Borrandofronteras_revista Borrando Fronteras
Publicación mensual de distribución gratuita Año Año 4 -4Número - Número 5857 - Agosto - Julio 2020
NUESTROS HIJOS, NUESTROS ESPEJOS. Mirarnos, parar y reparar. La educación emocional, clave para la enseñanzaaprendizaje en tiempos de coronavirus Psicológa
Ximena Soledad Soria
La clase en tiempos de cuarentena Prof. en Educ. para la Salud
Paz. Cristian R.
Acuerdo de la primera etapa para la construcción de la Autovía Termas- Tucumán
Editorial
Prof. Claudia Marcela Loza
Lic. Carrizo Loza, Soledad
“Educación Salud y Sociedad” A través de un trabajo multidisciplinario, pretendemos impulsar nuestro proyecto, aportando nuestro potencial al servicio de la sociedad. Nuestro objetivo es contribuir a la formación de una conciencia social actualizada a los tiempos que corren, contando con la intervención de distintos profesionales e instituciones que brindan información idónea como actores-generadores de una relación pedagógica, orientada hacia el aprendizaje de una actitud de autocuidado y salud preventiva, basada en el desarrollo de la sociedad.
REVISTA DE SALUD, EDUCACIÒN Y SOCIEDAD Publicación mensual de distribución gratuita Año 4 - Número 58 - Agosto 2020 Propiedad intelectual inscripta al INPI - N°3582555
Editorial CL Directora: Claudia Marcela Loza Coordinación editorial: Lic. Carrizo Loza, Soledad Diseño y Diagramación: José Pallares - Estudio Gráfico TRISEÑO Cabo San Pablo 58, P.B., D. 02. Barrio Belgrano. Santiago del Estero. Email: loza_claudia66@hotmail.com Celular: 0385 155922385
SUMARIO La educación emocional, clave para la enseñanzaaprendizaje en tiempos de coronavirus...................................... 3 La clase en tiempos de cuarentena....................................... 7 Acuerdo de la primera etapa en la construcción de la Autovía Termas- Tucumán................. 10 Nuestros hijos, nuestros espejos.................................. 12 La Municipalidad, ONGs y vecinos con el programa plantar y adoptar un árbol trabajaron en el barrio General Paz............................... 16 El sistema educativo municipal promueve la formación de valores en los estudiantes bandeños............................................... 18
La educación emocional, clave para la enseñanza-aprendizaje en tiempos de coronavirus
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l COVID-19 generó una emergencia de salud pública de dimensiones inéditas con impactos inmediatos y en el largo plazo, que conllevan riesgos y efectos particulares en las niñas, niños, adolescentes y en sus familias, especialmente en aquellas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. Si bien la niñez no es el grupo de población más afectado en términos de salud, las niñas y niños son las víctimas ocultas de la pandemia. El COVID-19 no solo puede enfermarlos: también tiene efectos como el aislamiento social, el cierre físico de escuelas y la convivencia en entornos que no siempre son seguros, entre otros. Todas estas situaciones afectan a su educación, los expone a la violencia e impacta en su salud mental y emocional. Además, las medidas requeridas para evitar la propagación del virus impactan en la
situación económica de los hogares, en particular de aquellas familias con niñas y niños en situación de pobreza, las familias más vulnerables que viven hacinadas, las que no cuentan con agua y jabón para lavarse las manos, las niñas, niños y adolescentes institucionalizados. Una de las lecciones más importantes que aprendimos a lo largo del decurso de la pandemia es que tanto los niños, niñas y adolescentes como los/as adultos/as necesitamos establecer contacto con otros/as. El aislamiento y el distanciamiento producen en las personas sentimientos de extrañeza y angustia, sobre todo en el ser humano que es un ser esencialmente social. La alerta sanitaria, ¿una oportunidad para potenciar la educación emocional?
La alerta sanitaria constituye una oportunidad para que la educación
emocional cobre importancia en la comunidad educativa, y es así que se define la educación emocional “como un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo humano, con objeto de capacitar para la vida y con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social”, según la definen Rafael Bisquerra y Nuria Pérez, investigadores de la Universidad de Barcelona. Toda crisis, desde guerras hasta pandemias como la que se vive actualmente por el COVID-19, conlleva fuertes respuestas emocionales negativas, como pánico, estrés ansiedad, rabia y miedo. Desarrollar en las personas habilidades de aprendizaje socioemocional ayuda a que las
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situaciones estresantes se aborden con calma y con respuestas emocionales equilibradas. Además, estas competencias permiten fortalecer el pensamiento crítico para tomar decisiones mejor informadas en la vida, señala la UNESCO. Si no se atiende al desarrollo emocional de forma apropiada, lo más probable es que haya un incremento de ansiedad, estrés, depresión, consumo de sustancias, comportamiento sexual de riesgo, impulsividad descontrolada, violencia, etc. Es importante tomar conciencia de la importancia de la prevención, incluir la educación emocional en el currículum y formar a toda la comunidad educativa en competencias socioemocionales ayudará a mejorar la enseñanza-aprendizaje durante la crisis sanitaria Es por ello que se advierte que el sistema educativo y todos los profesionales de la educación deben ser conscientes de que la enseñanza-aprendizaje solo podrá ser efectiva a partir de un equilibrio emocional y una salud mental adecuada del alumnado. De ahí la importancia de la educación emocional. Desde mi experiencia como Psicóloga en el nivel inicial, trabajar emociones con los más pequeños constituyo un punto clave porque es en la primera infancia, la etapa de la vida donde forjamos los cimientos que serán la base para el desarrollo psíquico a lo largo de nuestras vidas. Es importante animar a los niños a expresar sus preocupaciones y miedos. Entender que pueden estar tristes, preocupados o angustiados, aunque sus motivos nos parezcan triviales. Hacerles ver que comprendemos sus problemas sin juzgarlos ni menospreciarlos. Frases como “no tengas miedo” o “llorar es de niñitos” deberían desaparecer de nuestro vocabulario. Ayuda más un abrazo y un “yo también tengo miedo, pero juntos podemos”, que reconforta y anima. Mantener unas rutinas y un orden ayuda a aportar seguridad a los niños. Probablemente sea inevitable que
pasen más tiempo ante las pantallas o que se acuesten más tarde de lo habitual, pero es necesario establecer unos horarios y cumplirlos. Reservar tiempo para jugar sin pantallas, para actividades al aire libre ahora que ya pueden salir un rato y para comunicarse con los amigos y la familia. El impacto psicológico de la pandemia en los niños y niñas ¿cómo trabajar desde la Educación?
