabo durante tres días y se caracterizó por la organización y el compromiso tanto de los organizadores, asistentes y de las bandas participantes. Este año se subieron al escenario quiteño seis agrupaciones internacionales, entre mexicanas, españolas, francesas y colombianas, además de 24 grupos ecuatorianos. La jornada de tres días de música inició el viernes 10 de agosto. Las calles que llevan hacia el Parque Itchimbía, en el centro oriente de la ciudad, lucían cerradas y desde muy temprano ya pululaban los rockeros que llegaban al lugar. El primer día del Festival se dedicó para aquellos que disfrutan de la música más extrema. Las chompas de cuero, parches de grupos predilectos, tatuajes y largas melenas fueron las protagonistas del show. Las bandas que participaron este día fueron Eutanos, Resistencia, Custodia, Cry, Selva, Blacksun, Mortal Decisión, Muscaria desde escenarios locales, The Walking Dead Orchestra desde Francia y Torture Squad desde Brasil. El mosh, baile representativo de los metaleros, no se hizo esperar. Desde la presentación de Eutanos, a las 12:00 del día, hasta el cierre con Torture Squad, a las 21:00, una nube de polvo estuvo presente por el baile desenfrenado de los metaleros, que formó una rueda que no dejó de girar frente al escenario, y ni siquiera el sol de la capital detuvo su movimiento.
The Walking Dead Orchestra llegó al concierto desde tierras francesas y fue la banda revelación de la tarde. Eduardo Meneses, guitarrista ecuatoriano de la banda, hace varios años vive en Francia y regresó al país para tocar en el QuitoFest. “Tocar en el QuitoFest, fue una experiencia increíble, ver a toda la gente con los puños arriba alentándonos fue una sensación indescriptible, lo mejor fue ver que la gente estaba con nosotros, pues es la primera vez que llegamos para tocar, y no será la última”. En su análisis, Latinoamérica es mejor: “después de esta experiencia lo que me llevo es la diferencia entre el publico ecuatoriano y el europeo, el de mi país vive con más pasión la música, se siente mas calor humano,” afirmó Eduardo después del espectáculo. Una de las sorpresas para los rockeros más jóvenes fue el Wall of Death. Este es una variación del mosh y se realiza formando dos bandos, el uno frente al otro, y a la voz del cantante se enfrentan los unos contra los otros, terminando en el ya conocido circulo de energía. Para muchos rockeros llamados de “la vieja guardia” el éxito del festival fue disfrutar de bandas legendarias como lo son CRY de Ambato, quienes desde hace varios años no tocaban en la capital ecuatoriana. Y también ver a Muscaria en escena, que celebraron un año más de música, por supuesto con más música. El segundo día, 11 de agosto, arrancaba con la presentación de los colombianos Ra-La Culebra, quienes fueron los encargados de encender el ambiente de fiesta en el parque y sus alrededores. Seguidos de ellos se presentaron desde la ciudad de Guayaquil, Los Smokings.
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Javier Muller, de Tanque, durante el segundo día del festival en el Itchimbía. Christian Freire, baterista de la banda guayaquileña, afirmó que a pesar del sol que golpeaba a la ciudad, la gente mantenía el ánimo arriba y que pudo sentir el apoyo a la música hecha en el Ecuador, no únicamente por parte de los organizadores, sino también por parte de los asistentes. Entre las agrupaciones que se presentaron en el segundo día de espectáculo se cuentan Lagartija electrónica, Goe, Biorn Borg (quienes anunciaron su separación días después del concierto), el Retorno de Exxon Valdez (a los años), Obrint Pass (desde Cataluña), Tanque y la Rocola Bacalao. El encargado de poner el toque libertario, como en los años 80, fue el reconocido cantante quiteño Jaime Guevara, quien con temas como el “Señor prohibicionista” o “Basta de bestias” dio un claro mensaje a la juventud reunida en el parque. Para terminar, el domingo 12 la fiesta fue a ritmo de ska, hip hop y hasta un poco de salsa, con las bandas, Los Rampses, The LIners, Stich, Los Nin, La Piñata, La Malamaña, Spiritual, Doctor
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Krápula desde Colombia, Kinki desde México, y los ambateños Sudakaya. Para este cierre del festival, las agrupaciones tuvieron mensajes claros en contra de las corridas de toros y la minería industrial. Al respecto, Edgar Granda, vocalista de La Malamaña, expresó su rechazo ante alguna clase de minería legal que se denomine como responsable alrededor del mundo. Esto causó la aprobación con aplausos y silbidos de los más de 20 mil asistentes. Los ambateños Sudakaya, a más de celebrar los 10 años del QuitoFest, anunciaron su separación definitiva como agrupación.
