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La nueva Vicentin? Avanza un proyecto con intervención

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La “Vicentin” de la lechería Avanza un proyecto con intervención del Estado Nacional para instrumentar una salida a la deuda financiera de largo plazo de SanCor.

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Javier Vence | Periodista de larga trayectoria en los medios. Durante 24 años fue redactor en la agencia de noticias Diarios y Noticias (DyN).

El 2019 SanCor lo cerró en medio de sofocones financieros, sumado a la pérdida de tambos y litros de leche. Hoy procesa entre 400 y 430 mil litros diarios gracias al aporte de poco más de 200 tambos fieles a una marca, que supo tener un lugar en el podio de la lechería argentina. En Sunchales juran que mueven hoy cerca de 650 mil litros, gracias a la provisión de materia prima de sus socios más fieles, y también a través de la compra de leche a terceros y la adquisición de grasa. Según admitió a Infortambo un directivo, asentado en el Consejo de Administración, este tipo de flujo de compras le permite a la empresa operar “casi” de un modo normal. Admiten que ayudó mucho la moratoria que se logró cerrar con la AFIP, que permitió regularizar deudas impositivas y previsionales y levantar algunos embargos a bienes no operativos que podrían servir como moneda de cambio por capital de trabajo. La cuarentena ayudó a fortalecer las ventas de una marca como SanCor, particularmente en manteca, dulce de leche, cremas y leche UAT. Salvo la planta santafesina de San Guillermo, que está cerrada temporalmente y donde se podrían elaborar quesos blandos y muzzarella aunque su ingreso marginal es muy bajo, las otras cinco plantas que actualmente tiene la cooperativa están funcionando normalmente. No hay que engañarse, el horizonte de deudas hace que el paciente siga grave. Además, los médicos no descartan nuevos tropiezos y bajones en su salud. Actualmente la cooperativa está estable y con un “resultado operativo nivelado” reconocen. Por este motivo, SanCor, con aval gubernamental, avanza con un plan de negocio más sostenible para el que se requiere procesar al menos 1,5 millones de litros diarios en sus seis plantas de Córdoba y Santa Fe, donde cuentan con una plantilla de 1.350 empleados. Hoy están lejos esos números.

Con pies de plomo para no avivar fantasmas

En el Consejo de Administración encabezado por José Pablo Gastaldi e integrada también por otros cinco gringos –el año pasado se redujo de 12 a 6 los miembros por cambio de estatuto–, no ven con malos ojos el “apoyo” que quiere dar la Casa Rosada. Lo conversado es gestionar una inyección de capital necesario y vital tras el desguase que promovió la firma en los últimos tres años. En la mesa directiva saben que esto va a tener un costo. Agotados de tanto trajín, esto podría acortar los pasos para alcanzar el objetivo fijado. Así, la conformación de un fideicomiso, podría ser útil. Esta palabra es la que más se repite en los “papers” de los mails que intercambian Sunchales y la Rosada. Aunque solo por teléfono o chat, se llegó a hablar de la posibilidad de incluir un sillón más en el Consejo de Administración para, al menos, un representante gubernamental. Esta práctica fue muy empleada por Cristina F. de Kirchner en su segunda presidencia. Allí a cuenta de las acciones de empresas privadas en manos de la ANSES, el kirchnerismo logró mechar a su tropa en las áreas de mando de empresas de servicios públicos y fabriles. A diferencia del caso Vicentin, en el debate interno abierto por SanCor, no se mencionó una cláusula que enarboló oportunamente el gobierno de Fernández, la “Soberanía Alimentaria”. Quizás no resulte necesario. Hay quienes dentro del propio gobierno piensan que frente a la crisis informativa que se vivió con la cerealera Vicentin, se debe tratar con más cuidado el caso SanCor. Para muchos, ya “La Vicentin de la lechería”. Sí, se reconoce que hace falta confianza. Saben que llega primavera y que hace falta incrementar el número de establecimientos remitentes, que son poco más de 200 y que en épocas de esplendor sumaron los 1.300 tambos asociados.

SanCor le puede ser útil al gobierno

El debate por Vicentin removió y horadó la confianza que saben tener los gringos para con sus empresas de base. Se huele la desconfianza tal como sucede con el miedo. El caso SanCor desde hace tiempo es evaluado por la Casa Rosada. La orden le fue cursada a Kulfas y éste dispuso que Mario Cafiero, tío del Jefe de Gabinete y titular del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Nacional (INAES), analizara la situación. En el gobierno saben que hoy SanCor cuenta sólo con una porción reducida del mercado local, pero aún cuenta con su marca aunque se haya desprendido de sellos como Las Tres Niñas, hoy propiedad de Adecoagro y la línea de postres, yogures y flanes, salvo Mendicrim, íntegramente en manos de ARSA justamente del Grupo Vicentín.

La orden le fue cursada a Matías Kulfas para resolver la situación de SanCor desde Casa Rosada.

