3
Texto por Cocó Muro y Horacio French
Editorial. Trezidavomartiofobia colectiva.Dadá Mini Edición Trece. Nos pusimos el sweater al revés, encontramos una carta de póker en la calle, soplamos los dados antes de tirar, usamos jean con jean, tocamos madera... y nada. Rompimos un espejo, se nos cruzó un gato negro, pasamos la sal de mano en mano, caminamos por abajo de una escalera, abrimos el paraguas adentro de casa, no reenviamos las cadenas de mails a 48 personas... y nada tampoco. Casi casi que empezamos a prenderle velas a San Ex-Pedito, consultar al tarot y atar nudos en los pares de media frente a tanta ansiedad. Llegamos a creer que era un designio divino esto de que se retrase tanto la publicación. Pero nada de eso, la superstición sabe a cobardía. Una interpretación no racional de los acontecimientos y desligazón de responsabilidades por fuerzas externas imposibles de comprobar. En los últimos meses abrimos el espléndido Dadá Mini Tienda Bar en Córdoba, participamos de la Muestra Internacional AFUERA! Arte en Espacios Públicos con nuestro gran equipo de street art y, como todos los días, nos ocupamos de las tareas domésticas y cotidianas.
Eso provocó que salgamos con más atraso que una colegiala del Ricardo Palma en su último año de secundaria. Lo asumimos y, aunque preferimos el pensamiento mágico y el coqueteo con lo arcano y lo sagrado, nada tuvieron que ver las consultas a AstroNacho ni el péndulo de Brite. Pero al final la profanación fue expeditiva: Fuimos a ver la muestra del artista Sebastiano Mauri y estuvimos de acuerdo en que ahí estaba el meollo de la cuestión. Investigamos al esquizofrénico Rano, que puede ser a su vez Una Niña Malvada, y practicamos hacer algo más que batir récords de Tetris con un viejo Gameboy. Nos preguntamos de qué hablaban Borges y Xul durante sus partidas de pan ajedrez en la calle Laprida, e intentamos contestarlo sin oráculo. Vicky conoció a Sergio, Betina y Melina, para quienes Rodrigo y Gilda son muchísimo más que el primo del arquero de Belgrano y un sticker en la guitarra de Leo García. Revisamos una serie de películas malditas y nuestra redactora cada vez que entraba al videoclub temía que la góndola del género se le veniese encima.
Nos asaltó la duda, nos despeinamos el flequillo y le consultamos a un montón de gente sobre la supuesta muerte de Paul Mc Cartney. Pero las entradas para verlo en River en noviembre están a más de 5mil pesos y sería una estafa. Luego de 13 sesiones de ouija, al cabo que convocamos el espíritu de David Bowie y poseímos cuatro almas dispersas que degustaban un bondiopan. No apto para impresionables: el puesto de Valeria tiene la mejor bondiola de la Costanera. La galería de artistas anhela y maldice en un solo volumen. Atraídos por el 13 tan bien maquillado, los artistas tienen siempre algún argumento sobre la superstición: uno que habla por las fechas y las coincidencias, otro que por todas las películas y cuentos que se comió, otro que por las creencias religiosas, y así sucesivamente. Eso si, jamás podríamos limitar a estas obras geniales sólo dentro del plano de la superstición, pero si tomamos ventaja de la situación y sugerimos la mirada macabra del arte, su humor, su grito de protesta. 13 cuadernos compulsivos. Aníbal Buede y su Casa 13. Blur y su disco 13. Dadá Mini y su edición 13, que trae suerte.
5
Sumario. P.14 | No taN Holy... wood / Películas malditas HacieNdo bardo. P.65 | cuaderNos comPulsivos
P.16 | suPersticioso.
P.20 | microNovelas. uNiversitat de barceloNa by berNardo ly l NcH casares. P.7 4 | Plegarias al costado de la ruta.
P.76 | HoróscoPo Por astroNacHo
P.78 | la miNi umass. cÁtedra del PulPo. la suPersticióN es algo muy extraño P.80 | | verbo-rragia. creer... o curtirse.
P.82 | Paul mc cartNey (Not) dead.
«maqui» «Álgebra de la intersección urbana» «Fantasía o realidad» «el día que me acosté con una bruja» «alicias en wonderland» «miau» «alternativa: terapia» «Parece gualicho» «No sueñes conmigo» «aquellare» «rewind» «lectura de-mente» «No leas esto»
P.23 | eN la galería «la superstición como Frontera»
P.87 | uN caNtar distiNto. borges y xul solar. P.90 | la visita. sebastiaNo mauri. el mercHaNdisiNg PoPular de la religióN. P.97 | 12 + 1 = ¿?. Piedra libre PPara todos los comPas. P P.99 | embrujado x NiNa. P.100 | eNtre Nos. aNíbal buede. casa 13. P.106 | lado d. uNa Niña malvada / raNo. P.112 | david bowie. del glam rock al daNdismo y el camP. P P. P.114 | uNa Postal camP: david bowie, boNdiola mata galÁN.
FerNaNdo vélez. juaN josé surace. diego biscioNe. sergio gravier. eliaNa Heredia.
7
La DadáTroupé. Seguinos en www.dadamini.com Dirección Editorial y RR. II. Nicolás Cacciavillani // direccion@dadamini.com No pasa por debajo de una escalera, se las choca. Dirección de Arte Horacio French // arte@dadamini.com Trabaja como animador de fiestas de Halloween y se queja porque tiene poco tiempo. Edición Cocó Muro // edicion@dadamini.com Hace días que tararea «Superchería» con el narananá incluído. Consejo Editorial y Producción Mariel Breuer // baires.prensa@dadamini.com Cuando le pica la mano izquierda la sacude dentro de la cartera o el escote, pero el dinero no aparece. Rosario Villani // baires.produccion@dadamini.com Pagó $10 a un tal Walter para que le leyera las cartas y no le dijo nada que no supiera. Fernanda Rocha // baires.redaccion@dadamini.com Toca toda madera sin pata ante la eventualidad de una desgracia, y «la izquierda», cuando ve un bizco.
Dirección Comercial Lic. César Viola Díaz // mkt.direccion@dadamini.com Tiró una moneda de 50 centavos a una fuente y le devolvió dos de 25. Era el cambio que necesitaba. Comercial Córdoba Sebastian Gullo //cordoba.comercial@dadamini.com Nunca le dijo a nadie, pero colecciona estampitas de santos. Gestión / Soporte de Dirección Matías Mercadal // gestion@dadamini.com Cierra las puertas con llave pero duerme con la ventana abierta. Prensa Buenos Aires Mariel Breuer // bsas.prensa@dadamini.com Web Luciano Battagliero // net@dadamini.com No es supersticioso, pero por las dudas fuma Lucky. Diseño Gráfico Nica Oficina Central Achaval Rodriguez #250 Bº Güemes. CP 5000 Córdoba, Argentina
Foto de Tapa RANO (Una Niña Malvada) lustración María Morillo Colaboradores Erwin Otoño Diego Fernández Pais Lucía Marroquín Vicky Guazzone di Passalacqua Ayelen Montenegro María Valeria Tuozzo Pulpo Adrián Samaniego Nacho Sandoval Laura Lempert Magdalena Argüello Pitt Lucas Varela Aquiles Cristiani Alberto Canaves Lourdes Massa Gonzalo Sesto Agostina Coirini José Heinz Silvina González Mateo Dieste Lucas Gutiérrez Andrea Papini Distribución en Kioscos Nacional: DISA S.A. Buenos Aires: Distriloberto Córdoba: Revicor
Para consultas sobre distribución y/o comercialización, escríbanos a info@dadamini.com AGRADECEMOS a todos los que colaboran y creen en Dadá: Sol Santarsiero, Gaby Fernández y Martín Di Girolamo, Aníbal Buede, Magda Argüello Pitt, Euge Nolé, María Morillo, Lucas Varela, Vicky Guazzone, Valeria Tuozzo, Diego Fernández Pais, Rano (y Una Niña Malvada), Adrián Samaniego, Lucía Marroquín, Ariel Estruch, Rodri Castiñeira, Coco Boudakian, Luciana Ferral y familia, Andy Pomilio, Agus Alegre, Gata Garlot, We Muro, Nacho Sandoval, los Banis, familia Cacciavillani, Mr. Vasket, Germán Paley, Renato Echegaray, Juanita Cárdenas, Ricardo Cabral, Mario Breuer, Sergio Marchi, Sebastiano Mauri, Matías y Alejandro Villani, nuestros modelos Rodrigo Pascual, Panko y Frannie; Alfredo Lemon, Valeria del puesto con la mejor bondiola de la Costanera, Maie Muro por sostener un flash, los chicos de Bolivia, Laura Raffo de «Continuará», Michu Barros, Carola Villanueva de Checkpoint, Emilio Cuitiño, Isaac Newton
ACLARACIONES IMPORTANTES: * Dadá Mini™ y su logotipo son productos registrados. Se prestan por casa con pileta y asador en el verano. * Esta publicación intenta ser bimestral, así que... ¡esté atento que se agota! * El material periodístico, fotográfico, así como el contenido de los anuncios publicitarios, es de absoluta responsabilidad de sus autores y se hacen cargo de la expresión de sus ideas porque se la bancan. * Dadá Mini™ permite la libre reproducción de los artículos siempre y cuando se cite la autoría y la fuente de los mismos.
9
11
13
TOMA MARTINI /
No Tan Holy...Wood. Películas Malditas Haciendo Bardo Reconocidísimos films de terror y suspenso de taquilla se vieron envueltos, durante sus rodajes y después, en toda suerte de infortunios… y muertes inesperadas. Tantas fatalidades hacen, por lo menos, desconfiar hasta al más categórico de los escépticos Incendios, sufrimientos, peleas y divorcios. Enfermedades y fallecimientos que se dieron de golpe y porrazo. Muy mala racha que persiguió a sol y a sombra a directores, actores, productores y técnicos de ciertas películas de terror y suspenso. ¿Por qué son éstas las más propensas a las desgracias? ¿Será que de tanto ir a la fuente…? El film The Conqueror lleva la posta en el listado de películas malditas. Dirigida por Dick Powell en 1956, se las vio bien negras:
Texto por Fernanda Rocha
una inundación que casi se lleva a todo el equipo; el pavoroso ataque de una pantera negra a la actriz principal y especialmente la radioactividad, provocaron que se le asocie la mayor cantidad de muertes. La misma tenía previsto exteriores en Mongolia, pero el destino los llevó al desierto de Nevada (próximo a donde, en plena Guerra Fría, el Ejército de Estados Unidos hacía pruebas con bombas nucleares). Trece semanas de rodaje enfermaron de cáncer -en los años sucesivos- a casi un centenar de los 220 artistas y técnicos que participaron. Algunos habían advertido el llamativo color rojizo de la arena por las noches, pero ya era demasiado tarde; entre los que perdieron la vida se encuentran el director del film y los actores principales: John Wayne y Susan Hayward.
Siguiendo un orden cronológico en esta lista poco fortuita, nos topamos con Rosemary's Baby, filmada en 1968 , se cree que es la obra cumbre del director franco-polaco Roman Polanski y, dicen por ahí, fue también la antesala de una seguidilla de desgracias para el realizador. Entre ellas, el brutal asesinato de su mujer, la actriz Sharon Tate – de ocho meses de embarazo- en manos de un grupo de desquiciados liderados por Charles Manson, crimen que jamás pudo superar. Tiempo después, en 1977, Polanski es denunciado por abuso sexual a una menor- tras el uso de drogas-, delito por el cual nunca más pisó suelo estadounidense. La actriz Mia Farrow tampoco la pasó muy bien interpretando a la madre del anticristo, ya que era golpeada por su marido, el mítico cantante
Frank Sinatra, y en pleno rodaje se hartó y firmó los papeles de divorcio. Algunos piensan que la película generó «mala vibra», no sólo desde su temática asociada a lo demoníaco, sino también por la locación elegida: el edificio Dakota, ubicado en el centro de Nueva York y considerado «maldito». En el mismo habitaron verdaderos personajes oscuros: el actor Boris Karloff, genio del cine de terror, y Edward Alexander Crowley , brujo negro y famoso por su polémica contribución al ocultismo del siglo XX. No olvidemos que en las puertas de esta mismísima construcción, Mark Chapman asesinó a John Lennon en 1980, preso de su fanatismo... y luego preso por homicidio. ¿Tantas fatalidades podrán explicarse como simples casualidades? Otro film que masticó desdichas fue El Exorcista, dirigido por William Friedkin en 1973. Entre las víctimas podemos mencionar a el hermano de Max Von Sydow (el Padre Merrin), un sereno que cuidaba el set, un técnico de refrigeración, el hijo recién nacido de un cameraman, el actor Jack MacGowran y el abuelo de la protagonista Linda Blair… enumeración suficiente como para formar parte de este ranking de calamidades. Por ese entonces, la adolescente Blair, estuvo nominada al Oscar por su difícil papel, pero durante la realización de la película sufrió varias crisis psiquiátricas y luego de la misma fue escasamente convocada por productores, debido a la mala energía que se dice que emanaba, además de tener graves problemas con las drogas. La actriz Ellen Burstyn fue otra desventurada, quien, personificando a la madre de la poseída Blair, se lastimó seriamente la columna vertebral. Ya Burstyn se había negado a decir la frase: «¡Creo en el Diablo!», argumentando que ni siquiera en broma se debía clamar por el demonio. La frase
fue sacada del guión, sin embargo no le aseguró quedar exenta de la maldición. En El Exorcista: el Comienzo (2004), la mala fortuna, se hizo eco de su antecesora. El primer director del proyecto, John Frankenheimer, falleció repentinamente poco antes de comenzar el rodaje y el responsable del corte final, Renny Harlin, fue atropellado en plena filmación por lo que debieron colocarle 14 clavos metálicos en una pierna. Parecería que retratar al demonio, o invocar al espíritu que fuere, da mala espina. De eso también da ejemplo La Profecía de 1976 siendo que las peripecias se sucedieron desde el primer día de rodaje, cuando el director Richard Donner tuvo un accidente con su auto. Más tarde, tres vuelos diferentes en lo que iban a bordo Gregory Peck, el actor principal; el guionista David Seltzer y Mace Neufeld, productor ejecutivo, respectivamente, fueron alcanzados por rayos en sus trayectos. Neufeld luego tuvo que escapar de una bomba colocada por el IRA en su hotel, y poco después, el director y algunos actores salieron ilesos de otra bomba colocada en un restaurante. Los infortunios siguieron con las muertes del hijo mayor de Gregory Peck (en extrañas circunstancias), de un guardia atacado en una escena con leones y del asistente de un experto en efectos especiales, debido a un accidente automovilístico. Llegado los '80, Stanley Kubrick dirige El Resplandor. Tras haber rechazado rodar El exorcista, se encaprichó con una película de terror y tomó como base la novela homónima de Stephen King. La misma estuvo cargada de tensiones y ondas enviciadas empezando por las exigencias sobrehumanas a las que Kubrick sometía a sus actores. Jack Nicholson no la pasó tan mal, a partir de las sesiones de raquetazos diarios que se daba para
soportar las duras jornadas de rodaje y los fuertísimos dolores de espalda. La actriz Shelley Duvall (en el papel de Wendy Torrance) tuvo que ser internada en un centro psiquiátrico, producto de su exposición a los insultos y malos tratos por parte de Kubrick, quien creyó que así la ayudaba a lograr más veracidad en su personaje; e incluso el actor de raza negra Scatman Crothers (personificando a Hallorann, chef del Hotel Overlook y quien comparte «el resplandor» con el hijo de la pareja) llegó a quebrarse y ¡llorar! Más allá de las exigencias del afamado director, no faltó el incendio del decorado de turno -debido al intenso calor generado por la iluminación para recrear la luz del sol- y las leyendas alrededor de la habitación 217. Se dice que los dueños del hotel donde se filma- 15 ron los interiores, pidieron encarecidamente que se cambiara el número al de 237, para evitar que futuros huéspedes lo asociaran con lo que ocurre en el film. En cuestiones de superstición no hay lógica que valga. La película, una vez estrenada, continuó con algunos patinazos, consecuencia de fracasos comerciales, aunque más tarde se volvió un peliculón. Cerrando este listado negro, se encuentra Poltergeist, otra exitosa saga envuelta en una inexplicable maldición cinematográfica. La dirección de la misma estuvo a cargo de Tobe Hooper con la participación del maestro de los efectos especiales, Steven Spielberg. Las muertes inesperadas comenzaron apenas se estrenó la primera entrega en 1982 cuando Dominique Dunne -actriz de 22 años que interpretaba a una de las hijas de la familia- fue estrangulada por su novio; luego Julian Beck -el reverendo Kane en la segunda parte- murió por un cáncer de estómago al terminar el rodaje, y Will Sampson -actor de origen indio que interpretó a un brujo
llamado Taylor y que afirmaba ser chamán en la vida real- murió por complicaciones en un transplante de corazón y pulmón. A partir de allí, ni el menos temeroso en el set se chupó el dedo, y se suspendió el rodaje para hacer un exorcismo furioso. Pero lo más escalofriante sucedió después: la muerte de Heather O’Rourke (protagonista principal, con tan sólo doce años), en plena filmación de la tercera y última parte de la serie, a raíz de una obstrucción intestinal fatal. Algunos, como la actriz JoBeth Williams, alegaron que parte de la maldición se debía a la utilización de esqueletos reales en algunas
escenas. Y sí… nuevamente con los espíritus no se jode. Indudablemente la realidad superó la ficción y esta lista interminable de accidentes y muertes extrañas, lo delata ampliamente. Meterse con demonios, seres del más allá y/o asuntos paranormales trae consecuencias poco “felices” y las explicaciones casuales o terrenales de los hechos no alcanzan... ¡ni contentan! ¿Será posible que el sólo hecho de «tratar» estas temáticas malditas, envuelva en un halo non sancto a todo el conjunto de personas involucradas en la realización de este tipo de peliculas? ¿Será que esta mala ener-
Supersticioso. Camino por la vereda y veo enfrente una escalera apoyada contra la pared, en un ángulo de unos sesenta grados, y siento la insoportable necesidad de aventurarme y pasar por debajo de ella, so pena de que se me caiga un piano en la cabeza en los próximos veinte metros. Eso aún no ha ocurrido, para alegría de mis seres queridos, pero lamentablemente no todos han tenido la misma suerte. Nuestra vida cotidiana está llena de supersticiones que nos aquejan y nos ponen en una encrucijada al creer o reventar y, como no podía ser de otra manera, Hollywood tampoco está exento. El caso más comentado durante años y, por qué no el más emblemático, es aquel que tiene por protagonista a Superman. Ni el hombre de acero, el último hijo de Krypton, el paladín de la justicia, ha podido salir ileso de esta maldición que recae sobre aquel que osa ponerse los slips colorados y la bandera de Estados Unidos para salir a cazar villanos. George Reeves interpretó el papel de Superman en la exitosa serie de televisión Aventuras de Superman desde 1951 hasta 1959, cuando murió en circunstancias poco claras y con un tiro en la cabeza. Algunos hablan de suicidio, otros afirman que fue asesinado *Nació un MARTES 13 de junio y está espléndido.
gía, atmosfera enrarecida, vibra negativa- o como se la quiera llamar- encierra a los implicados en una especie de círculo vicioso, en donde percibiendo que algo no está bien, temen y - en consecuencia- atraen inconscientemente (como revela la “Ley de la Atracción» tan de moda en estos dias) la desgracia? ¡Vaya uno a saber! Esclarecer estas cuestiones, se me está volviendo un tanto pesadilla... así que sahumerio, agua bendita y «fush fush», parafraseando a la Alfano ((y que no se me enoje Pachano*1). *Quedate con el gato.
