Arte en portada:
Germán Ayala Vázquez
Brenda Cruz Díaz
Jorly Flores
Anto Gamunev
Montaje:
Anto Gamunev
29 de abril de 2024: Contextos Coloniales
Junta Editora:
Roxanna D. Domenech { Directora
Anto Gamunev
Sonia Cabanillas
Martín Cruz Santos
Juan Carlos Fret-Alvira
Carlos García
Jorge Luis Torres
Alexandra Pagán Vélez { Lectora externa
Junta Asesora:
Evelyza Crespo
Balbina Rojas
Sugelenia Cotto { Presidenta
2 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
En Cruce publicamos artículos de investigación; reflexión; reseñas; notas de opinión; comentarios de textos; fotoensayos o arte plástico; entrevistas; textos creativos; y otro tipo de escrito que suponga un análisis o mirada crítica a la sociedad contemporánea.
Toda persona que desee colaborar deberá enviar su artículo por correo electrónico, comprometiéndose a que dicho texto respeta las normas internacionales en materia de conflicto de intereses y normas éticas.
Los escritos se someterán a estricto arbitraje y proceso de edición y corrección, por lo que la colaboración puede sufrir alteraciones, a menos de que se trate de un texto literario.
Nos enfocamos en los siguientes temas:
Política y sociedad: Los escritos de crítica sociopolítica presuponen colaboraciones de los diferentes saberes de las Ciencias Sociales, las cuales a través de principios o esquemas conceptuales o teóricos analizan y explican los fenómenos y estructuras sociales.
Letras: Los escritos literarios de autor (poemas, cuentos, dramas, fragmentos de novela, prosa poética…) que muestran la sensibilidad humana e inspiran a la creación. Asimismo, reseñas, críticas
a textos literarios y otros acercamientos literarios o propiamente lingüísticos.
Arte: Los escritos dedicados al análisis, el estudio y la presentación de todo aquello que comprenda al mundo cultural. Abarca la gestión cultural, la autogestión, los estudios culturales, la música, el arte plástico, movimiento escénico, danza, la cultura popular y el arte urbano, vistos preferentemente desde el prisma de la cotidianidad. La fotografía como narrativa visual que sirve para retratar la cotidianidad y la realidad social, y los acercamientos a la obra fotográfica de algún autor.
Cine: Los escritos que analizan o reflexionan acerca del mundo cinematográfico y cómo se atiende desde lo visual los temas de relevancia contemporánea. Se aceptan formatos audiovisuales.
Los derechos de las publicaciones son exclusivas del autor. Sin embargo, la revista Cruce podrá utilizar su obra en futuras ediciones y proyectos relacionados. El autor acuerda que de volver a publicar su obra en cualquier otra revista o proyecto editorial indicará que inicialmente esta fue publicada en la revista Cruce.
Todas las colaboraciones y comunicaciones se harán al correo institucional de la revista editorescruce@uagm.edu
ABR 2024: Contextos Coloniales / 3
Para colaborar:
p.16 p.08
p.20
p.42 p.38
p.54
4 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
Índice
p.08
p.16
p.20
p.22
p.28
p.34
p.38
p.42
p.54
p.62
p.66
p.70
p.78
p.84
p.88
p.92
p.98
p.106
p.108
Puerto Rico participa en la 3ra Bienal Black Brazil Art 2024
CASA SILVANA, Espacio rural alternativo para el arte afropuertorriqueño
De la gentrificación y turistificación a la xenofobia y la insolidaridad
Martín Cruz Santos
Estudiantes de Comunicaciones resaltan cuatro poetas puertorriqueñas
Admiel Muñiz y Zivany Peña
No me gusta ser mamá
Edmaris Carazo
La quimera
José Edgardo Cruz Figueroa
Cumbre Internacional Afro rinde homenaje al curador Edwin Velázquez Collazo
CASA SILVANA, Espacio rural alternativo para el arte afropuertorriqueño
Puerto Rico. Historia de una nación. Traducción de Aurora Lauzardo. Co-editado por Princeton University Press/Editorial Planeta. 2024
Rodney Lebrón Rivera
Ser persona y cosmovisiones alternas: algunas impresiones del libro Malo de Jorge Luis Torres
Roxanna Domenech Cruz
“Revolución y Renacer del Corazón Afro”, exposición de Jorly Flores en Casa Silvana
CASA SILVANA, Espacio rural alternativo para el arte afropuertorriqueño
Rosa y Juan, la cama dorada / Cigarrillo y ron
Oscar Santiago
A mí no, pero a ti, sí
Anto Gamunev
Semana de la Lengua abril 2024: Serie documental de la revista Cruce sobre la vida y obra de Olga Nolla
Roxanna Domenech Cruz y Bryan Suárez
El barro
Sylvia T. Domenech Fernández
No estoy tan segura de querer llegar…
Lizette Martínez
Reseña del libro 3 de mis 7 vidas de la autora Tamara López Cruz
Lina M. Torres Rivera
Solaris: El viaje al interior
Juan Carlos Fret-Alvira
Los espiritistas y su contribución a la identidad nacional ¿En qué medida el espiritismo ayuda a labrar la nacionalidad puertorriqueña?
Carmen A. Romeu Toro
Duele
Anto Gamunev
Convocatoria especial: #LiberenAGaza
ABR 2024: Contextos Coloniales / 5
Nota
Cruce lanza su segunda edición del 2024 con el título Contextos coloniales. En esta ocasión comenzamos con el arte de varixs artistas afropuertorriqueñxs contemporánexs presentadxs por Casa Silvana y el hermoso montaje de estas piezas de Anto Gamunev. Casa Silvana también participa en este número con otras obras de artistas afropuertorriqueñxs que han formado parte de sus exposiciones y actividades durante estos primeros meses del 2024 (p. 8, 34 y 54).
Contextos coloniales cuenta, además, con otras expresiones artísticas y literarias, al igual que reflexiones, ensayos críticos y de investigación, reseñas, fotografías y una convocatoria para colaborar en un número especial de Cruce en solidaridad con Palestina (p.108). Martín Cruz Santos comparte un ensayo muy interesante titulado “De la gentrificación y turistificación a la xenofobia y la insolidaridad” (p.16). Carmen Romeu Toro también colabora con un notable ensayo de investigación titulado “Los espiritistas y su contribución a la identidad nacional ¿En qué medida el espiritismo ayuda a labrar la nacionalidad puertorriqueña?” (p.98) donde aplica “el concepto de identidad nacional para analizar la presencia activa en Puerto Rico de dos figuras identificadas con las ideas espiritistas en las décadas finales del siglo 19 y principios del 20” (p. 99): Luisa Capetillo y Rosendo Matienzo Cintrón.
Por otra parte, esta tirada también incluye diversas y fascinantes reseñas. Rodney Lebrón presenta el libro más reciente de Jorell Meléndez-Badillo Puerto Rico: Historia de una nación (p.38). Roxanna Domenech Cruz comparte sus impresiones sobre el libro Malo: seis historias seis veces dantescas de Jorge Luis Torres (p.42) y Lina N. Torres comenta sobre el libro 3 de mis 7 vidas de Tamara López Cruz (p.88). La última reseña es de Juan Carlos Fret-Alvira y examina la película Solaris (1972) (p.92).
Entre los demás trabajos creativos tenemos “A mí no, pero a ti, sí” de Anto Gamunev (p.66). Este está acompañado por un enlace e imágenes de un animatic
6 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
creado por Jan Ortega como parte de un proyecto de animación titulado M-III basado en el texto narrativo de Gamunev. De igual forma, contamos con “Duele” un poema conmovedor de Gamunev (p.106) y una selección excepcional del libro de poesía titulado El barro de la autoría de Sylvia Domenech Fernández (p.78). Lizette Martínez colabora con un ensayo reflexivo emotivo (p.84) y José Edgardo Cruz participa con “La quimera” (p.28). Edmaris Carazo y Oscar Santiago se unen a nuestrxs colaboradorxs, Carazo con un ensayo provocativo titulado “No me gusta ser mamá” (p.22) y Santiago con “Rosa y Juan, la cama dorada” y “Cigarrillo y ron” (p.62).
Esta edición también incluye varios proyectos audiovisuales que destacan a escritorxs contemporanexs de envergadura. Lxs estudiantes del departamento de Comunicaciones, Admiel Muñiz y Zivany Peña comparten cuatro videos que resaltan a distintas poetas puertorriqueñas que forman parte de lxs escritorxs publicados por la Editorial Pulpo (p. 20). Asimismo, Bryan Suárez y Roxanna Domenech Cruz presentan un video que expone una serie documental en honor a la vida y obra de Olga Nolla https://www.youtube.com/watch?v=gXUhqDWqmg (p.70). Esta serie de video-entrevistas es parte de un homenaje a Olga Nolla que se ha gestado en colaboracion con la Biblioteca de la UAGM, Recinto de Cupey, la revista Le.Tra.S y el Proyecto Titulo V – ABRAZO.
Concluimos esta edición uniéndonos a las diferentes iniciativas académicas, artísticas, culturales y comunitarias dentro y fuera del archipiélago de Puerto Rico dirigidas hacia la paz y la justicia para el pueblo palestino. Convocamos al público general a participar en la edición especial #LiberaAGaza (p. 108).
Pueden disfrutar de este nuevo número: Contextos coloniales en - https://issuu. com/revistacruce.
¡Gracias por sus colaboraciones y lecturas!
Editorxs Cruce
Revista Cruce
División de Artes Liberales editorescruce@uagm.edu
ABR 2024: Contextos Coloniales / 7
editorial
Puerto Rico participa en la 3ra Bienal Black Brazil Art 2024
CASA SILVANA
Espacio rural alternativo para el arte afropuertorriqueño
8 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
ARTE
Con una delegación compuesta por 10 artistas afropuertorriqueños Puerto Rico participa por primera vez en este evento internacional.
Puerto Rico participa en la 3ra Bienal Black Brazil Art 2024
Con sobre doscientos artistas plásticos procedentes de Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Venezuela, México, Colombia, Costa Rica, Puerto Rico, Estados Unidos, Portugal, España, Reino Unido y Canadá dará inicio en el mes de marzo la 3ra Bienal Black Brazil Art en la ciudad de Río de Janeiro de Brasil.
Puerto Rico dirá presente por primera vez en este evento internacional de arte afro gracias a una invitación cursada por la curadora, historiadora y museóloga Patricia Brito, quien es la creadora y directora de la Bienal Black Brazil Art al curador afropuertorriqueño Edwin Velázquez Collazo director de Casa Silvana, un espacio cultural para la difusión y promoción del arte afropuertorriqueño, en Humacao.
Logrando de esta manera la participación de nuestra isla en esta próxima tercera edición a través de una delegación compuesta por los artistas afropuertorriqueños: Deyaneira L. Maldonado Ramírez, Nitzayra Leonor Canales Dalmau,Germán Ayala Vázquez, Jorly Flores, Brenda Cruz Díaz, Brenda Torres-Figueroa, Julio Amil, Ketsia Ramos Camacho, José Ballester Panelli y el Colectivo Morivivi (Raysa Raquel / Sharon González).
La curaduría colaborativa de este importante evento de arte negro internacional la realizaron Claudia Mandel Katz (Museo de las Mujeres, Costa Rica) y Edwin Velázquez Collazo (Casa Silvana, Puerto Rico). Además de Vinicius (Momentos World, Alemania) y Julio Pereyra (Colectivo de Estudios Afrolatinoamericanos, Uruguay), con el apoyo de la Asociación Internacional de Museos de Mujeres (IAWM).
Esta reciente edición de la Bienal Black Brazil Art 2024, tuvo su pre-apertura el viernes,8 de marzo
con las delegaciones de Portugal y Puerto Rico, bajo el tema “Flujos (In)Flujos: Transitoriedad, Migración y Memoria” en los espacios culturales: Centro Municipal de Artes Helio Oiticica, Centro de Artes Calouste Gulbenkian, Centro Cultural Correios, Cidade Das Artes, Espaço Cultural Correios Niterói y el Museu Da História e Cultura Afro Brasileira, todos localizados en el corredor cultural de la ciudad de Río de Janeiro.
La 3ra Bienal Black Brazil Art se llevará a cabo del 27 de marzo al 16 de junio de 2024 y contará con un extenso programa gratuito que puede ser consultado en: https://www.bienalblack.com.br/ Este proyecto es posible gracias al apoyo del programa Maniobra del Centro de Economía Creativa (CEC) y Mellon Foundation.
This project is possible thanks to the support of the Maniobra program of the Centro de Economía Creativa (CEC) and the Mellon Foundation.
CASA SILVANA
Espacio rural alternativo para el arte afropuertorriqueño.
DIRECTOR / Edwin Velázquez Collazo, artista y curador AICA/USA
TELÉFONOS / 787 -240 - 4603 / 787- 285 - 6053
CORREO ELECTRÓNICO / casasilvanapr@gmail. com
DIRECCIÓN FÍSICA / Camino Los Marcano
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DIRECCIÓN POSTAL / HC 3 BOX 6300, Humacao, PR 00791-9525
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ABR 2024: Contextos Coloniales / 9
ARTE
10 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
ARTE
Deyaneira L. Maldonado Ramírez
Edwin Velazquez Collazo, curador y director de Casa Silvana en Humacao
ABR 2024: Contextos Coloniales / 11
Brenda Cruz Díaz
ARTE
Ketsia Ramos Camacho
14 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA ARTE
Jorly Flores
ABR 2024: Contextos Coloniales / 15
Germán Ayala Vázquez
De la gentrificación y turistificación a la xenofobia y la insolidaridad
Martín Cruz Santos Investigador y escritor independiente
SOCIEDAD POLÍTICA
16 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
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SOCIEDAD
El abordaje de temas acuciantes conlleva otear sus ángulos insospechados u obviados. La urgencia no debe ser razón para desdeñar las miradas complejas, detenidas y decididamente críticas. Que en nuestros entornos urbanos y los rurales observemos más rótulos “hoteleros” y menos avisos de alquiler o arrendamiento temporero; incrementos estratosféricos en los precios de las viviendas y la escasez aguda en la disponibilidad de los alquileres, con el agravante de la inflación en el costo de la vida, abona a la necesidad imperiosa de reflexionar, investigar y buscar soluciones a los problemas sociales que degradan la vida. Cuando en agosto del año 2023 publicamos y compartimos la reflexión titulada Gentrificación urbana y rural1 apenas comenzábamos a dilucidar las implicaciones de este fenómeno cuya manifestación evidenciable es la escasez de vivienda, aspecto planteado en un escrito posterior.2 Lamentablemente, hay dimensiones del asunto que enervan incluso las energías para encontrar un lugar digno para ser habitado.
Recientemente me ha conmovido la angustia de personas cercanas a mis afectos. La razón principal de sus pesares es no hallar una casa o un apartamento disponible para ser arrendado a largo plazo. En los casos varios encontramos un común denominador: caseros que solicitan al inquilino la entrega del inmueble alquilado para posteriormente dedicarlo al negocio turístico
1 Martín Cruz Santos, Gentrificación urbana y rural, Blog Reflexiones desde el Jardín, disponible en: https://conversacionesconmartincruzsantos. blogspot.com/2023/08/gentrificacion-urbana-y-rural-martin.html
2 La publicación de nuestra reflexión al respecto llevó por título Escasez de vivienda, ¿Por qué? La fecha origina de la entrada en el Blog es el 27 de agosto de 2023. Dada la importancia que le atribuimos, republicamos el artículo el 7 de febrero de 2024. Recomendamos su lectura disponible en: https://conversacionesconmartincruzsantos.blogspot.com/2024/02/escasez-de-vivienda-por-que-nota-previa.html
tipo Airbnb o su facsímil razonable. Además, está presente la especulación inmobiliaria: espacios limitados con precios limitantes por excluyentes. Esto incluye los locales comerciales. La gentrificación en todo su apogeo causa el desplazamiento de los vecinos habituales y viene asociada con la turistificación, ese flujo continuo de turistas ávidos por disfrutar del lugar donde otros viven o sobreviven. Incrementa entonces el valor de la propiedad para la compra y el arriendo.3 Una de las soluciones esgrimida, principalmente, por los intereses empresariales es dejar al mercado la regulación de la oferta y demanda habitacional. Según ese axioma pretendido, todo se resolverá mediante la inexorable acción de la mano invisible del capital. Adviértase la posición implícita de vaciar la responsabilidad del Estado y despojar al ciudadano económicamente vulnerable de su derecho a habitar un hogar. Fuera risible, de no ser un cinismo, que aprovechar el auge turístico para alquilar hasta el baño de la casa propia con fines de lucro llegue a considerarse un emprendimiento laudable.
El abigarramiento de la cuestión es tal que exige la planificación gubernamental con la debida participación ciudadana. Apremia la atención inmediata, porque para luego será tarde, de los sectores involucrados, que abarca, pero no se limita, a los ciudadanos, los gobiernos, las empresas y los centros de investigación. De lo contrario, el turismo insostenible y el abuso
3 Al respecto hay iniciativas académicas para la investigación y la búsqueda de soluciones adecuadas. Uno de ellos es reseñado en: Análisis Académico Medellín, Iniciar el camino para enfrentar la gentrificación y la turistificación, disponible en: https://www.eafit.edu.co/noticias/agenciadenoticias/2023/Iniciar-al-camino-para-la-gentrificacion-y-la-turistificacion#:~:text=La%20gentrificaci%C3%B3n%20%E2%80%94definida%20 como%20un,el%20%C3%A1rea%20metropolitana%20del%20Aburr%C3%A1
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contra el consumidor deteriorarán la convivencia comunitaria irremediablemente hasta conculcar el carácter inalienable del derecho humano a un nivel de vida adecuado.4
Si suena apocalíptico el augurio, expongo algunas consecuencias severas de la situación reflexionada. Desviar la atención de las causas es una estrategia mediática e ideológica. En la ausencia de la discusión pública y la educación consecuente para fomentar la comprensión de un mal con muchos aquejados, prevalece el sálvese quien pueda del individualismo consumista. La legitimidad justa de poseer una vivienda es desvirtuada por la ilusión del privilegio lucrativo. Que alguien no encuentre dónde vivir es su problema y allá el gobierno que lo resuelva, si acaso. Mientras tanto, quien atesore el mínimo metro cuadrado de tierra o habitación, que obtenga el mayor provecho económico posible rentando y vendiendo como si viviéramos en Dubái y generáramos los ingresos de los jeques petroleros.
¿Cuáles son las causas de la gentrificación y la turistificación? A juzgar por una narrativa tendenciosa expandida como el fuego, es debido a la presencia de los extranjeros como categoría monolítica, es decir, sin una caracterización plural del emigrado. El relato no considera auscultar el contexto histórico próximo y el remoto o internacional ni quiénes son los protagonistas sistémicos de las dinámicas del poder financiero que habilita la gentrificación (inmobiliarios, bancarios, hipotecarios, inversionistas, gobiernos, entre otros). Ciertamente, a los destinos turísticos atractivos por sus encantos naturales y culturales arriban viajeros adinerados de diversos países -que constituyen la minoría de los visitantes- dispuestos a invertir, pero, con la venia de los socios locales y las autoridades pertinentes. El riesgo de ese discurso ambiguo es la xenofobia y los sentimientos antinmigrantes institucionalizados. La construcción de prejuicios empeora las circunstancias, debilita las oportunidades de cohabitación y promueve la fragmentación social. Conste que soy un inmigrante legal en Colombia, casado con una nacional colombiana, y que no llegamos al sur con el norte puesto en el enriquecimiento.
4
del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 reconocen este derecho.
La desintegración colectiva ahoga el apoyo mutuo y favorece la insolidaridad. Ante la carencia de vivienda asequible, ser indiferentes, porque no somos afectados directamente, conduce a mermar el desarrollo de un pueblo. Sin cooperación solidaria puede aumentar la edificación individual junto con la disminución del tejido general. Si mi vecino no encuentra casa para residir durante un periodo de tiempo extenso, porque la variedad de apartamentos de alquiler a corto intervalo ha multiplicado con creces, es una tendencia que tarde o temprano acabará por arroparnos, si no
18 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
El Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y el 1.1
Política y sociedad
actuamos para evitarlo. A menos que hayamos introyectado moralmente la lógica del mercado y aceptemos la inevitabilidad del “progreso” futuro sin vecindario.
Seamos solidarios. No basta con evocar actos de caridad donde la justicia es imprescindible. La gentrificación y la turistificación no han llegado para quedarse. Y si lo hacen es para apropiarse lucrativamente de las condiciones que posibilitan la coexistencia humana en grupos. Seguramente sería con la connivencia insolidaria de algunos.
Es el momento propicio para formular y hacer valer categóricamente las políticas públicas concernientes, llevar a cabo una planeación urbana y rural articulada, construir proyectos de interés social, establecer alianzas cooperativas y fortalecer la voluntad política propulsora de cambios, por mencionar algunas tareas pendientes. Simultáneamente, aupemos una ética vecinal solidaria capaz de avivar el compromiso auténtico para darnos la mano y salir adelante. Continuaremos conversándolo en nuestras Reflexiones desde El Jardín.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 19
Estudiantes de Comunicaciones resaltan cuatro poetas puertorriqueñas
Admiel Muñiz y Zivany Peña
Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Cupey
El proyecto final del curso COMM 404 se centró en la revista Cruce, la revista de critica sociocultural contemporánea de la UAGM. Lxs estudiantes eligieron a Cruce como cliente y esta nos solicitó la creación de contenido audiovisual. En respuesta, nos dedicamos a producir cuatro videos que exploraron el mundo de las artes, con un enfoque específico en la poesía. Estos vídeos resaltan la historia y el legado de cuatro destacadas poetisas puertorriqueñas, ofreciendo una visión única de su trabajo e influencia.
