Edición especial María... vol. 4, no. 1, 2018

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María: acercamientos transdisciplinarios a la experiencia del huracán y sus efectos en la sociedad puertorriqueña no.1 vol. 4_n.1_2018

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Portada María Máximo Colón

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Gas Line 2018 Carlos Dávila Rinaldi

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Gas Men / Espera 2017 Carlos Dávila Rinaldi

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Gas Man 2017 Carlos Dávila Rinaldi

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*nota editorial

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“Me enviaron un video del momento en que llega la luz a un sector de Bayamón ”: Meme y expresividad folclórica después de María Julia Cristina Ortiz 2

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Una reflexión crítica del post-evento: María y la naturaleza de las realidades alternas Omar Alí Álvarez Franceschi

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Desplazados pos-María: La migración forzada de los puertorriqueños Mydalis Lugo

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Capitalismo, desastres, resistencias José “Primo” Hernández para Agitarte

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Puerto Rico, el Caribe y la modernidad en tiempos huracanados José F. Aponte García

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Foto-ensayo: The quicker picker upper pt1 Anto Gamunev


*índice

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Foto-ensayo Impacto de los huracanes en la flora del norte de la isla

Con machete en mano Cecilia Argüelles Ramos

Steve Maldonado Silvestrini

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Campesina Máximo Colón

Retoñar Mónica Lladó

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Alborada Federico Cintrón Fiallo

¿Quién no se llama Carlos o cualquier otra cosa?

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Kenneth Cumba

Revés de agua

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Jotacé López

Who isn’t named Carlos or whatever? Kenneth Cumba

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En el borde Manuel Martínez Maldonado

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Gas Line 2018 72” x 48” Acrylic & Tar Gel on canvas Carlos Dávila Rinaldi

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Gas Men / Espera 2017 72” x 48” Acrylic & Tar Gel on canvas Carlos Dávila Rinaldi

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Gas Man 2017 72” x 48” Acrylic & Tar Gel on canvas Carlos Dávila Rinaldi

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El paso del huracán María alertó a los puertorriqueños de la vulnerabilidad que sufren, la cual excede los campos de la infraestructura y electrificación de la Isla. Asimismo, desde el ámbito académico y popular, estableció un cuestionamiento en torno a la relación sociopolítica y económica con los Estados Unidos (y con la comunidad internacional). De otro modo, las palabras “desastre” y “levantarse” se complicaron semánticamente debido a su empleo discursivo en las agencias gubernamentales y publicitarias. Así, María supuso un enfrentamiento en la forma de vernos y pensarnos, provocó una revisión de nuestras relaciones con los espacios y con las comunidades cercanas y distantes de las que formamos parte o que aspiramos a formar parte. También estimuló la narrativa de microhistorias que se han añadido a las de otros huracanes, conformando un corpus nuevo de intrahistorias desde diversas ópticas y disciplinas. Hemos dedicado esta edición especial de Revista Cruce a todo este fenómeno y la titulamos María: acercamientos transdisciplinarios a la experiencia del huracán y sus efectos en la sociedad puertorriqueña.


*nota editorial

Ante la gran cantidad de colaboraciones que recibimos, dividimos la edición en dos tiradas. En esta primera agradecemos la colaboración de Carlos Dávila Rinaldi y José “Primo” Hernández Díaz, quienes desde la plástica ofrecen perspectivas de la lucha subsecuente al huracán. En esa línea de apreciación contamos con artículos de Julia Cristina Ortiz, Omar Alí Álvarez Franceschi, Mydalis Lugo y José F. Aponte García. Ortiz estudia los memes como una expresión folclórica en las redes sociales que resultan de la experiencia de la violencia poshuracán en el pueblo de Bayamón y cómo esto antagoniza con el discurso oficial. Álvarez Franceschi reflexiona sobre los discursos emergentes en torno a María y la realidad material. Lugo nos presenta la diáspora desde la mirada de una niña llamada Camila. Aponte García parte del Angel Novus y culmina con Frankestein, como analogías para analizar la relación entre desastre natural y cambio económico, y la terminología que construye la narrativa de la Modernidad. Luego las aportaciones de Jotacé López, Federico Cintrón Fiallo, Cecilia Argüelles Ramos, Manuel Martínez Maldonado, Mónica Lladó vol. 4_n.1_2018

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y Kenneth Cumba, brindan relatos y poemas sobre la desolación, la sanación y la relación que tenemos con el devenir. Finalmente, contamos con foto-ensayos de Steve Maldonado Silvestrini y Anto Gamunev; el primero ofrece un muestrario de la población de la flora en la zona norteña, en ocasiones comparando antes y después del huracán. El artículo se acompaña de un mapa en el que se sugieren las localidades que se describen en las fotos, y el segundo, un repertorio del entorno de diversos pueblos justo después del huracán. Esta edición no pretende establecer paradigmas totalizadores ni definitivos, pero sí queremos unirnos mediante este cruce a una reflexión crítica que contemple este fenómeno desde diversas disciplinas. Gracias por “cruzar” con nosotrxs. Dra. Mariveliz Cabán Montalvo, Decana Escuela de Ciencias Sociales, Humanidades y Comunicaciones Presidenta Junta Asesora Cruce Dra. Alexandra Pagán Vélez Directora Editorial Cruce 11


“Me enviaron un video del momento en que llega la luz a un sector de Bayamón ”: Meme y expresividad folclórica después de María Julia Cristina Ortiz Lugo

El huracán María marcó muchas diferencias en nuestra vida en Puerto Rico. Todas las disciplinas del saber tienen algo que aprender y aportar a partir de las transformaciones que han ocurrido tras el paso del huracán. La ciudadanía, igualmente, habrá sacado sus lecciones tanto como tendrá mucho que decir. De esa misma forma, el folclor, que siempre ha sido un medio de expresividad muy presente en los embates de los fenómenos naturales, se ha manifestado vigorosamente, no solo de manera tradicional,1 sino que podría decirse que Puerto Rico ha producido un corpus impresionante de materiales folclóricos que deben estudiarse y conservarse en archivos digitales. Más importante aún, este fenómeno nos brinda la posibilidad de estudiar no solo el contenido, sino el comportamiento tanto de los materiales como de las comunidades donde se producen y se traspasan. Los medios de comunicación han estado muy activos dándole despliegue y actualización a un género folclórico muy vibrante en la Isla: los memes. Noticel, Metro y Primera Hora, por ejemplo, han elaborado reportajes que han servido, igualmente, como medios para traspasar este material que circula por las redes, a través de los celulares en Facebook, Whatsapp, y otras tantas plataformas y aparatos. Un estudio profundo de 12

este fenómeno en el ciberespacio puertorriqueño desde todas las características que despliega este material como fenómeno folclórico, requeriría mucho más tiempo del que la convocatoria de Cruce permite. Por tanto, lo que propongo en este artículo es más un panorama amplio sobre algunos parámetros para estudiar una muestra específica de memes del huracán María. Comienzo por recordar que dada la dinámica que se da en las redes sociales, dinámica en la que cada manifestación se replica, se multiplica y se va segmentando y creando sus propios caminos en las redes según las personas que intervienen en el proceso, la manera más manejablede escribir sobre todos los memes que circularon y aún circulan sobre el huracán, es eligiendo. En las redes, y en relación al huracán María, han circulado ciclos2 de memes sobre la inminente llegada del huracán, sobre los preparativos que deben hacerse, sobre las opciones para alimentarse, sobre la posibilidad de escasez de productos, sobre el calor y los mosquitos, sobre el nombre y la realidad religiosa a la que apela, sobre la situación geográfica de la Isla, y por supuesto sobre la incapacidad del gobierno para restaurar el servicio de electricidad. En todos los ciclos han aparecido figuras y personajes animados conocidos en la Isla y fuera de ella, tales como: El Chavo del 8, Maripili, Donald


Trump, la rana René, Pablo Escobar, Aníbal Acevedo Vilá, Alejandro García Padilla, Ricardo Rosselló, Carmen Yulín Cruz Soto, Mr. Bean, Julie Andrews, Ricky Martin y Ada Monzón, así como Jesús y la Virgen María. Partiendo de esta complejidad y riqueza, decidí limitarme a un ciclo específico de memes: los que combinan el tema de la criminalidad en Bayamón con la falta o la llegada del servicio eléctrico. I. Los memes como género folclórico Es amplio y con largos años ya, el cuerpo de investigaciones sobre la presencia y el desarrollo del folclor en medios diferentes, específicamente los tecnológicos, en los que propiamente no se puede hablar de presencia cara a cara, característica no negociable de la definición tradicional3 de folclor. Se ha investigado la dinámica folclórica que se desarrollaba a partir de las fotocopiadoras, los faxes4 los medios masivos de comunicación5, las primeras apariciones en el internet, a partir del correo electrónico, los blogs, hasta llegar a todas las posibilidades de la Web 2.0 con su dimensión de participación y redes sociales. Esta evolución tecnológica ha obligado a que los conceptos tradicionales asociados con el folclor se atemperen a los medios y se haya avanzado en reconocer que la disciplina y los métodos del folclor tienen mucho que aportar al entendimiento y a la comunicación expresiva que es típica de los espacios digitales.6 Un meme es, según Limor Shifman, “ a) a group of digital items sharing common characteristics of content, form, and/or stance, which b) were created with awareness of each other, and c) were circulated, imitated, and/or transformed via the Internet by many users” (41). Una definición más simple la provee Trevor Blank en su libro Folk Culture in the Digital Age: “the folkloric process of repetition and vol. 4_n.1_2018

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variation is often identified by emergent patterns of widely disseminated, visually oriented vernacular expression: these constructs are emically referred to as memes” (7). Tienen de la dinámica folclórica su condición de repetición y variación7 puesto que el meme surge de una imagen o video matriz que se replica, transforma, adapta y traspasa, aplicándose a infinidad de situaciones en diversas comunidades digitales a través del mundo gracias a la penetración y el alcance de la conversación en el internet. De tal suerte que, según Blank, igual que en el proceso folclórico una tradición sobrevive “through a combination of succesful transmission and cultural relevance” (Blank, Introduction: Pattern in the Virtual Folk Culture of ComputerMediated Communication 84), podría decirse lo mismo de un meme. Un meme “describe aspects of Internet experience (images, videos, phrases, exchanges, etc) y se propaga “via the tools of the Web (e-mail, blogs, forums, etc.)” (84). A esa cita, tomada de un libro de 2012, hay que añadir vía las redes sociales. Se diseminan en forma de imágenes (image macros) que parean una imagen con un texto. Según Blank, la imagen es a menudo humorística with a catchy snippet of text (which may vary from a single word or phrase to whole sentences) that incorporate an emergent expressive pattern or delivery meter that has achieved popularity and recognition within a peer group; image macros usually follow a base template, which keeps things simple enough to invite many more Internet users to partake in creating their own variations (7, nota al calce 23). Otros dos elementos que asocian al meme con la dinámica folclórica, son su tránsito por entre grupos de personas 13


que se relacionan por diversos motivos, con lo que como grupo construyen una identidad, y el contexto compartido que es necesario para su transmisión y relevancia. El contexto en que se da un meme incluye tanto al que alude la imagen y su texto y su aplicación al nuevo contexto, como los comentarios que provoca entre las personas que constituyen el grupo; lo que indica claramente la recepción, la participación, la acogida o el rechazo. Parte de la labor de la investigación folclórica debe ser, según lo explica Robert Glenn Howard, conservar el producto tanto como esta última manifestación contextual: Está bien tener cientos de “photoshops”, tener colecciones de los mejores “memes”, coleccionar correos cadenas, archivar arte ASCII clásico, pero lo que hace que los archivos del pasado sean más valiosos, es cuando tenemos ejemplos completamente contextualizados: no solamente los tuits de toda la gente (aunque eso de por sí es buenísimo), sino grupos de gente tuiteando junta, sus biografías, sus sentimientos sobre los demás, las cosas que hacen más allá de tuitear; son esos detalles contextuales lo que hacen que algunos archivos sean más atractivos que otros y son esas cosas, precisamente, las más difíciles de recuperar. Tendremos muchos ejemplos de remezclas de videos en YouTube en el 2013, ¿pero cuántos vendrán con comentarios completamente contextualizados, entrevistas con los participantes, y documentación de qué perfiles de Facebook compartieron qué videos en sus muros, etc.? Creo que esa riqueza es lo más difícil de guardar, pero asimismo lo más valioso (Owens 10).

