MÉXICO $50 • US $10.95 • ISSN 1405-7913
R E V I S T A D E F O T Ó G R A F O S n D I R E C T O R : P E D R O V A L T I E R R A n A Ñ O X X V I I n N Ú M E R O 16 4 n A G O S T O - S E P T I E M B R E 2 0 2 0 n C U A R T O S C U R O . C O M . M X
n CONCURSO
CON LA MÚSICA POR DENTRO n LALO CARRILLO
TE X TOS DE ANA LUISA ANZ A • PEDRO ANZ A
n R E V I S T A D E F O T Ó G R A F O S n D I R E C T O R : P E D R O V A LT I E R R A n A Ñ O X X V I I n N Ú M E R O 1 6 4 n A G O S T O - S E P T I E M B R E 2 0 2 0
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Director y editor responsable PEDRO ANTONIO VALTIERRA RUVALCABA
Coordinadora editorial
Notas, melodías, compases y ritmos se convierten en meras evocaciones al quedar
ANA LUISA ANZA
plasmadas en fotografías. No hay sonido, pero lo escuchamos. No hay vibraciones,
VIRIDIANA SANDOVAL
pero el cuerpo las siente. No hay acordes o tonos, pero podemos imaginarlos y, en una
CAROLINA ROMERO
de esas, hasta componer mentalmente. Llevar la música –así, en general– a convertirse
FERNANDO RODRÍGUEZ ÁLVAREZ
en imágenes fijas que, sin embargo, nos mueven y se mueven, es un reto mayúsculo
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CONCURSO DE FOTOGRAFÍA 2020, bajo el tema CON LA MÚSICA POR DENTRO. No bastaba sólo al que convocó Cuartoscuro en su
con mirar pasar a los músicos, observar algún instrumento, asistir a un concierto. Había que ir más allá y capturar esencias, sentimientos, sensaciones. Ahí está ese saxofón que se niega a ser el protagonista para dejar, en cambio, una estela sonora; de entre la escasa
Cuartoscuro / Revista de fotógrafos, Año xxvii; núm. 164; agosto-septiembre 2020. Es una publicación bimestral editada por Cuartoscuro, sa de cv; Juan Escutia, 55; colonia Condesa; 06140 Ciudad de México. Teléfonos: 5211 2607, 5211 3197, 5211 2913.
luz de las farolas, surge el cantor que, como una sombra más, vemos a punto de entonar,
Registrado ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación, con el Certificado de Licitud de Título y Contenido núm. 16712.
indispensables en la celebración purépecha del nuevo año. La creatividad de los
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conjunto que desborda; hay momentos atrapados, placeres al son, objetos que nos traen
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quizá, una serenata; allá van, en su travesía de un pueblo a otro, los músicos participantes se materializó en retratar no sólo a los músicos, a los instrumentos, al a la música comprimida en tiempos pasados. ¿Qué más? Que la música suene a través de las imágenes… 4
LALO CARRILLO retrata el mundo como lo ve a través
de sus ojos tocados por el queratocono: la falta de nitidez, la visión borrosa y doble, nos acercan a su forma de observar
Impreso en Preprensa Digital, sa de cv; Caravaggio, 30; colonia Mixcoac; 03910 Ciudad de México.
y estar en el mundo en una
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explosión de formas, luces y colores que hacen única la
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realidad que nos comparte 54
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portada : primer l ug a r del concurso .
Notas al ritmo. Concierto de jazz en la ciudad de Colima, en el Auditorio Universitario Coronel Pedro Torres Ortiz. Octubre, 2018. (Detalle) © OMAR ALEJANDRO CARRILLO QUINTERO My Golden Gate. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO (Colima) n
portaFolio
Concurso CON LA MÚSICA POR DENTRO
PLASMAR EL SONIDO Ana Luisa Anza
PRIMER LUGAR .
Notas al ritmo. Concierto de jazz en la ciudad de Colima, en el Auditorio Universitario Coronel Pedro Torres Ortiz. Octubre, 2018. © OMAR ALEJANDRO CARRILLO QUINTERO (Colima)
SEGUNDO LUGAR .
Música de Zacatecas. Un músico toca su guitarra por las solitarias calles del estado de Zacatecas. La música nostálgica que entona a través de su instrumento surge de entre las sombras, acompañando su camino durante una noche de primavera. © DANIEL AUGUSTO SÁNCHEZ MORENO (Ciudad de México)
TERCER LUGAR .
El caminar. El año nuevo purépecha se vive en Michoacán el 1 de febrero. Durante la fiesta se trasladan la piedra piramidal y el fuego viejo para convertirlo en nuevo, acompañados de los cargueros guardianes. Durante su travesía, que va de pueblo en pueblo y dura tres días hasta llegar a la nueva sede –en esta ocasión, desde Cuanajo hasta Capácuaro–, la música es parte del ambiente, el alma y la fiesta que viven todos los que, con orgullo y felicidad, trasportan y acompañan al fuego nuevo (Kurikuaeri). Durante su caminar se realiza la danza del torito de petate acompañado por su banda musical y seguido por un vaivén de risas, danza, gritos, alegría y euforia. Así se vive la fiesta, con la música por dentro, como lo hacían nuestros ancestros indígenas en sus festividades. © ARTURO PEÑA ROMANO (Michoacán) 9
T
e cuelas por la rendija apenas visible que dejan las puertas del Metro. Como serpiente urbana compuesta de notas que forman secuencias, que se transforman en melodías para estallar en ritmos y tonos, penetras silenciosa con tu acostumbrado estruendo para erizar el alma, las conciencias, los adentros. Zumbas al oído y, pegada al cuerpo a base de vibraciones, puedes hacer que el espíritu encuentre alivio, que un pie discreto siga el compás o que explote la sensación que, irremediablemente, impulsa al movimiento. Irrumpes para despertar cada mañana a punta de bocinazos, en el deslizarse de las manos por el piano en una casa vecina, en el frenesí cumbianchero que acompaña el griterío de los marchantes del mercado, en las pausas que permite sigue en la página 20
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Abajo: MENCIÓN HONORÍF ICA .
Aguja. De la serie El objeto. Hablar de música es también hablar del objeto, ese que, además de llevar la música por dentro, también es parte de la obra. Esta serie no intenta documentar al objeto a través del tiempo, sino darle un peso emocional a esa pieza en una imagen en la que podamos sentir las texturas, observar sus reflejos y revivir la música que, en su momento, hicimos nuestra a través de un objeto que tuvimos en nuestras manos. © LUIS R. SANJUAN DOMÍNGUEZ
(Ciudad de México)
De arriba a abajo: MENCIÓN HONORÍF ICA .
Audífono. Tapes. CD. Todas de la serie El objeto. © LUIS R. SANJUAN DOMÍNGUEZ.
(Ciudad de México)
Página opuesta, abajo:
MENCIÓN HONORÍF ICA .
La zona. Cuando estás inmerso en la música eres llevado por una fuerza invisible que sale de un lugar muy sincero. Entras en un estado de flujo también conocido como “la zona”. Toda tu energía esta ahí aplicando su capacidad al máximo. Es un lugar muy placentero que viene acompañado de un sentimiento felizmente indescriptible.
MENCIÓN HONORÍF ICA .
Trompeta, tambor y chirimía. Tres hombres, con sus respectivos instrumentos, tocan para deleitar el ambiente enfrente del corral donde se lleva a cabo el jaripeo en honor a Santiago Apóstol durante los festejos de la Octava, en Villa Hidalgo Yalalag, Oaxaca. Hay diversas actividades, pero siempre con una constante, la de la música de tres instrumentos en particular: un tambor, una trompeta y una chirimía. Ya sea para escoltar al santo en las calles, al compartir alimentos con toda la población en las cocinas comunitarias e incluso para tener presencia durante el jaripeo, la manifestación de dichos instrumentos resulta vital para las festividades: anuncia, acompaña, ameniza e invita a los participantes en cualquier evento dentro de las solemnidades. Junto con los textiles, la comida y las costumbres del pueblo, la música resulta entrañable y necesaria en la comunidad como un vínculo con el misticismo. © FABRICIO ALEJANDRO BARROSO CRUZ (Oaxaca)
© JOSÉ ANTONIO IBARRA AGUIRRE (Querétaro) 12
MENCIÓN HONORÍF ICA . La jarana y la quijada. Naran y su mamá se divierten creando sonidos que alegran el alma. © HERMES HOFFMANN VILL ASEÑOR (Estado de México)
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MENCIÓN HONORÍF ICA .
Donde bailan tres. El joven violinista y estudiante del Conservatorio Nacional de Música, Camilo Jiménez Lepere (15); el artista urbano y promotor del rescate de animales maltratados y/o abandonados, Jeremy Corona Martínez (20), y su fiel Spanky (3), un pitbull americano de personalidad arrolladora, coincidían con frecuencia en el Centro Histórico de la Ciudad de México frente al escaparate de una famosa tienda departamental, el cual hacía las veces de escenario improvisado. El 30 de enero de 2020, sobre Av. Juárez y a unos pasos del Palacio de Bellas Artes, el inusual trío formaba parte de un mosaico vivo que hoy espera ansiosamente regresar a la calle, si bien la “nueva normalidad” será, muy probablemente, menos dinámica y vibrante. Pocos días después de capturar la imagen, la emergencia sanitaria tomó al mundo por sorpresa y por asalto. La vida sigue en pausa. © RAMÓN GONZÁLEZ SOL ANO (Estado de México) 14
Página opuesta: MENCIÓN HONORÍF ICA .
Jonathan. Esta foto se la tomé a Jonathan, un niño con problemas auditivos quien, a pesar de su problema, aprendió a tocar el acordeón de una manera muy especial. La foto fue tomada el 24 de agosto de 2019 en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Monterrey, Nuevo León, el mismo día que se realizó la misa de cuerpo presente del muy conocido Celso Piña. Estoy seguro de que fue despedido justo como él hubiera querido, con mucha música y gente alegre bailando sin parar al ritmo de sus notas para darle el último adiós. Al ritmo de Como el viento, Jonathan le daba su despedida a un hombre muy querido, quizá sin darse cuenta del nacimiento de un grandioso músico dentro de sí mismo. © ÁNGEL YOSHIO PÉREZ VILL ANUEVA (Nuevo León)
Arriba:
Página opuesta, arriba:
SELECCIONADA .
SELECCIONADA .
Feeling in black and white. El jazz es tan elegante como las teclas blancas y negras de un piano, que requieren de mucho “feeling” para poder tocarlo y expresar las notas de la música desde el interior.
De la serie Primera fila. Entre los melómanos, hay una especie que dedica su esfuerzo y convicción a ser el primero en pisar el recinto musical, anticipándose a la llegada de cientos de personas, quizá miles, en busca del mejor lugar. Esta serie fotográfica no es una selección de instantes de los artistas sobre el escenario, sino de los que vibran frente a ellos, quienes resisten la marea humana por la recompensa de admirar de cerca a su ídolo y, muchas de las veces, a través de un celular. Y es que, en las paradojas de la modernidad, el celular se incorpora a la atmósfera musical en vivo, la grabación y “posteo en redes” del momento se vuelven indispensables para su plena satisfacción, dejando a un lado la antigua y simple experiencia de la contemplación. Al terminar el espectáculo, todo habrá valido la pena, nada importará más que la satisfacción de haber escuchado esos sonidos y silencios destinados a crear felicidad desde la primera fila. © ARTURO L ARA RAMÍREZ (Ciudad de México)
© PABLO GONZÁLEZ LOMELÍN
(Ciudad de México)
Página opuesta, abajo: SELECCIONADA .
De la serie Primera fila. © ARTURO L ARA RAMÍREZ (Ciudad de México) 16
SELECCIONADA .
Mariachi colombo-mexicano. En el Metro de Madrid, entre las 18:00 y las 21:00 horas, entre las estaciones de Goya y Príncipe de Vergara, puedes escucharse El Rey, interpretada por este singular mariachi acompañado de su fiel altavoz. © VÍCTOR MANUEL GULIAS RIANDE (Madrid, España)
SELECCIONADA .
De la serie Sonando (a.C19-d.C19) Siempre. Gamaliel Anaya en la Línea B del Sistema de Transporte Colectivo Metro, estación Tepito. Antes del Covid-19. © GUILLERMO ZAMORA EGUÍA (Estado de México)
SELECCIONADA .
Siempre. De la serie Sonando (a.C19 - d.C19) Canto yalalteco de Rael Güicho, rapero mixe de la sierra norte de Oaxaca. Línea B del Sistema de Transporte Colectivo Metro, entre las estaciones Morelos y San Lázaro. © GUILLERMO ZAMORA EGUÍA (Estado de México)
Desinfección del Mercado Zaragoza como medida de prevención ante la contingencia. Puebla, Puebla. Abril 27, 2020. © MIRE YA NOVO / CUARTOSCURO 20
el vocerío incansable del conductor del noticiero o como protagonista indiscutible del programa de complacencias. Inauguras el día pero, sí, también lo acompañas a dormir y, si quieres, puedes contribuir a lograr el sueño pausado. Estás siempre. Allá vas, callejera, en las notas cilindreras o el resoplar de los fuelles de un acordeón. Allá vas, romántica, en la serenata guitarrera que sorprende o en la compañía eterna que damos por hecho porque estás siempre ahí. Allá vas, escondida en la cuarentena o descaradamente estridente en el concierto, en la fiesta tradicional que precede al baile, en el quiosco zocalero de cada pueblo, en la combinación de un Dj que acaricia los acetatos para sacarles brillo… Allá vas, sigue en la página 22
Página opuesta:
Arriba:
SELECCIONADA .
SELECCIONADA .
Toda fiesta cabe en una tuba sabiendo carnavalear. El carnaval de Yautepec, con sus chinelos y sus bandas de viento, se mueve al compás de la música que guarda toda la fiesta en sus sones del Brinco de Chinelos. © FERNANDO SOTO VIDAL (Morelos)
La noche de la comparsa. De la serie Aires de fiesta. Una comparsa musical ambienta un recorrido nocturno durante los festejos por el Día de Muertos al sur de la Ciudad de México. En la fiesta religiosa, la música profana se convierte en parte de un ritual sagrado que no podría comprenderse sin las notas chirriantes y abombadas de las bandas, traídas de muy lejos, y para hacer llegar aún mas lejos una fe trenzada con hilos de creencias perdidas en el tiempo y el espacio. © DAVID GERARDO POLO SÁNCHEZ (Ciudad de México)
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dulce en las manos del niño que sueña con ser músico, o reposada y serena en la pausa cargada de años de quienes exprimen los instrumentos que provocan tu salida al mundo. Te descubrimos en sierras y montañas, en la insistencia de tu existir como forma de vida, como si tu enseñanza fuera parte de las matemáticas o la lengua; te contemplamos en las calles reflejando tu sombra para que no quede duda alguna de tu presencia; te reconocemos por tu poder de convocatoria en tocadas masivas en las que, a pesar de luces y montajes y trucos técnicos, serás siempre protagonista. sigue en la página 27 22
Esta página y la opuesta, arriba y abajo: SELECCIONADAS.
De la serie Rondalla Queretana. Festival de Rondallas en Querétaro, 2018. © ESTEFANÍA FRAUSTRO DOMÍNGUEZ (Querétaro)
SELECCIONADA .
Metro San Lázaro. De la serie Slam espontáneo y efímero. Quien haya puesto un pie sobre las manos entrelazadas de un extraño y haya “volado” sobre la multitud, y bajado a puñetazos y jalones de cabello o, simplemente, tomado por un lobo de seguridad que te saca a empujones del otro lado de la barra de contención, conoce a detalle lo que significa esta comunión. El slam en un plano simbólico es el corazón puro de un concierto, es el espacio para experimentar la comunidad en oposición a la cotidianidad, es un ejercicio de insurrección de los jóvenes contra las jerarquías sociales... un ritual transitorio que por momentos crea un cardumen que se desplaza sin ninguna meta, pero genera un “nosotros”, una unidad de hermandad corporal en un rito juvenil que comparte sudor, golpes, euforia... todo ello al unísono y al compás de la música. © OMAR ZEPEDA VARGAS (Ciudad de México)
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SELECCIONADA .
Awa Odori. Los danzantes son tontos/Los observadores son tontos/ Ambos son igual de tontos/Así, ¿por qué no bailar? Entonando esta canción y bailando sin parar al ritmo de los tambores, timbales y flautas shinobue, los danzantes y músicos del festival del Awa Odori soportan la temperatura y humedad asfixiante del verano japonés. Al caer la noche, la gente se reúne para seguir a su comparsa favorita por las calles. El retumbar de los tambores sube de intensidad conforme las horas pasan, hasta que, al final del día, los observadores se unen a la comparsa en una danza comunitaria, contenida y frenética de este festival que anticipa los días del Obon, en los que, según la tradición budista, los muertos regresan a la dimensión de los vivos... y bailan con nosotros. © JUAN CARLOS PINTO MÁRQUEZ (Zacatecas)
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Página opuesta: SELECCIONADA .
