Puerto Rico: cultura politica y procesos electorales, 30 de noviembre 2020

Page 1

Puerto Rico: cultura polĂ­tica y procesos electorales

/I


30 de noviembre de 2020: Puerto Rico: cultura política y procesos electorales Junta Editora: Roxanna D. Domenech { Directora Anto Gamunev Sonia Cabanillas Martín Cruz Santos María José Moreno Juan Carlos Quiñones Carlos García Alexandra Pagán Vélez { Lectora externa Hugo R. Viera Vargas { Lector externo Junta Asesora: Sugelenia Cotto { Presidenta

Portada: Colmado el país x Nick Quijano Montaje: Anto Gamunev

II / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Para colaborar: En Cruce publicamos artículos de investigación, reflexión; reseñas; notas de opinión; comentarios de textos; fotoensayos o arte plástico; entrevistas; textos creativos; y otro tipo de escrito que suponga un análisis o mirada crítica a la sociedad contemporánea. Toda persona que desee colaborar deberá enviar su artículo por correo electrónico, comprometiéndose a que dicho texto respeta las normas internacionales en materia de conflicto de intereses y normas éticas. Los escritos se someterán a estricto arbitraje y proceso de edición y corrección, por lo que la colaboración puede sufrir alteraciones, a menos de que se trate de un texto literario. Nos enfocamos en los siguientes temas: Política y sociedad: Los escritos de crítica sociopolítica presuponen colaboraciones de los diferentes saberes de las Ciencias Sociales, las cuales a través de principios o esquemas conceptuales o teóricos analizan y explican los fenómenos y estructuras sociales.

Letras: Los escritos literarios de autor (poemas, cuentos, dramas, fragmentos de novela, prosa poética…) que muestran la sensibilidad humana e inspiran a la creación. Asimismo, reseñas, críticas a textos literarios y otros acercamientos literarios o propiamente lingüísticos. Arte: Los escritos dedicados al análisis, el estudio y la presentación de todo aquello que comprenda al mundo cultural. Abarca la gestión cultural, la autogestión, los estudios culturales, la música, el arte plástico, movimiento escénico, danza, la cultura popular y el arte urbano, vistos preferentemente desde el prisma de la cotidianidad. La fotografía como narrativa visual que sirve para retratar la cotidianidad y la realidad social, y los acercamientos a la obra fotográfica de algún autor. Cine: Los escritos que analizan o reflexionan acerca del mundo cinematográfico y cómo se atiende desde lo visual los temas de relevancia contemporánea. Se aceptan formatos audiovisuales. Los derechos de las publicaciones son exclusivas del autor. Todas las colaboraciones y comunicaciones se harán al correo institucional de la revista editorescruce@uagm.edu

/ III


revistacruce.com/ new_revista

issuu.com/ revistacruce

facebook.com/ Revista.Cruce

IV / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLĂ?TICA Y PROCESOS ELECTORALES

instagram.com/ revista_cruce


ÍNDICE Cancionero Nick Quijano Elecciones 2020: políticos y los medios Sandra D. Rodríguez Cotto La constitución ha muerto Eden Bastida Kullick Reescritura y divertimiento: pensar el panorama electoral Mario Cancel Sepúlveda Diez mujeres ocuparon las alcaldías en 1960: un acontecimiento que no se ha vuelto a repetir Sandra Enriquez Seiders La retórica de Inés M. Mendoza como Primera Dama sobre la mujer, 1949-1965 Glorimar Rodríguez Gonzalez Decoración (contaminación) electoral 2020 Javier Martínez Propaganda que nos invade Carlos Ferrán No puedo respirar Mayra Encarnación

p.1 p.7 p.19 p.25 p.33 p.41 p.47 p.57 p.59

Cuatro Voces Vianca Arocho

p.61

Democracia y Derechos humanos: El Senador y la Justicia Laura Crespo

p.65

¿Quiénes, cómo y qué somos?: Una revisitación al imaginario puertorriqueño a través de las canciones de Mon Rivera Vibeke L. Betances

p.71

/V


NOTA DE EDICIÓN Es a través de la selección de estas piezas que existe evidencia física y prueba fehaciente de toda la trayectoria que … hemos trabajado para el análisis en torno a la vida … y lo que significa … el colectivo nacional. Nick Quijano1

Las circunstancias sociopolíticas del presente llevaron a la revista Cruce a convocar a nuestra comunidad a reflexionar sobre la(s) democracia(s) y los procesos electorales del 2020. La junta editora de la revista invitó a especialistas interesadxs en explorar de modo crítico los más diversos aspectos de: la cultura política, las elecciones y los medios masivos de comunicación, la historia política, los procesos electorales, asuntos de género, diversidad, democracia y derechos humanos, la participación ciudadana y la opinión pública, entre otros temas con la intención de compilar y exponer diferentes textos y expresiones artísticas que cuestionaran, problematizaran, denunciaran y se expresaran sobre estos ejes temáticos. Hoy nos place compartir con ustedes dicha compilación bajo el título Puerto Rico: cultura política y los procesos electorales. En esta edición especial tenemos el honor de exhibir una selección extensa y variada de la obra plástica de uno de los artistas plásticos mas importantes del Puerto Rico y Caribe contemporáneo, Nick Quijano. En esta ocasión, Quijano gentilmente nos comparte una serie de obras trabajadas en diferentes medios. Todas han sido expuestas en galerías y museos dentro y fuera del país, galardonadas con excelentes reconocimientos2. Al igual que en otras de sus numerosas exhibiciones, Quijano presenta en la revista Cruce “una propuesta plástica que ilustra aspectos de la afirmación nacional”3 desde una visión amplia y crítica. Esto es evidente desde la portada de esta edición donde se plasma su obra titulada Colmado el país, al igual que a través de las obras que componen Cancionero y en las que acompañan los textos que forman parte de este número. A petición de Quijano, y de manera muy acertada, cerramos con su obra titulada Aguanta la lancha. Esta pieza nos transporta a nuevas posibilidades, provoca y potencia miradas amplias y esperanzadoras en torno al presente y futuro de nuestro país desde el/lo colectivo. 1 Palabras de Nick Quijano en torno a la exhibición TESIS (octubre- noviembre 2019) y el trabajo de investigación histórica sobre su obra plástica realizada por Manuel Vázquez, quien también fungió como curador de dicha exhibición en la Galería SPACE. Este planteamiento de Quijano se asemeja a la experiencia compartida en la selección de obras y textos para esta edición especial de Cruce. 2 La Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña le dedicó la segunda serie del Año 9, Número 18 de enero-julio del 2010 a Nick Quijano. En su ensayo titulado “Los mundos de Nick Quijano” Sonia Cabanillas afirma que, “… Nick Quijano se conoce hoy día por formar parte de la “escuela nacional”, creadores que se dedican a plasmar temas y personajes del ambiente caribeño” (p.30). 3 Manuel Vázquez curador de la exhibición titulada TESIS (Galería SPACE, octubre-noviembre 2019).

VI / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


De igual forma nos alegra contar en esta edición con la reconocida periodista y escritora, Sandra Rodríguez Cotto quien aborda preguntas urgentes, “las que dominaron el escenario de la discusión política en Puerto Rico en las recientes las elecciones del 2020”. Este banquete continúa con un ensayo muy oportuno titulado Reescritura y divertimiento: pensar el panorama electoral del también respetado escritor e historiador, Dr. Mario Cancel Sepúlveda y dos ensayos que analizan de manera critica la participación y representación política de las mujeres en Puerto Rico en estos últimos dos siglos. El primero de estos es de la autoría de la Dra. Sandra Enriquez Seiders y el segundo de la profesora Glorimar Rodriguez, ambas distinguidas especialistas en historia de las mujeres. Además, se incluyen textos creativos de las escritoras y colaboradoras recurrentes, la Dra. Mayra Encarnación y Vianca Arocho, seguidos por un análisis desde la óptica de democracia y derechos humanos del cuento El Senador y la Justicia de Ana Lydia Vega. Dicho análisis fue redactado por la Dra. Laura Crespo, especialista en literatura puertorriqueña. Asimismo, este número expone una serie de afiches titulados La constitución ha muerto de la artista Edén Bastida Kullick, al igual que el fotoensayo Decoración (contaminación) electoral 2020 de Javier Martínez y una pieza artística junto a un escrito del arquitecto Carlos Ferrán en torno a la propaganda que invade nuestros espacios citadinos. La edición concluye con un ensayo de otra de nuestras columnistas, Vibeke Betances Lacourt quien nos incita a “leer nuestros contextos sociales más allá de los estatutos predeterminados”. Dicho texto también está acompañado de las obras del artista Nick Quijano. Ambxs, Betances y Quijano revisitan, cuestionan y replantean el/los imaginario/s puertorriqueño/s a través de su trabajo. Aprovechamos esta oportunidad para resaltar el trabajo del diseñador gráfico de esta tercera edición especial del semestre académico de Cruce, el profesor de Comunicaciones Anto Gamunev. Nuestra próxima edición especial titulada Humanidades para nuestros tiempos: reflexiones y perspectivas será la primera del mes de diciembre. Les agradecemos su continua colaboración con nuestro interés de gestar un espacio de encuentros. Atentamente, Roxanna Domenech Cruz, directora Revista Cruce División de Artes Liberales editorescruce@uagm.edu / VII


Cancionero Nick Quijano

1 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Los muchachos

/2


Tuntuneco

El buen café

3 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Cantalicio

/4


Aquí me quedo

5 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Karakatiski

/6


Elecciones 2020: políticos y los medios

Sandra D. Rodríguez Cotto

*Foto recuperada de https://decisionpr2020.com/conoce-a-los-seis-candidatos-a-la-gobernacion-mas-alla-de-la-politica/

7 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Fueron dos las preguntas que dominaron el escenario de la discusión política en Puerto Rico en las recientes las elecciones del 2020. Las hacían los comentaristas en los medios tradicionales como las cadenas de radio, en los noticiarios de televisión y algunos, hasta las publicaban en sus columnas en los periódicos y medios digitales. La primera: ¿Representan el fin del bipartidismo?, y la segunda: ¿qué papel jugarán los partidos emergentes en este cuatrienio? Si se miran bien, ambas preguntas parten de la misma premisa: que aquí hubo una ruptura en la política tradicional y que el electorado quiere cambios, por eso lo demostró con sus votos. Después de todo, el gobernador Pedro Pierluisi fue electo por sólo el 35% de los votantes, lo que significa que un 65% del electorado quería otras alternativas políticas. Esa es una realidad incuestionable. Sin embargo, la pregunta que no se han hecho y no se atreven a hacer es ¿qué rol tuvieron los medios de comunicación masiva y cómo incidieron en electorado? Esa pregunta es un tabú. Hacerla representa pisar muchos cayos, herir susceptibilidades y sensibilidades, desenmascarar agendas, y más que nada, decir la verdad. La verdad duele. Por eso no es fácil admitirla. Los partidos minoritarios, particularmente los nuevos como el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y el Proyecto Dignidad (PD), así como el candidato independiente Eliezer Molina, fueron los más vocales denunciando la falta de espacio para llevar sus mensajes en los medios tradicionales. De esa forma siguen la pauta de un reclamo histórico que viene denunciando el liderato del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) por los pasados 20 años. Los líderes del PIP llevan tiempo criticando que no les dan espacio en los paneles de discusión en radio y televisión. Ahora es más obvio que en los medios tradicionales escasean las voces alternativas. Los mal llamados analistas políticos, que realmente en su mayoría son comentaristas, se dedican a leer los titulares de periódicos

y a comentar. Son, en un término inventado, opinantes, no analistas. Muchas veces carecen de trasfondos históricos o empíricos, y suelen basar sus comentarios en los titulares del día. (Rodríguez Cotto, 2012a, 2016a, 2017b). En la mayor parte de los paneles de análisis no hay llamados analistas del PIP, ni de MVC, PD ni de ningún otro sector. Por eso estos partidos y candidatos tuvieron que recurrir a las redes sociales para llevar sus mensajes y lograron alcanzar al menos, el 65% de los votantes. Esa cantidad incluye a los electores del Partido Popular Democrático (PPD), que, aunque es uno de los dos partidos principales, no domina el escenario mediático. Vamos a los números. ¿Quién domina a los medios? La historia es clara en cómo el PPD y el PNP se han repartido el poder político, y por ende, el espacio en los medios tradicionales. (Suberví, Rodríguez-Cotto, Lugo-Ocando, 2020). Pero la hegemonía mediática que mantuvo el PPD por décadas, la ha capturado el PNP, particularmente en este cuatrienio como bien se evidenció en el infame chat de Telegram entre el exgobernador Ricardo Rosselló y su grupo de amigos. En dicho chat se demostró cómo usaban los medios para dictar agendas políticas a favor del PNP. (Rodríguez-Cotto 2019b, 2019c, 2020a; CPI 2019 Virella 2018). Ahora el escenario lo domina el PNP y es evidente, si se consideran los 16 medios principales en el país. No incluye a las redes sociales ni los medios regionales, tampoco a los canales de cable TV, ni los medios religiosos, que, aunque son otros canales importantes de distribución de contenido, están fragmentados en términos de audiencias. Por eso se contemplan en este análisis macro. Los medios principales son los que tienen las audiencias más grandes y reciben casi la totalidad de la pauta publicitaria. (Suberví, Rodríguez-Cotto, Lugo-Ocando, 2020). Los 16 medios principales son los siguientes. En prensa hay seis: El Nuevo Día, Primera Hora, El Vocero, Metro y Claridad. En televisión hay seis: Telemundo, Wapa, WIPR, Univisión, Mega /8


TV y TeleOro. Puerto Rico es el territorio de los Estados Unidos con mayor número de emisoras de radio por milla cuadrada, pero en términos de cadenas de noticias o “talk shows” que dominan las audiencias hay cuatro principales: WKAQ, NotiUno, Radio Isla y Mega. Y aunque hay varios medios digitales y los periódicos tienen sus versiones online, el más sólido es Noticel, que es el que consideramos para propósito de este análisis.

más tiempo y espacio al PNP.

De todos esos medios, la mayoría son estadistas. El “line-up” de dueños, accionistas, directivos, analistas, comentaristas, talentos, e incluso, algunos periodistas definieron su línea editorial por lo que sólo el 35% del electorado escogió. O sea, la mayoría de las estructuras de poder en los medios tradicionales en Puerto Rico es penepé.

Los medios y las nuevas minorías

Este análisis se basa en las posiciones de la gerencia, los dueños, accionistas y los que mantienen el poder. O sea, lo que expresan y cómo lo expresan. Esto no significa que todos los periodistas sean afines al PNP o a Pierluisi, aunque muchos sí lo son. Incluso, tampoco significa que las líneas editoriales o los dueños actúen al unísono. También hay diversidad, pero los que controlan las líneas editoriales sí lo son, y se evidencia al analizar el contenido. Pierluisi y el PNP tiene dominados a 14 de esos 16 medios principales. Es decir, las líneas editoriales de los noticiarios y el enfoque temático con más cobertura hacia el PNP era evidente en las portadas y temas de columnas, así como en las versiones online de los periódicos El Vocero y Metro y NotiCel. También en la cantidad de comentaristas y las entrevistas realizadas a los candidatos del PNP en Telemundo, WIPR, Mega TV, Wapa Radio, NotiUno y la cadena SBS. Además de esos 14 medios se le añade la cobertura de los dos periódicos de GFR Media: El Nuevo Día y Primera Hora, así como los canales WAPA-TV y Univisión, y la emisora WKAQ 580. Estos cinco medios mueven sus enfoques en cobertura según sea más últil, y aunque en ocasiones parecían apoyar al candidato del PPD, Carlos Delgado Altieri, terminaron ofreciendo

Resta por analizar si esto respondió a la pauta publicitaria del PNP durante la campaña política, pero esos informes del Contralor Electoral todavía no han sido publicados. Uno puede llegar a esa conclusión si se suman los enfoques de todos sus analistas, presentadores de noticias y la cantidad de tiempo ye spacio que dedican a uno versus a potro candidato.