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II. ¡Cabrón, llegó la luz, llegó la luz! De entre los muchos memes que circularon y todavía circulan por el ciberespacio puertorriqueño he elegido un video que tiene como texto “En Bayamón celebrando la llegada de la luz.” Puede verse la imagen de varios hombres vestidos con ropas propias de las culturas de Arabia Saudita, rodeados de vehículos BMW, disparando con sus fusiles ininterrumpidamente hacia el cielo. Están en el frente de lo que podría ser una casa grande, que no tiene mayores diferencias (apreciables a simple vista, en una primera mirada) con una casa grande de cemento con tejas de una urbanización de clase media alta en Puerto Rico. De fondo se escuchan voces, que intentan remedar la entonación y articulación que, desde un escenario de desconocimiento cultural y lingüístico, se supondría que imita las de esas culturas. Las voces gritan: “Llegó la luz, cabrón, llegó la luz, llegó la luz, cabrón ueeee, puñeta.” Dura 28 segundos. El video, hasta el día 5 de diciembre, tenía 481.274 reproducciones y se había compartido 15,000 veces. La página de Facebook, PR memes informa que lo recibió “hace aproximadamente un mes.” Para el día 6 de diciembre tenía fecha específica de publicación: 3 de noviembre. Varios medios de comunicación dieron cuenta del alza en la criminalidad en Bayamón, en medio de la emergencia poshuracán María. Específicamente Noticentro, hace un mes en su reportaje visual “Se dispara la criminalidad en Bayamón” de Maritza Cañizares, destaca que los asesinatos están “imparables” en Bayamón mientras el resto del país trata de recuperarse de los estragos del huracán. Es notable que en una de las escenas se encontraron varias municiones y armas de fuego. El 27 de octubre, la reportera de Primera Hora, Maribel Hernández Pérez, cuenta sobre “una guerra por el control del narcotráfico en los caseríos que se libra


hace varios meses y se intensificó este fin de semana.” En el texto se alude en varias ocasiones a las “ráfagas de disparos” y tiroteos que escuchan con normalidad los residentes de Bayamón. Por otro lado, una búsqueda sencilla sobre la imagen original, tiene las siguientes fuentes: de las que pude localizar, la más antigua es del 22 de septiembre de 2012. Publicada por Epic Movie Team bajo el título Arab Wedding Celebration with Guns, con 9, 299, 645 visualizaciones al 22 de noviembre de 2017, incluye el siguiente comentario: Celebratory gunfire at a wedding party in Saudi Arabia. NOTE: It is common for many Arabs to shoot their guns on weddings, it’s a form celebration. Uno de los comentarios, de hace dos años, con el nombre Ayoub, declara: A little cultural trivia about why they do this at Arab weddings. Back in the day, when a woman was married off to a man from a different tribe, her tribe would fire guns into the air as a symbolic gesture of protection for the other tribe to hear. Letting the other tribe know that the woman is not to be mistreated, and that she has the backing of the entire tribe. The other tribe would fire back, and they would try to outdo each other (a display of pride). Today, most people opt for fireworks. Isn’t it fun to learn about different cultures without being racist? :p. Otra fuente es del 12 de noviembre del mismo año (2012), publicada por MRF, con 12,050 visualizaciones, titulada “AK-47 for Everyone!!!! Dubai Show.” Incluye un comentario de Jone Mamrei que aclara: “This is not Dubai, in Dubai can’t find AK47 man, this is Saudi Arabia and it is wedding party.” El 10 de mayo de 2014 expatriate Bznsman y bajo el título “Arabs shooting vol. 4_n.1_2018

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tracer bullets in mens wedding,” con 104, 096 visualizaciones al 5 de diciembre incluye el comentario: “ How some Bado [sic] Arabs celebrate there men weddings Tracers cost around 3$ per bullet.” Un video semejante publicado bajo el título “Caucases mafia BMW M5 Drifting & A47 Shooting,” publicado también por Sporter tv y que el 22 de noviembre tenía 11, 989 visitas, ya no aparece. Aunque para efectos de la utilización de la imagen para la elaboración de un meme no cambia mucho si la costumbre existe o no (para la construcción de la identidad en otro contexto, naturalmente sí) resulta bastante perturbador que lo único accesible sobre esa supuesta costumbre surge de medios de comunicación en español8 y de los comentarios de usuarios en las páginas de Youtube.com donde sale el video. Búsquedas tanto en bases de datos, en artículos sobre tradiciones de bodas en Arabia Saudita, como en Google Scholar (versión español e inglés) no arrojan ningún resultado ni ninguna mención de su existencia. Como nota curiosa, en la base de datos knowyourmeme.com, tampoco aparece con ninguno de los títulos que los diferentes usuarios le pusieron al mismo video. III. El meme como producto de privilegio en las tinieblas de la incomunicación. El grupo y su conversación Resulta verdaderamente sorprendente y a la misma vez digno de estudiarse con mayor rigor por quienes son especialistas en la comunicación, la incongruencia de usar el meme para compartir, conversar y marcar los estragos, los estados de ánimo, los deseos, las carencias, los corajes, lo que se extraña y lo que molesta durante un periodo en que la mayoría de las personas se sentía víctima de un gran abandono por parte de sus compañías de telecomunicación.9 15


Por tanto, vale la pena no olvidar que esta comunidad de usuarios que responde y reacciona al meme de la luz en Bayamón es representativa solo del sector de la población más privilegiado que ha tenido acceso al servicio de data o de internet en su celular, tableta o computadora. Aunque no sabemos la procedencia de las personas que escribieron sus comentarios o que compartieron el meme, podría haber una fuerte sugerencia de que muchas pertenecen a la zona metropolitana, donde más rápidamente se activaron las redes de comunicación. Por tanto, los memes, a la misma vez marcan la inclusión y exclusión, dadas las circunstancias que acabo de mencionar. Y, naturalmente, marcan un sentido de comunidad, de identidad: quienes tienen acceso a la data en al menos uno de sus aparatos electrónicos. A partir del video en la comunidad de usuarios de Memes PR, se suscitaron comentarios que podrían agruparse en aquellos que lo acogen con humor, quienes aceptan con complicidad la narrativa que propone la imagen sobre la criminalidad de Bayamón: sea con emoticonos: , jajajaja, o con comentarios: “Tendré q. comprarme unas par de Aka’s para celebrar pq osea, no me quiero quedar atrás en la celebración de mi pueblo”10; “Cuando llega la Luz a Barbosa, Los Jennys y to esos sitios, jajajajaja.”; “Ahora si que me morí de la risa jajjajajajajjajajjajaja.”; “ no ej por na pero asi yo no entro a Bayamon sin un tanque blindado.”; ” Ja,ja,ja. Eso fue detrás de casa literal y después nos pusimos asi cuando se fue un rato.”; “eso es lo que escuchamos a lo lejos.”; ”Jajajajaja ese bayamón como que es cándela viva hermano!! ”; “Un dia normal en Virgilio.” ; “Me contaron que así hicieron en las parcelas.”; “Eso fue frente a la Pizzeria en la calle Santa Cruz el dia de halloween!!! Ahi es mi psiquiatra.” Dentro de esta categoría se da una variación: se da por bueno y desde el humor, se extraña no haber presenciado 16

la tal manifestación: ”Mentiras a Mi me llego la luz hace tiempoooo y nada se ha escuchado :P es más Perate!!! >:(.” Otro grupo lo conforman quienes se alejan de la narrativa, rechazando el juego de la ficción y se sienten en la obligación de clarificarles a los demás que la imagen no solo no es cierta, sino que responde a una realidad foránea: “ Primero que todo este video se ve que es totalmente falso porque en segundo eso no es en Bayamon PR eso obviamente es en un pais Arabe xd!”; “Nada q ver con Bayamón”;” Esos son de Dubai donde las riquezas le permiten a estos bárbaros hacer de todo hasta ser ridículos”; “Lo único que hay. Que. Ser. Es. Tonto para saber qué eso no. Es en. Puerto rico”; “Gue pasa brother nunca pense en ver la isla Llena De arabes bayasen palgarajo.” También están quienes entran en una conversación sobre los personajes y el espacio cultural literal: “Que irresponsables esos árabes, tiros al aire en una boda, las mujeres ni se ven deben estar debajo las mesas, saldría alguien herido?”; “pichea el meme!!! chequéate el flow de estos Árabes todos vestidos de blanco y con Akas y las naves ahahah Abusadores ”11; “Esos pendejos son los que financean a los terroristas la mierda de Arabia Saudita”; “Wow! Y pensar en que el blanco significa ‘pureza’ en algunas culturas ”Allá se ven las locuras más grandes con tanta testosterona y tantísima riqueza”; “Creeme que si esos árabes vivieran en bayamon. Se dan balas seria con los bichotes y los cacos.” Y un grupo que se irrita porque al asociar estas imágenes a Bayamón, degradan la realidad o hasta la “identidad” o la imagen que tienen sea sobre Bayamón, sea sobre Puerto Rico completo: “Por favor no permita que ese vídeo de un chorro de delincuentes que dañan nuestra imagen de nuestra Isla de Puerto Rico.esos son basuras”; “Que esta pasando? Tan triste ver como hablan del pueblo de uno verdad”; “No se pongan a


joder, que después esto se mal interpreta y los gringos se creen que la Isla esta llena de Terroristas”; “ no vacilen así con Bayamón!! No pero eso no es Bayamon.” Estos comentarios se acercan a aquellos de quienes lo toman más a lo personal y defienden con otros argumentos a Bayamón, incluso llevándolo a un plano político: “En cualquier lugar hay crimenes. Aqui en NOLA matan 3 a diario y nadie grita. Nosotros somos bien pendejo, mejor dicho Jibaros”; “Así estaba el tipo que mató gente en un concierto en Las Vegas, y el otro que hizo una masacre en una iglesia en Texas. Y que me dicen del tiroteo más reciente en California?”

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Dos grupos más se pueden particularizar. Quienes desde su experiencia dan fe de que Bayamón no es tan peligroso como dicen: “bayamon no se ven tan peligroso como dicen ”; “Yo soy de Honduras fui a bayamon y no están peligroso como dicen!!!” Y quienes responden a su vez con un meme, imágenes que dirigen la conversación más hacia la criminalidad de Bayamón que al asunto original de la luz. Algunas imágenes son:

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Con un texto que explica ‘‘el kinder en bayamon”. Hay varios gifs de personas con ametralladoras, entre ellas Rambo y una imagen de varios tanques de guerra con un texto que dice: “Listos para el patrullaje preventivo en Bayamón.” IV. Comunidad, identidad y desvelos en el espacio digital puertorriqueño tras el paso de María La conversación que se da en PR Memes tras el paso del huracán María, aunque no es la única por mucho, sí es un importante documento que sirve para reflexionar sobre el estado de ánimo de un sector de la población luego de la catástrofe.12 Tanto las imágenes que se usaron y que dan pie a la interacción entre lxs usuarixs, como los comentarios, dan cuenta de la ansiedad por la falta del servicio eléctrico como por el agravamiento de una situación que no surgió con María en Bayamón: la inseguridad acrecentada por la ausencia de luz, la escasez de policías, la ausencia de un plan y las continuas dudas sobre quién está a cargo de la estrategia policial.13 Para que estos testimonios sean relevantes hay que aceptar el grado de creatividad que contienen y los signos que se producen. Veamos. Es bastante obvio que las personas que salen en todas estas imágenes son personas extranjeras, con lo cual resulta evidente que en primera instancia podría hablarse de una imposibilidad de identificación por parte de la comunidad puertorriqueña. Claramente, este planteamiento no tiene validez para muchas de las personas que participan de la conversación. Es bastante fácil ya aceptar que la globalización y el internet han difuminado esas distancias y el concepto del “netizen”14 describe con claridad esa especie de ciudadanía global que ha producido el internet. Con esto me refiero a que es evidente que para la mayoría de estxs usuarixs lo que se privilegia es la aplicación de la imagen 18

a lo que piensan que es su narrativa y contexto, y no las imágenes fenotípicas de quienes salen en el video. Esto no elimina la posibilidad de puedan verse como que responden a la construcción de esas figuras como el estereotipo del delincuente o del terrorista, una avenida casi insoslayable, desde la disciplina de la literacidad de medios, o desde las investigaciones sobre raza, por señalar dos ejemplos. Naturalmente, eso es materia de otro artículo. A lo que me refiero específicamente es a lo que Robert Glenn Howard explica en torno de la expresión folclórica: “it is… ‘continuities and consistencies’ that allow a specific community to perceive such expression as traditional, local or community generated.” (Blank, Toward a Conceptual Framework for the Study of Folklore and the Internet 6). Salvo la minoría de comentaristas que se posicionan desde la “realidad” cultural puertorriqueña, la mayoría de lxs usuarixs acepta el juego de la imagen y no cuestiona la irrupción de la “extrañeza.” En realidad, para usar la feliz idea de Blank, las personas han aceptado construirle un “marco” a la imagen y hablar tanto de las actividades fuera del marco, como de las que hay dentro del marco. O lo que es lo mismo, conversan y discuten tanto sobre la literalidad de la imagen, como de la narrativa que construye quien la aplica a una situación en particular de Puerto Rico [criminalidad y ausencia de luz]. A su vez, partiendo de esa narrativa, hacen crecer [dando fe de sus “experiencias”], transforman [dando alternativas posibles, como la del meme de Fema y el Rambo] o construyen otra [la barbería y el kínder]. Al entrar en el “juego,” estas personas se declaran implícitamente dentro de una comunidad, o un grupo folclórico porque tienen al menos algo en común.15 Podría ser, en principio, que todas han vivido las incomodidades propias de la falta de energía eléctrica o quizá son de Bayamón o tal vez les


preocupa la criminalidad en la zona metropolitana, de la que Bayamón es parte importante, o bien podrían pensarse otras muchas categorías más, como por ejemplo, la más sencilla y obvia: son usuarixs recurrentes de la página. Queda establecido que esto no es un aserto comprobado, que solo entrevistándolas podría establecerse con claridad qué los une como comunidad en el espacio digital. Habría que añadir que ya de por sí, frecuentar una página de Facebook donde se compilan memes de Puerto Rico, te hace partícipe de una comunidad con un perfil sobre el que se puede especular. No hay que olvidar que en relación al meme, en palabras de Salazar et al.: “Más allá de bromas o imágenes se trata de signos en torno a los cuales se construyen sentidos, que dan lugar a comunidades que se relacionan entre sí con base en dichos referentes y funciones expresivas comunes” (88). Tal como ha sido la lectura de varias investigaciones del folclor, entre las que se encuentran las que he hecho, el folclor puede leerse como un conocimiento alternativo. Las narraciones folclóricas en Puerto Rico, como en el resto del mundo, tienen rasgos muy claros de esa dimensión.16 Leídas con cuidado en esos relatos pueden encontrarse visiones de mundo, comportamientos y narrativas que remiten a contestaciones y refutaciones de los discursos oficiales creados o por los sectores dominantes o por las autoridades. El meme constituye una línea que se empata con ese hilo interpretativo desde otras lecturas y experiencias. Tal como las narrativas afropuertorriqueñas o las de Juan Bobo construyen otra interpretación del poder, de la subordinación y de la supervivencia que en nada tienen que ver con cómo las autoridades quisieron en su momento explicar la realidad; de esa misma forma el archivo histórico digital de los memes contará para la posteridad una narrativa muy distinta a la que se inventó desde el COE o desde vol. 4_n.1_2018