20 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
youtube.com/@proyectotitulov884 LETRAS
ABR 2024: Contextos Coloniales / 21 LETRAS libreriayeditorialpulpo.com
No me gusta ser mamá
Edmaris Carazo
Escritora independiente
22 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
LETRAS
No me gusta ser mamá. Y el mero hecho de escribirlo se siente como un sacrilegio dactilar. Lo había escrito antes, es más, lo había escrito con más intensidad: “odio ser mamá” pero junté las letras en un cuento, las puse en boca, no, mentira, las puse en el pensamiento de un personaje. Una mujer recién parida que no podía escuchar sus propios pensamientos por debajo de los gritos de su recién nacido. Pero han pasado 4 años y sigue sin gustarme ser mamá. Soy buena con los números. No estudié matemáticas. No entiendo Excel, pero sin embargo puedo sacar cálculos mentalmente con bastante facilidad, calculo propinas de tan solo mirar una cuenta, resto descuentos tan pronto encuentro la etiqueta de algo que me gusta, pero no me gustan las matemáticas. Ser bueno en algo no implica que te guste, pero al menos se empieza con ventaja. Mi abuela me plantó en la mente que uno tiene responsabilidad con sus talentos, casi una obligación con lo que se te da. Otra culpa católica que por poco me hace estudiar ingeniería sin ningún tipo de gusto por los cálculos. También puede ser problemático dedicarse a algo, no solo porque te gusta, sino porque eres bueno en ello, sencillamente porque puedes. Escribir me ha abierto todas las puertas, pero fuera del desnudo que conlleva, no lo siento valiente porque siempre se me ha hecho relativamente fácil. Pongo los dedos en el teclado y el huracán que siempre tengo en la mente se me derrama por las veintiséis teclas. Pero ser mamá no me sale natural. Es diariamente intentar algo en lo que no soy buena y que encima no me gusta. Soy Sagitario, soy hedonista, soy egoísta, no me gusta servir, no me gusta deber favores, odio que me saquen cosas en cara, tengo dificultad con la autoridad, mi instinto es siempre irme en contra de lo que se supone, no me gustan los planes, detesto las listas, me encanta estar sola y tengo profundos ichus (sí, mal español de issues) con el compromiso en general, contratos a largo plazo, hipotecas, compras de autos y matrimonios por razones que no vienen al caso. Cualquier reclutador leería mi perfil y jamás me consideraría para el trabajo más difícil y peor pagado del mundo. Mi personalidad es la antítesis de la santísima y devota maternidad. Siempre le tuve miedo a ser mamá y hoy confirmo que mis pánicos fueron altamente subestimados.
No me gusta esta versión mía que se levanta una hora antes a cortar pan en triángulos,
queso en cuadrados y a hacer pancakes con chispitas de colores. No confío en esta yo que saca los uniformes el día antes y se asegura de tener las ropas de práctica y juegos limpias. No asumo esta bipolaridad de necesitar continua y constantemente un descanso y un espacio a todas horas y mangarme mirando fotos suyas cuando no estoy con él. Necesitar un tiempo de solo adultos y hablar sin parar de sus ocurrencias. Dejarlo con mami y exigir fotos cada 20 minutos. Exijo fotos del sujeto que apenas lleva mil seis cientos días de vida y sin embargo tengo una biblioteca de casi cincuenta mil fotos de él, en todos los ángulos, de todos los humores e incluso múltiples tomas borrosas, las cuales soy incapaz de borrar porque el individuo me parece la cosa más hermosa que he visto en esta vida, incluso cuando está fuera de foco.
No reconozco esta persona que no duerme pensando en un “show & tell” de un niño de cuatro años. No me solidarizo con esta versión de mí misma que se castiga por no poder recordar cuáles son los días de educación física. No empatizo con esta persona cuyas prioridades son citas médicas pediátricas, compras de las marcas específicas de las meriendas que el niño al final no se come y deportes que ni siquiera entiendo. Me decepciona llegar al correo y buscar quince paquetes, preocuparme de que tuve un “drunk shopping spree” y abrir cajas para solo encontrar materiales de escuela y calzoncillos de Paw Patrol. Extraño desayunar sola con mi mente, tomar café sin recalentar, ver una serie de un tirón, leer un libro de papel y cartón, tirarme espontáneamente a mi marido, ir a la playa sin motetes, no tenerle pánico al silencio y a la paz.
Recuerdo a mi abuelita (nacida en los treinta) usar la expresión: “qué barbaridad es más mujer que madre” con un desprecio que aún sin poder entender de niña lo que quería decir, sabía que aparentemente eso era lo peor que una mujer podía hacer, ser más mujer que madre. Hoy a mis treinta y nueve años la expresión me llena de envidia. Qué placer, qué privilegio poder ser más mujer que madre. ¿Cómo se hace? ¿Cómo le recuerdo a este cuerpo que era cuerpo antes de cargar y parir otro cuerpo? ¿Cómo vuelvo a ponerme primero? ¿Cómo logro que mi primer pensamiento del día sea mi propia hambre y
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LETRAS
mis propios apetitos en vez de inmediatamente continuar chequeándole la respiración?
Quizás al final del día sigo siendo como Campanita y apenas me cabe una emoción fuerte en el cuerpo a la vez. Y este maldito amor caníbal se come todo lo demás. Me ha quitado el hambre de hacer más dinero. Ha desalojado sin previo aviso mis ambiciones. Me ha evaporado las nostalgias de todo lo que pudo haber sido. Le ha quitado el brillo a la memoria de mis amantes y ahora todos esos otros amores que fueron avasalladores en su momento, se sienten escuálidos y raquíticos en comparación.
No me gusta lo que siento cuando se esconde y en dos segundos mi mente se va a los lugares más recónditos de mis oscuridades y estoy convencida de que no lo voy a volver a ver y tengo la profunda certeza de que me voy a morir en su ausencia, lenta y dolorosamente.
No me gusta repetirme, pero soy mamá, una sola vez, pero soy mamá y mi día es repetirme infinitas veces en variedad de tonos, en infinitos volúmenes, en intentos amorosos, en súplicas, en gritos, a veces en llantos y no importa cuán merecido fuese el regaño o incluso la cantaleta, termino disculpándome, pidiendo perdón por perder la paciencia, por subir la voz de más, por no pedir las cosas con amor y dulzura las setenta veces siete que se requieren para lograr que algo pase.
Nunca me han gustado los deportes, ni los entiendo, ni me conmueven, ni les encuentro la gracia. Estando encinta escuché a Mónica Puig hablar de cuando ganó las Olimpiadas (jugada que vi en la televisión mientras un restaurante entero gritaba como si a todos se les saliera el alma del cuerpo menos a mí que seguí tomándome mi vino impávida). Pero muy a mi pesar, ese día me bebí las lágrimas escuchándola hablar de su experiencia y por un momento pensé que de seguro cargaba en la panza un atleta. Era la única explicación lógica. Ahora paso la mitad de mi semana en campos de soccer, escribiendo en una computadora portátil para intentar ignorar el juego, para no emocionarme, para no querer golpear a los niños que lo empujan, para no ser esa madre que grita como posesa desde la orilla.
Nunca me han gustado las religiones, pasatiempos, grupos, dietas o instituciones que me huelan ni remotamente a culto. Nunca he entendido esa extraña predisposición que hace que la gente confíe plenamente en desconocidos porque se graduaron de la misma escuela, porque van al mismo gimnasio, porque participaron del mismo taller de rediseño personal o porque son fanáticos del mismo esquema piramidal, ya sea de bebidas energéticas, batidas verdes, tratamientos de la piel, equipo deportivo, nacionalidad, box de crossfit o grupo de Zumba. Sin embargo, debo confesar que he encontrado en mujeres que son madres de hijos contemporáneos, una unidad que en cualquier otro entorno me parecería sospechosa. Hemos desgastado el concepto de tribu con la misma intensidad que las limonadas y los bowls de açaí. Pero tengo amigas de mi hermano, que fueron mis más cercanas confidentes vía texto y Whatsapp en mis primeros meses de maternidad. Tengo amigas de las que me había distanciado o correspondían a capítulos cerrados de mis existencias pasadas, y la maternidad nos ha tendido rampas de acceso que se mantienen abiertas y operantes 24/7. Tengo nuevas amigas de la escuela de mi hijo, que me recuerdan cuándo hay que entregar proyectos, que me ofrecen buscar a Silvio si fuese necesario, que me prestan las nanas de los suyos, que me buscan antihistamínicos si algún insecto lo pica, que me hacen órdenes médicas para laboratorios y me consiguen citas médicas. A dos horas y media de mi familia y mis círculos de origen, estoy rodeada de mamás que absolutamente todos los días me hacen sentir menos sola en algo que puede sentirse tan aislante como ser mamá. Me ha dado trabajo hacer las paces con la cercanía que aparece con aquellas que paren a los mejores amigos de tus hijos. Y soy parte de un culto al que nunca me permití ingresar, aquel que ama a mi hijo, sube inmediatamente en escala de valor, le infiero lealtad, le tengo una súbita confianza y tiene en mi vida la más alta importancia.
Por ley me quedan 14 años de servicio. Y estoy clara de que no existe tal cosa como retiro maternal. Las presiones que siempre atribuí sociales salen de mi propia cabeza y no al revés. La culpa que siempre etiqueté como católica, ahora tiene una potencia superior, una capacidad de madre. Por algo será que decimos que alguien está de madre cuando es insoportable, algo está
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de madre cuando se sale de control y ser mamá es una lucha siempre perdida de tener o recuperar algún tipo de control.
No concibo que la única opinión que me importe es la de un niño de 4 años que le quedan mínimo 21 años de desarrollo cerebral. Solo su aprobación vale, y cabe destacar que básicamente solo apruebo cuando tomo decisiones dudosas, como dejarlo escuchar música inapropiada o ingerir alimentos altos en sodio, o seguir comprando irresponsablemente carritos para sumar a una colección infinita que poco a poco ocupa todos los espacios de mi casa, aparecen en la sala, en la cocina, dentro de la nevera, en la bañera, en las gavetas de mi ropa interior. No me gusta que sus palabras sean todopoderosas sobre mi propia noción de mí, no entiendo cómo las palabras de un ser que apenas lleva 5 años sobre la faz de la tierra se me entierran en las plantas de los pies como espinas de erizo que se van clavando aún más con cada paso que doy. Porque madre tiene y cuando está molesto lo que sale por su boca son balas calibre 50. Será que es más duro escuchar a mi hijo porque es la única dolorosa oportunidad que tengo de escuchar mis adentros.
Puedo llegar 20 minutos antes de que salga todos los días, y el día que llego cinco minutos tarde me siento como la mamá más negligente del universo. Puedo ir religiosamente a todos los juegos de soccer, a todas las prácticas, a todos los inventos escolares y el día que hubo una parada y me fui temprano para coger una reunión, se montó en el carro y me preguntó, encañonándome con la mirada más fija que me hubiese apuntado jamás, ¿dónde tú estabas en la parada? Te voy a cambiar por una de las mamás que sí estaban tomando fotos. Y sé que es una perreta y una malacrianza. Y sé que es un instante que probablemente no recordará ni en su adolescencia, pero la espina sigue migrando a tejidos más profundos, se me entierra en los huesos, se me encona entre los nervios.
Las cosas que tienen que ver con Silvio me alteran físicamente el cuerpo. Cuando se lastima siento calambres en las vísceras. Cuando llora todo mi raciocinio, mi educación y mi inteligencia se vuelven agua. Cuando grita, mi piel entera entra en histeria. Ser mamá para mí, es una condición
degenerativa y psicosomática. Mi cuerpo dejó de estar en mi bando y me ataca. Mi maternidad es autoinmune.
Detesto casi pedirle permiso para hacerme un tatuaje nuevo, aunque pareciera que toda tinta, en piel o papel no hace otra cosa que nombrarlo, que conjurarlo, que intentar hacerlo permanente, como si para siempre yo pudiese seguir siendo relevante, vista, necesaria para él como lo será él para mí en contra de todas mis precauciones y predicciones.
Detesto este filtro maternal que me hace releer este escrito por semanas antes de publicarlo no por el temor ciertamente fundamentado de una cancelación generacional, no por ofender a las mamás que aman serlo y encontraron en lo que para mí es un campo de batalla, un paraíso terrenal. Ahora pienso en qué sentirá mi hijo cuando me lea, qué pensará de mí, si se sentirá menos querido, si pensará que no fue suficientemente deseado o si podrá entender que todo lo hago con el más profundo amor, aunque sin una mínima onza de vocación.
No me gusta ser mamá porque me gustaba ser libre. No me gusta ser mamá porque en mi caso, he vivido cosas emocionantes, he visto cosas hermosas, he sentido cosas mágicas que no dolían tanto. No me gusta ser mamá porque no sé hacer ni sentir nada a medias, todo tiene que ser al límite, rayando en la exageración, coqueteando con la peligrosidad. Mi regla siempre ha sido tirar la línea cuando no me gusta quien soy cuando estoy con alguien o en quién me he convertido dentro de un trabajo. No está mal visto decir en voz alta que a una no le gusta su trabajo, es más, una puede decir que no le gusta su marido y quizás alguien se ría. Pero cuando en un foro público una dice con la boca de comer que no le gusta ser mamá, la incomodidad es evidente. Las miradas suelen ser de espanto, de reprobación, seguido por un coro de alabanzas a la maternidad. Amo a mi hijo por encima de mis capacidades y mis obvias limitaciones. Siempre me han encantado las casas limpias y toda la vida he odiado con pasión púrpura todo lo relacionado con limpiar. Quizás mi repelillo a los trastes, las escobas y la maternidad, tiene que ver con una fobia perenne a todo lo asociado con domesticidad. Probablemente por
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eso la vida me dio un hijo silvestre que solo puede provocarme el más salvaje de todos los amores. Parí un niño que me sacude con preguntas que me espantan mis frágiles creencias. Estoy criando a un hombrecito que cuestiona la autoridad con el mismo ímpetu que yo cuestiono hasta mis propias decisiones. Vivo con un ser que se cuela entre mis pensamientos, baila con mis miedos y me acaricia amorosa y afiladamente quien soy hasta la médula. A veces me asusta su humor negro, su sagacidad y hasta su prematuro uso de la ironía y el sarcasmo. Pero todas las veces me sonrío, sintiéndolo tan suyo, pero sabiéndolo en el fondo tan mío. No me gusta ser mamá como detesto la mayor parte del tiempo ser mujer.
Soy la mamá de Silvio y ya no tengo forma de presentarme o describirme sin sumar ese detalle a toda ecuación, a toda lista, a todo sueño, a todo filtro, a toda emoción, a toda decisión, a todo respiro.
No me gusta ser mamá, pero amo ser su mamá. Espero que el hecho de que no me guste, haga que en las partes menos serviles el tiempo pase más lento. Que las partecitas que amo sean eternas. Que siga pidiéndome por las noches que lo ayude a soñar con cosas bonitas. Que nunca deje de prometerme que siempre me va a visitar. Que siga partiendo de la premisa de que va a regresar al mundo y con la misma certeza declare que va a volver a ser mi bebé, aunque me vuelva a rajar el cuerpo, la vida y la existencia.
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La quimera
José Edgardo Cruz Figueroa
University at Albany - SUNY
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LETRAS
Since I had invented Olga, couldn’t I invent others—dark-eyed blondes, vivacious redheads with marbly skin, melancholy brunettes, dancers, women who sang, lonely housewives? Tall women, short women, sad women, women whose burnished hair flowed to their waists, sloe-eyed, squint-eyed, violet-eyed beauties of all kinds and ages could be mine. Mightn’t Olga’s going only mean that she was making room for someone else?
—John Cheever, The Chimera
Al cabo de seis años de un idilio turbulento y seis años de ausencia, Arturo Martínez comprendió que Marina Fuentes y Sofía Morelli, a quienes sintió como los amores más grandes, habían sido un invento, dos hojas de verdor deslumbrante que después de tornarse amarillas relucientes, cayeron de su árbol para fundirse con la tierra de donde habían brotado.
La revelación le llegó sin palabras, a treinta y cinco mil pies de altura, volando sobre las nubes del Atlántico en dirección a la ciudad donde creyó haberlas conocido. Era el fin de un viaje marcado tanto por la felicidad como por la desilusión. Le pesaba haber estado en San Juan por dos meses sin lograr verse con Marina y eso le hizo pensar que tal vez ella, al igual que Sofía, en su momento pareció ser la encarnación de un amor sin precedente cuando solo fue una jugarreta del tiempo, un desvarío, y que Sofía era Marina redux, Marina en una nueva estampa, curtida pero igual de bella, ambas un consuelo ante la desdicha, ambas imagenes sin fundamento.
Arturo se preguntó por qué si Sofía y Marina estaban en su imaginación no podían ser reales. Era una pregunta repetida, pensada después de saber que era original de otro. Su respuesta fue que no, que por la intensidad y la fuerza de lo que había vivido con ambas, no podían ser ficticias. ¿Estaba en lo cierto? Ya antes había dicho que la realidad podía ser idéntica a un sueño y su experiencia con Marina y Sofía lo confirmaba. También estaba convencido que una era la extensión y el regreso de la otra pero ahora no sabía cuál era cual, ni cuál de ellas o si las dos habían sido suyas en momentos diferentes. Como confirmación necesitaba una prueba ontológica que fuera algo más que un mero pensamiento.
Todo esto se le ocurrió en un instante. A su alrededor la gente pasaba sin enterarse. Estaba en un mundo pequeño que era a la vez un gran universo. Enfrente suyo, una señora miraba fijamente a la distancia como si estuviese petrificada, absorta en quién sabe qué recuerdo. Quizás repasaba una lista mental de lo que tenía que hacer al llegar a su casa. Una muchacha le pasó por el lado forrada de un pantalón negro bajo el cual pulsaban sus músculos al son de sus pasos. Un poco antes, la empleada del café donde había pagado un precio exhorbitante por una taza, le había dado una servilleta diciéndole aquí tienes mi amor a lo que Arturo respondió con un gracias, mi amor, provocando una sonrisa de su parte. Fue varias veces al baño y recordó que para usar solo una pieza de papel después de lavarse las manos, debía sacudirlas doce veces. Era la forma ecológica de secárselas.
Entonces su teléfono vibró. Era Marina diciéndole que lamentaba que no se hubiesen visto. Esta mudanza reciente, hecha a lo culo e res, me ha impedido mantenerme al tanto de muchas cosas, y hasta ahora no vi tu mensaje, dijo por wasap. Pero ya nos veremos, en Puerto Rico, Nueva York o Madrid, sentenció. Si nos viésemos en Madrid sería brutal, dijo Arturo, imaginándose con ella como en aquel tiempo en Villa Palmeras cuando estaban juntos día y noche sin salir de la casa. Esa también
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era una realidad construida en forma de recuerdo que era a la vez un registro de ansias. Pensándolo bien, sabía que eso de verse nunca iba a pasar, pero no le importaba pues el deseo trunco le daba libertad para seguir inventándose a otras con quienes podía estar, como había sido el caso con Sofía, en los espacios menos pensados, viajando cada cual, por su cuenta para encontrarse en el cine, en una ciudad de fábula, en un restaurant italiano o en el pasillo de una biblioteca. Miró su teléfono para releer el mensaje y se dio cuenta de que estaba en modo avión.
Recordó que en las bibliotecas besaba furtivamente a Sofía, pero fue en un restaurant en Venecia donde vivió con ella un momento de magia. Se encontraron en la Plaza San Marco con el dueño del sitio a quien siguieron cogidos de manos. El restaurant estaba vacío. Ese día era de descanso, pero el dueño había hecho una excepción solo para Sofía y Arturo a instancias de una colega que era amiga de ambos y que estaba conectada. La cena fue sencilla pero muy romántica. Brindaron varias veces de forma callada, abrazados en sus miradas, envueltos en un halo de aromas y silencio. Sofía pagó la cuenta y Arturo se quedó con el recibo pensando que lo iba a enmarcar para colgarlo en su casa en la pared apropiada. Cuando Sofía desapareció lo estrujó con fuerza y estuvo a punto de botarlo igual que como había hecho con la cajita de metal donde guardaba las hebras de pelo que ella dejaba regadas en el cuarto, la cocina, la sala y el baño. No lo hizo y ahora el recibo era un ícono maltratado, conservado entre las páginas de un álbum.
No debes pensar más en esas mujeres, le dijo la rubia oxigenada que había conocido en un bar del Viejo San Juan. ¿Cómo te fue el viaje?, le preguntó tratando de cambiar el tema. Bien, contestó, y volvió al ataque. Ella hablaba con autoridad pues sabía bien qué clase de daño podía causar una obsesión romántica.