El PPD, que sí es un partido tradicional, ahora mismo sólo mantiene dos medios principales. Es decir, en la pasada contienda las líneas editoriales y cobertura les fue más favorable tanto a Delgado Altieri como a los demás candidatos del PPD solamente en la cadena Radio Isla y los programa de análisis y entrevistas en TeleOro. O sea, PNP tiene 16, el PPD dos, y el resto de los partidos, realmente nada. El sector independentista sólo tiene al semanario Claridad, pero este medio no dijo directamente a sus lectores que votaran por el PIP o por los candidatos independentistas de MVC. Igualmente, en Puerto Rico hay medios conservadores o cristianos, pero entre los 16 medios principales, incluyendo a TeleOro que pertenece a la Iglesia Católica, casi no dejaron espacio a los candidatos del PD. Quizás por eso sorprendió tanto cuando éstos lograron elegir a dos candidatas a la Cámara y al Senado. (Rodríguez Cotto, 2020c). El negocio y la ideología La realidad es que los medios en Puerto Rico se presentan como negocios, y como tal, alegan tener independencia de criterio, pero eso no es cierto. Lo que prevalece un clima ideológico dominado por las estructuras políticas y económicas que dicte el gobierno de turno. (Suberví, RodríguezCotto, Lugo-Ocando, 2020). Por esa razón los dueños y empresarios mediáticos modifican las líneas editoriales, aceptan imposiciones del sector político, y en

9 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


muchas ocasiones les hacen el juego a los gobiernos, al punto en que evitan ciertos temas, dictan agendas de lo que el público puede o no consumir en sus titulares y portadas, y hasta hace que los periodistas se autocensuran, sin razonar sobre las implicaciones éticas de dichas acciones editoriales. (Coss, 2017; Rodríguez Cotto, 2016; Sepúlveda, 2005). El hecho es que la mayoría de los dueños y la alta gerencia de los medios comerciales e incluso los religiosos son miembros de uno de los dos partidos políticos principales, PNP y el PPD, y esto, inevitablemente contribuye a orientar el clima ideológico que domina en los medios en Puerto Rico. Esto ha sido analizado por varios autores a través de los años, cuando escriben sobre temas tales como la censura y autocensura de los medios, y sobre la cobertura limitada o sesgada (Anderson, 1977; Coss, 2017; Dávila Colón, 1999, 2015; Lugo Ortiz, 2015; Ríos Ávila, 2003; Rodríguez Cotto, 2016, 2017). También se nota en las restricciones que les imponen a los medios independientes y aquellos que se identifican con el sector independentista, como han expuesto también varios autores y aparecen en varias tesis y disertaciones académicas sobre medios en Puerto Rico. (Palau, 1979; Palau Suárez, 1992; Sepúlveda, 2005). No se puede culpar a nadie por sus ideologías políticas, porque, a fin de cuentas, están en su derecho a creer en lo que deseen o les convenga. Sin embargo, hay otros elementos que inciden en cómo se cubren ciertos temas y el clima ideológico en los medios también se afecta por la crisis económica que se mantiene en la industria. Por lo tanto, el contenido que producen localmente los medios está contaminado por el temor a la pérdida o a la disminución de los ingresos y los subsidios publicitarios gubernamentales. Ese miedo contribuirá a enmarcar o incluso a restringir lo que se publica o comparte a través de los medios de comunicación que dependen de tales ingresos (Rodríguez Cotto, 2017; Suberví, Rodríguez-Cotto, Lugo-Ocando, 2020) A la fragilidad económica se une un miedo casi

descontrolado que experimentan los empresarios mediáticos a los anunciantes. Les tienen pavor a que los publicistas y anunciantes retiren pautas porque no estuvieron de acuerdo con alguna cobertura negativa de sus productos o servicios. Antes había mayor libertad de criterio, pero por la crisis económica, ahora les aguantan a los anunciantes lo que éstos determinen y ahí también se ve un sesgo en las líneas editoriales. (Rodríguez Cotto, 2017, 2019). Todo es parte de la manipulación de los medios. (Holiday 2012, Rodríguez Cotto, 2012, 2016, 2019, 2020). Hay muchas otras formas en las que el gobierno ejerce influencia o trata de manipular el funcionamiento de los medios de comunicación. Algunas de esas influencias son el resultado de los medios de comunicación “receptivos” conexiones gubernamentales, es decir, “relaciones oportunas que son tan convenientes para ambos que socavan la transparencia, el acceso a la información pública y contribuyen a la manipulación de la opinión pública en la medida en que tales conexiones limitan sobre la corrupción si no son de hecho corruptos” (Suberví, Rodríguez-Cotto, Lugo-Ocando, 2020). Independientemente de la forma en que se produzcan esas relaciones, son factores importantes que influyen fuertemente en el funcionamiento del sistema de medios. ¿Realmente es el fin del bipartidismo? Ya le enterraron la estaca en el corazón. Todavía no murió, pero el bipartidismo empieza a dar sus últimos aletazos con la elección del 2020. Hay muchos adoloridos, como cuando los soldados salen de una batalla heridos, y quieren levantarse. Resucitar. Pero es inevitable aceptar que el cambio apenas comienza. Al PPD que se fue de vacaciones en estos cuatro años, los electores le pasaron factura. Con la estructura que tiene el partido más antiguo, debió haber hecho su trabajo, pero no. No fiscalizaron. Se olvidaron de que hacer oposición significa fiscalizar. Con su silencio, los populares se hicieron cómplices del pillaje de este cuatrienio, que pasará a los anales de la historia como uno / 10


de los peores en Puerto Rico. Un cuatrienio en el que la corrupción sembrada en el mismo corazón de aquellos moradores de La Fortaleza, permitió desde el robo de víveres y ayudas, hasta las muertes de 4,645 puertorriqueños. Vieron a los asesinos y no dijeron nada. Los populares callaron. Sólo había excepciones que se cuentan con una mano y sobran dedos: Un Tatito Hernández, un Jesús Manuel Ortiz, un Ángel Matos y un poco, un José Aníbal Torres, pero el resto de los populares en silencio. Claro, la otra excepción era Carmen Yulín Cruz, pero la alcaldesa está en otra liga. Muchos populares no la querían ni la veían como popular. El resto del liderato de la pava estaba más pendiente a mantener sus salarios y sus puestos, que hacer el trabajo de oposición. Se conformaban con salir en el programa del Guitarreño haciendo el ridículo, como hizo una vez la senadora Brenda López de Arrarás imitando a una niña, y tantos otros. Si no era allí, intentaron volver el poder como Aníbal Acevedo Vilá, que ni los mismos populares lo querían. Es evidente que la elección del 2020 no sólo fue una derrota electoral, sino que también demuestra la decadencia en el PPD. Es que 82 años pesan. Más, si se vive en la indefinición, y ya el ELA estaba moribundo. Lo mató PROMESA, lo enterró la Junta, el caso Sánchez Valle, Obama y hasta el mismo Trump. Lo ha ido matando su propia inacción. Charlie Delgado Altieri se aferra a que cuenten los últimos votos, pero su elección representa la segunda vez corrida en la que el PPD pierde por menos de un 3%. Quizás es que necesitan definirse en algo nuevo. Quizás es que el PPD ya llegó hasta donde podía, porque con todo y caras nuevas que las había entre los candidatos para esta contienda, no convencieron a la gente porque nunca se escucharon. Eran desconocidos. El PNP, por su parte, celebró en grande la noche del tres de noviembre. Tenían que hacerlo para asegurarse el poder, plantando bandera ante las cámaras de WAPA TV que llevó a Pedro Pierluisi y a Jennifer González de recorrido, como hicieron

cuando ganó Rosselló. Era como darle rewind a una historia que concluyó en tragedia. Después de la contundente botada que el pueblo le dio al exgobernador durante el verano del 2019, la primera en la historia de Puerto Rico, después de la sucesión de tres gobernantes en dos semanas, y luego de sobrevivir calamidades como huracanes, terremotos y pandemias, la victoria de Pierlusi le dio un respiro a los penepés. Pero fue un respiro corto. Cuando cayeron en cuenta de su realidad, empezaron a temblar. Pierluisi llega con menos de 1% de ventaja y el 32% de apoyo electoral. O sea, siete de cada 10

11 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Pan Tierra Progreso de Javier Martinez

electores puertorriqueños votó por cualquier otra opción que no fuera el PNP ni Pierlusi. Eso es incluso menos que lo que sacó Ricky en el 2016 (un 41%), pero Pierluisi está en peor posición. No tiene un poder consolidado que le permita el banquete total que esperaban con los fondos de reconstrucción. Perdieron un montón de alcaldías y poderosos puestos legislativos. No tienen mayoría legislativa. El PNP solo tiene a la Comisaría Residente, con una fortalecida Jennifer González, que no pierde una. Es como los gatos, que siempre cae parada, y la respaldan. Pero no hay duda alguna de que los empleados fantasmas en el Capitolio y los

sueldazos de $5,000 por velar el salón café o de $10,000 a una pastora, pesan. El pueblo a $7.25 la hora o en Ley de Quiebras, no los perdona. Aunque sean estadistas. (Rodríguez Cotto 2020 b) Por eso la victoria que cantaron en la noche del tres de noviembre, en el fondo le supo amarga a los azules. Sonreían para las cámaras, pero en su fuero interno saben que no tiene verdadero poder. Las minorías que son más que ellos, mandan. Como en el verano pasado, los azules saben que los otros son más y no tienen miedo. Por eso los penepés andan bien preocupados. / 12


Foto por Four Two Photography

13 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Ahora a ver a quién nombrarán al Supremo y al Apelativo antes de que Wanda Vázquez entregue el poder. A ver qué hacen ahora con los puestos que tenían amarrados por cuatro, seis, 10, 12 años. A ver cómo logran controlar la distribución de los billones para la reconstrucción, ese botín que los tenía con los dientes afilados, salivando. A ver cómo acomodan a los del chat y demás brothers en la televisión o en la radio, para que comenten y tiren bombas de aire. A que distraigan con su fake news. A que envuelvan. A que duerman. Es mucho dinero y hay muchos compromisos, pero muchos quedaron fuera. El pueblo los botó. Les duele admitir, como dijo Ricky, que no es fácil cogerse de pendejos a ellos mismos.

finalmente entra por el precinto 3 de San Juan, Eva Prados. El PPD tiene mayoría tanto en el Senado como en la Cámara, pero necesitarán los votos del PNP y de todos estos candidatos para poder legislar.

Así que el PNP tampoco puede cantar una victoria total. Aunque hayan ganado la consulta amañada, que no tiene validez ante un Congreso racista. A pesar de Florida y de Biden, saben que ese 53% del sí por la estadidad, no les da un cheque en blanco.

Sin elitismos, pero con seriedad y con una frescura poco usual en esa colectividad que llevaba años anquilosado y sin quedar inscrito, los pipiolos escribieron en estas elecciones una nueva página electoral. Ya las nuevas generaciones y los que no provienen del PIP institucional no están bajo la sombra del patriarca Rubén Berríos. Es un PIP que se proyectó moderno, como Dalmau. Con la seriedad que da uno de los legisladores más productivos en décadas, pero que lo mismo se tira de un paracaídas que se retoca el tatuaje de su puño en la espalda.

Los grandes ganadores de las elecciones son los que todos obviaban. Esos a los que el establishment de medios corporativos, empresarios y Junta, descartaban. Todos los chiquitos, que aún sin unirse en sus estructuras, son más y pueden mandar si se lo proponen. Sólo si se unen y evitan que los rojos y los azules diseñen una estrategia de control. Pero ojo. Hay que velarlos. Por ahí es que viene el bipartidismo. Los cuatro partidos pequeños El nuevo gobierno tendrá que contar con los partidos emergentes, particularmente en la Asamblea legislativa, si es que quieren mover los temas. Igualmente, los nuevos legisladores se tienen que espabilar y delinear planes en conjunto. Si uno lo analiza bien en el Senado está María De Lourdes Santiago (PIP), el independiente José “Chaco” Vargas Vidot, por MVC están Ana Irma Rivera Lassen y Rafael Bernabe; y por el PD salió electa. Joanne Rodríguez Veve. En la Cámara por el PIP revalidó Dennis Márquez, por PD fue electa Lisie Janet Burgos y por MVC José Bernardo Márquez y Mariana Nogales, y si

Al Partido Independentista Puertorriqueño ya le hacía falta una renovación. Este partido tuvo la mayor victoria desde el 1956, y a los 74 años de su fundación, consiguió un nuevo aire lo trajo la figura de Juan Dalmau, quien, con una campaña alegre, pero profunda, logró capturar la imaginación de muchos más allá de las filas tradicionales del independentismo y consiguió cerca del 15% de los votos. (Rodríguez Cotto 2020c)

El reto grande es ver si la dupla de Santiago y Márquez mantienen el ímpetu que les deja Dalmau. Habrá que activar a los jóvenes y sacar las nuevas caras en las más de 1,000 candidaturas que postularon. Habrá que ver si logran alianzas con los nuevos partidos, sin perder la integridad que es lo que no tienen otros, y eso el elector lo sabe. Habrá que ver cómo se mantienen con el ánimo de incomodar los vecindarios, con la decencia que siempre ha tenido el PIP a nivel institucional. Por su parte, al Movimiento Victoria Ciudadana, así como al PD, les toca demostrar trabajando, de qué están hechos. Cumplir lo que prometieron. No quedarse en el discurso sin acción. Es un hecho incuestionable que MVC logró unos peldaños importantes porque los trabajó duro. Se ubican como la tercera fuerza política en la / 14


*Foto recuperada de https://www.elnuevodia.com/noticias/politica/notas/presidenta-del-movimiento-victoria-ciudadana-se-acabo-la-dictadura-del-bipartidismo/

legislatura, pero no así en las alcaldías. Resta por ver cuántos MVC versus PIP se colaron en las Legislaturas Municipales a lo largo y ancho de Puerto Rico. Pero no cabe duda de que MVC irrumpió el esquema político y tienen a la delegación legislativa más amplia. Sólo resta por ver si pueden lograr alianzas con otros sectores. También es una duda y se ha planteado así en los medios, si responderán al Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores que financió campañas. El tiempo y su labor legislativa, será la mejor prueba. De lo que no hay duda es que le metieron una tranca al PNP y al PPD especialmente en la Cámara de Representantes. Resulta interesante que venían de estar bajo

la sombra de Alexandra Lúgaro, porque la campaña del MCV se centró en la candidata a la gobernación. Pero callados, los candidatos seguían haciendo su trabajo para lograr los escaños, mientras Lúgaro aguantaba golpes de la campaña sexista de La Comay-Kobbo Santarrosa, Mega TV, JPD, los alicates pagados que se dedican a insultarla en las redes sociales, y los medios afines que la atacaban. Aunque no ganó la gobernación, creció 3.7% comparado a cuando se postuló como independiente en el 2016. Esa campaña negativa, la victimizó. La gran sorpresa para casi todo el país fue el partido Proyecto Dignidad. En gran medida porque los medios corporativos lo ignoraban, o cogían de chiste al candidato a la gobernación,

15 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Dr. César Vázquez. Cuando no era su sombrero, se burlaban porque hablaba lento. Cuando no, le decían fundamentalista. Fue hasta objeto de escarnio y humillación por la anfitriona de un forodebate de los Ingenieros, que lo interrumpía y lo increpaba, sin decirle que ella había trabajado antes con Lúgaro, y eso provocó su abrupto abandono del lugar. Ese evento, de por sí sólo, movió a mucha gente que se sintió indignada y votaron por PD. Vázquez, callado, y todo su partido, seguían en su estrategia que la inmensa mayoría del país no la vio venir. Particularmente los comentaristas y analistas políticos, así como los periodistas, que se prestaron para el escarnio de PD, no supieron cómo reaccionar al ver que sacaron más del 7%. (Rodríguez Cotto 2020d) Pero PD se centró en su nicho, que incluía una estrategia de mercadeo bien montada en los pueblos del sur y del este, así como en los medios cristianos, y en cuestión de meses desde que fueron inscritos, lograron colar dos en Cámara y Senado, Joanne Rodríguez Veve y Lisie Janet Burgos Muñiz. Mujeres, por cierto, lo que rompe también con la imagen de retrógrados y antimujer que muchos en los medios les habían puesto injustamente al PD. Hay que recordar que en Puerto Rico hay una gran población de conservadores, y éstos tienen sus portavoces con Dignidad.

especialmente en la Legislatura. Contra eso, los nuevos tienen que luchar. Por eso desde el primer día comenzaron a comentar de posibles tranques legislativos y de que no habrá consensos, lo que hará todo ser ingobernable. Pero estos jinetes vienen a trote, como en el Apocalipsis. Tienen la ventaja de que no están erosionados como el PPD y el PNP. Proyectan innovación. Proyectan algo nuevo. ¿Qué si ya hay un nuevo Puerto Rico? Diría que casi. Por ahí anda. El futuro contenido político en los medios ¿Dónde quedan los medios de comunicación ante esta nueva realidad política? ¿Traerán analistas conservadores o religiosos de PD a la radio comercial? ¿Tendrán paneles de televisión con comentaristas fijos de MVC o del PIP? ¿Llegarán a tener representantes de todas las tendencias políticas como exigió el electorado, o se mantendrán sólo con los PNP y PPD como hasta ahora? ¿Y las líneas editoriales, mantendrán una luna de miel con el gobierno entrante de Pierluisi? ¿Durará la paz más allá de los primeros 100 días de mandato? No se sabe, pero es un hecho que las gerencias mediáticas todavía están sorprendidas de que el 65% de los electores escogió otras alternativas políticas. Aunque no lo admitan públicamente, se

¿VENDRÁN TIEMPOS MEJORES? Incluso Eliezer Molina, que no salió electo, también ganó ante los ojos del público si se considera que logró llevar su mensaje. Trajo el sentido común sin tener que defenderse como Lúgaro, y sin entrar en ideologías como Vázquez. Todos estos sectores minoritarios son los grandes ganadores de las elecciones porque juntos, son la mayoría. Si aprovechan el momento y empiezan a formar alianzas temáticas, podrían lograr otro Puerto Rico. Su mayor reto será superar el egoísmo, la individualidad, para superar las diferencias. Es casi un hecho que el Partido Nuevo Progresista y el Partido Popular Democrático, harán alianzas

*Foto recuperada de https://www.facebook.com/ProyectoDignidad/ photos/a.778856289166366/1147316008987057/

/ 16


han dado cuenta de que no les dieron espacio ni tiempo por igual a todos los sectores. La pregunta es, ¿están esas gerencias en los medios conscientes de qué quieren sus audiencias? El medio que no responda a lo que piden sus audiencias, deja de ser relevante. Eso es una preocupación genuina y un gran reto para los medios en Puerto Rico que cada día compiten más por retener la atención del público frente a la Internet, Netflix o YouTube. ¿Mantendrán las mismas líneas editoriales sabiendo que el 65% del electorado va por otro lado? Más aún, ¿sus anunciantes van a seguir pautando donde las audiencias no están? Sólo el tiempo dirá si los medios les prestarán atención a lo que quieren sus audiencias o lograrán imponer otras agendas temáticas. Como diría el exgobernador Pedro Rosselló, lo mejor está por venir. REFERENCIAS Anderson, R. (1977). La prensa en Puerto Rico. San Juan, Puerto Rico: Comisión de Derechos Civiles. Centro de Periodismo Investigativo de Puerto Rico (CPI) (2019, 13 de julio). Las 889 páginas del chat de Telegram entre Rosselló Neváres y sus allegados. https:// periodismoinvestigativo.com/2019/07/las889-paginas-de-telegram-entre-rossellonevares-y-sus-allegados/ Coss, L. (2016, 5 de octubre). Diálogo: “Calidad, diversidad, y transparencia.”. Díalogo UPR. Retrieved from http://dialogoupr. com/dialogo-calidad-diversidad-ytransparencia/

Cotto, C. (2019, 3 de octubre). Juntos y unidos por Puerto Rico, para saquearlo. Claridad. Retrieved from https://www. claridadpuertorico.com/juntos-y-unidospor-puerto-rico-para-saquearlo/ Dávila-Colón, L. (1999). La dictadura de la prensa. San Juan, Puerto Rico: Editorial El Mundo. Dávila-Colón, L. (2015). Tirando al medio: Faenas de la prensa colonial. San Juan, Puerto Rico: Kindle Store. Holiday, Ryan (2012). Trust Me, I’m Lying: Confessions of a Media Manipulator. Penguin Books. Lugo-Ortiz, L. (2015). El espectáculo de lo real: noticia, actantes y (tele)periodismo en el siglo XXI. San Juan, Puerto Rico: Ediciones Callejón. Paláu, A. (1979). Prensa commercial. Posiciones de clase ante la situación laboral. Guaynabo, Puerto Rico: Editorial Sagita. Paláu-Súarez, A. (1992). Veinticinco años de Claridad. San Juan, Puerto Rico: Editorial de la Universidad de Puerto Rico. Ríos-Ávila, R. (2003). Embocadura. San Juan, Puerto Rico: Editorial Tal Cual. Rodríguez-Cotto, S. (2012a, 15 de febrero) Analistas vs. Comentaristas https://enblancoynegromedia.blogspot. com/2012/02/analistas-vs-comentaristas. html

Coss, L. (2017). De El Nuevo Dia al periodismo digital: Trayectorias y desafíos. San Juan, Puerto Rico: Ediciones Callejón.

