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INDUSTRIA ALIMENTARIA
Por. Karla Echavarría Barrantes
Industria alimentaria en Centroamérica
Está en constante evolución, cada vez es más innovadora, creativa, sostenible y está pendiente de las preferencias de los consumidores.
La industria alimentaria de América Central es dinámica, diversa y poderosa. Se ha convertido en uno de los motores más importantes de las economías regionales y la fuente de la generación de empleo para miles de familias centroamericanas.
Esta industria contribuye de manera significativa con el importante volumen de exportaciones que mueve. Centroamérica cuenta con una amplia variedad de productos agrícolas debido a su diversidad climática y geográfica y la industria está integrada por cadenas de valor que están interconectadas y que abarcan la producción, el procesamiento, la distribución y la comercialización de alimentos y bebidas.
Mario Montero, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA), afirma que en Centroamérica la industria alimentaria y de bebidas es el sector más industrial dentro del área manufacturera. “En Costa Rica, por ejemplo, representa aproximadamente el 40% de la producción manufacturera del país; cerca del 5% del Producto Interno Bruto en materia de producción”.
Según Montero, en el sector de las exportaciones, se está cerca de los US$2.300 millones, siendo precisamente Centroamérica el principal mercado de exportación, donde se envía prácticamente la mitad de todo lo que el sector exporta, lo que quiere decir, que el 50% de la industria va destinado a Centroamérica.
En materia de cifras hay que destacar que Guatemala se mantiene a la cabeza y lidera el primer lugar como empleador regional de la industria alimentaria con cerca de 100 000 empleos.
En el caso de El Salvador un reciente estudio publicado por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca) reveló que el país se convirtió en el mayor exportador de bienes creativos, también llamada economía naranja. A escala centroamericana representó un valor de US$148,5 millones para la economía salvadoreña en el 2022, cifra que representa el 46,1% de las exportaciones totales de la región.
Además, un tercio del PIB representa el rubro de la industria de alimentos, un sector de gran peso al igual que en Honduras donde un importante número de familias viven de la agricultura.
A lo largo de la última década, la industria cárnica de Nicaragua se ha fortalecido y representa más del 9% del PIB. Esta cifra, conforma más del 25% de total de divisas, y les ha permitido generar más de 600 000 empleos directos y otros miles de indirectos, así como aumentar el porcentaje de las exportaciones.
En Panamá más de 148 000 empleos genera el subsector de alimentos dentro de la industria manufacturera del país canalero.
Como bloque, Centroamérica genera importantes exportadores de productos agrícolas, como café, banano, azúcar, y frutas tropicales, por citar algunos. Estas exportaciones agrícolas se han convertido en una fuente importante de ingresos permanentes y divisas para la región.
Existen algunos desafíos que la industria de alimentos de América Central debe afrontar para adaptarse a las tendencias globales como el acceso a la tecnología, los costos de producción y los distintos marcos regulatorios.
Dannia Bolaños, gerente de Investigación y Desarrollo de Dos Pinos, afirma que “a pesar de estos desafíos, la industria alimentaria de Centroamérica está mostrando un compromiso con la innovación, la creatividad, la sostenibilidad y el enfoque en alimentos y bebidas saludables. Esta tendencia es positiva para el desarrollo del sector y para la salud y el bienestar de la población”.
En este punto, Bolaños hace énfasis en otro ingrediente vital. Se trata del creciente peso que tiene para la industria la opinión y los gustos de los consumidores.
Las empresas están utilizando diversos métodos para recopilar información sobre las necesidades y preferencias de los consumidores para tomar decisiones sobre el desarrollo de estos nuevos productos.
“La opinión de los consumidores pesa mucho y juega un papel cada vez más importante en la elaboración de nuevos productos. Por ejemplo, en el caso de Dos Pinos, anualmente, el equipo de Investigación y Desarrollo estudia entre 200 y 300 ideas de productos, de los cuales más de 80 se integran al portafolio de mercado de la Cooperativa, que suma actualmente 900 variedades. La amplia oferta incluye el desarrollo de alimentos funcionales, especialmente diseñados para satisfacer las necesidades nutricionales de las personas en cada etapa de su desarrollo, ajustando sus presentaciones y sabor a los más diversos gustos y estilos de vida, de acuerdo con las tendencias de consumo”, detalla la investigadora.
De acuerdo con los expertos, el futuro de la industria alimentaria en Centroamérica estará marcado por la sostenibilidad, la innovación tecnológica, los cambios en los hábitos alimentarios, la globalización, la resiliencia ante el cambio climático y el desarrollo de cadenas de valor regionales. La capacidad de la industria para adaptarse a dichos cambios y aprovechar todas las oportunidades será fundamental para su éxito y expansión a largo plazo.
CIFRAS DE IMPACTO
Industria latinoamericana de alimentos y bebidas:
• Más de US$180.000 millones en exportaciones.
• Generados por más de 4,5 millones de trabajadores ubicados en unas 200 000 unidades productivas.
• Mayoritariamente del sector de micro y pequeña empresa, a lo largo y ancho de América Latina y del Caribe.
• Representa cerca del 38-40% de la producción manufacturera de todos los países.
ASÍ ES NUESTRA INDUSTRIA DE ALIMENTOS
• Diversa, dinámica y en constante evolución.
• Muy productiva gracias a la variedad de climas y geografías.
• Ofrece muchos productos agrícolas que van desde frutas tropicales como mangos, piñas, plátanos hasta granos básicos como maíz, frijoles y arroz.
• Marcada por una significativa participación de pequeños productores.
• Enfocada en una creciente atención a la sostenibilidad y el turismo gastronómico.
• Aumenta la preferencia por productos saludables y sostenibles.
• La tecnología cada día tiene más impacto en los procesos.
• Más marcas ofrecen productos variados, nuevos y sanos.
• Crece la necesidad de transformar hábitos de consumo para alcanzar una vida más saludable.
• Hay grandes productores de materias primas.
• Las empresas han abierto nuevos canales de comercialización.
• Han crecido las exportaciones.
• Evoluciona de cara al futuro y apuesta por las innovaciones.
• Las certificaciones y sellos de calidad tienen un peso considerable en la percepción del consumidor.
• Muchos procesos de transformación en la industria también incluyen la fortificación de productos y la mejora de su valor nutritivo.
CONSUMIDOR Y SUS HÁBITOS
• Está muy bien informado.
• Gran protagonista de las decisiones.
• Se ha vuelto más exigente y analítico.
• Cada vez es más consciente de su huella ambiental.
• Busca experiencias más personalizadas.
Fuente: expertos consultados.