Las instituciones educativas que han implementado la educación online, deberían trabajar más en las emociones de los niños y adolescentes. La salud mental de este grupo está en riesgo con todo lo que está pasando. En este sentido, es importante que en este momento los niños, adolescentes aprendan a reflexionar sobre esta experiencia que estamos viviendo. Con respecto a la educación en la post pandemia, hay tendencias que van a acelerarse, como las conferencias y la educación a distancia a través de aplicaciones. Pero eso nunca va a reemplazar al docente, al médico, al líder, quiénes van a tener un rol humano irreemplazable por la tecnología. Creo que en un futuro tendremos una educación híbrida. Sin embargo, se observa mucho que existe una desigualdad digital, ya que no todos los chicos tienen un acceso a una computadora con buena conexión o a un celular con datos, y muchos ni los tienen. Esto puede producir una desigualdad educativa muy importante que dictará quién tendrá acceso a la tecnología y quién no, y en la cual tenemos que trabajar. Para ello desde la parte educativa se está trabajando en buscar estrategias, para que esos niños que no están teniendo acceso y están desconectados del sistema educativo, puedan acceder al material mediante cartillas, ya sean enviadas por Nación o formuladas por las docentes de distintos niveles y tener así una continuidad pedagógica.
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Desafíos de la Escuela:
Cuando se cerraron los colegios, escuelas, parecía unas vacaciones adelantadas. Pero pronto empezaron las clases online, las tareas por teléfono por medio de aplicaciones, plataformas y las actividades interminables durante todo el día. Lo que parecía muy divertido los primeros días, empezó a hacerse aburrido y frustrante, sin poder interactuar con los maestros o jugar con los compañeros. Con el paso de los días, no poder salir a jugar o a visitar a los abuelos, primos, amigos se empezó a hacer notar en el estado de ánimo de los pequeños. El estrés de los mayores, que tienen que compaginar el teletrabajo, trabajo online, padres que trabajan y están en la primera línea para enfrentar la pandemia, organizarse con el cuidado de los niños y el apoyo a las tareas escolares, se refleja también en el estado de ánimo de los niños, que empiezan a encontrarse irritables, aumentan las conductas disruptivas, vuelven a tener conductas propias de niños más pequeños, o se vuelven rebeldes y llorones, constituyen un desafío tanto para los padres como para escuela. En ese sentido, la presencia de la escuela se vuelve fundamental. Es a la vez un espacio de apropiación del mundo y de construcción de sentido. Se presentan así, en la escuela la dificultad de sostener la comunicación y la continuidad de la enseñanza aún en condiciones adversas, en contextos vulnerables, el de ir a buscar estudiantes con débil o poca continuidad constituye un desafío en la docencia. Se trata de un sentido identitario de la escuela, que se sostuvo más allá de las adversidades. Ni el colectivo docente ni su formación pueden resolver las desigualdades de conectividad ni de acceso igualitario a las tecnologías digitales. Ante estos desafíos, consultamos con una docente de nivel inicial sobre si: ¿La utilización de nuevas tecnologías en el aula la ha llevado a modificar la propuesta pedagógica proyectada para el año 2020? Por lo que responde: Sí totalmente... debido al aislamiento social preventivo y obligatorio al que nos llevó la pandemia, tuve que modificar el Proyecto Pedagógico proyectado para este año 2.020. No solo realice un recorte en la currícula planificada, sino también tuve que aprender el manejo de programas y aplicaciones digitales incorporándolos como recursos fundamentales para llevar a cabo las Propuesta Pedagógicas. En lo que a mí respecta y a muchos, fue todo un desafío, ya que a todos nos tomó de sorpresa esta situación y de ninguna manera estábamos preparados para afrontar una realidad como la que estamos viviendo. No solo se tuvo que hacer una adecuación de contenidos
seleccionando los prioritarios para nuestros alumnos, sino también de un espacio físico en los hogares para poder llevar a cabo lo planificado. ¿Les ha resultado posible a las docentes de su institución acompañar a sus alumnos y alumnas en sus trayectorias escolares a través de la tecnología? Ante esta consulta remarco: existen un sin fin de realidades a raíz de toda esta situación que estamos atravesando, en la mayoría de los casos si fue posible acompañar a los alumnos, pero hubo otros casos, en los que hasta el día de hoy no pudimos llegar desde lo tecnológico. Esto se debe a que la situación de algunas familias es difíciles, muchas de ellas atraviesan necesidades básicas insatisfechas, por lo tanto les es imposible poder contar con un equipo de telefonía para llevar a cabo la educación desde la virtualidad. Para ellos, hemos implementado el uso de cartillas con