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Alberti y el mar // Nicelia María Butten
Rafael Alberti
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EL PUERTO de Santa María dejó una impronta imborrable en la memoria de Rafael Alberti. El poeta nació en Cádiz el 16 de diciembre de 1902 y para 1917 su padre movería a la familia a Madrid. En ese tiempo, Alberti quería dedicarse a la pintura, pero al separarse del mar del Puerto también se dio un alejamiento de los colores. En 1920 muere su padre y se traslada a la Sierra de Guadarrama por una condición de salud. En 1925 recibió el Premio Nacional de Literatura por Marinero en tierra, libro del que se desprenden los dos poemas aquí comentados “El mar. La mar” y “Si mi voz muriera en tierra”.
El mar. La mar.
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste acá?
El mar es un elemento frecuente en los poemas de Alberti. Como símbolo es polisémico, según el poema y el momento histórico en que fue escrito es su significado. En el poema de “El mar. La mar” el océano representa la añoranza por su tierra natal, la infancia y su padre. Cabe resaltar que Alberti lo escribió a la distancia y pasarían muchos años hasta regresar a Cádiz.
El poeta extraña el mar, lo mira a lo lejos en los primeros versos del poema. Como si fuera lo único que ocupara su pensamiento: El mar. / ¡Sólo la mar!
Habla como un crío incapaz de decidir sobre el lugar donde desea estar y le reclama al padre su decisión: ¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad?
En el siguiente verso refuerza lo antes mencionado y profundiza al decir que se siente arrancado del lugar donde él pertenece. Expresa la añoranza por el mar ausente mientras que la ciudad se vuelve el destino del destierro: ¿Por qué me desenterraste del mar?
Siente una nostalgia profunda por el mar, le duele, y al mismo tiempo le fascina tanto que quisiera dejarse arrastrar por las olas: En sueños, la marejada / me tira del corazón. / Se lo quisiera llevar.
El poema termina con un reclamo de la voz del niño hacia el padre. Es como un lamento y una búsqueda de explicación: Padre, ¿por qué me trajiste / acá?
Del mismo libro publicado en 1924 es el poema de “Si mi voz muriera en tierra”. El mar sigue siendo un lugar de añoranza, pero mientras en “El mar. La mar” era un lugar que lo enraizaba y le daba seguridad, aquí es más bien el lugar donde gana libertad, honores y serenidad.
En la primera estrofa el poeta quisiera asegurarse de que, de morir, lo acercaran al mar, pues es en la orilla donde el poeta puede moverse mar adentro, como un instinto que lo guía hacia el lugar donde encontrará paz: Si mi voz muriera en tierra / llevadla al nivel del mar / y dejadla en la ribera.
Si mi voz muriera en tierra
Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!
Exhorta que lo dejen al nivel del mar y le den los honores por haber combatido: Llevadla al nivel del mar / y nombradla capitana / de un blanco bajel de guerra.
El poeta menciona que en ese sitio su voz será condecorada, recibirá el premio que la distingue e identifica con el lugar de su añoranza: ¡Oh mi voz condecorada / con la insignia marinera
Sin embargo, no solo recibe la “insignia” sino que gana libertad, representada por símbolos de “viento” y “vela”, cuando dice: …y sobre el ancla una estrella / y sobre la estrella el viento / y sobre el viento la vela!
El mar sigue presente en otros poemas de Alberti y adquiere significados de amor, guerra, infinito y tristeza. Cabe resaltar que el poeta, que pertenece a la Generación del 27, junto con Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Federico García Lorca. Se vió obligado a tomar un largo exilio que fue 1939 a 1977, periodo en el que viajó extensamente y radicó en Francia, Argentina e Italia. Hasta después de la muerte de Franco y ya con la monarquía instaurada, regresó a España. En su tierra, recibió reconocimientos como el “Premio Nacional de Teatro” y el “Premio Cervantes”. El poeta pasó sus últimos años en su natal Puerto de Santa María.
Notas
*Antología poética de la generación del 27, Santillana Ediciones Generales, S. L. 2002