El eterno rocanrolero. A sus 67 años, Alex Lora, vocalista de la banda El Tri, de México, dejando todo en el escenario y demostrando que lleva la música por dentro. © VÍCTOR MEDINA GOROSAVE
(Baja California)
Arriba: SELECCIONADA .
De la serie Notas de luz. La energía que provoca escuchar una canción se potencia en vivo. Arriba del escenario, los ídolos están dispuestos a dislocar los sentidos en instantes en los que la música puede verse con notas de luz. © ARTURO L ARA RAMÍREZ
(Ciudad de México)
Y es que, ¿cómo retratarte si eres voz? ¿cómo fotografiar el sonido y las sensaciones? ¿cómo hacer la foto de lo que, paradójicamente, es a la vez inasible y permanentemente presente? Te llevamos dentro, te bailamos, te escuchamos, te acompañamos, te tarareamos, te apreciamos o hasta te odiamos pero, música, ¿cómo fijarte en una imagen? El reto del Concurso de Fotografía Cuartoscuro 2020 Con la música por dentro, aparentemente sencillo, era grande. Convocar a dejar plasmada en fijo a la volátil e imparable música que llevamos por dentro y por fuera, no era una apuesta menor. No bastaba sólo con mirar pasar a los músicos, observar algún instrumensigue en la página 35 27
SELECCIONADA .
Cantando para estudiar. De la serie La música de las calles. Una mujer toca la guitarra e intenta sacar alguna moneda que le ayude a pagar sus estudios. Guadalajara, Jalisco. © LUIS FERNANDO GONZÁLEZ COBO (Jalisco)
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SELECCIONADA .
Larva. De la serie Retratando la música en las sombras. El frontman, esa figura casi divina que a través de su actuación y su voz hipnotiza y atrae la mirada de multitudes, ese que incluso desde las sombras (underground) logra resaltar y transmitir su música a todo aquel abierto a nuevas experiencias musicales. En México existe una escena underground muy amplia en cuanto a propuestas musicales que van desde el combativo punk hasta el rítmico rap. Dentro de esta diversidad de géneros y estilos, los sonidos pesados y oscuros predominan en gran parte de la escena y los escenarios under en México, siendo la denominada escena oscura mexicana. © RICARDO NOAM VERDUGO ARIAS (Baja California)
29
SELECCIONADA .
En camino. De la serie Musicoterapia. Daniel y su Tiburocello en camino a una presentación. Daniel Clemente Abarca es un joven músico chiapaneco, estudiante de último año de la Licenciatura en Música Clásica de la Facultad de Música de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, cello (violonchelo) principal de la Orquesta Sinfónica del Estado y pionero en la musicoterapia en Tuxtla Gutiérrez. De manera altruista, ya sea solo o junto con sus compañeros de Vita Quartet, realizan conciertos con música clásica o variantes de canciones infantiles en los pasillos de los servicios de Pediatría de distintos hospitales de la Secretaría de Salud local, donde fue invitado para formar un proyecto de musicoterapia. Para estas presentaciones, ha creado dos personajes: el Spiderman chiapaneco y Tiburocello, quienes hacen más atractivo el espectáculo a los niños en una situación de enfermedad, provocándoles una sonrisa y relajación en medio del estrés que conlleva estar hospitalizado. Dicha terapia no sólo ayuda a los niños, también a los padres y al personal de salud que los atiende, creando con su bella música una atmósfera emotiva que motiva la segregación de endorfinas. © MIGUEL ÁNGEL ACOSTA ORTIZ (Chiapas) 30
SELECCIONADA .
Al sonido de las sombras. A lo largo del 12 Desfile y Concurso de Alebrijes Monumentales que se lleva a cabo en la Ciudad de México, varios grupos y artistas salieron desde el Zócalo de la ciudad amenizando el ambiente con música, entre ellos, una banda que marchó paso a paso al sonido de las sombras. © ARTURO L ARA RAMÍREZ
(Ciudad de México)
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Arriba:
SELECCIONADA . De la serie Siempre hay música en la casa.
Ana practica un poco de Schubert en su sala. Para ella, la música siempre ha sido algo muy individual. La fotografié a través de la ventana desde afuera de su casa. Chihuahua, Chihuahua. Mayo, 2020. El virus obligó a muchos a encerrarnos en nuestras casas. La celebración colectiva de la música está en pausa, pero nos queda la música en la intimidad, en nuestros hogares, en cada espacio que adornamos en el tiempo. En sus casas, hombres y mujeres cantamos, punzamos cuerdas y regalamos el aliento a los instrumentos. La música sigue aquí, como ha estado con nosotros desde el principio. Las fotografías de esta serie fueron tomadas desde afuera de las casas, detrás de las ventanas y las rejas, por entre ranuras que dejaban ver un poco del espacio donde el músico se encuentra con su pasión, siempre respetando la sana distancia. © RAÚL FERNANDO PÉREZ LIRA (Ciudad de México)
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SELECCIONADA .
De la serie Música en la azotea. Una de las pasiones de Miguel es la música. Durante la pandemia de coronavirus, aprovechó para romper el encierro en la azotea de su edificio al sur de la ciudad, donde toca algunas piezas en su violín. No faltan los vecinos que graben con el celular a Miguel, o quienes le aplaudan al terminar de escucharlo. © ISAAC ESQUIVEL (Ciudad de México)
Página opuesta, izquierda de arriba a abajo: SELECCIONADAS . De la serie Siempre hay música en la casa. Solíamos reunirnos cada semana para tocar. La Jornada Nacional de Sana Distancia lo dificultó todo, pero todavía nos vemos de vez en cuando por Internet. Durante el encierro, Damián tomó el acordeón y muestra que ya puede tocar Flor de capomo. Chihuahua y Ciudad de México. Junio, 2020. Elías es un guitarrista multifacético y hace música con texturas. Con la pandemia, se quedó con pocos alumnos. Lo fotografié en su sótano a través de una ranura desde la entrada de su casa. Chihuahua, Chihuahua. Junio, 2020. Galia se ha dedicado a la música clásica por años, pero durante el encierro se acercó al jazz. Me recibió en el patio de su edificio, desde donde pude fotografiar su estudio. Chihuahua, Chihuahua. Junio, 2020.