Rodríguez-Cotto, S (2012b, 17 de julio) Créeme, te miento: La manipulación en los medios https://enblancoynegromedia.blogspot. com/2012/07/creeme-te-miento-lamanipulacion-en-los.html

Cotto, C. (2018, agosto). Despilfarro en fondos de publicidad. Claridad. Retrieved from https://www.claridadpuertorico.com/ despilfarro-de-fondos-en-publicidad/

Rodríguez-Cotto, S. (2016a, 5 de septiembre) Corrupción: una realidad mediática. https://enblancoynegromedia.blogspot. com/2016/09/corrupcion-una-realidad-

17 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


mediatica.html Rodríguez-Cotto, S. (2016b, 11 de enero). Trueques mediáticos empezando el 2016. NotiCel. Retrieved from https:// www.noticel.com/en-blanco-y-negrocon-sandra/blogs/opiniones/20160111/ trueques-mediaticos-empezando-el-2016/ Rodríguez-Cotto, S. (2016c, 3 de marzo). Lo que dicen las estadísticas de consumo de medios. NotiCel. Retrieved from http:// www.noticel.com/blog/187542/lo-quedicen-las-estadisticas-del-consumo-demedios-2016-graficas.html Rodríguez-Cotto, S. (2017a, 2 de agosto). Amenaza el “chilling effect” a la prensa libre. NotiCel. Retrieved from http://www. noticel.com/blog/206246/amenaza-elchilling-effect-a-la-prensa-libre.html

Rodríguez-Cotto, S (2020b, 5 de noviembre) ¿Es el fin del bipartidismo? https://enblancoynegromedia.blogspot. com/2020/11/es-el-fin-del-bipartidismo.html Rodríguez-Cotto, S (2020c, 6 de noviembre) Los cuatro jinetes del Apocalipsis https:// enblancoynegromedia.blogspot.com/2020/11/ los-cuatro-jinetes-del apocalipsis.html Rodríguez-Cotto, S (2020d, 4 de noviembre) Anoche perdió el “chayoteo” mediático https://enblancoynegromedia.blogspot. com/2020/11/anoche-perdio-el-chayoteomediatico.html Sepúlveda, H. (2005). Suaves dominaciones. Críticas y utopías de los medios en Puerto Rico. San Juan, Puerto Rico: Editorial Plaza Mayor.

Rodríguez-Cotto, S. (2017b, 28 de diciembre). El periodismo comprado por el gobierno. https://enblancoynegromedia.blogspot. com/2017/12/el-periodismo-compradopor-el-gobierno.html

Suberví-Vélez, F., Rodríguez-Cotto, S., LugoOcando, J. (2020). The News Media iThe News Media in Puerto Rico: Journalism in Colonial Settings and in Times of Crises. London- New York. Routledge división de Taylor & Francis.

Rodríguez-Cotto, S. (2019a, 27 de enero) ¡Los chayoteros! https://enblancoynegromedia.blogspot. com/2019/01/los-chayoteros.html

Virella, Aiolla. (2018). En el chat de Rosselló delineaban estrategias para manipular los medios. Periódico Metro. https://www. metro.pr/pr/noticias/2019/07/13/en-elchat-de-rossello-delineaban-estrategiaspara-manipular-medios.html

Rodríguez-Cotto, S. (2019b, 10 de julio). Nuevas filtraciones del chat de Telegram. h t t p s : / / enblancoynegromedia.blogspot.com/2019/07/ nuevas-filtraciones-del-chat- d e t e l e g r a m . html Rodríguez-Cotto, S. (2019c, 14 de julio) El chat valida el chayoteo. h t t p s : / / enblancoynegromedia.blogspot.com/2019/07/elchat-valida-el-chayoteo.html Rodríguez-Cotto, S. (2020a, 10 de julio). Un día como hoy empezó el Verano de 2019. https:// enblancoynegromedia.blogspot.com/2020/07/ un-dia-como-hoy-empezo-el- verano2019. html

/ 18


La constituciรณn ha muerto Eden Bastida Kullick

19 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLร TICA Y PROCESOS ELECTORALES


/ 20


21 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


/ 22


23 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


/ 24


Vota no de Nick Quijano

Reescritura y divertimento: pensar el panorama electoral1 Mario Cancel Sepúlveda

1 Fragmentos del panfleto Memoria e Historia: monólogos en torno a la historia reciente (inédito). Publicado originalmente en 80 Grados-Historia 31 de octubre de 2020

25 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Primera estación: 1960 La década de 1960 fue crucial en el deterioro del poder electoral del Partido Popular Democrático (PPD). Esa es una afirmación por demás generalizada. Su hegemonía estaba bajo amenaza como si la magia de la segunda posguerra hubiese perdido eficacia al comenzar aquella década inquieta. Los procesos de industrialización y urbanización que le mantuvieron en el poder desde 1940 y estimularon la confianza irracional en los populares crearon las condiciones para el cuestionamiento de su poder. Una serie de circunstancias propiciaron el desprestigio del proyecto desarrollista dependiente que favorecían y, claro está, del Estado Libre Asociado como una entidad “soberana”. Aquel conjunto de factores facilitó el triunfo del estadoísmo en 1968 a través del recién fundado Partido Nuevo Progresista (PNP). Lo primero que llama la atención del observador de los sesentas es el desarrollo de una confrontación “generacional” dentro del PPD. La denominada “vieja guardia”, representada por el liderato que había dado vida al partido en 1938, fue retada por una “nueva generación” encabezada por un conjunto de líderes que habían crecido en medio del proceso de industrialización y urbanización al que los hombres y mujeres de Luis Muñoz Marín (1898-1980), menos mujeres, por cierto, había animado desde 1940. El choque entre ambas tendencias maduró a principios de los sesentas y coincidió con el último cuatrienio de Muñoz Marín como gobernador. La reacción inicial de la “vieja guardia”, como era de esperarse, fue oponer una resistencia cautelosa. Todo sugiere que una de las pocas figuras de poder que se identificó con la “nueva generación” fue el ingeniero mayagüezano Roberto Sánchez Vilella (1913-1997). Sánchez Vilella no solo poseía un “estilo” distinto al de Muñoz Marín, sino que se había proyectado como uno de posibles sucesores del vate para las elecciones de 1964. Su alianza con la “nueva generación” se profundizó cuando sus choques con Muñoz Marín se hicieron más intensos. La “nueva generación” se organizó alrededor del llamado “Grupo de los 22”, asociación fundada en Manatí. Algunas de las figuras, entre los

ya fallecidos, que llaman la atención de aquel colectivo fueron el abogado y profesor Juan Manuel García Passalacqua (1937-2010), el legislador Severo Colberg Ramírez (19241990) y el gobernador Rafael Hernández Colón (1936-2019). Entre los que aún viven habría que destacar a Victoria Muñoz Mendoza (1940), una personalidad que sigue siendo uno de los pilares simbólicos del PPD a pesar de su silencio, el abogado Marcos A. Rigau (1946- ), el historiador y profesor Samuel Silva Gotay (1935- ), el profesor y abogado José Arsenio Torres (1926- ) y el abogado independentista Noel Colón Martínez, entre otros. El grupo fundó el periódico Foro libre para expresar sus ideas. Las críticas del “Grupo de los 22” a la “Vieja Guardia” al PPD fueron incisivas. En términos generales se quejaban de la poca participación que tenían los jóvenes en el partido y del distanciamiento del pueblo común que la organización había desarrollado. El pueblo, alegaban con cierta nostalgia, había sido reducido a la condición de votante. Para algunos militantes del grupo, Muñoz Marín era ya un líder obsoleto que había cumplido su función histórica y debía abrir paso a los más jóvenes. Visto desde la distancia, de lo que se trataba era de una lucha abierta por el control de una maquinaria política exitosa. La confrontación se justificada sobre la base del reconocimiento de que la política práctica en la era industrial y urbana ya no podía hacerse con las tácticas que habían sido exitosas en el Puerto Rico agrario y rural que produjo la experiencia del primer PPD, el de las elecciones de 1940, una lógica por demás comprensible. Claro está, la racionalidad no era el mejor aliado cuando en medio de una competencia por el control de una maquinaria y el acceso al poder. Los efectos de las críticas fueron diversos. Por una parte, promovieron la discusión ideológica y llamaron la atención sobre la necesidad de revisar no solo al partido sino el ELA, su obra más acabada, en busca de “más soberanía”. Aquella había sido también una preocupación de Muñoz Marín, por cierto, pero en la década del 1960 el lenguaje se tornó más exigente y miró en otra dirección. Lo cierto es que algunos ideólogos de la juventud del PPD reconocían los rasgos / 26


coloniales del ELA y confiaban en la buena voluntad de las autoridades estadounidenses respecto al país, actitud que recordaba la de la clase política de principios del siglo 20. Uno de los críticos fue el abogado y escritor Vicente Géigel Polanco (1904-1979) quien acabó militando en el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP). Otro fue el historiador y jurista, José Trías Monge (1920-2003) quien llegó a ser Juez Presidente del Tribunal Supremo.

atrás. Las campañas políticas directas con el pueblo que habían caracterizado al PPD desde su fundación en 1938, apoyadas en el micro y el macro mitin, habían cumplido la función de comprometer emocionalmente a la gente con unas estructuras político-partidistas en las que antes había desconfiado desde mucho antes de los “tiempos de la Coalición”. El “poder moral” y el “carisma” del caudillo fueron claves en la recuperación de aquella confianza.

Un segmento significativo de la intelligentsia del PPD, favorecía la idea de “culminar” el ELA sobre la base de una mayor soberanía respecto al gobierno federal, pero temían que en ese proceso se les confundiera con los nacionalistas y los independentistas a quienes tanto y con tanta pasión habían atacado. Otros buscaban la profundizar la identidad del ELA con los demás Estados de la unión sin que tuviera que serlo. Al PPD le resultaba más llevadero buscar aliados en el estadoísmo que en el independentismo. El atasco más importante en el proceso de revisión del ELA, aparte del desinterés del Congreso de Estados Unidos, ha sido ese.

La evolución de los medios de comunicación masiva alteró el panorama. Aquellos escenarios artificiales del mercado se convirtiendo en el espacio ideal para el rediseño de la opinión pública. La radio estaba accesible en Puerto Rico desde 1922 -WKAQ en San Juan fue la primera de ellas-, y entre 1934 y 1937 se inauguraron la WNEL también en la capital, la WPRP en Ponce y la WPRA en Mayagüez. En 1954 apareció la televisión y ya en 1958 había radio y televisión del Estado. Aquellos fenómenos tecnológicos innovadores, junto con el desarrollo de la prensa diaria masiva, afectaron las formas de hacer política militante en el país. La despersonalización del liderato político no dejó de avanzar hasta el presente y, por el contrario, se profundizó en el marco de la revolución digital: el líder se ha reducido a la condición de un avatar y el compromiso a la de un icono.

La “vieja guardia” se organizó alrededor del “Grupo de Jájome”, localidad de Cayey donde ubica la residencia veraniega del gobernador. La tropa de Jájome estuvo encabezado por los abogados Santiago Polanco Abreu (1920-1988) y Luis Negrón López (1909-1991), personas de la confianza de Muñoz Marín. En medio de aquella pugna se decidió el retiro político de Muñoz Marín. El anuncio se realizó en una Asamblea celebrada en Mayagüez (1964) donde se impuso la candidatura de Sánchez Vilella a pesar de las protestas intensas de una multitud que no estaba en condición de desprenderse de su caudillo político. El fenómeno Luis Muñoz Marín en los 1960 y el fenómeno Pedro Rosselló González (1944- ) en los 2000 poseen interesantes paralelos en el renglón de las pasiones. Lo cierto es que el retiro de Muñoz Marín fue un giro histórico, pero no inesperado. El líder o no quería o no se sentía capaz de gobernar con la “nueva generación” y abandonaba sus aspiraciones por el bien de la unidad del partido. ¿Qué había cambiado? En 1964 Puerto Rico era otro -urbano e industrial- y se reconocía que Muñoz Marín representaba un pasado dejado

A la altura del 1968 la sátira política televisada, “Se alquilan habitaciones” ligada a la actriz y escritora Gilda Galán (1917-2009) que se transmitía por el Canal 11, llamaba mucho la atención. La sátira fue tan intensa que el programa fue sacado del aire varias veces por presiones políticas del Partido Nuevo Progresista cuando aquel accedió al poder. Ese mismo año se fundó el grupo musical satírico “Los Rayos Gamma”, obra del ingenio del periodista y comediante Eddie López (1940-1971), quien falleció víctima del cáncer en plena juventud. Y en 1969 ya se difundía la serie de pasos de comedia y crítica, “Esto no tiene nombre”, producido por Tommy Muñiz (1922-2009) para el Canal 4. La mordacidad inteligente y seductora de la sátira se unió con la crítica seria de programas como “Cara a cara ante el país”. Aquellos esfuerzos democratizaron la relación entre la gente, el Gobierno y el Estado y estimularon la desacralización de la figura del líder. El humor y la sorna en torno a los actos de

27 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


la clase política siempre habían estado allí, es cierto, pero el poder de los medios multiplicó sus efectos. El 1968 puertorriqueño tuvo un carácter distinto al de París y México, pero allí está, esperando que se le mire de manera atrevida y se le desmenuce. Segunda estación 1990 La expresión de las preferencias electorales en Puerto Rico nunca ha sido un acto racional y pensado. Ser elector “flotante” o del “corazón del rollo” no es resultado de la reflexión sino de la pasión. La presunción de que el primero es “crítico” y el segundo es “acrítico” simplifica un problema complejo. En los entresijos del bipartidismo insano post 1968, ser “flotante” no ha sido otra cosa que votar a veces por el PNP y otra por el PPD. Con ello no se resolvía nada, sino que se entraba en un círculo vicioso de locura. En la década de 1990 la situación se hizo más patente: votar significaba “comprar” una “imagen” metamorfoseada en “promesa” de “progreso” una y otra vez. Los fracasos que acumulase aquel objeto del deseo o las concepciones que representase, nada tenía que ver con la elección: el elector, como el consumidor conspicuo, no leía las letras pequeñas de la etiqueta del candidato.

Tampoco lo hace hoy. Las cicatrices de la partidocracia bipartidista ya eran visibles. La campaña de 1992, en especial el debate de los candidatos a la gobernación, un espectáculo de medios más; y la de 1996, centrada en “Espectacular 1996” en la cual el PNP apeló al lema “Lo mejor está por venir”, fueron cruciales. Rosselló González, el top model político criollo teorizado por el sociólogo Paul Virilio, se impuso. La mediatización y espectacularización del espacio electoral, de la discusión pública y del tema del estatus, tendencia que había comenzado en los 1960, redundó en la simplificación del debate público y en que ninguno de los asuntos bajo discusión fuese visto como un “problema intelectual”. Aquel anti-intelectualismo, que tantos buenos ejemplos tiene en la politología comercial del presente, limitaba la victoria electoral a factores como la “publicidad” y la “imagen”. Si usted quiere ser otra persona, postúlese para un puesto público por cualquiera de los partidos políticos existentes y a la larga no podrá reconocerse ante el espejo. Las elecciones se convirtieron en un acto de / 28


29 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Anuncio político de Pedro Rosello 1992

Elecciones de Puerto Rico 1996

“consumo” de objetos del deseo que podían ser descartados cuando no alcanzaban la mayoría. El giro transformó al “sondeo” y la “encuesta” de opinión en una clave del proceso electoral, pero, en la realidad, esos recursos de mercado no “medían” la opinión. Más bien la “creaban” y la “timoneaban” a la vez que favorecían su “liquidez”, concepto que tomo del sociólogo Sygmunt Bauman. Cuando se observa detenidamente el proceso de mediatización y espectacularización de la política electoral y, claro está estatutaria, que comenzó durante la campaña plebiscitaria de 1967 y los comicios de 1968, y se vuelve la mirada hacia la década de 1990, tengo que aceptar que la tendencia había alcanzado un extremo insospechado. El candidato con posibilidades era el top model político. ¿Qué decir de las elecciones del 2020 cuando se cuenta con el primer top model político independentista? De modo paralelo, la discusión se hizo más superficial hasta imponerse una discursividad kitsch caracterizada por la frivolidad y, en ocasiones, la vulgaridad. A fines de la década de 1990, ya era posible la imagen distorsionada, absurda y cómica de Edwin Rivera Sierra, alias “El amolao”, ingiriendo “palmolives” o cervezas Heineken. El hecho de que, en el 1998, cosas de la alegre post Guerra Fría, ese funcionario viajara a Rusia a fin de adquirir una estatua gigantesca de Cristóbal Colón producto del artista Zurab Tsereteli (1934- ) es, quizá, el mejor modelo de lo que llevo dicho. La vida pública de Antonio “El Chuchin” Soto Díaz (1949-2016) y el episodio del auto Bentley de lujo en 2011 que alegó le habían obsequiado, ratifican que la tendencia se ha radicalizado dejando la discusión política en el campo del entretenimiento. El fenómeno del “político vociferante”, cuántos no gritan desde el atril del capitolio, fue poblando la praxis administrativa local e invadiendo los medios de comunicación masiva. De modo paralelo la sátira como expresión teatral seria

Cierre de campaña 1996

que repuntó en la década de 1960 y 1970, evolucionó en la dirección de la industria del chisme y el cotilleo más o menos profesional. La distancia entre el programa televisivo “Se alquilan habitaciones” encabezado por Gilda Galán en 1968, y la discursividad irritante de Antulio “Kobbo” Santarrosa y el personaje de la “La Comay” en SuperXclusivo entre 2000 y 2013, es enorme. El contraste demuestra que el gusto de la teleaudiencia también ha cambiado en los últimos 40 años. La sátira política seria hoy, parece desviarse hacia los espacios de comunicación innovadores generados por la revolución tecnológica: la internet y las comunidades virtuales de imágenes fijas o en movimiento, son un lugar preciado para la expresión de este arte social en tiempos de crisis. Y el futuro de Puerto Rico… ¿qué? La opinión sobre el futuro político de Puerto Rico, es decir, del Estado Libre Asociado colonial, no cambió entre 1993 y 1998. Las consultas de aquellos dos años tan emblemáticos fueron administradas por el PNP en el poder durante la larga administración Rosselló González. La finalidad de aquellas parece haber sido auscultar el crecimiento del estadoísmo mediante la estadística infalible: la consulta directa al electorado pagada con fondos públicos. El hecho de que el fin de la Guerra Fría hubiese promovido la imagen de que la década de 1990 sería adecuada para la “descolonización” y la popularidad frenética con la personalidad del gobernador, justificó los dos procesos. Los resultados no fueron los que los estadoístas esperaban. El ritmo de crecimiento del estadoísmo, que había sido acelerado entre los años 1968 y 1984, se lentificó al final de los 1990 y hoy parece en franco retroceso. Todo conduce a concluir que la división del PNP y la aparición del Partido Renovación Puertorriqueña (PRP) tras el conflicto entre Romero Barceló y Hernán Padilla (1938- ) fue responsable en parte del fenómeno. Los efectos de la división de 1984 en el largo / 30


plazo no han sido estudiados todavía, pero las heridas que produjo nunca sanaron del todo. Las probabilidades reales de que el estadoísmo superara el 50 % de las preferencias de los votantes en las consultas de 1990 eran pocas. Para aquellos que observaban ese desarrollo desde afuera del estadoísmo resultaba evidente que no todos los votantes del PNP estaban comprometidos con la estadidad. Los expertos comenzaron a denominar ese fenómeno, como se sabe, como un electorado “flotante”. El plebiscito de 1993 trató de aprovechar la “ola rossellista” surgida de la contienda electoral en la cual se derrotó a una débil candidata popular: Muñoz Mendoza. Los resultados de esta no dejan de ser sorprendentes: ·

ELA 826,326 (48.6%)

·

Estadidad 788,296 (46.3%)

·

Independencia 75,620 (4.4%)

En un contexto amplio los porcentajes no dejaban de ser halagadores para el estadoísmo. Comparado con los resultados del plebiscito de 1967 -el 38.9 %-, el avance de la opción de la estadidad era significativo, pero no decisivo. Para el PPD no se trataba de buenas noticias. En 1967 la “montaña” estadolibrista había alcanzado el 60.4 % de las preferencias, hasta caer al 48.6% en 1993. Las potencias de la partidocracia bipartidista estaban balanceadas. El problema era que en la década de 1990 se sabía que el Congreso no aceptaría una mayoría plural para autorizar la incorporación y la estadidad. Lo más probable era que se le requiriera una supermayoría, es decir, hasta dos terceras partes de las preferencias. La exigencia de una supermayoría tuvo el efecto de fomentar el inmovilismo o la desesperación. El debate sobre la cuestión de la supermayoría se articuló de una manera predecible y reflejó las aspiraciones y prejuicios políticos subyacentes en cada uno de los casos. El PPD y Hernández Colón tuvieron algo que celebrar porque veían en ello una garantía de que para los estadoístas era una meta inalcanzable. El PNP y Carlos Romero Barceló (1932- ) evaluaba la condición como un acto “injusto” y hasta antidemocrático. Y el PIP y Rubén Berríos Martínez (1939- ) la rechazaban

porque la independencia era un derecho que no dependía “de la imposición de mayoría alguna”, expresión con la que reconocían su poca visibilidad en la preferencia de los electores puertorriqueños. Lo cierto que en 1993 el PNP y la estadidad no tenían siquiera la mitad más uno del apoyo electoral y muchos pensaban que nunca lo conseguiría. No lo ha conseguido, de hecho, a la altura del 2020. La cuestión del estatus se “empantanó” por una diversidad de razones. La debilidad del independentismo electoral que sólo consiguió el 4.4 % en la consulta de 1993, es una de ellas. El balance de fuerzas entre el Estado 51 y el ELA, y el escollo que ponía el Congreso al hablar en términos de una supermayoría completaban el cuadro. En el “arriba social” no había voluntad para el cambio. En el “abajo social” se imponía la apatía y el desinterés producto del desconocimiento de la situación real del país y los avances de una sociedad de consumo de nuevo cuño en el contexto de la revolución digital, entre otros asuntos. La virtualización e irrealización, los tiempos del slacktivismo o la militancia de sillón, estaban a la vuelta de la esquina. Tercera estación: 2010 En 2012 los observadores del proceso electoral pensaban que el PNP iba a revalidar en los comicios. La victoria de Alejandro García Padilla (1971- ) sorprendió, pero el hecho era comprensible a la luz de la erosión de la imagen de la administración Luis Fortuño Burset (1960). Varios elementos favorecieron su triunfo. Uno fue su recurso a un lenguaje (neo)populista que recordaba al PPD de los años 1938 y 1940. El 25 de julio de 2012 García Padilla ofreció un discurso en la conmemoración del ELA en la ciudad de Mayagüez vestido de impecable blanco como Muñoz Marín en sus mejores años. En tiempos de crisis la nostalgia podía desarticular la desconfianza de mucha gente. Otro recurso fue la promoción de una imagen de líder cercano a la gente que desarrolló cuando ejerció como Secretario de Departamento de Asuntos del Consumidor entre el 2005 y el 2007. Parece que en Puerto Rico esos índices emocionales son suficientes para movilizar al electorado popular e indeciso. Los pilares de la victoria fueron varios:

31 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


·

·

·

Primero, la promesa de enfrentar el asunto del estatus o de iniciar una discusión serena sobre el mismo. Segundo, enfrentar de la crisis fiscal poniendo el pueblo por delante de los acreedores. Se trataba de dos artificios que no podía cumplir, pero de eso precisamente se ha tratado la política colonial desde hacía mucho tiempo. Eduardo Bhatia Gautier (1964- ) y su reclamo para que el pueblo hablara fue importante en aquel tenso momento.

Un último punto: la tolerancia, a pesar de todo, ganó terreno durante aquel cuatrienio de García Padilla. La discusión, atropellada y superficial en ocasiones, de algunos asuntos ambientales, tocantes al género, al cannabis medicinal y recreativo y a las minorías legales o ilegales, resultó refrescante. El problema es que su utilización para fines político-partidistas era muy obvia y generó contradicciones. El liderato PPD quería rejuvenecer su imagen de organización liberal y abierta. No funcionó: el tono de Charlie Delgado Altieri (1960 –) dramatiza un retroceso en ese sentido en 2020.

Tercero, su compromiso de afrontar la crisis económica que se había acelerado desde 2005. La oferta de crear 60,000 empleos y el hoy olvidado proyecto económico del Dr. Ángel Rosa, eran parte de sus municiones.

En cierto modo, la justicia y el partidismo son asuntos que chocan. Los discursos por sí solos no subsanan los defectos de una cultura dominada por el prejuicio, el discrimen y el conservadurismo. Las elecciones de 2016 dramatizaron un retorno que fue en realidad una regresión.

Un elemento importante de todo ello fue la seducción que provocaba su confianza inocente en la capacidad del país para enfrentar las contrariedades más complejas. El estancamiento y el decrecimiento de la economía ha sido uno de los ejes de la crisis fiscal, la relación entre ambos componentes es dialéctica. El otro elemento fue el tema del estatus colonial que ha servido de entramado para aquellas crisis. La interrelación de esos tres componentes es innegable y no se puede resolver la una sin resolver las otras y viceversa. En ello radica la dificultad de la situación del país. La devaluación el crédito y el cierre de los mercados financieros minaron el poco prestigio que le quedaba al ELA y minaron la unidad del PPD: el país era gobernable pero el PPD no. El debate al interior del partido por el asunto de IVA y la rebelión de los soberanistas encabezados por Carmen Yulín Cruz (1957- ) lo ratifican. El fracaso de esta figura en las primarias de 2020 no se podía vislumbrar en aquel momento. Me parece que la unidad perdida en 2013 no pudo ser recuperada a la altura de las elecciones de 2016. En 2020 aquella unidad no es sino otro elemento de la nostalgia que habita esa organización. La crisis de grandes proporciones que se vive silenció a las voces más confiables y les dio voz a los acólitos. La imagen de que el PPD se derrumbaba era precisa.

Cuarta estación: hoy ¿Y ahora qué? Bienvenido 2020. Tendremos que mirar con calma la fisonomía de este abismo ante el cual nos encontramos. El vértigo puede ser un aliado. Fuentes de las reescrituras Mario R. Cancel-Sepúlveda, notas (15 de noviembre de 2009) “Vicente Géigel Polanco y la Ley 600” en Puerto Rico entre siglos. Mario R. Cancel-Sepúlveda, notas (15 de noviembre de 2009) “José Trías Monge y el ELA” en Puerto Rico entre siglos. Mario R. Cancel-Sepúlveda (7 de mayo de 2013) , “La crisis del PPD (1960-1980): la política nacional en Puerto Rico entre siglos. Mario R. Cancel-Sepúlveda (26 de enero de 2016) “Reflexiones: Puerto Rico desde 1990 al presente XI” en Puerto Rico entre siglos. Mario R. Cancel-Sepúlveda (10 de noviembre de 2016) “Cuatrienio de grandes retos para Alejandro García Padilla y el PPD: una mirada retrospectiva” en Puerto Rico entre siglos.

/ 32


1

Diez mujeres ocuparon las alcaldías en 1960: un acontecimiento que no se ha vuelto a repetir Sandra Enriquez Seiders

1- Rosa María Ortiz Alvarado 2- Blanca Colberg Rodríguez 3- María Socorro Pérez de Gaos 4- Esperanza Ydrach vda. de Quiñones 5- Ada Mage de Colón 6- Hilda Pacheco de Algarín 7- Rosalva Marty vda. de Ramírez 8- Ofelia Torres de Meléndez 9- Isabel Díaz de Díaz

33 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


2

Hace varios años atrás me tropecé con un artículo que decía que en el 1960 hubo 10 mujeres alcaldesas en Puerto Rico. Aquel dato yo jamás lo olvidé. Para ese entonces yo estudiaba mi doctorado y trabajaba en el Colegio Marista. Siempre acostumbro incluir a las mujeres en mis cursos de historia ya que en los textos son practicamente inexistentes. Un jovencito de Orocovis, Nelson Meléndez, me dijo un día, “Maestra si usted conociera a mi abuela, ella fue la primera mujer en sacar la licencia heavy” . En aquel momento yo simplemente elogié a la abuela de Nelson y aquello llenó de orgullo a mi estudiante. Años después, abro el periódico y me encuentro con una pequeñita noticia del fallecimiento de una alcaldesa de Orocovis de la década del 60 y de nombre Ofelia Torres de Meléndez. ¡Como si fuera poco, la foto que aparecía en aquella noticia era la del alcalde de turno de ese pueblo y no de la fallecida! Aquella noticia unida al comentario de mi estudiante además de un dato que hacîa varios años había leído sobre las diez mujeres electas en el 1960 fue el pie forzado para iniciar esta investigación. Para poder escribir sobre estas mujeres tuve que recurrir a la historia oral ya que muy poco o nada se había escrito sobre ellas. Visité todos los pueblos de las incumbentes y en muchos de ellos ni las conocían. En otros no guardaban ni siquiera las actas de las asambleas. En la

3

Fundación Luis Muñoz Marín encontré algunas cartas y con la memorabilia que guardaban algunas familias completé esta investigación. Es importante señalar que por años las mujeres han estado ausentes en la historia. La sociedad masculina le asignó un espacio doméstico a las mujeres, el cual, todavía hoy, muchos (as) aceptan como natural. Hasta hace muy poco, la mujer era considerada el “ángel del hogar” que tenía que abdicar de todas las tareas ajenas al bienestar hogareño. Escribir, actuar o bailar era mal visto. Seguir una profesión era considerado excepcional. Participar de lleno en la política y ocupar cargos electivos era escandaloso. Las que optaban por todo lo anterior eran consideradas locas, frívolas o heroicas. 1 Este es el caso de las alcaldesas electas en 1960. Estas mujeres se alejaron del comportamiento tradicional de las mujeres de su época. Se alejaron del estereotipo de la esposa y la madre abnegada, sumisa, emotiva y afectuosa. Tal vez, los que las admiraban las consideraban heroicas, pero, para otros/as sus actitudes eran calificadas despectivamente de “feministas” por querer compartir con el hombre posibilidades y oportunidades. 1 Gálvez, Lucía. Las mujeres y la patria. Buenos Aires: Editorial Norma, 2001, p.25. / 34


Sobre la participación de las mujeres en la política partidista de nuestro país se ha escrito muy poco, aún cuando ellas han tenido participación activa. 2 En todos los partidos políticos las mujeres han estado presentes independientemente de que su presencia haya sido siempre minoritaria. Aún antes de ejercer el derecho al voto las mujeres tenían preferencias político partidistas, participaban en los mítines y cooperaban de distintas maneras con sus partidos. Aunque el número de mujeres electas a diferentes posiciones ha sido siempre muchísimo menor al número de hombres electos, muy poco se conoce de esas pocas mujeres que lograron abrirse paso en un mundo dominado por hombres.

le dio el nombre de Ofelia Torres de Meléndez a una escuelita en el barrio Gato de Orocovis y el año pasado pasé por la escuela y es una de las que cerraron. Recientemente, me enteré que bautizaron una carretera en Coamo con el nombre de Rosa María Ortiz. Solamente Ada Mage Zayas, la alcaldesa de Juana Díaz y que recientemente murió, ha recibido un merecido homenaje por su labor ya que el Centro de Bellas Artes lleva su nombre. Tabla 1

3

AÑO

NÚMERO DE ALCALDESAS

1932

0

1936 1940

0 0

En el año 1960 diez mujeres resultaron electas alcaldesas en Puerto Rico, acontecimiento que no se ha vuelto a repetir. (Tabla 1) Las protagonistas de este evento fueron: Blanca Colberg, de Cabo Rojo, Rosa María Ortiz Alvarado de Coamo. María Socorro Pérez de Gaos de Fajardo, Esperanza Ydrach vda. Quiñónez de Guánica, Ada E. Mage de Colón, de Juana Díaz, Hilda Pacheco de Algarín de Juncos, Rosalva Marty de Lajas, Ofelia Torres de Meléndez de Orocovis, Felisa Rincón de Gautier de San Juan e Isabel Díaz de Díaz de Trujillo Alto. Prácticamente todas ellas, excepto por doña Felisa, son totalmente desconocidas. Solamente la generación que vivió en estos pueblos durante las incumbencias de cada una de ellas, las recuerdan y excepto por Esperanza Ydrach vda. de Quiñonez y Blanca Colberg, que se mantuvieron en el poder por más de 16 años, aparecen unos párrafos en las enciclopedias de mujeres ilustres. Otras simplemente están mencionadas en las listas de los alcaldes de sus respectivos pueblos y en el caso de Ofelia Torres de Meléndez, Ada E. Mage de Colón y Rosa María Ortiz Alvarado, fueron incluidas en los libros de historia de sus pueblos. En Guánica hay un sector llamado Esperanza y el malecón lleva el nombre de la alcaldesa aunque no existe ni siquiera un letrero que lo indique. En Cabo Rojo existe una biblioteca que lleva el nombre de Blanca Colberg y hace unos cinco años se

Todas estas alcaldesas fueron electas por el Partido Popular Democrático. Fueron los años (1948-1964) del copo del PPD y en 1960, específicamente, en todos los pueblos excepto

2 Los trabajos de Isabel Picó, Sylvia Arocho Velásquez, Mary Frances Gallart, Aixa Merino Falú, son algunos de ellos.

3 Resultados electorales. Centro de Estudios Electorales. Comisión Estatal de Elecciones. San Juan.

1944 1948 1952 1956 1960 1964 1968 1972 1976 1980 1984 1988 1992 1996 2000 2004 2008 2012 2016

3 4 4 5

10 5 3 5 0 3 1 4 5 6 1 1 5 4 7

35 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


por Fajardo, donde ellas resultaron electas, el Partido Popular obtuvo el doble de los votos de sus adversarios. (Tabla 2). Es preciso aclarar que a pesar de que aparecen los resultados electorales de San Juan, Doña Felisa Rincón de Gautier nunca fue electa por el voto de los sanjuaneros. De hecho, el primer alcalde electo por el voto de los sanjuaneros fue Carlos Romero Barceló. El pueblo elegía los comisionados, lo que hoy llamamos legisladores municipales, y ellos a su vez nominaban el “City Manager”o administrador de la ciudad. Esta es la razón por la cual las memorias de doña Felisa no se incluyen en este trabajo de investigación. Doña Felisa, quien nunca fue electa por el voto popular, gozó de algunos privilegios. Por ejemplo, por ser la alcaldesa de la capital fue siempre muy cercana al gobernador Luis Muñoz Marín, a todos sus ayudantes y a los legisladores. De igual manera, fue la que tuvo mayor exposición en la prensa. Además, nunca fue a primarias ni tampoco tuvo que hacer campañas a favor de su candidatura. Sin embargo, las otras nueve alcaldesas, participaron en primarias, hicieron campañas y, en ocasiones, tuvieron que sufrir vejámenes y críticas muy duras por parte de sus adversarios políticos. Otro factor determinante de las elecciones de 1960 fue la participación del Partido Acción Cristiana (PAC). Las discrepancias entre Muñoz y la alta jerarquía de la Iglesia Católica motivaron la creación de este partido. La Iglesia acusaba al gobierno de Muñoz de favorecer la esterilización y el neomaltusianismo y de prohibir la enseñanza religiosa en las escuelas públicas del país. Muñoz, por otro lado, acusaba a la Iglesia de meterse en política. En las elecciones del 8 de noviembre de 1960 participaron cuatro partidos políticos. Por lo tanto, estas elecciones también fueron muy conflictivas para estas alcaldesas pues todas ellas eran católicas. Tabla 24 RESULTADOS ELECCIONES PUEBLO PPD ESTADISTA Cabo Rojo 4,918 2,451 Coamo 4,791 3,035 Fajardo 3,891 3,546 Guánica 2,395 1,975 Juana Díaz 5,395 3,601 Juncos 4,006 1,029 Lajas 3,385 1,370 Orocovis 3,357 2,059 San Juan 62,708 47,764 Trujillo Alto 3,513 1,950