Texto por Alberto Canaves*
por haber mantenido un romance con la esposa de Eddie Mannix, un alto ejecutivo de la Metro Goldwyn Mayer. Años más tarde, y en un intento por relanzar el éxito de Superman, la Time Warner filma lo que sería la primera de una serie de películas y contrata para encarnar al boy scout azul a Christopher Reeve que lucía en su abdominable traje la S que le faltaba en el apellido para ser homónimo de George. Luego de alcanzar un popular éxito con Superman (1978), Superman 2 (1980), Superman 3 (1983) y finalmente Superman 4, the Quest for Peace (1987), el actor sufre un grave accidente montando a caballo que lo dejaría postrado para el resto de su vida. Christopher Reeve murió el 10 de octubre del 2004 a raíz de un ataque cardíaco. En el año 2006 se estrena Superman returns con el actor Brandon Routh en el papel protagónico. La película fue un desastre comercial y, si bien es un hecho que el actor todavía está vivito y coleando y goza de buena salud, podríamos afirmar que la maldición pasó por su carrera artística que está muerta y enterrada a veinte metros bajo tierra.
17
MICRO NOVELAS / Texto por Diego Fernández Pais
Universitat de Barcelona. By Bernardo Lynch Casares
… la ligne, la couler et la posture… Gilles Deleuze, La literatura y la vida Vladimir Puchenko perjura, en su Tratado lírico de 1932, que no existen más literaturas que la monotemática. La obra completa de este chozno de Bioy, demuestra el costado parcialmente veraz de tal sentencia. Erigiéndose la cuestión de la libertad como la verdadera columna vertebral de su trabajo, conjetura que hablar de géneros literarios tienta a la humillante posibilidad de que las letras sean sometidas a la jurisdicción del mismo códice legal que puede llegar a regir la confección de un mero postre, siguiendo los pasos establecidos por su receta. La repetición de argumentos, personajes o tramas, son consideradas por él como la prueba fehaciente del terror de los escritores al gobierno supremo del subconsciente. Prefiere indagar el proceso de producción, antes que su resultado. Cursó estudios en Artes, por la Universidad de Buenos Aires. Ahora enseña Estética, en la Escuela Superior de Estudios Catalanes. Mora en un cuarto piso de la zona del Eixample. Sufrió los estudios secundarios en el afrancesado edificio del Colegio Champagnat, donde no logró
cultivar la virtud de la amistad. Descubrió la literatura en su linaje y su sangre, mucho antes de siquiera tener acceso a la biblioteca del tío de su madre. Nació en diciembre del ‘75 por cesárea, en una clínica maternal del barrio de Colegiales. Universitat de Barcelona es la primera obra de ficción publicada por Bernardo Lynch Casares.
19 rio organizado por la Facultad de Filo y Letras de la UBA. Presenta un cuento impreso en Garamond, y resulta ganador. Como premio obtiene una beca para asistir a un cours filosófico de verano dictado por la Universitat de Barcelona. –All inclusive. (Curiosamente, el cuento con el que gana el premio se titula El paraíso de los nerds).
El main character de este cuento largo se llama Federico Achával y es un vago irremediable. Alterna sus ociosas horas entre el diario íntimo de Roland Barthes par Roland Barthes y el desmantelado cine de Noah Baumbach. Adora caminar sin prisa por los parques de Buenos Aires mientras practica, en voz muy baja, su digresivo y autodidáctico diálogo en francés. Su sabia proyección de corto plazo, lo conforma con saber tipeado un cuento propio por semana. Es durante una de esas desordenadas caminatas cuando, para su más completo desconcierto, Federico Achával descubre, adherida a la encarcelada vidriera de la famosísima puerta de entrada al resquebrajado edificio del Puán, una invitación al vigésimo segundo certamen litera-
Luego, una prosa de seda nos relata las primeras peripecias del becado escritor al arribar a Barcelona. Dedica once páginas a la descripción de un entretenido operativo policial que deja al descubierto la condición de banda ilícita conformada por sus musculosos compañeros de piso peruanos. Una vez asentado, y habiendo ya superado estas típicas vicisitudes de todo comienzo, Federico Achával concurre a su primer día de clases. Es allí mismo donde conoce a Jordi Sérra, quien, aparte de ser una absurda calcomanía suya con veinte años de más, será su profesor por los tres meses que dura el curso. Devoto del tenis, y especialista en la obra del teórico francés Gilles Deleuze, devendrá en el otro soporte del suspenso de este alevoso
thriller académico. Ni bien se terminan de presentar los alumnos, se ejecuta un sorteo con bolillero a los fines de otorgar un tema de tesina por estudiante. A Federico Achával le toca investigar, por disposición de lo que él mismo acusa de fraude: «La influencia de la filosofía de Gilles Deleuze en las novelitas de César Aira». Semanas de arduo trabajo, son retratadas por Lynch Casares en algunos turísticos bares del Borne, siempre con cañas muy frescas y bellas damas revoloteándole en sus escenarios. Un capítulo aparte pareciera cobrar sentido al transcribir el texto completo del trabajo final de Achával. Interesantes fragmentos de análisis –en los que se ocupa especialmente de El congreso de literatura y del capítulo ocho del logradísimo Parménides– son presentados bajo el trabajoso formato del método analítico. Y es justo en este punto cuando pareciera empezar a anudarse el dilema que justificará las sesenta páginas que restan del libro a esta altura. Jordi Sérra recibe el trabajo y, como por arte de magia, desaparece. Van pasando los días, las semanas, los meses y, aún sin dar señales físicas de vida, el garrudo profesor hace llegar todos los trabajos de los alumnos, excepto el de Federico Achával. El protagonista, motivado por el corto tiempo que le queda antes de que se celebre la entrega de diplomas, se disfraza de detective y, con una lupa incineradora, empieza a investigar la vida de Jordi Sérra. Un colega del maestro, sospechosamente le recomienda que consulte los libros publicados por Sérra. El segundo, titulado Apuntes para desbaratar la literatura de César Aira, alerta a Achával por las similitudes que guarda con las conclusiones a las que él había llegado en su trabajo de tesina; y esto lo incita a investigar personalmente la casa que, con descuidado estilo, la mujer de Jordi le permite hurgar impunemente. Un armario de pobreza decente tan simétricamente idéntico al suyo de Buenos Aires, y una reserva de
avión olvidada sobre la mesa de té, lo llevan a Achával a viajar a Parma en busca del profesor. Personajes muy lúgubres se empiezan a colar en la trama con el correr de los párrafos y van acercando a Federico al paradero de J. Sérra. Una tibia mañana, finalmente, se lo cruza a la hora del desayuno en un bar cercano a la estación central de il treno. De prepo, el alumno ocupa la silla de enfrente y le pide explicaciones. Maravillado, el profesor, comiendo del mismo plato que su atigrada mascota, responde con alegría, y para beneficencia de la literatura universal: «–… Su trabajo estuvo verdaderamente muy bien, estimado alumno. Sólo un pequeño error, o una pequeña carencia, tuvo la osadía de colarse entre sus líneas. Como yo andaba con problemas muy serios con mi mujer catalana, mientras aquí una hermosa tana me esperaba de piernas abiertas, me tomé el atrevimiento de utilizar su tesina como excusa, y así poder matar dos pájaros de un tiro. Hace años yo estudié el mismo tema que el de su tesina, y arribé a conclusiones muy similares a las suyas. De hecho, al conocerlo me alarmó la similitud existente entre sus vestimentas y gestos y los míos, y ello me convenció de cometer el fraude del sorteo de las bolillas, para ver qué ocurría con esa similitud en el plano intelectual. Y, casualmente, es justo allí donde usted pecó de ignorancia al no aplicar a la obra de Aira una parte que yo, en mi libro, he considerado fundacional de la completa teoría literaria de Gilles Deleuze. Entonces, en vistas de que mi mujer es profesora también, y teniendo en cuenta que, por ello mismo, si yo le justifico algo teóricamente, ella siempre me lo perdona, opté por desaparecerme y así, aparte de poder juntarme a convivir con mi amada tana, aprovechar para darle a usted una buena lección, cosa de que no se la olvide nunca. Según Gilles Deleuze, y es justamente esto lo que a usted le faltó considerar, lo que caracteriza a un escritor es lo mismo que lo que lo une a los animales: la posesión de un mundo propio; cosa de la que
muchos seres humanos prescinden. Ese mundo, como lo hacen los primitivos carnívoros, debe ser territorializado. ¿Cómo? Bueno, pues con la línea, el color y la postura; la ligne, la couler et la posture. Ahora bien, en caso de que un escritor sienta que ese mundo le ha sido invadido, debe desterritorializarse, abandonar ese mundo y buscarse otro. Estos mismos argumentos, son los que utilicé para explicarle a mi mujer que alguien tan parecido a mí como usted se había interpuesto en mi carrera, y que por tanto era indispensable que me mudara de lugar, de territorio. Lo entendió como una santa… y ahora espero que usted aprenda también la lección». Jordi Sérra se quedó mudo y, de su maletín, extrajo el trabajo de Federico Achával. Ahí mismo le colocó un diez, se lo dio en la mano, largó unos chelines sobre la mesa y, alzando su Lazarillo de Tormes, se marchó. Manteniendo la puerta del bar abierta con la puntera de sus botitas de goma, le dijo una última cosa: –»Achával, recuerde que con el animal, siempre se debe tener una relación animal». –Y allí, noveleramente, desapareció. El último capítulo acontece en el aeropuerto de Barna, mientras Federico Achával se despide, con el diploma cilíndrico durmiendo en el interior de su equipaje, del único compañero de curso que fue a saludarlo. Es norteamericano, y en el abrazo final se emociona mucho. Achával, sosteniendo las lágrimas que majestuosamente cuelgan de sus pestañas, alcanza a balbucear: –»Hasta pronto, Kyle Knighton». Recomiendo su lectura porque, como todo buen estudioso de la nouveau roman, Lynch Casares pone el acento en el detalle, y relega al argumento a un segundo plano. Me complace informar que la Editorial Eterna Carencia, sincronizada con el reconocimiento que mereció el mes pasado la obra por parte de una revista sueca, ya tiró la décimo novena edición de tapas duras de Universitat de Barcelona.
21
CURADOR DE LA GALERÍA / Texto por Horacio French.
La Superstición Como Frontera. La superstición suele transitar por senderos limítrofes, deambula en esas zonas marginales y está en esa lucha constante entre salir y entrar hacia algún lugar. Es un territorio fronterizo creado sólo para la superstición, no está ni dentro ni fuera. No está del lado del mar ni se cayó al fin del mundo, está ahí, al borde, con un pie afuera y el otro adentro. Infinitos temas y personajes habitan esas fronteras. El Astronauta se cansó de que lo tilden de fantasioso (bastante ciencia ficción tenemos ya por allá arriba); la pobre Calavera que no se puede quitar la camiseta de la Muerte y jamás tendrá entonces un amigo de nuestro lado; los Monstruos que no nos dejan caminar por el sendero luminoso y tenemos que andar escondidos por los rincones. Si uno deja fluir por sus venas la insulina de la superstición, lo más probable es que el viaje no sea placentero. Las criaturas del Cristianismo son despiadadas y su territorio es impenetrable. Los tabúes y mandatos universales de nuestras religiones, que siguen cayendo sobre nosotros teñidos de moral y valor humanos, nos juzgan y nos empequeñecen. Ahora bien, se puede buscar una alternativa a
eso, podemos invadir ese territorio con juegos y un poco de coraje, como convertirse en una María Magdalena y vivir ese momento de plenitud espiritual. Se puede llevar a una Difunta Correa a un nivel más profano y otorgarle una nueva connotación simbólica. También se puede burlar al Todopoderoso y hacerse cargo de semejante transgresión. En esas alternativas se desdibuja la línea de frontera y se hace una nebulosa tal, que ya no sabemos si todavía somos supersticiosos o no, pero si de algo estamos seguros es que la superstición existe y nos gusta saborear la experiencia. Como cereza del postre, el efecto sublime. Lo sublime sirve muchas veces de droga que la superstición nos vende. La exaltación de una gran obra, una cosa, incorruptible y grandiosa, desmedida e incomprensible, como Venerable Volumen, nos lleva a saborear tales efectos.
23
LA GALERÍA / Hasta 350 palabras para decir algo. Creo que la palabra no es lo mío, en la imagen me siento cómodo, allí navego. Al parecer estoy aquí por haber hecho algo en facebook, algo que yo puedo definir como un arrebato de desolación y enojo en la búsqueda de mi identidad, todo eso hecho público y compartido en una red social. Eso ya terminó, es el
antecedente, la búsqueda sigue por otros caminos ahora. La modalidad es parecida… semejante: una alta, altísima exposición de mi persona y mis miserias en primer lugar. Eso conforma la “muestra”, el “mirá lo que yo hago, yo me animo”, es al mismo tiempo la invitación y la apertura a los demás a decir: «dale, vení, acá tenés lugar para decir lo tuyo, ¡lo hagamos juntos!».
Fernand
Para mi sorpresa eso funciona, no sólo una vez sino dos veces. Muro tabú es la consecución del primero, es parecido, semejante, no igual. Conocerse y exponerse ante un desconocido, desnudarse, confiar, dejar un rastro de imagen. Este espacio se presenta más profundo, por eso es negro. La oscuridad de cada ser pueden ser apenas vela-
dos-develados. Lo que no se dice. Lo que no se puede decir. Secretos. Miedos. Actuados por uno mismo y hechos públicos en una red social banal, jugando en el borde de lo permitido por la herramienta del facebook y la mentalidad de los usuarios. Lo que tenés que hacer es decir: tabú, ¡es fácil ya tenés lugar!
o Vélez. Córdoba / www.fernandovelez.com.ar
25
27
29
31
LA GALERÍA / No creo ni comulgo con ningún partido político, religión o utopía. Mi obra es mi única doctrina. En ella soy libre de expresar cualquier idea por incorrecta o polémica que sea. Dibujo mi pequeño mapa subjetivo de la realidad, plasmando así mi percepción de lo que está bien, denunciando lo que está mal y pataleando por lo que me parece injusto.
No creo en la inspiración y confío plenamente en el trabajo y la constancia, pues es ahí cuando llegan las ideas y se descubren las técnicas y los procesos creativos que me permiten plasmar las mismas. He tomado como referencia la estética e iconografía cristiana del románico, concretamente la de los beatos de liébana: versiones ilustradas del apocalipsis según san juan. Juego con sus elementos recon-
Juan Jos
virtiéndolos con un aspecto fresco y dándoles una nueva lectura. Pretendo reflexionar sobre el papel histórico de la religión, de su vinculación al poder y de sus métodos para conseguir nuevos adeptos infundiendo el temor a dios o a la condenación en el infierno. En dei ortopotentis se vislumbra un mundo plagado de criaturas que siempre miran el cielo y parecen
rezar, cantar o suplicar clemencia a la vez que son humillados, pisoteados, enfrentados entre sí, engullidos por bestias o cocinados en fogones. Mientras unos pocos privilegiados y santificados disfrutan de grandes banquetes y enarbolan los emblemas y banderas de un dios con cara de culo, indiferente y despreocupado del destino de las criaturas que él mismo creó.
33
é Surace. Mar Del Plata – Barcelona | www.jjsurace.com
35
37
39
LA GALERÍA / Cuando era chico usaba los juegos de commodore 64 de mis hermanos mayores, que ya era bastante vieja en esa época. Los personajes no tenían manos ni pies, sino cuadraditos. Las sogas no eran sogas, sino tiras de pixels. Las balas eran rectángulos, y los movimientos eran insinuados en secuencias de pocos frames. Todo esto en muy pocos colores.
Unos años después jugué con el super nintendo, que hoy en día sigue siendo mi consola favorita, y nunca compré una más nueva. La gráfica de pixels surgió en su momento por limitaciones técnicas que fueron superadas algunos años después. Pero el lenguaje resultante de esas restricciones ya no es una limitación, sino un recurso que se puede desarrollar.
Diego B
41
iscione. Buenos Aires | www.flickr.com/diegobis
43
45
47
LA GALERÍA / Mi trabajo es como un rito que me permite adueñarme de los objetos en las más próximas de las cercanías, hasta la revelación de sus máximos significados. Mis collage toman forma en materiales como perlas, brillantina, flores artificiales. Imaginería religiosa y simbólica creando una realidad barroca en tres dimensiones.
Desde tiempos ancestrales, y en cualquier lugar del planeta, las creencias populares y devociones paganas, han encerrado uno de los misterios más profundos del hombre. Los rituales, mitos y leyendas acerca de la fe, el creer popular, forman parte indiscutible de nuestra herencia genética que se fueron transmitiendo de generación en generación, sin importar barreras culturales políticas y socio económicas.
Sergio
Dentro del imaginario santoral popular, el vodoo encierra para mi unos de los misterios más mágicos y profundos del hombre.t Simples, rústicos, y despojado de toda razón o comprensión, evocan tiempos remotos, donde han emigrado al mismo tiempo que la esclavitud, pobreza y marginalidad, en tierras distantes, pero no ajenas al padecer y sentir de la raza humana.
Así como nuestras propias creencias populares, -la pachamama, san la muerte, el gauchito gil, la difunta correa, ceferino namuncurá- los rituales vodoo, encierran el mismo temor a lo desconocido y fervor por lo que vendrá.
