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EDUCACIÓN

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Por Karen Retana Barboza

Educación integral desafía enfoques tradicionales

Este tipo de modelo busca que las personas sean capaces de cuestionar lo establecido, de buscar nuevas formas de pensar, actuar y regular sus emociones.

Más allá de los tradicionales métodos de enseñanza centrados en el rendimiento académico, la educación está siendo reevaluada para incluir un enfoque integral que abarque el desarrollo emocional, social y físico de los estudiantes.

La premisa central de la educación integral es que la formación de los individuos va más allá de los contenidos académicos y debe fomentar también habilidades que permitan a los estudiantes enfrentar el mundo de manera efectiva. Este enfoque busca preparar a los niños y jóvenes para las exigencias del mundo moderno, como también para ser ciudadanos empáticos, resilientes y socialmente responsables. Expertos en educación destacan que este cambio es crucial para mejorar el bienestar general de los estudiantes y para construir una sociedad más equitativa.

“Las personas con habilidades socioemocionales desarrolladas están mejor equipadas para manejar los retos cotidianos, establecer relaciones personales positivas y tomar buenas decisiones. Estas habilidades tienen que desarrollarse desde temprana edad”, explicó Alejandra Rojas, sicóloga especialista en niños y jóvenes.

La integración de competencias emocionales y sociales en el currículo escolar podría transformar la forma en que se educa a las futuras generaciones.

En este contexto, se abre un debate sobre cómo implementar de manera efectiva estos cambios en los sistemas educativos actuales, desafiando las prácticas tradicionales y proponiendo una visión más holística del aprendizaje.

Aplicar lo aprendido

Una de las formas más efectivas de promover la educación integral es a través de actividades prácticas. La teoría es importante, pero poner en práctica lo aprendido es fundamental para el desarrollo integral de los estudiantes. Por ejemplo, se pueden realizar dinámicas de grupo que fomenten la comunicación, la empatía y la resolución de conflictos.

De esta manera, se estarán fortaleciendo las habilidades sociales de los alumnos, se les enseñará a trabajar en equipo y a respetar las ideas de los demás.

La integración de la educación integral en el plan de estudios es clave para su éxito. En Matemáticas, por ejemplo, se podrían incluir actividades para gestionar el estrés asociado con el aprendizaje de conceptos complejos. En Español, se pueden analizar textos que fomenten la empatía y la comprensión emocional. Asimismo, la Educación Física además de promover un estilo de vida saludable, también enseña habilidades de trabajo en equipo y liderazgo.

LA EDUCACIÓN INTEGRAL PROMUEVE LA REFLEXIÓN CRÍTICA Y EL PENSAMIENTO CREATIVO

Seres humanos integrales

La educación emocional, por ejemplo, ayuda a los alumnos a conocer sus emociones y a gestionarlas de manera saludable, lo que les permitirá relacionarse de forma más efectiva con los demás. Además, la inclusión de actividades deportivas y de educación física promueve un estilo de vida saludable y también fomenta el trabajo en equipo, la toma de decisiones y la resolución de conflictos.

A criterio de la psicopedagoga Melyssa Segura del Centro Integral One to One, la inteligencia emocional viene a aportar positivamente al desarrollo del aprendizaje. Se conoce como inteligencia emocional a la capacidad de percibir con exactitud, valorar y expresar emociones. También es la capacidad de encontrar y/o generar sentimientos cuando éstos faciliten el pensamiento y poder comprender y regular las emociones para promover el crecimiento emocional e intelectual.

“Esto permite que las personas mejoren sus conductas y actitudes en el entorno de aprendizaje y se desarrollen habilidades como autoconciencia, autoestima, autocontrol, empatía, comunicación y escucha asertiva. Es de suma importancia permitir que los estudiantes comprendan las emociones que experimentan frente a las situaciones que atraviesa, así como entender que es posible sentir diversas emociones”, explicó Segura.

Las estrategias para promover la educación integral en el aula incluyen dinámicas de grupo, actividades deportivas y técnicas de relajación.

La educación integral promueve también la reflexión crítica y el pensamiento creativo, lo que permite a los estudiantes abordar de manera innovadora los problemas complejos que se enfrentan en la actualidad.

COMPETENCIAS PARA LA VIDA

Las habilidades transferibles se desarrollan a lo largo de la vida, a través de diferentes modalidades y en diversos contextos. Permiten que los niños, niñas y adolescentes se desempeñen plenamente en diferentes ámbitos educativos, sociales y emocionales, entre otros, incluida la transición de la niñez a la vida adulta y de la escuela al trabajo.

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