Paisaje Cultural, idiosincrasia & naturaleza | Pág

Paisaje Cultural

Espíritu, concepto, idiosincrasia & naturaleza.

Por Liliana Carnevale

Según las directrices prácticas de la Convención de Patrimonio Mundial de la UNESCO, ocurrida en París en 2005, Paisaje Cultural es la obra combinada de la naturaleza y el hombre. Como vemos, el concepto es tan amplio y abarcativo que la mayoría de las veces resulta difícil definir con precisión a qué nos referimos cuando hablamos de paisaje cultural.

Es necesario especificar un poco más. Decimos entonces que esa obra combinada debe ser capaz de ilustrar el avance de una determinada sociedad o asentamiento humano en un cierto recorrido histórico. Y pensar cómo han mediado en esa evolución las respectivas fuerzas sociales, económicas, políticas, culturales tanto endógenas como exógenas. Pero además, habrá que considerar la explícita ubicación geográfica para evaluar cómo han influido las restricciones físicas en combinación con las oportunidades presentadas por el ambiente natural dado.

Al mismo tiempo, la noción de ambiente (paisaje) adoptada por la reforma constitucional de 1994 es integral y comprende tres aspectos esenciales: el ambiente natural o físico –interrelación de seres vivos y su medio–, el ambiente cultural –patrimonio histórico, artístico, paisajístico, urbanístico, arqueológico, industrial, etc.– y el ambiente artificial –espacio urbano construido y equipamiento público– directamente relacionados con el derecho a la calidad de vida de las personas. Vale decir, lo que representa el bienestar holístico que permite mostrar la interrelación del hombre con su contexto inmediato y mediato.

Por eso es necesario cargar al concepto con otras cualidades que lo hagan diferente, irrepetible, auténtico, genuino, único, fácilmente identificable. En ese camino, cuando nos referimos al Paisaje Cultural de Comodoro Rivadavia resulta legítimo pensar en una naturaleza de fuerte impronta geológica que dio lugar a la riqueza del lugar, cuya explotación transformó el paisaje natural a través del desarrollo de una industria que le otorga “el espíritu del lugar” y que obliga, para su cabal interpretación, a una lectura integral de su naturaleza e historia.

Esa lectura, madura, elaborada, impregna la pasión que inspira la construcción permanente de un paisaje cultural magnífico, que además tiene condiciones de valor excepcional.

Comodoro Natural

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