Por años estuve a la merced de una mujer caprichosa que hoy prometía villas y castillas y al otro día se desaparecía por semanas, dijo. Durante sus ausencias se acostaba con otras mientras yo la esperaba. Cuando regresaba, portaba una mirada coqueta que era una mezcla de deseo y arrepentimiento. Con sus ojitos lacrimosos me sonsacaba y me hacía olvidar el enfado prácticamente al instante. Yo era incapaz de mantenerme en un estado de enojo por más de uno o dos días, pero al fin y al cabo no pude más.
Darse cuenta de que aquella mujer que amaba con locura abusaba de su cariño le tomó mucho tiempo y el costo en angustia, lágrimas, baja autoestima, y tiempo perdido fue grande. Eso no se lo recomendaba a nadie y trató lo más que pudo de hacer que Arturo aprendiera de su experiencia. Fue imposible porque su cabeza era ajena y de lo que cundía en ella otros no podían beneficiarse.
A lo que Arturo le sacó provecho fue a su compañía. El bar donde se habían conocido era un punto de enganche muy concurrido. De ahí eran muy pocos los que salían solos. Ella le dijo que Arturo era un nombre bonito. Estaba al tanto de que simbolizaba nobleza y linaje. Él se alegró de que ella no se llamara Olga. Cuando supo como bateaba quiso seducirla pensando que quizás era ambidiestra y la rubia lo mandó al dugout rapidito, pero de buena gana. En una situación como esa, lo de esperarse era que la relación terminara después del momento torpe en que ambos acordaban en silencio que del bar no iban a salir cogidos de la mano. Pero Arturo se sobrepuso al bochorno infeliz que suele resultar de un avance romántico frustrado y ella también se quedó quieta, al parecer más interesada en conocerlo que en huir de la sensación de incomodo que sigue a una movida lujuriosa malograda. El impasse quedó superado cuando Arturo decidió meterla en otro de sus relatos. Así logró conquistarla. En esa historia, titulada “Formas lindas de matar”, el desenlace no fue feliz. Al decir el nombre de otra en el momento del orgasmo, la rubia lo empujó con fuerza y amenazó con pegarle un tiro.
Durante los meses que compartieron tragos en Madrid, intercambiaron historias. Muchas veces se sentaban uno junto al otro simplemente para empinar el codo y mirarse. Cuando ella le dijo que
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LETRAS
dejara de pensar en Marina y Sofía, pudo hacerlo solo porque su martirio había terminado y ya no pensaba en la mujer que la había maltratado. Siempre es más fácil dar un consejo cuando uno ve el drama de uno en los ojos de otro, después que el de uno ha terminado. Las más de las veces Arturo la escuchaba atentamente y se veía contento cuando hablaban, pero no le hizo caso. La rubia se cansó de insistir al darse cuenta de que no iba a llegar a ninguna parte. Desde entonces sus encuentros eran piezas de un rompecabezas que poco a poco formaban una imagen de los dos bebiendo y conversando.
A veces, mientras la rubia lo aconsejaba, su pensamiento volaba hacia otra parte. ¿Dónde está mi quimera? se preguntaba, sin darse cuenta de que era una pregunta insensata pues por definición una quimera no podía encontrarse en ninguna parte. Al darse cuenta de que Arturo no la escuchaba, la rubia desviaba la mirada. Ponía su trago a un lado, abría la cartera y sacaba un lipstick para retocarse los labios. Usaba la cámara del teléfono para mirarse.
En uno de esos momentos de aparente distracción, Arturo recordó las palabras de una amiga que yacía en el panteón de las personas que una vez le habían importado. Encorvado y con la mirada fija en el suelo le había dicho cómo lamentaba haberle hecho tanto daño a tantos por irse tras Sofía nada más que para que ella después lo abandonara. Ella ripostó, para consolarlo, que al menos lo había hecho en nombre del amor. Arturo hizo una mueca y no dijo nada. ¿A eso se reducía su quimera? ¿A pensar en un amor desgraciado por el que estuvo dispuesto a herir a los que nunca le habían hecho más daño que no estar a la altura de lo que él ansiaba? En el salón de clases en que su amiga había intentado consolarle no había nadie excepto ellos dos. Ahora, años más tarde, el silencio que acompañó su mueca continuaba colgado del aire, retumbando en sus oídos sin surtir más efecto que hacerle pensar que su quimera era un mal recuerdo y una carga constante. Para completar, era una doble carga.
Llegó al punto en que quiso matarse, pero reconoció que eso sería otro acto de egoísmo insensato. Sabía que los muertos no dejan de ser un lastre para los sobrevivientes que una vez los quisieron de alguna manera, ya fuese especial o recatada. La rubia oxigenada estaba de acuerdo. Si Sofía o Marina habían sido un invento, lo que necesitaba era encontrar a la Olga que las borrara de su mente. Necesitaba sentirlas como se siente un sueño después que te levantas. Si lograba confinarlas a ese recoveco del cerebro adonde van a parar los sueños, entonces, como la quimera de Cheever, quedarían desplazadas para abrirle un hueco a otra distinta, quizás más bella, más seria, más profunda e importante. En ese hueco creía que no habría lugar para la rubia oxigenada pero no perdía la esperanza. Eso sería más tolerable que vivir esperando a Marina redux, a Sofía reencarnada. ¿Más tolerable? A lo mejor, pues lo decía sin ganas.
La rubia oxigenada se reconcilió con su amante y Arturo no la volvió a ver. Ella nunca supo que para seducirla Arturo la había convertido en uno de sus personajes. Su consejo terminó siendo vacuo, pensaba cuando la recordaba. Se alegró de nunca concurrir con ella cuando denigraba a su amante. Total, que ahora no importaba pues la rubia era cosa del pasado. Pero ya antes le había ocurrido que después de decirle a un amigo que sí, estoy de acuerdo contigo, tu ex es una puta sucia, el amigo había vuelto con ella y él terminó desgraciado con ambos. Desde entonces, cuando le servía de interlocutor a otro que ponía a su ex como trapo, su postura automática, condicionada por la experiencia, era de simplemente escuchar. El problema ahora era que no tenía a nadie que lo escuchara a él. Quizás la rubia había creado un espacio que otra podía llenar, pero fuera de la imaginación encontrar quién lo hiciera no era fácil.
¿Qué le quedaba? ¿A qué aspiraba? Marina redux, Sofía transformada, una rubia a la que le gustaran los hombres. Quería eso y más. Una quimera hambrienta de sexo, botando fuego. Una sirena cuyo canto no fuese mortal. Una perla dentro de una concha que al abrirse hiciera que la
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perla se conviertiera en estatua; que al contacto con sus manos la estatua se hiciera carne y hueso y saliera cantando. Una montaña hecha nubes. Un aguacero mientras se bañaba en la playa. Gallos conversando en la mañana diciéndole a los coquíes que ya está bueno, que se callen. Un radio sonando a lo lejos entonando “Flor pálida”, la canción que usaba como ringtone para saber que era Sofía quien llamaba, un bocinazo despiadado que rompiera su alucinación. Una metáfora de su realidad que dijera que el beep repetido de un camión indicaba un cambio de dirección, que se dirigía a otra parte. Sofía redux, Marina transformada. No es lo mismo ni se escribe igual. ¿Cuál de éstas sería su posibilidad?
Pensó: “Quiero alterar la realidad que me define. Sé que tarde o temprano en algún sitio habrá un espacio que mi quimera ocupará. Sería ideal sentir el sonido del teléfono anunciando un texto, un wasap decorado con emojis de amapolas y la huella de un beso diciendo Marina y Sofía se han ido, vengo a ocupar su lugar”.
Habían pasado seis años y luego seis años más. Durante el segundo lapso su entorno cambió. Su casa era más grande. Tenía dos baños y la verja del patio trasero era de madera. Vio una foto de su cuarto donde lo único que había era un sofá amarillo y una mesita con una lámpara apagada. En el comedor, la ventana que daba a la calle estaba ubicada hacia el norte en vez de hacia el sur, como había sido antes. Al otro lado de esa ventana, un árbol que unos meses atrás había sido verde y frondoso ahora estaba repleto de hojas anaranjadas y amarillas, cayendo sobre la tierra poco a poco. Esa imagen le hizo comprender que ya no estaba en Madrid. Tampoco había regresado a San Juan. La continuidad entre Marina y Sofía era trascendental, por encima no solo del tiempo sino también del ámbito que una vez había sido familiar.
En el espacio negativo creado por las hojas ausentes, Arturo notó dos figuras, delineadas por la luz y el viento. En la alfombra de hojas formándose en el suelo, dos pares de huellas parecían moverse creando círculos concéntricos. Se arropó con la alfombra de hojas y se sintió nuevo. Una brisa cálida le hizo quitarse la ropa y escuchó un rumor de olas que al estrellarse contra una formación de rocas parecían gritar. Alzó la vista y se vio rodeado de palmeras en una playa desierta. Su cuerpo desnudo ardía, cubierto de sudor. La arena estaba lisa y compacta, humedecida y brillante. Puso un pie en la arena y el borde filoso de una concha se le enterró en el pie y le hizo sangrar. Gracias a Dios que no fue un erizo, pensó, mientras sacudía el pie en el agua.
A lo lejos, una formación de nubes interrumpía la uniformidad del cielo. Caminando hacia él desde el punto más lejano de la playa venía una mujer delgada vestida de negro. En cada paso dejaba cuatro huellas. Cuando estuvo cerca, Arturo vio el color de sus ojos. El tono era familiar. Detrás de ella, sus huellas se habían transformado. No era una mujer joven, ni pelirroja, ni bailarina, ni cantante, pero era bella y amable, atenta y dulce, de nariz espléndida, cuya ceja arqueada insinuaba un espíritu lujurioso o quizás sutilmente malévolo. Sus pantalones ceñidos demarcaban una figura conocida y deleitable. Andaba descalza, pero cada vez que una ola rompía cerca de ella se alejaba de la orilla corriendo para no mojarse. Su labio superior sugería una tendencia al despotismo, como en la mujer de Saul Bellow cuando él se hacía pasar por Chick, el amigo del profesor Ravelstein. Para Arturo eso era un dato más, interesante y seductor.
A la distancia de tres o cuatro pasos no se detuvo y el cuerpo de ella atravesó su cuerpo. En el acto de fundirse uno con el otro se besaron. La ropa de ella absorbió el sudor de su cuerpo. Arturo emitió un sonido trémulo y luego respiró con calma y satisfacción. Invasión de ternura, habría dicho Sylvia Rexach. Unidad de los contrarios, habría dicho Marx. De las dos expresiones prefirió la más romántica. Mencionar a Marx estaba fuera de lugar. No pudo evitar la alusión, pero no tenía que preservarla. ¿Marx en su cuento? ¡Pa’fuera! En su interior supo que la mujer que había perdido por partida doble ahora era una sola abrazándolo. Se quedó quieto por un largo rato para disfrutar del abrazo. Para ella, su desnudez parecía ser un bálsamo, un hálito de inocencia y frescura. Para él, el contacto con ella era
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LETRAS
el presagio del futuro, como mirar el calendario de un año por venir y encontrarlo repleto de fechas marcando múltiples encuentros, miles de abrazos.
Desafiando la imposibilidad de lo imposible, Arturo creyó que por fin había encontrado su quimera. Quiso prolongar ese momento al infinito sin saber que estaba en la región donde todo sucede y nada pasa. San Juan y Madrid eran historia antigua. Se preguntó si sería posible mantener el abrazo por siempre. No era posible. Ya era tarde. La razón le resultó obvia y no por ello menos dolorosa. Lamentó haberse convertido en ese lastre para sus sobrevivientes que antes pudo evitar. Había creado un espacio para sí desprovisto de accesos, cerrado a la vida humana. Ahí, partículas de polvo flotaban en el aire. En una esquina una telaraña rosada; en otra un cienpiés ingerido por una salamandra. En el suelo, hojas amarillas y anaranjadas. En la alfombra de hojas, su cuerpo desnudo yacía con los ojos cerrados y un atisbo de consciencia.
¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Doce años? Parecían más. ¿No era ya tiempo de
entretener a una rubia de ojos oscuros, una pelirroja con piel de mármol, una morena nostálgica, una bailarina, o una cantante? Invento o no, Marina y Sofía habían salido de escena no para darle paso a otras sino para atormentarle. En ese sentido una y la otra eran la misma, dos mujeres intercambiables. La idea de una quimera debía ser agradable, una aspiración que debía inspirar, hacerle sentir que algo se aproximaba como una recompensa o un premio inesperado. Con ellas no era así pues la anticipación y el deseo de verlas, de estar con ellas era permanente y permanentemente frustrado. Vivía en una cárcel sin paredes. Su rutina estaba prefigurada. Caminaba por la calle con cautela, pensando que al menor desvío de la rutina diaria el celador armado que lo vigilaba podía dispararle. En vez de una mujer alta seguida por una bajita o una pelirroja seguida por una rubia, en vez de una bailarina o una cantante, Sofía había sucedido a Marina. A diferencia de la Olga de Cheever, las dos eran una; habían desaparecido sin dejar a otra que ocupara su lugar. Por suerte, tarde o temprano, todo en la vida cambia. Pero para él eso era más deseo que verdad.
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Cumbre Internacional Afro rinde homenaje al curador Edwin Velázquez Collazo
CASA SILVANA
Espacio rural alternativo para el arte afropuertorriqueño
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ARTE
Bajo el lema “Nuestras diásporas de cada día: Globalización, migración y desplazamientos actuales” la tercera edición de la Cumbre Internacional de Afrodescendencia (Cumbre Afro) – fue celebrada del 18 al 23 de marzo de 2024 en Puerto Rico y dedicada a Haití en reconocimiento por su aportación histórica al ser la primera república negra en el mundo.
Con invitados provenientes de países como Haití, Ecuador, España, Alemania, Estados Unidos, Cuba, Sudáfrica, México, Perú, Nigeria, entre otros, también se le rindió un homenaje al curador Edwin Velázquez Collazo en un acto de reconocimiento por sus esfuerzos en la investigación, difusión y promoción del arte afropuertorriqueño.
La escritora Mayra Santos Febres, directora del evento, señaló: “Por ello, la Cumbre Afro rinde tributo a Edwin Velazquez, quien ha luchado tanto por magnificar nuestras artes visuales afrodescendientes. Gracias Edwin, por tanto, y sobre todo, por llevarnos de la mano a esa otra orilla que es el futuro de la re-existencia y la visibilidad de nuestros productores de conocimiento y belleza, de todas nuestras representaciones en respeto y dignidad.”
Le fue dedicada la Mesa Magistral “Curando lo Afro”, moderada por Abdiel Segarra, donde participó junto a los curadores Carlos Ortiz Burgos, Maria Elba Torres Muñoz, Luis Graham, Glorisabel Santos y Maria Alice Rezende. Así como la exposición colectiva «La Otra Orilla” con obra de los artistas afrocaribeños Brenda Cruz, Edizon Federico León, Jean “Baco” Ortiz, José Arturo Ballester, Lyddiana Davila, Tessa Mars, Wilay Mendez Paez, Yolanda Velázquez y el propio Edwin Velázquez Collazo.
El curador nacido en Santurce, Puerto Rico en 1961, obtuvo su Bachillerato en Arte con Concentración en Pintura en la prestigiosa Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico en 1988, fue pionero en señalar una estética afro en el arte puertorriqueño al organizar en 1996 la histórica exposición “Paréntesis: ocho artistas negros contemporáneos” en la cual participaron Arleen Casanova (1967-2013), Ramón Bulerin, Awilda Sterling, Gadiel Rivera, Liz D. Amable, Daniel Lind y Jesús Cardona.
Además como gestor cultural fue fundador de la Asociación de Artistas Plásticos de Puerto Rico y de los proyectos digitales Puerto Rico Art News y Black Art in Puerto Rico. En la actualidad se desempeña como director de Casa Silvana, la cual fundó en 2021, como un espacio rural alternativo dedicado al arte afro puertorriqueño que alberga La Afroteca, la primera biblioteca afrocéntrica en Puerto Rico especializada en la historia de las artes plásticas de la diáspora africana y la cultura afropuertorriqueña así como la única Colección de Arte Afropuertorriqueño compuesta con sobre 50 obras de 30 artistas negros y afrodescendientes de la isla y su diáspora.
El curador también es miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICAUSA) y recientemente fungió como comisario de Puerto Rico para la 3ra Bienal Black Brazil Art 2024 de Río de Janeiro, organizada por la destacada curadora, historiadora y museóloga, la Sra. Patrícia Brito, directora del Instituto de Arte del Brasil Negro. En los pasados años ha ganado premios y distinciones del National Endowment for the Arts, Instituto de Cultura Puertorriqueña, Fundación Ángel Ramos, Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico, Fundación de Puerto Rico, Fundación Rockefeller, Mellon Foundation, Beta Local y The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts.
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ARTE
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Foto 1: Mesa Magistral: De izquierda a derecha, Edwin Ortiz Burgos. Foto 2: Edwin Velazquez Collazo y el artista
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Edwin Velazquez Collazo, Dra. Maria Elba Torres Muñoz, Dra. Maria Alice Rezende Gonçalves, Luis Graham Castillo, Glorisabel Santos y Carlos artista afroecuatoriano Edison Federico de León. Foto 3: Edwin Velázquez Collazo. Foto 4: Vista de la exposición “La Otra Orilla”
Jorell Meléndez-Badillo. PuertoRico.Historiadeuna nación.Traducción de Aurora Lauzardo. Co-editado por Princeton University Press/Editorial Planeta. 2024.
Rodney Lebrón Rivera
Princeton University
SOCIEDAD POLÍTICA
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SOCIEDAD
Una historia general de un país es al mismo tiempo la planilla de lecturas historiográficas organizada por un historiador. El lector comienza a leer un discurso sobre el destino de una nación, lo que ha posibilitado que una comunidad o territorio sea lo que ha constituido, pero lo que se oculta detrás de las causas y efectos de ese azar colectivo es una lectura sustentada en un orden del saber. Se consolida una estructura textual que se impone sobre otras jerarquías lectivas viabilizando debates y polarizaciones en un campo intelectual determinado. En ese compendio historiográfico, la base por excelencia de todo sistema lectivo que aspira a bifurcarse en una historia general, emerge una invención textual como una de las múltiples manifestaciones de las fuerzas creativas de la vida. Puerto Rico. Historia de una nación de Jorell Mélendez-Badillo es un texto que nos invita a reflexionar sobre las historias generales que atienden lo puertorriqueño, de igual modo sobre la escritura histórica en el Puerto Rico contemporáneo.
Partiendo de una epistemología mixta entre objetividad y subjetividad, Meléndez-Badillo ofrece al lector un libro compuesto de un prólogo y quince capítulos donde Puerto Rico, como concepto analítico, es el protagonista de una historia en larga duración. En ese esquema de inteligibilidad apreciamos los modos en que Meléndez-Badillo se encuentra implicado directamente en la construcción de su discurso. Señala los límites, sino lo ilimitado, de hasta qué punto el historiador se sitúa en tensión entre la objetividad necesaria de su objeto, entiéndase Puerto Rico. Historia de una nación, y su propia subjetividad. El texto del historiador puertorriqueño manifiesta que la escritura histórica es un espacio en constante disputa entre una objetividad incompleta y la imparcialidad de una mirada metódica. Desde ese estado latente de oposición, Meléndez Badillo comienza una refiguración de Puerto Rico, en el sentido de Paul Ricœur, tanto a nivel conceptual de igual modo sobre la temporalidad histórica analizada.
En el prólogo de la obra el lector encontrará la manera en cómo Meléndez-Badillo comienza a impregnar un giro autobiográfico que se encontrará presente en muchas de las páginas de Puerto Rico. Historia de una nación. Un giro subjetivo que podría apreciarse como un homenaje a otros paratextos que componen la totalidad de otras obras historiográficas. El prólogo de Meléndez-Badillo, ese espacio que ofrece las coordenadas lectivas sobre el texto a leerse, es uno que dialoga con algunos de los prefacios del historiador puertorriqueño Fernando Picó. Cabe remitirse a los prefacios de algunos de los libros como Historia General de Puerto Rico, Libertad y servidumbre en el Puerto Rico del siglo XIX y El día menos pensado. Historia de los presidiarios en Puerto Rico (1793-1993) con el propósito de apreciar el modo en los cuales la partícula subjetiva se transmuta en materia historiográfica viabilizando una voluntad de explicación, del mismo modo una intención autoral de reencuentro intimista. Es desde la espacialidad del prefacio que Meléndez-Badillo escribe: “Dos semanas después de mi nacimiento, me trajeron al archipiélago y me criaron mis abuelos en un barrio de clase trabajadora. Desde jugar en la esquina donde mi abuelo juró que nunca regresaría hasta escribir este libro, mi vida ha sido moldeada por el imperio y el colonialismo. Pero mi historia, al igual que la de mi familia, no es única”. A partir de esta auto-figuración Meléndez Badillo procede a ejercer en el texto un “juicio de importancia” que tutela la selección de los acontecimientos y sus factores en función de una historia general sobre Puerto Rico.