49
Gravier. Buenos Aires | www.flickr.com/sergiogravier
51
53
55
LA GALERÍA / Nací un 13 de abril en Brasil. Desde pequeña he imaginado selvas, sonidos misteriosos, aromas frutales, temperaturas al sol o a la sombra y un sinnúmero de asociaciones posibles. Todo lo que una niña de 8 años puede intuir oculto tras el resplandor fotográfico de una familia en plena playa brasileña. Mis padres vivieron 4 años en un São Paulo que no consigo imaginarme, los ecos de la lengua que me recibió y dentro de la cual
formulé mis primeras afirmaciones se sustraen de mi memoria. No obstante, tengo un punto fijo. Tengo una fecha y, más particularmente, tengo un número: el 13. Recordar esta fecha, año tras año, siempre me ha traído algunos temores en cuanto a si es martes o viernes, sobre cual es peor o mejor o si, efectivamente, algún día la mala suerte me azotará con todas sus fuerzas. El 13 resulta ser casualmente una
Eliana
figurita, un signo, una cifra que se reitera en situaciones caprichosas. Vagones, asientos en trenes o aviones, números de casas en las que he vivido, pisos donde vive gente que quiero mucho, cumpleaños de hombres que he amado. No soy supersticiosa, pero sí nostálgica. Hay fechas, lugares y objetos que se fijan en mí de modo indeleble. Hay, incluso, imágenes absurdas que se hacen presentes y que no siempre quisiera recordar.
Pienso mis instalaciones como paisajes psíquicos en donde dialogan capas terrestres y niveles del inconsciente. Entre estos mundos de naturalezas opuestas, de profundidades y alturas, quiero profundizar un interrogante: ¿cuánto se puede resistir con la mitad del cuerpo húmedo y la mitad seco? La suerte ¿estará conmigo si nado hacia la orilla? O ¿será mejor esperar el barco de rescate?
57
Heredia. São Paulo - Buenos Aires - Berlín | www.boladenieve.org.ar/node/101
59
61
63
Cuadernos Compulsivos. ¿Quíen le teme a qué?
65
ILUSTRACIONES: María Morillo
Alicias en Wonderland. Agostina Coirini.
Disolutas. Licenciosas. Las señoritas poco aseñoradas y yo nos encontramos por obra y gracia del mismísimo Luzbel. Hay un submundo que ellas reinan, en el que disfruto pasearme de tanto en tanto, abrumada entre carcajadas lacerantes, elixires espirituosos, y atmósfera dulce y viciada. Quién sabe qué fuerzas las movilizan, qué fantasmas, qué tedio. Son las dignas hijas de la era, los seres mitomito lógicos de mis años más vivaces. Las atrevidas, las
audaces, las que cargan la suerte del principiante y la impunidad del avezado. Me pregunto qué hoguera las espera. Son mis cómplices para el crimen, y en ellas creo fervientemente. El ruido ensordece; los rostros pierden la forma, están por todos lados; los cuerpos empujan copando el espacio. El tizne de la noche se adhiere a la piel. Los que vivimos en la orbe de las luces sentimos hastío. Ellas brillan, como lentejuelas negra.
Álgebra de la Intersección Urbana. Francisco González Centeno.
16.30, en una galería de arte, en algún lugar muy lejos. Un Juan de los Palotes o un John Smith se encuentra con una obra que llama su más profunda atención. Un espacio temporal de admiración y de curiosidad en torno a la obra se hace presente entre Smith y el objeto. 16.36, en el mismo museo. John Smith no puede parar de mirar el objeto en cuestión. Un Hans Meier o un Pierre-Paul-Jacques entra en el mismo recinto en el que se encuentran Mr. Smith y la cosa. Las pupilas de Meier se centran en el mismo objeto. Meier mira a Smith. Smith mira a Meier. Meier irrumpe con una pregunta. Smith contesta. Conversan un rato e intercambian nombres. 16.45 y Meier se va. Smith se da vuelta para mirar cómo se va. Meier se da vuelta mientras camina para ver cómo Smith lo mira. 23.50, en una avenida ancha, también en la misma ciudad del museo. Una ciudad de alrededor 15 millones de otros
Juanes, Johns, Hans y Pierres cargados de historias diversas. Smith corre. Llega tarde. Antes de salir no encontraba la camisa que tiene puesta. Las llaves no aparecían. Finalmente encontró todo, pero el metro estaba cerrado por protestas sindicales de otros Juanes y Johns. Corre, John, corre. Meier. Sí, se lo choca. 23.55. Se dicen: «Hola John», «Hola Hans», «Quelle coïncidence!». A partir de ese minuto, Smith y Meier no dejaron de verse hasta hoy. Smith nunca llegó a donde llegaba tarde. Estas cosas pasan, y hasta en las mejores familias. Se los digo yo. Lo curioso es pensar en la cantidad de operaciones matemáticas y el trabajo increíble de coordinación de movimientos que controla el cosmos para que tantos Johns y Hans se choquen en la calle. No sería óptimo pensar que somos marionetas del destino, pero que hay un extraño devenir de coincidencias dando vueltas por las avenidas, eso, no se puede negar.
Maqui. Erwin Otoño.
Festejé mi cumpleaños en casa, con amigos. Lucas llevó a su novia, Maqui, una chica extrovertida, amante de las culturas orientales, estrictamente vegetariana y cuyo cuerpo desprendía tanto aroma a patchouli que mi gato estuvo con alergia durante una semana. Maqui, además de regalarme un cinto de macramé y pedacitos de coco que jamás pienso usar, me felicitó ya que mi natalicio coincide con una celebración sumamente importante para el calendario maya: el día de la libertad galáctica. Si sabía que esta fecha era tan relevante, hubiera exigido de ella un regalo
un poco más interesante. El tema de la astrología no me convence, pero el resto de los invitados mostró mucho interés por el horóscopo chino y rápidamente la charla de la fiesta se centró en eso. Según ella, soy rata de tierra (cabe aclarar que ella no es la primera mujer que me compara con un roedor mugroso). Me describió como una persona dispersa, que prefería los ambientes cerrados y que tenía problemas para digerir vegetales crudos. También me dijo que Júpiter ejercía una influencia negativa en mi vida roromántica y era la principal razón por la cual me costaba concretar
El Día que me Acosté con una Bruja. Mateo Dieste.
Habíamos hablado toda la tarde, desde la calle Köln hasta el puente Kennedy y, quizás por sentirme extranjero, amé al Rhin como si nunca hubiese vivido en Montevideo. El río era un despliegue de libertad que de algún modo (me) explicaba sus sonrisas cómplices, sus miradas sospechosamente pudorosas o su incomprensible belleza. Luego me fui a comer algo. Ella trabajaba hasta la medianoche en un bar cultural, y entonces acordamos vernos allí. Congeniamos como nunca antes lo podrían haber hecho dos seres humanos. Sin embargo, yo no podía intentar un encare porque había presenciado un hecho curioso: mientras estábamos en el parque de la Universidad, una chica apareció y, frente a todos, la saludó con un beso en la boca, y luego se abrazaron y se dieron mutuos arrumacos (incluso ella me preguntó, cordialmente, si estaba
todo bien). Igual que yo, sus amigos se habían comcom portado con naturalidad —aunque aventajados por la costumbre, claro. Le habían encargado cece rrar el bar. Me invitó su trago favorito: vodka con naranja. Mientras sonaba Manu Chao, se sentó junto a mí, en un alto taburete al lado de la barra. Cada asentimiento manifestado, allanaba por fin la soledad individual. La tensión auau mentaba, pero dos miradas cruzadas habilitaron un sisi lencio que gritó por ambos e hizo sentir su mano en mi muslo derecho: una caricia que me hacía asimilar apaapa sionadamente la verdadera diversidad de la vida. «Nos tenemos que ir a mi casa», me dijo después. Ahora me pregunto si las brujas nacen en Bonn.
una relación amorosa. Esa frase fue devastadora, ¡como si no tuviera suficientes frustraciones con mi timidez y mis problemas de dicción! Maqui me recomendó usar una manta roja en la cama o prender sahumerios de sándalo como estrategia del Feng Shui para contrarrestar la influencia de este planeta. Sigo sin creer en esas paparruchadas, pero Maqui describió mi absurda vida sexual a la perfección: soy una persona que tiene que hacerle frente a una gigantesca bola de piedra con una manta y un palito.
67
Alternativa Terapia. Por Cocó Muro.
(refrescodelimonada.blogspot.com) En una habitación de 2x2, en un barrio en la periferia, me cobró 20 pesos para decirme lo mismo que le dijo a dos amigas que entraron después de mí cuando fuimos a conocer nuestro destino, o bien, nuestro desatino. Deducimos entonces que en media hora se alzó con 60 pesos en pos de un puñado de frases que aplicó sistemáticamente a tres personas diferentes: «No estás enamorada, es sólo una obsesión pasajera», «¿Tu papá tiene problemas de salud?... ah claro, acá puedo verlo», «Vas a mudarte a otro país y conocerás un hombre
mayor con el cual te casarás». Viéndolo en perspectiva y a juzgar por los 18 años que comportábamos, eran aquellos pronósticos most likely to happen en algún corto o largo plazo. Años después, en un departamento del centro decorado con diplomas y de atmósfera neutra,
fueron 100 los pesos que le pagaba una vez por semana. Quizás le dedicaba más minutos, pero esta vez para lidiar con todos esos pronósticos y el temor de que, a sabiendas de un destino desatinado, se cumplan.
Lectura De-Mente. Por Lourdes Massa
Algunos creen que es una bruja. Yo creo, en todo caso, que es simplemente una persona con mucha percepción y algo de visión a futuro. De cualquier manera, fue mi elección, y con eso basta. Cuando ni los manotazos de ahogado nos calman, es preciso creer en algo, en alguien… para no quedarnos solos con tanta mierda encima, para poder purificarnos finalmente. Desde la primera vez que nos vimos me leyó la mirada, supo lo que pasaba, supo expresarlo de la misma forma en que yo lo sentía. «No tenés miedo», me dijo, y yo sonreí, porque sabía que era cierto… muy dentro de mí lo
sabía, pero tal vez necesitaba que otra persona lo dijera. «No, no tengo miedo», le respondí, y así comenzó todo. Los golpes no fueron pocos, lógicamente… a veces darle permiso a determinadas personas para que entren en nuestras vidas, y específicamente en nuestras mentes, es un camino sinuoso donde probablemente vamos a padecer más de lo que vamos a sonreír, como hice aquella vez. Qué difícil es escuchar lo que no queremos escuchar, y menos aún en momentos de debilidad emocional. «Qué mala mina», pensé, «¿cómo me va a hablar así?», pero ella siguió adelante
con su monólogo espiritual hasta tocar mis fibras más profundas. Y entonces, sin miedo, pero con algo de tristeza, empecé a cuestionarme con mayor frecuencia. Qué difícil es cuando un par de palabras, aunque resulten incomprensibles, tocan de manera invisible nuestro orgullo, eso que creemos “nuestras convicciones”. Que nos abran la ventana de prepo cuando hace frío no es algo agradable, y pasarnos una larga temporada soportando el viento y las bajas temperaturas, nos provoca odiar a quien lo ha hecho. Pero me dejé congelar porque todavía busco respuestas.
Rewind. Por José Heinz.
Como todos, supongo, también tuve una vecina a quien junto a mi grupo de amigos del barrio sospechábamos bruja. Vivía sola, salía poco, la acompañaba siempre una mirada entre colérica y abatida, hablaba lo justo y necesario. Aún hoy recuerdo con un poco de pena y remordimiento el vértigo y la excitación que me producía jugar al ring raje con su portero. Una tarde, en los márgenes de la canchita de fútbol, se nos presentó su nieto, que había ido a visitarla. Lo saludamos con algo de menosprecio y no lo invitamos a jugar. Lo incluimos, sí, en la posterior ronda de Coca Cola, para tener un aporte económico extra. Buen pibe, normal, pero nunca se integró del todo en las sucesivas veces que aparecía de visita y ninguno se animó jamás a confesarle las conjeturas que hicimos en torno a su abuela. Muchos años más tarde nos volvimos a cruzar, cuando vino a mi local a comcom
prar varios paquetes de hojas A4. Lo reconocí, estaba bastante parecido. Soy pésimo para los nombres, pero lo compenso con cierta habilidad para la memoria visual. Me presenté y le pregunté si se acordaba de mí. Él conservaba una imagen vaga y confusa de nosotros, como retazos somnolientos. Le consulté si alguna que otra vez regresaba al barrio y me dijo que sí, que en la casa de su abuela ahora vivía su madre y que él la visitaba periódicamente con sus hijos. Le daba un poco de lástima la actualidad del barrio, la violenta transformación de sus espacios, repletos de edificaciones graníticas y negocios de decoración. «Como que se perdió la mística del lugar», dijo en un momento.
69
Fantasía O Realidad. Por Silvina González.
Viernes por la tarde y se hace imposible encontrar velas negras. Recorro las santerías de la ciudad y en todas encuentro la misma justificación: «es viernes». Transformación del plomo en oro, y de lo que el plomo recuerda con sus transformaciones frustradas, procesos de cambios alquímicos, y el Proceso que lamentamos; y otra vez el plomo. Cocinas hechizadas que transforman alimentos, esos que también se encargan de nutrir las almas. Cocineras que transmutan realidades en otras menos penosas, cuerpos curtidos de almas sensibles guisando sobre enormes ollas el elixir de la vida. Y el oro robado de la imponente madre tierra; y otra vez el plomo. Huevos pendientes sobre blancas mujeres renacentistas. Huevos dorados
descifrables sólo por el conocimiento de las claves: el gurú cuidando el oro, y el poder que se protege; y otra vez el plomo. Máquinas de sueños que giran y hacen nacer mundos surrealistas; y doncellas que las hacen girar. Imágenes oníricas que se pierden en universos de fantasmagóricas y alucinantes cartas. Y máquinas que no creen en otros mundos, ni en las mujeres que los procrean; y otra vez el plomo. Persecuciones, masacres y hogueras encendidas en nombre de la divinidad, y la huella absurda del sexismo y la inseguridad misógina, y esa prepotente razón que nos separa de la magia. Y Moria y sus amigas, en tablas descoloridas y decadentes que de a poco se desploman; y otra vez el plomo. ¿Fantasía o realidad? Transformación del plomo en oro, no porque el oro brille o el plomo duela; existe la alquimia, queda el cambio: ni oro, ni plomo… utopía. Otra vez viernes, y las velas negras no aparecen: las musas de todos los tiempos, de los pasados, los futuros y los eternos, están haciendo girar la rueda.
No Leas Esto. Lucas Varela.
(elultimparaguas.com.ar) NO LEAS ESTO. ¡NO LO LEAS! Demasiado tarde. Hay una maldición suelta. TODOS VAMOS A MORIR. En 1994 un grupo de adolescentes de Connecticut jugaron al juego de la copa e invocaron un espíritu maligno de una niña yugoslava que conversó con ellos un rato sobre fútbol y sobre cómo es la vida en Yugoslavia pero después se enojó porque los adolescentes de Connecticut se burlaron de ella, le dijeron «leru leru, tu país ya no existe, ahora es Serbia y Montenegro, leru leru» y la niña yugoslava –o sea el espíritu maligno– les dijo que se vengaría y los mataría a todos y del susto los jóvenes de Connecticut dejaron caer la copa y la copa se rompió y todo el mundo sabe que no hay que romper la copa cuando se juega al juego de la copa porque el espíritu se libera y se queda en nuestro mundo y eso les pasó a los adolescentes de Connecticut que ahora ESTÁN TODOS MUERTOS porque el espíritu maligno se vengó de ellos. Tiffany McTiffanson fue la primera en morir. Primero vomitó pelos y habló en latín y después saltó por el balcón de su casa. Gregor Gregory fue el segundo en morir, apareció en el sótano de su casa con la cara desencajada de horror y con marcas en el cuello de manos de niña yugoslava –o sea el espíritu maligno– que lo estrangularon. La última
Miau.
Gonzalo Sesto
víctima fue Manuel Velázquez, un estudiante de intercambio. Bajó las escaleras de su casa caminando como araña, con su cabeza girando 360 grados y luego murió. LA MALDICIÓN CONTINÚA. ESTO NO ES FALSO, EL MUNDO ESTÁ EN PELIGRO. Las víctimas son más y más. Todos los que leen este comentario deben copiarlo y pegarlo 10 veces y rodear su casa de agua bendita. Una amiga mía no lo hizo y unas manitos de niña yugoslava –o sea el espíritu maligno– la estrangularon. Mi tío tampoco lo hizo y bajó las escaleras de su casa caminando como araña. Yo lo hice y aún no me ha pasado nada, pero un amigo mío no lo hizo y se pegó tincazos hasta morir. Tenemos que vencer esta maldición, copia y pega esto, ¡PERO QUE NADIE MÁS LO LEA!
-“¡Cuidado!” (Miles de gatos invaden la ciudad y transmiten, como diabólicos interlocutores, un mensaje despiadado que nadie se anima a entender). -“Habéis caído en desgracia y padeceréis como marranos una existencia degradante de esclavos, postrados ante el miedo y el terror que habéis de vivenciar al saber que el poder reside ahora en Ellas, sólo en Ellas, y en nadie más que Ellas” (Se logra descifrar del entrecortado y fortuito maullido que resbala desde la ondulante sensualidad barata del pequeño felino que flota
por sobre la medianera que separa la calle de aquello que alguna vez fue un tranquilo y cálido hogar. Hogar que ahora ha de transformarse en una burda copia maloliente de ese infierno en que conviven diablos, malhechores, impíos, herejes, y por supuesto, Ellas. Ellas y sus enormes escobas humeantes). (Los otros gatos sólo miran. De reojo. Y en cada movimiento sigiloso, atento, milimétricamente medido y calculado, se adivina una advertencia. Ya ninguna hoguera las detendrá). -“¡Incrédulos! La venganza será terrible.” (Ronronea la hermosa gatita blanca bajo tu mano).
No Sueñes Conmigo . Aquiles Cristiani.