1960 PIP 760 100 241 182 182 95 96 43 3,987 172

PAC 215 427 75 58 184 84 45 863 5,551 242

Este importante número de mujeres militó en el Partido Popular Democrático desde sus inicios y sus progenitores hicieron lo propio en el Partido Liberal. Algunas de ellas ayudaron a inscribir el PPD en el 1938, mientras otras entraron a la política por sus esposos, pero todas tuvieron una participación activa en la política partidista. Cooperaban con el partido, participaban en los mítines, caminaban en las campañas y hasta cosían banderas para el partido. Así fueron adquiriendo experiencia y liderato. Algunas ocuparon puestos de importancia bajo el mandato de otro alcalde popular y fueron ganando popularidad entre los electores. Además, fueron mujeres de compromiso con su líder, con su partido, con su pueblo, pero más que nada, con el programa de justicia social del que tanto hablaba Muñoz, pues la pobreza en Puerto Rico era extrema. Llegaron al poder justo cuando se iniciaba en Puerto Rico el proyecto de llevar 4 Cómputos Elecciones 1960. El Imparcial. Noviembre de 1960. / 36


6

4

7

5

37 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


agua y luz a los campos a la vez que se daba paso a la construcción de carreteras para llegar a los barrios más pobres. Todas tuvieron que lidiar también con los problemas de salud, la administración de un hospital municipal y la distribución de medicinas para los pobres. Fueron ellas las que iniciaron el sistema de alcantarillado, de recogido de basura y de transportación escolar, entre tantos otros proyectos en sus respectivos municipios. Con un limitado presupuesto y un salario promedio de $300 al mes (Tabla 3), estas mujeres lograron cumplir con su programa de gobierno. Hicieron mucho con muy poco. Fueron víctimas de sus adversarios políticos, fueron criticadas, se enfrentaron a protestas, y posiblemente cometieron muchos errores. Sin embargo, nunca fueron acusadas por corrupción y, mucho menos, por malversación de fondos. Ninguna de ellas logró amasar grandes fortunas a costa de su posición. Tabla 35 Alcaldesa Blanca Colberg Rosa María Ortiz María S. Pérez Esperanza Ydrach Ada Mage Hilda Pacheco Rosalva Marty Ofelia Torres Felisa Rincón Isabel Díaz

Pueblo Cabo Rojo Coamo Fajardo Guánica Juana Díaz Juncos Lajas Orocovis San Juan Trujillo

Población 28,681 26,115 18,316 13,788 30,028 21,513 15,365 19,811 451,658 18,258

Presupuesto Sueldo Anual Fondo Ordinario $179,815.35 $5,100 139,795.71 3,600 175,000.36 3,600 167,240.29 3,600 155,198.53 3,000 115,611.98 3,300 176,988.40 3,120 133,156.94 3,960 8,230,945.30 10,000 72,110.80 3,000

Una hazaña de tal importancia debería ser conocida por todos/as los/as puertorriqueños/as. Sin embargo, solamente la generación que vivió en estos pueblos durante las incumbencias de cada una de ellas las recuerda. Por lo tanto, para poder rescatar las mujeres de la invisibilidad en la historia, como es el caso de estas alcaldesas, de las que poco o nada se ha escrito y de las que ni siquiera una calle de sus respectivos pueblos lleva su nombre, excepto por tres de ellas, hay que recurrir a la historia oral. Tuve el privilegio de entrevistar a tres de las protagonistas de este libro: Ada E. Mage de Colón, Rosa Maria Ortiz Alvarado e Hilda Pacheco de Algarín, cuyas historias de “carne y hueso” sirvieron para reconstruir un pasado olvidado. De igual manera, conversé con las hijas e hijos de las otras seis alcaldesas quienes contaron sus vivencias al lado de unas madres que no se conformaron con un rol tradicional y que dejaron huellas muy profundas en la historia de nuestro país. En todas estas narrativas testimoniales estuvo presente el compromiso de todas ellas con su pueblo, con el partido y nunca con la fama o el dinero. Muchas de las personas que las conocieron estuvieron disponibles también para contar anécdotas sobre estas mujeres que dedicaron parte de sus vidas a hacer realidad el compromiso de justicia social que prometía el Partido Popular Democrático. Además pude asomarme a sus vidas a través de los álbumes familiares, algunas cartas que se conservan en la Fundación Luis Muñoz Marín, las actas de las Asambleas Municipales y los recortes de periódicos de la época. Se reprodujeron en su totalidad algunas de las cartas y de los artículos para que no perdieran su origilidad. 5 Informe Anual del Negociado de Asuntos Municipales al Secretario de Hacienda. Oficina de Conservación y Disposición de Documentos Públicos, Departamento de Hacienda, E.L.A. 1961, Vol. I Caja 80. / 38


La participación de la mujer en la política del país se inicia en los albores del siglo XX. Tras una larga lucha las mujeres alfabetizadas de Puerto Rico lograron que se les reconociera el derecho al voto en el año 1929. Ya en el año 1932 fueron a las urnas por primera vez. La batalla continuó y finalmente en el año 1935 se aprobó el sufragio universal. Aunque la representación femenina tanto en el gobierno estatal como el municipal era mínima muchas mujeres comenzaron a participar activamente en la política partidista. Ellas ayudaron a inscribir los electores, cooperaron en la propaganda de sus partidos y participaron activamente en las campañas. Desde su fundación en el 1938, el Partido Popular Democrático animaba a las mujeres a votar cada cuatro años para aumentar su participación electoral. El discurso de Luis Muñoz Marín alegaba que “la mujer estaba obligada a defender con sus votos el porvenir de sus hijos y la justicia para sus hogares.”6 De acuerdo con Muñoz las mujeres eran las que más sufrían la situación de injusticia social que existía en Puerto Rico, pues el hombre, aunque sufría la miseria, no la estaba viendo siempre. Esto porque el hombre salía a trabajar y hasta se daba el palito, pero la mujer se quedaba en la casa todo el día viendo un fogón pobre, a sus muchachitos desnudos o mal vestidos y oyendo el llanto de sus hijos pidiendo más comida y sin tener más que darles. 7 No cabe duda que Muñoz y el Partido Popular Democrático fueron claves en el desarrollo de Puerto Rico en la segunda mitad del siglo XX. Pero también no es menos cierto que las mujeres fueron un elemento importantísimo en su triunfo. Muñoz no hizo el trabajo solo. Contó con muchos colaboradores y colaboradoras que creyeron en él y en su programa de justicia social. Las protagonistas de este trabajo son el mejor ejemplo. Todas ellas se iniciaron en el Partido 6 Mujeres: ¡Pónganle vergüenza a los hombres que no la tengan! El Batey. Año 2, número 18, noviembre de 1940, p. 2. 7 A Las Mujeres. El Batey. Año 2, número 10, enero de 1940, p. 1.

Popular Democrático realizando propaganda y participando en las campañas políticas del partido, pues conocían muy bien su programa de justicia social. No solo creyeron y se identificaron con él sino que cuando ocuparon sus cargos trabajaron para establecerlo. Su compromiso se afirmaba con sus experiencias. Por ejemplo, algunas vivieron la pobreza en carne propia, otras la conocieron durante sus campañas, pero casi todas, antes de ser electas alcaldesas, ocuparon puestos que las llevaron a trabajar directamente con ella. Sus empleos les sirvieron no sólo para ganarse el apoyo de los electores sino como andamiaje para lo que sería su labor como alcaldesas. La alcaldesa de Juncos, Hilda Pacheco de Algarín, me dijo en una ocasión: “La alcaldía es para los pobres.” Luego de finalizar este trabajo no me cabe la menor duda de que todas pensaban igual. Con un sueldo promedio de $300.00 al mes, un presupuesto anual que nunca llegó al medio millón y una dieta, en caso de viaje, de seis dólares diarios (50 centavos para el desayuno, $1.50 para el almuerzo, $1.50 para la cena y $2.50 para la cama), estas mujeres lograron su cometido. Aunque quizás alguna contó con el apoyo de su esposo u otra persona cercana, nunca contrataron asesores para lograr sus objetivos. Todas confiaron en su buen juicio y en su esfuerzo y trabajo. El Dr. Juan R. Fernández, ayudante del gobernador Roberto Sánchez Vilella, me contó que estas alcaldesas fueron conocedoras de sus pueblos. Dijo: “Los conocían de la A a la Z. No sólo geográficamente sino a su gente también, con nombre y apellido. Eran bien dedicadas a sus pueblos y a sus trabajos en la alcaldía.” Las describió como poseedoras de un profundo y sostenido sentido humano. Añadió que la centralización del gobierno había avanzado tanto que los municipios dependían totalmente de las agencias gubernamentales y los alcaldes tenían que viajar a San Juan. No se esperaba que las mujeres viajaran tanto a la capital y estas alcaldesas lo hacían al menos dos veces en semana en busca de ayuda para sus municipios.8 Todas estas alcaldesas se enfrentaron al 8 Entrevista al Dr. Juan R. Fernández. 10 de agosto 2009.

39 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


8

proceso de llevar luz y agua a barrios muy distantes en sus pueblos. Además tuvieron que resolver el problema de acueductos y alcantarillados para poner fin a las letrinas tanto en el casco urbano como en la zona rural. De igual manera, dieron inicio al recogido de basura, a la transportación escolar y a la instalación de teléfonos públicos. Participaron en la repartición de parcelas y en la construcción de escuelas, residenciales públicos y casas de bajo costo. Lideraron la construcción de puentes, carreteras y caminos vecinales. Mucha de la infraestructura que disfrutan hoy día los pueblos de Cabo Rojo, Coamo, Fajardo, Guánica, Juana Diaz, Juncos, Lajas, Orocovis y Trujillo Alto forma parte de la gestión administrativa de todas estas ex alcaldesas. Estas extraordinarias puertorriqueñas administraron en sus respectivos pueblos el Hospital Municipal, consiguieron medicinas,

9

organizaron fiestas patronales, atendieron el matadero, el cementerio y supervisaron a los empleados municipales. Atendían personalmente a los ciudadanos, buscaban fondos para sus proyectos, asistían a todas las actividades del pueblo y de su partido, a la misma vez que atendían a sus familias. Estas nueve mujeres nunca han recibido crédito personal. De ahí que este trabajo tiene como propósito, por un lado, el de rescatar de la invisibilidad o del olvido su protagonismo y su contribución a la construcción del Puerto Rico de la segunda mitad del siglo XX. Por otro lado, esta investigación busca destacar la capacidad de empoderamiento de todas ellas en un medio dominado por hombres y, sobre todo, en una sociedad conservadora como la que les tocó vivir.

/ 40


La retórica de Inés M. Mendoza como Primera Dama sobre la mujer, 1949-1965 Glorimar Rodríguez Gonzalez

*Todas las fotos de Doña Inés María Mendoza fueron recuperadas de https://luismunozmarin.org/

41 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Históricamente en Occidente la política ha partido y se ha desarrollado desde parámetros masculinos. Tras la obtención del derecho al voto, las mujeres han ido poco a poco incorporándose en posiciones de liderazgo. Por lo general, no tienden a masculinizar su imagen, sino que llegan a la política integrando lo femenino. De hecho, en la búsqueda de la validación social suelen resaltar públicamente sus roles como buenas madres y esposas. Socialmente tienen buena aceptación cuando sus funciones reflejan una prolongación del rol que ejercen tradicionalmente las mujeres en el espacio privado. Un buen ejemplo en Puerto Rico lo son las Primeras Damas. Pese a que no son funcionarias electas, por su relación de carácter personal y familiar con el gobernador se convierten en figuras públicas y sus nombres tienen resonancia en la política del país. Para efectos de esta ponencia me limitaré a presentar un análisis desde la categoría de género la discursiva articulada por Inés María Mendoza, como Primera Dama de Puerto Rico. Por sus ejecutorias, se le podría catalogar a como la puertorriqueña que marcó precedentes en la posición de Primera Dama. Anterior y posterior a la administración de Muñoz Marín, ninguna esposa de gobernante tuvo tanta participación y colaboración en el ámbito político y social. Desde joven Mendoza practicó su activismo y se destacó por tener ideas avanzadas para su época. A sus 23 años, el periódico El Mundo publicó una entrevista muy reveladora en cuanto a sus posturas políticas e ideológicas. Por tanto, la catalogaron como una de las principales figuras feministas del país.1 Las posturas de Mendoza se enmarcan en una época en el que las puertorriqueñas comienzan a tener ciertos derechos que históricamente habían sido exclusivos para los hombres, tal como lo fue el sufragio.2 Definió al movimiento feminista como uno que: …ha hecho que se conceda a la mujer derechos reservados hasta ahora a los hombres. […] El feminismo no es el antagonismo entre el hombre y la mujer […] Hay diferencia entre el hombre y la mujer. No hay superioridad, ni inferioridad.3 Los

comentarios

de

Mendoza

muestran

conocimiento claro y profundo sobre las ideas del feminismo. Definitivamente sus expresiones son de avanzada. De hecho, a casi 90 años después el feminismo aún sigue incomodando a algunos sectores y es visto como algo similar al machismo.4 En 1937 conoció a Luis Muñoz Marín. En el momento que comenzaron a salir, ambos estaban casados. El esposo de Mendoza era Rafael Palacios, quien era un destacado pintor y cartógrafo puertorriqueño que vivía en Nueva York y Muñoz Marín estaba casado con Muna Lee, escritora, activista y educadora estadounidense. Mendoza se divorció de Palacios en 1938, Muñoz Marín tardaría más tiempo, aunque su matrimonio se encontraba en crisis. Muñoz y Mendoza convivieron varios años juntos y dicha acción no estuvo exenta de críticas. Se casaron en 1947. En las elecciones generales de 1948 Muñoz Marín se convirtió en el primer gobernador puertorriqueño electo por el voto del pueblo. Con el éxito del PPD y como pareja de su máximo líder, los límites entre lo privado y público en la vida de Mendoza comenzaron a desdibujarse. A pesar de que era mujer con ideas avanzadas el rol que ejerció se adecuó a las nociones tradicionales del género femenino, proyectándose como la esposa abnegada. Al respecto comentó: …le acompaño como esposa y la madre de sus hijos. He atendido las casas que hemos vivido desde casas muy pobres de quince dólares al mes hasta la mayor mansión de Puerto Rico, La Fortaleza, tratando de que mi marido pueda trabajar bien, tener ideales sin que yo lo obstaculice y dedicarse a vivir enteramente por las causas nobles de la libertad de respeto a la dignidad humana de cada criatura de Dios, del respeto mutuo que es la libertad fundamental, de la igualdad del hombre, de la mayor justicia en su ingreso, en sus oportunidades de estudio, en su producción en su seguridad. Mi misión al lado de él es y ha sido siempre el que él puede vivir y trabajar con alegría y paz, con ilusión y serenidad.5 / 42


A través de su discursiva, utilizó su matrimonio como ejemplo a seguir: … cuando el marido lleva la voz cantante en una casa tan bien llevada como mi marido la llevan [sic] en la suya creo que lo más prudente que debe hacer la mujer es seguirle en silencio. Medir las palabras nos cuesta mucho trabajo a las mujeres, aún en la intimidad…6 Como Primera Dama, no tan solo encarnó los ideales tradicionales de género, sino que los promovió como lo correcto. Durante toda su trayectoria se proyectó como promotora de la moral y la tradición. Aprovechó cada oportunidad para dirigirse a las mujeres y recordarles cuál era su responsabilidad ante la sociedad y la familia. Dentro de los cambios y transformaciones que se vivían en el país a mediados del siglo XX, no se les podía olvidar a ellas sus virtudes morales y el rol tradicional a ejercer. Para Mendoza, eran las mujeres las responsables de crear el hogar, desde el aspecto físico hasta lo espiritual.7 Enfatizó que son ellas quienes a través de “sus hábitos y maneras” transmiten los valores.8 Este tipo de discurso es usual por parte de mujeres en el ámbito político, en especial de las Primeras Damas. Culturalmente las mujeres cuando se integran a la política ejercen funciones similares a las asociadas a su género. En el caso de las Primeras Damas sus gestas no pueden sobrepasar a las del gobernador, ya que ser caracterizadas como el “poder detrás del trono”, puede afectar negativamente la imagen del mandatario. Con su integración al ámbito político fortalece y balancea la imagen del gobernador dentro de los ideales y parámetros tradicionales y heteronormativos. Desde la perspectiva como madre y esposa Mendoza apelará a otras mujeres en la búsqueda de votos. No hay duda de que fue una mujer con un extraordinario dominio de la palabra. Por tanto, en ocasiones aprovechó este don dictando discursos y publicando una diversidad de artículos dirigidos principalmente para apelar al voto femenino. Por ejemplo, el 4 de junio de 1951 se realizó un referéndum en el que el pueblo puertorriqueño aprobaría o rechazaría redactar

su propia constitución. Un poco antes, Mendoza publicó un artículo dirigido a las mujeres, partiendo desde la retórica de la maternidad. De mujer a mujer, replicó la importancia de ellas participar y apoyar este proyecto no tanto porque sean ciudadanas, sino por su estado de madres: [n]o hay mayor protección para la vida de nuestros hijos que esta del respeto a la urna electoral. Por eso debemos ser nosotras las depositarias de esta fe, las que acostumbremos a nuestros hijos a usarla para expresar su voluntad, y que les dejemos el recuerdo de “habernos visto” usándola para decir lo que queríamos para ellos, para el mayor bien de ellos.9 Esta discursiva dirigida a las mujeres va a estar presente a lo largo de los procesos de campaña política que colaboró a favor del PPD y de su esposo. Era la forma en la que apelaba al voto femenino, que representaba cerca de la mitad del electorado. En otra ocasión para las elecciones de 1956 invitó a las mujeres a que votaran “pensando en los hijos que tanto amamos y en los hombres nuestros compañeros, por un programa que provea para su seguridad, para el resguardo de sus derechos democráticos… ”.10 Aunque el tema del voto femenino estuvo presente en la retórica de la Primera Dama, este no emanaba por su derecho de ciudadana, sino por su condición de madre y esposa. Mendoza fue promotora de la integración femenina al ámbito político. Ahora bien, recomendaba que su participación debía ser “sin nada de alboroto, con sinceridad, buen juicio, en grupos pequeños y con serenidad”.11 Puesto que para la Primera Dama “la prudencia, la serenidad y el silencio enjuiciador” era lo que le quedaba bien a las mujeres.12 Justificó la integración de ellas en este ámbito debido a que “la política surge el gobierno del pueblo y el pueblo para nosotras son los padres, los hermanos, los hijos – nuestro corazón”.13 Claramente se ve en su discursiva que la participación femenina en la política debía estar atada al servicio masculino y no por su derecho como ciudadanas. Por tanto, el discurso inclusivo terminó siendo también excluyente. Para ella, dicha participación es más efectiva cuando se da “en las casas, convenciendo a los vecinos y explicando los programas políticos,

43 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


estudiándolos con los niños y los jóvenes, estudiándolos con los maridos”.14 Su discurso “inclusivo” perpetuaba el confinamiento de las mujeres en el seno de sus hogares. Para la Primera Dama, las aportaciones que hacían las mujeres a la política eras esencialistas. Ella partió de típicas nociones de género para justificar la integración femenina a esa esfera: [n]osotras las mujeres podemos dar un ejemplo en la campaña política que se avecina limpiado todo el ambiente de insultos y ofensas, quitándolas del aire, echándolas en un gran zafacón. […] Debemos ser como somos en el hogar: ejemplo para nuestros hombres de prudencia, de la sencilla sabiduría…15 La visión de la ciudadana defendida y promovida por Mendoza tenía que mantener la esencia femenina y ser ejemplo a seguir. En su discursiva utilizó parámetros tradicionales de la vida privada de las mujeres para validarlas en la vida pública.