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las páginas de status.pr. Mientras el 27 de octubre Ramón Rosario, el Secretario de Asuntos Públicos de la Fortaleza, aseguraba con su boca de comer que “a nivel isla se ha reportado un asesinato menos comparado con el pasado año. Los delitos de tipo uno se encuentran en 10.4%” (http://www.periodicolaperla. com/ola-criminal-bayamon-levantapreocupacion/) ya, como tarde, el 3 de noviembre las redes explotaban con los memes sobre el virtual estado de sitio en Bayamón. Mientras este mismo funcionario, con sus declaraciones17 hace pensar que solo se trata de hacer un ajuste aquí y otro allá en el “aparato de seguridad” tanto municipal como “estatal” (sic, nacional), las imágenes que circularían posteriormente por las redes dan cuenta, mediante recursos de humor y parodia, de que esa población entiende la necesidad de protegerse de maneras insospechadas, que son directamente proporcionales al grado de indefensión y abandono que experimentan. Es evidente que el imaginario que esta comunidad crea para Bayamón es, a lo menos, “diferente” del que se construye desde el COE para quienes achacárselo a “guerra por puntos” suena casi a disminución y temporalización del problema. “Traducido” quiere decir: “Tan pronto los cojamos a todos, el problema desaparecerá.” Ni el pueblo ni estos cibernautas atienden a esas superficialidades. En su lugar, hay otras opciones: “Creeme que si esos árabes vivieran en Bayamon. Se dan balas serias con los bichos y los cacos.”; “Mi marido es d Bayamón, pero las ganotas en q sean sultanes quiénes vivan ahí el Gobierno no abusaba con nadie en PR ya hubiese luz en toda la isla.” Por otro lado, mientras las autoridades tienden a disminuir, a esconder o a disfrazar la violencia en el país, estas conversaciones sugieren también un microcosmos de la violencia como algo cotidiano, parte de la realidad de las personas y, en época del 19


huracán, como un azote adicional que se agravó gracias a la incompetencia y a la improvisación de las autoridades. Tanto el video, las expresiones y las imágenes que surgen como parte de las conversaciones apuntan a un espacio de violencia que se ha normalizado en el país. En este espacio digital la violencia en Bayamón es más real que para las autoridades, puesto que en este espacio la violencia se representa, aunque sea a través del humor y la parodia. No se disminuye, no se oculta, ni se disfraza. Y en esta dinámica de grupo, tal como lo explica Elizabeth Noyes (28), se construyen estereotipos, pero también identidades. Al menos, sacamos en claro que, según estos “netizens” el/la típicɷ ciudadanɷ de Bayamón se tiene que proteger porque está solɷ, a la deriva, frente a la incompetencia de los sistemas de seguridad; el/la típicɷ ciudadanɷ de Bayamón, vive, tal como lo explican los reportajes periodísticos, al “arrullo” de las balas, a expensas de que, en cualquier momento o circunstancia, su vida o su cotidianidad se vean amenazadas por la violencia en las calles. La expresividad folclórica que se desprende de la creación de memes en la página PR Memes sugiere otras tantas posibilidades. Igual que estos memes usan imágenes violentas, desagradables, para algunɷs repugnantes e inaceptables, pero para muchɷs útiles y muy puntuales; en el país se construye por otro lado, un imaginario de una supuesta recuperación orquestada desde la oficialidad bajo el lema “Puerto Rico se levanta.” Ese eslogan publicitario ha generado canciones, camisetas, conciertos, recaudaciones, banderas. Como suele suceder, estas estrategias publicitarias acogen tanto a personas de buena voluntad como a personas que no la tienen tanto. Varios reportajes y muchas mentes críticas han cuestionado la campaña como una forma de edulcorar la tragedia.18 Es posible contextualizar 20

estos memes dentro de un marco de interpretación alternativa de la realidad. La violencia que hiperbólicamente construyen estos memes nos permite leerlos como una reacción cínica producto de la frustración y desesperanza de unos sectores que están hastiados del abandono, de la indiferencia, de la actitud de reto desde el poder. Más aún, este grupo de conversadores y conversadoras deben interpelarnos igual que las imágenes que usan. Porque según los artistas han gustado de molestar al burgués y al poder, de esa misma manera los internautas puertorriqueños desarrollan sus estrategias para escandalizar, lo que también siempre ha sido un instrumento genuino de la creatividad artística. Probablemente sea que estos “netizens” tienen menos paciencia y menos condescendencia que los que proclaman con la boca el amor y la paz con las instituciones que hoy día cantan la Isla bendita, cuelgan cruzacalles de “Puerto Rico se levanta,” usan voces melifluas en sus anuncios, pero nos dejaron sin servicios, se quedaron mudos, auspiciaron el caos o se encerraron en el COE Entertainment Center19 a complicar y a negar la dura realidad, cuando más los necesitábamos. i. Por ejemplo, si algo ha sido subrayado en este periodo pre y pos-María es la revitalización de conocimiento tradicional. Ejemplo, cómo producir repelentes artesanales, la vuelta a la cultura del mosquitero, las ofertas gastronómicas que no dependen de artículos de importación, los juegos y pasatiempos tradicionales para ocupar el tiempo de adultos y niños, entre otros. ii. Uso el término ciclo que se usa en la narrativa folclórica para referirse a narraciones de un mismo personaje o tipo, por ejemplo. Me parece trasladable. En este caso lo uso para agrupar los memes por temas. iii. Definición que establecía que el folclor tenía autor anónimo, se traspasaba de persona a persona, a través de la vía oral. Esta definición ha quedado superada y en su lugar podría hablarse de conocimiento no oficial, que se genera en los grupos, se pasa informalmente, se expresa creativamente y se caracteriza por


ser recurrente y común (definición que les he propuesto a mis alumnas/os a partir de muchas definiciones que se manejan en la disciplina). iv. Alan Dundes and Carl R. Pagter, Work Hard and You Shall Be Rewarded: Urban Folklore from the Paperwork Empire (Bloomington: Indiana University Press, 1978 [1975]). v. Linda Degh, American Foklore and the Mass Media (Blomingtoon: Indiana University Press, 1994). vi. Para explicaciones, trayectorias y recuentos sobre este desarrollo y evolución del folclor en la Internet consulte los libros de Trevor Blank y Robert Glenn Howard citados en las referencias. vii. Dos características que menciona Trevor Blank en su libro Folklore and the Internet. viii. Vea por ejemplo: http://noticieros.televisa. com/historia/internacional/2017-01-23/enlas-bodas-arabes-los-invitados-acostumbrana-disparar-al-cielo-y-al-suelo/ o http://www. enteratecali.net/2014/08/los-arabes-celebranlas-bodas-con-miles/ o https://laopinion. com/2017/01/22/video-tradicional-boda-arabecon-armas-largas-y-disparos-al-aire/ ix. Todavía recuerdo con asombro, frustración y coraje cómo cuando todo el país solo podía escuchar, con suerte, una sola estación de radio, el gobernador y su equipo insistían en que miráramos en una página llamada www. status.pr para saber cómo iban los trabajos de energización del país. x. He incluido los comentarios de las páginas respetando la ortografía original. xi. Las reacciones a este comentario incluyen aclarar que es una boda y que son personas adineradas, de príncipes e hijos de sultanes. Un usuario asevera: “Esos si son reales hasta la muerte.” Esta dinámica, propia de las redes, de comentarios que generan en subconversaciones, hace fatigante el seguimiento de una comunidad y requiere de un tiempo de lectura que no era posible para cumplir con la fecha límite de la convocatoria. xii. Uso el término, no para denominar el desastre natural, sino la improvisación, la desorganización, la falta de planificación, y en última instancia, la negligencia que permitió que un fenómeno natural llegara, después de su paso, a la categoría de catástrofe poniendo a la población en un estado de abandono e indefensión insospechado. xiii. Vea:www.periodicolaperla.com/ola-criminalbayamon-levanta-preocupacion/ www.primerahora.com/noticias/policia-tribunales/ nota/ metemiedoelcrimenenbayamon-1252838/ El 25 de octubre en su espacio radial en WKAQ, Rubén Sánchez cuestionaba la ausencia de la vol. 4_n.1_2018

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en 10 días. xiv. Para abundar en este concepto y verlo aplicado a la Primavera Árabe lea “Netizens, Revolutionaries, and the Inalienable Right to the Internet” en Folk Culture in the Digital Age: the Emergent Dynamics of Human Interaction. xv. El uso del término grupo, tal como se ha usado desde Alan Dundes hacia acá incluye la noción de que el folclor se produce cuando dos o más personas comparten aunque sea una sola cosa en común. xvi. Lea Lillian Guerra, Popular Expression and National Identity in Puerto Rico. The Struggle for Self, Community, and Nation(Gainesville: University Press of Florida, 1998) y Julia Cristina Ortiz Lugo, Saben más que las arañas. Ensayos sobre narrativa afropuertorriqueña (Ponce: Centro de Investigaciones Folkóricas de Puerto Rico, Inc., 2004). xvii. Vea declaraciones en el reportaje de La Perla. xviii. Vea entre muchos www.primerahora.com/ noticias/puerto-rico/nota/aunmesdemaria puertoricoselevanta-1251704/ https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/ puer toricoselevantara-columna-2366193/ http://www.80grados.net/puerto-rico-se-estaplanteando-edif icar-y-cimentar-sobre-losposibles-muertos/ ixx. No sé quién acuñó este apelativo para el Centro de Operaciones de Emergencia en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, pero a quien se lo oí por primera vez y consistentemente fue a Néstor Duprey Salgado.

Referencias Blank, Trevor. «Introduction: Pattern in the Virtual Folk Culture of ComputerMediated Communication.» Blank, Trevor. Folk Culture in the Digital Age: The Emergent Dynamics of Human Interactions. Boulder, Colorado: University Press of Colorado, 2012. 1-23. Digital. Blank, Trevor. «Toward a Conceptual Framework for the Study of Folklore and the Internet.» Blank, Trevor. Folklore and the Internet. Logan, Utah: Utah State University Press, 2009. 1-20. Digital. 21


Noyes, Dorothy. «Group.» Feintuch, Burt. Eight Words for the Expressive Culture. Urbana and Chicago: University of Illinois Press, 2003. 7-41. Impreso. Owens, Trevor. «Folclor digital y la “red vernacular”: una entrevista con Robert Glenn Howard.» Miradero (2015): 5-11. Web. Salazar, Gabriel Pérez, Andrea Aguilar Edwards y María Ernestina Guillermo Archilla. «El meme en internet. Usos sociales, reinterpretación y significados, a partir de Harlem Shake.» Argumentos (2014): 79-100. Web. Shifman, Limor. Memes. Cambridge, London: The MIT Press, 2014. Impreso.

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Una reflexión crítica del post-evento: María y la naturaleza de las realidades alternas Omar Alí Álvarez Franceschi

I. Introducción: Los efectos del huracán María pueden entreverse como una revelación cultural del universo. O sea que, hay que incluir a quien genera el conocimiento y tiene el sentido del fenómeno de María, como espacio discursivo que produce unas realidades alternas. Estas construcciones repercuten en actos de patriotismo y civismo; pero en otras instancias, activan las disuasiones que restringen al sujeto social al momento de reflexionar críticamente sobre las acciones e inacciones que limitan la recuperación del País. Se dialoga con María a partir de las necesidades emocionales y materiales de la comunidad política. Lo anterior se evidencia en la actividad de ciudadanos caritativos que asistieron en la limpieza de caminos y en la repartición de artículos de primera necesidad. No obstante, la labor filantrópica de la ciudadanía tiene sus limitaciones y eventualmente el Estado debe cumplir con su deber ministerial. En este sentido se debe integrar a la discusión el funcionamiento del Estado y la forma en que los sujetos sociales interpretan los resultados de la gestión pública. El evento puede provocar el reavivamiento de los imaginarios preexistentes, un caudal que refleja el retraso de la mitología política puertorriqueña. Estas son las vol. 4_n.1_2018

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realidades alternas que siempre me han preocupado, porque ofrecen un sentido de perpetuidad a la desorientación y a la demagogia como praxis operacional de la sociedad. Además, porque reproduce las normas correctivas del Estado colonial y de su agente rector metropolitano; uno de los tantos ejercicios de dominación que restringen física e intelectualmente al sujeto social de una indignación proporcional a la situación en que vivimos. Quizás el discurso de las Ciencias Naturales no sea capaz de comprender y explicar cómo influye el evento climatológico sobre el universo simbólico y socialmente construido de las ideas. Esto es, entre otras cosas, lo que genera y perpetúa la pésima gobernanza y la venenosa resiliencia que nos lleva a ignorarla. Es imperioso reflexionar críticamente sobre este componente social (los puertorriqueños) y los discursos emergentes que produce la interlocución sujeto/huracán; una dinámica que es parte de la cultura, aun cuando muchos de los postulados no contrastan con la realidad material. De hecho, ahí radica el problema que nos compete: la ausencia de una manifestación masiva quizás muestra que, tras tantos siglos de coloniaje y de mal gobierno, se ha quebrantado nuestra voluntad colectiva. No obstante, paradójicamente María es una oportunidad de conocernos más 23


como pueblo, de contemplar el colapso sistémico de la comunidad imaginada del autonomismo y finalmente, la desmitificación práctica e instruida del otro imperial. II. María: maestra buena, maestra mala… Como si fuera una estampa del Antiguo Testamento, María ofrece a la vitrina del Caribe una fuerte lección de su realidad colonial. Con ello, pasamos del daño físico del País a la forma en la que los puertorriqueños activan su imaginación y se mueven limitadamente para buscar las principales fuentes de energía: alimento, agua, y ahora, gasolina. Además de hacer malabares para acceder al nuevo negocio del gran capital importador: la planta. Una mirada reflexiva de cualquier persona con un ápice de sensibilidad criticaría el abuso de inflar el valor de esta mercancía de primera necesidad. O contemplar la triste estampa de un envejeciente pagando entre quince y veinte dólares semanales por hielo. Esta circunstancia me hace preguntar: ¿dónde está el secretario de DACO? Quizás abonando con sus conocimientos a la estrategia fallida de recuperación del País, gestada inicialmente en los altares del Puerto Rico Convention Center. María es un fenómeno todavía, la seguimos pensando a través de toda una serie de representaciones culturales. Desde la ingenuidad de componer una décima sobre el fenómeno, hasta la urgencia de algo tan complejo como asegurar a los niños y a los envejecientes los servicios básicos. Es realizar las largas filas en las gasolineras pensando que se tiene que llegar al hogar para prender la planta; al mismo tiempo, en que varios legisladores utilizaron su posición para comprar cantidades exuberantes de gasolina sin hacer fila. Se esconden bajo la premisa de que estaban ofreciendo un servicio público, cosa 24

que, sinceramente no tiene sentido para muchos puertorriqueños (especialmente, aquellos que repugnan el funcionamiento del circo político legislativo, del fundamentalismo ideológico que rige sus acciones y del dinero público derrochado en contratos para sus amigos). Ante el caos económico que se avecina, los partidos políticos tratan de retener y defender sus intereses como grupo de poder, aferrándose a la narración del pasado para ver como este encaja con el presente pos-María. Este juego discursivo del pasado/ presente, es lo que utiliza el sector conservador del Partido Popular Democrático para exponer que solo bajo el Estado Libre Asociado garantizamos elementos como la ciudadanía y los trabajos del sector industrial. Sin embargo, tras el paso de María, el Departamento de Estado federal decidió suspender temporeramente el servicio del pasaporte para los puertorriqueños. Y se hace, porque ejercen un poder sobre Puerto Rico que ejemplifica la condición política. Ahí está el lazo indisoluble de la ciudadanía, que deposita en otras manos suspender o no, el acceso a algo importante para la comunidad imaginada del autonomismo. Una imaginación efímera, porque la mayoría de sus componentes fundacionales pueden ser debatidos desde el campo de la historia constitucional de las relaciones internacionales entre ambos países durante los últimos años. Igualmente, con un ejercicio de política comparada frente a otros países que han mejorado su relación política con su antigua metrópoli. Sobre esta discusión se puede mencionar la obra de Rafael Cox Alomar (2015), un verdadero conocedor del proceso de descolonización en el Caribe (pp. 17-436). Sin embargo, lejos de reinventarse como fuerza política vanguardista, el alto liderato del Partido Popular Democrático se ha reafirmado en el pasado como una solución para los problemas actuales