(duranteuntiempo.blogspot.com)
A Iris le quedaban muy lindos los jeans y siempre tenía ganas de ayudar a los recién llegados al camping de su universidad. En ronda junto al fuego, la primera noche nos cubrimos los hombros con su manta de polar y nos acoplamos al cancionero nacional que coreaban los mochileros más entusiastas. Cuando la velada terminó, fuimos envueltos hasta llegar a su carpa. Caminábamos pegados charlando de los hermanos Rodríguez Saa, de que el Alberto consultaba los proyectos de su gobierno con extraterrestres. Todos hablaban de eso, tanto que quizá fuera una curiosidad turística alternativa. Después nos sentamos en sillitas plegables y los temas fueron de un dique con un cuerpo flotando, a orgías con niños y animales en descampados, o materia gris sobre asfalto junto a una llave cruz, una oreja en una palita de asado. San Luis era una provincia sin inseguridad pero llena de crímenes cercanos sino familiares. Me contó largo rato del partido en el que trabajaba desde que nació y de sus sueños premonitorios. A los 16 anticipó la muerte de su mamá y la de otras personas queridas. Iris era sensual pero ovípara, nunca me di con esas mujeres desentendidas como las algas y ésta no fue la excepción. Cuando empezó a contarme sobre una cuarta muerte
anunciada le dije que tenía sueño y al cerrar la sillita para devolvérsela nos fue incómodo su parecido con una tijera. A media mañana la luz atraviesa un sobretecho naranja, las paredes verde militar y me envuelve el calor. Me llaman. Iris está asomada, veo algo así como un gran ojo negro atrás del mosquitero triangular. Me pregunta si quiero mate. Lo primero que quiero es saber si soñó conmigo. Abro el cierre, mete la cabeza, me pasa el mate y una pila de fotos. Es promotora, en muchas imágenes posa frente a unos autos plateados que nunca había visto. Su hijo bebé rubio parece un extraterrestre. Yo todavía no tengo los pantalones puestos y el pichón me pistonea. Ella, distraída con sus propias fotos, ingresa un poco más en la carpa, me toca la rodilla a través de la bolsa de dormir, se ríe y me mira. Sus globos oculares están negros. Me dan una patada eléctrica sus ojos completamente negros, pero enseguida los vuelve normales. Habla tranquila, dulce, y mientras ceba y me propone planes para la tarde, ambas córneas comienzan a aclarar y las pupilas elípticas se redondean. Quiere que me anote en su equipo de voley y hace como que no pasó.
71
Aquelarre. Andrea Papini.
(elultimparaguas.com.ar) El edificio racional necesita del orden para mantenerse en pie. No tiene otra manera. El pensamiento lógico, las ciencias exactas, los números enteros, el jamás apartarse de lo estipulado, de la ley, fueron las bases que lo hicieron levantarse y los muros que lo ayudaron a conservarse triunfal. Enfrente, lo femenino, el castillo de la desmesura, una forma informe de la que emanan fluidos vitales capaces de corromper las seguridades construidas. Lo femenino amenaza al edificio racional, roza con sus lazos de seda el concreto y lo hace vibrar. Eso lo asusta. Erotiza sus vigas al cantarles al oído. Se asusta más. Levanta el mentón, altivo, se para con firmeza, se muestra inabordable, perfecto. En alguna parte tiembla. El monstruo en la torre del castillo, aislado en su desmesura. Mujer, muñeca, bruja. El monstruo es ella, ellas. El monstruo orgánico que socava los cimientos fosilizados. Crece y se multiplica, autofecundo. Ahora es mil muñecas con ojos de vidrio y pelo humano. El fuego se enciende, las siluetas danzan alrededor de la hoguera su antiguo ritual de rondas infantiles, mientras revuelven la olla fétida con sus manitos de porcelana. Los guardianes de la razón llegarán y la harán arder en su propia hoguera. A ella, a Eva. El monstruo, sin embargo, es más fuerte que las certezas. Se sabe débil y eso lo inmuniza. Se arranca las cadenas, rompe los espejos, salpica los muros de sangre. Escapa como un hálito, desnuda o desnudo, corre por los pasillos y llega al sótano. Allí, el cónclave está reunido, la esperan. Mil brujas de rojo abren sus bocas desdentadas, todas juntas soplan su veneno hacia lo alto, obnubilando la razón, que intenta defenderse. Mas son demasiado bellas, demasiado inmundas como para resistir. El edificio racional se derrumba. La oscuridad, ¿prevalece?
Parece Gualicho. Lucas Darko.
(lucasmitologico.blogspot.com) La gente cambia, pero es lo mismo. Me enamoro siempre de la misma persona. A veces es hombre, otras mujer, otras ni idea, pero siempre el/la/lo mismo. Quiero creer en las velas que prendo, en los gallos que no mato -soy vegetariano, si le ofrendo una batata a Iemanja me la empeora de por vida-, en los rezos al santo de moda y esta temporada viene pegando San Expedito, la Desatanudos es sooo last week. Si te quiero te creo, si te amo creo, posta, hago de todo, textos, dibujos, creo tanto que hasta te creo los «te amo» que de repente un día me dejan huérfano. Creo que soy un pelotudo. (A veces quiero escribir en el colectivo, se me ocurren las mejores cosas ahí, pero cuando bajo y puedo anotar, ya me las olvidé) Pienso en mí entrando al boliche cruzándome con el amor perfecto de turno, y eso me da más miedo que la luz mala, el Pombero y la llorona todos juntos metidos en mi ropero, pero que no salgan del closet, ya bastante mostro tiene mi Facebook. Y ahora resulta que de tan triste y todo eso me la paso creando, creyendo, queriendo y amando, a veces a mi gente y a veces hasta a mi mismo, ¡apa! Y más o menos entiendo que siempre te voy a amar, porque como sea que existas, que existamos, me ayudas a crear. Creer. Querer. Amar. Es que yo quiero un amor posta, no uno con comillas. La persona perfecta para mí no existe, pero que la hay, la hay…
73
VARIETÉ / Texto por Vicky Guazzone di Passalacqua.
Plegarias al Costado de la Ruta.
Rodrigo y Gilda fallecieron en trágicos accidentes cuando estaban en el pico máximo de su carrera en la música. Desde entonces, su figura se ha convertido en motivo de culto y sus seguidores han pasado de fans a devotos.
Betina sonríe con todos los dientes. Habla de sus deseos y algo en ella se ilumina, se despierta. «Yo sé que ella me escucha, y cuando disponga que es el momento adecuado, lo que le pido va a suceder», confía. Es que Betina habla de sus deseos e irremediablemente habla de Gilda, la cantante de cumbia fallecida en un accidente de auto en 1996 y desde entonces reverenciada por sus fans como una santa, con altar y estampitas incluidas. «La escucho todos los días, mientras ordeno la casa, a la hora de la siesta, antes de acostarme. Y le hablo, le cuento mis cosas». Casada hace 7 años con Diego, un morocho de grandes ojos castaños, en cada uno de esos momentos de charla ella deja escaparse una chispa de esperanza. «Le pido un hijo», confiesa al fin. Mientras sus manos bailan inquietas entre la pava y las tazas, Betina relata la historia de un amor adolescente que nació tras el mostrador de una panadería, y que tardó apenas un año y dos meses en convertirse en matrimonio. «Al principio sólo queríamos ser nosotros dos», recuerda, «pero al tercer año de casados empezamos a buscar un nene». Conforme los meses pasaban, sin embargo, un no rotundo fue a instalarse en la pareja: Betina y Diego no pueden tener hijos. «Ni tampoco tratamientos», agrega ella. Inmersos en una realidad humilde, el costo de un proceso de fertilización les resulta absolutamente impensado y fuera de su presupuesto. Para ellos, en cambio, la ilusión tiene cara de mujer y se enciende por un rato cada vez que alguien pone play. Cuestionada al respecto, sin embargo, Betina no sabe explicar por qué eligió a Gilda como la receptora de su fe. Tampoco importa, dice, «porque creer es no cuestionar». Un poco como lo que sostiene Sergio, que vive en Bahía Blanca y el primer año de la muerte de Rodrigo, el can-
«Gilda y Rodrigo vivieron como pocos, pero murieron como cualquier hijo de vecino. Y pocas cosas hermanan más que el dolor. »╣ tante cuartetero fallecido en el 2000, viajó cada 24 de cada mes al santuario levantado en el lugar del accidente. «No soy de ir a misa pero acá sigo volviendo una vez por año», relata orgulloso. Con un grabador en la mano y un rosario en el otro, cada visita conlleva una nueva promesa. En esta ocasión, Sergio ha regresado al fatídico kilómetro 26 de la autopista Buenos Aires-La Plata con el fin de pedir por su abuela, enferma de Alzheimer. Lo acompaña Melina, una flaquita casi etérea con la que viene noviando desde hace unos meses y que asegura compartir su amor por el cantante. «Yo no vengo a pedirle nada, sino a agradecerle todo lo que ya nos dio. Sus canciones nos van a acompañar siempre y son el mejor legado», apunta ella. A su lado, Sergio asiente mientras enciende el grabador y los primeros acordes de Me extrañarás comienzan a escucharse por sobre el ruido de los autos que transitan la autopista. Tras algunos minutos de respetuoso silencio, razona por sobre los argumentos de su pasión y finalmente agrega: «Me cumplió cuando le pedí por exámenes, amigos, chicas y hasta cuando tuvimos problemas de plata en casa, ¿me va a dejar en banda cuando le pido por algo tan importante como la salud de la abuelita?». Pero Betina, Sergio y Melina son meros exponentes de un fenómeno mucho mayor que su propia fe. A lo largo y ancho del país, son miles los que depositan sus intenciones en las glorificadas imáge-
nes de Gilda y Rodrigo. A medida que el tiempo pasa, asimismo, su número de fans –o devotos, mejor dicho- se sigue agrandando a la sombra de la leyenda, englobando aún a aquellos que jamás los escucharon mientras estaban vivos. Ellos los recuerdan, se sienten acompañados por sus voces y encuentran mensajes y motivaciones en las letras de sus canciones. Luego de años de buscar la fama y el reconocimiento, estas figuras murieron en instancias trágicas, inmortalizando su presencia cuando esta era más fuerte. En la inmensidad de la tragedia, sin embargo, fue a colarse la promesa de un destino que los hizo tan eternos como accesibles. Y es que en cierta forma, ellos vivieron como pocos, pero murieron del mismo modo que podría sucederle a cualquier hijo de vecino. Y pocas cosas hermanan más que 75 el dolor. En la calidez de su cocina de pueblo, Betina revuelve el té, vuelve sobre los recuerdos de su ídola y sonríe mientras sentencia: «Murió y se nos regaló. Hoy está siempre con todos los que la quisimos».
«Rodrigo cumplió cuando le pedí por exámenes, amigos, chicas y hasta cuando tuvimos problemas de plata en casa, ¿me va a dejar en banda cuando le pido por algo tan importante como la salud de la abuelita?», Sergio, devoto de Rodrigo...»╣
Arte por Astro Nacho. Foto por Coc贸 Muro. Pospro Laura Lempert.
Astro Nacho. La Respuesta Nunca Estuvo Tan Cerca
77
NIÑOS BUENOS Y NIÑAS BONITAS / Texto por Pulpo.
La Cátedra del Pulpo: La Superstición Es Algo Muy Extraño
Bien, queridos y queridas minidadaes... Hoy, y conmemorando las trece ediciones, les contaré un breve análisis sobre la superstición. La superstición es algo muy extraño. La superstición es algo que nos obliga a evitar realizar ciertas acciones, o a realizar ciertas otras acciones sin que haya ninguna razón aparente más allá de «la buena o la mala suerte» que esto trae. Y aquí es donde debemos empezar a tener una excelente memoria para no cometer ningún error del ceremonial y protocolo de la superstición. El Horóscopo Una de las principales supersticiones que hasta se ha logrado meter en los diarios y revistas. El horóscopo es la actividad por la que algún creativo aspirante a escritor se dedica a barajar cosas buenas y cosas malas que le pueden pasar a alguien en áreas de amor, salud, trabajo y dinero. Aparentemente en este caso, existen solamente doce cosas que le pueden pasar a una persona, y aproximadamente 600 millones de personas tendrán buenos augurios laborales, y unas 450 millones de personas hoy mismo conocerán a alguien que está cerca y puede poner un arco iris en nuestro mundo. La Escalera Caminar por debajo de una escalera trae mala suerte. Suena bastante lógico sobre todo si la escalera es de un pintor donde nos puede caer un poco de pintura que nos manche el saco, camisa, remera que tengamos puesto, pero si la escalera es maciza y no hay nadie encima, ¿cuál es la razón de temerle? Prefiero caminar por ahí abajo y no bajo una bandada de palomas empachadas, pero no hay superstición contra ellas. Los Gatos Negros Acá lo ideal es conseguirse un gato negro. Es la mejor manera de liberarse de cualquiera que sea lo suficientemente zonzo como para creer que un gato negro puede traer mala suerte. Esa gente para qué la quiere uno cerca. El gato negro es un muy buen filtro de nuestra socialización. Alcanzar la Sal El origen de esta superstición es de cuando la sal era el dinero que se utilizaba entonces si entre pasarle una barra de sal a otro ésta se rompía, ¿de quién era la culpa? La solución lógica era que no la tocaran al mismo tiempo.
Mientras yo la tenía era responsabilidad mía, luego tuya y si se rompe, jodete. Ahora un paquete de sal cuesta 4 pesos, tirar un poquito de sal no es mala suerte... Si cuando te paso la sal se te cae... no pasa nada. Yo te doy la sal en la mano, y si no la querés agarrar, de última, por lo menos te estoy haciendo un bien para la hipertensión y la retención de líquidos. Los Espejos Romper un espejo trae 7 años de mala suerte. Eso era lógico cuando un espejo valía el equivalente a 7 años de ahorro. Ahora no son tan caros. Andá a Falabella a las liquidaciones y comprate uno lindo por cien pesos, o andá al mercado de pulgas y listo. La paradoja y la contradicción llega cuando analizamos que se dice que el diablo vive en los espejos. Si rompo un espejo, ¿no le estoy trayendo mala suerte al diablo entonces? ¿Me lo pongo en contra al colorado? ¿O lo hago perder tiempo a él yendo al seguro a que le rearmen la casa? 79 Las Cábalas Por mucho mismo calzoncillo que use durante todo el mundial, si somos pecho frío, somos pecho frío y mi olor a jabulani no va a colaborar. Cámbiese y vea los partidos, pero con aroma fresco y agradable. Los Sueños Si sueño con un muerto que habla, le tengo que jugar al 48; si sueño con una niña bonita le tengo que jugar al 15, si sueño con un loco, le tengo que jugar al 22. Aparentemente, y esto no lo analizó Mead, entre el mundo onírico y el bolillero de la Lotería de Córdoba hay una conexión mística que decide qué número sale a la cabeza. Ahora bien... si sueño con que soy un Power Ranger -el azul, por ejemplo- que lo convocan para 100% Lucha, ¿a qué número le tengo que jugar? Me ha pasado más veces de soñar con cosas extrañas y bizarras que con escobas, huevos y borrachos. Espero, queridos y queridas minidadaes, que ahora tengan un acercamiento mejor a la superstición. Ah, y si es martes trece no se casen... trae mala suerte, aunque también trae mala suerte casarse cualquier otro día. Más en: www.atencionviandante.com
VerboRagia: Creer... O curtirse Eclecticismo espiritual NIÑOS BUENOS Y NIÑAS BONITAS / Texto por Ayelen Montenegro.
Yo no creo en TODO, es cierto, pero sí en muchas cosas diversas que derivan de mi cosmovisión particular del universo. Dentro de mi lista de creencias, se encuentran también aquellas que mi mente racional NO PUEDE entender, y que, por ende, se vuelven una cuestión de fe. Es por esto que me autodefino como una persona espiritual-simbólicamente ecléctica. Creo en D10S, en Dior y en la Santísima Trinidad: Chanel, Versace y Armani. Creo en TODAS las terapias alternativas: la acupuntura, la digitopuntura, el reiki, la homeopatía, los masajes energéticos, la musicoterapia, la gestalt, la psicogenealogía, los estudios ancestrales, y hasta en las que no conozco, como en la terapia ortomolecular de Moria (aunque, claramente, no sirva para mejorarte la cara). Creo en las runas, el i-ching, el tarot (marsellés, egipcio, hasta en el de Osho), el péndulo, la borra del café, la lectura de la mano, el feng-shui. Creo en distintos tipos de rituales: cruz de sal para que no te llueva en paseos didácticos, atar pañuelos con nudos, prender velas, prender sahumerios, baldear con vinagre; creo en el mal de ojo, en el empacho, en la cinta roja para la envidia; creo en el karma, el dharma, la Dalma, la Giannina y la Claudia, en la energía del universo (en la mala y en la buena), en los significados de los nombres y su carga simbólica; creo en la Ley de Murphy, sobre todo cada vez que intento abrir cosas mediante el “abre fácil”; creo en la astrología casi como en una “religión”: soy una ferviente militante, con carta natal desde que era chica y revolución solar hecha cada año. También creo en el horóscopo chino y el maya; en los beneficios curativos del alma que tiene el fernet, en que el tiempo cura muchas heridas, en los pequeños gestos, en la amistad, el amor, la primavera y los pajaritos. Creo en cosas que no he vivenciado y ni sé si alguna vez vivenciaré: en los extraterrestres, los duendes, el tai-chi, las artes marciales, el budismo, la meditación, el veganismo, la bisexualidad y la homosexualidad como una forma más y normal de relacionarse (aunque siga sin “amanecer” siendo lesbiana). También creo en el kamasutra, aunque con éste tengo una especie de fe contradictoria, ya que debería aclarar que, en algunos casos “¡puede fallar!” o “esto es sólo para personas verdaderamente elásticas”, y evitarnos así sendas frustraciones (y contracturas). Otra
contradicción me genera el vegetarianismo y el yoga, porque si bien creo en ellos como aporte a una vida más sana, no los practico en este momento de mi vida, aunque los practiqué. Tuve padres “jipis”... sí, mi infancia tuvo mucha milanesa de soja y om... Creo en esas cosas que mi cerebro, dudo, pueda entender algún día, y lo creo cual fe ciega: la internet, las matemáticas, la física, el espectro electromagnético, el posmodernismo, los viajes espaciales, los satélites, el ADN, la Ley de Gravedad (que a partir de los 25, mi cuerpo empezó a ser un claro y “grave” reflejo de su existencia) y todas esas leyes y teorías que dan cuenta de los diferentes fenómenos de la naturaleza. Creo en algunos santos, aunque ellos no le den mucha bola a mis pedidos, San Expedito se está haciendo el boludo hace tiempo y San Antonio, si pretende que le prenda una vela todos los domingos, ¡se equivocó de devota! ¿quién me cubre el presupuesto en velas? ¿eh? No creo en las iglesias, en ninguna, pero sí en los dogmas. No creo en esas supersticiones populares que traen mala suerte: pasar por debajo de una 81 escalera, el sombrero arriba de la cama, la sal derramada, la plata arriba de la mesa, cruzarse con un gato negro. No creo en los libros de autoayuda, en los consejos de la revista Cosmo, ni en los de ninguna otra revista “femenina”, que lo único que te dicen es cómo ser una mujer funcional al machismo; no creo en las historias de amor de las películas o de las telenovelas, ¡eso no pasa en la vida real!; no creo en las casualidades; no creo en el comunismo, aún no soy tan optimista de pensar que la sociedad podrá volver a ser igualitaria, pero aún creo en que se puede cambiar el mundo y volverlo un poco más justo. No creo en el jet-set, en todo lo que dice la prensa; no creo en Mirtha, ni en Susana, ni en Tinelli. No creo en la gente que nunca se enoja, en los inalterables, en aquellos que no tienen amigos, en los que no toman postura nunca, en los que callan sistemáticamente ante todo, en los optimistas extremos, en los pesimistas extremos... y no creo en las brujas, pero que las hay, ¡Las hay!.