Al referirse a SanCor, Mario Cafiero indicó que “vemos una luz al final del túnel” frente a la crisis que enfrenta la cooperativa. “El mercado necesita actores de la economía social porque es una forma de controlar los precios. El sector privado a veces colisiona. No sólo se pone de acuerdo en cobrarle más caro al Estado sino que se pone de acuerdo en cobrarle más caro a los privados. Es ahí donde entonces es muy importante que podamos recuperar SanCor para estabilizar y que no haya abusos en el precio de los lácteos”, afirmó a la agencia Telam. Toda una definición frente a la “Economía Popular” que se avizora el área de Kulfas.

Aún se desconoce la figura

El desembarco en la cooperativa podría generarse a través de la Ley 24.441, con una fórmula de Fideicomiso. Así se podría lograr una inyección de capital o fluidez de caja vía una mejora en los ingresos y recortes en el peso de los pasivos. Para los gringos, esto sería que los acreedores deban resignar sus pretensiones de cobro a cuenta de acciones o espacios dirigenciales. La evaluación de estos temas le fue encomendada al economista Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía de Axel Kicillof.

Mario Cafiero: "El mercado necesita actores de la economía social porque es una forma de controlar los precios".

La propuesta ya recorrió con éxito varios escritorios de la Rosada. Kulfas y Mario Cafiero están al tanto de todo. Quien flaquea un poco sobre la ingerencia en estos temas es Luis Basterra, ministro de Agricultura. Tiempo atrás el funcionario debió reconocer que no sabía que el Presidente iba a anunciar la expropiación de Vicentin. También parece estar alejado de estas lides el Director Nacional Láctea, Arturo Jorge Videla. En su informe, Álvarez Agis promueve la realización de un fideicomiso y redireccionar aportes, reemplazando pasivos por activos. El peso de tal armado y aporte inicial, recaería en el liderazgo que promovería el Banco de Inversiones y Comercio Exterior (BICE), a cargo del diputado massista, José Ignacio de Mendiguren. El esquema propone dar vitalidad a la cooperativa para proveerle de un fondeo de hasta $ 1.500 millones. El objetivo último es obtener más leche por vía de la confianza y potenciar sus ventas domésticas e internacionales.

Siempre la tentación de regular

Tal como sucedió para el caso de Vicentin, al gobierno peronista le seduce en particular la idea de contar con una herramienta para regular el mercado lácteo. El kirchnerismo parece

En el Consejo de Administración liderado por José Pablo Gastaldi, no ven con malos ojos el apoyo de la Casa Rosada.

tener eso en sus genes y claramente se lo ha sabido transmitir a la actual administración. Hay funcionarios, con el guiño del propio Presidente, que buscan reeditar el papel que supo tener la cooperativa en otras épocas y pensar en la exportación como salida para el ingreso de divisas. “SanCor hoy no tiene la leche para modificar la situación del mercado pero cuenta con los destinos y sí el gobierno lo ayuda con el financiamiento puede operar comprando leche para colocarla en el exterior”, repiten aunque con reserva directivos de la cooperativa. En los libros de la empresa láctea, aun figuran pasivos millonarios que le impiden fondearse en el mercado financiero. Entre las deudas con la AFIP –cuya primera cuota de la moratoria será abonada a mediados de agosto próximo–, y otras ayudas financieras, ascienden a unos 6.000 millones pesos. Una cantidad similar también reportan los compromisos impagos asumidos oportunamente con proveedores, empleados y también con el gremio ATILRA. A estos 12.000 millones de pesos de déficit, se le debe sumar la deuda en dólares que mantienen con los fondos privados de inversión: unos 71

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millones adeudados al fondo local BAFCapital, otros 33 millones adeudados a IIG Capital (Internacional Investment Group), con sede en Nueva York y por último 18 millones con Sancor Seguros.

El gremio quiere meter baza

Los acreedores conocen la historia de ajuste encarada por SanCor. En un lustro pasó de 17 plantas a las actuales seis. Dicho esfuerzo se notó en la reducción de personal. De una nómina de 4.700 se pasó a 1.800 a mediados del 2019. Hoy apenas cuentan con un millar de puestos directos en las usinas, a los que se le suman otros trescientos en el área de distribución. Esto impactó de lleno sobre las aspi

Ponce también se sumó al “Operativo Rescate” y declaró que hay voluntad política para recuperar SanCor.

raciones del gremio ATILRA, que conduce Héctor “Etín” Ponce. Para no

perder protagonismo, ante la movida de la Rosada, Ponce también se sumó al “Operativo Rescate” y declaró que hay voluntad política para recuperar SanCor, sin que pierda su status de cooperativa. “Un fideicomiso financiero y administrativo para gestionar el capital de trabajo –explicó el gremialista- será destinado al flujo de caja, para pagar a productores, proveedores y trabajadores, entre otros”. Para nadie es ajeno el interés de ATILRA en regularizar el pago de los compromisos de SanCor con la obra social del sindicato a cuenta de la cancelación de “Aportes Patronales Permanentes” impagos por parte de la cooperativa para atender el sistema de salud. n

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