El marco temporal de Puerto Rico. Historia de una nación comienza con la historia de los primeros pobladores de la isla y termina con un Puerto Rico impactado por la crisis financiera de nuestro presente. El autor articula una línea temporal donde Puerto Rico, tanto en el archipiélago como en la diáspora, se representa en una trama dominada por conquistas y resistencias donde aparece, inéditamente, otros actores y otras circunstancias económicas, políticas y sociales. Desde la aparición del hashtag #Rickyrenuncia hasta las iniciativas del Centro de Periodismo Investigativo (CPI), como también los Centro de Apoyo Mutuo (CAM), y la presencia de cuerpos que generan sospecha ante el entendido heteronormativo, lo puertorriqueño es refigurado en el aspecto político, económico y social. Es en este marco enunciativo que el autor del texto, desde su objetividad como practicante del oficio
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de historiador y su subjetividad como puertorriqueño, aborda asuntos políticos de nuestra contemporaneidad. Como por ejemplo, las repercusiones sociales de la Ley 7 ejecutada por la administración de Luis Fortuño, el mensaje del 29 de junio de 2015 donde se anunció que la deuda de Puerto Rico era una impagable por parte de Alejandro García Padilla, la imposición de la Junta de Control Fiscal y, por último pero no menos importante, el catastrófico evento atmosférico conocido como el Huracán María.
Para algunos lectores especialistas en la escritura histórica, la refiguración a la cual me refiero en Puerto Rico. Historia de una nación no podría considerarse como una manifestación inédita. Cabe remitirse a los ensayos de Pedro San Miguel sobre la historiografía puertorriqueña en Intempestivas sobre Clío. Puerto Rico, el Caribe y América Latina con el propósito de apreciar la manera en cómo “la nación” es un concepto clave que palpita en la historiografía puertorriqueña. Sin embargo, “la nación” que se representa en el texto de Meléndez Badillo es una que podría exceder las “otras naciones puertorriqueñas” que emergen en otras historias generales que atienden el pasado de Puerto Rico. Puerto Rico. Historia de una nación comparte al lector “otra nación” que se equipara de incidencias contemporáneas, de otros actores sociales, de una escritura con un dinámico componente autobiográfico, y de una clara tendencia que radica en no ocultar la subjetividad de su propio discurso. Estas características nos remiten al ensayo “Dialogo sobre la historia” de George Duby (1980) e invitan apreciar Puerto Rico. Historia de una nación como un libro sobre el pasado de los puertorriqueños, simultáneamente como la propia historia de Jorell Meléndez-Badillo.
Puerto Rico. Historia de una nación ofrece una epistemología de la historia cuya ambición y pacto con sus lectores invita a restituir el pasado no como fue, sino a reconstruirlo, a refigurarlo en un marco de inteligibilidad entre el pasado y el presente por medio de un lenguaje que oscila entre el disciplinario y el contemporáneo de cara al futuro. La historia enmarcada en este libro remite a una operación, a una inter-relación, en la medida que se inscribe en un conjunto de prácticas del presente. Meléndez-Badillo es tributario del trabajo de archivo de su época como del grado técnico que ofrecen los medios para realizar su prospección. Sobre este punto, la revolución informática y los márgenes de una sociabilidad digital en el cual reina el capitalismo de las imágenes, donde las computadoras interconectadas mediante redes digitales han pasado a fungir como medios de comunicación, modificó sustancialmente los procedimientos y multiplicó las posibilidades del análisis en Puerto Rico. Historia de una nación. Por lo tanto, podría indicarse que el libro de Jorell Meléndez-Badillo es un síntoma de su propio tiempo.
Un ejercicio interesante, basado en la lectura del texto reseñado, sería articular un dialogo entre el libro de la autoría de Meléndez-Badillo con dos obras disimiles pero con la particularidad de que atienden, al igual que Puerto Rico. Historia de una nación, consideraciones históricas sobre lo puertorriqueño. Estos textos son Puerto Rico. Freedom and Power in the Caribbean de Gordon K. Lewis y El sueño que no cesa: La nación deseada en el debate intelectual puertorriqueño, 1920-1940 de José Juan Rodríguez Vázquez. En ambos libros, el primero una historia general al igual que el texto de Meléndez-Badillo, como el segundo, una obra historiográfica cuya tendencia es la historia intelectual, emerge la nación como “keyword” en el sentido de Raymond Williams. ¿Cómo
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Política y sociedad
dialogaría la “nación” refigurada por Meléndez-Badillo, con la “nación” articulada por Lewis, de igual manera con la historia conceptual de la “nación” realizada por Rodríguez Vázquez?
Otra de las interrogantes que emergen en Puerto Rico. Historia de una nación en relación a otras historias generales que atienden la historia de la isla y sus diásporas lo es el modo en el que se representa algunos actores sociales. Como por ejemplo, el modo en que se constituye la figura de Miguel Enríquez. En el libro de la autoría de Meléndez-Badillo el corsario puertorriqueño es representado como un sujeto del propio conocimiento histórico bajo un pacto según el cual el historiador se expresa como objeto a personajes y situaciones que existieron antes del relato. La situación que opera como marco contextual en el que se erige la figura de Enríquez en Puerto Rico. Historia de una nación es desarrollada bajo las maniobras del “arte de bregar” del pensador puertorriqueño Arcadio Díaz-Quiñones. ¿Cuáles serían las irrupciones y continuidades respecto a la figuración de Miguel Enríquez en el libro de Meléndez-Badillo en relación a las historias generales de la isla articuladas por Fernando Picó, Francisco Scarano, María Dolores Luque de Sánchez y Blanca G. Silvestrini, historiadora a quien se le dedica Puerto Rico. Historia de una nación?
Por último pero no menos importante, es de importancia mencionar como Puerto Rico. Historia de una nación se inserta es una tradición historiográfica fundada por un colectivo de historiadores e intelectuales, la nueva historia puertorriqueña, representados en el texto reseñado. El libro de MeléndezBadillo es uno que participa de una red de obras historiográficas cuyo estudio del pasado responde a los usos político-instrumentales de la historiografía puertorriqueña. Meléndez-Badillo y su libro buscan explicar el deterioro social que viven los puertorriqueños con el propósito de hacer frente al poder ante el fracaso político que parece profundizarse crónicamente. De igual modo y desde esa intencionalidad enunciativa, Puerto Rico. Historia de una nación realiza un homenaje en latitudes latinoamericanas y caribeñas a otras obras historiográficas de la autoría de Manuel Moreno Fraginals o Enrique Florescano y posibilitan que Meléndez Badillo atestigüe en la última oración de su libro “Que Puerto Rico sea libre pronto y para siempre”.
Sin duda alguna, Puerto Rico. Historia de una nación de Jorell MeléndezBadillo es un texto que generará debates, discusiones y conversaciones. Es un libro que responde a los cambios paradigmáticos en la producción de conocimiento, una obra que ofrece una mirada alterna sobre el pasado puertorriqueño desde una óptica íntima, subjetiva y sobre todo crítica. Es la contraseña de un solitario que escribe desde la Universidad de Wisconsin-Madison pero apostando a otra posibilidad de vida mientras imagina el futuro alterno de su país y, de su pueblo natal, Aguadilla. Puerto Rico. Historia de una nación es un texto que escenifica el advenimiento de nuevas voces en la historiografía puertorriqueña. Practicantes del oficio de historiador que se apropian de remotos paradigmas historiográficos, la nueva historia, con la intención de transformarlos y poder articular una obra cuya forma, andamiaje y estructura lingüística responden a otros debates, el giro lingüístico y subjetivo, con el propósito de ofrecer al lector un texto que oscila entre el decir y el hacer. El libro de Meléndez-Badillo constituye una propuesta sobre la historia de Puerto Rico y sus diásporas, paralelamente manifiesta la condición intelectual del campo intelectual puertorriqueño.
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Ser persona y cosmovisiones alternas: algunas impresiones del libro
Malode Jorge Luis Torres
Roxanna Domenech Cruz
Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Cupey
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LETRAS
issuu.com/uagm_comunicaciones/docs/ene2024
Yo dentro de mi soy el diluvio, el temporal, la inclemencia. Miguel Ábalos Berlanga Protagonista de “El baño”
A veces en las tardes una cara nos mira desde el fondo de un espejo; el arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara Jorge Luis Borges (Arte Poética)
Recientemente el Dr. Jorge Luis Torres me invitó a compartir con ustedes mis impresiones de su último libro en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Cayey (19 de marzo de 2024) y en la UAGM, Recinto de Cupey (25 de abril de 2024). Malo: seis historias seis veces dantescas fue publicado en colaboracion por las editoriales Plaza Mayor e Isla Negra en el 2023. Debo puntualizar que estas impresiones surgen a partir de mi lectura como historiadora de Puerto Rico y el Caribe que se especializa e investiga sobre Historia de las Mujeres con perspectiva de género y de mis experiencias académicas y personales, entre ellas, ser profesora por casi tres décadas, ser una escritora a quien le apasionan los movimientos por la justicia socioambiental, que ve los testimonios y la autoetnografía como herramientas importantes y estrategias contestarias, y quien, además, es jefa de familia y madre de tres hijes afrocaribeñes universitaries.
También les confieso que me acerco a este libro desde mis propias luces y sombras, particularmente en una etapa en la que me siento que exploro de manera más directa mis sombras. De igual forma les comparto que hoy les hablo (sin encajonarme/ni encajonarnos en lo binario) como una persona que ha sido definida como “buena” (Jorge Luis incluso me ha dicho que soy “muy fina” al observarme enfrentar retos de todo tipo), reconociendo las múltiples cargas de género y raza que pueda tener el ser definida como “buena”, (que para las que nos identificamos como mujeres nacidas dentro de ciertos contextos históricos es un asunto bastante complejo). Es desde aquí que se me ha hecho difícil (en total honestidad se los admito) y a la misma vez fascinante ser lectora y espectadora de estas obras. Otros de los retos que he enfrentado es el tener que intentar constantemente dejar a un lado el querer redimir o rescatar a estos personajes que Jorge nos presenta como seres que habitan tantas perversidades. Esto lo logra, como nos dice Carlos Canales en la reseña que aparece en la contraportada de este ejemplar, con “un lenguaje poético que provoca una confrontación ineludible en los lectores-espectadores” con personajes “contradictorios en sus argumentos poéticos, en sus discursos filosóficos [que cuestionan la/su existencia] y en sus acciones” y búsquedas desesperadas de “un lugar en el mundo” (Canales, 2023). Yo soy una de esas lectoras espectadoras que de alguna manera acompaña a los personajes de Jorge Luis conmovida por sus misterios, sufrimientos y cuestionamientos.
Antes de adentrarme y adentrarnos en este gran libro, me parece necesario esbozar lo que pretendo presentarles como lectora-espectadora de este. Mi intención es tomar el Prólogo como punto de partida para elaborar algunos de los puntos/asuntos que me provocaron algunas de las obras y personajes que forman parte del texto. Me aproximaré a las políticas del cuerpo y teorías de genero; al feminismo del barracón; a los estudios de las masculinidades, en especial las masculinidades hegemónicas, las subordinadas y las contestatarias; y a los testimonios y los procesos de testimoniar-presenciar como herramientas fundamentales para explorar/entender las represiones y violencias (persecución; tortura; desaparición) que se implementan y experimentan bajo regímenes dictatoriales y las estrategias que surgen como prácticas contestatarias. Aclaro que través de estas impresiones reconozco, pero no me detengo a analizar la multiplicidad de argumentos filosóficos, teóricos y simbólicos que permean estas seis obras de manera magistral. (A esto tendríamos que dedicarle un seminario entero). Sin embargo, sí destaco, como apalabran los personajes de Darío y Celia en “La cama”, las luchas por ser persona, por pensarse/pensarnos persona y verse/vernos como personas desde todo lo que eso pueda significar, con toda su amplitud y sus contradicciones.
Les adelanto, además, por si no lo sabían, que a Jorge Luis no le gustan las definiciones. Esto nos queda claro a través de estas obras y personajes. Si partimos desde el titulo y una lectura superficial de estas narrativas, podríamos asumir lo que entendemos “es malo” o “quién es malo”, sin embargo,
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al observarles, presenciarles y sentirles nos damos cuenta de que a pesar de imaginar que les acompañamos a las profundidades más recónditas y desesperantes, no tenemos la claridad para definirles. El autor no nos posibilita definirles, ni despacharles contundentemente desde el bien o el mal, lo binario o lo dicotómico.
El Dr. Torres y yo compartimos espacios de oficina en la UAGM, un espacio de dialogo académico, político, social y familiar. Allí hablamos sobre los logros de nuestres estudiantes y sobre los retos (estos también algo dantescos) que enfrentamos dentro de las instituciones académicas del país. Siempre está ocupado atendiendo o creando propuestas profundas y transgresoras (que en ocasiones son poco entendidas por estar dentro de un contexto que muchas veces prefiere lo simple e inmediato). Sus textos (de todo tipo) nos provocan, incomodan y a la vez nos sensibilizan. Además, nos motiva a escuchar de otra manera nuestras voces y las voces de otros y otras, desde nuestros y otres cuerpos (y cuerpas) y desde las sombras de esas extensas noches oscuras.
Jorge Luis nos sacude con Malo. Nos sacude y nos acerca al dolor y al miedo que se convierte en terror, a cuestionamientos políticos y filosóficos sobre la vida y la muerte, sobre las violencias y asuntos de sexualidad y de género en amplias dimensiones. El libro comienza con un Prólogo escrito muy hábilmente por el Dr. Juan F. Caraballo Resto y titulado “Cuerpos al límite: en el Teatro sucio de Jorge Luis Torres” seguido por seis obras de teatro tituladas: “Malo”; “La cama”; “Las crónicas de Theo Alcocer Bastida; La trilogía compuesta por las obras “La cantata del General”, “Vestido de mujer” y “Decapitado”; y cierra con la obra “El baño”. Cada una de las obras contiene un epígrafe que insta al/a lector/a espectador/a a prepararse para adentrarse en esa cosmogonía erótica, muchas veces contenida/acompañada de múltiples violencias. El Prólogo sirve como pieza importante que contextualiza teóricamente las políticas del cuerpo desde los debates y planteamientos de Judith Butler. Caraballo Resto comienza sosteniendo que, según Butler, “el cuerpo plantea un campo de relaciones siempre en interdependencia y desposesión” añade que “los vínculos nos permiten sostenernos, a la vez que nos indican que no nos poseemos completamente de forma individual, sino que vivimos desposeídos en el otro” (p. 13). Afirma que, “el cuerpo… no termina en la piel. Por lo contrario, es una instancia vinculada. Así pues, posicionar nuestros cuerpos en redes a las que nos entregamos, deseada e indeseadamente, es lo que nos permite vivir” (Caraballo Resto p. 14). Puntualiza que “Hay cuerpos que sufren por la existencia de normas que prescriben determinadas maneras de habitar el mundo, formas particulares de actuar, de expresar afecto, de vestir, de caminar y de escribir. Estas normas, en última instancia adjudican y distribuyen la posibilidad del “buen vivir” a la vez que contribuyen a que determinados cuerpos sean reconocidos como “malos” a través de la patologización, la humillación, el acoso, la exotización académica, el prejuicio cultural, el discrimen económico, la violencia policial, o que simplemente sean irreconocibles ante el establishment”. (Caraballo Resto pp. 14-15). De acuerdo con Caraballo Resto, lo anterior “conduce a maneras desraizadas de vivir en el mundo: percibir las vidas no equivale a valorarlas ni ampararlas” (p.15).
Sobre las palabras, nuestras palabras, exclama que “labran realidades” que no solo “son constructos desde los cuales se fija la comunicación de ideas. En ellas también va contenido el orden de las ideas: ¡el “cuerpo” es una de ellas!” (p. 15). Como historiadora de las mujeres con perspectiva de género estos planteamientos, al igual que los personajes que Jorge Luis Torres nos presenta en sus piezas teatrales me remontan a la historiadora Carmen Delgado Sahgún y su ensayo titulado “Análisis del testimonio como fuente oral: género y memoria” donde nos presenta un marco teórico conceptual desde “donde poder acceder al propio relato de las protagonistas como herramienta de construcción teórica” (p.2). Sabemos que los personajes en cada una de estas piezas teatrales son ficticios, sin embargo, al momento de leerles y observarles podríamos decir que presenciamos (que somos testigos de) sus experiencias bajo diferentes ámbitos/regímenes represivos (políticos, ideológicos, de expresión sexual y de género, entre otros) expresadas a través del dialogo entre personajes, al igual que desde su dialogo interior como ocurre en la obra “El baño”. Delgado hace una importante referencia al trabajo de Paul Thompson (2003/2004) para plantear que “las voces de estos sujetos, a veces relegadas
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LETRAS
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en pos de una historia construida desde arriba, acercan ciertos espacios de carácter privado a “las esferas escondidas”. Nos dice que, de otra manera “estas esferas” nos “ofrecen una nueva visión de los diferentes espacios e imaginarios de las sociedades. Además, podemos conocer cómo la propia vida influye en lo narrado por el [la] protagonista (Portelli 2003/2004:12) …” (p.3). Según esta autora, “el testimonio es toda una innovación en el arte de pensar, interpretar la realidad e investigarla”.
También sostiene que “La vida de una persona es como una puerta que se abre hacia la comprensión y la reconstrucción del contexto en que se da” (p.4). Cita a Jelin (2002:35) para apuntar que “la memoria como construcción social narrativa, implica el estudio de las propiedades de quien narra, de la institución que le otorga o niega el poder y lo/a autoriza a pronunciar las palabras” (p. 4). Delgado nos trae como ejemplo un círculo de mujeres sobrevivientes de la ESMA (Escuela de la Mecánica Armada 19761983) en Argentina1 desde donde y a través de las experiencias del testimonio, del narrarse surgen procesos de acompañamientos que resultan en prácticas de resistencia y transformación. Delgado cita a estas mujeres diciendo, “Habíamos hablado así, entre mujeres, sin otro testigo que nosotras mismas, nuestro artefacto; nuestra comprensión que solamente puede darle al otro que padeció lo mismo” (Actics et al 2001:32).2
La recopilación y el estudio de testimonios debería de contemplar/recoger otros espacios desde dónde nos narramos y desde donde nos podamos servir de testigos y presenciarnos como los procesos de “witnessing”3 según descritos por algunas feministas literarías que rompen los silencios para narrar, escuchar y ser testigos de tantas opresiones y violencias desde las incomodidades que nos puedan provocar el dolor, las injusticias, la problematización y cuestionamiento de nuestras vidas en todas sus complejidades y las estructuras y sistemas [físicos, psíquicos y filosóficos] que nos oprimen. Desde mi punto de vista y lectura, Jorge Luis Torres crea estos espacios y practicas contestatarias a través de sus obras teatrales y sus personajes. Como lectores-espectadores somos testigxs y presenciamos las diferentes manifestaciones represivas y violentas que experimentan sus personajes que, aunque no nombran países (Jorge Luis plantea que estas escenas pueden ocurrir en cualquier isla, cualquier ciudad…), sí se refieren a dictaduras y eventos de persecuciones políticas, ideológicas, por estatus migratorio y por identidades sexuales y de género.
1 A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, América Latina atravesó un período de inestabilidad política signado por dictaduras militares y gobiernos autoritarios, instalados en el marco de la lucha contrainsurgente en el contexto de la Guerra Fría. En Argentina, el 24 de marzo de 1976, un nuevo golpe de Estado inició el período represivo más sangriento de su historia que duraría hasta 1983.
El gobierno militar del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional implementó un plan sistemático para eliminar de manera ilegal a miles de personas a través del secuestro, la tortura y la desaparición forzada, bajo el argumento de la “lucha contra la subversión”. Se calcula que funcionaron en todo el país más de 500 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio.
En la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), un centro de instrucción militar para cadetes funcionó paralelamente durante el período de la dictadura el centro clandestino de detención más grande de la Argentina. Desde el edificio del Casino de Oficiales, el Grupo de Tareas 3.3.2 –que dependía del Servicio de Inteligencia Naval de la Marina de Guerra– ejecutó los secuestros, tormentos, la apropiación de niños y niñas y el robo de bienes de las personas detenidas ilegales de la ESMA. Se calcula que entre 1976 y 1983 pasaron por allí alrededor de cinco mil personas…Al menos 37 mujeres embarazadas dieron a luz en cautiverio a sus bebés, que fueron apropiados por otras familias (generalmente –aunque no solo– de perpetradores). https:// www.cipdh.gob.ar/memorias-situadas/lugar-de-memoria/espacio-para-la-memoria-y-para-la-promocion-y-defensa-de-los-derechos-humanos-ex-esma/#:~:text=En%20la%20Escuela%20de%20Mec%C3%A1nica%20de%20la%20Armada%20(ESMA)%2C,m%C3%A1s%20grande%20de%20 la%20Argentina
2 Esta cita hace referencia al libro Este Infierno: Conversaciones de cinco mujeres sobrevivientes de la ESMA que, según la autora, estuvo pensado en su conversación como un dialogo entre las autoras.
3 Bridges of Power: Women’s Multicultural Alliances. Edited by Lisa Albrecht & Rose M. Brewer. Published in cooperation with the National Women’s Studies Association (1990).
“Taking Risks: The Creation of feminist literature” por: Judith McDaniel … the risk we experience when we tell our stories truly is the risk of change: the risk that we will be changed by the telling and the risk our audience similarly experiences, that they will be changed by the hearing. In some traditions, this kind of truth telling is called witnessing…. [for the refugees of El Salvador and Guatemala in 1984] believed that their work was to tell the story of what was happening in their country. It wasn’t enough to be safe, the refugees were saying, they had to work for the people they had left behind who were not safe, and their work was to tell the story of what had happened to them for North Americans to hear and – hearing- to understand our role in the refugees’ suffering.” (pp. 126-127).
