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ESPECIAL BICENTENARIO

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BANRURAL

BANRURAL

Por Angie López Arias

Oportunidad de oro para enrumbar a la región

En 200 años de Independencia, nuestros países crecieron a ritmos distintos, por lo que los expertos llaman a una integración real para evolucionar como bloque, sumando esfuerzos y recursos.

Alcanzar 200 años de vida independiente es, sin duda, un gran acontecimiento, pero más allá de celebrar, nuestros países deben aprovechar la oportunidad para unirse y replantear el rumbo que debe tomar la región y así superar los desafíos que enfrenta desde hace dos siglos.

La pobreza, el narcotráfico, la inseguridad, el crimen organizado y la corrupción son tan solo algunos de los problemas que arrastra Centroamérica, los cuales empeoraron con la pandemia por el COVID-19, provocando un enorme retroceso en los avances presentados y empina el camino de los retos por superar en los próximos años.

“El informe del Estado de la Región plantea que el Bicentenario de la Independencia y los 30 años del SICA (Sistema de Integración Centroamericana) encuentran a Centroamérica en una situación de extrema complejidad, sumada en la peor crisis de las últimas tres décadas”, comenta Alberto Mora, coordinador de investigación del Estado de la Región.

Este estudio lo realiza el Programa Estado de la Nación, un centro de investigación participativa e innovación para la promoción del desarrollo humano sostenible, que pertenece al Consejo Nacional de Rectores (CONARE) de las cinco universidades públicas de Costa Rica.

Atrasos

De acuerdo a Mora, esta crisis es el resultado de rezagos históricos que han tenido los países en materia, por ejemplo, de desarrollo institucional y político, así como a dificultades sociales, ambientales y políticas. Una muestra es que para el 2019, es decir, antes de la pandemia, en Honduras, siete de cada 10 personas eran pobres.

“Ya estábamos con rezagos históricos que se vieron agudizados por el retroceso en materia institucional y política, sobre todo durante los últimos años y vino la pandemia, que generó este rápido y acelerado retroceso en materia económica y social, entonces, la convergencia de todo esto pone a la región en una compleja y difícil situación”, afirma Mora.

Sin embargo, ha habido avances importantes. En 2020, la mayor parte de los países centroamericanos, excepto Costa Rica, tuvieron la tasa de homicidios más baja de los últimos 10 años, y en materia ambiental, todos los países, menos Panamá, lograron incrementar la proporción de energía eléctrica generada con fuentes renovables.

“Hay avances, pero son muy puntuales”, recalca Mora.

Isla de Roatán, en Honduras.

Esperanza

Si bien el panorama podría parecer poco esperanzador, Centroamérica ha mostrado en otros momentos más críticos una increíble resiliencia, por lo que, si se logró salir adelante antes, también se podrá ahora.

“Hace 40 años estábamos sumidos en la guerra, un conflicto armado con regímenes autoritarios, pero aún en condiciones tan complejas como esas, con economías básicamente de autoconsumo, con pocos vínculos con los mercados internacionales, actores de muy diversa naturaleza se pusieron de acuerdo y lograron rescatar al istmo de esa situación”, explica.

Según Mora, hoy la región está en mejores condiciones que en aquel entonces, por lo que es momento de emprender acciones que le permitan enfrentar la grave situación en la que se está e impulsar el desarrollo.

Actualmente, la población está más educada, las economías son más diversificadas y la coyuntura del bono demográfico favorece más, siempre y cuando se invierta en las personas para que tengan acceso a la salud, a la educación y a oportunidades de empleo de mejor calidad, para dar un salto en lo económico y social.

“Para lograr salir de esta situación, la responsabilidad de los líderes políticos, económicos y sociales es indelegable y determinante para evitar convertir esta coyuntura en una frustración que perpetúe la existencia de ganadores y perdedores”, explica.

La ciudad de Granada, en Nicaragua, es una de las principales ciudades coloniales de la región.