Lo cual evidencia que la dicotomía de lo privado y público no operan distanciadamente, sino que se nutren mutuamente. En un artículo dirigido a un grupo de niñas escuchas, Mendoza se enfocó en enviar un mensaje sobre la democracia.16 Aunque no tenían la edad para votar, para ella estas jovencitas podían ejercerla de otras maneras. También les habló sobre el debate de igualdad entre los hombres y las mujeres. El discurso articulado por Mendoza se alejaba un poco de las ideas feministas que creía en la década de 1930. La visión que glorificó fue la de la mujer que permanece en un estado inferior al hombre: … para qué querer ser el igual de un hombre, si siendo mujer se tiene, por serlo, el poder de hacerlo a él nuestro superior y gozarnos así lo mejor de la feminidad que es el de saberse guiada, protegida, amparada por él, en quien se realizan nuestros sueños. ¿Quién quiere / 44


ser igual? ¿No es más dichoso vivir para que él: el hijo, el hermano, el padre, el compañero –sea mejor, y mejor y mejor, ¿que lo que nunca soñaos pudiera llegar a ser? En una democracia esto resultaría como cuando en una siembra se van mejorando cada una de las semillas… ¡qué florecida y qué cosecho, amigas!17 A pesar de las transformaciones que menciona Mendoza sobre los avances de la democracia a la sociedad puertorriqueña, en su discurso no se atentó por el orden de género establecido tradicionalmente. Ella dejó claro que la integración femenina a la democracia no trastocaba “la carga vital íntima de su vocación de hacedora de la dicha familiar”.18 Defendió que la mejor profesión que puede ejercer una mujer es la de esposa.19 El enfoque de las mujeres debe ser los logros de los hombres que la rodean. Para Mendoza el hombre había sido creado para asumir grandes responsabilidades y eso era lo que las mujeres querían y amaban de ellos.20 Su discurso igualitario se limitó al voto, leyes del trabajo y los derechos establecidos en la Constitución,21 sin que trastocaran los roles tradicionales de género. Para ella, pese al papel protagónico que asignaba a las mujeres en el hogar, “el hombre deb[ía] llevar la voz cantante, o llevar los pantalones”.22 Promovió que las mujeres aceptaran lo que estaba establecido por su destino. De no hacerlo, sus hombres irían a “buscarse otro sitiecito en donde él pueda mandar, tarde o temprano”.23 Ante el proceso de industrialización que comenzó a desarrollarse en Puerto Rico desde finales de 1940, Mendoza defendió la integración de las mujeres al ámbito laboral. Sin embargo, en ningún momento se dirigió a los hombres para que asumieran responsabilidad en las tareas del hogar. Sino que se expresó todo lo contrario: Yo no enviaría a los hombres a la cocina ni al cuidado de los niños [...] Ese no es el lugar para los hombres. Sus lugares son donde están las responsabilidades más altas y donde se deben cumplir los ideales de la humanidad. Las casas con sus jardines, cocinas y cuidado de los niños son el hábitat de las mujeres.24 En resumen, utilizar el género como categoría

de análisis ayuda a comprender ciertas prácticas, discursos y representaciones nacidas y desarrolladas en el ámbito político que son construidas en función de la simbolización cultural de la diferencia sexual.25 A finales de los 40, la esfera política masculina puertorriqueña abrió un espacio para integrar lo femenino, específicamente la figura de la Primera Dama. Como se ha visto se dio con el fin de fortalecer su visión modernizadora, pero sin atentar las jerarquías y las nociones de género tradicionales. O sea, se integró lo femenino, en este caso con la figura de Mendoza, para perpetuar la visión y el poder masculino y tradicional. Cuando se hace un acercamiento profundo a esta Primera Dama, se puede develar ciertas contradicciones. Por un lado, se ve una mujer que moldeó su retórica al proyecto modernizador desarrollado por la élite política masculina de ese entonces, por otro, su influencia en la toma de algunas decisiones, en especial a favor las personas que acudían a donde ella para pedir ayuda. De hecho, por su entrega al pueblo puertorriqueño se le caracterizó como ejemplo de patriotismo y de desinterés personal.26 No hay duda de que hizo grandes aportaciones a favor de la cultura y de las personas más necesitadas. Sin embargo, una mujer del calibre de ella pudo haber transgredido. Tal como hizo en su vida privada a finales de los años 30 e inicios de 40 que por amor se atrevió a romper con ciertos convencionalismos de una sociedad muy conservadora. ___________ 1 Fundación Luis Muñoz Marín (FLMM), Archivo histórico, Sección: XV. Archivo Personal de doña Inés María Mendoza Rivera de Muñoz Marín. Serie 6 Entrevistas. Cartapacio 1. Ángela Negrón Muñoz, “Conversando con las principales feministas del país”, El Mundo, 22 de marzo de 1931, 1. Ángela Negrón Muñoz, quien fue prima de Luis Muñoz Marín, fue una periodista adelantada para su época. Escribió de temas como el sufragio, pobreza y otros temas de índole social. Johanna Roldán Rivera, “El periodismo no sexista en los artículos de Ángela Negrón Muñoz” (tesis de maestría, Escuela de Comunicación, UPR, 2000). 2 En 1931 en Puerto Rico solo podían votar las que supieran leer y escribir, derecho obtenido en 1929. María de Fátima Barceló Miller, La lucha

45 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


por el sufragio femenino en Puerto Rico 18961935 (Río Piedras, P.R.: Ediciones Huracán: 1997), 186. 3 Negrón Muñoz, 12. 4 De hecho, en los últimos años algunos sectores utilizan el peyorativo “feminazi” para referirse a las feministas. Marta Pinto Pérez, “Después de las olas llega la resaca: el feminismo en el punto de mira” (Trabajo de fin de máster presentado en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Compostela para la obtención del máster en Servicios Culturales, 2017), 25 y 31, accedido el 5 de noviembre de 2019, https://minerva. usc.es/xmlui/bitstream/handle/10347/16114/ Pinto%20P%C3%A9rez%2C%20Marta. pdf?sequence=1&isAllowed=y; 5 Tomado de una cita textual de Inés M. Mendoza que aparece en Sandra Enríquez Seiders, “La conciencia puertorriqueña: El rol de doña Inés Mendoza en la vida y obra de Luis Muñoz Marín”, en Cuadernos del 98: Vate, de la cuna a la cripta: El nacionalismo cultural de Luis Muñoz Marín, Juan Manuel García Passalacqua, editor (San Juan, P.R.: Editorial LEA, 1998), 101. 6 FLMM, Sección XV, Archivo personal de doña Inés María Mendoza Rivera de Muñoz Marín, Serie 6: Entrevistas, Cartapacio 10, “Sra Muñoz Marín discute participación de mujer en política”, El Mundo, 15 de octubre de 1956, 21. 7 Inés M. de Muñoz Marín, “Sobre la casa: La mujer es la que hace el hogar”, El Mundo, s.f., 10-A. 8 Ibíd, 14-A. 9 Inés M. de Muñoz Marín, “Unas palabras a las mujeres de Puerto Rico”, 1950. 10 FLMM, Sección XV, Archivo personal de doña Inés María Mendoza Rivera de Muñoz Marín, Serie 12: Recortes de prensa, Caja 8, Cartapacio 234, Carmen Reyes Padró “Columna: Entre nosotras”, El Mundo, 31 de octubre de 1956. 11 “Sra Muñoz Marín discute participación de mujer en política”, 21. 12 Ibíd. 13 Ibíd. 14 Ibíd. 15 Archivo General de Puerto Rico, Fondo: Oficina del gobernador, Serie: Correspondencia general II, Tarea: 96-20, Materia: Oficina Primera Dama, años 1949-1969, Caja 3145, Cartapacio: “1952”, “Conversación con Rosa y Margot”, 1952, 1.

16 Inés M. de Muñoz Marín, “Querer saber es anhelo del habitante de la Isla”, El Mundo, 2 de mayo de 1952, 30. 17 Ibíd, 32. 18 Inés M. de Muñoz Marín, “Sobre la casa: La mujer es la que hace el hogar”, El Mundo, s.f., 10-A. 19 Ibíd., “Carta de Puerto Rico”, Temas, abril de 1959, 26. 20 AGPR, Fondo: Oficina del gobernador, Serie: Correspondencia general II, Tarea: 9620, Materia: Oficina Primera Dama, años 19491969, Caja: 3148, Cartapacio sin identificar, Nat Carnes, Miami Herald-Copley News Service, “Puerto Rican Leader’s Wife: Men Lead: Women Influence Their Vote”, s.f. 21 Mendoza de Muñoz Marín, “Carta de Puerto Rico”, 26. 22 Ibíd. 23 Ibíd. 24 Traducido de: Carnes, “Puerto Rican Leader’s Wife: Men Lead: Women Influence Their Vote”. 25 Marta Lamas, “Usos, dificultades y posibilidades de la categoría género”, Papeles de Población, vol. 5, Núm. 21, (julio-septiembre, 1999), 151 26 FLMM, Sección XV, Archivo personal de doña Inés María Mendoza Rivera de Muñoz Marín, Serie 12: Recortes de prensa, Caja 3, Cartapacio 83, Nilka Estrada Resto, “Doña Inés, una vida de entrega”, El Nuevo Día, 16 de agosto de 1990, 6.

/ 46


La Colonia

Decoración (contaminación) electoral 2020 Javier Martínez

47 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Mateo y el Derrumbre

Berty

/ 48


Lugaro Mobil

49 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Trio Independence

Senador Caido

Tarjeta Electoral (prรณxima pรกgina)

/ 50


51 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


/ 52


53 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Charlie en la Ermita

Joel Franki

Charlie in truck

Casa Natal (prรณxima pรกgina)

/ 54


55 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


/ 56


Pieza de Carlos Ferrán

Propaganda que nos invade1

Propaganda que nos invade1 Carlos Ferrán

1 Esta columna es una adaptación de un texto de Carlos Ferrán publicado en la Revista Entorno (Año 3,Vol.1, 2008) bajo el título “Los nuevos flyers”. 57 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Parece ridículo pretender la formación de una filosofía en un ordenamiento social basado en la sistemática ofuscación de la mente mediante propaganda organizada. (Aguedo Mojica Marrero 1908-1981) Nuestra obra y legado arquitectónico ya no es la información que alecciona la historia e identifica la cultura de un pueblo. Es meramente el edificio que brinda soporte a un rótulo publicitario producto de la nueva era globalizada y sus tendencias de mercadeo, sin sustancia, ni seso. ¡Vaya diagnóstico! Se refleja la sintomatología de una mentalidad colectiva desvinculada, marginada y enferma. Estos nuevos actos de comercialización están invadiendo nuestras zonas urbanas, sin ningún control aparente y peor aún, están progresivamente radiando fuera de la ciudad como una epidemia, afectando la imagen de las áreas naturales. Es la propaganda de mercadeo agresivo, contranatural y entrometido denominada billboards. Estos rótulos gigantescos que aparecen por doquier, que parecen “gritarnos y hacerlos tragar” cuando los observas, no solo son esperpentos antiestéticos y desproporcionados, sino que representan una amenaza, ya que peligrosamente desvían la atención del conductor. ¡Ahora, en la travesía de salir de la ciudad nos recordarán a lo largo del expreso, que podemos endeudarnos cómodamente, beber con responsabilidad y hasta recordarnos que existe el Señor! En las áreas urbanas y suburbanas, la situación es igual de desagradable. Observamos que los rótulos están cubriendo las fachadas de los edificios, desfigurando su expresión arquitectónica. Me preocupa el impacto que gradualmente esta nueva transformación de la ciudad está causando. Toda la contribución que pueda brindar un edificio bien pensado y contraído a nuestro legado patrimonial, de momento se ve alterado por una imagen que parece sacada de un segmento comercial, de un canal de televisión: rápida, espontánea y sin trascendencia alguna. El edificio se convierte en un efímero flyer. Esta actitud antisocial y enajenada, ha infectado a las empresas para empujarnos sus campañas publicitarias de la manera más retrograda y anti-cívica que se haya concebido. Es como si de momento nuestra arquitectura, nuestros monumentos, el colectivo construido, se pudiera esquilmar para dar paso al dinero que produce

colgar una malla transparente con un anuncio. Esto es lo que vale, porque produce chavos y se le saca más al edificio. ¡Qué patético! Al igual que el arte público, la arquitectura es, además, una de las formas ineludibles de expresión artística. Es sinónimo de avanzada cultural importante para nuestro desarrollo como nación, pueblo y calidad de vida. La manifestación creativa de un país es evidencia de una sociedad civilizada y en proceso evolutivo. Este tipo de publicidad abominable no es arte. Esto es una condena que nos señala como una sociedad consumista, que se vende por lo barato, que está dispuesta a traquetear su propia creación cultural, con el fin de proveerle a algún ejecutivo enajenado, los recursos para que pueda comparar su posición en la escala social. Trágicamente, además, existen medios de información entre ellos, periódicos de negocios, que apoyan y exaltan este tipo de acción. Prefiero una expresión gráfica, como ocurre con algunos de los grafitis urbanos, los cuales admiro por su calidad artística, que llevan el mensaje de identificar una problemática social a la que posiblemente hay que atender. En el caso de los edificos-flyers, se trata de vender un producto. Cuando nuestra comunidad puertorriqueña y el gobierno que nos representa, forman parte del problema, y que, entre otros asuntos importantes, no pueden controlar o eliminar esta embestida egocéntrica publicitaria que atenta contra nuestra calidad de vida, hay que repensar qué queremos hacer con nuestro país. El permitir que esto ocurra demuestra el poco valor que como ciudadanos nos damos y de no reconocer lo que hemos sido capaces de hacer a lo largo de nuestro legado histórico. Es la razón una vez más, de la pobre autoestima que se cierne sobre nosotros. Estos son actos de cercenamiento visceral que afectan a nuestra psiquis colectiva y ciudadana. Simple y llanamente parece que nos satisface mantenernos en un estado inmóvil, temerosos de superarnos como nación. ¡Esto no es progreso! / 58


Todo el mundo lo quería de Nick Quijano

No puedo respirar Mayra Encarnación

59 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


¡Atropellan mi raza! Levanto la furia de mis ancestros Enarbolo la bandera de las cadenas pulverizadas Inhalo el aire del carimbo Exhalo el furor del látigo del mayoral ¡No puedo respirar! ¡No puedo respirar! El lanzallamas del odio me inflama Respiro moribundo de libertad con las manos enlazadas por el olvido ¡No puedo respirar! ¡No puedo respirar! Mi voz no pronuncia palabra Mi verbo naufraga en la sangre derramada Deletreo libertad Pupilas acompasadas al ritmo cadencioso del mural de mi epidermis piel esquilada brazos cercenados pasos paralizados mirada desposeída ¡No puedo respirar! ¡No puedo respirar! ¡Levanta tu rodilla sobre mi estirpe! Mis pupilas delatan la lluvia fresca Mi piel pinta un tríptico: ¡HUMANIDAD- JUSTICIA- LIBERTAD! P.d. Inhalo con el pulmón derecho: ¡Asesinato! Exhalo con el pulmón izquierdo: ¡Insurrección!