actividades alusivas a los contenidos que vamos desarrollando, otras, en la que las familias si cuentan con dispositivo, pero no tienen participación activa en los grupos, ya que no asumen con responsabilidad esta modalidad virtual. También están los casos, en los que si poseen un teléfono, pero hay dos o más integrantes en la familia que se encuentran en trayectoria escolar y es una realidad que se da en la mayoría de las familias de nuestra institución. Por último y no menos importante, están aquellas familias que cuentan con un celular, pero los alumnos tienen cierta negación a este tipo de modalidad educativa y es algo que en nuestro nivel inicial es totalmente comprensible, ya que el mismo se fundamenta en los vínculos afectivos y relaciones interpersonales de manera directa. Esto hace que a muchos de nuestros niños les cueste asumir que tienen que interactuar con su maestra a través de una pantalla y no de forma personal como lo hacían anteriormente en su jardín (Prof. Liliana Chávez - Nivel Inicial) Regreso a Clases:
La apertura y el regreso a las actividades escolares presenciales tendrá una progresión acorde a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, que es de suponer comenzará en las zonas con las menores tasas de transmisión del COVID 19 y con riesgo local más bajo. La apertura de las escuelas también podrá hacerse por etapas; por ejemplo, al principio puede limitarse a unos pocos días a la semana o regir solamente para determinados grados, ciclos o niveles, según lo que se trataron la Jornadas Nacionales de Formación Docente. Es necesario generar condiciones para que el espacio escolar sea un espacio común, habitable y seguro. Hacer
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lazo entre profesores/as y alumnos/ as, profesores/as entre sí, alumnos/ as entre sí en tiempos tan complejos, recomponiendo los vínculos, rescatando situaciones vividas. Construir y re-construir un sentido de estar con otros/as en la escuela. Se consultó mediante una entrevista, a la Lic. Roxana Magalit Cura (Directora Nivel Inicial de Jardín de Infantes Privado - Prof. Nivel Superior), sobre si: ¿Consideraba que nuestra cultura, contexto, escuelas de nuestra provincia están preparadas para un regreso escolar seguro? A lo que manifestó que en este momento por el cual estamos atravesando en nuestra provincia sería imposible la concreción de un regreso seguro a las escuelas. Si bien, hace unas semanas atrás estábamos dentro de una de las primeras provincias que regresaríamos a la presencialidad de manera escalonada, esto no se pudo concretar; pero si implico que las escuelas con sus respectivos equipos realicen un profundo trabajo organizacional agudizando la mirada como artesanos de esta tarea compleja, remirando aquello con lo que contamos e imaginando
como habitar nuevamente los espacios institucionales partiendo de las normativas nacionales y provinciales. Esto me trae a la memoria una charla que escuche de un país vecino como Uruguay con respecto al retorno de los más pequeños, específicamente del Nivel inicial, en el cual al hablar de protocolo significa hablar de un protocolo adaptable, es decir, adaptar al funcionamiento de cada institución, contexto y cultura. Planificar el regreso a la presencialidad en instituciones de Educación Inicial requiere de un enfoque intersectorial para garantizar el interés superior del niño y la niña haciendo posible lo que es necesario para su bienestar integral. Creo que no puede haber una respuesta única y global para todas las realidades sociales y educativas. Las respuestas por lo tanto deben ser contextuales y pertinentes a las diversas realidades. La flexibilidad pareciera ser la base de cualquier estrategia de reapertura de las escuelas: teniendo en cuenta que debe ser cautelosa ante esta pandemia de COVID-19. Sabemos que es necesario un regreso, siempre y cuando se den las condiciones sanitarias como
así también autoridades como el Ministerio de Salud junto al Ministerio de Educación habiliten estas posibilidades de acuerdo como está afectando la pandemia en cada región sabiendo que en primer lugar está el cuidado y la salud de todos. Considero que este tiempo de hoy, reivindica que no dejemos de ser ese docente ANFITRIÓN y ARQUITECTO que recibe , acoge, y diseña constantemente las propuestas atendiendo a todos y cada uno de nuestro niños y niñas ,jóvenes y adultos esperando ese regreso que a pesar de ser incierto y fugaz en cualquier momento se dará. Es importante destacar, en este sentido el estar para el otro, contener a los equipos, entrar en dialogo con otros directivos y el acompañamiento de los supervisores. Seguramente encontrar un equilibrio entre un retorno seguro y el aprendizaje, es un desafío enorme, pero estamos juntos en un trabajo colaborativo entramando redes e integrando aportes de especialistas, profesionales de la salud, la psicología, el trabajo social y especialistas en educación.