VARIETÉ / Texto por Cocó Muro y Rosario Villani.
Paul Mc Cartney (Not)Dead. El Mito Que te Despeina el Flequillo Mientras unos afirman que Elvis está vivo, o que Yabrán se asolea en una isla bajo otra identidad con un transplante de cara, otros sostienen que Paul Mc Cartney murió hace 44 años. Un escalofriante misterio lleno de simbología que nos lleva a mirar de cerca las supuestas evidencias y a invitarlos a sacar sus propias conclusiones.
83
La carrera alocada hasta la cima del éxito y el reconocimiento, muchas veces acaba en un accidente, una tragedia o simplemente en un choque de egos entre los miembros del grupo. Ejemplos sobran y sería inabarcable la enumeración, pero nos interesa puntualmente profundizar en un rumor sobre algo que pasó entre The Beatles, que al lado de la hipótesis de separación culpa de Yoko Ono, esta última es sólo una anécdota para reírse del pollerudo. De este mito poco se habla y, sin embargo, mucho asombra. La revelación de este secreto cambiaría el desarrollo de los hechos tal como los conocemos. O es que es sólo una charade perpetrada por los mismos integrantes de la banda para sumar misticismo y alimentar leyendas urbanas. Pero es loco pensar que probablemente esa guitarra que “gentilmente” lloraba en el White Album lo hacía por Mc Cartney... Año 1966, Londres, miércoles 9 de noviembre 5.00 am. Paul Mc Cartney sale raudo y veloz del estudio de grabación Abbey Road a bordo de su AstonMartin. En el camino recoje a una chica que estaba haciendo dedo. Una vez dentro del auto, «Rita» se percata que quien conduce es nada más y nada menos que su ídolo Paul Mc Cartney, y entra en un estado de histeria total que incluye gritos, aullidos, abrazos, besos a un Paul que se desconcentra y acaba por estamparse contra un camión. El primero en enterarse fue el entonces manager de The Beatles, Brian Epstein, que fue a reconocer una cara y un cuerpo completamente desfigurados. En circunstancias poco claras -como la misteriosa muerte de George Reeves-, Epstein consiguió que la policía no hiciese referencia a la muerte de Mc Cartney y en el informe policial consta el deceso de un hombre joven, jamás identificado. ¿Por qué haría semejante cosa? Y bueno, imaginémonos (imagine-¡monos!), en plena «beatlemanía», la noticia de la muerte de Paul podría haber causado un revuelo importante, ya que era, junto a Lennon, el alma de la banda, el preferido de las mujeres y el compositor de gran parte de las canciones. Quizás hubiese significado el fin de la carrera de los Fab Four, que se hubiesen convertido en los «Fab Three»... no, definitivamente el «fab» queda chomaso y encima, con «three», peor. ¿Y cómo hicieron para pilotearla? A Brian Epstein se le ocurrió buscar alguien que reemplace a Paul, al menos en las sesiones fotógraficas, ya que The Beatles misteriosamente dejaron de hacer presentaciones en vivo, otro de los motivos por los cuales se alimenta el mito. Ese «alguien» fue (¿o sigue siendo?) William Campbell, un doble del músico que ganó un concurso de imitadores, ya que se parecía bastante a Mc Cartney, excepto porque era diestro y que tocaba la guitarra en vez del bajo. El suceso pareció tener, a partir de ese momento, dos caras. Suplantaron a Paul, el resto de la banda optaría por callar y seguir con su fama como si nada; pero ellos mismos fueron dejando ciertas
pistas en la letra de sus canciones y algunas evidencias en el arte de tapa de sus discos. Símbolos, signos, frases, imágenes, cintas vueltas al revés... desde Revolver (1966), pasando por el funeral de Sargeant Pepper’s Lonely Heart Club Band (1967) y la famosísima portada de Abbey Road (1969), todos rastros que alimentan el mito, al mismo tiempo que nos lleva a reparar en cuán fascinantes pudieron ser The Beatles que se atrevieron a jugar con la simbología y divertirse con las conjeturas que pudieron haber sacado sus seguidores. No estamos seguros, pero algo flota en la pelela...
CoCo BoUDAKiAN, LiDER y fUNDADoR DE DANGER foUR* (dangerfour.com) Cuando salió el álbum Abbey Road, me llamó la atención que Paul caminaba descalzo y le hice el comentario a un amigo fan de The Beatles y me dijo que era porque Paul había muerto y en su lugar había un tipo muy parecido que se llamaba William Campbell. Como todo adolescente, la historia me atrapó en ese momento… De esa tapa de Abbey Road se decía que las vestimentas y posturas de cada uno simbolizaban algo: Lennon era el predicador del funeral porque
estaba de blanco, a Ringo se lo veía apesadumbrado, Paul era el muerto sin zapatos, y George de jeans, el enterrador. También se hablaba de mensajes subliminales en temas tales como «A Day In The Life», «She’s Leaving Home». Estoy seguro que Paul al enterarse de lo que se decía, “estaba muerto”… ¡pero de risa! Obvio que hubiese cambiado muchísimo la historia, ya que no hay que olvidarse que Lennon y McCartney formaron la dupla compositora más genial del siglo XX, y, con todo mi respeto, creo que William Campbell o quien sea, jamás hubiese podido sustituir a Paul… ¡ni siquiera al maldito pulpo! ¡Paul esta vivo!, goza de muy buena salud y sigue brindando recitales geniales por todo el mundo. * Grupo beatle uruguayo que llega a la Argentina de la mano de Juan Alberto Badía en la década del '80, siendo ya un grupo consagrado en Uruguay y habiendo recibido distinciones por parte de la BBC de Londres, quien los nombró “Embajadores Itinerantes de los Beatles en el Mundo”.
SERGio MARCHi* (myspace.com/sergiomarchi)
MARio BREUER, PRoDUCToR* (myspace.com/mariobreuer) Me enteré por chismes que en mi entorno, al menos, no se lo tomaron muy en serio. Solamente conozco los simbolismos de la tapa de Abbey Road con detalles como que Paul está descalzo, lo que significa muerte; o George vestido de enterrador; Ringo de lacayo y John de blanco simulando un ángel. Cuentos como este hubo y habrá siempre alrededor de los famosos, es parte de la religión. Si Paul hubiera muerto, la alquimia hubiera quedado rota de todas maneras, nos hubiéramos perdido todo el resto. Wings y todo eso. *Quien dice dar hasta su vida por Dadá Mini™.
Conozco el mito. No sé como me enteré, pero supongo que mi pasión por Los Beatles que me llevó a acumular toda la información que pudiera me condujo hasta el mito. Por el otro lado, los mitos son siempre atrayentes. Hay miles de significaciones y simbolismos que lo alimentan: el Volkswagen en Abbey Road, los simbolismos de los pies de Los Beatles en aquel cruce, los mensajes ocultos en la contratapa de Sgt. Pepper (Paul está de espaldas), la supuesta descripción de «A day in the life» («...He blew his mind out in a car...»), el significado escandinavo de la morsa negra (¡muerte!), etc, etc. Obviamente pienso que es todo mentira... pero que es muy divertido. Claro que hubiese cambiado el desarrollo normal de la banda y su historia, creo que no habría habido motivos de separación, entre otras cosas porque Paul era un hinchapelotas, y un suplente hubiera sido sumiso. Los mitos del rock son muy divertidos y, de alguna forma, representan un nuevo folklore urbano. Pero son mitos. Recuerdo el viejo adagio del director del diario que le dice a un redactor: «Que la verdad no se interponga en el camino de una buena historia». * Periodista de rock y autor, en conjunto con el músico Fernando Blanco, del libro The Beatlend (Los Beatles Después De Los Beatles).
85
ARiEL ESTRUCH DE iNTERPAUL* (myspace.com/interpaulargentina)
RoDRiGo CASTiñEiRA DE THE GREETS (myspace.com/thegreets)
Obvio que conozco el mito....me enteré al leer libros con la historia de la banda... pero no pertenezco exactamente a esa generación. La tapa del disco Abbey Road es la que más simbolismos tiene... la chapa del auto que dice «28 IF» (si tuviera 28 años), Paul cruzando descalzo (por no estar en «los zapatos» del verdadero Paul), John vestido como el sacerdote, George como el sepulturero. En los discos Magical Mistery Tour también hay referencias a Paul y su muerte (él vestido de morsa que es una referencia inglesa a la muerte) y en Sgt Pepper`s también, por ejemplo, la historia de un accidente de auto en «A Day In The Life». Creo que todos estos fueron artilugios de marketing aprovechando algún rumor, ya que Paul sí tuvo un accidente de auto, pero si hubiese sido cierto, y Paul sería William Campbell (como creen lo que están de acuerdo con la teoría), otra hubiese sido la historia...
Sí conozco el mito sobre la muerte de Paul y la verdad me parece algo muy divertido, sobre todo por la dimensión que tomó y porque hay gente que realmente lo cree, lo cual resulta sorprendente. Yo me enteré por alguna biografía de los Beatles. De todas formas, hay muchísimas versiones y se han escrito miles de artículos al respecto. Los indicios de la “muerte” de Paul se encuentran fundamentalmente en la tapa de Abbey Road. Una de las tantas versiones dice que los Beatles están yendo al entierro: Lennon (vestido de blanco) cumpliría el rol del predicador, George Harrison sería el enterrador y Ringo (vestido de negro) el encargado del servicio funerario. Por su parte, Paul está descalzo, tal como se entierra a los cadáveres. Hay personas que incluso repararon en una de las patentes de los autos que hay detrás, que dice «28 IF» (if en inglés significa «si», usado como condicional), por lo tanto sería: si Paul estuviese vivo, tendría 28 años. Además de todo esto, se dice que reproduciendo algunas canciones del Sgt Pepper´s a la inversa se encuentran frases que hablan sobre la muerte de Paul e incluso hay quienes analizan las letras como mensajes subliminales. Pienso que ¡¡¡Es una locura!!! De todas formas me resulta divertido. Hasta el mismo Paul se divierte con este mito, por ejemplo el disco en vivo que editó en los '90, se titula Paul is live (Paul está vivo). Es imposible pensar en los Beatles sin McCartney. De hecho
* Primer banda argentina tributo a Paul Mc Cartney.
creo que todos eran piezas fundamentales. Concretamente Paul, era la cabeza de la banda y quien llevaba el rumbo y a mi entender el principal responsable de que los Beatles hayan sido tan exitosos, ¡¡¡ojalá no se muera hasta que pueda verlo tocar en vivo!!!
Y JUAN ALBERTo BADíA, locutor y conductor conocido como el admirador argentino número uno de The Beatles, está en Bariloche y no pudo contestarnos.
VARIETÉ / Texto por Lucía Marroquín.
Un Cantar Distinto. Borges y Xul Solar, el vértigo de lo infinito.
Buenos Aires, años '20. Un visionario en colores y un erudito escritor de ficciones se juntan en Laprida 1214 y hacen magia. Por la ventana se ven símbolos zodiacales, saltan piezas de ajedrez y se reflejan páginas de una enciclopedia. Todos se preguntan cómo llegaron ahí y qué están tramando.
87
Borges contó en 1980: «Días pasados hablé con Victoria Ocampo. Me dijo que había conocido a Xul en un coro. Esos coros cantaban dirigidos por Ansermet y le habían dado a cada uno una partitura que debían observar. Creo que era la música de Honneger, “Le Roi David”. Todos se atenían a la letra y a la música, pero se oía a alguien que cantaba distinto. Luego resultó que era Xul, que dijo que él no tenía porqué atarse a la partitura, que era mejor que cada uno cantara como pensara, como quisiera; al final fue expulsado por Ansermet. Pero él defendía su libertad». El escritor habló mucho de Xul Solar y dijo una vez que nunca había podido aprender a jugar al pan ajedrez (ajedrez versionado de Xul, con base zodiacal y fichas de todas las formas y colores), ya que resulta que cada vez que Xul le explicaba una regla, enseguida se daba cuenta de que había que reformularla, entonces la cambiaba. Xul no paraba de recrear el universo a cada paso que daba. Libertad para cantar, libertad para jugar. Borges recuerda un día de calor, «era un día terrible, uno de esos días de diciembre o enero en Buenos Aires, en que uno apenas sobrevive. Yo no sé cómo llegué a aquella casa de la calle Laprida 1214, subí por la empinada escalera, a la derecha estaba la puerta. Estaba Xul y le pregunté qué había hecho. Luego me di cuenta de que era absurdo preguntarle a una persona qué podía haber hecho en un día como ese en el que sobrevivir ya era mucho. Y él me dijo: «No, no hice nada». Y luego agregó: «Sí, fundé 12 religiones después de comer. Doce religiones post-comi». Esas religiones correspondían a los signos del zodíaco». Si se piensa en el movimiento vanguardista en el que estaba involucrado Borges en los '20 y en el que Xul participó a veces, se ve a dos artistas que, en una Buenos Aires convulsionada por
la modernización, quieren convulsionar también el arte. Pero Borges advirtió que lo de Xul era diferente: que ellos innovaban todos con cierto respeto, mientras que Xul se salía deliberadamente de los marcos establecidos. Se escapaba. Los lenguajes lúdicos de Xul se mezclan, contaminan y originan unos a otros. No se pueden poner en fila, van saltando a los ojos del lector-espectador. Colores y astros huyen de la organización y arman sistema en su pequeño caos. Nunca hay un único criterio: el efecto es de una gran simplicidad que uno no sabe por dónde empezar a explicar. Las creaciones le brotan a Xul, el zodíaco es prolífero y también su incansable trabajo. Quizás la fascinación de Borges por esa capacidad de creer y crear fue lo que los acercó. «En Xul Solar -dijo Borges- se sentía la felicidad: la felicidad del trabajo y, sobre todo, de la continua invención” y de esta manera, el escritor sentía “el vértigo de todo aquello infinito que vi en Xul». Esa necesidad de continua creación tenía que ver con la pluralidad de dioses, ya que «... si Dios es bueno, conviene que haya muchos dioses». Eran una máquina múltiple y creadora; y de lo que se trataba era de abrir el juego. Mientras que su amigo «creía sinceramente en la astrología, lo cual quiere decir que creía en la pluralidad de los astros o los dioses», Borges era «indigno de la mitología y la religión». Xul pensaba en términos de mito, de fábulas, de colores, era «fácilmente mitológico, mítico», y Borges se fascinaba por ese mundo: creó la propia mitología desde la ficción, ubicó sus mágicos artificios en lugares concretos y físicamente localizables, apeló a enciclopedias y fuentes verosímiles. Y al mismo tiempo, se rió de las religiones. En Tres versiones de Judas transformó al evangelio y a Judas mismo -objetos de la fe- en objetos de estudio. Admi-
tió versiones para una historia incuestionable. También inventó La secta del Fénix, cuyo rito se hacía solamente con corcho, cera o goma arábiga. Los dos hicieron el obligado viaje a Europa, pero algo de ciudadanos del mundo iba más allá de lo geográfico. Borges dijo que Xul era un cosmopolita, en el sentido estoico de que «un hombre no tenía porqué ser únicamente ciudadano de su ciudad «polis», sino ciudadano del cosmos, cosmopolita, ciudadano del universo». Él también intentó habitar el cosmos, jugando siempre con lo universal y lo lejano: La Biblioteca de Babel flota en el universo, y es el universo también. En ella hay viajeros, inquisidores, axiomas, jefes; y la esperanza del narrador es que tenga también un orden, el Orden. Busca un mito de origen en una Babel -torre de todas las lenguas- fuera del mundo. Pero, ¿qué hacían juntos Jorge Luis Borges y Alejandro Schulz Solari? ¿Cómo conversaban el hombre de la biblioteca eterna y el visionario en colores? Han dicho que El Aleph es quizás lo único capaz de unir a Xul y Borges. Ese punto que todo lo contiene, claro, es la fiel transcripción de los pan mundos, pero hay más: un hilo que va y viene, ata puntas y desaparece. En Ficciones, de 1944, Borges incluyó «Tlön, Uqbar, Orbis Tertius». A través de una curiosa edición de la Enciclopedia Británica, accede -él, Borges- a Tlön. Es un mundo en el que «no hay palabra que corresponda a la palabra luna, pero hay un verbo que sería en español lunecer o lunar. Surgió la luna sobre el río se dice hlör u fang axaxaxas mlö o sea en su orden: hacia arriba (upward) detrás duradero-fluir luneció (Xul Solar traduce con brevedad: upa tras perfluye lunó. Upward, behind the onstreaming it mooned)». Además de que el pintor apareciera citado en el cuento, la reflexión sobre el lenguaje, desde
un lugar que lo cuestiona y desarticula, es el mismo: «…desaparecerán del planeta el inglés y el francés y el mero español. El mundo será Tlön»». El lenguaje y el juego son indivisibles. Ya sea el juego literario borgeano de invención de mundos o el ajedrez devenido en pan ajedrez, que puede dar origen y ser a la vez originado por una idea de pan lengua. No sabemos cuál se hace con la costilla del otro, pero lo astrológico para Xul forma parte del juego, y por ahí es que llega al lenguaje. Esto se traduce en una reinvención continua: aclara que «Akí hay mucha cancha polémica, y ojalá me mejoren». Xul Solar quería ser leído y perfeccionado por otros, sus invenciones no se cerraban nunca y buscaban continuidad. Borges recuerda que «quería que yo
«En Xul Solar -dijo Borges- se sentía la felicidad: la felicidad del trabajo y, sobre todo, de la continua invención.»╣ escribiera en Creol. Pero yo pensaba que eso hubiera sido un plagio. Ahora, Xul creía que el Creol no era una invención personal o algo arbitrario, pensaba que el idioma castellano propendía a ese enriquecimiento y que él era el primero que se había dado cuenta (…) Cierta vez me pidió que cualquier libro que yo encontrara escrito en Creol, aunque fuese un libro de cocina, se lo llevara». Los dos quedaron involucrados en lo programático del trabajo. En la casa-museo de Xul Solar, en Laprida 1214, hay algunas tarjetas de invitación entre los dos amigos. Una, sin fecha, está escrita por Borges. Lo invita a una reunión y al dorso agrega: «Postdata: no solamente a tomar el té: a tomar las almas (neo acriollables) de don Ricardo Güiraldes y otros que estarán. ¡Sacrifíquese por la patria y venga!». Borges sabe del afán evangelizador de Xul. El juego individual queda descartado de entrada: el ajedrez es de a dos. En su pan juego el azar no importa tanto como la habilidad combinatoria de los participantes, pero sobre todo «su gusto, cultura y fantasía». Lo interesante es que existen muchas «variedades y posibles otros juegos sobre la misma cósmica base» , entonces nunca se termina, se sostiene en el zodíaco, pero confía en gran parte en la fantasía y voluntad del jugador. Xul apuesta, le pone fichas al que se siente frente al tablero, mientras Borges se deja fascinar al mismo tiempo que disfruta su taza de té. El juego es uno de los puntos en que el hilo se vuelve visible. Borges escribió La lotería en Babilonia, y ahí la lotería podía ser una institución (o las instituciones son
grandes loterías). «Ese funcionamiento silencioso, comparable de Dios, provoca toda suerte de conjeturas» y decide el destino de los habitantes de Babilonia. Otra vez un juego se hace cosmogonía, explicación y generador de universo. Ahora salta la pregunta por lo propio y lo ajeno: ¿cuál es el nexo entre el hombre de Babilonia y Buenos Aires? ¿Y entre el cosmopolita y Pan América? En Fundación mítica de Buenos Aires, de 1929, Borges explica que «pensando bien la cosa, supondremos que el río / era azulejo entonces como oriundo del cielo / con su estrellita roja para marcar el sitio / en que ayunó Juan Díaz y los indios comieron»; y cierra: «a mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires: / La juzgo tan eterna como el agua y como el aire». Lo mítico, que parecía estar en Babel o Babilonia o Tlön, se reencuentra con la calle Garay. Lo más palpable, la ciudad más accesible, es a la vez la más eterna y nació de un río que viene del cielo. Esta confianza en lo propio hace que Xul vea en los hablantes locales, el promisorio futuro del criol. La idea de un lenguaje que superara las diferencias entre Brasil y los países hispanohablantes, repa89 raría también ciertos errores del español, muchas veces cacofónico. En una conferencia en el Archivo General de la Nación, Xul Solar contó sus ambiciones: «Alguna vez va a llegar la hora de criticar en buena fe, y de corregir los defectos y fallas de nuestro idioma, ya que nuestros puristas no lo hacen, y de no dejar más que todo ello se acumule sin fin». Así como dudó de la efectividad del piano, del ajedrez y hasta del fútbol, dudó Xul de la practicidad del idioma que él mismo hablaba. Si para Xul lo múltiple estaba en los planetas, los dioses, en lo no visible, lo celeste, para Borges el todo y lo único estaban arraigados a las cosas. La biblioteca, la palabra de un poeta, la lotería y el Aleph en una casa porteña son capaces, como cosas, de producir universos. Los dos fantasearon con sistemas de signos, mundos y lenguajes nuevos, para eso jugaron con dioses y teólogos. Pero mientras Xul salía desde lo cósmico y buscaba un idioma aplicable que pudiéramos hablar todos, Borges traía sistemas salidos de las cosas materiales y que iban a parar a una demostración de lo arbitrario que es el lenguaje, la misma arbitrariedad que permitía a Xul Solar recolocar las fichas del criol donde mejor le pareciera. Los dos amigos se sientan a tomar el té y a tomar las almas de Güiraldes, Macedonio Fernández y tantos otros. Borges sabe del afán evangelizador de Xul, se sacrifican por la patria y allá van juntos, a aventurarse por varias cosmogonías creadas en una sola tarde, obviamente, post-comí.