/ 60


El profeta de Nick Quijano

Cuatro voces Vianca Arocho

61 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


I Soy complejo despavorido que sabe a rebeldía. Tantos tres que fueron siete, muchedumbre, capitalista. Oveja del Caribe, sumisa y desflorecida. Hormiguero en migaja, vidrio despedazado, pavo real incoloro, muerto, en sí mismo. ¿Mayor en menor? Las Antillas ni me saben, acaricio la estrella vecina, en mi cuaderno borincano. Que engaño más utópico, vivo, en el hipotálamo millonario tan corto, de sí. Soy felino en selva, perdida, amortajada. ¡Nieve! Mi madre nace del frío, mis tatarabuelos paternos son lenguaje en exilio. ¡Ja, ilusa! ¡Me arropo de ejércitos sin teniente! ¡Maldita transversal que impactó al gentío enfermo con hambruna de ser azúcar en un globo amargo! ¿Seré espina extraviada en jazmines quijotescos? ¡Ay, Sancho! Deslumbra la verdad en mis ojos, hinchados en sangre, y depresión en guerra. ¿Cuántas veces tendrás que emerger para parir valentía? Aparentas ser paraíso hilvanado por alucinación americana, ahogada en un manjar de cuervos, vagabunda, suicida. El sin sabor abraza tus fibras de ardilla en desconcertados bosques secos, ¿dónde abortaste a los roedores? ¿En la figura verde que se pinta de luciérnaga? ¡Me encanta el traje del Sr. Supremacista, que mucho comercio bruto emanan sus ojos! Has sido tendida frente a funerales orquestados por el enemigo yanqui. ¡Madre! Hipócrita que troncha a su retoño sin desentender el cordón umbilical. ¿Estado Libre Asociado de Puerto Rico? Esclavos con identidad vendida, con sed ajena al Río Grande de Loíza. ¿Independencia? ¡Ja! ¡Peón en juego de damas! ¿Cómo puedo volar del vientre esculpido de estipendios? ¿Sanar la herida freudiana recalentada? “Toma nota”, dijo doña Cuba. Otoño enfurecido, deslumbra la costilla que atraviesa mi coraza, / 62


ahógame en el exilio azul, arrópame de llantos del coquí, sálvame de futuros Colón que asechan mi espina dorsal, libérame del grito, de toxinas paralelas. ¡Déjame ser perrera libre, tigre maldito! ¿Cómo puedo nacer en un vientre roto? II Amanecer de tibia brisa, con cielo frondoso en cúmulos. Puerto Rico, amante veraniega, báñame de ti, de sudor azucarado, de tabaco esculpido, desbordado, en bocetos ajenos. Ansío tejerte sinfonías y panderetas en la efervescencia coloquial que absorberán mis hijos, para formar queridos de la patria, del ladrillo azul de mi Viejo San Juan. Tu historia de Afrodita retumba en flamboyanes, en rincones y amoríos consagrados en tus ríos, en el seno verde de tus valles, en el girasol tinto que forman tus curvas. ¡Puerto Rico, contempla mi espíritu, nútreme del café borincano de tus costas! Que delirio tan anfibio, el que nace en lluvias furtivas, en la hondura de tus aguas, enciende mi vientre en el clamor de tus tierras, fecúndame el alma, bendecida en tu nombre, ¡oh, amada patria! III Me cansé de ser producto ajeno, del estado abrupto escrito en braille. ¿Cómo puedo salvaguardar el sello tatuado en mi frente? ¿Armarme, de qué? ¡Mi isla no grita! El mudo habita mi hogar, y el “valiente” se mudó a Gringolandia, que pesadilla disfrazada, de avaricia y enemigo metálico, y trinchera consagrada. 63 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


¿Cómo formarme sin consciencia, aullido, de ser mamífero en dos patas? No entiendo el enigma histórico, esclavo libre de amamantar a su prole. ¿Quién me salvará del centígrado inverosímil que surca en mis poros? ¿Cómo vivir de infiernos vestidos de gloria? Renacer en aurora, en el exilio expulsado de mi piel. IV Amada mía, quiero besarte la engañada herida que soplan tus muslos, amanecer en el caliente rocío de tu esencia, dibujar estrellas en tu cintura de zumos de manzana, contemplarte con mi amigo, El Ecuador, desnuda, sobre latitudes verdes. Querida, llévame sobre el torso de tu águila para nadar en polifonías de carmesí. Vivo en primaveras frías por morir en hombros distantes de ti, quiero dibujar el rostro fosforescente de tus pómulos, hacer de tu boca terciopelo y sumergirme en tu perlada frente de miramelinda.

Yo no tengo madre, yo no tengo padre, yo no tengo nadie que me quiera a mi de Nick Quijano

/ 64


Democracia y Derechos humanos: El Senador y la Justicia Laura Crespo

65 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


“El Senador y la Justicia” pertenece a la colección de cuentos Encancaranublado y otros cuentos de naufragio 1 de Ana Lydia Vega. El análisis de este cuento se fundamenta principalmente de las referencias teóricas de Roland Barthes y Michel Foucault. Ana Lydia Vega, en un universo literario construido sobre la sátira, el humor y los juegos con el lenguaje enmarcados en la percepción carnavalesca del mundo, se ha preocupado de elaborar en su estética la problemática política, social y económica y, principalmente, las manipulaciones de la historia construida desde el poder de grupos dominantes que establecen visiones hegemónicas Además, como Foucault, trata de plasmar las formas de exclusión y represión de nuestra sociedad.2 El teórico, en “Verdad y poder concluye: “A mi juicio, no hay que referirse al gran modelo de la lengua y los signos, sino al de la guerra y la batalla. La historicidad que nos arrastra y nos determina es belicosa, no es parlanchina. De ahí, la centralidad de la relación de poder, no de la relación de sentido”.3 Esa “historicidad” es fundamentada en la violencia del enfrentamiento, la lucha ya sea por el dominio de un pueblo sobre otro, la superioridad racial, la división de clase, la explotación del trabajador, de la mujer o por otras causales. Roland Barthes, en El grado cero de la escritura, reflexiona sobre la escritura política. Sostiene que la escritura política puede ser “la amenaza de un castigo” y más adelante concluye que “la escritura está entonces encargada de unir en un solo trazo la realidad de los actos y la idealidad de los fines”.4 1 Ana Lydia Vega, Encancaranublafo y otros cuentos de naufragios, Río Piedras,PR:Editorial Antillana,1983 2 Michel Foucault, Obras esenciales, Trad. de Fernando Álvarez-Uría y Julia Varela, Barcelona, España: Paidós Ibérica S.A., 1999, vol. II, pp. 28-29 3 Ibid., p. 45 4 Roland Barthes, Grado cero de la escritura: seguido de nuevos ensayos críticos, Trad. de Nicolás Rosa, 17a ed. en español, México: Siglo Veintiuno Editores, S.A. de C.V. 2000, pp. 27

Este cuento está estructurado como un espectáculo.5 Por eso, la función de la mirada tendrá una gran importancia como sustancia que elabora esta narración. La narración se convierte en acto dramático: La Revolución fue, por excelencia, una de esas grandes circunstancias en que la verdad, por la sangre que cuesta, se hace tan pesada que requiere, para expresarse, las formas mismas de la amplificación teatral. La escritura revolucionaria fue ese gesto enfático que era el único en poder continuar el 5 Es importante denotar que el espectáculo, según Foucault, refiriéndose a la aparición del panóptico y la nueva sociedad que surge con esta arquitectura punitiva menciona y cita que la Antigüedad había sido una civilización del espectáculo: “Hacer accesible a una multitud de hombres la inspección de un pequeño número de objetos: a este problema respondía la arquitectura de los templos, de los teatros y de los circos. Con el espectáculo predominaban la vida pública, la intensidad de las fiestas, la proximidad sensual. En estos rituales en donde corría la sangre, la sociedad recobraba vigor y formaba por un instante como un gran cuerpo único”. La edad moderna planteara el problema inverso: “Procurad a un pequeño número, o incluso a uno solo la visión instantánea de una gran multitud. En una sociedad donde los elementos principales no son ya la comunidad y la vida pública, sino los individuos de una parte, y el Estado de la otra, las relaciones no pueden regularse sino en una forma exactamente inversa del espectáculo. Al tiempo moderno, a la influencia siempre creciente del Estado, a su intención cada día más profunda en todos los detalles de las relaciones de la vida social, le estaba reservado aumentar y perfeccionar sus garantías, utilizando y dirigiendo hacia esta gran construcción y la distribución de edificios destinados a vigilar al mismo tiempo a una gran multitud de hombres”. Michel Foucault, Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión, Trad. de Aurelio Garzón del Camino, 29a ed. en español, México: Siglo XXI Editores, 1999, pp. 219-220 / 66


cadalso.6 “El Senador y la justicia” representa el enfrentamiento ideológico entre anexionistas y separatistas y la violencia que esto genera. El estado policial, cada vez más reforzado en Puerto Rico, mantiene la amenaza constante de implantar la pena de muerte para protección de los ciudadanos “decentes”. Además, de los mecanismos que busca el gobierno para justificar la criminalización de los sectores independentistas del país, como lo fue la ejecución de los jóvenes en Cerro Maravilla. Para 1978, la criminalidad vuelve a ser tema de preocupación en el País y se encarga a la Administración de Tribunales realizar un estudio sobre la imposición de la pena de muerte y su efecto en el sistema de justicia.7 “El Senador y su justicia” trata de un representante del Gobierno que se propone traer la silla eléctrica para imponer la pena de muerte en Puerto Rico, la cual es justificada a raíz de un acto terrorista en el que se explosiona la Corte Federal en conmemoración del Grito de Lares. El Senador, como se le denomina en el cuento, será ajusticiado con la misma silla eléctrica que trae de Washington para ajusticiar a los Otros. El cuento parece adelantar, como asevera Ramón Luis Acevedo: “la justicia revolucionaria, que aquí se vale del arma femenina de la seducción, contra la demagogia, la prepotencia y la violencia política oficial”.8 Comienza con la caída de la tarde y se desarrolla el argumento en la oscuridad. El narrador en tercera persona nos introduce en la historia del Senador que, acostumbrado desde su carro a dar un paseo junto al mar, se ve perturbado por el “espectáculo” de los que luchan en contra del restablecimiento de la pena de muerte. La mirada juega un papel de enfrentamiento de poderes. La mirada del poder contempla el mar y se enfrenta a observar el grupo de manifestantes. Aquí, se da una forma invertida del espectáculo en el que lo mirado es 6 Ibid, pp. 28-29 7 Gazir Sued, Violencias de la Ley: reflexiones sobre el imaginario jurídico penal moderno y el derecho estatal a castigar, San Juan, PR: La Grieta, 2001, p. 402 8 Acevedo, op. cit., p. 44

la pluralidad desde una sola mirada que domina el todo. El menosprecio a los ciudadanos a quienes debe su cargo se denota en su actitud arrogante. El Senador encarna la figura del tirano que entiende que él establece las normas y el derecho de vida y muerte de los demás por derecho propio. Por eso, se toma la libertad de eliminar por su cuenta a los enemigos de la ley y el orden: “Y no es que el Senador le hiciese falta legalizar la pena de muerte para castigar a los enemigos de la Democracia. Por sus pantalones había decretado más de una ejecución porque de alguna manera había que limpiar las calles de tanta delincuencia ideológica.”9 Sin embargo, esta misión se ha visto afectada por la presencia de los” derechos humanos.” La alta incidencia criminal del País le sirve de justificación para asesinar; por eso, implementa la pena de muerte: “Sépase que él Senador había luchado arduamente por la reimplantación del castigo capital en un país acosado por el crimen”.10 La silla eléctrica realmente es una estrategia para poder ejecutar “la delincuencia ideológica”.11 La demagogia de salvar la Democracia es utilizada para justificar la pena de muerte. Se erige como portador de la verdad y la representación de la búsqueda de la Paz y el Orden para cometer los asesinatos. El Senador es descrito en este pasaje medular: La reelección estaba asegurada. Había tenido que armarse de cinismo, revestir su sensibilidad de artista de una inquebrantable coraza, rechazar insultos, amenazas, chantajes. Se había dado a respetar. El miedo de todos compensaba ampliamente por el amor de nadie.12 La ideología neofascista del personaje se resume en esta cita: “El Senador creía en sí mismo, en la pena de muerte y en Wagner”.13 9 Vega,op.cit.,p.99-100 10 Vega, op. cit., p. 99 11 Ibid., p. 100 12 Ibid.p.100 13 Richard Wagner (Alemania, 1813-1883).

67 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


El país de Nick Quijano

/ 68


La primera parte introduce al Senador saliendo de sus labores en el Capitolio. Éste es advertido por su chofer de salir por la parte de atrás y no dar su paseo habitual por la costa del Viejo San Juan. La primera mirada se hace problemática porque se enfrenta al acostumbrado espectáculo privado que disfruta el Senador al mirar el mar hasta llegar a su casa. Esto debido “al espectáculo” de los grupos que están en contra de la implantación de la pena de muerte. Parece que no va pasar, pero cambia de parecer. Aquí, la mirada se enfrenta, se hace poder .Quiere “ver los rostros pintados por la derrota, sabiendo que mañana mismo se celebraría la primera ejecución en flamante silla eléctrica traída directamente de Washington y bendecida por el cardenal”.14 Foucault sostiene que el suplicio desempeña una función jurídicopolítica, en la que existe en esa “liturgia de la pena, una afirmación enfática del poder y de su superioridad intrínseca”.15 En realidad, es una “política del terror: hacer sensibles a todos, sobre el cuerpo del criminal, la presencia desenfrenada del soberano. El suplicio no restablecía la justicia; reactivaba el poder”.16 El enfrentamiento de las miradas no ocurre entre el ojo del poder y los manifestantes por la ausencia de la otra mirada que se difumina con el humo del tabaco del Senador. La imagen del Senador es grotesca, se distorsiona como imagen carnavalesca, cuando describe su nariz pegada al cristal de la ventana del auto. Esta posición de la mirada recuerda la estructura del panóptico en donde el representante del poder, el vigilante, puede mirar a todos los internados sin ser visto. La segunda parte del relato comienza con la caída de la noche y el rapto del Senador. El carro continúa hacia la casa del Senador, cuando avista a una hermosa mujer vestida con ropa deportiva de color negro. El Senador, hombre “catador de hembras”, le pregunta qué le ha sucedido. Ésta le hace un “cuento de Teórico y compositor alemán, una de las figuras más importantes del siglo XIX. 14 Vega, op. cit., p. 100 15 Foucault, Vigilar y castigar…, op. cit., p. 54 16 Ibid.54

bicicleta robada”. La mirada aquí se torna erótica ante “los ojos como aljibes”. La mujer sube al auto a instancias del Senador, quien le ofrece llevarla a su casa. El chofer le pide “precisiones” y el Senador aquí se muestra indeciso con la sonrisa de ambos. El Senador pone a Wagner su compositor favorito. La mirada ahora la ofrece la mujer: “La mujer lo miró al fondo de los ojos”.17 El acercamiento erótico se establece. El Senador se debilita, ella le pasa la mano por la nuca y le besa los labios hasta la nueva mirada: “El chofer miró por el espejo”.18 La narradora deja caer el dato: “Wagner se encampanó”.19 El dominio de la mirada pasa ahora hacia la mujer: “La mujer amarró al Senador con los ojos. Aljibe abajo cayó el Senador”.20 Luego, pasamos a la total oscuridad en la que sólo el Senador verá “la luna negra de aquella mirada de pistola”.21 La mujer le hace bajar del auto; mientras camina se da cuenta de que está descalzo y le mordisquean los pies Se aferra “a la mujer como a La Madre”. Sube una escalera, entra a un salón largo y estrecho con sillas y un escenario. Las paredes están cubiertas por cortinas negras y velas encendidas por todas partes. La narradora comenta, en tono irónico, que el Senador “era amante del teatro”.22 La mujer apaga las velas y en total oscuridad lo hace sentar en una silla. Inicia el ritual de la ejecución del Senador: Sube el telón. Luz de proyector sobre pantalla amarillenta. Aparece un encapuchado. Música de Wagner. Silencio. El encapuchado se sienta. Tiene un libro abierto sobre las rodillas. Lee. Su voz es firme y potente pero no grita. Lee sin emoción. Pronuncia claro. El Senador conoce muy bien los nombres de la lista que lee el encapuchado. La lista es 17 Vega, op. cit., p. 101 18 Ibid.101 19 Ibid.101 20 Ibid., p. 102 21 Ibid.102 22 Ibid.103

69 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


larga. A cada nombre que lee, un encapuchado toma asiento a su lado. El escenario se llena de encapuchados. Detonaciones de armas largas. La pantalla se cubre de rojo.23 Luego, vuelve a quedar todo a oscuras. Sólo estos momentos son permitidos para la mirada. Después, asistimos los lectores al espectáculo descarnado de la ejecución por la silla eléctrica. La descripción meticulosa del sufrimiento del condenado a muerte bajo estas condiciones nos hace ser participes de la ejecución. Lo llevan escalera abajo para, al final, enterrarlo aún con vida: “El Senador quiso incorporarse, pero la tapa pesaba más que una derrota electoral”.24 Finaliza con “un aplauso del pueblo” en el espectáculo de su pasión y muerte. En esta narración, la mujer asume el papel del verdugo. Foucault, al analizar el suplicio y su relación con el verdugo, dice: “De ese crimen, el verdugo es materialmente, físicamente, el adversario.25 El castigo ejemplar data del principio de la aplicación de la ley para evitar 23 Foucault establece acerca de la violencia jerárquica que: “El ejercicio de la disciplina supone un dispositivo que reacciona por el juego de la mirada, un aparato en el que las técnicas que permiten ver inducen efectos de poder y donde, de rechazo, los medios de coerción hacen claramente visibles aquellos sobre quienes se aplica” (Foucault, Vigilar y castigar…, op. cit., p. 175). Más adelante dice: “En la disciplina, son los sometidos los que tiene que ser vistos. Su iluminación garantiza el domino sobre ellos. El hecho de ser visto sin cesar, de poder ser visto constantemente, es lo que mantiene en su sometimiento al individuo disciplinario” (Ibid., p. 192). “En cuanto a la disciplina, tiene su propio tipo de ceremonia. No es el triunfo, es la revista, es el “desfile”, la forma fastuosa del examen. Los “súbditos” son ofrecidos en él como “objetos” a la observación de un poder que no manifiesta, sino sólo por su mirada” (Ibid.) 24 Ibid.104 25 Foucault, Vigilar y castigar…, op. cit., p. 57

la repetición del acto. La violencia inscrita en el cuerpo es parte fundamental del espectáculo.26 Por eso, la escena en la cual el Senador es llevado a un lugar con todas las características de un teatro con escenario y luces retoma la visión del espectáculo. Esta vez, el espectáculo, lo mirado, lo desempeña el propio Senador y lo vive él en carne propia, como castigo ejemplar donde el dominio se ensaña en el cuerpo. En Vigilar y castigar, Foucault sostiene: “En los “excesos” de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder”.27 Es importante resaltar la idea que prevalece en el Senador. “Se había dado a respetar. El miedo de todos compensaba ampliamente por el amor de nadie”.28 El miedo como controlador de los pueblos tiene una función importante en muchos de los cuentos de Vega, pero en este relato es el elemento organizador de la narración. La presencia de la silla eléctrica es utilizada para enviar el mensaje del poder del Estado sobre la vida y la muerte de sus ciudadanos. Será el símbolo que despliega el Estado para manifestar su poder. El Senador encarnará en su persona, por traslación, la superioridad del derecho de muerte. El miedo es usado por él como otro recurso de poder. El personaje asume una postura de total separación de las personas con la que convive y a quienes les debe servir. La sustitución del amor por el miedo que lo compensa denota una patología neofascista de la destrucción. El morbo que envuelve esta aseveración nos recuerda ese gusto sádico del verdugo hacia su víctima. El ajusticiamiento en la silla eléctrica se convierte en el espectáculo en el que se representa el castigo que se inscribe en el cuerpo del condenado, como castigo ejemplarizante a los demás mediante el miedo. El grupo disidente invierte el poder de abajo hacia arriba en una visión carnavalesca donde se efectúa la ruptura. EL Senador y la justicia, recoge la manipulación política para socavar cualquier manifestación ideológica contraria a las establecidas por el poder, aunque con ello se violenten los cimientos de la Democracia y los Derechos Humanos de sus ciudadanos. 26 Foucault aclara: “El suplicio judicial hay que comprenderlo también como ritual político”, (Ibid., p. 52) 27 Ibid. 28 Vega, op. cit., p. 100