As I was hearing and responding to (being changed by) the stories of refugees from Central America, I realized that this process has happened to me before…
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En “Malo”, su primera obra de teatro el autor nos presenta a Santiago Galindo Ospino (como un cautivo) y a Candelario Cabeza Talavera (como el domador de Santiago) personajes interesantes y complejos [me fascinan sus nombres – me parece que podríamos hacer otro tipo de análisis partiendo de los nombres de cada uno de estos y lxs demás personajes de las obras de Jorge Luis]. A través de ellos nos presenta las luchas identitarias (y contestarias) en torno a las masculinidades, de lo que significa ser hombre y maricón, entre otros signos identitarios que se contraponen y otras veces fluyen, dentro de un contexto de protestas, persecuciones y encarcelamientos en la Habana reciente. Como el caso de Damas 955 y el Movimiento San Isidro del 2021. Torres le dedica una de las escenas de esta obra a este movimiento de protesta. Bajo “Santiago y San Isidro” hace alusión al uso del cuerpo como instrumento de protesta y disidencia como fue el caso de los huelguistas de hambre y sed de dicho movimiento por los derechos civiles y culturales, acto que se llevó a cabo precisamente en la calle Damas 955 y que tuvo como protagonista al artista Luis Manuel Otero Alcántara (quien está encarcelado hace más de dos años). Leeré parte de este intercambio entre Santiago y Candelario donde se debate sobre el cuerpo, el rol/significado y utilidad de la historia desde los ejes de poder y la represión, entre otros asuntos:
Santiago: ¡Yo soy el pueblo!
Candelario: No, tú no eres el pueblo
Santiago: Si no escuchan mi voz, ¡protesto con mi cuerpo! ….
Santiago: Mi cuerpo hizo una huelga de hambre y se cagó en tu historia.
Candelario: ¡La historia es indisputable!
Santiago: ¡La historia que se gestó en Damas 955 es también una historia irrebatible! (p. 35). Luego estos personajes proceden a conversar sobre la muerte, y como algunos mueren por partes mientras discuten sobre los poderes políticos y los controles de lxs cuerpxs y todo lo que estos comprenden nuevamente utilizando al Movimiento San Isidro como punto de referencia, sacandole del silencio al nombrar la represión vivida por los manifestantes, los encarcelados, exiliados y reprimidos como los que están siendo matados por partes por un régimen totalitario (p. 36-37). Esto también como un acto contestatario que presenciamos como lectores observadores:
Santiago: No se puede morir por partes.
Candelario: Pero se puede matar por partes.
Santiago: Cómo ocurrió en San Isidro.
Candelario: No hubo muertos en San Isidro.
Santiago: A los muertos de San Isidro los mataron por partes... Eventualmente, estos personajes proceden a tener una interesante discusión sobre el miedo donde se acusan de sentirlo y se cuestionan si los hombres deben de sentir miedo (p. 38- 39). Aquí presenciamos las luchas entre las masculinidades hegemónicas y otras posibles masculinidades dentro del contexto del cautivo y el domador:
Santiago: ¿Crees que tengo miedo?
Candelario: ¡Los hombres no tienen miedo!
Santiago: ¡Los hombres!
Candelario: ¡No puedo pasar por alto que tú no eres un hombre!
Santiago: No soy un hombre…
Candelario: Eres un producto, un producto necesario para cagarnos en tus nalgas.
Santiago: Como ocurre con el sistema…
Candelario: El sistema no es…
Santiago: ¡El sistema es un producto!
Candelario: ¡El sistema es nuestra historia!
Santiago: ¡Tú eres otro producto del sistema! No eres custodio de nuestra historia, solo eres el custodio del sistema.
Candelario: ¡Te equivocas! ¡Yo soy el domador de un maricón!
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Santiago: Eso es, actúas desde el engranaje del sistema, corres entre las ruedas dentadas del sistema y quedas atrapado en las calles aledañas a Damas 955 y montas guardia y echas raíces y el sistema se empeña en cebar tu virulencia y brutalidad.
Santiago, masculino subalterno, acusa a Candelario el domador y masculino hegemónico de ser reproductor del sistema opresor. El autor utiliza nuevamente el Movimiento San Isidro y como el sistema, entiéndase el régimen totalitario persiguió y reprimió estas protestas (huelgas de hambre y sed, manifestaciones artísticas y de comunidad ante el estado) y el personaje de Candelario como ente que participa activamente de dicha persecución.
En su ensayo, “Del macho hegemónico al masculino alterno: conceptos y definiciones” publicado en la revista Cruce (1 de marzo de 2019), Heriberto Ramirez Ayala, especialista en masculinidades, nos dice que “la socióloga australiana R.W. Connell, desarrolla el término, masculinidad hegemónica (1995), inspirada en el concepto hegemonía cultural de Antonio Gramsci, para describir la posición dominante de los hombres y subordinación de las mujeres” (p.45). Añade que, según la antropóloga francesa, Elisabeth Badinter (1993) la construcción de esa identidad masculina estará basada en la triple negación: no ser un niño, no ser una mujer y no ser homosexual. Por tanto, las frases: “Aguante como un macho”, “No llore como niña”, “No seas tan pato”, se convierten en algunos de los dispositivos sociales que se utilizan cotidianamente para sostener esa identidad que puede desembocar en conducta misógina, homófoba y adultocentrista. Esta identidad macharrana o hegemónica, deberá tener el control, ser heterosexual y proveedor, suprimir públicamente emociones como la tristeza, el miedo, no demostrar afecto ni ejercer tareas de cuido o autocuido. Estos mandatos de género ponen en juego la virilidad constantemente y para muchos tendrá que ser defendida.
Lo antes expuesto nos insta a manera de contrapunteo a regresar a la contextualización sobre las políticas del cuerpo presentada en el Prólogo del libro. Concuerdo con que “no hay una forma universal ni transhistórica de nombrar o significar el cuerpo” (Caraballo – Resto p. 15)). Para ilustrar esto Caraballo-Resto utiliza el trabajo “Queering Black Atlantic Religious: Transcorporeality in Candomblé, Santería and Vudú” escrito por el antropólogo Roberto Strongman. Según Caraballo Resto, a través de este trabajo Strongman “fomenta un entendimiento hemisférico decolonial sobre la corporalidad, la sexualidad y el género, según es inscrito y vivido en religiones afro-atlánticas… enfoca con rigor el trabajo que por años epistemologías eurocéntricas han abordado respecto a contextos socioreligiosos afroatlánticos, que ni se inscriben en la heteronormatividad, ni en el binario mutuamente excluyente entre “hombres y mujeres” (p. 15). A estos planteamientos yo le añadiría el trabajo realizado por la antropóloga feminista afrocubana, Aida Esther Bueno Sarduy quien sostiene que a través de algunos mitos africanos que han perdurado en la tradición oral afrodescendiente en Cuba y Brasil “se puede empezar a entender la sexualidad desde una perspectiva compleja en la que la exploración de lo erótico y de lo sexual no se convierte nunca en patología”.
Bueno Sarduy trae otros puntos que encuentro interesantes tomando en consideración estas impresiones que les comparto hoy provocadas por las obras de Jorge Luis. Según esta investigadora, el panteón Yoruba está plagado de mitos donde los dioses tienen una sexualidad compleja. Se travisten, tienen relaciones sexuales diversas según el momento o con relación a quien pueden ser: masculinos o femeninos, viriles o sumisos. El terreiro también permitía otra experiencia con relación al hogar y a la familia nuclear siendo un espacio doméstico y a la vez, político comunitario. Las relaciones de género que suelen darse en él no son opresivas de la misma forma que la familia patriarcal asume. Por ello, este ambiente no es hostil a las mujeres. Pero tampoco a los hombres, ni a los homosexuales, ni a los bisexuales, ni tampoco a los blancos que pertenecen a la comunidad como “hijos del santo”.4
4 https://www.lacasaencendida.es/encuentros/referencias-biograficas-feminismo-afrocentrado-aida-bueno-10882
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Bueno, además, afirma que “el patriarcado no se puede y no se debe reciclar” sino que debemos de “conversar sobre cómo dinamitar la base de la sociedad patriarcal”. Añade que desde su trabajo como antropóloga [es evidente] “que es posible que la respuesta la encontremos mirando hacia otras historias, otras culturas y otras maneras de organizar la comunidad y la sociedad.”5 Me parece que Jorge Luis participa de ciertas maneras en esto de “dinamitar la base de la sociedad patriarcal”, al igual que en el estudio de otras maneras de vivir y repensarnos a través de sus obras.
En su obra titulada “La cama” Jorge Luis nos presenta a Celia (o Carola de la Madrid) y a Felpa. Ambas se podrían analizar a través del lente feminista pre-académico que propone Aida Esther quien plantea que “no somos feministas de habitación propia” [aludiendo a las aseveraciones y reclamos de Virginia Woolf y el feminismo blanco y eurocéntrico],” somos feministas de barracón, de senzala. No tenemos tiempo para perder, no tuvimos un marido que ganaba dinero y nos “protegía” … [para descubrir] los atajos que nos llevarán a donde queremos... [Tienen] que escucharnos, porque si escuchamos solo la ruta que el dominador tiene preparada para nuestra liberación, nosotras podemos decir que ya sabemos que es una ruta ciega, que no lleva a ningún sitio.” (Bueno Sarduy, 2020)6
A mi entender, Celia y Felpa son mujeres que construyen sus espacios, Celia particularmente se enfrenta, lanza, cambia, transgrede, actúa, siente, vive mientras que Felpa, quien inicialmente parece ser la cuidadora de Guillermo, ser de poca inteligencia y personalidad propia participa de manera acertada en las discusiones filosóficas entre estos personajes complejos y contradictorios. Como, por ejemplo, cuando se cuestionan sobre la verdad:
Felpa: ¿La verdad? ¿No crees que somos auténticos engaños? ¿No crees que somos genuinos errores? ¿No crees que somos verdaderas falacias? ¡Nada puede ser estrictamente puro porque vivimos de los despojos y de los desperdicios! Eso eres tú, Guillermo, ¡los restos de Guillermo! Y eso es esta señora, tus sobras, ¡los residuos de los que se alimenta tu putrefacta alma carroñera!
A lo que Celia responde, “Puta es, pero no tan bruta…” (p. 64).
En “La cama”, además, se presentan otros dos personajes: Guillermo y Darío y se retoman las dinámicas identitarias en torno a las masculinidades diversas y fluctuantes. Guillermo se proyecta como hombre que manifiesta una masculinidad hegemónica y Darío una masculinidad subordinada que a través de la obra evoluciona a representar una masculinidad contestaria. Según, Heriberto Ramirez, especialista en el ensayo de masculinidades antes citado “Al desarrollar el concepto de masculinidad hegemónica, Connell (1995) puntualiza que dicha masculinidad no es la única, coexiste junto a la masculinidad cómplice, hipermasculina, subordinada y contestaria…”. Ramirez7 añade que,
La masculinidad contestataria es la representación de las identidades masculinas que activamente retan, cuestionan y rechazan la masculinidad hegemónica. Los hombres que encarnan esta masculinidad promueven en su cotidianidad rasgos no hegemónicos como son la demostración pública de emociones como la afectividad, la compasión la ternura. Rechazan la violencia y los dispositivos de dominación en todas sus manifestaciones. Son tiernos, afectuosos, comprensivos y tolerantes. Los hombres que encarnan esta m a s c u l i n i d a d propulsan activamente el desarrollo de formas alternas de relaciones entre los géneros y al interior de su propio género (Ramírez Ayala, p. 45).
Las interacciones entre Celia, Guillermo y Darío ejemplifican lo antes expuesto:
Celia: Darío, mi amado Darío, ¿cuándo te honrarás con el coraje de ser un hombre? ¡Creo que debes buscar un hueco más honorable para ratas de tu abolengo! Co~no, ¿por qué quieres estropear 5- 10 Mar 2020/ Miscelánea - Aída Bueno Sarduy: “Las afrodescendientes no somos feministas de habitación propia, sino de barracón” por Sara Beltrame. https://www.cua.uam.mx/news/miscelanea/aida-bueno-sarduy-las-afrodescendientes-no-somos-feministas-de-habitacion-propia-sino-de-barracon
6- https://www.elsaltodiario.com/feminismos/aida-bueno-sarduy-antropologa-no-somos-feministas-de-habitacion-propia-sino-de-barracon 7- https://issuu.com/revistacruce/docs/28_febrero/s/74445
ABR 2024: Contextos Coloniales / 51
mi regreso? ¡No aceptaré más discursos amanerados! ¡Basta por hoy! Debo descansar, me espera una jornada intensa, ¡esta noche pondré la ciudad a temblar! (Observa con malicia a Darío). Querido, ¿puedes preparar mi cama? (p. 53)
A través de la obra Celia y luego Guillermo se burlan de Darío y sus maneras de ser (o no ser) hombre, en ocasiones equiparándolas con ser o no ser astuto o inteligente, despachándole con comentarios como en el caso de Celia: “Darío, ¡mi aspirante a ser hombre!” (p. 54). Darío no solo es el que la recibe, le prepara sus documentos como Carola de la Madrid, le prepara la cama carruaje, sino que es el que recibe a Guillermo, se encarga de atenderle con su acompañante Felpa, les prepara algo de beber y les atiende y consciente. Entendemos que ha sido el amante de ambos, Celia y Guillermo y que se acoge y acomoda a ambos e incluso solloza y demuestra un abanico de sentimientos.
Los múltiples intercambios/diálogos presentados por el autor me parecen fenomenales (páginas 68 -69) como, por ejemplo:
Darío: (Dirigiéndose a Guillermo). Quiero cagarme en la enunciación de tus dudas y gritarte que solo soy un pedazo de hombre y un pedazo de tierra, pero lo soy con dignidad, con honra, con la grandeza de un hombre que, a pesar de todo, te desea más allá de la vergüenza que asoma desde tu rostro de macho amado por un maricón. ¿Por qué regresas? ¿Por qué me obligas a retorcerme en un tiempo que creía distante? ¿No eres un hombre?
Felpa: ¿Un hombre?
Celia: ¡Algo menos que inquebrantable que un cuerpo mustio!
Guillermo: Un hombre…
Darío: Algo que nunca es rotundo, algo que nunca resulta ser convincente, algo que siempre es discutible…
Guillermo: Un hombre….
Darío: Un sello rebatible, la historia dudosa de una tierra gloriosa.
Celia: ¡Se acabaron las tierras gloriosas!
Guillermo: Solo somos hombres indeterminados, titubeantes, azarosos.
Darío: Todo lo que eres tú, ¡yo no!
Guillermo: (Dirigiéndose a Darío). También lo eres, a pesar de todo, también lo eres.
Felpa: (Interrumpe a Darío). Ser…
Celia: (Interrumpiendo a Felpa). Ente…
Felpa: ¿Para qué lamentarnos de nuestro estado caótico?
Darío: ¿Lamentarnos? Solo hablamos y hablamos y hablamos…
Felpa: Nada más…
Celia: ¿Habrá algo más?
Guillermo: Tal vez no…
52 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA LETRAS
Es Darío el que eventualmente le cuestiona, recomienda y exhorta a Celia con cariño a que aprenda a verse como persona; “Mi querida Carola de la Madrid Vargas, ¿cuándo aprenderás que debes de pensarte como una persona? Mi querida Carola de la Madrid Vargas, ¿cuándo aprenderás que debes actuar como una persona?” (p. 73).
Este fascinante libro cierra con la obra titulada “Baño: Soliloquio sobre la inmensidad íntima” pieza poética narrada desde la desesperación bordeando en la locura de su único personaje, Miguel Ávalos Berlanga otro personaje joven de las obras que comprenden Malo. Miguel está en un baño público en donde se encuentra encerrado tras una puerta de madera que no llega hasta el piso, escondido y luchando en/desde su interior, mirando los zapatos de todo tipo que pasan, que entran y salen del baño. Los golpes de alguien que calza unas botas negras militares con goma … son los que lo llevan in crescendo al borde de la locura mientras intenta mantenerse allí, escondido, solo, como un molusco dentro de su concha o como si estuviera en una caja china. Una de las líneas que mas me gusta de Miguel es “Yo dentro de mi soy el diluvio, el temporal, la inclemencia” (p.192). Miguel está encerrado e intenta invisibilizarse al esconderse y esconder su manuscrito junto a él. Sufrimos con él ese temporal que es un instante y aparenta extenderse por una eternidad. Sentimos junto a él su terror por la persecución que experimenta por ser, por querer ser.
Así, a través de estas obras que hemos mirado muy brevemente y una trilogía que nos queda pendiente, el autor nos obliga a mirar todo aquello que intentamos negar una y otra vez, desde las perversiones que sentimos, pensamos y vivimos. Ciertamente, Jorge Luis nos lleva a las profundidades de lo infernal. Pienso que es precisamente esto lo que lo humaniza como escritor, lo que humaniza a sus personajes y lo que nos obliga a buscarnos en esos espejos (físicos y simbólicos), a cuestionar lo que vemos, lo que no vemos y lo que creemos que vemos desde y con, toda nuestra putrefacción. De esta forma nos distancia de lo banal y nos incita a (re)tomar caminos dolorosos y pestilentes a través de múltiples cuestionamientos filosóficos sobre la vida, la muerte, el ser cadáver, la putrefacción que se encarna en vida y el morir o que intenten matarnos por partes.
Esta lectura me ha obligado a repensar(me/nos) como seres orgánicos con cosmovisiones diversas que nos convocan a eso, a ser, a cuestionarnos de/en/desde diferentes espacios contradictorios, adentrándonos a profundidades incómodas, no resueltas y transgresoras. Sin duda alguna Jorge Luis Torres es un escritor, dramaturgo y pensador excepcional, que nos ha obsequiado a través de estas obras a unos personajes multidimensionales, difíciles de entender e incluso a veces trabajosos de leer, seres crudos, quebrantadxs, vulnerables y pestilentes. Pienso que al presentarles de estas maneras les libera y nos libera, y nos invita, como Darío insta a Celia, a ser persona.8
8 Aún quedan pendientes para analizar y comentar “Las crónicas de Theo Alcocer Bastida” y la trilogía compuesta por las obras: “La Cantata del General”, “Vestido de mujer” y “Decapitado” (p. 83) reconociendo que esta última es una de las favoritas del autor.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 53
“Revolución y Renacer del Corazón Afro”, exposición de Jorly Flores en Casa Silvana
CASA SILVANA
Espacio rural alternativo para el arte afropuertorriqueño
54 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
ARTE
“Revolución y Renacer del Corazón Afro”, exposición de Jorly Flores en Casa Silvana
Como motivo de la Cumbre Internacional de Afrodescendencia 2024 que se celebró en la isla, el espacio cultural Casa Silvana presentó el sábado 23 de marzo de 1:00 a 5:00 pm la apertura de la exposición titulada “Revolución y Renacer del Corazón Afro” de la fotógrafa afropuertorriqueña Jorly Flores.
La artista quien participa actualmente en la 3ra Bienal Black Brasil Art 2024, a través de su arte y esta exposición, busca desafiar narrativas dominantes de borrado o anulación cultural y promover una comprensión más profunda y respetuosa de la rica diversidad étnica y cultural de la isla. Aborda temas complejos de una manera que invita a la reflexión y al diálogo. Sus obras no sólo capturan la belleza y la fuerza de la identidad afropuertorriqueña, sino que también plantea preguntas incisivas sobre el poder, la opresión y la resistencia en un contexto colonial.
Con un enfoque meticuloso y una sensibilidad aguda, la artista aborda temas complejos de una manera que invita a la reflexión y al diálogo. Sus obras no sólo capturan la belleza y la fuerza de la identidad afropuertorriqueña, sino que también plantea preguntas incisivas sobre el poder, la opresión y la resistencia en un contexto colonial.
Jorly Flores (28) es una artista afropuertorriqueña nacida en San Juan y criada en Carolina, posee un Bachillerato de la Escuela de Artes Visuales de Nueva York con especialidad en Fotografía y Video. A través de exposiciones tanto locales como internacionales, ha ganado reconocimiento por su habilidad para fusionar la estética con el activismo, creando obras que son tanto visualmente impactantes como conceptualmente estimulantes. Su compromiso con la autenticidad y la justicia social se refleja en cada pieza, mientras continúa utilizando su arte como una herramienta para la liberación y la afirmación de la identidad afro en Puerto Rico.
La exposición es posible gracias al apoyo del programa Maniobra del Centro de Economía Creativa (CEC) y Mellon Foundation. Además de Máquina Simple por Beta Local y The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts.
Este proyecto es posible gracias al apoyo del programa Maniobra del Centro de Economía Creativa (CEC) y Mellon Foundation.
This project is possible thanks to the support of the Maniobra program of the Centro de Economía Creativa (CEC) and the Mellon Foundation.
CASA SILVANA
Espacio rural alternativo para el arte afropuertorriqueño.
DIRECTOR / Edwin Velázquez Collazo, artista y curador AICA/USA
TELÉFONOS / 787 -240 - 4603 / 787- 285 - 6053
CORREO ELECTRÓNICO / casasilvanapr@gmail.com
DIRECCIÓN FÍSICA / Camino Los Marcano
Barrio Mambiche Prieto, Humacao, Puerto Rico, 00791
DIRECCIÓN POSTAL / HC 3 BOX 6300, Humacao, PR 00791-9525
HORARIO / Escribir o llamar para más información.
