5 minute read

ERRORES DE LAS ESCUELAS MÉDICAS

Next Article
VENCER LA DIABETES

VENCER LA DIABETES

LO QUE NOS ENSEÑARON LOS SABIOS MAESTROS NATURISTAS

LOS ERRORES DE LAS DIVERSAS ESCUE LAS MÉDICAS (PARTE III)

Advertisement

“La Medicina es una vieja comedia que de tiempo en tiempo, vuelve al escenario con vestiduras apropiadas a la época”. Dr. Semmola

EL DOGMA DE LA MEDICINA OFICIAL Si un médico supiera algo de alimentación natural, lo primero que haría sería dejar de prescribir drogas, pues éstas son fuertes y peligrosos venenos, cuya acción en el organismo hace nulo el efecto de toda dieta. Las drogas y la dieta son dos cosas que se excluyen, siendo por ello ilógico tratar a un enfermo con ambas a la vez. Las enfermedades incurables están aumentando de manera alarmante, a pesar de que el público ha estado invirtiendo durante la existencia de la humanidad, cantidades industriales de dinero en investigaciones médicas. El único medio que le queda a la profesión médica para salvar su reputación, consiste en repudiar esas supersticiones que se llaman drogas, sueros y vacunas y en reconocer que la verdadera medicina consiste en la dieta y en el ayuno. Mientras los médicos no se den cuenta de esta gran verdad, continuarán teniéndonos enfermos. Quizá sea esto, en el fondo, lo que a ellos más le interese. El “progreso” de las diferentes ramas de la medicina y los perfeccionamientos técnicos por un lado, y la necesidad de analizar el todo por partes, desmenuzar el conjunto del organismo en fracciones para estudiarlas separadamente, de especializar las actividades de cada investigador; por otra parte, han determinado la ilusión de que el ser humano era algo divisible y susceptible de fraccionamiento, pudiéndose así estudiar separadamente sus órganos, sus elementos constitutivos y sus funciones aisladas. Este es el error. Se ha perdido de vista el todo al mirar la parte. Se ha desmembrado el conjunto, y al estudiar sus elementos componentes se ha olvidado que sólo como partes interrelacionadas al total pueden considerarse. Se han estudiado y analizado aisladamente las notas del acorde y los acordes de la sinfonía, y ésta se ha dejado de oír. El organismo es un todo armónico e indivisible en que las actividades funcionales de cada parte cooperan en conjunto al bienestar, la armonía y la defensa del todo. La energía vital es una también, totalmente actuante bajo diversas manifestaciones relacionadas y armónicas entre sí.

“Mientras más conozco las drogas, menos creo en las drogas” (Prof. Huchard).

“Los médicos del porvenir no tendrán otra misión que la de indicarnos el medio de precavernos de las enfermedades”. (Thomas Edison).

“Todas las enfermedades, salvo accidentes y circunstancias de un medio desfavorable para la vida humana, son debidas a las transgresiones de las leyes naturales. Consecuentemente, el principio fundamental de toda curación verdadera consiste en llevar una vida natural”. (Dr. Henry Lindlahr).

EL CAMINO DE LA SALUD La medicina tradicional ha fracasado estrepitosamente y ya casi no hay esperanzas de que los médicos lleguen algún día a tener el valor de repudiar sus métodos sobre la base de drogas e infecciosos sueros. “Los cerebros, en la juventud, son como de cera -decía el Dr. Carlos Brandt- que se amoldan fácilmente a las más estrafalarias teorías médicas, y luego, en la edad madura se endurecen como piedras”. Es por ello, que calificó de “inútil todo empeño en reformar a los facultativos. Se requiere el cerebro de Schweninger, de un Huchard o de un Lee para no amoldarse a las estrafalarias teorías médicas. Desgraciadamente, la mayoría, el gran número de médicos, tienen los sesos como discos fonográficos, que no hacen sino repetir y creer en lo que les enseñaron, es decir, en los ritos y dogmas del credo médico. Para la mayoría es profesión de fe la virtud de los sueros, drogas, vacunas y demás supersticiones y charlatanerías, en las cuales creen con el ciego fanatismo de un monje medieval”. Afortunadamente para el público, existe una extensa y valiosísima literatura sobre los sistemas de curar por vías naturales. Kuhne, Shelton, Tilden, Lindlahr, Conrad, Liber, Lee, Bliz, Lahmann, Platen, Just, etc. han escrito luminosos libros sobre la materia, que indudablemente servirán de antorcha a las generaciones futuras, de manera que éstas puedan alcanzar su salud. En todos los principales idiomas del mundo se publican libros y revistas sobre NATURISMO que han comenzado a ilustrar a las masas. Dichos libros y revistas enseñan cómo curarnos sin médicos, drogas, sueros, etc. El Dr. Carlos Brandt, también reflexionaba diciendo: “Hoy, después de treinta años de haber estudiado la cuestión de la manera más rigurosamente imparcial, declaro que las drogas, los sueros y principalmente las vacunas, no tienen más base científica que la brujería de la Edad Media. Los médicos no conocen el mundo sino a través de sus lentes. No creen sino únicamente en las falsas teorías que se les inculcó en la Universidad por la misma razón que el clérigo no cree en otra religión, sino en la que en el Seminario se le inculcó”. Para los que no conocen el Naturismo, cuando una dolencia los molesta van a consultar a un entendido, es decir, a un médico. Este examina al enfermo y le prescribe: laboratorio y farmacia, y así se mantiene a pesar de los esfuerzos que hace la medicina por conservar la salud. Pero no la consigue. Busquemos en otra fuente la Salud de la Vida. El NATURISMO no tiene esa misma organización de médicos, farmacia y enfermedad, sino que significa el tener buena salud, el conocer y practicar esta ciencia fundada en la observación de la naturaleza misma y en la clara comprensión de que la salud es la armonía de todas las funciones orgánicas y que ésta sólo se obtiene observando la ley natural. El médico naturista y trofólogo sólo aconseja el camino de vuelta a la Naturaleza; no receta ni está en connivencia con establecimiento alguno. Enseña en conferencias públicas o privadas la vida de acuerdo con la Naturaleza y da consejos para volver a ella. No manda a los enfermos a los laboratorios, ni da recetas; no vive de la enfermedad sino de la salud. No trata las enfermedades sino que indica el camino de la salud.

This article is from: