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La contaminación ideológica, expuesta

El nuevo libro de José Benegas recorre de manera amena e informativa la doble amenaza letal que hoy proyectan la izquierda y la derecha radicalizadas.

Carlos Toledano

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De un tiempo a esta parte da mucho que hablar el autor argentino José Benegas, uno de los pocos pero influyentes liberales latinoamericanos que no han sucumbido a la ola de nacional-populismo hiperconfesional que asola al subcontinente y, de forma especial, a su país, Argentina. Conocido de los lectores liberales y libertarios de habla hispana por muchas otras obras, destaca en especial un libro excepcional: Lo impensable. En aquel trabajo Benegas nos alertó sobre la deriva nefasta, paulatina pero ya entonces evidente, que estaba llevando a una parte de los liberales o, sobre todo, de los liberal-conservadores hacia posiciones políticas deplorables por su connivencia con el autoritarismo. Ahora, el escritor argentino afincado en Florida nos presenta de la mano del Instituto Juan de Mariana y de Value School una reflexión sobre los conceptos más perniciosos que pueblan el ideario tanto de la derecha como de la izquierda en nuestro mundo actual. Se queja el autor, y con razón, de que el populismo más abyecto y subersivo, proclive siempre a desembocar en regímenes autoritarios o totalitarios, era hasta hace poco casi un monopolio de la izquierda, al menos en América Latina, pero desde hace algún tiempo se ha extendido al otro lado de la supuesta divisoria ideológica y ya afecta de lleno a la derecha. Esta radicalización de la derecha es un fenómeno global pero afecta más a los países de alta polarización política, como son los latinoamericanos. Ambos bandos comparten ahora el gusto por los caudillos que destruyen las instituciones, por ejemplo mediante el cuestionamiento sistemático de las elecciones que pierden o mediante el recurso a la toma de edificios y otras acciones de fuerza.

La nueva derecha radical se declara enemiga de la izquierda o de los "progres", pero en realidad está en guerra contra el propio concepto politológico de la democracia liberal, y afirma con el más abosluto descaro su intención de subvertirla, empleando para ello el concepto de "democracia iliberal" de Viktor Orbán. Quiere desandar los procesos de liberación del individuo sucedidos desde la Segunda Geurra Mundial, o incluso restaurar un marco social y político previo al advenimiento del liberalismo clásico.

Lo sorprendente es comprobar, de la mano de este libro ameno e intere-

sistema liberal de gobernanza de las sociedades humanas.

santísimo, cómo muchas de las "ideas tóxicas" que el autor denuncia son en realidad plenamente compartidas por la izquierda radical y por esta nueva derecha radical que ya no comparte los valores burgueses, la institucionalidad que había caracterizado a los conservadores de las décadas pasadas, ni su paciencia ni, tampoco, su respeto a la alternancia y el pluralismo. Izquierda y derecha, juntas, agreden hoy sin vacilar los cimientos mismos del paradigma liberal de gobernanza, buscando socavarlos para establecer regímenes en los que el individuo humano vuelva a ser preso de la sinrazón. Las ideas tóxicas que asumen ambos extremos del dial ideológico son las herramientas que les permiten convencer a millones de pedir más Estado y menos libertades.

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