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SOY UAG
● LAE Gabriela González Cantú.
TRIUNFADORA EN EL MUNDO DE LOS NEGOCIOS
POR LUIS DURÁN
La licenciada Gabriela González Cantú se define como una profesional muy trabajadora, que acepta los retos y actúa con sencillez, honestidad y valores.
Su paso por la Universidad Autónoma de Guadalajara comenzó cuando era pequeña, porque estudió la secundaria y la preparatoria en esta institución. En esa etapa de su formación disfrutó mucho la vida estudiantil, pues le tocó participar en eventos académicos, culturales y recreativos.
En 1985 ingresó en la Licenciatura en Administración, donde desarrolló la visión de emprender y trabajar con honestidad. Su interés por aprender cosas nuevas y adquirir mayores conocimientos la llevaron a combinar sus estudios con el trabajo.
Cuando aún estudiaba trabajó como asistente de asesor financiero en la empresa Allen W. Lloyd. Posteriormente se convirtió en asesora financiera de Casa de Bolsa Value.
En 2005 se incorporó a la venta de inmuebles en la empresa Tierra y Armonía, y dos años después regresó al sector financiero como asesora en Vector Casa de Bolsa.
En 2008 fue contratada por la firma de artículos de lujo Louis Vuitton como gerente de tienda en Guadalajara. En esta posición se hizo cargo de la gestión global del establecimiento, con una plantilla de doce trabajadores. Además, participó activamente en reuniones de trabajo y de capacitación en diversas partes del mundo.
Dos años después se incorporó a Gucci, también como gerente de tienda en Guadalajara. Tras demostrar su talento, dedicación y habilidad en todas sus actividades, en 2018 fue ascendida a retail manager de Gucci en México.
En esta posición, la licenciada Gabriela González Cantú se encarga de administrar las quince tiendas que tiene la firma italiana en México. Entre sus labores más importantes se encuentran el dirigir una plantilla de 360 empleados y supervisar ventas, campañas de marketing y organización de eventos.
Ella está convencida de que sus logros se deben en gran parte a lo que aprendió en la UAG, porque tuvo profesores de quienes aprendió mucho.
La licenciada Gabriela González Cantú es una mujer exitosa, y aunque su trabajo demanda mucho tiempo y desplazamientos constantes, siempre se da tiempo para convivir con su esposo Pedro y sus tres hijos, Valeria, Juan Pedro y Armando, quienes son lo más importante en su vida. Es una mujer alegre, que disfruta lo que hace y es muy agradecida con Dios por todo lo que ha logrado.
OPINIÓN ALMA MATER 30
Por Salvador Echeagaray Máster en Filosofía
FUENTES DE MORALIDAD
No es nada difícil saber si un acto es bueno o malo, basta el sentido común. Es un poco más complicado saber qué tan bueno o malo es. Sin embargo, hay tres vertientes, llamadas en Filosofía “Fuentes de moralidad”. Estas nos permiten analizar cada acto. 1. EL OBJETO DEL ACTO. Esto es la esencia del acto, lo que es, lo que implica. Por ejemplo, la esencia de robar es apoderarse de lo ajeno; la esencia de mentir es engañar; la esencia de dar limosna es ayudar. 2. EL FIN. Es lo que se propone quien hace la cosa; la intención que tiene al actuar. Por ejemplo, alguien puede dar limosna, pero no con el fin de ayudar sino de quedar bien con otros o presumir de altruista. 3. LAS CIRCUNSTANCIAS. Es lo que está alrededor del acto y de quien actúa. Por ejemplo, un niño puede mentir jugando con sus amigos. Siempre la mentira es mala, pero en este caso podría hacerlo por juego o por querer sacar ventaja en algo.
Ahora bien, nuestros actos pueden ser más intensos o menos intensos en su bondad o maldad. Ejemplo, si doy limosna (objeto) con la intención de ayudar (fin), y la doy rápidamente y de buen modo (circunstancias), mi acto bueno es mejor todavía.
Pero si doy limosna como dijimos, para quedar bien, o la doy de mala gana y lanzo las monedas a la cara, el acto bueno desmerece, y hasta puede llegar a ser malo.
Otro ejemplo: sabemos que mentir es malo, aunque decíamos que un niño puede mentir por juego, lo cual no es bueno, pero si el que miente es un personaje importante cuyas declaraciones tienen consecuencias en la sociedad, el acto de mentir se vuelve más grave por las circunstancias; más aún si lo hace ante una gran audiencia. ¿Manifestarse públicamente es bueno o es malo? Es bueno, siempre y cuando tenga una causa justa. Pero, aun si así fuere, en las circunstancias podría intensificarse su bondad o maldad. Esta última aumenta cuando hay violencia, engaño, abuso y cuando se perjudica a terceras personas ajenas al asunto.
Así que, para que nuestros actos sean buenos, deben serlo el objeto, el fin y las circunstancias. Para que nuestro actuar sea malo, basta que uno de ellos (objeto, fin o circunstancias) sea malo, aunque, hay que recordarlo, hay intensidades de maldad o bondad.