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Karen Retana Barboza

Avances y desafíos en el tratamiento de las neuropatías

Este tipo de afección produce degeneración de las conexiones nerviosas generando adormecimiento, punzadas, ardor o, incluso, descargas de dolor.

Al igual que un apagón en el sistema eléctrico, las neuropatías se producen cuando los nervios, que deberían transmitir señales vitales de manera eficiente como cables aislados, comienzan a fallar. Estos fallos generan cortocircuitos que interrumpen la comunicación entre el cerebro y las extremidades.

Un estudio sobre la Carga Mundial de Morbilidad, Lesiones y Factores de Riesgo de 2021, publicado por The Lancet Neurology, reveló que más de 3000 millones de personas en el mundo viven con algún tipo de afección neurológica.

El neurólogo costarricense Manuel Carvajal Lizano, explica que la neuropatía periférica es una inflamación o daño en los nervios periféricos, que van desde la médula espinal hasta las terminaciones nerviosas en todo el cuerpo. Este daño puede ser causado por tóxicos que afectan la mielina, una capa protectora de los nervios, lo que reduce su función, similar a un cortocircuito en un cable eléctrico.

La neuropatía diabética, una de las más comunes y estudiadas, ha visto un aumento significativo desde 1990, con el número de casos triplicándose hasta alcanzar 206 millones, en el 2021. Este crecimiento refleja el aumento global de la diabetes, que daña los nervios periféricos y provoca dolor y entumecimiento.

Otras causas comunes de neuropatías incluyen el alcoholismo, la desnutrición (deficiencias de vitaminas B12 y B6), las enfermedades autoinmunes y las infecciones virales como el VIH y el herpes zóster. La pandemia de COVID-19 agregó una nueva dimensión, con complicaciones neurológicas como el síndrome de Guillain-Barré y el deterioro cognitivo.

Además, toxinas ambientales como los metales pesados (plomo y mercurio) y algunos medicamentos también contribuyen a estas afecciones. La exposición al plomo, por ejemplo, puede causar daños irreversibles a los nervios, mientras que medicamentos para la hipertensión y otras condiciones pueden desencadenar neuropatías en ciertos pacientes.

El hormigueo o ardor en brazos y piernas puede ser un signo inicial de daño neurológico.

Uno de los desafíos más grandes en el manejo de las neuropatías es la disparidad en el acceso a tratamientos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 80% de los casos de muerte y discapacidad neurológica se concentran en países de ingresos bajos y medios, donde la falta de recursos y personal especializado agrava la situación.

En estos países, la proporción de profesionales neurológicos es hasta 70 veces menor que en naciones de ingresos altos, lo que limita el acceso a diagnósticos precisos y tratamientos efectivos.

A pesar de estos retos, los avances en la investigación han mejorado el pronóstico para muchas afecciones neurológicas. Se desarrollan nuevas terapias para abordar complicaciones neurológicas entre ellas la terapia génica, terapia con células madre, el tratamiento electroquímico combinado, los dispositivos portátiles, los dispositivos de regeneración nerviosa y otras que se encuentran entre los medicamentos que intentan prevenir, revertir o restaurar el daño nervioso.

Otras terapias complementarias, como la acupuntura, los masajes, el yoga, la meditación y las hierbas medicinales, están destinadas a tratar los síntomas de la neuropatía periférica, que incluyen dolor, hormigueo, entumecimiento y debilidad.

Una de las áreas prometedoras en la prevención de neuropatías es la eliminación de factores de riesgo modificables. La OMS señala que reducir la presión arterial elevada y la contaminación atmosférica podría prevenir hasta el 84% de los accidentes cerebrovasculares, mientras que minimizar la exposición al plomo podría reducir un 63,1% la discapacidad intelectual idiopática (de causa desconocida). Estos avances muestran la importancia de que las políticas de salud pública aborden tanto las causas, como las consecuencias de las neuropatías.

MANIFESTACIONES FRECUENTES DEL DOLOR NEUROPÁTICO

• Dolor neuropático como consecuencia de una intervención quirúrgica.

• Dolor neuropático secundario a una infección herpética (neuralgia postherpética).

• Dolor neuropático tras un ictus o una lesión medular.

• Dolor neuropático por infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

• Dolor neuropático postraumático.

• Polineuropatía diabética dolorosa.

• Neuralgias faciales (sobre todo del nervio trigémino).

• Neuropatía secundaria a un proceso oncológico.

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