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DESTINO
Aventura charrúa Pensar en tango, vino y carnes es invocar a Argentina. Sin embargo, un poco más al este existe un país de infinitos pastizales, tangos desgarradores y vinos intensos. Uruguay deja marca y muchas ganas de volver. Escribe Billy Kich
U
n viaje inolvidable no ne-
tro de las ruinas del convento de San Fran-
Montevideo queda a tres horas en auto
cesariamente debe ser a
cisco para obtener unas vistas panorámicas
desde Colonia. La capital de Uruguay es
Europa o a alguna tierra
del pueblo. También vimos los restos de la
una ciudad grande con un aire porteño an-
lejana. Una escapada más cercana pue-
antigua muralla que rodeaba la ciudad. En
tiguo. El Río de la Plata lo envuelve como
de ser tan emocionante y divertida como
los museos, aprendimos parte de la historia
un inmenso mar en su último tramo antes
esas travesías distantes. Por ello, mi pro-
portuguesa que guarda este lugar.
de llegar al Atlántico. Decidimos alquilar
puesta es una aventura charrúa; de tango
un depa en la ciudad vieja, con parques
y parrilla, de vino y Río de la Plata. Un par
Para terminar, no podíamos dejar de
de fuentes antiguas y edificios históri-
de semanas recorriendo Uruguay en auto
visitar uno de los restaurantes de la Calle de
cos. Nuestro balcón tenía vista directa a la
hasta la frontera con Brasil. Aquello es,
los Suspiros, la más pintoresca del centro
hermosa catedral de cúpulas enchapadas
justamente, lo que hice con mi pareja y
histórico. Allí, comimos una tabla de queso
en azulejos. Salimos a recorrer el centro
dos grandes amigas. Un viaje inolvidable.
y fiambres locales, y tomamos un excelente
hacia la plaza Independencia, muy am-
vino uruguayo escuchando música en vivo.
plia con un pórtico de piedra colonial. Al otro extremo, se levanta inconfundible el
Nuestra aventura comenzó en Colonia
Palacio Salvo con esa torre esquinada tan
del Sacramento, luego de cruzar el charco
A la mañana siguiente, recogimos el
en ferry desde Buenos Aires. Esta ciudad es
auto que habíamos alquilado para seguir
encantadora, al borde del Río de la Plata, con
nuestro camino en 4 ruedas. Uruguay es
callecitas de piedra, casas coloniales, ruinas,
un país pequeño y plano, pero muy verde
Sin duda, lo más popular del centro
monumentos de la antigua colonia portu-
con pastizales hasta donde llega la vista.
histórico es el Mercado del Puerto, que
guesa y los atardeceres más hermosos.
Es un placer recorrerlo en auto, puesto que
es una estructura del siglo XIX restaura-
sus carreteras están en excelente estado.
da para alojar numerosos restaurantes
El centro histórico es pequeño y senci-
Siendo un país netamente ganadero, el
de parrilla. Fue una parada imperdible en
llo de recorrer a pie. Primero, visitamos la
recorrido está lleno de granjas, pueblitos
nuestra visita a Montevideo. Para bajar la
Basílica del Santísimo Sacramento, rodeada
encantadores y miles de vacas que obser-
comida, caminamos al Café Brasilero, el
de buganvilias y carcochitas hechas mace-
van aburridas mientras rumian pasto de-
más antiguo de la ciudad, aún decorado al
teros. Luego, subimos al famoso faro den-
bajo de algún árbol frondoso.
estilo Art Nouveau; un viaje en el tiempo.
particular.