QuitoFest: 10 años de historia. Los organizadores del festival recuerdan cada año del concierto con especial cariño a cada uno de ellos, pues año tras año a mas de experiencia, consiguieron amigos, bandas que saltaron a la escena musical gracias a la oportunidad de presentarse en lo que ahora se ha convertido en uno de los festivales mas importantes de Latinoamérica.
Entre los propósitos está lograr una comunidad musical consolidada, que sea una ventana abierta para las bandas que quieran tocar en un escenario independiente. Pero, según declaraciones de Jalal Dubois, organizador, uno de los principales conflictos para la realización del evento es el aspecto económico, “el presupuesto para la realización del Festival es un problema, por eso invitamos a la empresa privada a que apoye el Quitofest y amplíe su visión sobre las culturas urbanas”. Carolina Carrillo, asistente fiel al QuitoFest, recuerda desde los primeros conciertos en el parque La Carolina, y la manera en que fue creciendo, hasta tener la participación de bandas legendarias como Testament o Angra en los días de metal o de El Cuarteto de Nos y Zoe en los días mas alternativos. “Para mi el QuitoFest ya es una costumbre, en mi casa saben que no se pueden casar o morir en esos días porque yo estaré siempre en el concierto”.
Sofía Abedrabbo, vocalista de la banda Bjon Borg, que se disolvió luego del Quitofest. Primer plano y toma de la despedida de la Rocola Bacalo, la banda más chimba del Ecuador.
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Culturas
Neruda y Carrera Andrade en ocho
cartas Texto: Revista Q
Homenaje a Neruda, tríptico de Ramiro Jácome (Colección Casa de la Cultura / Foto: Martín Jaramillo)
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n su familia, en las reuniones domingueras, en las noches de viernes y en las fiestas de cumpleaños, una dinastía de recitadores ponía en el vehículo sensible de la voz los versos de los grandes poetas. “Era en otro tiempo, en otro sitio, en otro Chile”, nos aclara Abraham Quezada, un chileno “casado con la diplomacia, pero que tiene por amante la literatura nerudiana”. La palabra de Neruda, de la Mistral, de Amado Nervo y de otros autores populares se grabó en el alma del joven Abraham. Y aun cuando ha dedicado su vida a las relaciones internacionales –materia en la que tiene un Doctorado académico y 20 años de experiencia– más de media docena de libros acerca de don Pablo dan cuenta de un interés sostenido. Su último hallazgo han sido ocho cartas inéditas de Neruda, dirigidas al poeta ecuatoriano Jorge Carrera Andrade. Le llamaron la atención los paralelismos entre la vida de dos escritores “del tamaño de su siglo”. Las cartas serán publicadas por editorial Libresa; en el prólogo del libro, el investiga-
dor Quezada da cuenta de varios puntos en común de las biografías de Carrera y Neruda. Ambos fueron militantes de izquierda y tuvieron vida política, ambos se dedicaron a la diplomacia, ambos creyeron que era necesaria una articulación para que los procesos históricos americanos hallaran solución compartida a problemas de raíz común, los dos se centraron en cierto momento de su obra sobre el motivo de las cosas simples y mínimas… Si a esto se le suma que ambos fueron poetas latinoamericanos candidatos al Nobel (el chileno lo ganó en 1971), los paralelismos son pretexto suficiente para una investigación. Al investigador chileno, que en los años 80 debía leer a Neruda clandestinamente en los oscuros años de Pinochet, la correspondencia del poeta le abrió una veta poco explorada entre los cientos de libros y miles de artículos producidos sobre el autor de Canto general. “El hombre se revela en sus cartas, y siempre es poeta. Neruda es poeta en la totalidad de su lenguaje”. Abraham se detiene en su