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y del futuro. Lo anterior se refleja en el manejo del tema-problema de la industrialización, apostando al cabildeo para regresar a la vieja felicidad colectiva del autonomismo: Puerto Rico como una economía apéndice de empresas metropolitanas sostenidas por una ley de incentivos industriales. Pero ahora el territorio no lo puede garantizar, se derrumba cada día la ideología; y peor, se obvia que la gran riqueza de las multinacionales estadounidenses se genera en NACIONES extranjeras. ¡Sí, señor!, en países que gozan y ejercen la soberanía política, que no tienen que ir de rodillas al Congreso de otro país para buscar un “trato especial” que le permita la subsistencia del sector industrial. Que, ante la eventualidad de una legislación ajena a sus intereses, posea las herramientas políticas que permitan persuadir a ese capital foráneo para que permanezca en el País. Precisamente, Ángel Collado Schwartz en Soberanías exitosas: seis modelos para el desarrollo económico de Puerto Rico (2008) contrasta el caso de Puerto Rico con seis países que han construido economías exitosas

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utilizando la herramienta de la soberanía política (pp.1-199). Por tanto, hay opciones, y la idea del desarrollo industrial como virtud del coloniaje es ilusorio porque el crecimiento económico experimentado bajo el periodo muñocista respondió a una realidad geopolítica que hoy no existe, y en el ahora, hay que observar cómo la propuesta proteccionista de la administración Trump va a impactar al sector industrial en Puerto Rico. Puedo adelantar que los imperios no legislan priorizando sobre sus posesiones territoriales. A mi juicio, lo que se va a establecer en Puerto Rico es la supercolonia, una nueva criatura política que cargará con la igualdad de responsabilidades, sin los derechos que vienen acompañados de la anexión. Mas salir de la caverna platónica es cuestionar y militar en contra de cualquier legislación que unilateralmente nos lleve al colapso económico. Es presentar un proyecto político que exija la necesidad de controlar las variables económicas de la Isla, en vez proteger el paso del batón entre la seudodinastías familiares del País. Por tanto, cada vez que el liderato


del PPD se mueve hacia esa dirección, divaga débilmente hacia lo inexistente, en vez de ponderar sobre el Puerto Rico pos-María como parte del fin de un ciclo histórico. En términos generales, la clase política del Estado colonial sabotea con sus decisiones la formación de un sujeto sensible ante la realidad, ajeno a la ineptocracia que nos consume. Un sujeto que entienda, de una vez por todas, que la corrupción y la relación metrópolicolonial son elementos nocivos para la evolución política. Porque la colonialidad del poder estatal y la corrupción gubernamental entran en ese espacio sensible de las experiencias sociales de los puertorriqueños y repercute en cómo la ideología se impone sobre la militancia. Es, en parte, lo que desorienta el ejercicio de lucha civil para reclamar los derechos y la clase política que todo país necesita para crecer. Y si la excusa es que hay muchos intereses de por medio, adolezco la infantilidad del comentario, porque reafirma y apoya la permanencia de una cultura política decadente. Y esa es nuestra cuota de responsabilidad como electores. Un gobernador eficiente no desaprovecharía una conferencia de prensa con el primer mandatario de los Estados Unidos y dos visitas oficiales del presidente y vicepresidente respectivamente, para denunciar cómo la inferioridad política agudiza la recuperación pos-tormenta. Tampoco hubiese ignorado, la necesidad de una evaluación rigurosa del contrato de White Fish. Algo que, si no refleja irregularidades, muestra al menos ineptitud de su parte. Lo mismo aplica al momento de prometer el restablecimiento del 95% de la generación de energía para Navidad. Es un crimen el uso y abuso de la contorción del lenguaje para proyectar más trabajo de lo que realmente se está realizando. En todo momento se habla de la generación de energía y no de la distribución del servicio; una estrategia vol. 4_n.1_2018

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discursiva que proyecta y antepone la salvaguarda mediática de un gobernante sobre las necesidades de su pueblo. Esta es falta de carácter afirma la politiquería, la reproducción de la dominación interna y la ausencia de un despertar que acepte lo que realmente somos para nosotros mismos y para los Estados Unidos. Ese despertar, y sin caer en exacerbaciones nacionalizantes, es la capacidad de superar la ideología propia; es comprender los eventos que limitan la recuperación; es revolcarse de indignación por la incapacidad de quien gobierna; es pensar e interactuar con la realidad física y material del país tras el paso de la tormenta; es comparar nuestro sitial frente a los países que han sido objeto de burla por muchos puertorriqueños. Recientemente, tuve la oportunidad de compartir con un excelente grupo que realizó la labor de recogido y distribución de alimentos en zonas fuertemente devastadas por el huracán. Al interactuar con uno de los jóvenes allí presentes, me argumentó que estaba triste por la devastación natural y el problema energético de las comunidades avistadas, principalmente porque parecían una “república”. Acto seguido me pregunta: ¿cómo es posible que, con tantos fondos federales y asistencia directa del ejército, podía permanecer el barrio Don Alonso y Caonillas de Utuado en estas condiciones? Aunque bien intencionado, sus preocupaciones muestran los remanentes del desarrollismo inexistente y que todavía rige nuestro pensamiento con respecto a otros pueblos. Es la enajenación del sujeto social, una memoria distorsionada que genera el insularismo colonial. La persona, literalmente tomó un desastre natural para explicar las características que distinguen la totalidad de repúblicas del mundo. Aproveché la oportunidad para decirle que las repúblicas son un sistema que surgió de la modernidad, una modalidad de Estado que integraba 27


nuevas formas de compactación social y que en la mayoría de ellas existen necesidades apremiantes y también grandes virtudes. Le ofrecí documentación para continuar el diálogo; primero, mostrándole la página de Feeding America para ejemplificar cómo la metrópoli idealizada tiene una de las organizaciones más grandes del mundo, destacadas en ofrecer alimentos a su propia población. Entonces que haya carencias y necesidades en Puerto Rico después de una tormenta como María, no debería de sorprender. Segundo, le mostré otro artículo del seminario en línea La República que explicaba cómo Costa Rica llevaba 300 días funcionando en un 100% de energía renovable, mientras que la mayoría de nosotros estamos atados a una ineficiente gerencia de la AEE y a la arcaica idea de la planta eléctrica (Garza, 10 de diciembre 2017, párr. 1). También añadí el artículo reciente de la periodista Analía Llorente (9 de noviembre de 2017) para la BBC en español, en el cual Puerto Rico no aparece en la lista de países latinoamericanos con mejor índice de calidad de empleos (párr. 3). Es decir, que el estado de situación no es una regresión a la república, sino que la pobreza que observábamos allí había sido creada por los propios puertorriqueños y bajo la tutela de los Estados Unidos. Le sugerí que no se cuestionara el cómo, sino el porqué de las cosas como un fundamento filosófico liberador, contrario a la colonialidad de su discurso. Además, añadí que se tomara la conversación como una oportunidad de contemplar la realidad puertorriqueña fuera del discrimen político de un sistema de organización estatal. El huracán María no fue responsable de enajenar a los puertorriqueños de los principales recursos y de las oportunidades de la sociedad en que vive, sino que exacerbó lo que ya existía. Esta realidad alterna también se refleja en otro caso que 28

presencié a unos días después de la tormenta. Sostuve una conversación con un vecino tras la noticia de que el ejército asistiría al Puerto Rico en la recuperación. El caballero en cuestión, afanadamente me dice: “the big boys are coming home!”, con una tonalidad que irradiaba de un mesianismo anexionista. Su narración era tan colorida que, por un momento creí que pasaba sobre mí la imagen angelical del cuadro de John Gast para ejemplificar el Destino Manifiesto. El vecino se atrevió a decir que la presencia del ejército, FEMA y el Cuerpo de Ingenieros iba a garantizar la recuperación del País en tan solo en dos meses. Casi pude sentir su vibra de seguridad al momento de recitarme el resumé completo del Lt. Gen. Jeffrey S. Buchanan. Me limité a escucharlo, pues entendía que el daño sufrido y la politiquería iba a entorpecer el proceso; igualmente, que la asistencia federal al territorio no se daría en condiciones igualitarias frente a los demás estados de la unión. No obstante, el vecino reprodujo el discurso de la presente administración, fundamentado en que las ayudas llegarán porque somos: “ciudadanos estadounidenses residentes de Puerto Rico”. Tenía la idea ilusoria de la ciudadanía como fundamento en sí mismo, una garantía que se traduce automáticamente en mayores esfuerzos y recursos humanamente posibles para la Isla. La realidad es que no fue así. De hecho, la asistencia suministrada partirá del País eventualmente y hoy, todavía falta mucho para recobrar algún sentido de normalidad. FEMA está siendo altamente exigente y burocrático al momento de evaluar los daños a la propiedad privada de los ciudadanos y el Cuerpo de Ingenieros ha sido lento al momento de certificar la funcionalidad de las escuelas. Todos estos argumentos exponen la vulnerabilidad de las realidades alternas. Precisamente, cuando tuve otra


oportunidad de dialogar con el vecino, aproveché el momento para decirle: “the big boys are leaving home sooner or later and yet, Puerto Rico is in crisis!” El vecino se desentendió del comentario, y luego, comenzó a buscar excusas que justificaran el estado de situación del País a sesenta y tres días del evento. Por ejemplo, que María es el desastre natural más grande en la historia de los Estados Unidos; que la topografía de Puerto Rico imposibilitó los trabajos; que las comunicaciones impidieron que se contratara a otra compañía que no fuera White Fish; que los postes no han llegado; que el gobernador es muy joven y está rodeado de gente ineficiente, entre otras. En fin, mostró la resiliencia adormecedora que carcome la militancia política. Este es el mecanismo de defensa más codiciado de las realidades alternas imperialmente construidas,, porque sostiene la reafirmación ideológica sobre el sentido común.

gobierno, paquineros y líderes de barrio. Esa realidad es más profunda, porque trasciende el efecto de los eslóganes de publicidad del gobierno; tiene que ver con los barrios alejados de pueblos como Utuado y Jayuya, ejemplificaciones palpables de una cordillera dolida y desprovista de un verdadero liderato y de los recursos necesarios para reestablecerse. Lugares donde el desprendimiento de una carretera es tan habitual como una taza de café por la mañana. En ese espacio, no adolecemos del esteticismo interpretativo colonial de la república, ni de una media estadidad, ni de lo mejor de los dos mundos. Es la versión estadounidense del abandono oficial ejecutado imperiosamente. Ese es el país y con preocupación les recuerdo que es el único que tenemos.

III. Conclusión:

Referencias:

La construcción de realidades alternas se refleja en los discursos históricos y políticos, que funcionan en detrimento del libre pensamiento. Es el fundamentalismo operacional que limita al real politik y lo incapacita para reinventarse como un verdadero representante de su comunidad política. Este proceso disociador es el triunfo del doctrinario del “shock” metrópoli/ colonial y es el principal enemigo de la movilización política de la Isla. Lo contrario, representa la rebeldía en contra de la mediocridad gubernamental impuesta, bien sea local o metropolitana. Es confrontar y actuar conforme al hecho de que el País camina de la mano de esta clase política corrompida. Es imperativo despertar y cuestionar la diferencia entre un país de avanzada y el que hemos construido a fuerza de seudodinastías familiares, amiguitos empresarios, juntas de

Alomar Cox, Rafael (2015). En la encrucijada: pensamientos y reflexiones. San Juan; P.R. Ediciones Callejón.