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ABR 2024: Contextos Coloniales / 55 ARTE
56 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
ARTE
Oprimido por el Tirano, fotografía
ABR 2024: Contextos Coloniales / 57
Sin Título, fotografía
Invitación
ARTE
Sin Título, fotografía
60 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA ARTE
Sin Título, fotografía
ABR 2024: Contextos Coloniales / 61
Cuidado en la Colonia, fotografía
Rosa y Juan, la cama dorada
Cigarrillo y ron
Oscar Santiago
Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Cupey
62 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
LETRAS
Rosa tiene 36 años. Única hija. Para ser mujer, es alta, un poco de carne en muy buenos lugares, pero tiene los brazos de una doña de chinchorro, como si vendiera frituras en la costa norte de la isla. Excelente en la cocina y cuidando ancianos. Todavía tiene su energía juvenil y el toque humano. Es enfermera, pero se especializa en ancianos. En el centro donde está le va bien y tiene horarios flexibles para cuidar a sus dos hijos.
Está casada con Juan, llevan 8 años de matrimonio. Él lleva viviendo en USA tres años y ambos no se deciden en donde van a estar, si en la isla perdida o en la jaula dorada. Al tipo lo tienen de lado a lado en su trabajo en el banco. Rosa le ha dicho que hable con su supervisor, pero él quiere seguir ascendiendo y la paga por estar allá es buena, así que sacrifica algo para ganar en otro lado.
Juan está perdido e indeciso con su responsabilidad como padre y esposo. El tipo es un duro codificando y bregando con computadoras es un cerebro. Pero en la parte emocional y en pareja es una mierda. Cuando salió de la universidad graduada ya tenía una posición bastante alta en el banco y su nuevo grado le dio la oportunidad de ascender.
¿Cómo estos dos terminaron juntos? Una clase de computadora en la universidad. Donde únicamente se junta el mundo de enfermería y ciencias de cómputos. Yo creo que ella pensaba salvarlo y él buscaba una segunda madre.
Rosa está harta de que él esté todo el tiempo de lado a lado. No hace mucho tuvieron problemas y pensaron hasta divorciarse. El tipo estuvo tres semanas aquí en la isla, le dio pene a Rosa, juguetes a los nenes, sacó a la familia par de veces a pasear y se fue otra vez.
Antes que llegara de vacaciones ella estaba enojada todo el tiempo, más malcría y bocona que nunca. Sagita me dice que la familia a ella la tiene mala. La de él quiere que crezca en el banco. La de ella quiere que estén en un lugar y permanezcan ahí. Tremendo. ¿Qué pienso yo? Que el no tener el huevo cerca la tiene mala. Que las bolas estén viajando de lado a lado es el problema y no saber diferenciar lo material de lo sentimental.
La vida no le ha jugado a favor de los dos. Si tienes un compañero que no está presente, es una mierda. Si no tienes dinero, es una mierda. Ambos me parecían una mezcla bien rara. Él es demasiado de muy pasivo para controlarla y ella lo manipula demasiado. Ambos se asfixian bien rápido el uno del otro. Lo único aparente que estaban de acuerdo era en chichar sin condón y ninguna regla en la cama.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 63 LETRAS
Rosa y Juan, la cama dorada
Cigarrillo y Ron
Escucha mi llanto
Dios no pongas tu sol en mi
No hagas que brille mi alrededor
Tampoco mi interior
Déjame la oscuridad
El frío es bueno, El calor desespera. No quiero el calor
Ni el brillo de esa energía. Solo quiero el frío
Y el viento escalofriante. Solo necesito de mis fieles acompañantes, el cigarrillo y el ron.
Son muy buena compañía de la oscuridad y la tranquilidad que posee la noche.
No pongas tu brillo en mi
Déjame tranquilo
Ilumina al otro
64 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA LETRAS
Todos los episodios de la primera temporada disponibles ¡YA!
https://linktr.ee/houndmag
ABR 2024: Contextos Coloniales / 65
mí no, pero a ti, sí
Anto Gamunev
Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Cupey
Publicado previamente en https://lacorcheta.sagrado.edu/a-mi-no-pero-a-ti-si/
66 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA LETRAS
A
“Hoy no. Hoy no quieres escuchar, solo llegar a tu destino.”
El vagón del Tren Urbano llega a la estación de Sagrado Corazón. Es la última parada. Has llegado a la mitad de tu destino en Santurce. Solo tienes unos minutos para salir del vagón, caminar por la plataforma, bajar las escaleras y correr a la estación de guaguas para esperar la M3. Estás cansado, sudado, llevas un fracatán de cosas en el backpack y encima el espuelón de tu pie izquierdo no ha dejado de joder el día de hoy. Con treinta y cuatro años, tu cuerpo te traiciona; primero la espalda y ahora el pie.
Llegas a la parada. Estás a tiempo. Tienes suerte que pocas personas esperan la misma guagua. Te percatas que hoy no tendrás que ir parado o ceder el asiento para ser visto como todo un caballero. Todxs se montan. Te toca entrar y pagar la tarifa. Lo haces con un pase estudiantil y procedes a buscar un asiento. Rápidamente, buscas uno con mayor espacio para tus piernas. Es el primer asiento, ese que está junto al de impedidos. Lo viste desde afuera. Está libre. Después de todo, tu altura y la transportación pública no se mezclan muy bien. O sea, no mezclan y punto. El medir 6 ‘7 en estos casos es una desventaja.
Te sientas. Juegas con tu iPod rosita para impedir que otras personas te hablen. Hoy no quieres escuchar a nadie. Usualmente te quitas los audífonos en el metrobús, ya que te gusta jugar a la ruleta rusa y ver que personaje te hará preguntas incómodas o te compartirá información no deseada. Hoy no. Hoy no quieres escuchar, solo llegar a tu destino.
La guagua arranca. Está absurdamente vacía. Solo hay siete pasajerxs y la conductora rubia de siempre. Sonríes. Ese peróxido le queda tan mal, pero ella es tan nice que ya ignoras su pajosa cabellera. Dentro de ti, una frase negativa parpadea en tu cerebro “Esto no va a terminar bien”. La guagua, de corrido, pasa dos luces y en la tercera se detiene. Se monta un señor engabanado, bien peinado, que huele a vejez disfrazada con perfume. En sus manos lleva unas rosas. Parece que se dirige a un date. Tiene pinta de ser un buen partido para las Golden Girls o Murder, She Wrote. Sonríe. Se sienta detrás de ti y comienza a hablar con una persona.
La guagua arranca nuevamente. Estás a ley de tan solo unos minutos de tu parada. El semáforo hace que la conductora detenga la travesía. La luz cambia, pero un cantazo en la puerta hace que la M3 se detenga. Una madre con dos niñas le insiste a la conductora que le abra. Lo hace, pero le regala el mismo speech pendejo memorizado de siempre; “Sabes que no puedo recoger gente fuera de la parada, pero como eres una madre haré una excepción”. Si se hubiera ahorrado el speech, ya hubieran arrancado. La madre monta a su prole. La primera en entrar es una niña negra de unos 5 años vestida de hada. Su trajecito es rosado y sus alas son blancas; lleva un pantimedias blanco y unos zapatos que no combinan con el ajuar. Su afro lo lleva amarrado y brilla gracias a la escarcha de su varita mágica que revolotea por todos lados.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 67 LETRAS
https://youtu.be/iOASxbesB7w?si=U3S5OOVSbgStB_ip
68 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
LETRAS
Se sienta justo frente a ti. Te mira. Sonríe. Le devuelves la sonrisa, después de todo no eres un ogro y menos con tan semejante escenario. Su madre, con la segunda cría en mano, igual de linda que la primera pero en miniatura, busca las monedas para pagar la tarifa del bus mientras que algunos pasajeros acomodan el coche bajo el asiento. Haces tu parte. Eres un caballero después de todo. Al sentarte, te percatas que el hada rosada se acercó más a ti. Tu espacio personal se ha ido a la mierda. No dices nada ya que solo quedan unos minutos para bajarte de la guagua, bañarte y comerte las sobras de ayer mientras descargas ilegalmente el último episodio de Mystery Inc.
Vuelves a enfocarte en tu iPod. Subes el volumen. La niña roza su varita mágica por tu rodilla derecha. Deja un rastro de escarcha. Mueves la pierna. El hada nuevamente juega con tu rodilla. Derrotado, decides ignorarla. Miras por la ventana. El tráfico está congestionado. Los pocos minutos se convierten en varios más. Si no estuvieras tan cansado, tocabas el timbre, te bajabas en la próxima parada y caminabas a la calle Américo Salas donde vives. No lo haces ya que el espolón te molesta como nunca. Por un momento la niña deja de jugar con tu rodilla para jugar con su nariz. La guagua arranca.
Miras a través de la ventana y sonríes. La niña te mira con el dedo dentro de su nariz, tan así que casi pareciera que juega con el cerebro. Saca su dedo. Mira su atuendo y te mira a ti. Te compones en tu asiento. Tratas de alejarte. El hada rosada mira su tesoro. Poco a poco en su cara se dibuja una pequeña y maliciosa sonrisa que claramente muestra la falta de uno de sus incisivos superiores. Sabes por donde viene. Tratas de llamarle la atención a la madre moviéndote en tu asiento. Pero la pobre está tan cansada que no logra percatarse de la situación. La entiendes. Después de todo, eres hijo de una madre soltera.
La pequeña mano gordita lentamente se acerca a ti. La situación es tan absurda, que hasta puedes escuchar de fondo la música de Jaws. En la punta del dedito de esa pequeña mano puedes ver un moco verde y blanco. Se parece a Slimer, el famoso fantasma verde de los Ghostbusters. Se nota que ese moco es carnoso y pegajoso, de esos mocos que hasta la máquina de lavar tiene dificultad para borrar. En menos na’, la niña lo pegó a tu rodilla. Escogió ensuciarte a ti sobre su ajuar rosado. Ella volvió a su mundo sin importarle nada. Volvió a jugar con su varita mágica llena de escarcha. Tú, sin embargo, respiraste. Miraste el techo de la guagua, luego el piso, hasta que desviaste tu mirada a la ventana y te fijaste que mientras todo esto pasaba, la M3 sigue su camino y pasa por alto tu parada. Respiras nuevamente. Halas el cordón del timbre, te levantas del asiento, caminas hasta la parte trasera de la guagua, te detienes frente a la puerta. Mientras bajas los escalones, miras como el hada impecablemente rosa se despide de ti con la misma mano con que te pegó el moco.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 69
Semana de la Lengua abril 2024: Serie documental de la revista Cruce sobre la vida y obra de Olga Nolla
Roxanna Domenech
Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Cupey
Bryan Suárez
Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Cupey
70 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
ARTE
Este nuevo proyecto audiovisual o documental en serie de la vida y obra de Olga Nolla tiene como propósito rescatar y documentar su trabajo, obra y vida desde el recinto de Cupey a través de entrevistas y la recopilación de algunos de los materiales que se encuentra en su colección. Es un proyecto especial en colaboración con la Biblioteca de la UAGM, Recinto de Cupey, la revista Cruce y el Proyecto de Titulo V - ABRAZO. Buscamos honrar a esta gran escritora puertorriqueña y recopilar información vivencial relacionada a su trabajo como profesora, escritora, gestora y directora de proyectos incluyendo la Revista Cupey, al igual que destacar la creación de la Colección Olga Nolla, entre otros aspectos. Pretendemos que dichas entrevistas y material audiovisual sirva como una aportación testimonial e histórica a la obra y trabajo de una de las escritoras más importantes en el ámbito literario del Puerto Rico contemporáneo.
Las participantes de esta serie conocieron a Olga Nolla personalmente, gestaron y compartieron proyectos y trabajaron o estudiaron con ella en la Universidad Metropolitana (UMET) durante la misma época. Algunas de las entrevistadas formaron parte del rescate de su material y crearon la colección de la Sala Puertorriqueña que lleva su nombre en la Biblioteca del recinto. Otras investigan, escriben y publican sobre su vida y obra desde una perspectiva feminista. El video que se presentó el martes, 23 de abril incluye fragmentos de los cinco capítulos de esta serie documental. Incluye partes de las entrevistas realizadas por las doctoras Balbina Rojas y Roxanna Domenech a la Sra. Concepción Robles (bibliotecaria jubilada de la UAGM y encargada de crear la Sala Olga Nolla); la Dra. Maritza Del Valle (profesora de Español la UAGM e investigadora de su obra); la Prof. María Miguel Manzano (estudiante de Olga y luego colega en la antigua UMET); la Prof. Sonia Cabanillas y el artista plástico Nick Quijano (colaboradores de la revista Cupey, colegas y amigos de Olga); y la Dra. María Aponte (facultad de Español de la UAGM y gestora de proyectos literarios y educativos, colega y amiga de Olga). La serie documental se presentará en su totalidad durante el mes de septiembre del 2024 como parte de la conmemoración de su natalicio.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 71
ARTE
Dr. Jorge Luis Torres Hernández (foto 1 y 2) Dra. Roxanna Domenech Cruz (foto 3)
72 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA ARTE
Panel del conversatorio: Dra. Maritza Del Valle, Sra. Concepción Robles, Prof. Sonia Cabanillas, el artista plástico Nick Quijano, Dr. Jorge Luis Torres Dra. Balbina Roja
ABR 2024: Contextos Coloniales / 73
Torres Hernández, la Prof. María Miguel Manzano, Dra. Roxanna Domenech Cruz y la
https://www.youtube.com/watch?v=gXUhqD-Wqmg
74 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA ARTE
76 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA ARTE
ABR 2024: Contextos Coloniales / 77
El barro
Sylvia T. Domenech Fernández
Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Cupey
78 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA LETRAS
El vientre se aferra, desata el ombligo.
En el acto ancestral de la tierra una letra fugaz y pequeña, amamanto.
Soy y no soy, el barro que nace.
II
Del pulso al barro, del pulso a mi mano latido del verbo la letra se hace de versos aire confeso.
III
Desvisten mis letras el cuerpo al margen de la geografía. duerme mi pecho, tu rostro despierta.
La cuna del libro mi mano acaso es el barro, desnuda promesa inconforme en la tarde.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 79 LETRAS
I
Anda descalza la tierra aguardando la hora. Cuatro lunas de barro le nace en las huellas.
Huella la noche, y a oscuras la tenue palabra, el cuarto creciente, el verbo menguante, elemental memoria una y otra crece a su paso.
Territorio migrante del ser es el verso al oído el verso discreto el verso del cuerpo, anda y desanda en el barro la exacta silueta.
V
LETRAS
VIII
Este barro me pertenece. Se multiplica en mi vientre y en la espina dorsal del lenguaje.
La mujer que ahora he sido, es un acto fecundo de paso insinuante y descalzo.
XV
Sobre la mesa, el libro de barro primero sostiene el anhelo, debe leerse en sus letras, la mirada inclina el acento valen sus palabras y el justo momento del tiempo.
Y mientras, a piel la caricia, el fuego describen mis ojos atentos. Sabe bien el libro relato del tiempo lee y yo leo léeme barro, léeme un cuento.
XVIII
Otro libro de barro sobre la mesa abre y cierra, el parpadeo del fuego. Sujetas las letras leen mis manos, el barro del verso. Ha quemado la rima, no hay métrica ni imperativo ni sólido verbo.
Me acerco, y los deseos, y las cenizas, van y vienen de un libro a este otro que me hace en el tiempo.
El barro amanece, en el último mundo. Los días inclinan las horas eternas, las verdes espadas atentas al viento.
Parecieran paisaje las horas cuando en la consciencia, me sueña el poeta.
El abismo, el tiempo, las piedras, pronuncian sus letras y el barro desnudo el poema. XXX
Tu voz se ha quedado en el libro no en la ausencia.
Voy y vengo distraída por las calles mientras leo.
El libro y sus lecturas invento pensando en el barro en medio de la gente.
82 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
XX
LETRAS
Cruzando los círculos un claro de fragmentos el barro en la novena conciencia ha dado forma a las estrellas de este suelo.
Fiel a la huella el poema cuando regresen las horas del fondo y el péndulo del justo día oscuro me despierte, dormirá entonces el barro que me sueña en las minas de la tierra habrá dictado mi cuerpo el silencio oculto en el poema, los versos a ciegas y el caos que el barro deletrea.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 83
XXXVI
No estoy tan segura de querer llegar…
Lizette Martínez
Escritora independiente
84 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
LETRAS
Este marzo ha sido un mes de bastante angustia. Mi madre y yo fuimos al Purgatorio y tuvimos la suerte de poder regresar.
Les cuento. Mi mamá tenía dolor de espalda y no mejoraba. Mi hermano la llevó al anestesiólogo que la inyectó para bloquear el dolor y le dijo que por una semana reposo absoluto. Como en todos los cuentos de hadas, la protagonista rompe el tabú para desencadenar la acción. Mi madre se sintió mejor y al día siguiente hizo mil cosas como lavar y tender ropa, amasar pan, cocinar fregar, hacer compra. En fin, ya saben por dónde va esto…
Al otro día el dolor era peor. Para colmo no quería tomar pastillas para el dolor ni relajante muscular regularmente “porque ella no usa drogas” … El dolor constante enloquece y eso fue lo que pasó con su mente; un descenso en espiral hacia la depresión. Degeneró a no querer comer y escupir la comida como hacen los bebés. ¡Hasta se cayó de noche! La llevé a emergencia al segundo día de no querer comer y la ingresaron por tener el sodio muy bajito. El sodio bajo puede causar desorientación, problemas renales y hasta la muerte.
Ingresar al hospital significa entregar las riendas de tu vida y ponerlas en manos de Dios y el personal médico de turno. Es un calvario de sueros, pinchazos, pruebas dolorosas, estupor, histerias, pérdida de libertad y movimiento, andar en pajama todo el tiempo, rogar para ir al baño y depender de otros para lograr todo lo que antes hacías sola… ¡Cualquiera se desorienta y desespera!
Mientras estaba acompañando a mi madre viví una serie de experiencias que me abrieron los ojos de forma escalofriante y dantesca. Ya había leído que Puerto Rico es un país envejecido, que se venden más pampers de adultos que de niños y que hay un problema de abandono de envejecientes en los hospitales. Comparto una cita de la publicación de Barbara J. Figueroa Rosa 2/22/24 en Asociación de Hospitales de Puerto Rico:
Al menos unos 3,763 de envejecientes han sido abandonados en hospitales de Puerto Rico desde el 2017, una tendencia de maltrato hacia la población de adultos mayores que continúa preocupando a múltiples sectores … https://hospitalespr.org/ noticias-del-dia/casi-4-mil-viejos-abandonados-en-los-hospitales-desde-el-2017/
Pero no es lo mismo leerlo que vivirlo…
En Sala de emergencia vi personas sin zapatos ni frisa, tiritando de frío y abandono. Una señora indigente, descalza con pies hinchados y garras por uñas, gritaba y se quejaba sin cesar. Era una paciente abandonada y el hospital llamó a Servicios Sociales para que se encargara. Todos los pacientes allí tuvieron que esperar dos días para subir a un cuarto de hospital.
En los alrededores del hospital había 10 banquitos que acomodan como 4 personas cada uno. Mañana, tarde y noche estaban ocupados de personas viejas y ancianas con andadores, sillas de ruedas o bastones.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 85 LETRAS
Cada vez que salía del cuarto a hablar con las enfermeras, veía en los otros cuartos ancianos tirados en camas sin acompañantes. Había un señor como un Cristo crucificado, tirado en la cama en calzoncillos porque se había dañado el aire acondicionado en su cuarto. Yo pensaba ¿y estas personas no tienen familia?
Pero sí tienen familia, tal vez viven en Estados Unidos porque tuvieron que emigrar para sacar a sus hijos adelante, o tienen que trabajar para comer como todo el mundo. Otras veces vi ancianas de cientos de años, cuidadas por hijas o hermanas octogenarias que también usaban bastón y apenas podían valerse por sí mismas.
Pensé mucho ¿Quién va a cuidar a nuestros viejos? Todo el personal del hospital era bien joven, trabajadores, amables y compasivos. Pero los jóvenes son pocos y no dan abasto para tantos viejos desvalidos.
Les cuento esto porque es una situación bien real y tétrica a la que nos encaminamos todos. Estas escenas macabras que presencié arrojan luz sobre el gran deterioro de la sociedad y la familia puertorriqueña en el siglo XXI. Es que hoy en día vivimos más que antes por los avances de la medicina. ¿Pero en realidad es vivir cuando no puedes hacer por ti mismo, estás atado a una cama y tu mente te abandona?
¿Quién cuidará de nosotros cuándo seamos viejos y no podamos valernos nosotros mismos? ¿De verdad quiero vivir en un mundo de dolor, enfermedad, soledad, dependencia en extraños y abandono familiar?