oficina de la Embajada chilena y reflexiona que “en nuestro tiempo, la historia personal casi no cuenta”, pero los epistolarios de intelectuales como Neruda, que participaron de su proceso son un recurso invalorable para comprender cabalmente una época. En el caso de los años que comprenden las ocho cartas, entre 1938 y 1946, es un período de conmoción mundial. Claro que son ocho cartas de una relación que, por las propias misivas, se descubre que era más frecuente. En todo caso, estos ocho registros dan cuenta de un universo común de intereses y preocupaciones. “Se conocen, leen y aprecian la obra del otro y la promueven” dice Quezada. Los dos se identifican en varios niveles del discurso: su antimperialismo, su conciencia política americana, su respeto a las formas y sensibilidades populares… En las cartas, intercambio de poetas del tiempo de las cartas, se habla mucho de letras y de libros, pero también de otras cosas. En 1943, por ejemplo, Neruda le encarga a Carrera que está en Los
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cuente con sus ideas fundamentales. Un autor que, al menos con la pluma en la mano, no sabía mentir, independientemente de si estaba haciendo cartas o poemas. Quezada permanece “dentro” de la obra del autor que a los ocho o nueve años le conmovió con poema su “Farewell” escuchada en boca de los recitadores familiares. Habitar esa palabra le permite regresar a su país y curarse cada día de la nostalgia, ese mal que aqueja con frecuencia a los diplomáticos, una enfermedad que no pueden permitirse. A Chile viajará este libro ecuatoriano sobre Neruda, y será uno de los lanzamientos estelares a fines de año en la capital austral. Del 28 de octubre al 14 de noviembre, Ecuador es el invitado de honor a la Feria del Libro de Santiago. En el stand de la feria, convocados por la fe de este monje secreto dedicado a la vida de su poeta, Neruda y Carrera se visitarán, fantasmas conocidos que nos hacen sentir, dondequiera, como en casa…
Los poetas Neruda (arriba) y Carrera Andrade, representanes de una misma generación de la literatura americana / Fotos: Archivo Nacional Ángeles unas caracolas, de las que detalla el nombre científico en latín, que declara “necesarias para mi océano personal”, refiriéndose a su colección de conchas, una de las muchas que el poeta chileno con alma de niño nutrió a lo largo de toda su vida. En el mismo año, el poeta chileno le envía una copia de “Alturas de Machu Picchu”, uno lo de los poemas más célebres de los que integrarían el Canto general. En el año 46 deciden suprimir el trato de Usted en las cartas, y comienzan a tutearse. Quezada, minucioso seguidor de la biografía nerudiana y sus circunstancias, anota que los dos poetas sin duda se conocieron personalmente en los años 50. Es de suponer que intercambiaron
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más cartas, y sobre estos documentos el experto es optimista. “Prefiero pensar que hay cartas no encontradas, antes que cartas perdidas”. Y quisiera explorar en archivos de Estados Unidos, donde Carrera fue profesor universitario. Y tener acceso a archivos familiares que confía alguien habrá conservado. Es un viaje, una aventura, en la que Abraham Quezada no tiene apuro. En esas cartas, el amante de la obra nerudiana encuentra una raíz profunda de su obra creativa. “Las cartas son contra-discursivas, indican las motivaciones y las búsquedas”. Y para Quezada es satisfactorio encontrarse con el autor de cuerpo entero, conse-
Quito
eterno 10 años
Texto: Lenin Robles Collahuazo
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uito Eterno nació con las aspiraciones de quiteños y quiteñas por construir una ciudad del tamaño de sus sueños. Por eso nos gusta decir que Quito Eterno nació desde la gente, del ciudadano preocupado por el lugar que ama. En el año 2000 un grupo de habitantes del Centro Histórico empezó a reunirse y realizar proyectos para mejorar la calidad de vida y generar una apropiación ciudadana del sector. El interés se centró en los jóvenes: Guadalupe de Paimann y Daniel Bryan decidieron convocar a voluntarios que ayudasen a diseñar un proyecto de jóvenes, para los jóvenes. Esas ideas se concretaron con lo que consideramos el evento fundacional del proyecto: el primer recorrido teatralizado se realizó el 28 de septiembre de 2002.