LA VISITA/ Texto por Mariel Breuer.
La Visita: Sebastiano Mauri. El merchandising popular de la religión
Sebastiano Mauri, artista mitad italiano y mitad argentino -pero con varios sellos más en el pasaporte-, nos demostró con su muestra In god we trust, que todavía existen artistas dispuestos a buscar desafíos.
91
{Mariel} Como curiosa incurable que soy vivo buscando, preguntando y hasta molestando un poco. En el último tiempo aparecieron dos cosas que hacen ruido en mi cabeza: En primer lugar, me pregunto por qué hay una insistencia en llamar «nuevos medios» a la fotografía y al video cuando son soportes artísticos desde hace unos 40 años (en nuestros días, un celular de dos años ya es viejo). Y por otra parte, encuentro que existe un estancamiento en el re-make por parte del arte contemporáneo. Todos se animan a re-inventar movimientos y artistas anteriores, pero ¿cuántos se animan a hacer algo absolutamente nuevo? Tal vez arriesgarse se volvió demasiado arriesgado en estos tiempos, ¿alguien puede explicarme qué es lo que tanto miedo da? En fin, en este mar de preguntas llego un buen día casi por casualidad a una muestra de Sebastiano Mauri. Conozco su obra y lo que desde el primer día me llamo la atención fue su capacidad de innovación con los soportes y técnicas a la hora de crear. La muestra se llama In god we trust y a su ya conocido gusto por los desafíos se suma misticismo. Mauri toma divinidades de todo el mundo, las coloca en un altar a cada una y las invita a «sentarse» en la misma mesa. Me sentí una más de sus imágenes y sentados en torno a una mesa en su atelier, sin pelos en la lengua y ristretto de por medio, hablamos de arte, política, religión y otras yerbas. ¿Creés en todo o no creés en nada? [Sebastiano] Bueno, en la dos cosas. Por ejemplo, todo lo que es palabra sagrada, textos sacros, las veo como palabras muy sabias, muy bien reflexionadas y como sugerencias que todos tenemos que tomar seguro en algún momento. Tanto el Corán, como la Torá, como la Biblia... no pienso que una sea mejor que la otra y creo que lo mejor sería abrirse y el tema es cuando das una miradita a esos textos (como ejemplo, porque hay otros 8000), el mensaje es siempre lo mismo. También alguna vez se dice que lo otro es completamente infiel y vos no, pero el mensaje de base es siempre igual. A veces lo veo como palabra humanas, escritas por el hombre con buena reflexión y sugerencias, pero pienso que la relación hacia dios tendría que ser mucho más directa. Pienso que las iglesias sirven para que vos no pienses tanto. Te dan la regla, te dicen como actuar, a qué hora ir el domingo o que no puedes hacer el sábado o cual día tenés que ayunar. Pero la relación hacia dios tendría que ser mucho más personalizada, pero por sobre todo mucho más honesta. Porque muchas veces, seguir
estas cuatro reglas sirven para que no sólo los otros, pero hasta vos mismo te pretendas una persona «recta» que vas ese día y haces ese sacrificio, pero el problema es lo que hacés cuando salís, en el día a día y el viernes a la noche y ese mismo día a la noche... ahí es donde me parece que es más importante la ética que la gente que toma una regla o un dogma. Está en las elecciones que hacen todos los días. ¿Los altares son parte de la serie I believe in god? No, los altares que muestro son del 2010, los hice todos para esta muestra (por In god we trust). La serie de altares ya tiene un par de años. La estuve mostrando en Europa, yo resido en Milan y los mostré bastante ahí. Y con eso, lo que hice fue un poco la operación opuesta que con la fotografía. Porque con la foto pongo estos muñequitos, que lo que todos tienen en común es que son chiquitos de dimensión y de bajo valor comercial, son como el «merchandising popular» de la religión: 10 Gauchito Gil por 10 pesos, 2 vírgenes made in Taiwan por 5. Y bueno, yo me cuido para elegir los que me gusten, los que tengan carácter, personalidad, que tengan algo, no elijo cualquiera. Y son veinte años que llevo con esto, coleccionándolos, asi que tengo una base muy grande de donde sacar. Pero en las fotos tomo estos muñequitos y los pongo en espacios abstractos con una luz teatral dramática, de corte, se crea medio un sentido de un ser con sus propios problemas existenciales, perdido, solo, que no sabe bien a dónde ir, entonces te dan más ganas de agarrarlo de la mano y protegerlo, que verlo como un ser omnipotente que te va a agarrar a vos de la mano. Y con los altares hago lo opuesto que es lo que tendría que hacer un altar, tratar de enaltecer una figura, tratar de ponerle todo lo que puedo, de decoración, círculos concéntrios, idea de preciosidad, de tiempo que doy para hacer todo eso para que justamente le de importancia a este muñequito y ahí también siempre empiezo por un muñequito muy chiquito, barato, y ahí trato de hacer todos los fuegos artificiales. ¿Todo este decorativismo que usás en tus altares es muy kitsch? ¡¿Como que kitsch?! ¡Yo no me había dado cuenta! (Risas) Claro, yo a lo que me refiero es si este preciosismo kistch viene más desde el aspecto crítico a las mercancías y a la vez este brillo obsesivo, ¿sería mostrarlo bonito pero con un doble mensaje? Sí, es definitivamente es un doble mensaje. Yo no
sé si opto más para la parte crítica, y de hecho a mí me gustaría dejarlo lo más abierto posible. En general, me gusta más plantear preguntas que dar respuestas. Entonces en este caso tomo la categoría de dios y todo lo que es la veneración de dios, la cara que le damos a dios en las iglesias que lo siguen, pero por sobre todo la relación entre ellas, las distintas versiones de dios, las distintas iglesias, las distintas caras, etc., etc., y bueno, me hago preguntas. Las preguntas a las que yo no logro encontrar una respuesta. Esta serie empezó cuando hace unos años, cuando Bush dividió al mundo con lo que llamaban «el eje del mal», de golpe con la excusa del September Eleven y las cruzadas que volvían, y alguno que quiere el fin del mundo Occidental tal cual lo conocemos... ese tipo de amenazas tipo Star Wars. Mi pregunta es, ¿cómo se hace hoy en día para creer todavía en eso? ¿cómo se hace hoy en día para creer?, y eso vale para Bush, pero vale lo mismo
«Sólo con poner cuatro cosas, una al lado de la otra, cuatro imágenes una al lado de la otra ya está poniendo en crisis tu creencia. Y eso es un poco lo que hago, de formas distintas con mis trabajos.»╣ para el otro costado, para cualquier integralista que puede ser también una monja debajo de su casa. ¿Cómo se logra realmente creer en tu corazón que tu credo, tu interpretación, que tu retrato de estas ideas sea realmente lo verdadero frente al otro que es el que no entendió nada de la vida? ¿cómo se hace realmente para creer en dios? No lo sé. Me lo pregunto, lo pregunto a los otros. Y eso obviamente no es sólo en la cabeza de Bush, sino que es mucha gente que lo vive así y nos los cruzamos todos los días. Entonces es una reacción sobre eso. Con respecto a creer en algo yo no tengo ningún problema. De hecho creo en un montón de cosas, pero seguro no logro cerrarme dentro de un credo, de una religión del que uno es protegido y poseedor de la palabra, eso no. Me parece muy claro que la mayoría de todo esto es man made, me parece que en la mayoría de estos, el mensaje es siempre el mismo, pero también de este lado concreta para personas avanzadas espiritualmente. Con los altares hago un doble juego, son kitsch, son
irónicos, yo empiezo con un dios, este concepto tan alto, presentado en tan poco material y con tan poco precio. Uso también muchos materiales que son pobres, como bijouterie made in China y ese tipo de artesanías, pero sí le dedico mucho tiempo, los hago preciosos de verdad, se ve que hay mucho trabajo, que hay amor, que hay atención, porque lo que estoy haciendo es que también estoy actuando con la tradición que existe en Nápoles, que es una de las capitales del mundo del pesebre hecho en casa. En Nápoles hay dos calles enteras en las que sólo venden los materiales para hacer tu propio pesebre en casa, y está abierto todo el año. En Sri Lanka hay festivales de eso: «Hace tu propio altar, traelo y te damos el premio del mejor altarcito hecho en casa», por ejemplo. Los hindúes tienen la tendencia de una manera o de otra, de más o menos siempre tener un altar en casa, una estatuita con unas flores o velas, y de a poco se le va a agregando. Yo, con mucho respeto, re-actúo eso. Pero también lo globalizo, globalizo la cultura. Hoy hay un dios solo y en la presentación de los dioses utilizo el lenguaje de todos ellos. Utilizo el lenguaje del altar hindú, con el napolitano, con el 93 tailandés, con lo que se usa para el Gauchito Gil. Y en todo esto simplemente trato de unirlos, como en la muestra puse todos los altares en una misma mesa redonda. Como que invito a una comida donde cada uno puede comer de su propio dios, de su propio credo sin necesariamente apuntar un arma en contra del otro, sino compartiendo literalmente del mismo concepto. ¿Creés en la suerte? Creo en la suerte (afirmación en un tono un tanto dubitativo). ¿Tenés amuletos? Ahh, sí sí, tengo de todo. Soy muy fetichista, cabulero, cuernitos, cositas, todo..., de hecho todos estos gadgets que tengo con los dioses yo los trato con mucho respeto. Apenas veo uno que se está cayendo, enseguida tengo que levantarlo. Pero al final yo mismo los elijo por la ironía de tener una cosita tan pipona que representa un concepto tan alto. Igual yo le veo todos sus valores simbólicos y se los dejo, se los atribuyo y los trato con respeto. Hay una frase popular que dice: «Las brujas no existen pero que las hay, las hay»... ¡Absolutamente! De hecho siento que con este trabajo me cubrí el culo contra todos los males del mundo. Alguno de ellos se va a acordar de que le hice un lindo altarcito, quien sea que fuera.