Francamente, después de haber visitado el Purgatorio y regresar al mundo de los vivos, donde habita el Sol y la belleza, no estoy tan segura de querer llegar a vieja.1
1 Para datos adicionales sobre el tema lea el artículo: https://www. primerahora.com/noticias/gobierno-politica/notas/casi-4-mil-viejos-abandonados-en-los-hospitales-desde-el-2017/
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LETRAS
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Reseña del libro 3demis7vidas de la autora Tamara López Cruz
Lina M. Torres Rivera Socióloga-criminóloga
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Reflexionar sobre nuestra muerte es reflexionar acerca de nuestra vida. La muerte es una dimensión de la vida Juan José Montiel Montes
Hace poco repasaba unas interesantes reflexiones que plasmó Jiddu Krishnamurti en su obra titulada Sobre la vida y la muerte (1995). En dicho texto expone que “hay tres cosas que debemos entender a fondo si queremos captar el movimiento total de la vida: el tiempo, el dolor y la muerte” (p.11).
Para Krishnamurti “comprender esto requiere la claridad del amor” (p.11). Más adelante resalta que:
“…para comprender la muerte tenemos que comprender la totalidad de la vida, no tomar sólo un fragmento de ella y vivir con ese fragmento, como lo hace la mayoría de nosotros. En la comprensión de la vida está la comprensión de la muerte, porque ambas no están separadas” (p. 127).
Cuando tuve el primer acercamiento al libro escrito por Tamara López Cruz, 3 de mis 7 vidas, me remití precisamente, al texto mencionado en los párrafos de marras. Y es que, la autora nos va narrando múltiples experiencias que hilvanan no solo esa gran urdimbre de su vida sino también la nuestra. El relato de cada vivencia lo acompaña con toda una gama de eventos y sucesos, que permiten contextualizar la misma. Esto, a mi modo de ver, es una de las virtudes de este libro pues no solo se dedica a narrar lo que algunas personas pudieran decir que es una autobiografía, sino que pone de relieve los acontecimientos sociales, políticos, económicos y culturales de la época. Conforme vamos adentrándonos en su lectura, recordamos ciertos hechos que de alguna u otra manera, nos tocó vivir y que son parte de nuestra historia particular y social.
Como socióloga, no puedo pasar por alto que, en cierta medida, la autora reafirma lo teorizado y explicado por Charles Wright Mills en lo que denominó la imaginación sociológica (Wright Mills, 1981). Decía Wright Mills, que ni la vida de una persona ni la historia de una sociedad pueden entenderse sin comprender ambos aspectos (p. 23). En la convergencia de estas tres dimensiones – la biográfica, histórica y estructural- reside las indagaciones que podamos hacer sobre la sociedad y las personas.
La autora Tamara López Cruz, describe diversos patrones culturales reflejados en su cotidianidad desde que era niña y que por razones de espacio, solo podemos mencionar: la vida en los barrios pobres en las décadas de 1980 y 1990, la desigualdad social, la inequidad y violencia de género, el sexismo en los procesos de socialización, el machismo, el patriarcado, los procesos de emigración, etc. Y más adelante, las luchas de las familias y en particular, de las madres con hijas e hijos con diversidad funcional.
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Si bien desde que nacemos, tenemos que encarar la muerte en sus distintas representaciones y afecciones, la autora nos comparte las fortalezas que probablemente desconocía que tenía (¡¡y tiene!!), para enfrentar esa realidad que muchas veces queremos ocultar. Una primera experiencia – accidente automovilístico en Estados Unidos de América- la puso al borde de la muerte y dejó serias secuelas en su vida. Aunque por lo grave del accidente, nos cuenta, que no tiene memoria de todo lo acontecido. Este fue un proceso muy difícil y doloroso de afrontar a la luz de lo que relata, aunque conserva algunos recuerdos de lo que tuvo que pasar para contestarse a sí misma la pregunta de “¿quién soy?”.
Esos recuerdos que con mucho esfuerzo se fueron desvelando con apoyo de otras personas, seres queridos, familiares y procesos de rehabilitación, nos llevan también a otro escenario muy común en nuestros días que data de hace décadas: el proceso de emigración hacia Estados Unidos de puertorriqueños y puertorriqueñas que llegan a ese país en busca de mejores condiciones y calidad de vida. Hay quienes hallan ese espacio, pero hay otras personas que sienten angustia y hasta decepción ante la “nueva realidad” que encontraron una vez dejaron atrás su nación.
La segunda experiencia de cara a la muerte fue una de mucho dolor físico: un segundo accidente en el que un vehículo “pasa por encima” de su cuerpo cuando se encontraba en la arena tomando unas fotos que evidenciarían el maltrato que reciben nuestras playas -basura por todas partes, áreas descuidadas, contaminación- durante la celebración de la Noche de San Juan. En esta ocasión, señala que recuerda absolutamente todo, y si la primera experiencia le estremeció, está fue peor pues nunca perdió la conciencia.
Tamara López Cruz, narra con lujo de detalles lo vivido, sus terribles molestias físicas, lo doloroso de cada uno de los movimientos de su cuerpo al cambiarla, bañarla… la desesperación de sus familiares, de sus amistades quienes deseaban verla, pero que en algún momento sintieron o no entendían y hasta reclamaban, que se les negara esa posibilidad. Relata, además, lo burocrático de un sistema de salud que concentra su atención en el “papeleo cotidiano” y que a veces, parece sumamente deshumanizante. En fin, esta segunda experiencia está acompañada también, de información que coloca en contexto lo que estaba ocurriendo a nivel nacional y en ciertos casos, en el ámbito internacional.
Pero quizás, una de las experiencias más tristes es la que nos comparte en el Capítulo 6 -El ojo del huracán, que hace referencia a su otro encuentro con la muerte, pero esta vez de su querida hija Libertad; una niña con diversidad funcional de apenas 9 años. La muerte le sorprendió en otro momento también desesperante para la mayoría de la gente en Puerto Rico: el 20 de septiembre de 2017, día que entró y azotó el país el terrible huracán María.
Cuando Tamara salió de aquel hospital luego de la muerte de su hija, cuando pudimos salir de nuestras casas luego del encierro por horas fue entonces
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LETRAS
cuando comprendimos la proporción de los estragos dejados por “María”. De hecho, para muchos hay un antes y después de “María”, lo que se reflejó por mucho tiempo en nuestras conversaciones cotidianas. Pero lo más impactante fue conocer, no solo por lo que nos relata en su libro, sino por lo que nos comentó en aquel momento, lo difícil de encontrar el cuerpo de su hija pues lo habían trasladado- sin ella saberloa Ciencias Forenses. Cuando llegó, dice la autora que había muchísimos cuerpos… Entonces, nos percatamos de la magnitud del huracán. ¡Y eso que el gobierno había dado cifras preliminares de 16 y luego de poco más de una treintena!
3 de mis 7 vidas es un libro que nos lleva a reflexionar sobre la vida y la muerte, sobre los retos que encaramos a diario (unas personas más y otras probablemente menos), el amor y el desamor, la complejidad familiar, pero, al fin y al cabo, un libro que parece ser una invitación a repensar cómo estamos viviendo nuestras propias vidas. En palabras de la autora:
Mucho he vivido y hoy no soy la misma de ayer y mañana no seré la misma mujer de hoy. Aprendí que “o te paras firme o te tumba la vida”. Todos los días tenemos que decidir qué hacer. Habrá días que quizás son más llevaderos que otros, pero tenemos que decidir, ser o no ser.
Referencias
Krishnamurti, J. (1995). Sobre la vida y la muerte.
Montiel Montes, J. J. (2003) El pensamiento de la muerte en Heidegger y Pierre Theilanrd de Chardin. Utopía y Praxis Latinoamericana, 8 (21).
Wright Mills, C. (1981). La imaginación sociológica. México: Fondo de Cultura Económica.
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Solaris: El viaje al interior
Juan Carlos Fret-Alvira Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Cupey
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CINE
Trailer de Solaris (1972)
El sonido de un órgano y el negro de la pantalla. Imágenes y sonidos del fluir de un río claro, rocas y plantas cuyas largas hojas fluyen en su suelo. Un hombre recorre la naturaleza: árboles, yerbas, arbustos, tierra, y bordea aquel río, en cuya agua hay hojas secas y verdes, árboles sumergidos, musgo, niebla. Este es un viaje al cerebro.
La metáfora del cerebro estará presente a través del filme de varias maneras. Ese paisaje al que nos introducen las primeras imágenes no solo es la naturaleza a ser añorada, sino también un reflejo del cerebro humano. Las tomas del tráfico vehicular de día y de noche en Tokio remiten a conexiones cerebrales. El caos encontrado en la estación espacial, con objetos tirados, cablerías rotas y seres que no se sabe si son reales, es la psiquis en su más clara manifestación. El planeta Solaris, cubierto completamente por agua, es un gran cerebro. La corriente biomagnética del mismo es un sistema cerebral gigantesco, una substancia capaz de procesos de pensamiento, de reaccionar a estímulos externos, de crear efectos en los humanos y de dar vida a imágenes cerebrales. Es la conciencia, leída por Solaris, la que crea seres de nuestro pasado o imaginados o apenas vistos una vez; el océano los hace
aparecer de lo que soñamos. Hechos de neutrinos, son una copia, un doble, un Doppelgänger, de los originales o imaginados.
Si hay poesía en el cine es en las películas del director soviético Andréi Tarkovski. Su obra es una manifestación de la capacidad del lenguaje cinematográfico para ser original y a su vez remitir al arte en general de diversas e intrincadas formas. Solaris (1972) fue su tercer largometraje y está basado en la novela homónima del polaco Stanislaw Lem. Publicada en 1961, ha tenido tres adaptaciones fílmicas. La primera fue en 1968, por el también soviético Boris Nirenburg. La más reciente ha sido la de 2002, por el estadounidense Steven Soderbergh.
Es de todos sabido que el cine y la literatura son artes distintos. Esto queda más que manifiesto cuando una película es creada a partir de un texto literario. En muchas ocasiones, por equivocadas expectativas, los lectores terminan insatisfechos luego de ver el filme. Si ese es el caso de personas ajenas a la producción de ambos proyectos, no es difícil imaginar las desavenencias entre el escritor y el director. Lem estuvo tres semanas en Moscú intentando que la película de Tarkovski se acercara a su texto.
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CINE
Versión 1972
No lo logró. La obra del ruso explora vertientes diferentes a su fuente principal. Si Lem centraba su discurso en la filosofía, la ciencia y el encuentro entre el humano y lo extraterrestre, Tarkovski pondrá el énfasis inequívocamente en lo humano y en la Tierra.
Un psicólogo, Kris Kelvin, emprenderá un viaje, probablemente sin retorno, a la estación espacial que orbita el planeta Solaris, para evaluar si debe continuar o ser cerrada ante extraños sucesos acontecidos allí. Previo a partir, quema la mayoría de sus papeles, muchos a los que se aferró por tanto tiempo y que ahora carecen de importancia. Ese humo que sale de las memorias quemadas tiene paralelos con las nieblas del lago terrestre y del océano solariano, con las nubes que filma el astronauta Burton y con las palabras de Harey, la esposa o réplica de la esposa de Kelvin, quien dice que hay una niebla entre ellos, que cuando se disipe será peor que esta.
Al llegar a la estación, Kelvin se encuentra con dos de los tres astronautas (Snawt y Sartorius) que se supone allí estuvieran. El tercero (Gibarian) se ha suicidado y le deja un video en el que explica su decisión. Cada uno tiene búsquedas distintas. Snawt intenta contactar vida extraterrestre. Sartorius investiga la inmortalidad. Kelvin inquiere la verdad, mientras explora su pasado. Esos triángulos antiguos y presentes serán clave en las cuestiones planteadas por Tarkovski.
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CINE
A miles de kilómetros de la Tierra, sin asideros a los que agarrarse que no sean ellos mismos, quedan desnudos. Lejos de nuestro entorno, de nuestro espacio y nuestro tiempo, es cuando con mayor claridad mostramos lo que somos, lo que nos hace humanos.
El reflejo será una constante en el cine de Tarkovski, como se puede constatar en su anterior película, Andréi Rubliov (1966), y en su próximo filme, El espejo (1975). En una escena de Solaris, Snawt reflexiona sobre la exploración espacial y dice que el humano no busca conocer algo nuevo, sino extender la Tierra, reflejar lo propio en lo externo: “Necesitamos un espejo”. Las diversas áreas de la estación espacial están llenas de espejos y estos tienen un papel medular en la trama y en las exploraciones existenciales. Esos cristales revelan, reflejan, multiplican, lo que nuestra mente tiene. Un interesante paralelo en el uso de espejos, sueños y ciencia ficción lo presentó décadas antes el argentino Adolfo Bioy Casares en su novela La invención de Morel (1940). Allí, estos vidrios son muestra y reproducción humana, inmortalidad. Las imágenes de la máquina de Morel son un reflejo del cine y Solaris refleja una novela. Es un espejo infinito el del arte.
La película de Tarkovski coloca al cine en el gran contexto del arte a través de su historia. Todos los tiempos habitan allí: el pasado de las artes más antiguas, el presente del arte más nuevo y el futuro en que todas conviven y reflejan lo medular: lo humano, lo que nos vincula. En diferentes instancias hay referencias a escritores como el alemán Goethe, el ruso Dostoyevski, el español Cervantes y el ruso Tolstoi. La música del alemán Johann Sebastián Bach y las pinturas
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del holandés Pieter Brueghel también sirven de vínculo con la Tierra, con el origen, con lo humano. Además, un busto de Esquilo está en la casa del padre de Kelvin y también en la estación espacial. En cada tragedia griega, un dios presidía, era un referente. En el filme, ese dios podría ser el dramaturgo griego. No por casualidad: el teatro del heleno es profundo, filosófico y metafórico. Con una lengua trabajada y con la palabra sobre la violencia, explora el sufrimiento y la búsqueda de conocimiento, elementos todos afines a la propuesta tarkovskiana.
A través de largas y pausadas tomas que van sembrando las capas sobre las que se irá edificando el filme y utilizando cinta cinematográfica a colores y en blancos y negros de tonalidades sepias, azules y grises, el director nos lleva a indagar y preguntarnos qué es lo humano, qué es el amor. Los nuevos seres o “visitantes” sirven para presentar estos asuntos. ¿Qué nos diferencia de ellos?, ¿pueden llegar a convertirse en seres humanos como los conocemos, tanto en lo físico como en los sentimientos?, ¿podemos desarrollar y mantener lazos afectivos con los mismos sabiendo que son ficticios?, ¿qué los hace auténticos y qué los hace ficticios? En esto, Solaris tiene un clásico antecedente en Metropolis (1927), del austriaco Fritz Lang, y, a su vez, es un precedente de, entre otras, las propuestas de los filmes Blade Runner (1982), del inglés Ridley
Scott, y Her (2013), del estadounidense Spike Jonze. Además, la película de Tarkovski cobra mayor relevancia en el contexto actual del auge de las robóticas y las inteligencias artificiales. Estos dilemas no se circunscriben a los humanos, sino que también afectan a los “visitantes”, que se plantean semejantes interrogantes, con el elemento añadido de la crisis existencial al saberse creados, no completamente humanos. El argentino Jorge Luis Borges había indagado algunas de estas cuestiones en su cuento “Las ruinas circulares” (1940). Bioy Casares y Borges, argentinos, amigos y coautores ocasionales, publicaron el mismo año narraciones que imbrican con el Solaris de Tarkovski. Los espejos y las ramas se siguen expandiendo.
En esas auscultaciones, la ciencia tiene un papel importante en la película cuando se debate por medio de las visiones de distintos personajes sobre los límites de la esa disciplina, la moralidad o la inmoralidad de esta y de nosotros, y si se justifica cualquier accionar en nombre del avance científico, incluyendo destruir lo diferente o lo que no comprendemos. El ensayo “Encuentro en Copenhague” (2007), del mexicano Jorge Volpi, expone parecidos problemas en torno a la ciencia durante el desarrollo de la bomba atómica en medio de la Segunda Guerra Mundial.
De manera paralela, Tarkovski nos
CINE
pregunta: ¿La misión en la base espacial, en la vida en general, es el trabajo o el amor? Kelvin, tal vez porque es el recién llegado, mantiene un elemento humano en condiciones inhumanas: las de la estación espacial, pero tal vez también las de la Tierra. Quizás por ello se aferra a la nueva Harey, a la Tierra, a sí mismo.
Es posible que todos estos cuestionamientos, todas estas interrogantes, de por qué y para qué, sean reflejo de nuestra separación con lo cósmico. Nos preguntamos sobre la felicidad, la muerte y el amor; son misterios que queremos descubrir. Mientras, la vida transcurre.
Al final, Kelvin regresa a la casa de su padre, que es un reflejo de la casa de su abuelo, pero cuando la cámara se aleja, nos va revelando que esa casa, ese origen, ese espacio de naturaleza al que retorna, es una isla en Solaris. ¿En realidad viajó alguna vez a la estación espacial? ¿El mechón blanco en su pelo indica un trauma que desconocemos y que le hace engendrar todo lo que vemos desde su mente, mientras su cuerpo descansa en alguna cama terrestre? ¿Solaris creó una réplica de su espacio más añorado? ¿Está surgiendo en aquel planeta el mundo terrestre? ¿Se encuentra solo en nuestra mente lo que vemos? ¿Es todo creado por una gran “matrix”, cual Solaris, terrestre o extraterrestre?
El cine de ciencia ficción nos ha dado muchísimos ejemplos de importancia en distintas coordenadas, desde aquel pionero Le Voyage dans la Lune (Viaje a la Luna), del francés Georges Méliès, en 1902. Sin embargo, quienes han dominado son los estadounidenses, especialmente durante las décadas del treinta y del cuarenta –llenas de monstruos– y, sobre todo, en los años cincuenta –en torno a viajes espaciales y seres extraterrestres–, la década de oro de este tipo de cine. Luego de pocos destaques en los sesenta, resurgió con fuerza en los setenta (Star Wars [1977], Alien [1979]) y se ha mantenido, con subidas y bajadas de calidad y éxito popular (The Terminator [1984], The Matrix [1999], Dune [2021/2024]), hasta hoy día.
Antes de estos filmes y oponiéndose a la artificialidad de 2001: Space Odyssey (1968), del estadounidense Stanley Kubrick, existió un cineasta soviético que nos dejó uno de los ejemplos más profundos de este género. Distinto a prácticamente la totalidad de las películas, en esta los elementos de acción no tienen importancia. Aquí el género cinematográfico es un medio para llegar a cuestionamientos de nuestra existencia. Aquí la pausa y el detenimiento son el centro. Aquí la ciencia, la ficción, la naturaleza, lo creado, lo que conocemos y lo que no, son metáforas de nosotros mismos en toda nuestra complejidad. El ser humano es la ciencia y es la ficción.
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Los espiritistas y su contribución a la identidad nacional ¿En qué medida el espiritismo ayuda a labrar la nacionalidad puertorriqueña?
Carmen A. Romeu Toro Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Carolina
SOCIEDAD POLÍTICA
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“Así como no podemos dejar de ser Puerto Rico, cualquiera que sea el tiempo que transcurra, ya nada en el mundo puede transformarnos en el Puerto Rico que éramos”.
— Rosendo Matienzo Cintrón
Resumen:
El concepto de identidad nacional se aplica para analizar la presencia activa en Puerto Rico de dos figuras identificadas con las ideas espiritistas en las décadas finales del siglo 19 y principios del 20. Luisa Capetillo, anarquista y espiritista, líder obrera, defensora de los derechos de las mujeres, escritora y periodista confesó ser espiritista desde muy joven. Rosendo Matienzo Cintrón, político y periodista también se identificó con el espiritismo, ayudó y colaboró con grupos alrededor de la isla. Ambos contribuyen a la formación de nuestra identidad nacional por medio de su actividad pública y sus ideas filosóficas en defensa de la igualdad y la justicia. Ellos representan a los que hablaron de sus ideas de progreso humano y espiritual desde paradigmas religiosos menos conocidos.
Palabras clave: Espiritismo en Puerto Rico, Identidad nacional, Nacionalidad puertorriqueña, Luisa Capetillo, Rosendo Matienzo Cintrón
Abstract:
The concept of national identity is applied to analyze the active presence in Puerto Rico of two figures identified with spiritist ideas in the late 19th and early 20th centuries. Luisa Capetillo, anarchist and spiritist, labor leader, defender of women’s rights, writer and journalist confessed to being a spiritist from a very young age. Rosendo Matienzo Cintrón, politician and journalist, also identified with spiritism, helped and collaborated with groups around the island. Both contribute to the formation of our national identity through their public activity and their philosophical ideas in defense of equality and justice. They represent those who spoke of their ideas of human and spiritual progress from lesser-known religious paradigms.
Key words: Spiritism in Puerto Rico, National Identity, Puerto Rican nationality, Luisa Capetillo, Rosendo Matienzo Cintrón
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SOCIEDAD
Proponemos explorar el lugar que tiene el espiritismo puertorriqueño en la formación de nuestra identidad nacional al ser parte del discurso oral y escrito de individuos que asumieron puestos públicos e impactaron la sociedad. Entre las manifestaciones de espiritualidad nacional, la presencia del espiritismo es constante y se transforma de muchas maneras para ajustarse a clases sociales, niveles intelectuales, edades, épocas y regiones.1Las teorías formuladas sobre el tema de la identidad nacional en las últimas décadas ayudan a valorar la aportación histórica de Luisa Capetillo y Rosendo Matienzo Cintrón, quienes afirmaron ser espiritistas y contribuyeron a forjar la identidad puertorriqueña.