lrobles@quitoeterno.org
Con el entusiasmo y apoyo de Guadalupe, así como con la creatividad y compromiso de Daniel, las ideas fueron cobrando forma. Guadalupe realizó los primeros enlaces con algunas de las instituciones patrimoniales del entorno y Daniel, como director de teatro, realizó algunas de las primeras propuestas artístico-educativas de lo que más adelante serían las “Rutas de Leyenda”. Así mismo, el decidido apoyo brindado por el Presidente de la Corporación del Centro Histórico, Bernardo Mantilla, fue fundamental para el crecimiento de la propuesta. A inicios de 2002 el grupo se volvió estable con seis personas: a los dos primeros se sumaron Belén Noroña, Andrea Romero, Pablo Boada y Adriana Acero. A este grupo es al que conside-
ramos el germen fundador de Quito Eterno. Durante seis años, gracias a la generosidad del Hotel Real Audiencia, el proyecto funcionó en dos habitaciones de dicho hotel. Cada año se realizaron convocatorias públicas para reforzar el equipo de guías facilitadores. Cada una de estas personas aportó con sus experiencias, sus sueños y su sensibilidad al mejoramiento continuo del proyecto. En 2009 el programa educativo Quito Eterno se convirtió en Fundación y cambió sus oficinas a la calle Flores, sin abandonar jamás la ciudad de nuestros amores. En estos diez años hemos trabajado con más de 70 mil estudiantes y 30 mil adultos, desarrollando más de 30 proyectos distintos; hemos montado tres obras de teatro, con alrededor de 30 personajes.
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IMPERDIBLES Literatura
agenda cultural
Voto adolescente
Quito ciudad de letras
Yo soy la Juani
Los lunes al sol (2002)
Se presentará el libro denominado El voto de los adolescentes en el Ecuador del autor Pablo Ayala Román
Encuentro literario internacional para el intercambio de ideas y experiencias en torno al quehacer literario.
Juani, una adolescente, tiene problemas en su casa y discute con su novio; no hay quien le aguante.
Centro Cultural Benjamín Carrión
Centro Cultural Benjamín Carrión
Teatro México
La película relata la vida cotidiana de un grupo de trabajadores que afrontan el desempleo con malestar, miedo, desesperanza y frustración.
Miércoles 12 de septiembre
Del el 19 al 21 de septiembre.
19h00
Todo el día
Entrada libre
Entrada libre. Contactos: 2223-604
Espinosa académico Incorporación del doctor Simón Espinosa a la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Centro Cultural Benjamín Carrión Jueves 13 de septiembre 18h00 Entrada libre. www.ccbenjamincarrion.com
6 de septiembre Horario: 19:30 Entrada gratuita Festival Cine Sordo Primera plataforma en el país y en la región para la exhibición de películas con apoyos para personas sordas. Hay una programación académica en este marco. Alianza Francesa Desde el 29 de septiembre Distintos horarios. www.festivalcinesordo.com
Teatro México 12 de septiembre 19:30 Entrada Libre. Azul Oscuro Casi Negro Azul Oscuro Casi Negro es un estado de ánimo, un futuro incierto, un color que, según el prisma con que se mire, cambia. Teatro México 26 de septiembre 19:30 Entrada Gratuita
Cine El chelista mexicano
Carlos Prieto
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Este artista mexicano uno de los chelistas más respetados de su generaciòn. Interpreta con frecuencia las obras compuestas para él por otros compositores latinoamericanos, estadounidenses y europeos.
Aparte de su exitosa carrera como chelista, Carlos Prieto también es un destacado escritor e investigador. Sus libros más destacados son “Las aventuras de un violonchelo”, y “Cinco mil años de palabras”.
Prieto toca un chelo Stradivarius, llamado El Piatti, y que el propio intérprete apoda afectuosamente Chelo Prieto. Es promotor de la música contemporánea realizada con instrumentos tradicionales de compositores latinoamericanos.
Teatro Nacional Sucre Fecha: 21 de septiembre Hora: 19:30 Evento Gratuito
El violín delicado de
Hilary Hahn Cuando en 1995 deubtó internacionalmente, Hillary Hahn ya era ya una violinista seria, pese a su juventud: comenzó a estudiar violín un mes antes de cumplir 4 años, en el conservatorio Cacabody. En aquel debut de 1995, junto con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera bajo la dirección de Lorin Maazel interpretó el Concierto para violín y orquesta de Beethoven.