Encuentro particularmente interesante el modo en que usás los soportes de un modo absolutamente nuevo. Todos tenemos un bagaje y difícilmente alguien haga algo completamente nuevo, pero encuentro un nuevo lenguaje, una nueva forma de interpretar los «nuevos medios»... Eso es porque hago lo que me gusta. Para mí, hoy sigue siendo un desafío. Un día digo «quiero hacer altares», pero la verdad es que nunca hice altares en mi vida ni tengo la más mínima idea por los materiales, la cola, cómo se pega, la iluminación. Tuve que aprenderlo todo, era un nuevo mundo. Pero esa es la parte que también justamente me gusta, me queda en mi mismo aprender a hacer las cosas. Después de un rato de hacer las caras, a las que me gustó mucho llegar, me gustó mucho poder aprender a pintar así porque yo no sabía, fueron 4 años de academia, de pintar el modelito desnudo. Una vez que empiezo a hacerlo medio automáticamente, cuando empiezo a mirar la televisión mientras pinto casi, después de un rato lo que me pasa es que necesito ir a otra cosa. También porque si tenés una pregunta y querés explorarlo, explorás, le das la vuelta y en un momento, bueno, ya está. Y entonces me muevo un poco. Pero no es que pienso que abandono, pero voy adelante, siempre voy a poder volver. Pero voy adelante, y sigo aprendiendo y explorando. ¿Y hay algo que te inspire particularmente para trabajar? Ya sea para ponerte a trabajar propiamente dicho o que te dispare preguntas. El dispara-preguntas es la vida. Esto de mi relación hacia la religión y las preguntas viene desde niño. A los 7 años me hice sacar de las lecciones de religión de la escuela, era el único de toda la escuela de 3 mil chicos porque realmente necesitaba creer, quería creer, porque me aterrorizaba la muerte, pero no lo lograba y no quería escuchar y lo veía sólo como cuentos, pero me interesaba y la colección de divinidades se acumulaba en mi casa. Tenía un altar con unas 600 divinidades, cada una con sus cosas. Termino el trabajo cuando en el mundo con el 9-11 y la guerra en Iraq parecían volver las cruzadas y me pareció que era buen momento para sacar esas cuestiones, esas preguntas que quería hacer. Pero las obras estaban desde hacía mucho medio en mi cabeza. Es un poco la vida, eso, los retratos también, tienen que ver con mi propia biografía, sentir como algunas etiquetas las tenés pesadas encima de la cabeza y como vos te sentís siempre otra cosa, pero ves que los otros te ven como algo distinto. Asi que pienso que sale medio de eso. El video de las canciones de amor sale porque en realidad quería hacer un CD para enamorar desesperadamente a una persona y entonces le empecé a preguntar a la gente cuál era su canción de amor preferida y cuando me la decían la iba a buscar para
armar el CD con el cual se lo mandas a alguien y caen enamorados. Y bueno, ahí cuando me contestaban cuál era su canción de amor preferida me di cuenta que era un dato interesante de cada persona y de ahí nació la obra. Da la impresión de que tu trabajo fuera el resultado de una investigación, o al revés, un proceso de investigación, una búsqueda de algo, ¿lo planteas así? ¿o los trabajos son parte de este proceso de observar e investigar? Quizás las dos cosas. Venía de antes de una pregunta que va naciendo en mí. En la serie de los rostros es «¿cuánto estamos condicionados por el contexto de una persona?» Como ser cuando la conocemos ahí, de cara, o cuando leemos algo. Cuántas veces, vos mirás la foto de un político que es de la corriente opuesta, a la que generalmente odiás, con principios de muerte a todo el mundo... vos lo mirás y ya lo odiás. Ves en seguida lo malo, lo feo, lo tramposo, lo corrupto, o lo que vos pensás que sea ese grupo de gente. A mí me pasó a veces de verlo y pensar mal y de repente leo que es de mi partido y entonces «Ah, no, no era maldad la que veía, era sólo un mosquito que lo estaba molestando». Bueno, esto para decir cuánto estamos condicionados. «Hola, éste es tu mozo / hola, este es tu nuevo jefe¡Ahhh! ¿cómo estas?», y ni lo mirás a la cara. Y todo esto, no. La pregunta es, ¿cuánto se puede lograr relacionarnos entre nosotros, desnudando todo ese contexto y encontrarnos a la par, sin un bagaje de prejuicios con el cual filtras la lectura de los otros?. En algunos casos, el prejuicio tiene completamente que ver, digo, en la mayoría de los casos, tiene que ver con el sujeto y no con el objeto, y las distintas prioridades que cada uno da. Si alguien es católico o hindú, no me cambia nada, para otra persona, le cambia todo. Le pueden querer quemar la casa o invitarlo a casarse con su hija según la respuesta. Decir que alguien es homosexual o heterosexual, a mí no me cambia nada, y a otros le genera decir «no te acerques ni a mi casa». Pero no quiere decir que yo sea libre de prejuicios, obviamente nadie lo es, pero hay quienes tienen más y menos. En la instalación en la que tenía la cara y un contexto sobre el cual proyectaba otras que iban cambiando, en esos justamente es la misma persona, pero estamos acostumbrados a que ésta es tu identidad, tu máscara, tu imprenta digital, la impronta de tu identidad, tu conjunto de punto y líneas. Y eso no cambia, pero si cambia si tiene un turbante, si es joven, si es viejo, si es blanco, si es negro, si es gordo, asiático, niña, etc. Y tu
95
lectura va cambiando, es como una radiografía de tu ser, de tu lectura ante los otros, de lo que te pasa a vos, con tus prejuicios, cuánto de verdad hay en esa misma persona según lo que se ve alrededor, y la lectura cambia. Entonces, si, eso era algo que me interesaba, de por qué y cuánto, y por qué tanto prejuicio todo el tiempo. ¿Buscás mucho lo que piensa la gente con tus obras? ¿Intentás entrar en la mente de las personas, desde los prejuicios, desde las creencias? Sí, me interesa. Un poco tiene que ver con mi biografía, con que soy mitad italiano y mitad argentino que son a la vez países muy similares y a la vez, muy lejanos. Después, a los 17 años me fui a vivir a los Estados Unidos y ahí ya tenía como tres continentes bien distintos que hacían parte
de mi identidad personal. Lo que te ayuda de tener realidades tan distintas es que tenés un punto de vista privilegiado, externo. Hace de vos mismo a la vez, de tu infancia, de tus amigos de la infancia y empezás a ver desde un nuevo punto de vista, tu nuevo «mejor amigo» hindú como tu padre de New York, o como se ve Europa desde Europa, y como se ve Europa desde Latinoamérica, y toda esa visión que se tiene de Europa desde acá, de gente que no la conoce. Tipos de Latinoamerica a los que Argentina no se aplica, porque Latinoamércia no es esto. Eso que me ayudó, siempre intento salir de mi propio límite como persona que conoció lo que conoció, pero obviamente no conoció todos los aspectos de la mayoría del mundo, y bueno, trato de cuestionar eso. Pero también me pasa que sólo con poner cuatro cosas, una al lado de la otra, cuatro imágenes una al lado de la otra ya está
poniendo en crisis tu creencia. Y eso es un poco lo que hago, de formas distintas con mis trabajos. Siempre trabajo con yuxtaposición. Por ejemplo, las cien caras de dios, las cien caras del amor, descubriendo que al final es siempre lo mismo. Sea por el motivo que fuera, por admiración como por la capacidad de innovación, ¿hay artistas dentro de la historia que sientas que fueron tu puntapié inicial? Mis preferidos tienen casi todos este tipo de aspectos, quizás sea este tipo de aspectos lo que más admiro. Andy Warhol tenía un lenguaje bien suyo, pero también hizo mil cosas distintas: producía música, fue film maker, fotografía, pintura. Y lo que me gusta de Andy Warhol es también la actitud post romántica del sistema del arte «making money
«Con los altares hago un doble juego, son kitsch, son irónicos, yo empiezo con un dios, este concepto tan alto, presentado en tan poco material y con tan poco precio.»╣
from art, making lots of money is the best of all arts». Y Leonardo Da Vinci es el hombre groso que visitó el mundo. Era otro que no le importaba que sabía pintar, porque podría haberse sentado en su culito de pintor perfecto y hacer sólo eso. Era el mejor pintor en su momento y de hecho pintó poco, pero mientras se ocupaba de mil otras cosas como inventar todo lo que hicimos los siguientes cinco siglos. Passolini, en Italia, que fue director, intelectual, poeta. Creo que no se limitaba a un lenguaje, sino que se abría. Como un pintor, mi máximo amor, creciendo y aprendiendo era Gerhard Richter, que si hace sólo pintura, pero Richter en la pintura cubre todo, te hace abstracto, monocromo gris, hiper-realismo absoluto, paisaje, action painting, rational. Él sigue más o menos toda la historia del arte, y una exposición después de la otra hace como carajo se le canta y no preocupándose del
marketing y el hecho de que «hay que reconocer un Richter», cuando en realidad hoy en día reconoces un Richter enseguida, pero uno de los doce personajes o veinte que son Richter. No hay un pintor, hay veinte pintores que él tuvo ganas de sacar y no había razón para quedarse con uno mientras que la mayoría de la gente se apega a un estilo. Ése es el verdadero problema, que como es una ley de marketing que «se tienen que acordar de vos» de una manera simple, en un mundo en el que estamos bombardeados por imágenes y bajo una saturación de artistas y cosas y todo parece siempre lo mismo... «¡Yves Saint Blue, Yves Saint Blue!» entonces apenas ves esa mancha de color, con el costado de tu ojo en un museo, entonces ya sabes que es un Yves Saint. Y un Mondrian es siempre un Mondrian, porque por cuarenta años pintó rayitas, muy lindas, muy bien pintadas, pero siempre lo mismo. Yo como maker, como persona que está en su casa, produciendo su obra, no sé cómo se hace para pintar durando cuarenta años la misma fórmula y seguir divirtiéndose con su trabajo. De hecho, seguro que se puede, no digo que no, pero YO no le encuentro la vuelta. Y lo mío, es ponerse en juego, y es un riesgo cada vez. Lo veo todo el tiempo, cuando muestro mi trabajo, a algunos no les gusta esta parte, a otros no les gusta aquello, nunca es claro. El crítico que quiere demostrar que «ahora volvió el arte abstracto en Italia», bien, vos hacés unos cuadros de arte abstracto y estás dentro del movimiento, y entonces cuando aparece otra cosa lo traicionás, porque no será la última expresión, pero bueno. La gente quiere reconocer la obra. El coleccionista necesita porque así cuando tiene invitados y gastó plata, los otros sepan lo que gastó. El status symbol, para que cierre el círculo tiene que pasar como pieza de información. Un Maseratti se sabe que es caro, los cuadros que se sabe que son caros se los reconoce. Entonces cuanto más reconocida es la obra, más cierra el círculo para todos, el vendedor, el mercante, el artista, el galerista, el comprador, todos. Y los artistas muchas veces tampoco se atreven: «esto gusta, esto les parece una cagada... ¡uh, acá pegué con algo bueno!» De hecho, se lee muchas veces, para ser más cínico, artistas que van cambiando hasta que la pegan, y ahí, de repente deciden que no tienen que cambiar más. Con el cortecito que hizo en el medio de la tela que anduvo tan bien, basta de explorations.
12+1=¿?. VARIETÉ / Texto por Adrián Samaniego.
Piedra libre para todos los compas
97
Los '90, el eterno retorno, el pesimismo existencial contagiado por Cobain. Un caleidoscopio con acento british, la elegancia desaliñada del Brit Pop, qué ves cuando me ves. ¿Damon Albarn boicoteó psicológicamente a Justine Frischman a raíz de su propia frustración? ¿Y si el disco 13 de Blur está maldito y su plan es poseernos? Probablemente existan dioses que aún juegan a los dados y seguramente no tachan la doble. . 1º ACTo: El canto del cisne En abril de 1994 es hallado en su residencia de Seattle el cuerpo sin vida de Kurt Cobain, líder de Nirvana y gurú espiritual de la Generación X. Al parecer fue suicidio, al parecer su mujer no tuvo nada que ver con el asunto, al parecer muchos sabían que esto podía llegar a sucederle, pero al parecer nadie hizo mucho por evitarlo. Es así como una generación comienza a quedar huérfana, bandas como Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam, Alice in Chains, Stone Temple Pilots, Smashing Pumpkins y Sonic Youth, entre tantas otras, monopolizaron y capitalizaron el pesimismo existencial de sus contemporáneos en menos de cinco años. Por ese entonces los ojos y los oídos del mundo se habían trasladado a Seattle y de repente toda la respuesta anti-fashion, todo el cuestionamiento de nuestro ser-en-el-mundo y toda la música de artistas reticentes a la fama y lo comercial se habían vuelto una pose (no sé si les suena...). Al movimiento grunge como antítesis del glamour y la frivolidad de los 80's se lo tragó el fantoche, «su» propio fantoche... El escopetazo que le voló la tapa de los sesos a Kurt Cobain es el canto del cisne del escenario grunge y del indie estadounidense, tal y como había sido concebido hasta ese momento, para luego resurgir indefinidamente y reencarnar cuantas veces sea necesario. Sin dudas, todos los grandes hechos y los personajes de la historia aparecen en esta vida una vez como tragedia y otra como farsa, repetición... Pensemos un poco sobre repeticiones a riesgo de volvernos locos: ¿está la humanidad condenada a repetir estructuras de todo tipo, color y ruido? ¿No nos damos
cuenta? ¿Las cosas suceden porque sí o porque obedecen a determinado orden? 2º ACTo: El caleidoscopio británico ¿Y si nuestra apreciación de los hechos, suponiendo que los haya, es similar a la que obtenemos por medio de un caleidoscopio? Cada vez que lo giramos se nos ofrece un nuevo espectáculo visual, más seductor y colorido que el anterior, pero siempre a partir del mismo envase y los mismos elementos. Cambian los sitios, cambian las personas, los nombres y los hechos, sin embargo da la sensación de que algo siempre permanece o de que esto ya se vio. Paulatinamente -y sin movernos de 1994- los ojos y los oídos del mundo se concentran (de nuevo) en otra parte del mundo. Más precisamente en la ciudad de Londres, comienza a gestarse (de nuevo) otro movimiento, una nueva vanguardia destinada a conquistar el planeta (de nuevo), al menos por un rato. Este movimiento recibe no sólo la herencia del rock y pop anglosajón desde The Beatles y The Rolling Stones, sumado a The Who, Sex Pistols, David Bowie, The Kinks, y más cerca de los 80's y 90's con bandas como The Smiths y Stone Roses. También se animaba a combinar diferentes elementos como el Mod y el «Shoegazing» de finales de los 80's. Toda una estética y una identidad será reinterpretada y acondicionada al nuevo orden de cosas. Grupos como Blur, Oasis, Pulp, Radiohead, Elastica y Suede, ellos por senderos muy diferentes lograrían el mismo objetivo. El Brit Pop estaba en su apogeo. Ahora, dependía de ellos romper las ataduras del eterno retorno para no terminar siendo una pose estéril y carente de talento....
3º ACTo: You’re so great... Es posible que diferentes caminos puedan desembocar en un mismo lugar, si no cómo se explica que todos los caminos conduzcan a Roma. Pero no todos recorremos los caminos que conducen a grabar en 1994 un disco como Parklife para cinco años después grabar otro gran disco como 13. Ambos ofrecen propuestas disímiles y muy concretas respecto de sus intenciones, pero son también testimonios fieles de dos momentos muy diferentes de la banda, de algunos miembros en particular y, por qué no, de la escena Brit Pop en general. Lentamente el furor inicial había comenzado a disiparse, sin embargo, en este caso no hay escopetazo que arranque al Brit Pop de este mundo. Al contrario, será obra de cada grupo buscar su autorrealización bajo perspectivas muy diversas. En 13 (1999), Blur busca profundizar la faceta experimental iniciada en su disco Blur (1997), el más estadounidense de todos sus trabajos, ya que, sin perjuicio de ser un gran disco, es evidente el empeño puesto en ese álbum para desembarcar definitivamente en la tierra de la libertad. La faceta experimental que llevaba a cabo Blur, bien pudo servirle de excusa a Damon Albarn para canalizar su difícil lucha contra las drogas y el alcohol, y el dramático e infeliz divorcio con Justine Frischman. Recordemos que Elastica «conectó» de entrada un éxito, un número uno en Estados Unidos, cosa que a Blur le tomaría más tiempo conseguir. Eso bien podría explicar el supuesto boicot psicológico, si es que semejante cosa sucedió. Según Justine, fue Albarn quien le sugirió abandonar todo lo relacionado a Elastica, al éxito y las giras -y todas esas cosas que, seguramente, no anhelaba para sí mismo- para dedicarse a ser la madre de sus hijos.
Según Albarn, la infelicidad de Justine radicaba en que ella no sabía que quería ser madre y que todo el éxito obtenido con Elastica era no sólo capricho o mal humor del Tata Dios, sino una negación de ese destino que ella buscaba de todas maneras evitar. ¿CÓMo SE LLAMA LA oBRA? Aberglaube* Muy diversas explicaciones para un solo número, varios sentidos para una misma referencia, casi todas ellas muy interesantes aún si buscamos -o «googleamos»- las si-
«No hay escopetazo que arranque al Brit Pop de este mundo, al contrario, será obra de cada grupo buscar su autorrealización bajo perspectivas muy diversas.»╣ militudes y las diferencias para interpretar al 13 según cada cultura. Pero a pesar de todo lo vivido -y padecido- por la humanidad, el número 13 permanece aún asociado a la mala suerte y al infortunio, eliminándolo de toda clase de ámbitos por el simple temor a una invocación irresponsable de la desgracia. Como si todas las desgracias imaginables tuvieran su origen ahí. Perdónenme, pero suena a una broma de mal gusto. Volvemos a Blur y su disco 13. Disolución con pelea incluída recientemente superada, un disco como Think Tank con guitarras que brillan por su ausencia, la incesante búsqueda de Albarn que lo llevaría a sitios interesantes como Gorillaz y otros, un poco más olvidables, como fue The Good, The
Bad & The Queen. Es decir, si nos inclinamos por la posibilidad de que el uso -quizás irresponsable- del número 13 haya influido directamente en el destino que le tocó posteriormente a la banda estaríamos obviando, otra vez, el factor humano que es determinante en estos casos. Quizás sea únicamente la costumbre y cierto temor reverencial lo que motive a algunos a creer, aún hoy, en la superstición. Una cosa más: mientras los hombres sigan sin ponerse de acuerdo sobre el rumbo a seguir en infinidad de ámbitos, ¿los dioses aún juegan a los dados? No nos apuremos, la lógica puede ser también una forma de superstición. * En alemán, SUPERSTICIÓN... ¿por qué en alemán? No sabemos. Somos dadá.
EMBRUJADo Por Nico Testoni Lasli, guitarrista de Nina. (myspace.com/escuchanina) Blur Blur BlUr BLUR blur 13lur. 13 canciones, una figura masculina con el torso desnudo y, en la edición especial, una caja blanca de cartón grueso con un 13 de color plateado en su frente... la endemoniada obra musical 13 de Blur. Uno de esos discos que escucharía, regalaría, compartiría, en cualquier momento, lugar o circunstancia, y sin dudas uno de los que siempre prefiero para viajar. La primera vez que lo escuché, fue en mi habitación con un discman con auriculares envolventes. Esa noche, cada canción me llevaba a mundos diferentes, realidades de sonidos logrados a la perfección para pasar por sensaciones que hacen un tour sentimental desde la fuerza del odio, la simpleza de la locura, el poder que genera tomar un decisión y, por fin, el olvido.
99
Entre Nos / Texto por Mariel Breuer y Coc贸 Muro. Fotos por Magda Arg眉ello Pitt
101
«Hace dieciocho años tomé una casa de la Municipalidad de Córdoba, hoy se llama Casa 13», de esta manera se despacha Aníbal Buede: artista, gestor cultural, locutor, ex estudiante de arquitectura y cine, profesor, curador, escritor ... y quien saltó ese paredón, protagonizando su «primer acto político». Prácticamente cualquier persona del ámbito cultural de los últimos 20 años lo conoce, y compartió con él muestras, seminarios, residencias, o tardes en el patio de Casa 13. La puerta de una de las trece casas del complejo Paseo de las Artes, está siempre y literalmente abierta, y el que desee pasar a participar es bienvenido a ser parte de sus sucesivas actividades y acciones. El deseo de Aníbal era y sigue siendo tan fuerte, que lo llevó a crear uno de los nodos del arte under más conocidos del país.
¿QUé ES CASA 13? ¿UNA UToPíA vUELTA REALiDAD o SE PUEDE DECiR QUE ES UNA DE TUS oBRAS? Es algo así como una casa llena de deseos… y claro, definitivamente también forma parte de mi obra, creo que a esta altura todo se ha mezclado de manera extraña e indescifrable, los límites entre obra, gestión, docencia y hasta con mi vida vivida han desaparecido, al menos yo ya no los percibo. Cuando accionás desde los deseos ya poco importa si te llevan a una pintura o a darle un abrazo a un compañero. Importa la pintura y el abrazo.
Una sonrisa se instala en mi cara.
¿CÓMo fUERoN LoS iNiCioS EN CASA 13? ¿CÓMo fUE EL PRoCESo DE iNSTALACiÓN EN UN LUGAR TAN PARTiCULAR? A principios de los '90 todavía andábamos dando vuelta por la escuela de arte, discutiendo con compañeros acerca de algunas cuestiones que iban más allá de la estructura disciplinar. A fines de 1992, junto a Rubén Valentinis, un ingeniero con extrañas inclinaciones hacia la literatura y el arte, decidimos construir un espacio para poner en cuestión nuevos comportamientos dentro del sistema del arte contemporáneo que, según nosotros, aún alumnos de la Escuela de Bellas Artes de Córdoba, no estaban contemplados allí. Nuestra primera idea fue una especie de clínica/ seminario. Y claro, necesitábamos un espacio físico. Después de tanto insistir, la directora de la escuela nos cedió una pequeña aula que se utilizaba como sala de video para llevar adelante nuestra locura, los días jueves a la siesta. Al finalizar el trabajo que llevamos adelante en ese año (1993) decidimos… un espacio propio. Nos pusimos a la búsqueda y con la ayuda de un ex profesor que siempre nos estuvo apoyando, el turco Sahade (un abrazo desde la tierra turquito), descubrimos una casa desocupada y abandonada perteneciente al paseo de las artes que dependía de la Municipalidad. Presentamos el proyecto, nunca nos contestaron. En la Navidad del '93 decidimos tomar la casa. Saltar ese muro fue nuestro primer acto político.
¿LA SUERTE ExiSTE o ES UN iNvENTo DE LoS HoMBRES? La buena suerte es un invento de los modestos, la mala, uno de los mediocres. Intuyo que cada cosa que nos ocurre es consecuencia de las decisiones que tomamos, hasta la más mínima y estúpida. Estamos construidos por nuestros comportamientos.