Autor: Ximena Soledad Soria-
Psicóloga (UNT)-Esp. Psicoterapia Cognitiva Infanto-Juvenil Con Formación Pedagógica (UCSE) Ps. De Nivel Inicial Miembro Fundación Casa de la Juventud
Bibliografía: Jornadas Nacionales de Formación Docente-INFOD https://www.educaweb.com/ noticia/2020/05/27
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La clase en tiempos de cuarentena Aportes para pensar la estructura de la clase frente al aislamiento social preventivo y obligatorio
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l año 2020 sorprende al mundo con el surgimiento de una patología que se extiende a lo largo del planeta, obligando a países como la Argentina a tomar medidas sanitarias urgentes que imposibiliten el contacto persona a persona, así disminuir el impacto de los contagios por Covid- 19, un extraño virus que provoca una patología respiratoria, con consecuencias letales en ciertos grupos etarios y en personas con morbilidad previa. El aislamiento social, preventivo y obligatorio, constriñe al conjunto social a permanecer resguardados en sus domicilios, y aparece la virtualidad como un mecanismo idóneo para
mantener activas ciertas tareas, trabajos y vínculos entre personas, empresas y demás. La escuela acata esta medida, propiciando otros modos de abordar el proceso de enseñanzaaprendizaje, acercando las propuestas educativas mediante la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación disponibles en sus contextos y al alcance tanto de los docentes como de sus alumnos. El problema que enfrenta la escuela pública (centrando el análisis en el nivel secundario), es la poca adhesión de sus estudiantes a las propuestas virtuales ideadas por sus docentes, pese al empleo de múltiples recursos para llegar a cada uno de ellos tales como: plataformas virtuales, utilización de aplicaciones virtuales para video llamadas o video conferencias, aplicaciones de
bajo costo de mensajería personal o grupal en telefonía celular que permiten a su vez la interacción multimedia, etc. ¿Por qué sucede esto? Desde luego la respuesta no es sencilla y lleva a indagar los diferentes aspectos implicados en el problema. Para los fines de este escrito se toma dos hipótesis planteadas por el autor, que si bien revisten el carácter de sustantivas y están colocadas de manera enunciativa, sirven de base para las propuestas detalladas más adelante. La primera hipótesis refiere a la necesidad del establecimiento de un acuerdo que instituya las modalidades de interacción entre escuela, estudiantes y familias, que al prescindir del mismo, se desarrollan de manera confusa, delimitando con fragilidad lo obligatorio de lo no obligatorio, lo importante de lo nefasto, la temporalidad frente a la indeterminación de los tiempos didácticos, etc., cuestiones que están demarcadas en la clase presencial. Ésta última, mantiene una dinámica propia y conocida por todos los involucrados en el proceso de enseñanza- aprendizaje y que se cristaliza con lo que algunos autores como Filloux (1973) y Brousseau (1986) llaman el contrato didáctico. En él se plasman los acuerdos (explícitos e implícitos) de los modos de interacción entre los distintos componentes de la triada didáctica: Docente- estudiantecontenido. Asimismo sucede en las escuelas donde la modalidad es virtual u On-Line como se acostumbra a llamarla, que aparece en ese contrato que ambas partes comprenden que la clase estará mediada por la tecnología y se presupone que ambos interventores (docentes y estudiantes) cuentan con los recursos para llevar a cabo este proceso. Además, la clase está
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disponible para el aprendiente en las diferentes plataformas virtuales a su disposición por lo que el mismo puede acceder a ella, tantas veces como sea necesario y en los horarios que le sean convenientes, ventaja que no se encuentra en la presencialidad. La segunda hipótesis tiene que ver con el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación pero más que nada, al acceso a internet. Esta hipótesis refuerza los planteos de numerosos pensadores (Caves, 2004; Compaine, 2001; Hilbert, 2014 y Lugo, 2015) que refieren a ella como la brecha tecnológica en la que se suscita una situación de desigualdad entre los estudiantes, tanto en el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (principalmente por sus elevados costos) y por el acceso a una red de internet, por lo que se discrimina indirectamente a aquellos que pueden acceder a las clases virtuales por poseer en la vivienda algún dispositivo tecnológico que lo permita y acceso a internet, de aquellos que no tienen esa misma posibilidad; incluso entre los que tienen acceso a una red de internet se da una situación de desventaja en virtud de la velocidad de los datos con los que disponen o si es una red de banda ancha. Las hipótesis planteadas, si bien intentan responder tentativamente al porqué de la poca participación de los estudiantes en escuelas de nivel secundario, reflejan solo dos aspectos del problema, relacionados al Curriculum y a lo que Litwin (2005) llama entornos virtuales de aprendizajes, dejando
de lado los aspectos personales de los educandos, las decisiones individuales de no participar y los flujos de las dinámicas familiares que seguramente dificultan la continuidad del proceso o incluso no generan el espacio adecuado para hacerlo. Es amplia la bibliografía que refiere a las competencias que los docentes deben adquirir para lograr clases exitosas, llamativas y que despierten el interés de las y los estudiantes a través del uso de las TIC´s, sin embargo, el panorama actual exige que todos ellos diseñen clases por medios virtuales de la forma que mejor les salga. La pandemia llegó así de forma imprevista y requiere
decisiones rápidas y adecuadas a los requerimientos gubernamentales. Las experiencias de aprendizajes denotadas y la variedad de recursos empleados por los titulados, da fe que los docentes son verdaderos artesanos de la educación. Por lo expuesto es que se pretende formular algunas alternativas pedagógicas que ayuden a los profesores y maestros/as en la arquitectura de sus clases sin intentar menoscabar las estrategias didácticas ya puestas en juego y que funcionan. Una de las características principales de la clase virtual es la soledad con la que las y los estudiantes enfrentan la tarea. Por ello es necesario construir clases en las que el estudiante se aventure en la experiencia de
