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Tres poemas inéditos de Armando Joel Dávila

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Editorial

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Casa

Buceando en la tiniebla

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del pasado perdido

como quien sumerge la mano

en el caos del mar.

Así viajo sin ojos

por esa tierra seca

cargado de aires

y resplandores baldíos.

Había en esa potencia

de emociones y oscuridades

un deslumbramiento

que casi era eterno.

Ver caer las gotas

perezosamente lentas

en un presente como una epifanía

que ensimisma la claridad.

Cuerpo

Vive en mí

no sé qué fantasma

que huye y que regresa.

Es un mar lejano

que canta y llora.

Rumor sin pecho

alma sin espalda.

Su fatigar alivia

tonifica la sangre.

Sábese inmediato

fértil de luz

y al otro instante

ritmo de otro cuerpo

que desea consumirse

Morada

Partir de tu morada

con la conciencia plena

de no volver jamás.

Y un cielo y una tierra

que cansaron sus pasos

en la búsqueda de sueños

imposibles.

Pero partir es volver.

círculo que te afianza

a un centro posible.

Equilibrio el dolor

y profundidad la alegría.

Sitio que por su gravedad

es el polo magnético del

corazón.

Flor que nace temprano

y su ancho vigor

aroma y encamina tus

pasos.

Nada hay qué hacer o

esperar.

El acto de vivir

está echado en el tiempo

infinito

y el resto es creer en el paraíso.

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