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NBA: Una era exótica
Tras el retiro de Hakeem Olajuwon de la NBA, pocos jugadores extranjeros han obtenido el título de «mejor del mundo».
Actualmente, dicha situación dio un giro de 180°.
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Previo al segundo juego de las finales de conferencia entre el Utah Jazz y los Houston Rockets el 25 de mayo de 1994; el ahora difunto y entonces comisionado de la NBA, David Stern, marcó un hito en la historia del deporte inventado por James Naismith. «Has tenido una carrera espectacular y guiado a tu equipo hacia su mejor temporada. Perteneces, sin duda, dentro del salón de la fama, y juegas con una gracia y elegancia espectacular».
Dichas palabras no solo describen el legado del primer Rocket en ganar el premio MVP (jugador más valioso de la NBA) desde 1982. Frente a los ojos del mundo entero, Stern, quien era uno de los líderes de esta disciplina, nombró al nigeriano Hakeem Olajuwon como el primer extranjero en ganar este reconocimiento.
Hakeem «The Dream», quien se convertiría en campeón de la NBA aquel año tras vencer a los New York Knicks, dio inicio a un sueño aún más grande: un mundo donde los extranjeros y americanos compiten al mismo nivel. En la actualidad, son tres personalidades foráneas las que se encargan de que ello sea real. El 27 de junio de 2013, los fanáticos de baloncesto se reunieron nuevamente en el Barclays Center. El hogar de los Brooklyn Nets junto al equipo especializado de ESPN fueron los encargados de llevar a cabo el evento predilecto de los ojeadores de talento y los fanáticos privados de acción de postemporada: el NBA Draft.
Luego de 14 selecciones que años más tarde serían decepciones, llegó el turno de Milwaukee Bucks. Orgullosos de haber tenido entre sus filas a Kareem Abdul Jabbar y Oscar Robertson; un ucraniano y dos canadienses fueron seleccionados en los turnos previos. Incluso el neozelandés Steven Adams encontró un lugar en una franquicia relativamente joven: los Oklahoma City Thunder. Para un equipo tradicional como los Bucks, ganar es clave.
Esperando en la grada se encontraba un joven griego criado por padres nigerianos, pero nacido en Atenas. Giannis Antetokounmpo, el jugador más joven del Draft (18 años), indicaba el potencial más alto de todos los jugadores presentes en el evento. Cargando su bandera en la espalda, fue seleccionado para representar a una franquicia escasa de victorias desde 1971.
El 26 de junio de 2014, la fiesta del Draft vio llegar a nuevas estrellas. Los Cleveland Cavaliers buscaban una figura para acompañar a Kyrie Irving. Seleccionaron a Andrew Wiggins; inmediatamen- te traspasado a Minnesota Timberwolves. Jabari Parker, el mediatizado segundo mejor jugador en dicho evento, y quién sería considerado como una gran decepción con el pasar del tiempo, rápidamente fue elegido por los Milwaukee Bucks. Con la tercera selección llegó el turno de los Philadelphia 76ers, el peor equipo de la NBA. La temporada pasada ganaron 19 partidos y perdieron 63. Sus fanáticos necesitaban un salvador para un proceso de reconstrucción. Joel Embiid, nativo de Yaundé (capital política de Camerún), fue elegido con el objetivo de salvar a la franquicia.
Más adelante, los Denver Nuggets tenían la selección 41 y decidieron jugársela con alguien desconocido. Nikola Jokic, jugador serbio del Mega Vizura de Europa, no vio sus mejores momentos del baloncesto en la pantalla ni en fotografías. Mientras el mejor de la historia de los Nuggets es- taba en acción, un comercial de Taco Bell ocupaba la atención de los televidentes. Jokic jugaría por primera vez en Estados Unidos un año después.
En la actualidad, los tiempos de postemporada han comenzado. Con ellos vienen jugadas impresionantes, partidos para el recuerdo y el debate sobre quién es el mejor del planeta en el baloncesto. LeBron James, Kevin Durant, Stephen Curry son leyendas estadounidenses que, pese a su innegable dominio, hoy están fuera de la discusión.
Tras 29 años de la proeza realizada por Hakeem Olajuwon, el nigeriano que compitió codo a codo con los mejores y superó a todos; son estos tres extranjeros los que revolucionaron la NBA. Un niño serbio criado en tiempos de guerra; uno griego que no podía darse el lujo de comprar zapatillas y un camerunés inepto para el básquet hasta su adolescencia. Entre movimientos dotados de técnica, una fuerza sobrehumana y un IQ superior al del resto, estas jóvenes leyendas dominan la mejor liga de baloncesto del mundo desde 2019. Foráneos que han convertido la NBA en la IBA: International Basket Association. //