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Collado Schwarz, Ángel (2008). Soberanías exitosas: seis modelos para el desarrollo económico de Puerto Rico. San Juan; P.R. EMS Editores. Garza, Jeffry (10 de diciembre 2017). Nuevo Récord: Costa Rica cumple 300 días seguidos de energía 100% renovable. La República. Recuperado de: www.larepublica. net/noticia/nuevo-record-costarica-cumple-300- dias-seguidos-deenergia-100-renovable Lull, Josué (29 de octubre de 2014). Arte e iconografía: el progreso americano. Recuperado de: http://www. arteiconografia.com/2014/10/elprogreso-americano.html 29


Llorente, Analía (9 de noviembre de 2017). ¿Qué países de América Latina ofrecen los empleos de mejor calidad? Recuperado de: http://www. bbc.com/mundo/noticias-americalatina-41922546?SThisFB#sharetools

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Desplazados pos-María: La migración forzada de los puertorriqueños Mydalis Lugo

El desplazamiento de puertorriqueños a los Estados Unidos pos-María ha marcado una nueva etapa en la historia de la migración puertorriqueña. Esta migración ha estado provocada directamente por los estragos ocasionados en todas las esferas de la vida a raíz del paso del huracán María el 20 de septiembre de 2017. A tres meses del paso de María por Puerto Rico, las cifras indican que más de 200,000 puertorriqueños han viajado a los Estados Unidos, número que ha logrado superar la cifra del 2015, año pico de la migración, en el que 89 mil puertorriqueños partieron a los Estados Unidos. El estado de la mudanza de gran parte de los emigrados puertorriqueños resulta incierto. La gran mayoría de los emigrados no saben si regresarán a la Isla. Es bastante probable que muchos de los que definan su mudanza como temporera cambien su idea de retorno durante el transcurso. La migración temporera se convertiría así en una permanente. Una encuesta realizada por Alexis R. Santos-Lozada, de la Universidad de Pennsylvania, reveló que al menos un 52.13 % de los encuestados puertorriqueños respondieron que su decisión de regresar a la Isla está sin resolverse. La decisión para retornar (de)pende de los factores de expulsión y de atracción. La recuperación de los servicios básicos, entiéndase de agua, vol. 4_n.1_2018

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luz, servicios médicos, y la reinserción al trabajo, así como el estatus de su vivienda, comprenden algunos de los desafíos externos que comprometen su decisión para retornar. Por otro lado, entre los factores de atracción para permanecer en los Estados Unidos, se encuentran la búsqueda exitosa de empleo y de vivienda, la calidad de vida (servicios, educación, salud) y las redes sociales transnacionales que mantienen en el nuevo lugar de asentamiento. El retorno dependerá de la ecuación de costos y beneficios inducidos por el desplazamiento, así como la capacidad de resiliencia de los emigrados para enfrentarse a nuevos retos. La otra cara de lo que se ha venido denominando como el éxodo de puertorriqueños a los Estados Unidos es la despoblación acelerada que se registra en la Isla. Si bien los estimados del Censo proyectaban que para el 2050 Puerto Rico contaría con una población menor a los 3 millones, las cifras más recientes acotan el periodo a cumplirse. De acuerdo con las últimas proyecciones, la población de Puerto Rico contará con alrededor de 2,980,532 habitantes para el 2025 y 2,089,492 para el 2050 (Instituto de Estadística de Puerto Rico: 2017). De continuar estos flujos migratorios, estas proyecciones prometen adelantarse dos décadas y media. Hay que destacar que el desafío poblacional y el éxodo forzado se 31


encuentran correlacionados a la escala de preparación y mitigación del gobierno estatal y federal. Dicho de otra manera, a la incapacidad para reducir los riesgos y los efectos ocasionados por el desastre natural en una nación ya vulnerada. El reto demográfico, sin embargo, constituye uno de los tantos escollos en el lento plan de recuperación de Puerto Rico. Según un estudio realizado por el doctor José Caraballo Cueto, director del Centro de Información Censal (CIC), la pérdida de miles de empleos y la reducción de horas laborales, junto al incremento de los gastos básicos, han acentuado más la situación de pobreza de los puertorriqueños. De un 44.3%, el nivel de pobreza ha aumentado a un 52.3% y, posiblemente, esta tasa ascienda a un 59%. En los municipios de Barranquitas y Maricao, por ejemplo, la pobreza infantil alcanza un alarmante 82%. Contrario a lo que alguna gente cree, es decir, que el decrecimiento poblacional permitirá a los que residan en la Isla contar con mayores oportunidades, la salida de personas en edades productivas debilita la capacidad de reestructuración económica y de innovación del país, así como la oportunidad de transformar las condiciones de vida de los puertorriqueños (Lugo: 2017). Ante el precario escenario y las medidas de austeridad que enfrentan los puertorriqueños en la Isla, partir parece ser la gran opción de miles de personas que se desplazan a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Con una tasa de desempleo de 3.6%, y como nodo principal de la diáspora puertorriqueña en Estados Unidos, la Florida se consolida como uno de los destinos de asentamiento predilectos por los puertorriqueños recién llegados después del huracán María. El alto número de redes sociales con el que cuentan los puertorriqueños en el estado, factores como la cercanía con la Isla, el clima y la amplia presencia de hispanos forman parte del abanico de razones 32

para su elección. En la lista, también se ubican Pennsylvania, Texas, Nueva York, Nueva Jersey, Massachusetts, Connecticut, Ohio, California e Illinois (Hinojosa & Meléndez: 2017). La diáspora de puertorriqueños en Florida ha dado cuenta del sentido de comunidad que mantienen con la Isla a través de la coordinación de varios esfuerzos y de las redes de solidaridad. El recogido y envío de suministros básicos ha sido uno de los principales esfuerzos coordinados tanto en la Florida como en otros estados. Además de las ferias de empleos, se han organizado centros de apoyo, en puntos estratégicos, como son los aeropuertos internacionales de Orlando y Miami, para proveer información y orientación sobre servicios de salud, educación, vivienda y alimentos. En términos educativos, los estudiantes puertorriqueños afectados y desplazados por el huracán pudieron matricularse en el sistema educativo público de la Florida aun cuando no contaran con todos los documentos de su expediente académico. Asimismo, los estudiantes puertorriqueños desplazados por el huracán pueden beneficiarse de la exención de los costos de matrícula en diversas instituciones universitarias. Otras ayudas brindadas a los estudiantes damnificados son el desayuno y el almuerzo gratuito para los que así lo soliciten. Por otro lado, los maestros emigrados pueden beneficiarse de exenciones en los costos de la evaluación y validación de su licencia profesional. Esta exención es extensiva, al menos, a cincuenta áreas y profesiones como, por ejemplo, la licencia de estética o de bienes raíces. La escuela virtual de Florida también anunció que aceptará 20,000 estudiantes puertorriqueños damnificados por el huracán. Otras órdenes ejecutivas, dirigidas a asistir a los emigrados puertorriqueños, incluyen la eliminación del costo para tramitar y transferir su licencia de conducir. A pesar de la coordinación


de esfuerzos y cooperación, los puertorriqueños que han buscado refugio en Estados Unidos tienen que lidiar con la fractura emocional ocasionada por una partida forzada y poco planificada. Partir proviene del latín partiri, que significa dividir. La experiencia de los desplazados por el huracán María resulta doblemente dramática y traumática. En primer lugar, se encuentra la experiencia del paso del huracán o el huracán como acontecimiento y, en segundo lugar, la violencia inherente al proceso de partir abruptamente. Uno de los estudiantes trasladados a una escuela superior del condado de Seminole, en Florida Central, narró las peripecias que enfrenta para adaptarse al sistema educativo cuando no domina suficientemente bien el inglés, sufre condiciones particulares que afectan su salud, y se encuentra cursando su cuarto año. La incerteza y la desinformación al no saber si pueda cumplir sus planes para continuar estudios universitarios, ya sea por el idioma, la incertidumbre del retorno o por los altos costos, son algunas de las preocupaciones que se asoman. La gran mayoría de estos estudiantes demuestran

grandes ansias de retornar a la Isla. Así lo expresó una estudiante de quinto grado, procedente de Dorado, quien con una gran sonrisa compartió que tenía pasaje de regreso para el 22 de diciembre y se sentía muy contenta de poder regresar, ya que tiene sus amigos y familiares en la Isla. Su asentamiento en Florida fue bastante breve. Marlena apenas permaneció solo dos meses en la Florida. La razón que los obligó a partir fue la falta de servicios básicos, como el agua y luz, y la escasez de alimento y agua potable. En los emigrados más pequeños, resulta bastante común toparse con la respuesta “Regresaremos cuando llegue el agua y la luz” o “No sabemos si volveremos”. En un periodo de dos meses, 7,200 estudiantes desplazados por el huracán Irma y María, procedentes de Puerto Rico y de las Islas Vírgenes, se matricularon en los distritos escolares de la Florida. Los estudiantes puertorriqueños se han matriculado, principalmente, en los condados de Osceola, Orange y Seminole, los que componen parte del área metropolitana de Orlando, y donde se registra el mayor número de puertorriqueños.

Camila tiene 7 años y se encuentra cursando su segundo grado. Es original de Bayamón. Llegó a Florida en crucero con sus dos hermanas y su mamá. Camila dice que regresará a Puerto Rico, cuando su papá le diga que todo está bien. Aunque en un principio, Camila expresó su deseo de regresar a Puerto Rico, luego de dos meses, admite que le gustaría quedarse, porque le gusta su escuela, ya que “tiene muchas cosas”. Este dibujo refleja “Puerto Rico antes del huracán María”. vol. 4_n.1_2018

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El caos se instala. Camila representa el paso del huracán María.

El paso del huracán María produjo una hecatombe en la cotidianeidad de los puertorriqueños. Forzó nuevos modos de vida, nuevas miradas y prácticas, malabares para la subsistencia, otras formas de relacionarse, comunicarse y de congregarse. Los desplazamientos inducidos por el huracán dislocaron lazos afectivos, alteraron la estructura de la familia, pero también desarrolló una nueva política de solidaridad, que amerita mayor análisis. María marcó un antes y después en los flujos migratorios de los puertorriqueños a los Estados Unidos.

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Camila plasma su vida en Orlando. En este dibujo, se puede apreciar el Coca-Cola Orlando Eye, una de las atracciones más recientes de la ciudad, que visitó al llegar a Florida.


María ha originado un éxodo forzado sin precedentes. No cabe duda que sus efectos, y el largo periodo de crisis en el que dejó sumido a los puertorriqueños, pudieron ser menores, pero no en una nación tan maltrecha. El paso del huracán no solo exacerbó las precarias condiciones económicas y sociales en las que se encuentra sumida la Isla, como consecuencia de una crisis fiscal sostenida por más de diez años, sino que resituó en el centro del debate el tema de la desigualdad, la falta de un plan de acción ante un desastre natural –paradójicamente en una isla vulnerable anualmente a estos fenómenos atmosféricos–, el desatino y la obsolescencia de las políticas públicas, así como la pobre infraestructura de los sistemas de comunicación, de energía, los proyectos de planificación y vivienda. Esto sin perder de vista la escasa gestión de planes y programas para enfrentar el cambio climático y la pobre logística en la coordinación de esfuerzos y asistencia a los damnificados de la nación que una vez se ubicó como la vitrina del Caribe.

Referencias Economy at a Glance. (2017). Bureau of Labor Statistics. Recuperado de https://www.bls.gov/eag/eag.fl.htm Comunicado de prensa. U.S. Bureau proyecta población en Puerto Rico estará por debajo de tres millones de habitantes en tan solo 8 años (2025). (2017). Estadísticas PR. Recuperado de https://estadisticas. pr/files/Comunicados/CPActualizacion_Proyeccione_ Poblacionales_IDB-FINAL.pdf

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Gov. Scott Issues Updates on State Action to Assist Puerto Rico. (2017). FL Gov. Recuperado de www.flgov. com/2017/10/09/gov-scott-issuesupdates-on-state-action-to-assistpuerto-rico-3/ Lugo-Marrero, M. (2017). En busca de algo mejor: Discursos sobre la emigración y las r e p r e s e n t a c i o n e s identitarias de la diáspora puertorriqueña en el área metropolitana de Orlando, Florida, Estados Unidos (2006-2016). Recuperado de SEDICI UNLP http://sedici.unlp.edu.ar/han dle/10915/61119 Meléndez, E. e Hinojosa, J. (2017).Estimates of Post-Hurricane Maria Exodus from Puerto Rico. Centro CUNY. Recuperado de https:// c e n t r o p r. h u n t e r. c u n y . e d u / research/data-center/researchbriefs/estimates-post-hurricanemaria-exodus-puerto-rico Pronostican ascenso en niveles de pobreza debido al huracán María. Diálogo UPR. Recuperado de http:// d i a l o g o u p r. c o m / p r o n o s t i c a n ascenso-en-niveles-de-pobrezadebido-al-huracan-maria/ Santos-Lozada, A. (2017). Will Puerto Ricans Return Home After Hurricane Maria. Centro C U N Y . Recuperado de https://centropr. hunter.cuny.edu/centrovoices/ current-affairs/will-puerto-ricansreturn-home-after-hurricane-maría

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Arte promocional para Capitalismo, desastres, resistencias: Foro con Naomi Klein, organizado por PARES. José “Primo” Hernández para Agitarte. 36


Arte promocional para Capitalismo, desastres, resistencias: Foro con Naomi Klein, organizado por PARES. José “Primo” Hernández para Agitarte. vol. 4_n.1_2018

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Puerto Rico, el Caribe y la modernidad en tiempos huracanados José F. Aponte García

For tourists, the sunshine cannot be serious… Sadly, to sell itself, the Caribbean encourages the delights of mindlessness, of brilliant vacuity, as a place to flee not only winter but that seriousness that comes only out of culture with four seasons. So how can there be a people there, in the true sense of the word? –Derek Walcott, The Antilles: Fragments of Epic Memory i