Teatro Nacional Sucre Fecha: 15 de septiembre Hora: 19:30 Entradas desde: $50.00 Entradas hasta: $100.00
Los Monks
Teatro Variedades
“Sin Retorno”
La banda galapagueña de rock alternativo, en el escenario del Pobre Diablo junto a Equis y Los Angeles de Chatham. Fecha válida para su gira nacional 2012.
Los Monks se van al Diablo!, un espectáculo con los Swing Original Monks en El Pobre Diablo.
20 septiembre
Bar El Pobre Diablo
Cumbancheros Orquesta
La banda de power metal melódico Southern Cross invita al lanzamiento de su más reciente producción fonográfica.
Sábado 8 de septiembre Entrada: $6.50
Cumbanchero es un término que se usa en las Antillas para calificar a las personas parranderas, joviales y fiesteras.
Plume vuelve a Quito
Teatro México
La cantautora francesa Plume visita el país por segunda vez para compartir su música con el público quiteño, en el marco del V Encuentro Internacional de Canción de Autor.
20 de septiembre
Bar El Pobre Diablo Jueves 6 de septiembre 22:00 Entrada: $6.50
22:00
Teatro Variedades 30 de septiembre 19:30 Entrada: $5 Música como cuadros Nacho Gómez comenzó su carrera en Chile donde fue parte del grupo La Banda del Gnomo, con quienes ganó el Festival de Rock de Chile.
19:30 Entrada: $15
19:30 Entrada: $7 Stringway to Heaven Un tributo a Led Zeppelin con la participación de músicos de alto nivel y experiencia, bajo la guía de 301 producciones y Chico Garcés. Teatro Variedades 21 de septiembre 19:30 Entrada: $15
22 de septiembre. 19:30 Teatro México
Música
Arkabuz con invitados
Entrada: $ 3 Canción de Autor La quinta edición anual del Encuentro Internacional de Canción de Autor se presentará entre los días 26 y 30 de septiembre en las ciudades de Quito, Cuenca, Manta y Riobamba. Más información en: www.canciondeautorecuador. blogspot.com Teatro Variedades Del 28 al 30 de septiembre 19:30 Entrada: $ 5
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Blonde Redhead avant rock desde la ciudad de Nueva York Teatro Nacional Sucre Fecha: 26 de septiembre Hora: 19:30 Entradas desde: $30.00 Entradas Hasta: $50.00
Blonde Redhead es una banda de rock alternativo, formada originalmente por la japonesa Kazu Makino (guitarra y voz), Maki Takahashi (bajo) y los gemelos italianos Simone Pace (batería) y Amedeo Pace (guitarra y voz) en 1993. Ofrecen un sonido sofisticado, que combina guitarras disonantes, cambios de ritmo y de tonalidad repentinos, con la
aguda voz de Makino y un estilo muy especial de hacer música. Su nombre viene del nombre de una canción de la banda ochentera DNA. En 1995 lanzaron su álbum debut, “Blonde Redhead”, que fue producido por Steve Shelley, baterista de Sonic Youth, banda con la que han sido muy comparados.
Teatro SUDAKA
Kitwa
Neruda y Alegretto en viaje
El 5to Festival de Teatro Latinoamericano Sudaka tiene como objetivo la construcción de nuevos públicos.
Espectáculo de danza relacionado con las culturas ancestrales. Teléfono de contacto: 2230-609 / 084177-699 / mmindalae@gmail.com
Teatro de muñecos inspirado en la figura del poeta chileno y su relación con la naturaleza.
Plaza del Teatro – Teatro Variedades
Museo Mindalae, Reina Victoria N26-166 y la Niña
Del 4 al 8 de septiembre
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Funciones: 19:30
Del 1 al 16 de septiembre 11:30 Entrada: $5
12h00.
Entrada: $ 6
Patio de Comedias
Costo: $ 3 público en general, $ 1.50 niños, estudiantes y tercera edad. El asalto del siglo
Música para pelucas
Obra que historia de Chuvi, un ladrón de mal carácter y poca suerte que quiere trascender como el mejor malhechor de todos los tiempos. Con Carlos Gallegos.
La bailarina Talía Falconí, radicada en México, visita el país tras varios años de ausencia con un espectáculo que incluye danza, música, teatro, elementos circenses, escenográficos y audiovisuales.