Página opuesta, derecha, abajo: SELECCIONADA . De la serie Siempre hay música en la casa. “Está bien loco cómo la incertidumbre hace difícil poder retomar la rutina, si de por sí es difícil retomarla cuando dejas de practicar aunque sea poco tiempo”. Mau, saxofonista y estudiante de educación musical. Chihuahua, Chihuahua. Junio, 2020. © RAÚL FERNANDO PÉREZ LIRA (Ciudad de México)
Todas de © RAÚL FERNANDO PÉREZ LIRA (Ciudad de México) 33
SELECCIONADA .
De la serie Fanfarrias en el aire: atreverse a volar por la música. Hacer vida de músico exige compromiso y grandes sacrificios, pero nada había preparado a estos músicos para el desafío que les propondría en 2019 la compañía de teatro físico aéreo Ilaii de Mérida, Yucatán. El papel que desempeñaron en la obra “Fanfarrias en el aire” les exigió entrenarse para tocar sus instrumentos suspendidos a una altura de hasta 25 metros. Arneses especiales, cables de seguridad y una gran grúa de construcción se sumaron a los instrumentos musicales para hacer posible la interpretación de un repertorio musical de inspiración gitana durante cuatro funciones gratuitas en el Remate del Paseo Montejo en Mérida, Yucatán. “Al principio da miedo, pero después uno se acostumbra”, se escuchó decir a uno de los músicos. “Y después estás allá arriba y sopla el viento”, acotó otro, “y te asustas otra vez”. © IVÁN GABALDÓN HEREDIA (Yucatán) 34
SELECCIONADA .
La gente detrás del escenario. Piojo, stage manager de la gira de David Bisbal 2019 © VÍCTOR MANUEL GULIAS RIANDE (Madrid, España)
to, asistir a un concierto. Había que ir más allá y capturar esencias, sentimientos, sensaciones. La meta se cumplió y, con dificultades, hubo que seleccionar de entre los 391 trabajos enviados por 290 fotógrafos. La tarea no fue fácil pues los resultados fueron de gran calidad. En sus Notas al ritmo, Omar Alejandro Carrillo Quintero, ganador del primer lugar, logra una síntesis única. Ahí aparece el instrumento, sí, pero más que ese saxofón, más que el objeto como protagonista, está la energía, la vibración, las notas que parecemos escuchar: la música se hace presente. Más nostálgico, el cantor zacatecano captado por Daniel Augusto Sánchez sigue en la página 42 35
SELECCIONADA .
De pan y música. De la serie Rituales sonoros. Don Juan López es panadero de oficio, pero músico de corazón. Después de elaborar el pan y dar gracias a sus santos patronos, él y sus hijos se dedican a ensayar ahí mismo con su grupo musical para los eventos sociales en los que tocan los sábados. Jocotitlán, Estado de México. © MARCO ANTONIO LÓPEZ ROSAS (Estado de México)
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Página opuesta, arriba:
SELECCIONADA . Echando taco. De la serie Rituales sonoros.
Placear y comer tacos de barbacoa es muy tradicional en México, pero para ello se necesita de una cerveza y, sobre todo, de un buen grupo norteño que amenice el momento. Tianguis de Ixtlahuaca, Estado de México. © MARCO ANTONIO LÓPEZ ROSAS (Estado de México) Página opuesta, abajo:
SELECCIONADA . Grupero cool. De la serie Rituales sonoros.
Raúl es un joven músico que anhela entrar al Conservatorio de Música, para ello trabaja como vocalista y guitarrista en un grupo de la onda grupera y todos los sábados toca con ellos en un bar de su localidad. Aunque el ambiente es el típico de luces y humo artificial, él busca darle un toque más cool a su trabajo y por ello su vestimenta es distinta a la de sus compañeros. Espera algún día ser concertista de guitarra clásica. San Felipe del Progreso, Estado de México. © MARCO ANTONIO LÓPEZ ROSAS (Estado de México)
SELECCIONADA . Juglares. De la serie Rey vallenato.
En Colombia, específicamente en la región que comprende la Costa Atlántica, existía una vieja tradición conocida como Juglares, hombres que viajaban entre pueblos y rancherías llevando noticias, música y parranda al son de su acordeón. Ellos fueron los primeros que, con su música y forma de narrar, iniciaron lo que hoy es considerado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. © ISRAEL FUGUEMANN RAMÍREZ (Ciudad de Mëxico)
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Página opuesta:
SELECCIONADA . Serenata.
De la serie Nos vamos cantando las calmaditas. Fotografía subacuática, en la cual hago referencia al “más allá” o al plano de los muertos, donde ya no hay vida, pero aún hay música. © MAURICIO SILERIO VALENZUEL A (Guanajuato)
Página opuesta, arriba: SELECCIONADA . Jaranero. De la serie El encanto. Don Bonifacio Temich, ejecutante de la jarana en los rituales de la zona de los tuxtlas, suele acompañar, junto con su grupo, los velorios de la Virgen de los Remedios. Él vive en la comunidad de Texcaltitán, perteneciente al municipio de San Andrés Tuxtla, Veracruz. © FELIPE DE JESÚS OLIVEROS RODRÍGUEZ (Veracruz)
SELECCIONADA .
