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Limaq

Limaq es el origen del nombre de nuestra capital. Proviene de la variedad de quechua hablada en la costa centro-sureña peruana. «Significa ‘el que habla’. Trabajamos una coctelería y gastronomía local con insumos de primera calidad y un toque de modernidad. Al hablar de Lima, nos referimos a una ciudad cosmopolita, la cual permite jugar con diferentes productos del Perú, iniciando un recorrido a través de la costa, sierra y selva. También es una plataforma para mostrar la gran riqueza que tenemos», menciona Joel Chirinos, su fundador.

Hay mucha cultura por compartir, como los murales que ha pintado Conrad Flores, un gran artista plástico peruano. Uno de ellos representa parte de la cosmovisión andina. El jaguar y el puma son dos grandes felinos que habitan en la Amazonía y en los Andes, respectivamente. Representan la fortaleza divina terrenal y fueron considerados sagrados por los antiguos peruanos. Otro es la tapada limeña y grafiteada. También hay una interpretación artística del Río Rímac. «La idea es rellenar todo el local con esas pinturas y que se vayan moviendo en el tiempo. El logo está hecho a mano alzada y va inspirado en los suelos, ríos, montañas y catedrales», agrega.

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Joel fue ganador del World Class Perú, la competencia más importante de coctelería Premium en los años 2014 y 2016; siendo el único peruano en haber representado dos veces al país en el certamen global. Este bar es el primero que lleva su nombre. «Ya está abierto, pero la inauguración oficial será a inicios de septiembre. Vendrá una persona muy especial para mí, a quien considero mi maestro en el rubro». En Limaq cuentan con una gama de 16 cócteles clásicos de la infinidad que existen; los cuales están en carta con un twist suave o drástico. Por otra parte, son 10 cócteles de autor. Dos de ellos son 0% alcohol, los cuales utilizan la misma técnica que el resto. Van desde aperitivos, afrutados, florales, herbales, cítricos y refrescantes.

«Todo lo que se le coloque al plato o bebida debe sumar. Estamos orgullosos de trabajar con los mejores productos de estación y una carta que evoluciona día a día. ‘Tapada’ representa la libertad de la mujer. Este lleva Whisky Johnnie Walker 12, naranjas agrias de Huaral, Fino Sherry y Mandarine Napoléon. Es aperitivo, cítrico y amaderado», comenta. Por su parte, ‘Flor de la Canela’ no solo hace referencia a Chabuca Granda, sino también a un antiguo castellano que significaba belleza y exquisitez. Contiene Gin Citadelle, maíz morado y flores de lavanda, Maraschino Luxardo y agua tónica Fever tree Indian.

Otra opción es ‘Mirave’ que habla de un pequeño pueblo de Tacna, donde se obtienen las mejores granadas del Perú. Hecho a base de Ron Zacapa Ámbar, granadas, agua tónica Fever Tree Indian y destellos de café. Refrescante, herbal y cítrico; ‘Sapo Huasca’ está inspirado en la amazonía peruana. A base de Gin Tanqueray Ten, limón sidra, licor de pino y agua tónica Fever Tree

Mediterranean. «Nuestro equipo está constantemente redescubriendo recetas y obteniendo acceso a bebidas espirituosas y licores que alguna vez se extinguieron o no estaban disponibles», apunta Joel.

En cuanto a la gastronomía, para compartir puedes optar por ‘Limaq Tartar’ (bonito del día, alioli de rocoto ahuma- do, palta, cushuro y crocante de tapioca), ‘Langostinos al ajillo’ (langostinos salteados al vino blanco con salsa a base de ají amarillo y acompañado con pan campesino de masa madre) o la ‘Pizza Hawachana’ (crocante de masa madre, salchicha de huacho y piña caramelizada).

Otras opciones son las ‘Conchas al ajo negro’, que presentan conchas selladas con reducción de naranjas al ajo negro y aire de limón; y ‘Meloso de mar’ (meloso de arroz arborio con tinta de calamar y mariscos salteados coronado con chalaquita). El horario de atención es de martes a jueves de 5 a 11 p.m, y los viernes y sábados de 5 p.m hasta las 2 a.m. No olvides visitarlos en Camino Real 101, San Isidro. //

En pleno renacimiento del vino peruano y con la presencia cada vez mayor de etiquetas que muestran la diversidad que tiene nuestro país, el concurso Catemos Perú inicia su camino a la consolidación. En el 2021, aún en pandemia, nació este concurso de vino —de nombre genérico— con el objetivo de analizar y medir el nivel competitivo de los vinos peruanos. Su desarrollo forma parte de las actividades que ofrece el Salón del Vino Peruano (este año en su séptima edición) y se muestra como la gran vitrina para el consumidor local y extranjero; así como para los productores y viñateros de las regiones. Esto es posible gracias a la mirada visionaria de Pedro Cuenca, director de la empresa Perú Vino, gestor e incansable promotor del vino nacional que creó Catemos Perú. El jurado lo conforman enólogos, técnicos, sommeliers y prensa especializada; quienes tuvieron la tarea de evaluar los vinos a ciegas para calificar y brindar su opinión franca y honesta que se enviará al productor. Toda esa información queda registrada en las fichas de cata como en el sistema digital. Para la realización de Catemos Perú, Pedro convocó a un grupo de profesionales: Isbet Monroy para el cargo de directora del concurso; Joseph Ruiz, sommelier profesional de gran experiencia y participante en concursos nacionales e internacionales como director de cata; Filippo Sangiorgi analista de datos; María Elena Cárdenas, coordinadora de la cata de vinos y Roger Díaz, asistente. Dirigieron el servicio de sommeliers y previa verificación de todas las muestras en su correcta temperatura para que los jueves realicen el análisis organoléptico correspondiente. En la coordinación general, estuvo Madeline Velasco. Uno de los cambios para el concurso de este año fue la realización previa del taller de alineamiento de jueces. El comité organizador de Catemos

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