aprender a partir de lo que tiene cerca, es decir, que no solo pueda comprender el objeto cognoscente sino extrapolarlo a su realidad. Al respecto, Freire (2014) dice “Mujeres y hombres somos los únicos seres que, social e históricamente, llegamos a ser capaces de aprehender. Por eso, somos los únicos para quienes aprender es una aventura creadora, algo, por eso mismo, mucho más rico que simplemente repetir la lección dada. Para nosotros aprender es construir, reconstruir, comprobar para cambiar, lo que no se hace sin apertura al riesgo y a la aventura del espíritu”. Esta premisa se basa en lo que el autor de referencia profiere: “saber que enseñar no es transferir conocimientos, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”. Es menester reflexionar que si los estudiantes deben enfrentar la tarea de manera autónoma, desarrollar esa cualidad llevará tiempo, pero eso no significa desestimar el período para concretar una labor, sino diseñar un sistema de seguimiento que dé cuenta del avance en términos cualitativos del cumplimiento de la misma e incluso puede constituir una de las categorías a evaluar. Vygotsy (2005) aporta un interesante enunciado que sostiene lo propuesto al decir: “…el contexto social influye en el aprendizaje más que las actitudes y las creencias; tiene una profunda influencia en cómo se piensa y en lo que se piensa. El contexto forma parte del proceso de desarrollo y, en tanto tal, moldea los procesos cognitivos”. Entonces procurar diseñar clases que puedan ser realizados por ellos
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mismos, que pueda ser contrastado con experiencias y/o situaciones de su vida cotidiana, significará que el educando ira resolviendo diferentes niveles de complejidad relativo a un objeto de conocimiento, con una mirada comprensiva y además dilucidará la utilidad del concepto en cuestión. Siguiendo con lo antes planteado, la clase debe procurar el desarrollo de ciertas competencias básicas del estudiante. Gardner (2016) así lo plantea cuando expresa: “en los primeros años de enseñanza media (…)los estudiantes habrán tenido la oportunidad de desarrollar habilidades mas objetivas- aquellas habilidades de alfabetización, de competencia matemática y científica que les permitirá explorar las disciplinas con más profundidad- en lugar de aprenderlas de un modo distante, sin embargo, habrán tenido la oportunidad de implicarse en diversos aprendizajes prácticos, en cuyo desarrollo habrán contemplado las versiones más desarrolladas de estas habilidades que se habrán desplegado útilmente. Habrán participado en proyectos de los que podían beneficiarse y cultivado estas habilidades. Y habrán tenido la oportunidad de interactuar con tecnologías apropiadas, que les presentan problemas importantes e interesantes de un modo eficiente y fácil de utilizar (…)” Tomando como referencia este fragmento, se puede acotar que la clase debe propiciar el encuentro del estudiante con el objeto cognoscente en el que se involucren sus saberes previos, su contexto y lo que ofrece, los recursos de mediación para el desarrollo de las habilidades, pero hay que tener en cuenta que muchas veces los docentes desconocen la realidad de sus educandos. Entonces ¿Cómo pueden diseñar clases relativamente pertinentes ante este
desconocimiento? Frente a ello, numerosos autores sostienen que es necesario invertir la lógica desde la cual se piensa el Curriculum, y proponen la estrategia del ABP (aprendizaje basado en problemas) para sostener y construir clases pertinentes. Esta estrategia consiste: “… una experiencia pedagógica organizada para investigar y resolver problemas que se presentan enredados en el mundo real. Compromete activamente a los estudiantes como responsables de la situación problemática; organiza el Curriculum alrededor de problemas holísticos; crea un ambiente de aprendizaje en el que los docentes alientan a los alumnos a pensar y los guían en su indagación”. (Torp y Sage, 2007) Además, esta forma de trabajo, resalta las virtudes que debe reunir un profesor que pregona la autonomía de sus educandos. Algunos de los aprendizajes que promueve son: • Habilidades cognitivas como el pensamiento crítico, análisis, síntesis y evaluación, de conceptos y contenidos propios a la materia de estudio. • Habilidad para identificar, analizar y solucionar problemas, y capacidad para detectar sus propias necesidades de aprendizaje. • Trabajar de manera colaborativa, con una actitud dispuesta al intercambio. • Manejar de forma eficiente diferentes fuentes de información para argumentar y debatir ideas utilizando fundamentos sólidos. • Una actitud positiva y dispuesta hacia el aprendizaje y los contenidos propios de la materia. • Participar en procesos para la toma de decisiones y que brinden seguridad y autonomía en sus acciones. El empleo de estas recomendaciones
pone de manifiesto que la clase debe estar disponible para los estudiantes, sea de manera oral, escrita o grabada en un video, expresadas como si fuera un tutorial para que se puedan seguir con los sentidos. Estas alternativas enunciadas, desde luego no podrán reducir la brecha tecnológica, pero es esperanzadora y se suma a los poderosos intentos que en cada jornada realizan docentes y estudiantes para sobrellevar el aislamiento social, preventivo y obligatorio, de la mejor manera que lo pudieron hacer. Resta alentar a todos los involucrados a no deponer sus acciones educativas y mantener la convicción de que un mañana mejor es posible, reivindicando que la educación es el principal instrumento para la liberación los pueblos.
Autor: Paz, Cristian R.
Prof. en Educación para la salud Especialista en Docencia Universitaria
Bibliografía consultada: •Freire, Paulo (2014): Pedagogía de la autonomía: saberes necesarios para la práctica educativa. Siglo XXI editores, Buenos Aires. •Gardner, Howard (2016): La mente no escolarizada. 1º ed. Paidos, Buenos Aires •Hernaiz, H.: Las nuevas tecnologías y la calidad educativa: los desafíos de la equidad. www.educ.ar/ 17-062014 •Litwin, Edith (Comp.2005): Tecnologías educativas en tiempos de internet. Amorrortur Ediciones, Buenos Aires.
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Acuerdo de la primera etapa para la construcción de la Autovía Termas- Tucumán El pasado 26 de agosto, se realizó la reunión entre el gobernador de nuestra provincia, el Dr. Gerardo Zamora con el gobernador de Tucumán, el Dr. Juan Manzur, con el objetivo de impulsar un desarrollo turístico y productivo de la región, avanzando en una primera etapa con la construcción de la autovía Termas de Río Hondo-Tucumán. En la reunión también participó el Jefe de Gabinete de Ministros Santiago Cafiero.
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Mirarnos, parar y reparar.
NUESTROS HIJOS, NUESTROS ESPEJOS. Mirarnos, parar y reparar.