Auditorio Boris Vian (Alianza Francesa)
Teatro Variedades
Miércoles 19 de septiembre
13 y 14 de septiembre
19h30
19:30
Entrada: $5
General: $9 - Estud.: $4,50.
Teatro y danza 78
Talleres y lanzamientos Danzarte, danza para niños de 7 a 15 años El objetivo del curso es desarrollar las capacidades motoras a través de la técnica del ballet, sentido musical, la creatividad, la interpretación y el gusto por el arte. Casa de las Artes La Ronda, Juan de Dios Morales 999 y Guayaquil Todos los sábados De 09h00-12h00 Evento gratuito. Información: 2957939
Taller de música
Conversatorio
Taller de Ciencia Ficción
Taller de bajo eléctrico, batería, guitarra eléctrica, canto y saxo, dictado por el grupo de rock cubano Médula.
La fiesta del Quilla Raimi inicia con el equinoccio, este 23 de septiembre, es la época de la fecundidad y la fertilidad de la tierra.
Espacio para perfeccionar las destrezas narrativas en la escritura de cuentos de Ciencia Ficción, dirigido a todo público.
Museo Mindalae, Reina Victoria N26-166 y la Niña.
Centro Cultural Benjamín Carrión (Jorge Washington E4-42 y Ulpiano Páez)
Centro Cultural Benjamín Carrión (Jorge Washington E4-42 y Ulpiano Páez) Lunes 03 y martes 04 de septiembre. De 15h00 a 20h00
22 de Septiembre 12:00.
Actividad gratuita
Costo: $ 3 público en general, $ 1.50 niños
Niños Proactivos
Psicoanálisis
Un evento para niños de 7 a 12 años que busca desarrollar sus capacidades cognitivas.
El fenómeno de la-s violencia-s desde el psicoanálisis. Un caso: la violencia en las pandillas. Con María Victoria Clavijo y Mauro Cerbino.
Casa de las Artes La Ronda, Juan de Dios Morales 999 y Guayaquil. Miércoles a viernes de 14H3016h45, Sábado de 8h30 - 10h30 ( 1er grupo) 10h30 -12h30 (2do grupo)
Del 07 de septiembre al 26 de octubre. Horarios: todos los viernes, de 17h00 a 19h00 Evento gratuito. Contactos: 2221-895
Alianza Francesa Martes 11 de septiembre, 19:30 Entrada gratuita
Actividad gratuita. Información: 2957-939
Cuerdas y ritmos con
Gilberto
Gil
Gilberto Gil tiene un papel clave en el proceso constante de modernización de la música popular brasileña. Esté en la escena desde hace 49 años. Ritmos del nordeste de Brasil como la balada, la samba y la bossa nova fueron fundamentales en su formación. Utilizando esa influencia como punto de partida, Gil forja su propia música, incorporando rock, reggae, funk y ritmos de Bahía, como el afoxé.
Teatro Nacional Sucre • Fecha: 09 de septiembre Hora: 18:00 Entradas desde: $25.00 Entradas Hasta: $60.00
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Teatro delle Radici
Track
“Hacemos crack porque somos sólo la réplica de nosotros mismos, porque somos sólo sangre rabiosa pero no tenemos ni las pelotas ni la lealtad de defender una idea, un movimiento, una ilusión o la diversidad de una mutación. Hacemos crack porque hemos permitido a nuestro corazón de distraerse. Tenemos que hacer crack porque no somos otra cosa que el simulacro de un sueño... y saberlo, hace daño.
Fecha desde: 11 de septiembre Fecha hasta: 12 de septiembre Hora: 19:30 Entrada: $10
“Fin de mundo”
Pasión tornasol
“Pablo Neruda y Francia”, una muestra de la vida de Pablo Neruda y su especial relación con Francia.
La muestra Pasión Tornasol de Diego Buitrón llega a la Casa de las Artes en la Ronda cargada de interpretaciones cromáticas sobre la pasión y el placer de vivir.
