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Francia: el conflicto de las pensiones

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Pedro Galli

Pedro Galli

Con las calles incendiadas por la coalición estatista de la extrema izquierda y la extrema derecha, la solución real es clara: pensiones dignas, es decir, privadas.

William Wang

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Según los medios de comunicación, el proyecto de ley de reforma de las pensiones francesas retrasará tres meses al año la edad legal de jubilación, que pasará gradualmente de los 62 a los 64 años. Según el gobierno de Macron, las reformas son necesarias para evitar que el sistema de pensiones entre en déficit y suponga una carga para los jóvenes. Tras la aplicación del proyecto de reforma, aumentará la tasa de empleo de la población de entre 60 y 64 años. El Ministerio de Trabajo francés calcula que esto aumentará los recursos de las pensiones en 17.700 millones de euros anuales de aquí a finales de 2030. La pensión disponible para el 30% de las personas con menores ingresos aumentará entre un 2,5% y un 5%.

La política ha provocado considerables protestas en Francia. Más de 128.000 personas protestaron en la primera semana de marzo. Parece injusta para muchos votantes franceses, especialmente los mayores, cuya jubilación y pensión podrían verse afectadas. En este sentido, es importante conocer las edades de jubilación de otros países europeos con un nivel económico similar al de Francia para ver si la reforma es razonable. Según datos de la

OCDE, la edad media de jubilación en los países de la UE es de 64,3 años para los hombres y 63,5 años para las mujeres. Francia no tiene la edad de jubilación más alta, ya que Alemania tiene 65,7 años, tanto para hombres como para mujeres; Noruega e Islandia, 67 años. En España, tanto hombres como mujeres tienen 65 años. Por lo tanto, desde la perspectiva de la comparación de la edad de jubilación en los países desarrollados de Europa, es difícil decir que la reforma no es razonable per se Hay dos razones importantes por las que la edad de jubilación debería aumentar. La primera es la prolongación de la vida. Tomemos el ejemplo de Francia. En 2020, la esperanza media de vida en Francia será de 82 años. A principios del siglo XX, la esperanza media de vida en Francia no llegaba a los 45 años. Los datos casi se duplicaron. Mientras la gente puede vivir más y con mejor salud, la edad a la que puede trabajar aumenta relativamente, como es natural. La segunda razón es mantener disponibles las reservas de pensiones del gobierno. Con el aumento de la inflación de los precios, los gobiernos suelen aumentar la pensión mensual proporcionada a los jubilados para protegerse de la inflación. Por lo tanto, los gobiernos suelen considerar la posibilidad de excluir de la percepción de pensiones a las personas mayores que aún están físicamente aptas para trabajar, con el fin de garantizar que las pensiones no estén sobredimensionadas.

Sin embargo, las políticas anteriores no pueden garantizar que las pensiones de ningún Estado se paguen para siempre. Estas políticas tampoco pueden garantizar que las pensiones de los países se paguen para siempre. Tomando a Francia como ejemplo, según un informe del gobierno francés, después de alcanzar un superávit de 3.200 millones de euros en 2022, los ingresos y gastos en pensiones de

Francia entrarán oficialmente en déficit en 2023 y permanecerán en déficit durante más de 25 años.

En los próximos diez años, el déficit de las pensiones oscilará entre 10.000 y 12.000 millones de euros anuales, lo que equivale a entre el 0,3% y el 0,4% del PIB del país. A partir de 2021, el gasto del sistema de pensiones del país representará alrededor del 14% del PIB, cifra muy superior a la media del 11,9% del PIB de los 27 países de la UE, sólo superada por el profundo envejecimiento de Italia (alrededor del 16%) y Grecia (más del 17%) %), que también supera la relación entre el gasto en pen- cotización establecidos si se realizaban ajustes significativos en la financiación o las prestaciones. Esto requiere ajustes en las prestaciones prometidas o reducciones del gasto, como el gasto público en sanidad o educación. El informe afirmaba además que un diseño "multipilar" es la solución óptima para reformar el sistema de pensiones; un sistema de pensiones más flexible y robusto puede adaptarse mejor a los cambios de forma sostenible y diversificar las fuentes de financiación de los ingresos de jubilación dentro de dicho sistema.

Sin embargo, a pesar de que el Banco Mundial viene proponiendo desde mía de la Universidad Rey Juan Carlos, señalaba en su libro Ahorro y previsión que mediante el sistema privado de pensiones, el cálculo de los rendimientos de las inversiones en pensiones y la toma de decisiones prudentes por parte de los emprendedores, las pensiones privadas pueden evitar problemas de déficit similares a los de las pensiones públicas. En realidad, al igual que muchos países, además de las pensiones públicas, en Francia existen pensiones pagadas por las empresas a los trabajadores y pensiones privadas reservadas por los propios trabajadores. Por lo tanto, los países, incluida Francia, deberían siones y el PIB de la vecina Alemania, que ronda el 10%. Por lo tanto, aunque el gobierno francés aumentó la edad de jubilación, el país sigue enfrentándose a problemas de déficit público causados por el sistema de pensiones.

Sin embargo, Francia no es un caso aislado. Ya en 2005, el informe del Banco Mundial señalaba que los países deben reformar el sistema de pensiones para evitar déficits y quiebras. El informe, dirigido por el economista del Banco Mundial Robert Holzmann, indicaba que muchos planes de pensiones sólo podrían proporcionar las prestaciones actuales y futuras con los tipos de hace tiempo la necesidad de reformar las pensiones nacionales, ¿por qué Francia representa a los países que siguen sin poder evitar los problemas relacionados con el déficit de las pensiones públicas? Una de las razones es el problema de cálculo económico del Estado. El Estado no puede ajustar de forma flexible los proyectos de pensiones como los empresarios, ni puede aprovechar de forma flexible las prestaciones que más favorecen el aumento del fondo de pensiones, y mucho menos reducir de forma flexible los problemas que pueden causar déficits de pensiones. Jesús Huerta de Soto, catedrático de Econo- empezar a ampliar el sistema privado de pensiones y hacer que los ciudadanos comprendan los principios económicos que lo sustentan y las prestaciones de jubilación que pueden obtener. Sólo así podrá reducirse el déficit fiscal de los gobiernos y la posibilidad de quiebra de las pensiones, y evitarse el conflicto entre el gobierno y la sociedad civil.

Jefe de Investigación, Fundación para el Avance de la Libertad.

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