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Con Vox no vamos ni hasta la esquina

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Pedro Galli

Pedro Galli

Hace algo más de un mes se celebró en Lima el segundo Foro Madrid impulsado por Vox y Disenso. La autora, una reconocida liberal peruana, reflexiona sobre ello.

Yesenia Álvarez

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Afinales de marzo se desarrolló en Lima el Foro Madrid que reunió a líderes y partidos de derecha provenientes de Iberoamérica y Europa con el propósito de detener el avance de la extrema izquierda. Hasta allí no parecería haber mayor problema en un encuentro como tal sin embargo este congreso es impulsado por Vox, un partido político español de derecha que tiene propuestas nacionalistas, homofóbicas y antimigratorias, y que se rodea, aplaude y busca emular proyectos autoritarios como el de Viktor Orbán en Hungría.

Pese a esto, muchos peruanos desfilaron con orgullo al Foro Madrid. Con un malabar argumentativo han llegado a la conclusión que para luchar contra el populismo de extrema izquierda habría que enrolarse en un foro impulsado por nacionalistas y populistas de extrema derecha. Los voceros del Foro Madrid se promocionan como defensores acérrimos de la libertad, la democracia y el Estado de derecho, proclamas que toman desprevenidos a quienes no conocen que sus propuestas y aliados son antiliberales. La Hungría que admiran por ejemplo ya no puede considerarse una democra- cia plena conforme lo ha declarado el mismo Parlamento Europeo en setiembre de 2022 porque expresan que la situación se ha deteriorado tanto que se ha convertido en una “autocracia electoral", es decir un sistema en el que se celebran elecciones pero no se respetan los estándares democráticos.

Para quienes tienen un compromiso con la libertad y la democracia el foro generó ciertas discusiones, y una de ellas fue que algunos liberales piensan que ante la izquierda radical sería mejor encontrar puntos en común con una derecha antiliberal. Una propuesta así en Perú sería como pedirle a un liberal que se una con la izquierda de Nuevo Perú y de Verónica Mendoza porque se tendría puntos en común para defender supuestamente las libertades individuales que este partido dice defender, aunque en la práctica tampoco lo haga. Los liberales que defendemos la libertad completa sabemos que esta izquierda irá en cualquier momento por las libertades económicas apenas puedan. Y quienes buscan aliarse al foro de Vox para sumar fuerzas para defender las libertades económicas ya deben haberse informado que así como arremeten contra las libertades LGBT y quieren controlar la moral, también quieren controlar la economía, como explica José Benegas en su reciente libro Un mundo contaminado, “el proteccionismo pertenece al mundo ciego del nacionalismo y en esos aspectos la derecha nacionalista actual es idéntica a la izquierda latinoamericana”

Otro aspecto que preocupa es que en algunas justificaciones para adherirse a este foro se pudo ver una mentalidad de rebaño, es decir que quieren convencer que para estar contra la izquierda no queda otra salida y hay que estar en ese foro sin ejercer la más mínima crítica porque la unión contra la izquierda debe prevalecer, y llama la atención que no les haga ruido ni las declaraciones autoritarias del Vox, ni las de sus juntas en Europa.

Muchos de los que hoy se alinean con el Foro de Madrid se suponía que luchaban contra Pedro Castillo porque su proyecto autoritario amenazaba el Estado de Derecho, la libertad, la democracia y las instituciones de mercado, y también porque en sus entrañas llevaba el apoyo a movimientos castrochavistas y un movimiento reivindicador del terrorismo en el Perú. Por supuesto que este filoterrorismo y cómo la izquierda ha destruido el país en los meses de Castillo hace que nuestro principal problema sea la lucha contra la izquierda, pero eso no significa que los liberales salgamos corriendo a abrazar a autoritarios de extrema derecha.

Como ha escrito el economista español Juan Ramo Rallo: “Vox es un parti- do nacionalista para el que las libertades individuales, económicas o no económicas, son un elemento secundario y subordinado a la unidad de destino de la nación. Si en algún momento tales libertades económicas resultaran incómodas para su visión sobre los intereses de la nación, entonces el núcleo ideológico del partido dejaría de defenderlas”. La politóloga Antonella Marty también ha explicado que Vox tiene “un inconfundible traje proteccionista y nacionalista, recargado con el tradicional argumento populista de la industria nacional y que son partidarios de sociedades cerradas, se oponen a la inmigración, están contra del orden espontáneo de la cultura y son hostiles tanto a la competencia como a la influencia extranjera.”

Desde luego que así como hay desprevenidos debe haber en ese foro quienes se alineen por convicción a la propuesta autoritaria que representan Vox y sus aliados en Europa, con ellos queda poco que hablar pero lo que debe preocuparnos es el silencio de los liberales peruanos ante esto porque el liberalismo está llamado a luchar contra todo lo que amenace las libertades individuales, políticas y económicas. Cualquier líder, movimiento o foro político sea de izquierdas o de derechas que busque atacar la esfera de libertad de las personas debe ser criticado por el liberalismo. No es comprensible entonces que algunos liberales encuentren espacio o busquen puntos en común en el Foro de Madrid, porque Vox y sus aliados podrán declararse enemigos de la izquierda pero sus propuestas son ante todo una amenaza a la libertad. Con ellos, los liberales no deberíamos ir ni a la esquina, y ojalá los distraídos se desengañen pronto de ese foro.

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