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partir de la llegada de los hijos, nuestra percepción acerca de los niños tiende a modificarse. Ser padres hoy, con toda la información que tenemos a nuestro alcance, puede representar un profundo aprendizaje sobre nosotros mismos, aunque muchas veces este proceso se dé de forma inconsciente. La presencia de los hijos es un desafío constante, que se potencia en estos momentos de pandemia y que muchas veces nos remonta a nuestra propia niñez, a revisar nuestra propia historia y nos invita a un constante despertar de la consciencia, conduciéndonos a una valiosa oportunidad para sanar posibles heridas emocionales. Casi sin preguntarnos, los niños nos van marcando el camino hacia el autoconocimiento, al inexorable trabajo interno que nos demanda su crianza para poder llegar a ellos y por ende a nosotros mismos de una forma más compasiva. Muchos hemos crecido bajo la sumisión y nos han criado desde el castigo, algunos hemos recibido en nuestros hogares chirlos, cachetadas, cintazos; y en los peores casos, latigazos que dejaban marcas, hechos que coincidían con los punteros y con los envíos hacia el rincón tan utilizados por las maestras en aquellas épocas, donde imperaba el rigor y la exposición a la
vergüenza como consecuencia del mismo. Era el modo de impartir obediencia, tiempos en la que los hijos no se atrevían a contestar con insolencia ni a padres, ni a maestros, ni a ningún mayor. Si nos cuestionamos cual era el contexto que lo propiciaba, entre las muchas variables, encontraremos que los patrones de sumisión y obediencia fueron protagonistas en la vida de las mujeres y que, a su vez, se los transmitían a sus hijos. Esto contrasta con mucha de las actitudes y conductas actuales de niños y adolescentes, quienes tienden a rebelarse; pareciera ser que se rehúsan a aceptar normas, todo lo cuestionan, incluso con comportamientos que sorprenden y a veces nos dejan sin respuesta a los adultos. Son frecuentes las preocupaciones en el consultorio psicológico y en las charlas de padres relacionadas a la crianza de los hijos, que se reflejan en preguntas tales como: ¿cuál es la mejor manera de poner orden en la casa?, ¿cómo hago para que no me falten el respeto y me hagan caso?, ¿qué debo hacer para no tener que pedir cien veces que hagan la tarea, para no batallar a la hora del baño y de irse a dormir?, ¿cómo hacer para que los adolescentes respeten horarios? Y la lista continúa. ¿Qué es lo que les enseñamos a nuestros hijos cuando usamos la violencia o el castigo? Es común escuchar a
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algunos padres decir: “a mí me criaron así, recibía palizas y me ayudó a ser una persona de bien. Por lo tanto, ese método funciona”. Pero los niños ya no actúan ni se comportan como los de antes, y los adultos tampoco lo hacemos como solían hacerlo nuestros padres o abuelos. Cuando en teoría estamos actuando para educarlos y corregirlos, muchas veces sin tener conciencia de ello, estamos habilitando a que hagan del grito, la cachetada, el empujón, el tirón de orejas, la amenaza, el chantaje o el golpe, una forma habitual de comunicación. ¿Con quién? Con todas las personas, incluso con las de su mayor afecto. ¿Por qué? porque quienes más los aman, lo hacen y supuestamente por su bien. Y es así como el círculo de la violencia se perpetúa de generación en
generación, ya que esos niños que han sido criados con violencia se podrían convertir en adultos propensos a hacer lo mismo o a aceptar en su vida algún tipo de violencia y normalizarla. Por el contrario, cabe destacar que muchos papás han pasado del control excesivo de otras generaciones al extremo opuesto: la permisividad. La otra cara de la misma moneda, eso que muchos hicimos como un salto al vacío para huir del autoritarismo, desconociendo el enorme daño que provoca a nuestros hijos. ¿Cuándo somos permisivos con nuestros hijos? cuando los sobreprotegemos, cuando hacemos cosas que pueden hacer por sí mismos, cuando los rescatamos de situaciones problemáticas que necesitan afrontar, cuando hacemos sus tareas, también al comprarles demasiadas cosas y muchas de ellas innecesarias, o no brindándoles el tiempo adecuado en cantidad y calidad. Nada de esto es saludable, ya que, como consecuencia de estos actos se va generando codependencia, confusión, desorientación; niños que creen merecerlo todo sin hacer nada a cambio. Conforme somos permisivos, los niños empiezan a albergar sentimientos de incapacidad, los cuales van dejando una huella profunda en su autoestima a largo plazo. Recuerdo a una paciente, una mamá desesperada,
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contándome con entusiasmo que le daba dinero a su hijo de 6 años para que este no pegue a sus compañeritos, no salga del aula y venga con el cuaderno completo. ¿Le funcionó? Claro que sí, pero es siempre a corto plazo; ya que lo que se genera con este tipo de soluciones es que los hijos no se responsabilicen de sus propias conductas en el futuro. Frente a este panorama, las investigaciones son decisivas: el castigo, el grito y el control excesivo no funcionan, tampoco la permisividad, ya que son zonas dentro de la educación que no son
de igual manera participación e involucrar a todos los miembros, ¿por qué? Porque luego las tenemos que respetar. Si una persona forma parte de la creación de las pautas, es mucho más probable que se sienta motivado a respetarlas. Hasta los 4 o 5 años, las pautas las pone el adulto (reiterándolas varias veces, ya que a esa edad los niños olvidan), a partir de allí, siempre van a ser una cocreación. ¿Qué significa esto? Idear junto a los hijos cuales deben ser los límites en cuanto al uso u horarios por ejemplo para ver televisión, jugar, usar el
aconsejables. Entonces: ¿cuál sería el camino para lograr una convivencia sana? Es necesario buscar ese punto medio: educar amorosamente, para criar con solidez, pero con afecto. Son varios los aspectos a tener en cuenta, pero en este artículo voy a explayarme sobre uno de los pilares que considero de los más importantes dentro de un hogar, que permite poder encontrar ese punto medio, ya que hace posible lograr una crianza respetuosa: me refiero a las pautas de convivencia, que son las normas que van regular la misma. Las pautas tienen que ser informadas, debiendo ofrecer