Manos mágicas. De la serie Escorpio Seis Nueve. Con más de 30 años de carrera como DJ, Escorpio Seis Nueve comenta que desde chamaco le gustó toda la música. Vivió en una zona donde cada fin de semana los sonideros bajaban a tocar sus éxitos con el barrio. Desde ese momento supo que su nombre lo definiría y por eso adquirió su signo zodiacal y su fecha de nacimiento como seudónimo. © MARCOLINO HERNÁNDEZ CHARREZ (Puebla)
Página opuesta, abajo: SELECCIONADA . Instrumentos musicales tradicionales. De la serie Los ecos musicales de Tateikie. Las y los estudiantes de ECOS emplean los instrumentos que José Carrillo López elabora para ejecutar piezas de música tradicional wixárika. © LILIA DEL CARMEN BAL AM MAGAÑA (Yucatán) 41
Abajo:
Página opuesta, arriba:
SELECCIONADA .
La espera. De la serie El sonido del tiempo. Un señor toca solitario en la estación del Metro Centro Médico para ganarse unas monedas. Caminamos, observamos, escuchamos y sentimos. El paisaje sonoro es visible todo el tiempo y en todos los tiempos; surge un festín de melodías entre el tumulto o la inactividad. Es el péndulo de las cotidianidades. Nace de la diversidad y se elevan en todas partes; tiene diferentes rostros, edades, tonalidades y expresiones: es música. Ciudad de México, 2018. © MÓNICA JIMENA SÁNCHEZ CORREA (Estado de México)
Casi dormidos y descansando parados durante una hora fuera del Hospital General, los paramédicos de una ambulancia esperan a un paciente con síntomas de Covid-19. Finalmente, tuvieron que trasladarlo a otro nosocomio por la falta de camas disponibles. Ciudad de México. Abril 29, 2020. © MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO 42
SELECCIONADA . Mirada tensa. De la serie La vida musical
en la Sierra Norte de Oaxaca. La forma en que los niños en esta región de Oaxaca aprenden el bello arte de la música es increíble: el lugar, ambiente, en medio de las carencias y a pesar de que tienen otras necesidades, aprenden a ejecutar su instrumento de una forma fantástica. © GILDARDO SANTIAGO NIÑO (Oaxaca)
Moreno, quien se hizo acreedor del segundo lugar, acecha en la noche para lograr una composición perfecta de sombras que nos llevan por una línea de faroles para, de la oscuridad, imaginar el brote de los primeros acordes de la guitarra. Y porque somos fiesta, y no hay festejo sin ellos, los músicos nos encaminan con sus pasos por el campo michoacano como un anticipo a lo que habremos de escuchar –aun si no lo hacemos– en la imagen del tercer lugar, El caminar, de Arturo Peña Romano Medina. De las menciones honoríficas habría tanto que hablar. ¿Qué decir del pequeño que inclina su cabecita para sentir las notas que provoca? ¿De los tres músicos concluye en la página 47
Página opuesta, abajo: SELECCIONADA .
Notas y contrastes. Todos tenemos contrastes y notas que marcan nuestra vida; sin la música no podríamos salir de la oscuridad. © LUIS ALBERTO CERVANTES JUVERA (Ciudad de México)
Ambas páginas: SELECCIONADAS.
De la serie Daniel, el hombre orquesta. Daniel se describe como un artista multifacético que no se limita a un solo arte para expresarse. Interpreta múltiples instrumentos de manera individual y simultánea como un auténtico “hombre orquesta” , lo cual lo ha llevado a experimentar y desarrollar un particular proyecto y concepto como “MusicMan”. Domina diversos instrumentos y ejerce otras disciplinas como la composición, orquestación, dirección y producción musical y audiovisual. © ANA CECILIA ESCANDÓN ROMÁN (Estado de México) 44
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SELECCIONADA .
La tortuga. De la serie La tortuga y los danzantes. Durante el 1 y 2 de noviembre se celebra el Xantolo, en la Huasteca Hidalguense. En estos días salen a la calle cuadrillas de viejitos y xilonas; los primeros van con ropas de color oscuro, sombrero y máscaras de madera; las segundas son hombres vestidos de mujer, con paños en el rostro. Ambos representan a los difuntos que llegan desde el inframundo. Van por las calles riendo, dando vueltas y gozando al ritmo de la música de las bandas que alegran la tarde o de los conjuntos de guitarra. Pero hay una música que es única en esta región, un sonido hueco y rítmico que proviene del caparazón de una tortuga que se hace sonar con varas, cuyo portador también realiza un canto en lengua náhuatl llamado cocolotzi. Mientras que el caparazón representa la fuerza para enfrentar al mundo desde pequeños, el canto habla sobre los procesos de la vida, desde que naces hasta que mueres. Una música que sólo se escucha durante el Xantolo. © FRANCISCO MANUEL PALMA L AGUNAS (Ciudad de México)
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Página opuesta:
SELECCIONADA . El de García. De
la serie La música: el otro virus que avanza. A las afueras de una cadena comercial de ropa en el centro de Zacatecas, una familia rocía de amenas y felices mañanas a los capitalinos, pese a tormentas, deshidratadas por los calores, el hambre y la pandemia. © JOSÉ ROSARIO ÁVIL A ALFARO (Zacatecas)
indispensables que reposan trompeta, tambor y chirimía en la fiesta oaxaqueña? ¿De quien recupera la historia de la reproducción musical a través de los objetos que evocan otras épocas? ¿Del etéreo fluir de las teclas de un piano, del juego musical entre madre e hijo, o la espontaneidad del baile callejero, perro incluido? Pero, ¿para qué hablar más de las fotografías si lo dicen todo, si nos hacen escuchar melodías, acordes, si nos hacen imaginar la sensación que vibra en los cuerpos? Dejemos que las imágenes hablen por sí solas, que suenen al ritmo de la música, esa que todos llevamos por dentro. n
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Arriba: SELECCIONADA .