Angelus Novus sobre el Caribe En su libro, Había mucha neblina humo o no sé qué (1964), Cristina Rivera Garza compara al escritor Juan Rulfo con el Angelus Novus ilustrado por Paul Klee e interpretado por Walter Benjamin: el ángel mira una catástrofe mientras los vientos del paraíso le abren sus alas y lo arrebatan. Rulfo, contratado para fotografiar las tierras de la cuenca de Papaloapan, mira a los indígenas que representan un mundo distante y “atrasado”. Adelante, se asoman las carreteras, los puentes y la represa Miguel Alemán, que hoy día es un monumento de la expropiación de tierras y de la modernización acelerada que integró a los indígenas a la economía 38

mexicana como “pobres”. Pero lo curioso, lo curiosísimo, y lo relevante en estos momentos es el evento que precipitó ese cambio voraz, el evento que abrió violentamente las alas del Ángel de la Modernidad en Papaloapan. Un huracán. En Puerto Rico y en el Caribe debemos enfatizar esta relación entre desastres naturales y cambio económico. Hay que evaluar minuciosamente el tipo de movimiento que está implícito en el vocabulario que aparece después del huracán, la noción histórica que se asume con ese vocabulario. Las palabras no son inocentes y por consiguiente, los contextos que estas producen también deben ser vistos con malicia. Para algunos, con el paso de Irma y luego María, Puerto Rico pasó de una isla entre la espada y la pared a una isla llena de “oportunidades” económicas. Está incluso, el que dice que lo mejor que le pasó a Puerto Rico es el huracán, pues esto permite solicitar ayudas federales que inspirarán un cambio radical. Cuando no, prolifera una ingenuidad con respecto a la diferencia socioeconómica después del huracán. En la organización de una brigada de voluntarios, escuché a un joven decir que María era el “último ecualizador”, queriendo decir que todos estamos atravesando por necesidades y que los estragos creados por María habían difuminado la diferencia económica. Expresiones nacionales y de consenso


como “Puerto Rico se levanta” o “Puerto Rico Unido” cementan esta noción de que “todos estamos en el mismo barco” mientras presentan un desplazamiento fuera de la crisis declarada antes y después del huracán. Este optimismo ciego hacia un futuro recuerda al Angelus Novus y no podemos desvincular esta tendencia de las prácticas del mercado, y el vocabulario de “liderazgo” y “empoderamiento” que intercepta la cultura empresarial, la gestión cultural, la educación y, en ocasiones, el trabajo comunitario. “Liderazgo” significa emprendedor (entrepeneur), buscar oportunidades de desarrollo económico y una actitud de competencia constante contra otros. Emprendedor es parte de los conceptos básicos de la economía de mercado y es la añadidura que apropia para el capitalismo la “tripleta” que Marx desarrolló en sus escritos: tierra, labor y capital. Dentro de esta lógica, el emprendedor es un agente de cambio y de “progreso”. La función del emprendedor es acelerar el continuum económico –a donde sea que este se dirija, si es que hay dirección. Así en un libro básico de Economía encontramos una interpretación del tiempo y del espacio que ha sido fuertemente criticada por historiadores y antropólogos. En tal libro se presentan tres sistemas económicos: tradicional, comando y mercado. Las últimas dos serían las economías modernas, de las cuales el socialismo y el comunismo serían dos tipos de economía de comando y el capitalismo el ejemplo del capitalismo de Adam Smith, cuando no del capitalismo anárquico de los economistas estadounidenses. La economía tradicional, vendría a ser un tipo de economía asociada con las sociedades de cazadores y agricultores. Son economías que no pueden salir de su “estanque” debido a su apego a la costumbre y a las tradiciones que les impiden participar de los “adelantos” vol. 4_n.1_2018

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–comunicación, transportación y educación– que tienen la intención de transformar a las comunidades en individuos productivos de una economía moderna.ii Un ejemplo de una economía tradicional “integrada”: los indígenas del Papaloapan. Los mismos que fueron despropiados de sus tierras para dar paso al México moderno. Este esquema –mercado, comando, tradicional– es producto de la cartografía y del mapa mundial concebido después de la Segunda Guerra Mundial. En este la humanidad habita varios planos de existencia: el Primer Mundo, el Segundo Mundo y el Tercer Mundo. Del primero participan los países capitalistas y del segundo el comunismo. El tercero es habitado por esos espacios que son difíciles de definir, aquellos que están entre la tradición, entre el capitalismo, entre comunismo. El Tercer Mundo está compuesto de países remotos en tiempo, espacio o ambos que se desean integrar a un continuum. De ahí palabras como “subdesarrollo” y frases como “países en vía de desarrollo”, que auguran un magnetismo hacia las economías modernas. Fernando Coronil –quien parte de las reflexiones de Edward Said sobre el “orientalismo”–llamó a esta tendencia epistemológica: “occidentalismo”. Mientras es cierto que el occidentalismo integra un número de prácticas académicas y no se limita a la economía, es un concepto útil para comprender la forma en que la economía concibe el mundo. Estas representaciones “(1) separan los componentes del mundo en unidades entrelazadas; (2) desechan sus relaciones históricas; (3) transforman las diferencias en jerarquías; (4) natu-ralizan estas representaciones; y por lo tanto, (5) intervienen, aunque inconscientemente, en la producción de las relaciones asimétricas de poder”.iii Todos estos puntos son visibles en la producción del mundo como tres planos “occidente” como una categoría movediza 39


que se identifica cada vez más con el capitalismo, el continuum representado por los sistemas económicos plantea una entrada específica a la historia, una visión del mundo que plantea el capitalismo mundial como el fin y la finalidad de la historia. El Frankenstein Subdesarrollado En un artículo reciente se escribe sobre el sentir de algunos puertorriqueños después de María. El artículo nos da pistas de nuestra ubicación en el mapa económico: “reliable government services like electricity, water and communications made them feel superior to their non-American neighbours like Dominicans and Cubans. The blackouts made people wonder.”iv Ese excepcionalísimo puertorriqueño que nos colocaba en un Primer Mundo – una especie de desarrollo por asociación a Estados Unidos– es visto con escepticismo. Los apagones del 2016, que auguraban la caída del sistema eléctrico “made people wonder”.v Parecería que Puerto Rico pasó a un Tercer Mundo sin pasar ni de entrada ni de salida por el Segundo. Así, como identifica San Miguel, en una visión económica del mundo, América Latina, y añadiría el Caribe, son criaturas deformes dentro de la metanarrativa de la modernidad. Mientras palabras como “desarrollo” son provistas de atributos mesiánicos, “nociones como ‘atraso’ o ‘subdesarrollo’ constituyen ejemplos de cómo el lenguaje estadístico conceptúa lo que observa en termino de ‘desviaciones”. Como escribe el historiador Carlos Pabón, Puerto Rico es un Frankenstein contemporáneo.vi Si la modernidad requiere una constante modernización, un constante renovar y redefinición de lo nuevo, Puerto Rico, y los países que no participan del desarrollo económico, estamos en una modernidad outdated, descontrolada. En esta visión, Puerto Rico, ahora fuera de la 40

gracia del desarrollo del que se creía, ha caído definitivamente en el calabozo de las criaturas subdesarrolladas. Ahora no hay pretensión, sino el deseo de regresar a la historia, de regresar al mercado, “echando pa’ lante” o “levantándose”. Puerto Rico, el Caribe, redescubierto En Puerto Rico los fenómenos naturales son dispositivos de la memoria espacial, un redescubrir que demuestra un aislamiento y una frontera constante con el resto del Caribe.vii Y es que Puerto Rico ha entrado a los planos mundiales de forma extraña: como un otro que en el nosotros produce los otros caribeños. Después del huracán, “people wonder”. Recordamos que participamos de ese otro y añoramos por medio de movidas desarrollistas escalar la jerarquía económica. Podemos citar dos ejemplos que esclarecen esta relación y la modernización en tiempos huracanados en el Caribe: la visión de Puerto Rico ante el lente internacional y la situación de la tierra en Barbuda. El primer ejemplo parte de un artículo de Rima Brusi –y la continuación de este que escribió Francés Negrón Muntaner– en el cual reflexiona sobre la diferencia en las representaciones visuales de la pobreza de Cuba y Puerto Rico en los medios estadounidenses.viii Mientras en aquel entonces Cuba se abría aún más al capitalismo estadounidense, Puerto Rico llevaba años en una crisis fiscal y estaba a meses de inaugurar su nueva constitución, PROMESA. En el análisis de Brusi y de Negrón Muntaner se muestra que mientras la pobreza cubana adquiría un aura dignificada y hasta sensual, Puerto Rico era presentado visualmente como algo indeseable y enfermizo. Cuba era deseada, Puerto Rico no. En Cuba había esperanza, en Puerto Rico no. Pero después del huracán, ¿cómo es la representación visual de Puerto Rico? Curiosamente ahora vemos en los mismos medios analizados


por Brusi y por Negrón Muntaner, una nueva pobreza puertorriqueña.ix Cabría preguntarse, ¿ya Puerto Rico es sexi o este es otro intento fallido por atraer al amante? Dicho de otro modo, ¿ya somos deseables para el capital, para la inversión, o este es otro fallido intento por ser más deseable que el resto del Caribe? El otro ejemplo no nos permite ver un paralelismo, pero sí nos permite ver el mapa en común que habitamos. Dos islas, Antigua y Barbuda, partícipes de un mismo territorio geopolítico, pero con dos nociones contrarias sobre la tierra. Mientras en Antigua existe la propiedad privada, en Barbuda la tierra es comunal. Los habitantes de Barbuda ven la tierra como un derecho adquirido después de la esclavitud. No obstante, después de Irma, el gobierno de Antigua ha hecho una serie de artimañas para introducir el concepto de propiedad privada. Esto incluye la propuesta de vender la tierra a sus habitantes por un dólar con la promesa de que la tierra será suya. Los habitantes de Barbuda han comprendido la movida. ¿Qué impide que se venda la tierra a precios de quemarropa después de esta venta inicial? ¿Qué impide que proyectos de paraísos turísticos como los del actor Robert De Niro empequeñezcan el territorio de los residentes?x Barbuda, la isla tradicional, la economía “atrasada”. Contra Antigua, la economía con ansias de modernidad. Si es cierto que son ejemplos de contextos diferentes y las dos conllevan un estudio minucioso para comprender las formas en que los proyectos de la modernidad han impactado las diferentes partes de la región, no puedo evitar atarlos a un mismo imaginario que se ha proyectado hacia el Caribe y que definen una serie de prácticas del mercado por medio de los emprendedores. Mientras el Caribe, cuando no el trópico, siga siendo concebido como un paisaje más que como un lugar habitado por personas, nuestra arte, literatura y nuestra producción de vol. 4_n.1_2018

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conocimiento será algo oscurecido por paisajes hermosos como por paisajes destruidos. El Puerto Rico después de María está repleto de expresiones conciliadoras para regresar a lo moderno, después de descender a un otro caribeño que siempre hemos visto como menos. “Puerto Rico se levanta” es tanto una expresión mezquina y oportunista como una expresión que asume un continuum de la historia. Esa entrada a la historia, hoy día es una entrada al mercado. Y en el caso de Puerto Rico y el Caribe una entrada a un mundo imaginado por el mercado que nos limita al turismo. El deseo que prolifera de transformar a Puerto Rico en una joya dentro de ese imaginario nos permite ver la calidad de nuestra relación con el resto del Caribe: ese otro caribeño que hemos formulado es un otro que representa el pasado. El pasado es otro país. Otro país es el pasado. Desde una perspectiva puertorriqueña occidentalista, Cuba y República Dominicana son dos alas de un mismo monstruo llamados subdesarrollo. Ante este contexto político y económico, ¿qué nos queda? ¿Ser levantados por los vientos huracanados hacia el “progreso”?

i. Derek Walcott, “The Antilles: Fragments of Epic Memory”, Nobel Prize, 1992, https:// www.nobelprize.org/nobel_prizes/literature/ laureates/1992/walcott-lecture.html. ii. Sally Meek, John Morton, y Mark Schug, eds., Economics (Florida: Houghton Mifflin Harcourt Publishing Company, 2018). iii. Fernando Coronil, “Beyond Occidentalism: Toward Nonimperial Geohistorical Categories”, Cultural Anthropology 11, núm. 1 (1996): 57. La traducción es mía. iv. “The story of Puerto Rico’s power grid is the story of Puerto Rico”, The Economist, 2017, https://www.economist.com/news/unitedstates/21730432-even-hurricane-maria-hit-itwas-mess-story-puerto-ricos-power-grid. v. Pedro L. San Miguel, “La dimensión fáustica del conocimiento histórico: La New Economic History 41


y América Latina”, en El pasado ya no es lo que era: La historia en tiempos de incertidumbre, ed. Carlos Pabón (San Juan: Ediciones Vértigo, 2005): 164. vi. Carlos Pabón Ortega, Mínima Política: textos breves y fragmentos sobre la crisis contemporánea (San Juan: La secta de los perros, 2015): 74. A esto se le suma la ausencia del Estado en la formación de Puerto Rico. Ausencia, que como identifica Fernando Picó, se puede trazar al periodo colonial. Ver: Fernando Picó, “The Absent State and Five Books on Puerto Rican History”, Radical History Review, núm. 128 (2017). vii. Para un reflexión de nuestra relación con el Caribe, ver: Mara Negrón, “Caribe otros…”, 80 grados, 2012, http://www.80grados.net/caribeotros/. viii. Ver: Rima Brusi, “Cuba y Puerto Rico: la alita linda, la alita enferma”, 80 grados, 2016, http://www.80grados.net/cuba-y-puerto-ricola-alita-linda-la-alita-enferma/; Frances Negrón Muntaner, “¿Por qué Cuba es sexy—y Puerto Rico no?”, 80 grados, 2016, http://www.80grados. net/por-que-cuba-es-sexy-y-puerto-rico-no/. ix. Aquí un ejemplo: Luis Ferré-Sadurní, “In Decades-Old Photos, Parallels to Puerto Rico’s Rudimentary Reality”, The New York Times, 2017,https://www.nytimes.com/2017/11/27/ nyregion/photos-puerto-rico-jack-delano.html. x. Ver: Ann M. Simmons, “Plans to rebuild hurricane-ravaged Barbuda reignite a decadesold land dispute”, LA Times, 2017, http://www. latimes.com/world/global-development/la-fgbarbuda-land-dispute-20171009-story.html; Jim Dobson, “Robert De Niro And Billionaire James Packer Will Transform Barbuda With Luxury Resort”, Jim Dobson, “Robert De Niro And Billionaire James Packer Will Transform Barbuda With Luxury Resort”, Forbes Alex Thomson, “Residents of Barbuda say they have been hit by a land grab”, 2017, https://www. channel4.com/news/residents-of-barbuda-saythey-have-been-hit-by-a-land-grab.

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FOTO ENSAYO The quicker picker upper pt1

Anto Gamunev

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FOTO ENSAYO Impacto de los huracanes en la flora del norte de la isla

Steve Maldonado Silvestrini

En este foto ensayo ofrecemos un recorrido visual de la vegetación de la costa norte de la Isla de Puerto Rico, mostramos áreas, especies puntuales que monitoreamos, antes y luego de los huracanes Irma y María. Es de importancia esta evaluación ligera, por su particularidad en áreas y especies costeras, pues es común encontrar estudios comparativos pre y poshuracanes en El Yunque y algunas otras reservas naturales, pero pocas veces o nunca en las áreas costeras donde el impacto quizás se duplica por factores como la marejada ciclónica.

Borbón (Scaevola plumieri) en fruto antes de María, especie nativa generadora de dunas, rara y amenazada en la región del Caribe debido al desarrollo urbano en la zona marítimo terrestre y el desplazamiento por la especie exótica relacionada (Scaevola taccada). 54


Borbรณn en flor, simultรกneamente.