Luisa Capetillo, anarquista y espiritista, líder obrera, escritora. periodista y defensora de los derechos de las mujeres, nacida en Arecibo (1879-1922) 2 y Rosendo Matienzo Cintrón, periodista, escritor y político original de Luquillo (1855-1913) 3, quienes profesaron el espiritismo, son dos ejemplos de la dedicación al activismo y compromiso social con el propósito de mejorar la existencia humana. Enmarcados en la filosofía espiritista de la época, analizaron la situación de su pueblo y dentro de sus particulares intereses, cuestionaron, denunciaron, criticaron y construyeron maneras nuevas de entender lo que ocurría. Ambos vivieron profundamente sincronizados con su tiempo. La filosofía espirita les ofreció el espacio intelectual para pensar y analizar libremente.
Identidad nacional
El concepto nación tiene significados diversos a través del tiempo. En las últimas décadas la nacionalidad no se ve como una esencia o idea fija sino como un conjunto de elementos que la forman y la afirman. Hay aspectos que la componen, tales como la lengua, el territorio, la raza, la cultura y las formas de organización social. Estos elementos que conforman la 1 Este ensayo lo escribí en 2008. Luego de revisar y actualizar me parece que tiene vigencia en nuestra historia cultural puertorriqueña. La autora.
2 Romeu, C. 2021. Luisa Capetillo Anarquista y espiritista puertorriqueña. En Amor y Anarquía. Escritos de Luisa Capetillo Edición Revisada, ensayos críticos y testimonios. Julio Ramos Editor. Cabo Rojo: Editorial Educación Emergente. 203-213
3 Díaz Soler, L. 1966. Rosendo Matienzo Cintrón, Orientador y guardián de una cultura. Rio Piedras: Instituto de Literatura Puertorriqueña. Tomo I y II. Este trabajo de recopilación y análisis inmortaliza la figura de Matienzo.
identidad nacional pueden ser diversos dentro de ellos mismos.
La identidad nacional está en constante discusión y cuestionamiento. “La construcción de la identidad nacional está íntimamente ligada al concepto de la nación que algunos conciben de forma equivoca como estado”, (Centeno, 2007) plantea que John Smith, importante estudioso del nacionalismo, afirma que la nación moderna es un fenómeno antropológico porque en la tradición occidental sus miembros están unidos identitariamente por la memoria histórica, los mitos, los símbolos y las tradiciones.4 Puerto Rico comparte, con los pueblos no occidentales la importancia de los lenguajes, las tradiciones y costumbres en la formación nacional por su sincretismo cultural e histórico. Puerto Rico, islanación sin soberanía, colonia por siglos, está también inmersa en ese debate de la identidad y la nacionalidad.
El discurso espiritista se silenció por sus implicaciones para el concepto esencialista, (Centeno plantea que la nación es homogénea y unidimensional) de la nacionalidad puertorriqueña, siendo parte de nuestra cultura y tradición. ¿Cómo entender entonces el concepto de identidad nacional si muchos autores hasta ponen en juego su existencia?
“La identidad nacional es, entonces, una construcción que permea a toda la producción cultural, muy especialmente la literaria por su capacidad de exponer el capital cultural de los pueblos. El repertorio de símbolos, de mitos y de íconos culturales que la literatura recoge se ha considerado siempre como una de las fuentes más ricas para el estudio del imaginario de la identidad”.5
Históricamente se ha considerado la religión católica como nuestra herencia hispánica en contraposición al protestantismo heredado de la tradición anglosajona. En Puerto Rico, al igual que otras islas del Caribe se integraron a esta tradición religiosa otras corrientes filosóficas tales como el espiritismo, la masonería, las religiones
4 Centeno Añeses, C. 2007. Lengua, identidad y posmodernidad. San Juan: Ediciones Huracán. 21
5 Op. Cit. 100
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sociedad
y
“Mi Patria es la Libertad Mi lema, la Verdad Mi aspiración, la Fraternidad Universal”
-Luisa Capetillo (1913)
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de herencia africana como la santería, el vudú y otras.
En el estudio de la tradición religiosa y espiritual puertorriqueña está ausente el espiritismo como parte de una cosmovisión presente en diferentes sectores de la población a partir de mediados del siglo XIX. Sugerimos un análisis de la sociedad desde el punto de vista de pensadores espiritistas puertorriqueños que participaron en la vida social y política de nuestro país en el siglo XX. Preguntamos: ¿Cómo surge la identidad nacional a través de textos considerados marginales? ¿Cómo estos escritores vieron los cambios e impactaron nuestra cultura e identidad con sus particulares visiones de nacionalidad?
Espiritismo e identidad
El Espiritismo es una filosofía que desarrolló en Francia el educador y escritor Hippolyte Léon Denizard Rivail (1804-1869) quien publicó bajo el seudónimo Allan Kardec a partir del 1857. Algunos de sus principios son: la existencia de Dios, la supervivencia del espíritu y su comunicación a través de médiums y la importancia de valores morales como la igualdad, la libertad, la justicia y el amor para lograr el progreso humano.6 En Puerto Rico, a través del tiempo observamos que el espiritismo tiene variantes en la práctica y en las creencias. (Romeu, 2015). 7
El espiritismo llegó a Puerto Rico, desde España, por medio del contrabando a finales del siglo XIX. Desde 1870 existían grupos y entre 1879 y 1889 se inició en Mayagüez el centro Luz del Progreso. 8 Desde sus inicios, tanto en Europa como en América, fue parte de un conocimiento marginal pues en España y sus colonias era prohibido y perseguido por el rechazo a toda idea religiosa que no fuera la católica. Existía una contraposición entre los espiritistas de fuerte posición anticlerical y críticos de la iglesia católica respecto a la religión institucional. 9 El espiritismo junto a la masonería y la teosofía representaban la
6 Kardec, A (1857/2007) El libro de los Espíritus. Fundación Spiritus 173-176
7 Romeu Toro, C (2015). Espiritismo, Transformación y Compromiso Social Historia de la Escuela Magnético Espiritual en Puerto Rico (19301980). Publicaciones Gaviota. 16-18
8 Rodríguez Escudero, N (1978). Historia del Espiritismo en Puerto Rico El Maestro. 42.
9 Hernández Aponte, G.A (2015). El espiritismo en Puerto Rico, 18601907. Academia Puertorriqueña de la Historia. 193/208
modernidad que se esparcía por toda Europa con nuevos adelantos y la fuerza de la ciencia.10 Los intelectuales de la isla se mantenían al tanto de todo ello. Las reuniones se celebraban de forma clandestina y bajo vigilancia.11
Espiritismo y colonialismo
Algunos autores han explorado el tema del espiritismo y su reacción al 1898, tras la Guerra Hispanoamericana y la invasión de Estados Unidos a las islas caribeñas de Cuba y Puerto Rico. Cancel emprende la investigación de los textos y el concepto de la nacionalidad puertorriqueña en lo que llama: “Bocetos Puertorriqueños” y discute las tendencias de fines de siglo XIX:
“...la relevancia que ciertas formas de pensamiento marginales y mágicas tuvieron en las generaciones de pensadores y escritores ilustrados, prerrománticos, románticos y posrománticos a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Ese conjunto de ideologías propias de una modalidad en crisis como lo eran el espiritismo, la teosofía, la antroposofía, el rosacrucismo y la misma masonería entre otras fueron mecanismos de interpretación que algunos sectores cultos de occidente utilizaron para comprender mejor ese fenómeno de cambio acelerado que los conceptos tradicionales, como el cristianismo en todas sus manifestaciones, o la misma academia con sus positivismos no podían explicar satisfactoriamente”.12
Espiritismo, librepensamiento y modernidad
Para entender la postura que asumieron algunos de los espiritistas puertorriqueños de la época, como Luisa Capetillo y Rosendo Matienzo Cintrón ante el cambio de soberanía del ’98, es necesario revisar su visión de lo que se llama la modernidad. Se centraba en la oposición a la autoridad de la Iglesia, la injusticia y arbitrariedad del imperio español y creían que los estados Unidos serian portadores de más derechos y una
10 García Leduc. J.M. Intolerancia y Heterodoxias en Puerto Rico (Siglo XIX). Protestantes, Masones y Espiritistas kardecianos reclaman su espacio social. Isla Negra. 130
11 Cancel, Mario R. 2003. Antifiguraciones. Isla Negra. 69
12 Cancel, M. 123
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Política y sociedad
mejor vida. Pero ¿qué representa la modernidad?
Las palabras de Mario Cancel nos aclaran:
“La modernidad pretende ser la conjunción de lo antiguo y lo nuevo, de lo desaparecido y lo por aparecer, o bien de lo pasado y lo futuro en el tránsito del tiempo que es la historia. En esos términos la Modernidad puede definirse como el presente vivido y el proyecto que en él se sintetiza equivaldría a la metáfora del puente entre la utopía del pasado y la del porvenir”. 13
Estas palabras podrían aplicarse también a Luisa Capetillo y a Rosendo Matienzo Cintrón. Han sido hasta hace poco ignorados por la “historia oficial” porque “los historiadores parecen estar acostumbrados a las figuras unilineales y homogéneas porque resultan relativamente fáciles de ubicar dentro de un contexto que la historiografía ha consagrado o canonizado”.14
El discurso espiritista y la construcci6n de la nación
Luisa Capetillo, publicó tres libros además de su propia revista La Mujer, escribió en prensa, fue lectora en fábricas de tabaco en Puerto Rico y Estados Unidos, líder obrera y defensora de los derechos de las mujeres a una vida digna. Viajó por toda la isla, Cuba y Estado Unidos organizando obreros, participó en la Cruzada del Ideal llevando el mensaje de organización obrera y en congresos de mujeres obreras en defensa del derecho al voto universal. Sus obras de teatro se presentaban en veladas anarquistas alrededor de la isla y espiritistas. Alan West Duran, traductor de su libro “Mi opinión sobre las libertades, derechos y deberes de la mujer” al inglés en 2006 nos explica quién era Luisa Capetillo al verla a través de su experiencia de traductor de su obra:
“Luisa fue anarcocomunista, vegetariana, feminista, agitadora sindical una madre que nunca se casó, amante sin tabúes, activista política, escritora y espiritista. Estas voces distintas a veces hablan al unísono, en otras ocasiones colindaban y pugnaban entre sí, pero las múltiples tonalidades de su discurso era lo que hacía
13 Cancel, M. 123
14 Cancel, M. 122
que Luisa Capetillo fuera una de las voces más originales, vibrantes y radicales del Caribe. 15
A pesar de que Luisa no habla en sus escritos directamente sobre su Puerto Rico, ni de lo que se podría llamar identidad nacional sí deja claro cómo debía ser la vida entre los seres humanos, hombres y mujeres, obreros y patronos. Luisa Capetillo, al igual que otros anarquistas, era indiferente a la situación política pues no menciona este tema en sus libros; podríamos decir que es más universalista. Esta mujer defendía la igualdad y la libertad humanas; como anarquista era más radical y contraria al estado y la iglesia.
Luisa Capetillo también vivió la diáspora en Estados Unidos en Tampa e Ibor City, Florida y en Nueva York durante la segunda década del siglo XX donde ejerció actividad sindical y periodística. Puerto Rico no conoció a Luisa Capetillo hasta que Norma Valle Ferrer rescató su figura del olvido con una investigación biográfica y su libro para devolvernos una mujer que definía la identidad en términos de género y de clase.16 Julio Ramos publicó en 1992 algunos de sus textos junto a un análisis de su pensamiento. 17
Para ubicar a Luisa en la construcción de la identidad nacional podemos referirnos a la teoría de la nación de la estudiosa Homi K. Bhabha quien comenta sobre la narración de la nación o la nación narrada: “...es la particular ambivalencia que persigue la idea de la nación, el lenguaje de quienes escriben sobre ella y que vive en quienes viven en ella”. 18 Cómo la nacionalidad se presenta de forma diferente en Luisa Capetillo refleja la nación imaginada que emerge de darle otros significados a las relaciones humanas y de postular otras soluciones a los conflictos de género y de clase. Bhaba le llama “la política de la diferencia” a esos componentes alternativos de los pueblos y las capacidades analíticas oposicionales que pueden emerger en ellos. Podemos ver cómo el discurso de Luisa Capetillo presenta una oposición al discurso patriarcal y 15 West Duran, A. 2007. 61
16 Sobre Luisa Capetillo existen textos esenciales: Valle Ferrer, N. (1990). Historia de una mujer proscrita. San Juan.
17 Ramos, J. Ed (1992/2022). Amor y Anarquía Escritos de Luisa Capetillo Edición revisada, Ensayos Críticos y Testimonios. Editorial Educación Emergente. 27-54
18 Bhaba, H. K. 1999 Narrando la nación. Routledge.
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“Así como no podemos dejar de ser Puerto Rico, cualquiera que sea el tiempo que transcurra, ya nada en el mundo puede transformarnos en el Puerto Rico que éramos”.
— Rosendo Matienzo Cintrón
autoritario de la época para posicionarse en “un espacio nacional alternativo”.
Rosendo Matienzo Cintrón estudió leyes en España y tuvo una vida sumamente activa en la política y la sociedad de fines del siglo XIX y principios del XX. A partir de 1898 se convirtió en defensor de la americanización y la estadidad por entender que traerían la modernización democrática a Puerto Rico y representaba la civilización. Matienzo reaccionó ante la instauración de la Ley Foraker (1900) y según Bernabe, “… ya para 1902, se había diferenciado del liderato del Partido Republicano y proponía un frente unido anticolonial que fue acogido favorablemente por la Federación Libre de Trabajadores.” 19 Matienzo tenía la ilusión de unir a todas las clases sociales contra el régimen colonial. En 1904 surgió la Unión de Puerto Rico como un frente en que tenían cabida estadistas, independentistas, socialistas, autonomistas con tal que se opusieran el régimen colonial. En las elecciones de 1904 obtuvieron la mayoría en la Cámara de Delegados con cinco delegados obreros y Matienzo de presidente.
En 1907, Matienzo, consciente de la gran concentración del capital norteamericano reconoció que el gobierno estaba sujeto a los trusts y propuso la creación de un organismo económico para la participación en el gobierno de todas las clases. En su desencanto con la lucha política fundó junto a Rafael López Landrón la Fraternidad Social y Benéfica vinculada a la doctrina espiritista que ambos profesaban con el propósito de desarrollar un plan de cooperativas capaz de socializar la propiedad y transformar la sociedad pacíficamente. En 1908 fundó la Liga Agraria con el fin de reunir a los terratenientes grandes y pequeños contra los monopolios extranjeros. En 1910 se solidarizó como defensor del movimiento obrero. En 1912 participó en la fundación del Partido de la Independencia. Bernabe concluye sobre su vida política, siempre enmarcada en su visión espiritista: “Pero Matienzo, ni siquiera al afirmar una identidad nacional abandonó la noción de que era necesario transformarla. Puerto Rico no debía ser idéntico a sí mismo. Se convertía y debía convertirse en algo nuevo”. 20
19 Bernabe. R (1996) Respuestas al colonialismo en la política puertorriqueña. Huracán. 33
20 Bernabé. R (1996). Op. Cit.
104 / REVISTA CRUCE: CRÍTICA SOCIO-CULTURAL CONTEMPORÁNEA
Política y sociedad
A través de sus obras, encontramos a Capetillo y a Matienzo pensando su época, reflexionando con agudeza sobre temas diversos y trascendentales y a su vez participando de la vida social y política. El momento que les tocó vivir estuvo lleno de confusión, contradicciones y paradojas a los que tuvieron que enfrentarse.
Conclusión
Luisa Capetillo reflejó en su legado el adelanto de la conciencia de clase y género luchando contra prejuicios y limitaciones. Matienzo logró unir ideas en ocasiones contradictorias que representaban una manera de buscar la unión entre personas que profesaban ideas que no pertenecían a los que podría llamarse “la cultura predominante”. Ambas figuras estuvieron dirigidas e influenciadas por el ideal espiritista de la igualdad y la fraternidad universal.
La presencia de las ideas espiritistas en la formación de la identidad nacional puertorriqueña es amplia y compleja y espera otras búsquedas y análisis posteriores. Este estudio de dos puertorriqueños ilustres aporta a entender cómo sus vidas reflejaron la situación de su época y desarrollaron sus ideas a la luz del compromiso con el bienestar social de su pueblo.
Para concluir, unas líneas de una cita usada por Luisa Capetillo (1913) al inicio de su segundo libro, Mi opinión Disertaciones sobre las libertades de la mujer. 21
Mi Patria es la Libertad Mi lema, la Verdad Mi aspiración, la Fraternidad Universal
Referencias
Bhabha, Homi K. (1999). Nation and Narration New York, Routledge. Bernabe, R. (2003). Manual para organizar velorios. Huracán. (1996). Respuestas al colonialismo en la política puertorriqueña 1899-1929. Huracán. Cancel, M. R. (2003). Anti-figuraciones. Bocetos puertorriqueños. Isla Negra. Capetillo, L. (1916). Influencias de las ideas
21 Valle Ferrer, N. (Ed). 2008. Luisa Capetillo. Obra completa: Mi Patria es la Libertad. Departamento de Recursos Humanos de Puerto Rico y Proyecto de Estudios de las Mujeres/ Universidad de Puerto Rico. 85
modernas. Tipografía Negrón Flores. (1911). Mi opinión: sobre las libertades, derechos y deberes de la mujer como compañera, madre y ser independiente Biblioteca Roja. (1910). Ensayos libertarios. Real Hermanos.
Centeno Añeses, C. (2007) Lengua, identidad nacional y posmodernidad Ensayos desde el Caribe. Eds. Huracán. (2003) Modernidad y resistencia, Literatura obrera en Puerto Rico (1898-1919) Callejón.
Díaz Soler, L. (1966). Rosendo Matienzo Cintrón, Orientador y guardián de una cultura. Instituto de Literatura Puertorriqueña. Tomo I y II Hernández Aponte, G.A. (2015). El espiritismo en Puerto Rico 1860-1907. Academia Puertorriqueña de la Historia.
Romeu Toro, C. (2022). Luisa Capetillo: anarquista y espiritista puertorriqueña. En Ramos, J. Amor y anarquía. Editorial Educación Emergente. (2015). Espiritismo, Transformación y Compromiso Social Historia de la Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal (1940-1980) Publicaciones Gaviota.
Saldivia-Berglund, M. (2007). Espiritismo as a Literary Strategy of Gender Representation and Cultural Resistance in Nineteenth-Century Puerto Rican Fiction. Identidades 4, enero.
Valle Ferrer, N. Ed (2008). Luisa Capetillo Obra completa: Mi patria es la libertad Departamento de Recursos Humanos de Puerto Rico y Proyecto de Estudios de las Mujeres Universidad de Puerto Rico.
West Duran, A. (2007). Ética y Eros del escuchar: Luisa Capetillo en traducción. Identidades. Número 4, enero.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 105
Duele
Anto Gamunev
Universidad
Ana G. Méndez, Recinto de Cupey
LETRAS
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En el tránsito hacia tu último suspiro, dejaste atrás los susurros del viento entre tus plantitas, los besos de la lluvia sobre la tierra que te extraña y el cálido abrazo del sol al amanecer que entraba por tu ventana.
Dejaste atras los recuerdos entrelazados en el tejido de nuestra existencia que ahora solo es mía, las risas compartidas bajo el techo estrellado (glow in the dark) de tu cuarto y los sueños que nunca tuvieron la oportunidad de florecer porque dejaste de ser para yo poder ser.
Pero de todo eso lo que más duele es que, en medio de todo, también me dejaste atrás y coño mira que eso duele.
ABR 2024: Contextos Coloniales / 107 LETRAS
CONVOCATORIA CONVOCATORIA CONVOCATORIA CONVOCATORIA
El 20 de mayo del año en curso y como parte de un trabajo colaborativo entre dos revistas, las revistas Cruce y Hound publicaremos una edición especial sobre Gaza. Esta es una invitación puntual para que colabore en este número que busca recopilar textos (de todo tipo) sobre temáticas relacionadas al conflicto entre Israel y Palestina desde un lente crítico. Nos interesa unirnos a los reclamos presentados a nivel internacional ante todas las manifestaciones de violencia cometidas en contra del pueblo palestino.
El plazo para someter colaboraciones es hasta el 10 de mayo de 2024 siguiendo las siguientes normas. Las fotos, pinturas, entre otros formatos de imagen deben ser enviados en alta resolución. Los textos deben presentarse con el siguiente formato: Letra Times New Roman, 12 puntos, doble espacio, tamaño carta, en formato de Word, identificado con el o la autor(a). Los artículos no deben exceder de las 12 páginas y deben incluir un resumen con un máximo de 250 palabras acompañado por 3 o 4 palabras claves, al igual que las referencias pertinentes. Las reseñas de libros no deben superar las 6 páginas. Los textos creativos tendrán un límite de 8 páginas. No se recibirán manuscritos que superen estos tamaños. Debe incluir una foto y una biografía del autorx que no exceda las 200 palabras. Los textos y piezas deben enviarse a editorescruce@uagm.edu. Si se incluyen mapas, ilustraciones, tablas o cualquier tipo de gráfico explicativo dentro del documento, deben estar en alta resolución (en formato jpg o png con el título con el cual será identificado en la publicación) y el o la suscribiente debe contar con los permisos de uso o regirse por la Ley de Derechos de Autor.
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