Aguamiel. De la serie Campos de luz. Juanito acompañando a su padre, Lázaro, a recoger el aguamiel para el pulque. Entre pulque, magueyes, cabras y polvo, mucho polvo, se encuentra la familia de Lázaro, quien, fiel a tradición, hereda el gusto y la pasión por la música a Juan, su hijo más pequeño quien, acompañado de una guitarra, entona e interpreta las canciones que su papá le enseña, canciones rústicas y llenas de historias un poco adornadas. Siempre puedes encontrarlo acompañado de Gilberto, su hermano mayor, con quien comparte juegos, escuela y el gusto de llevar la música por dentro. Abajo: SELECCIONADA .
Música 2. De la serie Campos de luz. Juanito ensayando con su guitarra dentro de su casa. Página opuesta: SELECCIONADA .
Música. De la serie Campos de luz. Entre el polvo, cabras y juegos con Gil, su hermano mayor, puedes encontrar a Juan cargando su guitarra o la de su padre. Todas de © JUAN ANTONIO GAMA MALDONADO (Hidalgo)
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SELECCIONADA .
Música. De la serie Ramona. Vestida con su chaquetilla color rojo, botas de tacón y camisa blanca, Ramona espera en su casa, en la colonia Pedregal de San Nicolás, la hora de salir a tocar. Toma su trompeta, su fiel compañera, y ensaya un poco al lado de su cantina. Tras verificar que el sonido es adecuado, reposa su instrumento en la barra para después tomar un retrato de sí misma cuando tenía 24 años, el cual muestra orgullosa como la prueba palpable de una vida entera llena de victorias y de alegrías, así como de una trayectoria musical que comenzó un 15 de septiembre de 1982, cuando fundó el Mariachi Femenil “Xóchitl”. Sus compañeras, Jennifer y Jazmín, quienes tocan el violín y el guitarrón, respectivamente, y con quienes comparte su hogar, la acompañan y se alistan con una vestimenta que armoniza en colores y formas con la de Ramona. Llega el momento, y es con la misma emoción de hace 38 años que Ramona se dispone a salir con sus compañeras, a quienes también considera familia, para llenar el escenario con la magia del mariachi. © JORGE ALEJANDRO PÉREZ LIMA (Ciudad de México)
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Página opuesta: SELECCIONADA .
Ofrendar a un sabino. Sembrado hace 350 años en San Andrés Zautla, Oaxaca, el sabino representa el árbol más antiguo que existe en la comunidad. Para sus habitantes es el “compañero más viejo” y pertenece a la familia de los ahuehuetes, el cual ha sido testigo del transcurrir de la historia del pueblo. Bajo su sombra ha cobijado fiestas, reuniones familiares, besos de amantes, los amores juveniles, paseos amistosos, nacimientos y bautizos, serenatas y convivios. Es febrero de 2020 y, una vez más, la música ha decidido visitarlo. Toca el turno a la Banda de Viento San Luis Huentli, cuyo nombre en náhuatl significa “ofrenda”, la cual fue fundada en 2016, integrada por una decena de músicos jóvenes pertenecientes a los pueblos del sur de la ciudad y estados sureños del país. En la imagen, uno de sus integrantes, Martín García, poblano de nacimiento, músico por convicción y fundador de dicha banda. Ejecutor de la tuba o bajo, como uno de los mayores instrumentos de viento-metal. © ARCELIA TOLEDO SÁNCHEZ (Ciudad de México)
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Arriba: SELECCIONADA. Luna y Sol. “Me acerqué sin pensarlo orbitando y esperando a que chocaran nuestros cuerpos y así bailar todo el tiempo”. Magaly y su novio Iván, vocalista de Gatito Bandido, tras dedicarle la canción Luna sin Sol, durante la presentación de la banda en un festival de música y cerveza. Parque Fundidora de Monterrey. Octubre 6, 2018.
Arriba: SELECCIONADA. En el baile. La música es cultura y la transmitimos de generación en generación como parte de nuestros valores. La enriquecemos y le damos sentido con nuestro día a día. Nos lleva a otros lugares o a personas. Estés donde estés, un sonido o una melodía te transporta a algún momento de tu vida. La música nos ayuda a liberar emociones, tal como el placer de bailar. Una canción puede recordarnos a un momento especial con una persona o a un viaje con amigos, recuerdos de nuestra adolescencia y a lo que vivimos en un determinado lugar. La llevamos como una conexión a nuestros recuerdos, cuando bailamos y escuchamos a una banda sonora nos proyectamos en ella, no sólo reviviendo momentos, sino también creando momentos. Los acordes y letras conectan con nuestros sentimientos, despiertan emociones, van con nosotros, marcan generaciones, acompañan nuestras vivencias, enmarcan recuerdos, generan con su magia un ambiente una identidad, una comunión. © ADREANA ROBLES GÓMEZ (Querétaro)
© LEONARDO NOÉ LÓPEZ BARRERA (Nuevo León)
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El jurado estuvo integrado por los fotógrafos Gabriela Pérez Montiel y Pedro Mera, y la editora de la revista Cuartoscuro, Ana Luisa Anza.