Conglomerado de borbรณn en fruto. vol. 4_n.1_2018

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Conglomerado de borbón que protegen una duna prehuracán en la costa de Piñones.

Estado de conglomerado en una duna pos-María 56


Impacto de los vientos y marejada ciclĂłnica en sus hojas; comienzos de renuevo en un espĂŠcimen.

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Defoliación severa de la población, pero cumplió su labor de proteger las dunas.

Paisaje de palmeras de coco (Cocos nucifera) y borbón acompañados de dunas.

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Población que protege parte de la zona marítimo terrestre mediante el establecimiento de dunas, evitan la erosión severa (visible en la parte donde la especie está ausente) y subsecuentes inundaciones.

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Estado prehuracรกn del helechito plateado (Pityrogramma chrysophylla var. gabrielae) en la muralla del Viejo San Juan, este helecho es nativo, lo encontramos en la muralla del Viejo San Juan y existe otra localizaciรณn en el รกrea de Isabela / Quebradillas.

Confirmaciรณn de supervivencia de este helecho tan raro, luego del paso de ambos huracanes. 60


Paisaje del Jardín Botánico de Río Piedras, orientado hacia el barrio Venezuela, prehuracanes.

Mismo paisaje, luego de ambos huracanes. Defoliación severa, pérdida de ramas y vista del barrio Venezuela posibilitada. vol. 4_n.1_2018

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Estado general del jardín poshuracán: intransitable, pérdida total del dosel y quiebre de muchas especies exóticas, nativas y endémicas en peligro de extinción.

Escena de palma real (Roystonea borinquena), especie nativa, caída sobre palma talipot (Corypha umbraculifera), especie exótica, en el Jardín de las Bromelias.

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No todo es trágico en el panorama, semillas de guanacaste (Enterolobium cyclocarpum), especie exótica, germinando a montones en el suelo.

Panorama de la Sierra de Cayey pocos días luego del huracán María, paisaje apocalíptico de meaítos (Spathodea campanulata), especie exótica invasora, y robles (Tabebuia heterophylla), especie nativa abundante, severamente defoliados.

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Paisaje de mogote en la zona del karso, Toa Alta.

Numerosas especies nativas y exóticas mostran renuevo a los 7 días luego del huracán con las primeras lluvias, en la foto: hojas de roble nativo (Tabebuia heterophylla) y palma de corozo (Acrocomia aculeata), palma nativa, caída en la parte posterior. El karso, a causa de poco sustrato, mostró susceptibilidad a la caída de árboles y palmas debido a la falta de desarrollo de sus raices que son su medio de agarre. 64


Ceiba (Ceiba pentandra) caída en la zona del karso, Vega Alta, quiebra el mito de que esta especie no sufrió daño alguno. Las ceibas también sufrieron, aunque en menor proporción, sus raíces suelen ser fuertes, pero cuando jóvenes son susceptibles a no manejar bien el impacto de huracanes; sobre todo aquellas en áreas urbanas. Las ceibas más adultas resistieron bastante bien, como la de Vieques.

Otro gigante caído: árbol de guanacaste (Enterolobium cyclocarpum) en la entrada del Bosque Estatal de Cambalache, Arecibo; zona del karso.

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Paisaje de mayas (Bromelia pinguin), bromelia nativa, con iluminaciรณn limitada a causa de la densidad del dosel en Cambalache, estado previo a los huracanes.

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Árboles caídos, dosel defoliado y fragmentado en Cambalache, luego de María.

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Ă rboles de supervivientes en Cambalache muestra renuevos. El ambiente se ve contaminado a causa de la falta de vegetaciĂłn, lluvias y por el exceso de plantas elĂŠctricas (y otros contaminantes del aire).

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Ahlelí blanco (Plumeria alba) en bosque costero en el área de Manatí previo a los impactos de ambos huracanes, foto tomada entre ramas y densidad del bosque.

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Misma especie defoliada, pero triunfante entre las otras especies caídas y quebradas en el mismo bosque, densidad del bosque considerablemente disminuida.

Palmas de sombrero (Sabal causiarum) en el área costera de Playuela, Aguadilla. Esta especie nativa, está amenazada por contar con pocas poblaciones en pocos lugares. Esta población particular había sido debilitada previamente por mano criminal de desarrolladores que constantemente han incendiado el predio.

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La población de Aguadilla figura entre las más grandes e importantes de nuestra Isla, sufrió una reducción de aproximadamente 30% a causa del huracán. Un mito común es pensar que las especies nativas resisten mejor el embate del huracán por estar adaptadas; durante nuestra evaluación de especies, áreas y sus impactos, descubrimos que hay especies exóticas perfectamente adaptadas a sobrevivir huracanes que mantuvieron incluso todas sus hojas, y hay especies nativas severamente afectadas lo que disminuyó poblaciones considerablemente. [Información sobre la mortalidad de Palmas de sombrero proveída por Miguel G. Figuerola]

Aunque ya la vegetación muestra una recuperación visual agradable, es posible que especies raras y en peligro hayan sufrido ampliamente, el ejemplo de las palmas de sombrero es quizás uno de muchos. Otro ejemplo es el del matabuey (Goetzea elegans), especie endémica en peligro de extinción que sufrió severamente por el huracán. Es importante pues, atender estas especies, verificar sus estados y agilizar su protección, propagación y estudio. También son necesarios esfuerzos adecuados de reforestación, si queremos huracanes menos destructivos, pues la cobertura forestal actúa como línea de defensa contra los vientos. En otros casos, ayuda a generar dunas que son una línea de defensa contra la erosión, las marejadas ciclónicas, las inundaciones, la pérdida subsecuente de playas y la zona marítimo terrestre. Los manglares y especies, como el palo de pollo (Pterocarpus officinalis), ayudan a limpiar y apaciguar esa zona intermitente entre el agua dulce y la salada. Asimismo, muchas otras especie nos proveen una multiplicidad de beneficios directos e indirectos invaluables, como lo son la producción de oxígeno, alimento, medicina, materia prima, sombra, refugio…

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Retoñar

Mónica Lladó “El invierno siempre se convierte en primavera” --Nichiren Daishonin

Cuando su furia arrasó los de abajo ya vivían de carencia en carencia. Como un parto hacer nacer la nueva era de lodo y pantanos de aguas crecidas fusionar lo nuevo y lo viejo borrar huellas regresar todo hacia otro siglo. El nuevo paisaje tan ajeno los arboles desnudos el horizonte despedazado un invierno sin frío un infierno oscuro ceniciento con rastros de lo perdido.

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Las voces sin conducto no podían escuchar a los otros para saberse bien saberlos a salvo. Sin movilidad para alcanzar a los ausentes días y noches repetidas sin lumbre sin flujo vital solo lodazales esculturas de escombros como augurio de venideras distopías. En esa carencia pura nació el retoño más verde y brilloso como diciendo: “no seré derrotado” “no seré derrotado”.

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Lo acompañaron otros en su mantra alentador irrumpieron de la tierra seca para erguir desde la nada su nuevo todo tan suyo tan invencible como la furia misma de su origen.

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¿Quién no se llama Carlos o cualquier otra cosa?

Kenneth Cumba

Carlos los peces han puesto seres hoy donde te fuiste sin una palabra y sigue cayendo el agua y huye la mañana y salgo a la distancia y todo, como de pronto dentro de un puñado que infiltró, te lo aseguro echarte a caminar buscando tu tristeza dejándome de dalias el puro fermento la hora más ocurrida un tarro de orín y de miedo en el fondo de una bolsa de basura repleta de dulces y de tostitos de marihuana y guantes para el frío y una camisa que dice América y un musgo en la garganta que dice tu nombre que no vendrás más nunca Regresas, entonces al tercer ojo a cuarenta días de postormenta a María vibrando hasta los calendarios de las plantas eléctricas y electrocutadas de las leyes secas y las leyes viscosas allí hacia los contratos indignantes al ninguneo criminal del ELA lela mi abuela con Alzheimer con menos temor de muerte que de futuro

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Yo no olvido, te lo juro y me siento hasta culpable culpable de la casa y el cuarto vacío culpable de los supermercados y del romero de la accesibilidad de todas las drogas de este amor infantil con que me muevo escucha caen sonidos escucha caen como caigo los meses si soltaran las grietas los pasodobles de evitar los charcos los pies que duelen hasta que el susto crepita Repita póngase en sus pies sus pies de nuevo escucha como si fuera un subterráneo en frente de la ola todos al unísono hay que cantar


Who isn’t named Carlos or whatever?

Kenneth Cumba

Carlos the fishes have put beings today where you left without a word and the water keeps on falling and the morning flees and I go at a distance and everything, like suddenly in a handful that infiltrated I assure you having to walk searching for your sadness leaving the pure ferment of dahlias the hour that happened the most a jar of piss and fear at the bottom of a garbage bag full of candy and chips of marijuana and gloves for the cold and a T-shirt that says America and a moss in the throat that says your name that you will never return You go back, then towards the third eye forty days post-storm Maria vibrating up to the calendars of power plants and electrocuted plants of the dry and viscous laws there towards the outrageous contracts to the criminal no-oneness of commonwealth senile my grandmother with Alzheimer’s with less fear of death than of the future vol. 4_n.1_2018

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I do not forget, I swear and even feel guilty sometimes guilty of the house and the empty room guilty of the supermarkets and rosemaries of the accessibility of all drugs of this childish love with which I move listen sounds drop listen they drop as I drop the months if the cracks are loose the pasodobles of puddles to avoid the feet that hurt until they split Repeat put the feet on your feet again listen as if it were an underground in front of the wave all in unison there’s singing to be made

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En el borde

Manuel Martínez Maldonado

No importa dónde estés el agua te encontrará. La seguirá el viento despiadado que hará nudos de tus palmas y tu árbol. Un nudo inmenso que llegará de este a oeste, pasando de sur a norte, estrangulando las flores, decapitando los campanarios. Las aves dejarán las ramas, suprimirán su canto y en la noche las estrellas se esconderán debajo de las ráfagas que rasgarán las nubes para dejar que su llanto inunde las calles, borre los caminos, se trague los símbolos que una vez nos guiaron hacia la cumbre. En el borde estará el océano y el cielo teñido por donde te puedes escapar a ser amigo del leopardo que te vela desde su guarida. Te explotan aquí disfrazados de amigos, te maltratan allá porque solo ven tu nombre, tu apellido. Y vienes rezumando vientos y pobreza, y no tienes nada con que puedas pagar el alto precio de la identidad que te abandona. La oscuridad de tu isla es temporera. La oscuridad del alma perdida es imperecedera.

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En el borde tendrás que decidir qué eras. Serás un hombre o una mujer sin vientos, sin lluvia, sin sol, sin el mar que trajo las sirenas. Aquellas que conocimos bien a pesar de su disfraz de jalowín, por encima de las cejas y debajo de las pestañas falsas de ojos que miran sin ver lo que eres y serás. Te llevará el viento por las montañas sin flores, por las casas sin techo, por los árboles con las entrañas por fuera. Podrás ser una anémona que el coral ha despreciado, que sorprende la arena con su delicado abrazo agonizante que sobrevivió la fuerza de vientos, de lluvia, de robos de los tiburones que infectan nuestras vidas con la carroña de sus hurtos y sus espuelas llenas de sangre y de mentiras. En el borde habrá silencio. En el borde cantarás a más de una estrella. Repicarás cascabeles que no suenan más allá de las fronteras. Los ríos llegan hasta el océano y se ahogan sin que los añoren los sedientos. Mira nuestra nube, abraza el trino de los pájaros que marcan la aurora. Esa aurora que es solo tuya, que distingue este lado del borde. Esa aurora que no ilumina la otra mitad y que alumbra el fondo del abismo.

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Con machete en mano

Cecilia Argüelles Ramos

Hoy he despertado con gran dolor, con el corazón roto; hecho pedacitos. Tengo hasta los ojos aguaos’ y las manos sudadas. Ayer todo era tan diferente, pero hoy aún más. Todo a mi alrededor está hecho cantos. Hay muchos árboles tumbados en el piso y mi flamboyán favorito, aunque de pie, ha quedado completamente desnudo. En el suelo, solo alguna flor chiquita, pero valiente pudo sobrevivir a este desastre. Y sobre las casas, nuestras casas… Pues se las llevó el viento rabioso, como bien encabronao’ con esta Isla, mi Isla; las arrancó de cuajo y somos muchos los que las perdimos y otros que no perdieron tanto. ¿Y qué rayos hacemos ahora? Si no quedaron ni mi cama ni mis peluches ni los «posters» de mis artistas favoritos pegados a las paredes; ni la ropa de mis pais’ ni las figuritas que coleccionaba mami ni el guante de béisbol favorito de papi; ni mucho menos los juguetes de mi hermanito… Nada, no ha quedado nada para los míos, pero tampoco para otros como nosotros. Muchos de mis vecinos están en las mismas, como yo, como con esta pena que siento así como un roto en el pecho. Y a pesar del estruje en la cara y 78

del peñón que cargamos en la espalda no nos hemos quedao’ de brazos cruzados. Todos, chiquitos, medianos y grandes, hemos comenzado a limpiar los residuos del desastre, todos; los que perdieron todo y los que no perdieron tanto, pero que también perdieron mucho. Unos con picota y pala, otros simplemente con sus hermosas manos, mujeres y hombres, chamacos y chiquillos, metiendo mano a este asunto de susto, como al despertar de un sueño bien malo. Doña Miña una guerrera, que aunque con 85 años, camina y recoge en una funda escombros con sus viejas manos, cuando sea doñita quiero ser tan brava como ella; Pitito, que está tan bueno y tiene esos ojitos color caramelo, está sin camisa recogiendo planchas de cinc y palos, a él le daría un beso aunque esté todo sudado; Orlando y Raiza, recién casados que perdieron su casita nueva la que con tanto sacrificio levantaron, a ellos los veo llorando echados en el suelo desconsolados. Y no puedo contenerme, como en un arrebato me acerco a ellos y me tiro al suelo a pasar mis pequeñas manos por sus espaldas, y mis manos se mueven al ritmo de sus profundos lamentos y yo solo quiero tratar de aliviarlos. ¡Qué más quisiera que no fuera hoy después de ayer! ¡Qué más quisiera que no mojáramos más la tierra nuevamente con nuestro llanto! Pero es hoy, y como me ha dicho mi mai’ esta mañana: ¡Bota el golpe, mija, y ponte de pie con machete en mano!