teléfono, horas de llegada, tareas, entre otras cosas e incluirlo en las discusiones. Las pautas son el guión de nuestra acción, por lo tanto, todos necesitamos saber cómo se van a hacer las cosas para que la convivencia funcione, cosas tan simples como saber quién va a poner la mesa, quien va levantar los platos o dar de comer al perro esta semana, quien recoge los juguetes, quien lleva la ropa sucia al cesto, etc., repartiendo las responsabilidades, para lograr el sentido de cooperación y de contribución. Ello sin dejar de recordar que ninguna regla se talla en piedra, estas pautas deben gozar
de flexibilidad, mucho más aún en tiempos de coronavirus. Si funcionan, sirven; y si no nos funcionan, nos tenemos que volver a sentar y repensarlas todos juntos. Trasladar normas a los niños que les supongan prohibiciones o información que ni siquiera quieran escuchar, es perder tiempo. Lo que se intenta es lograr convivencias funcionales, convivencias respetuosas, convivencias exitosas y para ello es necesario que las personas tengan información, para que se sientan orientadas, seguras, con confianza, y así puedan tomar todos juntos como parte de la misma familia, decisiones al respecto. Muchos progenitores nos pasamos la vida dando órdenes, quejándonos y diciéndole a nuestros hijos que hacen las cosas mal, pero resulta que no actúan así conscientemente; se equivocan porque están preocupados o asustados, porque temen no llegar a tener las habilidades necesarias para lograr una vida emocionalmente saludable. Por eso buscan desde su lugar y como pueden, ser respetados, escuchados y sobre todo ser tenidos en cuenta, pertenecer, sentirse importantes. Pero no saben cómo cubrir estas necesidades y se confunden en cómo lograr estos objetivos. Lo primero que hay que comprender entonces es que detrás de cada conducta hay un mensaje y que todo comportamiento tiene una intención. Sin embargo; si nos preguntamos como progenitores, cuanto tiempo dedicamos a informar y cocrear las pautas del hogar, nos vamos a encontrar con la sorpresa de que muchos de nosotros le hemos dedicado poco y nada, porque estábamos abocados a “las cosas verdaderamente importantes”, como por ejemplo, el trabajo y la economía familiar. La falta de dedicación a establecer
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pautas, implica que la puesta de límites llega a destiempo, cuando una situación nos ha desbordado, cuando nuestro cerebro bajo presión no está integrado, sino en modo supervivencia, donde son posibles solo 3 respuestas: huir, luchar o quedarse paralizados. Desde ese lugar es muy difícil poner límites a los niños, porque como padres estamos deslimitados. No es posible pensar racionalmente cuando accedemos a nuestro cerebro primitivo porque decimos y hacemos cosas de las que después nos arrepentimos. Daniel Siegel refiere que cuando un niño esta desequilibrado y descontrolado, sea por lo que sea, la conducta agresiva o el comportamiento violento lo hace todo más difícil, más estresante, especialmente para el mismo niño. Por lo tanto, una de nuestras funciones fundamentales como padres, tengan la edad que tengan nuestros hijos, es ayudarlos a ser más equilibrados, y no perder nosotros el control. Me parece que la frase: “ámame cuando menos lo merezco porque es cuando más lo necesito”, tiene que ver con esto, con nuestra capacidad de dominar nuestras emociones en momentos
donde los niños ya han perdido los estribos. El cerebro de un niño aún no cuenta con el desarrollo necesario para lograr tener juicio crítico, tomar buenas decisiones, ni sabe aún gestionar sus emociones, muchas veces ni siquiera logra identificarlas. Es por tal motivo que, como padres, en momentos de berrinches o mala conducta de los hijos, es cuando más debemos dar calma, serenidad, lo que en psicología se denomina ser correguladores de sus emociones; es decir, si deseamos que nuestros hijos aprendan a ampliar la ventana de la tolerancia a la frustración, primero como padres debemos modelar con nuestro autocontrol y nuestra tolerancia. ¿Tarea difícil?, sí, pero no imposible. Requiere de una gimnasia diaria, somos entrenadores de vida. Es importante preguntarnos entonces: ¿pongo los límites cuando mi hijo lo necesita o cuando yo no aguanto más? ¿Me puedo poner límites a mí mismo? ¿Y si lo pongo, lo puedo sostener en el tiempo? Para quienes no lo han hecho aún, no hay q sentir culpa, y la cuarentena es una gran oportunidad para comenzar. Nuestro pasado nos ha traído al presente, ¿lo hemos hecho con mala intención? No. ¿Nos hemos equivocado? Muchas veces, sí, y nos seguiremos equivocando también. Pero lo bueno es que hoy tenemos mucha información, que nos diferencia de otras generaciones que no las tuvieron, hoy sabemos que los errores son maravillosas oportunidades de aprendizaje, de cambios, de crecimiento, donde la familia es el laboratorio de nuestras actitudes y estrategias para lidiar con los demás. Para educar de otra manera quizás habría que tener el coraje para parar y repensar, dejar de poner el foco en el niño y girar ese foco y ponerlo en dirección nuestra,
porque en definitiva los niños son como espejos, siempre muestran fielmente lo que está ocurriendo dentro de nosotros, entendiendo que detrás de cada conducta de los niños se esconde un mensaje, muchas veces un pedido de ayuda, un “s.o.s”, un socorro disfrazado de berrinche o de mal comportamiento. Comprendiendo que cada etapa de crecimiento es una ocasión para sanar nuestro propio dolor, para profundizar más en nosotros mismos y tornarnos más humanos. Darnos la oportunidad de revisar nuestras creencias, quizás las más profundas, porque lo que pensamos, sentimos y hacemos influyen directamente en la construcción de la autoestima y el autoconcepto de nuestros hijos. Somos la oportunidad de una sociedad que promueva relaciones respetuosas y de mejorar el trato con la infancia y la adolescencia, para ser nuestra mejor versión y poder acompañarlos desde nuestra tarea, rol y función más importante: ser entrenadores de vida, formadores y transformadores desde la conexión, con solidez, orientándolos con amor, aliento, confianza y sobre todo el respeto mutuo, enseñándoles valiosas habilidades de vida para que puedan formar un buen carácter y derramar paz en el mundo.