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portaFolio
Lalo Carrillo
UNA FORMA ÚNICA DE VER Y ESTAR EN EL MUNDO Pedro Anza
–No te veo nada, te veo como en filtro Gaussia-
La ciudad azul. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO
no con unos 15 pixeles… Hasta ese momento, yo no lo había notado. Dejando a un lado la cercanía casi pasional con la que mira el menú, nada hubo en nuestra interacción que sugiriera que Lalo Carrillo “no veía nada”; llevábamos ya una media hora platicando en un café. Por supuesto, conocía de su problemática: le habían diagnosticado queratocono hace cuatro años y su vista se iba difuminando, una operación había impedido que su córnea continuara degenerándose hasta perder por completo la vista o necesitar un transplante, pero hoy, la forma cónica permanente no le permite el uso de lentes de contacto blandos por lo que su única opción son los duros, los que le generan tal dolor que los usa sólo para editar sus fotografías. –¿Por qué no los utilizas? –Es como si tuvieras siempre ahí una basura. –¿Y con ellos puedes ver bien? –Sí, se ve todo cabrón. Cuando me los puse, dije: “¡güey! ¿a poco así se ve la vida, así de impactante?” Antes de hablar del trabajo que aquí presenta, me platica sobre otros de sus proyectos, sobre sus as piraciones adolescentes a ser futbolista profesional y su paso por la cantera de Club Universidad. De
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Paseos nocturnos. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO 56
En el espejo. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO
una familia de abogados e ingenieros, Lalo estudió Actuaría en el itam y se introdujo a la fotografía cuando una amiga lo invitó a tomar un diplomado. Descubrió entonces un mundo nuevo que rápidamente se volvió, junto con el futbol, el foco de su atención y entusiasmo. –Obviamente, a mis clientes no les digo que no veo. Ellos ni se dan cuenta, es algo tan natural que parece que sé todo muy bien, es como en el futbol, nadie sabe que no veo; estos dos temas, foto y fut, son tan íntimos para mí… la gente a veces ni sabe que no veo.
–Lo has integrado bien… –La técnica la tengo muy bien, sé donde quiero el foco así que, según yo, no necesito ver tan nítido para el estilo de foto que he estado manejando; a la hora de editar ya me pongo mis lentes duros. La selección de fotografías presentadas en esta edición forma parte de su portafolio de Imagine, antesala y complemento de otro proyecto fotográfico –En la oscuridad–, en el cual retrata el proceso de su operación; ambos son su visión del mundo, no sólo su ángulo o su perspectiva, irremediablemente subjetivos, sino su particular forma y textura. 57
Back home. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO
–Desde que dejé de ver nítido, empecé a tomar fotos de la forma en como veo. Me decía: “Aunque no vea nítidamente me encanta conocer, ir a la playa, los colores son impresionantes”, así que intentaba transmitir la belleza de este mundo a pesar de no ver. Ésa es la primer parte, fotos de cada lugar al que iba, de cómo veo, fotos bonitas, así les llamo, mi amor a este mundo a pesar de que no vea. –Y después vino la operación, ¿cómo fue eso? –No dormí durante una semana por el dolor. Te queman los ojos, tienes que estar en la oscuridad, me fui a casa de mi novia Mónica para que me cui58
dara; la única forma de estar bien es en la oscuridad: selló, puso cartulinas, sábanas, estuve una semana en la oscuridad total, a veces es raro porque sí necesitas luz, te vuelves loco, es un experimento muy loco, sentías como si te quemaran los ojos, no entendía este ardor y esta necesidad de también tener luz. Si estabas sin luz, se siente raro pero, a la vez, necesitas luz… sólo que ésta duele. Lalo sale de la operación como el devoto de una confirmación religiosa, con ánimos renovados de continuar sus andanzas fotográficas, avanzando sigiloso hacia el deseo que duele, la flor que espina,
Vacaciones. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO
Roadtrip. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO
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City Lights. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO
Siento… Lalo Carrillo ¿Qué siento al ser fotógrafo y no poder ver bien? Sí, siento soledad por no ver las caras o reacciones de las personas a mi alrededor; para mí, los seres que me rodean son sombras que caminan, como barridos en mis fotos. Siento aprensión y miedo a lo desconocido por no saber cómo lo voy a hacer, pero a la vez, tengo más confianza en mí mismo. Sí, es triste a veces no ver bien, pero también es un reto. Siento motivación por saber que mis ideas, temas y pensamientos deben ganarle a lo visual. Me siento afortunado por saber que veo y puedo hacer tantas cosas que, sin mi vista, tal vez no podría. Disfruto viajar, observar y conocer nuevos lugares y, en cada sitio que visito, tomo este tipo de fotos, para intentar enseñar la belleza de los colores y la luz que yo veo, a pesar de no tener nitidez. Lo que más amo, sin duda, es ser fotógrafo, ya que con mis ojos veo una existencia única y, a través de mis imágenes, veo la vida como es “en realidad”. Imagine es un proyecto que comencé en 2016, cuando me detectaron queratocono, enfermedad que provoca una visión borrosa y doble, aun usando lentes de armazón o de contacto. A través del uso de técnicas como la doble exposición, el fuera de foco, los reflejos y barridos, logro “efectos” para transmitir mi manera de observar y estar en el mundo. n
Yosemite Lakes. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO
Examen. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO
la sed de luz que quema, un eros que no se detiene y avanza en un mundo nebuloso donde se orienta con su cámara, en la que se apoya para equilibrarse en un mundo difuso que, a través de su córnea frágil, podría presentarse como el despliegue de irreductible de sombras y penumbras, pero que Lalo elige ver como posibilidad de contrastes, barridos y dobles exposiciones, como si supiera que no sólo se dispara con el ojo y que, por lo tanto, al fallar éste, el fotógrafo no queda en el desamparo y que, ya contra las cuerdas, antes de tirar la toalla, la triada de la que habló Cartier Bresson –corazón, ojo, cabeza– viniera a sostener sus disparos. Y es que hasta que el corazón no deje de latir, para el creador entusiasta la posibilidad creadora es irremediable. n Para conocer más sobre Imagine y otros proyectos del autor, visita: https://es.lalocarrillo.com/ o su instagram @lalocarrillo.photography
Operación. De la serie Imagine. © L ALO CARRILLO 61