Campesina Mรกximo Colรณn Mรกximo Colรณn

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Alborada

Federico Cintrón Fiallo

Lenta y paulatinamente va cerrando cada una de las ventanas y puertas con el pensamiento en el desfile de nombres y rostros que evoca su memoria: los familiares que no están allí, aunque sabiendo que viven en la zona menos amenazada por el Huracán María; en amistades, que por vivir en casas total o parcialmente de madera, enfrentarán gran peligro en las montañas de los pueblos que serán visitados por los vientos más fuertes. Recoge el plato de comer, el de beber y el mullido colchón que le sirve de cama a su perro, fiel acompañante en sus horas de mayor tristeza y soledad, y le prepara una esquina cerca de su sillón en la sala. Toda la mañana el perro había estado manifestando distintos comportamientos poco usuales: sus ojos, abiertos en toda la extensión de su cavidad ocular, traslucían a través de su pupila arenosa y dorada un fondo oscuro impenetrable; le miraba unas veces con interrogación, otras con cariño; le seguía en su recorrido a distancia prudente, allí estaba para lo que necesitara, pero sin perturbarle en la tarea que cada vez le inquietaba más; cuando el agotamiento mental se le apoderaba y se sentaba, el perro se acercaba parsimoniosamente y, 80

con suavidad, colocaba su cabeza sobre una pierna y giraba los ojos hacia arriba contemplándole el cansado rostro, como leyéndole sus expresiones, sus canales de preocupación, su quijada tensa, sus labios cerrados, y frotaba ligeramente la cabeza transmitiéndole calor y cariño, hasta que sentía la mano amiga posarse sobre su cabeza y le veía los labios dejar escapar una sonrisa amorosa que denotaba comprensión y agradecimiento por haberle reconfortado. Ya comenzaban a sentirse los latigazos que lanzaba María anunciando su llegada. La radio informaba que había entrado arrasando por Yabucoa, que los vientos huracanados eran de nivel 5, que todo lo estaba devastando, que los techos volaban como cartón y que incluso, paredes de bloques de cemento cedían ante su empuje. La radio se silenció, la electricidad se fue, y los latigazos de María ahora se transformaron en golpes macizos, las ventanas tiemblan, la puerta vibra, y se escuchan golpes de proyectiles contra las paredes. Algo muy grande se ha caído en la parte de atrás de la casa, el perro mira hacia esa dirección con sus orejas apuntando al infinito, gira la cabeza y le mira interrogándole, pero no recibe contestación, abrir una ventana para ver qué ocurrió no es alternativa. Ambos permanecen de pie esperando alguna otra señal de lo que ocurre afuera, pero solo se siente el


silencio feroz de María azotando cada vez con mayor fuerza. Todo el bullicio usual del barrio ha desaparecido, el silencio es total, es un vacío que el zumbido de la voz de ese ser invisible, el golpe de los proyectiles que lanza, los objetos que no han resistido su fuerza cayendo alrededor de la casa, y el vibrar atemorizante de ventanas y puertas, no ocupan. “He vivido en total silencio”, se dice para sí. El bullicio cotidiano ha sido su silencio. Ahora se da cuenta de que el sonido como compañía es otra cosa, es aquel que le transmite algún sentido particular, el que le acompaña porque le hace sentir que está para otro, ese otro, esa otra: el hijo, la hija, los nietos, la vecina, o cualquier otra persona que necesita escuchar, que le hable aunque sea con su silente presencia, aunque se le revele por medio de la radio, el televisor o el teléfono. Pero esto que escucha no es voz ni es presencia, es silencio que le habla de destrucción, es manifestación de horror. Ya no se ve el sol. Solo una tenue iluminación delata su existencia tras un manto gris que bambolea sus rayos humedecidos. La noche va reclamando su espacio despejando los últimos vestigios dorados, sin mermarle la fuerza al huracán, intensificando la presencia de la angustiosa soledad; se ha unido a la estupenda manifestación del reclamo de la naturaleza contra todo aquello que la ha mermado, que la ha herido, que la obliga a tomar actos violentos para sobrevivir, embistiendo contra todo lo que la desnaturaliza. Es su grito de protesta, su dejarse sentir para recordarle a la humanidad su incapacidad para librarse de su naturaleza. Dormitaba cuando le alertó la ausencia del reclamo de María. Su fiel mascota ya otea con sus orejas en alto los alrededores buscando tras las paredes indicios invisibles. Permanece unos minutos más en el sillón cerciorándose vol. 4_n.1_2018

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que lo que escucha es la retirada del atroz ser. Camina a la primera ventana que tiene cerca, la mano le tiembla, el corazón le late a punto de taquicardia, teme lo que sus ojos verán, no escucha nada ni a nadie, nunca le había dado tanto miedo esta ausencia de latir de vida; gira lentamente la perilla y deja que la vista se cuele entre las celosías. Se mueve a una ventana de cada lado de la casa y hace lo mismo. Además de la mano, ahora le tiembla todo el cuerpo y el corazón no detiene su acelerado ritmo. ¡Qué desastre! Despierta ante un mundo desolado y caótico, todo pardo y gris, objetos multicolores, pero opacos, regados por doquier, nada brilla. Ante sí tiene figuras desnudas que han resistido el embate, pero perdido su vestuario verde multitonal. El arcoíris floral ha desaparecido. Queda una que otra palma real en pie, erguida, orgullosa, con solo una cresta verde desafiante pero cabizbaja, reverente ante la pérdida de muchos otros árboles hermanos. Acaricia a su fiel acompañante, cierra los ojos, suspira profundamente, se calma, y con la solemnidad y paso lento que se visita un cementerio abre la puerta y sale a la calle. No son tumbas lo que encuentra ante sí; las casas son lápidas frente a sus muertos no enterrados: cuerpos vegetales, algunos enteros, otros desmembrados yacen por doquier. De las otras casas comienzan a salir unos habitantes que le parecen sin vida, los mismos vecinos, pero que caminan como zombis, cuerpos muertos en vida salidos de una terrible pesadilla de la cual todavía no se reponen. Divisa a su vecina, que a pesar de sus años o tal vez por la experiencia acumulada en su larga vida, comienza a recoger escombros y apilarlos en la acera. —¡Espere vecina! Déjeme ayudarla con ese tronco. El ruido va regresando poco a poco, en la distancia se escucha el ulular de las 81


ambulancias, el ambiente es sombrío, huele a muerte, no sabe cómo es el final de la vida, pero sí que donde está no parece ser la vida. Desde el centro de la calle mira a lo largo del túnel de escombros y vida muerta, nada resplandece, nada brilla, nada le es reconocible: acá una casa sin techo, allá una familia abrazada viendo los escombros de su vivienda, otros tratando de recuperar lo poco que les ha sobrevivido a la inundación. El agotamiento le hace bailar en frenesí las ideas y las rodillas le piden sentarse, allí, en ese gris y oscuro foso rodeado de escombros, en medio de la calle, en espera de qué vendrá después. Al final del túnel se escuchan voces, risas, toda una algarabía, y surgen niños corriendo a todo escape en bicicletas y patinetas en una carrera de obstáculos: vadean, brincan y trepan todo tipo de escombro. Se detienen en la casa del frente y llaman a sus amigos. Una niña montando su bicicleta y un niño en patines salen y se unen al grupo que sigue calle arriba y calle abajo sin siquiera prestarle atención al ser que se incorpora, hincha su pecho y mira sonriente a su alrededor.

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Revés de agua

Jotacé López

Una pisada de mi padre nos avisa de la entrada del agua. Aunque madrugamos y sabemos que en algún lugar sale el sol, la casa entera, gracias a las tormenteras, está en total oscuridad. Las linternas son en este momento, las únicas fuentes de luz con las que discernimos, de entre las sombras, la taza de café y el pedazo de pan con queso que desayunamos. Mi madre termina de fregar los platos, toma el radio y en vano procura una emisora. En la mesa intento deshacerme de la somnolencia que el mal dormir me ha dejado. Atraído por el ronco silbido del viento, mi padre camina hacia la sala. El hecho de que la casa esté en una segunda planta nos engaña. Creemos que afuera el aire ruge en espirales, sin sospechar que tan solo es el comienzo, un resoplido loco por revolcarse. De la penumbra que envuelve la puerta que da al balcón nos llega la voz de alerta. El charco se adentra silencioso por la rendija, al ras de las losetas, hasta los muebles. Dos colchas, cinco sábanas, un contingente de toallas y paños, los brazos de mi madre adheridos al mapo, las manos de mi padre exprimiendo sobre los baldes, mis intentos con la escoba y el recogedor y la realidad de saber la ineficacia de nuestros intentos, vol. 4_n.1_2018

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nos derrota, pero no por eso desistimos. A mares pequeñitos y transparentes, el huracán invade nuestra casa. Por largas horas, ciegos en el afán, permitimos que nuestros músculos se atenúen hasta que cada movimiento lleva en sí una queja de dolor. De repente diluvio y ráfagas cesan, no así la extensión del ahora inabarcable charco. Uno de nosotros llega a la conclusión de que los desagües del balcón están tapados. Aprovechamos la tranquilidad —de lo que luego confirmamos se trata del paso del ojo— para acabar con la persistencia de la filtración. Salimos a la intemperie. Necesitamos de algo para alcanzar las obstrucciones. Conseguimos unos ganchos de ropa, son de alambre. Los estiramos lo mejor posible hasta hacer de ellos unas varas. Desde abajo, mi padre y yo localizamos los agujeros por los que apenas escurren unas gotas. Tan pronto rompemos las acumulaciones de hojas, caen los chorros de agua sobre nosotros. En mi cara permea una fría sensación que despierta temores. ¡Mi sobrina! ¿Cómo estará? Quiero creer todo anda bien con ella. Recuerdo familiares y desconocidos que residen en las cercanías de las olas o de un río y que, tal vez, a esa hora, ya lo han perdido todo. Imagino la lluvia convertida en fango arrollando viviendas montaña abajo. Calculo el número de árboles inclinados sobre la blandura de la

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tierra revelando su abanico de raíces. Veo mi calle inundada. La alcantarilla tapada en medio del asfalto me impide prolongar mis cavilaciones. De seguro está bien, repito una y otra vez para convencerme antes de cruzar el portón de mi casa. Me dedico, con la ayuda de uno de los vecinos, a luchar con la enorme cantidad de follaje que permite la retención de la lluvia caída. Terminada la tarea, siento la llovizna refrescar mi calor y observo en una de las casas el rostro amainado de quien se pregunta por la situación de su hija. La respuesta tardará semanas, en cambio la especulación desde temprano comenzó a roer su esperanza.

La tarde se proyecta igual de agotadora que la mañana. De regreso a la casa, queremos creer que se tratará de unas pocas horas de tempestad; no obstante, nos sorprenderá la noche en la misma actividad desesperada con las filtraciones. Esta vez la embestida vendrá del sur, por las ventanas de los cuartos y la puerta trasera. Será ahí cuando el cansancio acumulado finalmente nos derrote. La hinchazón en las piernas de mi madre le cuarteará el ánimo. Mi padre estará inmovilizado por los nudos en la espalda. Y a mí la fatiga me arrebatará algo más que el aliento. De ese modo, sin mayores pesares, daremos por terminado el día.

Con el pasar de los días, en circunstancias triviales, me enteraré cuando ese rostro ya envejecido por la espera alivie su incertidumbre. La hija y su esposo relatarán su vivencia frente a varios pares de ojos atónitos. Con una serenidad inusual, ella hablará y él, absorto con la mirada en el suelo, asentirá con un suave gesto a cada palabra. Contará cómo, estando en su casa, algo le sucedió al llanto en el instante mismo que el agua se les trepó de los tobillos a las rodillas y no conforme se abrazó a cada cintura y subió por los costados hasta posarse en los hombros, a la altura de los cuellos. La inundación nunca hizo ruido, seguía en calma, como si se hubiese acoplado a la estrechez del pasillo que habitaba. Éramos nosotros los de la gritería, los que pedían auxilio, en particular nuestros hijos que llevábamos en brazos… Pero falta tiempo para oír el testimonio en su totalidad. Faltan la escasez de alimentos, las cisternas secas, las filas infinitas para un poco de gasolina, los desaparecidos, los muertos atestando neveras en hospitales sin ser cifras oficiales, bacterias, accidentados y rumores; faltan elogios al gobierno y suministros que nunca llegarán; falta tanto antes de que el abrazo de una hija sirva de sosiego a un pecho de madre devastado por el huracán.

El estrépito del viento y la constancia de la lluvia abarcan la noche. Me pregunto si mis padres se rendirán a la suavidad de la almohada. Ojalá que sí. Bien merecido lo tienen. En tanto que yo, en mi cuarto, linterna en mano y desde el colchón, alumbraré las múltiples vetas de agua que bajarán por la pared bajo la ventana. Afuera, avanzarán las nubes y en mi quietud aparecerán techos desprendidos, ataques de nervios aferrados a una mueca, rincones atestados de viento y mi sábana, a pesar del calor, me cubrirá un poco más allá de las sienes. Giraré en busca de la posición fetal que mejor me acomode y ahí, cuando los ojos vayan sucumbiendo a la inminencia del sueño, intuiré borrosamente la pequeña mano de mi sobrina dibujando las flores del patio, pidiendo ayuda para domar la curva de un pétalo y aburrida, luego de darme el bolígrafo, querrá volver a la casa y en esos pocos pasos con su voz de seis años me preguntará, ¿a qué jugamos ahora? Y quizás no la comprenda y, perplejo, la vea como una mancha opaca que rueda hacia las turbulencias de quien ya se ha dormido.


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Junta Editorial: Alexandra Pagán Vélez { Directora Editorial Cruce Anto Gamunev { Diseño, montaje y diagramación Sonia Cabanillas Martín Cruz Santos Hugo R. Viera Vargas Junta Asesora: Mariveliz Cabán Montalvo { Presidenta Roxanna D. Domenech Sugelenia Cotto

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Escuela de Ciencias Sociales, Humanidades y Comunicaciones de la UNIVERSIDAD METROPOLITANA

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