¿QUé PERSoNAJES MEMoRABLES PASARoN PoR LoS METRoS CUADRADoS DE CASA 13? Ummm, imaginate, 18 años… es mucha la gente que ha pasado por aquí, de uno u otro modo… lo que más me hace feliz es saber que ese patio, ese living, la cocina… han sido terreno de construcción de vínculos, sé de parejas que se conocieron alli, algunos que han formado familias adorables, amistades entrañables… aunque más no fuera por eso…
¿SoS ARTiSTA o AGiTADoR CULTURAL? LLEGADo EL CASo, ¿SE PUEDE SER AMBAS? Creo que en este estado de las cosas, un artista debe ser un agitador cultural. Toda obra es política. ¿QUé QUERíAS SER DE CHiCo? Manifestante del Cordobazo. ¿QUé QUERéS SER CUANDo SEAS GRANDE? Definitivamente, un niño.
¿CUáL ES TU AMULETo iNfALiBLE? Un collar que me trajo de Amsterdam mi amigo Marcelo Nusenovich.
«En la Navidad del '93 decidimos tomar la casa. Saltar ese muro fue nuestro primer acto político». ¿A QUiéNES ADMiRáS? A personas que mezclan la militancia con la generosidad. Verónica Meloni, Jorge Sepúlveda, Alejandro Londero, Eduardo de la Cruz, Raúl Lafuret, Alejo Carbonell, Luciano Burba, Belkys Scolamieri… la lista es larga… Coincidentemente son gentes que quiero. ¿y TUS «CoMPAñERoS» MáS iNSPiRADoRES? Definitivamente, mi compañera y mis hijos.
103
UN TALENTo oCULTo Hubiera sido un excelente jugador de fútbol, a los 12 años fui a probarme a Belgrano, finalmente pensé que me daba tanto placer jugar a la pelota que decidí seguir dándole en el campito. Cada tanto le hago a la pelotita con amigos. Jugar al fútbol es de las cosas que más feliz me hacen, intuyo que es un espacio perfecto para volver a ser un niño. 3 LiBRoS City de Alessandro Baricco El palacio de la Luna de Paul Auster Dibujos, una novela del cordobés Andrés Cabeza editada hace ya muchos años por Alción. 3 oBJEToS PRECiADoS - Mi reproductor mp3. Con él escucho la música que me gusta caminando por las calles de mi ciudad pensando en situaciones amables y hermosas, en un mundo feliz. Algo así como soñar despierto, una vida paralela… perfecta. - Mi celular, en realidad es un viejo ladrillo del que apenas se ven las teclas, no tiene ni cámara de fotos ni música ni nada de eso, pero tiene mensajes queridos que voy guardando. Tengo tres que leo siempre, cada noche, o también por la mañana: dos de mis hijos y uno de mi compañera… como si fuera poco. - Un jean todo roto y gastado, ya casi es un papel. Un testigo de tantos deseos concretados y frustrados, una coartada perfecta de mi vida. Cada tanto llevo a una mujer que cose uno de mis otros pantalones y le digo, que sea igual a este. Que todos se parezcan a él. Si ANíBAL BUEDE fUESE MAGo HARíA APARECER... A mis hijos, aún niños… daría lo que sea por ese deseo.
105
Una Niña Malvada/Rano. Un arquitecto que LADO_D / Texto por Nica y Cocó Muro
107
prefirió dedicarse a cosas más entretenidas y que sueña con criar delfines. www.espora.cl/unamalva www.espora.cl/rano
No fue premeditado, pero un martes 13 fue el día en que nos pusimos en contacto con Una Niña Malvada y así malvada y todo, no nos dio ni un poco de miedo. Una Niña Malvada es el proyecto sonoro de Marcelo Aliste, que a su vez también es Rano cuando se trata de su trabajo audiovisual. De personalidades múltiples, dice tener 101 años (quizás sumando la edad de los tres) y una perra llamada Lenka. Todos ellos son de Santiago de Chile y nos llamó la atención porque «es muy copado el pibe, es diseñador, y lo más interesante es que hace fanzines y ¡toca música con un Gameboy!». Exactamente, este adicto al té y a «las ramitas», es un artista visual, ilustrador estridente y músico desfachatado. ¿Qué querías ser de chico? ¿Qué es lo que más legusta hacer hoy a Rano? De chico quería ser ingeniero comercial, simplemente porque un tío lo era, hasta que me di cuenta de lo que se trataba. Es difícil pensar qué es lo que quiero en la vida, es todo un misterio para mí, aún en una etapa tan tardía. Actualmente lo que más me gusta es dibujar, escuchar demasiada música, caminar por la ciudad y mirar la internet. ¿Dónde radica la maldad de la musical Niña Malvada? En imaginar una niña ficticia, haciendo música extrema y epiléptica, considerando que en mi país a lo más “experimental” que logran llegar por interés propio es hacer ambient o drones, y contadas con los dedos de una mano.
Entonces el juego estaba en imaginar que la música era hecha por una niña diferente al resto, por ende malvada, considerando que escapaba a las buenas costumbres del montón... fue el perfecto gender-bait en su momento, hasta que se dieron cuenta que en realidad, era un niño. Actualmente, son muy pocas las productoras de breakcore femeninas, todo un desperdicio considerando lo que podrían aportar. Espero que no se malentienda que las mujeres hacen esto y los hombres esto otro, creo que va simplemente por un tema de intereses. Notamos una extraña afición por las palabras, ¿de dónde proviene? ¿qué querés comunicar con ese collage conceptual? Me gustan algunas palabras por su
fonética, aunque se aplique mal su significado. Lo que intento es comunicar que la internet es algo super bonito. ¿Cómo es tu relación con las publicaciones independientes? Digo, por los zines, ¿qué podés contarnos de ellos? ¿quiénes son? Mi relación con los zines es totalmente nueva, de hecho el primero lo hice sólo hace un año junto con mi novia Madcony (ella me incentivó a hacerlo), aunque antes ya había participado en algunos zines colaborando con uno o dos ilustraciones. Desde entonces, los zines me parecen un formato muy interesante por cuanto uno tiene toda la libertad y facilidad para realizarlos sin depender de nadie, y en cuanto a formato, escapar un poco de la
«Por Una Niña Malvada, la gente pensaba que era una mujer y me declaraban su amor por mail»╣ 109
omnipresente pantalla del ordenador. Mis preferidos son los de corte gráfico, violentos y divertidos, a la vez de una refrescante orden de artistas pervertidos, como lo son las exquisitas publicaciones de Le Dernier Cri, que es como el máximo referente que podría tener. Esto me llevó a comenzar un taller de serigrafía (PiñaRuda.cl) para realizar zines sin limitarme sólo a la fotocopia y la impresión láser. Hasta el momento llevamos tres zines y se viene un cuarto con muchos invitados de todas partes del mundo que pinta bastante bueno. ¿Cuán involucrada está tu música con tu diseño? ¿Con qué tipo de clientes te toca trabajar? Me han dicho un par de veces que mi música es como una secuencia de mis ilustraciones y viceversa...
es algo instintivo, no es el fin para lo que hago, es decir, lo de involucrar el uno con el otro, simplemente me sale así. En cuanto a los clientes con los cuales he tenido la suerte de trabajar, son personas vinculadas a alguna rama artística relacionada estéticamente con lo que yo hago, que conocen y les agrada mi estilo, por lo cual es muy grato como fluye el trabajo ya que no me ponen grandes condiciones sino más bien me dan bastantes libertades. Por otro lado, como ese tipo de cliente no es tan común, tengo cierta facilidad para además disfrazar mi estética en trabajos más tradicionales y corporativos (por no decir aburridos). La prostitución nunca ha sido tan mala, de algo hay que vivir. ¿Por qué elegís una consola Nin-
tendo para componer tus temas? ¿No era más sencillo con una tuba o una pianola de juguete? Por que el Gameboy me cabe en el bolsillo... y la verdad es que no se tocar ni la flauta dulce. Hablando tanto de lo musical como de tus diseños, ¿Cuál es la marca registrada de Rano? Podrían ser los penes derretidos con muchos colores, no lo sé. ¿Cuál es tu videojuego preferido? (imaginamos un personaje que vale la pena eh) ¡Qué difícil! Pero yo creo que es el Tetris, aunque no se si valga la pena porque ni siquiera tiene personaje jajaja... es de esos juegos que no importa cuánto tiempo ha pasado, siempre me vuelve a enviciar llegando hasta soñar con realizar secuencias perfectas.
Gameboy core, chip-hop, breakcore, broken jpop, hentaicore, hypercute, funny infant melodies, crappy ringtones.... ¿Géneros o degeneraciones? Son palabras aleatorias, sin ningún concepto detrás, simplemente un juego de palabras sin sentido que tipeo para que mis proyectos luzcan más intelectuales, cuando realmente no lo son. Tu espectro es muy amplio, ¿qué proyectos son los que más te entusiasman? Los que empiezo y termino en un sólo día... soy muy impaciente y cuando los proyectos toman mucho tiempo, no los termino jamás. ¿Cuál de tus trabajos tiene la mejor anécdota? En verdad son todos bien aburridos... tomando té en mi pieza o taller escuchando canto tirolés. Pero seguramente fue el tiempo que la gente pensaba que era una
y eso no sabría como qué patología psicológica catalogarla. No descanso hasta que se lo hago y muchas veces simplemente la cago, así que para repararlo lo sigo densificando. La idea es llegar al ultradetalle, pero mi impaciencia lo impide. ¿Qué pasa cuando se corta la luz, o se acaba la pila? Me voy a dormir. En este rubro pareciera que el tiempo nunca es suficiente, ¿qué pensás al respecto? Siempre es demasiado tarde para todo. ¿A quién admirás? A toda la gente que puede entablar una conversación o sociabilizar con alguien desconocido como si nada. ¿Te daría lo mismo ser fontanero, piloto de una nave espacial o un palito formado por 3 píxeles?
patines y la única forma de derrotarlo es jugando DDR sobre las playas de estacionamiento haciendo combos sumamente complejos al ritmo de un amen break distorsionado. Tres objetos imprescindibles Una taza, agua caliente y té negro en hoja. Tres websites preferidos discogs.com flickr.com discharges.org ¿Sos supersticioso? No..., aunque de pequeño siempre imaginaba que por cuanto uno caminaba, cada persona va dejando un hilo imaginario por el espacio recorrido, lo cual modificaba su propio futuro, pero en cualquier momento -siempre que no hubiese recorrido demasiadopodía revertirse pasando por los mismos puntos en el orden exactamente inverso, desenvolviendo
«Los zines me parecen un formato muy interesante por cuanto uno tiene toda la libertad y facilidad para realizarlos sin depender de nadie, y en cuanto a formato, escapar un poco de la omnipresente pantalla del ordenador.» mujer, por Una Niña Malvada, y me declaraban su amor por mail. En tus ilustraciones no hay ni un espacio en blanco, no se percibe dónde empieza o termina la hoja, son pura textura, ¿hay espacios en blanco en el quehacer artístico de Rano? Eso es porque tengo la maldita obsesión de nunca considerar algo terminado, y esto es en todo los ámbitos, tanto visual como musicales. Llego a un momento que miro el trabajo “semi-acabado” y me cuestiono su evolución, realizarle algunos cambios, siempre por adición, jamás por sustracción
En verdad me gustaría ser un coleccionista de delfines de porcelana alemana con un bigote muy bien cuidado. ¿Cuál es esa historia que siempre quisiste jugar y nadie nunca inventó? La de unas sextillizas de 5 años gigantes, de 18 metros, que viven en una ciudad llena de palmeras con nueve volcanes activos destruyéndolo todo, cuando de pronto son atacadas por Pepe, un monstruo intergaláctico aún más gigante que no tiene cuerpo, sólo posee una cabeza de perro con gorra y dos piernas largas en
este hilo y con la posibilidad de generar otras variables futuras. Esto me significó, muchas veces, devolverme tontamente de mis rutas porque, por ejemplo, al pasar por debajo de un árbol sentía que el hilo se enredaba demasiado y me daba mala espina... qué idiotez... aún lo sigo pensando así de cierta manera, sólo que ahora tiendo a ignorarlo mas seguido, ¿qué va pensar mi novia? Al parecer, esto podría ser considerado como superstición.
111
VARIETÉ / Texto por María Valeria Tuozzo.
David Bowie. Del glam rock al dandismo y el camp.
Antes que Madonna hubo alguien que se inventó una y más veces para cada etapa musical-artística. David Bowie, precursor y visionario por donde se lo mire, dio que hablar con su androginia y con sus affaires en Berlín, sabe ser un dandi, se inscribe dentro del camp de Susan Sontag y supo hacer de sí mismo su propia obra de arte. «Todos deberíamos ser o llevar una obra de arte» Oscar Wilde
Poco se sabe si la mística ha influido en su carrera, ciertamente los ‘60s colmaron a David Bowie de ese espíritu orientalista que cautivó a varias bandas del momento. En todo caso, lo místico está en la heterocromía de sus pupilas, que habría sido ocasionada por una pelea en la escuela secundaria y se transformó en una heterocromía del ser. Ziggy Stardust, Aladdin Sane, Hunky Dory, The White Duke... ellos habrán optado mirar desde distintos puntos de vista la música que emana de su interior. La androginia lo llevó a usar el célebre corte mullet originario del film Cool Hand Luke de 1967 y que proviene del nombre de un pez. El mullet, el brillo, el maquillaje y el vestuario eran parte de la estética musical que proponía el glam rock y Bowie encarnó el look hasta desdibujar su propia sexualidad. Porque el glam logró imponer lo que otros habían sugerido sin éxito: ese look andrógino que podría haber sido sólo una apuesta superficial, formó parte del glam como reacción a la vuelta a la naturaleza propuesta por el hippismo. «Una exploración interpalanetaria a las posibilidades del artificio», según Ted Polhemus en Street Style. De ahí que esa postura alcanzará para pensar el lugar de las identidades de género, la admisión de la bisexualidad, y cuestionar el espacio de las normas y de la masculinidad dadas. Una masculinidad que se origina hacia el siglo XIX y se plantea como renuncia del hombre al artificio que supieron vestir los varones en los siglos anteriores. Basta enfrentarse a los retratos de los Luises de Francia para sospechar que a algo de glam se habían animado en sus reinados. Y así Changes se convirtió en el himno que la sostuvo, y space oddities todos los seguidores de Bowie y su estética, esas raras criaturas espaciales y especiales.
Bowie compartió residencia en Alemania con Iggy Pop y Lou Reed, y de allí los mil y un rumores de affaires berlinescos que se dejan insinuar en la película Velvet Goldmine dirigida por Todd Haynes en 1998. En el film, un reportero va tras los pasos de un músico de rock muerto que se sospecha según la crítica sería Bowie, y muy lejos de la duda no cae ya que el film es homónimo de un tema del «Camaleón del Rock». Toda una puesta en escena estrafalaria se cuenta en Life in Mars, donde «Mickey Mouse crece como una vaca», y el video clip del tema se reduce nada más y nada menos que a un Bowie ataviado en un traje azul celeste, con corbata al tono, unos buenos zapatos de plataforma, su cabellera rojiza con estilo mullet, una piel absolutamente blanca y esos ojos celestes con maquillaje al tono que no hace otra cosa que resaltar sus pupilas y una mirada en la que se puede adivinar ese «freaky show». En otra ocasión es Mayor Tom quien, en plena época espacial, viaja en una Space Oddity y en su alza y caída junto a los Spiders from Mars, Ziggy Stardust narra sus desventuras con la música. El músico podría ser considerado un dandi moderno, según Barthes en El sistema de la moda y otros escritos, el dandi concebía su atuendo al igual que un artista y es por eso que señala que el dandismo es creación, y Bowie es creación de una estética particular y de un artista. El artificio del glam es aquello que los dandis buscaban tras el detalle para distinguirse de una forma que saliera de lo popular. Según Oscar Wilde «todos deberíamos ser o llevar una obra de arte»; y Bowie ES una obra de arte, una auto-obra-de-arte. Se podría trazar también una línea de Wilde a Bowie y en esa
trayectoria pensar en el camp con Susan Sontag, e incorporar al glam dentro de esta sensibilidad que no se puede asir, pero que se puede describir parafraseando a la misma Sontag en Notes on the camp como amor a lo no natural, al artificio y a la exageración, también a lo esotérico que esto tiene por su imposibilidad de no poder definirse. Bowie es camp, y dice Sontag «el andrógino es ciertamente una de las mejores imágenes de la sensibilidad camp». Bowie también incursionó en la actuación en el film Laberinto de Jim Henson en 1986, personificando a Jareth the Goblin King de donde se desprende su alter ego The White Duke. Luego sobrevino el famoso cameo en la competencia más cruda entre Derek Zoolander y su rival Hansel, en el film de Ben Stiller 113 de 2001, donde llegan a ponerlo como él mismo en el papel de juez en el desfile y, por lo tanto, gran entendido en el tema de la moda y el modelaje, acaso por su matrimonio con la célebre Imán. Una postal camp. Si por las gracias de un Laberinto se pudiese poner en un mismo tiempo a todos los Bowies, sería posible la siguiente escena: un atardecer anaranjado y rosado en la Costanera Norte; allá anclado junto al Club de pescadores, el celeste Belafonte con Steve Zizzou y su equipo a bordo preparando la próxima travesía marítima para emprender un capítulo más de su Vida Acuática; Seu Jorge desde la proa entonando esas maravillosas canciones de Bowie en guitarra; más acá un parrillón humeante y de sabroso aroma; y un poco más cerca los caballeros: Ziggy Stardust, Hunky Dory, Aladdin Sane, The White Duke y el mismo Bowie al desnudo, bondiola en mano.
PRODUCCIÓN / Una Postal Camp: DAVID BOWIE, Bondiola Mata Galán.
114
Baúl de la abuela de la familia Villani.
— fotos: Sol Santarsiero — Make up: Gaby Fernández — Producción: Rosario Villani, Nicolás Rivas, Cocó Muro, César Viola Díaz. — Modelos: Rodrigo Pascual, Francisco Gigena, Matías Villani, Francisco González Centeno. — Agradecemos muchísimo a Valeria del puesto «Qué Parrillón», la mejor bondiola de Costanera Sur, y a Martín Di Girolamo que su aporte fue un flash!
Remera de Stamptrash // Facebook: Stamptrash Indumentaria Con Estilo Jeans tipo engomado de Bolivia. Anteojos modelo Wayfarer Ray Ban // Cintur贸n de cuero con tachas de Converse para Checkpoint Lifestyle. Borcegos Dr Martens
117
Enterizo Polychromatico // www.polychromatico.com Borcegos de Laura Raffo Continuarรก // www.lauraffocontinuara.com.ar
119
Camisa blanca Bolivia // Traje de Laura Raffo Continuará // Corbatín de Laura Raffo Continuará