Superar retos

Víctor Hugo Acuña, doctor en historia, comenta que Centroamérica debe trazarse como meta superar los desafíos que carga y que, más que celebrar, el Bicentenario debe ser una oportunidad para analizar los futuros posibles y pensar qué hacer al respecto.

“La gran promesa de la Independencia fue hacer una República Centroamericana que iba a ser prácticamente el centro del mundo, iba a ser un emporio y eso solo quedó en el papel. A partir de ese momento Centroamérica empezó a conocer ciclos recurrentes de dictaduras. Desde hace 200 años hay un déficit democrático, un déficit ciudadano muy importante y profundas desigualdades sociales y de carácter ético”, especifica.

“Cuando uno mira la historia centroamericana, uno podría decir que Centroamérica fue capaz, sobre todo en la década del 60, de resolver algunos problemas en el campo educativo, a pesar de que sigue habiendo tasas de analfabetismo altas”, indica.

Torres de energía eólica, en las montañas de Costa Rica.

“Centroamérica tiene dos problemas fundamentales que los muestra bien el bicentenario: falta democracia y perspectiva de mayor equidad social. Cuando hay países con porcentajes de pobreza del 40%, 50% de la población, qué perspectivas hay, sobre todo en la época de la globalización y en un momento post COVID”, se cuestiona Acuña.

LA INSEGURIDAD, LA POBREZA Y EL NARCOTRÁFICO SON RETOS POR SUPERAR PARA CENTROAMÉRICA

Unión

Una verdadera integración de los países centroamericanos es vital para poder avanzar, pues el actuar de manera coordinada y conjunta en ámbitos que son clave para el desarrollo generaría mejores resultados al optimizar los recursos y los esfuerzos.

“A lo interno de la región cada país se ve como un universo en sí mismo, pero desde afuera de la región nos ven como bloque, cosa que ni siquiera nosotros mismos somos capaces de visualizar”, detalla Alberto Mora, coordinador del Estado de la Región, quien agrega que desde 1821 había diferencias importantes en cada uno de los territorios respecto a la institucionalidad y la configuración de las economías y sociedades.

Palacio Nacional de la Cultura, en CIudad de Guatemala.

“Como resultado hoy vemos estados muy distintos entre los países. Por un lado, un estado como el costarricense que tiene más de 200 instituciones públicas en relación con otros estados como los de Guatemala, Honduras y Nicaragua, donde hay menos de 100 instituciones públicas y esas diferencias se expresan en su capacidad financiera. Si sumamos el presupuesto de todos los estados en Centroamérica alrededor de un 40% se concentra en el estado costarricense”, asegura Mora.

Lo cierto es que en momentos como los actuales, una verdadera integración es importante, pero sobre todo necesaria para enfrentar la pandemia; para compra conjunta de medicamentos, para pensar en estrategias de reactivación económica, para luchar contra el narcotráfico y el crimen organizado y para proteger las especies que se mueven por corredores biológicos y trascienden fronteras.

“En los 200 años de Independencia debemos reconocer ese origen común geográfico, los rasgos compartidos en nuestros países, las oportunidades que también son compartidas y que quizá la única forma de aprovecharlas es hablando y coordinando entre nosotros. Debemos reconocer en las diferencias una enorme riqueza”, asevera Mora.

Ruinas de Tikal, en Guatemala.

MOMENTOS CLAVE

1821

Intependencia

1840

Fracaso de la República Federal.

1856- 1857

guerra contra los filibusteros de William Walker.

Década de 1870-80

Nace una Centroamérica agropexportadora.

Década del 1930

Crisis de donde surgen las dictaduras en la región.

Década del 1940

Cayeron las dictaduras y se abren periodos de reformas sociales y económicas y Centroamérica.

70´s - 80´s - 90´s

Época de guerras y revoluciones que abrieron transiciones democráticas que fracasaron.

Época del Bicentenario

Crisis de la democracia y de estados en América Central.

Fuente: Víctor Hugo Acuña, doctor en historia.

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