Alianza Francesa Quito, Eloy Alfaro N32-468 y 6 de Diciembre 12 de septiembre. 19h30
Exposiciones
Teatro Variedades
Contacto: 02-224 65 89 / 224 65 90 México entre nosotros Acuarelas de Diego Rivera sobre el Popol Vuh, fotografías de ciudades mayas e imágenes de la Revolución Mexicana Centro Cultural Metropolitano, Salas I, II, III y VI Hasta el 17 de septiembre Martes a sábado de 09h00 a 17h30, domingos de 9h30 a 15h00, Entrada libre
Casa de las Artes La Ronda (Juan de Dios Morales 999 y Venezuela) Desde el 7 de septiembre Martes a jueves de 9h30 a 19h00, viernes y sábado de 9h30 a 22h00 y domingo de 9h30 a 15h00. Entrada libre.
Bicentenario de la Primera Constitución de Quito Visite el Centro Cultural Metropolitano y conozca un poco más sobre nuestra historia. Patio Sur del Centro Cultural Metropolitano Muestra permanente Martes a sábado de 09h00 a 17h30, domingos de 10h00 a 13h30. Entrada libre. Eugenio Espejo y la Constitución de Quito La promulgación de la Constitución del Estado de Quito en 1812, es un hito histórico trascendental en el proceso revolucionario años atrás con las ideas de Eugenio Espejo.
Jaime Garcés Molineros muestra los últimos diez años de su trabajo artístico con tres rasgos importantes: el movimiento y ritmo de la naturaleza, el color y el abstracto. Centro Cultural Itchimbía Hasta el 9 de septiembre de 2012 Lunes a domingo de de 09:00 a 17:30 Entrada libre. Pasado Ecléctico José Fonseca y una exposición que muestra una de las partes más importantes de la historia de la economía ecuatoriana
Centro Cultural Metropolitano
Casa de la Fundación Teatro Sucre
Exposición permanente
6 al 23 de septiembre
Martes a sábado de 09h00 a 17h30, domingos de 10h00 a 13h30.
10:00 a 16:30
Entrada gratuita.
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Intuición de luz
Entrada gratuita.
“Descubriendo el Arte” Este curso permitirá explotar la capacidad creativa de sus hijos. Los niños van descubriendo el arte de dibujar, mirar, sentir e investigar a través de la pintura.
Exposición: LINK: arte, investigación y docencia Obras de docentes-artistasinvestigadores de la Carrera de Artes Visuales de la PUCE (Ecuador) y de la Facultad de Artes de la PUC (Chile).
Casa de las Artes La Ronda
Centro de Arte Contemporáneo
Actividad permanente
Del 11 de septiembre al 15 de octubre
Sábado de 09h00-10h30 (1er grupo), 10h30-12h00 (2do grupo), Curso Gratuito Información: 2957939.
De 09:00 a 17:00
MIC móvil: Pasaje DeMente
El doctor Descalzi
Una emocionante experiencia que pone a prueba a tus sentidos. Pasaje DeMente está ambientado en una calle del tradicional barrio de Chimbacalle.
Conozca detalles sobre la vida del ex director del hospital San Juan de Dios, contada con imágenes proporcionadas por sus familiares.
CDC Carapungo (Leonidas Plaza y Francisco Robles) De miércoles a domingo
Entrada gratuita
De 9:00 a 13:00 y de 15:00 a 19:00
Horizontes variables
Entrada gratuita
Exposición antológica y retrospectiva del artista ecuatoriano Mauricio Bueno
Gymkana sobre la historia de Quito
Centro de Arte Contemporáneo
Del 19 de septiembre al 18 de noviembre 2012
Museo de la Ciudad (García Moreno y Rocafuerte) 18 de septiembre al 18 de octubre www.museociudadquito.gob.ec
Vive la historia de Quito a través de un divertido juego de pistas y acertijos dentro del Museo de la Ciudad.
De 09:00 a 17:00
Museo de la Ciudad (García Moreno y Rocafuerte)
Entrada gratuita
16 de septiembre De 09:00 a 17:00 www.museociudadquito.gob.ec
Una versión uruguaya de
Antígona Teatro Nacional Sucre Fecha: 16 de septiembre Hora: 18:00 Entrada: $10.00
A partir de Antígona de Sófocles y con testimonios de ex presas políticas, hijas y exiliadas de la dictadura militar uruguaya surge ANTÍGONA ORIENTAL, obra que se completa con la intervención de la dramaturga uruguaya Marianella Morena, y que se estrenó en Montevideo en enero 2012, bajo la dirección de Volker Lösch.
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VOTA EN www.n7w.com
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El Quito que queremos