/ 70


¿Quiénes, cómo y qué somos?: Una revisitación al imaginario puertorriqueño a través de las canciones de Mon Rivera Vibeke L. Betances

71 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


¿Cómo se repiensa lo ya “pensado”? Es decir, cómo hacemos para mantener en son de alerta y con mirada crítica a un Departamento que nació, precisamente, de las luchas y conflictos de su tiempo: como voz contestataria que se negaba a ser acallada. Debo aceptar que tengo la muy mala costumbre de alejarme un tanto de los trabajos estrictamente académicos y que usualmente suelo ir a mis espacios de acción para pensar mis escritos. Este trabajo no será la excepción. En el 2010 comencé a trabajar en el Centro Universitario para el Acceso (de jóvenes en desventaja socio-económica a los estudios superiores en instituciones de la Isla). Desde entonces comenzaron a resonar las preguntas más básicas de todo proceso pedagógico: ¿conocimiento para qué y para quiénes? Éstas han sido la guía de la mayor parte de mis trabajos escritos y, sin duda, el norte de cada una de mis clases. Durante los cuatro años que colaboré en el C.U.A. aprendí que el Puerto Rico que se les intentaba mostrar al estudiantado en sus clases escolares no respondía para nada a sus contextos sociales, en muchas ocasiones eran más bien textos que, una mirada perspicaz hubiese identificado como lecturas que les

Rumbón en el balcón de Nick Quijano

enjuiciaban por quiénes eran o por donde vivían, y en el mejor de los casos, eran historias con las que no se podían relacionar porque lo que en ellas se presentaba para nada respondía a sus realidades de vida. Cuando comencé a enseñar, me di cuenta que la universidad hacía precisamente lo mismo: mostrar una realidad única, una supuesta verdad absoluta. Mi presentación es una mera aproximación a lo que la experiencia me ha llevado a percibir, no pretende ser un ejercicio de juicio a lo que hay sino, como mucho, una exhortación a repensar lo ya “pensado”, a mantener el ojo avizor, la voz contestaría y la mirada crítica siempre dispuesta a incluir más voces dentro de nuestros salones, o como le llamaría Zulma Palermo una apuesta a la “pluriversidad”. Para esto es necesario el constante cuestionamiento de los paradigmas establecidos, la apertura a las experiencias de ser y vivir de otros y la capacidad reflexiva de leer nuestros contextos sociales más allá de los estatutos predeterminados. Realidades únicas en el salón de clases Todos los que hemos dedicado nuestras carreras al estudio de la literatura puertorriqueña,

/ 72


sabemos que este asunto de las realidades únicas y de las verdades absolutas quedan en evidencia a través de las preguntas que fueron la base de la llamada generación del ’30 en Puerto Rico: ¿quiénes, cómo y qué somos? Sus preguntas partían de lo que consideraban una amenaza para la llamada “esencia” de lo que éramos: la americanización de Puerto Rico a manos de la invasión estadounidense. El canon de la literatura puertorriqueña, como bien se ha visto en diversos trabajos que van desde los de Josefina Rivera hasta los de Melanie Pérez, Juan Otero Garabís, Juan Gelpí, Luis Felipe Diaz, Rafael Bernabe, y Zaira Rivera Casellas, por mencionar solo algunos, ha estado -desde entonces- en constante diálogo con las voces que gestaron dichas preguntas. De ahí que una gran parte de las investigaciones sobre la literatura puertorriqueña – incluyendo la contemporánea – terminen con algún vínculo (de afirmación, reconocimiento o negación) con esta generación. En fin, si somos honestos, nadie quiere matar a Pedreira: unos porque les sirve muy bien a sus propuestas y análisis y a otros, porque ni siquiera le reconocemos como padre, sino como una voz más, entre muchas otras que también estaban por allí, murmurando por las calles y haciéndose espacio en las mentes de quienes no compartían los mismos espacios académicos que él. Estas otras voces son precisamente a las que me gustaría llamar, abrirles espacio en los salones para ver qué nos tienen qué decir. Sospecho, sin mucho temor a equivocarme, que es muy posible que estas voces «otras», a pesar de la distancia en tiempo y espacio, podrán hablarle a una gran cantidad de puertorriqueñas y puertorriqueños que nunca han encontrado un espacio en la mesa del imaginario nacional que el canon de la literatura puertorriqueña preparó. Rescato de Zulma Palermo dos postulados esenciales para este trabajo. La primera es la mirada que le ofrece a la universidad en Latinoamérica y, añado yo, Puerto Rico, cuando menciona que esta fue “efectivo agente de la política colonial” (48). En Puerto Rico solo basta ver la discusión sobre el rol del profesor y de la universidad para el desarrollo del país que se gestó entre Vicente Geigel Polanco, Antonio S. Pedreira, Jaime Benítez, y sin duda, Nilita Vientós Gastón (entre otros) para

saber que lo que Palermo llama el “control del conocimiento: la imposición de una sola forma de racionalidad” (47) cuajó con destreza en las mentes de los y las que son consideradas las pensadoras más importantes de la época. No solo porque éstos todavía luchaban con lo que llamaban “la occidentalización” vs “la universalización” sin tomar en cuenta que ambos postulados eran altamente eurocéntricos, sino que, a su vez, ejercían y se hacían parte de lo que Ngũgĩ wa Thiong’o llama la colonización discursiva. Todas ellas y ellos miraron al país desde la diferencia al hacer lo que en palabras de Palermo sería “convalidar el lado ‘superior’, ‘civilizado’, ‘racional’, ‘masculino’ del poder…” al dejar lo Otro “invalidado … fuera de la verdad, entendida cartesianamente y de la historia entendida hegelianamente” (241). De ahí, que sus análisis del país –contestatarios según el contexto de sus tiempos – respondieran a la clase a la que pertenecían y a sus espacios de enunciación que, en su mayoría, cuando menos, eran privilegiados. Fue de entre estas voces que inició lo que sería el canon de la literatura puertorriqueña y quienes de cierto modo dirigieron la mirada sobre lo que era o no era ser puertorriqueño. Ante este panorama se hace pertinente pensar en Diana Taylor cuando pregunta qué otros conocimientos, batallas e historias saldrían al relucir si reorientáramos las formas en que la memoria social y la identidad cultural han sido tradicionalmente estudiadas en las américas: los conocimientos que nacían más allá del énfasis disciplinario en la literatura o los documentos históricos1. Es decir, ¿qué otras voces han quedado acalladas en el camino? ¿qué historias hemos dejado de oír?, ¿quiénes se han quedado fuera del discurso que sirve como una gran y absoluta verdad, una sola parte de la historia y el imaginario puertorriqueño? Historias e imaginarios otros: Mon Rivera La primera vez que entendí a Puerto Rico

1 If… we were to reorient the ways social memory and cultural identity in the Americas have traditionally been studied, with the disciplinary emphasis on literary and historical documents, and look through the lens of performed, embodied behaviors, what would we know that we do not know now? Whose stories, memories, and struggles might become visible? What tensions might performance behaviors show that would not be recognized in texts and documents”(xviii)

73 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Con la punta del pie de Nick Quijano

como muchos y diversos puertoricos estaba en la guagua de mi abuelo, camino a la universidad. En ella sonaba, a todo volumen, una grabación de Mon Rivera. En ese entonces también cursaba “literatura puertorriqueña” y, debo aceptar que el país que se me presentaba entre letras no era para nada parecido al que yo conocía y mucho menos al que conocía mi abuelo. Criados y relacionados siempre con la costa, la vida en las haciendas y la nostalgia por el campo no era un asunto con el que nos relacionáramos. De hecho, siempre me pareció curioso el modo en que la vida en la costa del país era inexistente dentro de los textos que leíamos, ¿nadie vivía en la costa oeste del país?, ¿en la costa nadie tenía historias para contar? Sí existían, hay textos, canciones, y narraciones orales que lo constatan. En esta ocasión utilizaré el ejemplo de algunas canciones interpretadas por Mon Rivera pues sirven para matizar las historias que el canon nos presentaba. Me enfocaré sobre todo en el rol de las mujeres, ¿estaban en las calles o en las casas o en ambas?, ¿no tenían voz? Tal y como presentaba la literatura

canónica, ¿eran solo adornos? ¿sujetos no actuantes? Las canciones de Mon Rivera suena otra plena. ¿Por qué entonces no se tomaban en consideración dentro de algún salón de clases? ¿Por qué mi Departamento no tenía un curso de los imaginarios que se gestan más allá de la literatura? Si bien para algunos estudiosos la música popular es un ente pasivo de toda producción de la industria cultural (Adorno, MacDonald) también hay quienes ven en la música popular conocimiento, reconstrucciones, reapropiaciones y negociaciones (De Certeau, Fiske, García Canclini). Por tanto, cuando hablo de la música popular, lo hago del mismo modo que lo hace Otero Garabís en Nación y ritmo, para hacer referencia “a la producción proveniente de sectores que no son económica ni socialmente educados, o a producciones de géneros musicales de estos sectores” (24): el margen dentro del margen. No obstante, reconozco el aporte y los conocimientos que se gestan y visibilizan a través de ella.

Mientras las letras que leía en el salón / 74


En el palo de pana vive Juana Morales de Nick Quijano

75 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


me contaban de un Puerto Rico que batallaba con su identidad nacional, usualmente dirigidos por hombres, Efraín “Mon” Rivera comenzó a plantearme un Puerto Rico que luchaba, más que su identidad, el pan para poder comer. Curiosamente, en este caso, la lucha la estaban gestando las mujeres desde Mayagüez. Este otro Puerto Rico que comenzaba a conocer, inmortalizaba en la canción “Aló ¿quién ñama?” (1954), a María Luisa Arcelay, líder obrera, luego senadora y eventualmente la primera mujer con licencia de conducir en el país. La canción comienza con Mon Rivera cantando: “¿Qué será, qué pasará?/El taller de Mamery/ Pide gente pa’ trabajá./ Aló, ¿quién ñama?/ María Luisa Arcelay/ Tratando con John Vidal/Dicen las bordadoras/ Que sin lana/No van pa’ allá” y luego se añade el resto de la historia “Empezó la huelga/Dios mío, qué barbaridad/¡Ay! las trabajadoras/Empezaron a bembetear/Que si cuchi cu,/Que si cuchi ca./ Petra apaga esa plancha/No trabajemos na’/ ¿Qué se cree esta gente?/No nos tienen piedad./ La lana que aquí nos pagan/Ay, no nos da pa’ na”. Esta letra no solo narra lo que, en efecto, sucedió en Mayagüez sino que visibiliza uno de los múltiples modos de experimentar a Puerto Rico, con mujeres que trabajaban y que se organizaban para exigir condiciones de trabajo más dignas. Es esta canción la que Juan Mari Brás considera la “primera canción de protesta obrera en Puerto Rico” (Recordando a Mon Rivera), y quienes están liderando el movimiento obrero son justamente las mujeres. Del mismo modo, encontramos mujeres como la esposa de don Fernando quien llegó a una fiesta a trabajar para darle sustento a sus “quince muchachos” pero encontró que su esposo estaba allí pidiendo que le tocaran una bomba y que le llevaran “a una rubia que no est(uviese) metida en tragos”. Éste, al ver a su esposa, sufre de un ataque al corazón y ella al presenciar su muerte simplemente dijo: “no toquen más bomba, ahora toquen el entierro” y luego pidió “para las nenas y para mí toquen un bugalú”. Esta mujer enfrenta a su esposo y ante su pérdida, más allá del llanto o del dolor, opta por continuar en la fiesta y bailar su bugalú: su presente y su futuro lo está construyendo sola. Así también vemos a “Lupe la Bella” que justo en la petición de matrimonio opta por no aceptarla y afirma que

“negrito santo, cielito santo, yo sí te quiero, pero no es para tanto. Yo sí te quiero, eso no es para tanto”. El afán por casarse y construir una familia que siempre nos han vendido como la condición sin la cual no se puede ser mujer, nada tiene que ver con las preocupaciones de Lupe. Por otro lado, tenemos a “Dolores” quien, a sabiendas de que su madre “le daría una pela”, optó por ir a bailar pachanga con “el sobrino de Nicolai” pero también con “el mulato Johny Mangual”. Hablemos entonces de la sujeción y obediencia que se nos ha presentado como característica típica del género femenino. O Luz María, quien se entera de que su marido Rafael perdió el dinero para pagar las cuentas jugando a los topos, y, palo en mano, lo encara mientras sus hijas se ríen. A diferencia de lo que usualmente se veía dentro de la literatura canónica, estas canciones presentan otros modos alternativos de vivir y ser mujer en el país. Vale rescatar el hecho de que Mon Rivera y sus canciones eran reconocidas en Mayagüez por pregonar lo que sucedía en el pueblo. No hay razón para dudar de la ocurrencia de estas eventualidades. Las mujeres en estas canciones que elegí de Mon Rivera suelen ser sujetos actuantes y no meros objetos en cuyos cuerpos, mentes o acciones operan las de un hombre. La mayor parte de estas mujeres ejercen lo que Butler llama “formas de resistencia no-violenta que movilizan la vulnerabilidad para hacer valer la existencia, reclamando el derecho al espacio público, la igualdad (…)” (50). El caso de Luz María, por su parte, resulta distinto pues su resistencia sí es violenta. No obstante, es preciso dejar establecido que la movilización de dichas vulnerabilidades también puede ser violenta e implica los mismos riesgos para éstas. A sabiendas de las violencias – físicas y/o discursivas – a las que podían estar expuestas, deciden operar a partir de su «yo», lo que sus autonomías les dictan. Éstas son mujeres que hacen de la vulnerabilidad una oportunidad de resistencia: “una manera de estar expuesto y ser agente al mismo tiempo” (Butler 47). Esto es solo el caso de Mon Rivera, porque me siento en deuda con él y con el Puerto Rico que mi abuelo me ha presentado y que no ha quedado justamente visibilizado. No obstante, valdría la pena abrir espacio a la cantidad de historias que nos quedamos sin / 76


conocer, los conocimientos “otros” que pasamos por alto en el intento de crear y creer verdades únicas e inequívocas. Así como en las letras de Mon hay mujeres diferentes e historias diversas, las hay también en las narraciones de lo que hoy conocemos como folklore, las hay en los conocimientos que vamos gestando en la calle, a las afueras de los salones, al servicio de las comunidades que habitamos. Este trabajo aspira a visibilizar la importancia de repensar nuestros salones de clase y los recursos que llevamos a estos. ¿Qué país deseamos que nuestras estudiantes conozcan? ¿Qué historias deseamos que sean oídas? ¿Para qué y para quién es el conocimiento que aspiramos compartir en nuestras aulas? Y más importante aún, ¿de dónde saldrá el conocimiento que llevaremos al salón? Apuesto a la inclusión de los conocimientos otros que usualmente son considerados como conocimiento ‘popular’ o noacadémico, o como les llama Mignolo - citando a Foucault - “subjugated knowledges” (19). Esto es, el compromiso con lo que Quijano llama “subversión epistémica constante” y la “revuelta epistémica”, es decir, el poner en cuestión la episteme hegemónica para producir, reconocer y visibilizar nuevas y variadas epistemes hasta que no haya ningún grupo capaz de imponer sus modos de pensar(se) y construir(se). Para que un Departamento, una Facultad, una Universidad pueda seguir teniendo un impacto en su país, y las mentes que a ella acuden, es preciso que no se olviden las voces otras, las que los conocimientos hegemónicos acallan, las que sin duda nos muestran otras formas de conocer, aprender y relacionarnos con el mundo que nos rodea: las que responden a nuestras necesidades y formas de ser país. Si se trata de pensar quiénes, cómo y qué somos que resuenen todas las formas de vernos, pensarnos y ser: que se construya con ello la PLURIversidad, a ver sí así, hacemos de esto que llamamos Universidad un espacio realmente rizomático de conocimientos.

University, 2000. Otero Garabís, Juan. Nación y Ritmo: “descargas” desde el Caribe. Ediciones Callejón, 2000. Palermo, Zulma. “La Universidad latinoamericana en la encrucijada nacional”. Otros Logos: Revista de Estudios Críticos. 1.1. 43-69. ---. “Desobediencia epistémica y opción decolonial”. Estudos culturais. 5.9. 237-254. “Recordando a Mon Rivera”. YouTube. https://youtu. be/1X1J74rA6gQ?t=104 Taylor, Diana. The archive and the Repertoire: Performing Cultural Memory in the Americas. Duke University Press. 2003. Quijano, Aníbal. “Conferencia magistral”. III Congreso latinoamericano y caribeño de ciencias sociales. FLACSO Ecuador. 25 agosto 2015. https://youtu.be/ OxL5KwZGvdY Discografía: Rivera, Mon. “Aló, ¿quién ñama?”. A Night At The Palladium. Ansonia Records, 1957. ---. “Bomba con boogaloo”. En el desayuno musical. Maseda Records, 1960. ---. “Dolores”. Joe Cotto y su orquesta. Magda Records, 1963. ---. “Karakatis Ki”. Mon Rivera y su orquesta en KarakatisKi. Ansonia Records, 1964. ---. “Lupe la bella”. Mon Rivera y su orquesta en KarakatisKi. Ansonia Records, 1964.

Bibliografía: Butler, Judith. Resistencias. Paradiso Editores, 2018. Mignolo, Walter. Local histories/global designs: Coloniality, subaltern knowledges, and border thinking. Princeton 77 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Aguanta la lancha de Nick Quijano

/ 78


issuu.com/revistacruce facebook.com/Revista.Cruce instagram.com/revista_cruce 79 / REVISTA CRUCE: PUERTO RICO: CULTURA POLÍTICA Y PROCESOS ELECTORALES


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.