Lic. Lorena Bravo. M.P. 673. Psicóloga. Sexóloga clínica. Certificada internacional en orientación a padres y familias. Diplomada en Psicodiagnóstico.
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La Municipalidad, ONGs y vecinos con el programa plantar y adoptar un árbol trabajaron en el barrio General Paz La Municipalidad, ONGs y vecinos con el programa plantar y adoptar un árbol trabajaron en el barrio General Paz La Capital, junto a la Asociación Civil Empoderar, inició la plantación de 2500 árboles en la barrio General Paz, en el marco de la Semana del Árbol, que fue lanzada por la intendente, Ing. Norma Fuentes. Se trata de acciones, junto a organizaciones no gubernamentales, por las cuales se colocarán diversas especies en barrios capitalinos. La plantación implica la adopción responsable por parte de los vecinos
de las plantas, es decir, con el compromiso de cuidar los ejemplares que reciben para sus veredas. Para ello, las organizaciones realizaron previamente el relevamiento de los lugares que necesitaban la reforestación e identificaron a los vecinos que cuidarán el desarrollo de los árboles. Por su parte, la Capital, a través de sus 11 centros operativos, colabora con las tareas de plantación de las especies que fueron producidas en el Vivero Municipal. Las ONGs que participan son: DECYDE, Asociación Traeer, Club
Atlético Güemes, MAMA Un Colectivo de Sueños, Nuevo Ciclo, Cooperativa Eco Vida, Jóvenes por la inclusión, Siminisqa, Asociación Civil El Borde, Mesa de Gestión Zona Sur y Movimiento de Profesionales y Docentes. Durante el transcurso de este año, se llevan plantados 25.000 de los 60.000 ejemplares que están previstos incorporarse al patrimonio verde, los que se suman a los más de 105.000 del período 2018-2019.
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La Municipalidad de la Capital desarrolló encuentros virtuales no gubernamentales con la finalidad de profundizar los espacios de participación ciudadana.
HCD: Adhesión a la conmemoración al Día del Activismo por la Diversidad Sexual Esta muestra tiene por objeto visibilizar la lucha y los reclamos de las personas de este colectivo y de esta manera promover el respeto por los derechos humanos. En efecto, el 20 de agosto se conmemora el día del activismo por la diversidad sexual en Argentina, en memoria del activista Carlos Jauregui. Quien, según Filo.news, fue
fundador y primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), una organización que trabaja en los derechos de la comunidad LGBT+(*); fue fundador de la asociación Gays por los Derechos Civiles, con la que organizó, convocó y encabezó a la primera marcha del Orgullo Gay Lésbico en Buenos Aires el 3 de julio de 1992; asesoró el
primer proyecto de unión civil entre personas del mismo sexo; e impulsó la inclusión de la orientación sexual en la cláusula anti-discriminatoria de la Constitución en la Ciudad, se trató de una propuesta para presentar ante la Convención Estatuyente de la Ciudad de Buenos Aires. En el 2012 la legislatura bonaerense instituyó el 20 de agosto el Día del activismo por la diversidad sexual para recordar su lucha y sus aportes para el colectivo LGBT. Jauregui, fue uno de los primeros en poner el rostro y el cuerpo a la lucha LGBT que se venía levantando en Argentina. Desde el activismo argentino se lo recuerda y se lo cita de forma permanente con una de sus conocidas frases: “en una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”. (*) LGTBIQ+, las siglas que designan colectivamente a lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero, intersexuales y queers. La suma incluye a los que no están representados en las letras, como pueden ser los asexuales o pansexuales.
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El sistema educativo municipal promueve la formación de valores en los estudiantes bandeños La Subsecretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad de La Banda impulsa un modelo educativo en el que se inculcan los valores fundamentales, como la solidaridad, utilizando medios virtuales y fortaleciendo la conectividad con los alumnos y sus familias. Tal como sucedió con el resto de las áreas municipales, la pandemia impulsó nuevas formas de brindar servicios a los vecinos de la ciudad, en este caso el rol de la educación ha cobrado una notable importancia, desafiando a los docentes, directivos y autoridades a trabajar a distancia sin perder el contacto con los alumnos. En este sentido, se ha dado continuidad a los lineamientos impulsados desde los inicios de la gestión del intendente Pablo Mirolo que tienen por objetivo la implementación de la educación emocional como uno de los pilares fundamentales en el aprendizaje de los niños y adolescentes. La base de la educación emocional, propone la trasmisión del conocimiento trabajando paralelamente en lograr
emociones estables en los alumnos teniendo en cuenta que nadie aprende con violencia, con hambre, ni sintiéndose triste. Es por esto, que desde los jardines de infantes las docentes trabajaron a través de medios virtuales en proyectos que desarrollen valores fundamentales como la solidaridad en los niños desde temprana edad. Además de enviarles los conceptos básicos del “Día de la Solidaridad” se les dio como tarea el colaborar con tareas domésticas habituales en el hogar como una forma de contribuir con sus familias. Al respecto de la educación emocional, la subsecretaria de Educación, Stella Maris Mirolo, señaló: “Queremos destacar el trabajo que nuestras docentes vienen realizando durante esta crisis sanitaria que nos ha impedido continuar en contacto con nuestro alumnos, no es un trabajo sencillo pero viene teniendo resultados favorables ya que cada una de ellos trabajan por la inclusión social y la diversidad como así también por la contención tanto en lo pedagógico como en lo socio-emocional. Esto se posibilita gracias a la intervención del equipo interdisciplinario, compuesto por psicólogos, psicopedagogos, entre otros”.