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EL LAMONATORIO
Recuerdo cuando en el colegio nos explicaron aquello de las 3R de la ecología: Reducir, Reutilizar y Reciclar. El lema lo popularizó Greenpeace allá por los 90, cuando lo mismo proclamaba que había que salvar a las ballenas o al atún rojo como que la energía nuclear y los transgénicos eran el mismo demonio. Cómo me identificaba con Greenpeace entonces y qué vergüenza ajena me da ahora… El caso es que los esfuerzos en materia de residuos se han ido centrando desde aquel entonces en la última de las 3R, el reciclaje, en detrimento de las otras dos, muchísimo más importantes desde el punto de vista ecológico, económico y social. Si reducimos residuos no los tendremos que reciclar, y si en última instancia no podemos reducirlos, deberíamos alargar su uso. Parece muy lógico pero el Homos sapiens sapiens no siempre se caracteriza por emplear el raciocinio y el pensamiento crítico. Solo hay que escuchar cómo divagan personajes como Ayuso, Miguel Bosé, Spiriman o el excelentísimo Donald Trump. Así que bueno, si pasas de vestirte con ropa de segunda mano, adquirir comida al peso o sin envases de plástico o llevar las botas al zapatero al menos recicla, que al contrario de lo que se comenta no es malo, ni inútil, ni cosa de Soros.
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Como vivimos en la era de los bulos —qué pesadilla, en serio— hoy voy a desmentir unos cuantos relacionados con el reciclaje. No, no es cierto que los camiones de basura mezclen los residuos de los diferentes contenedores, por ejemplo, ni que se junten una vez llegan a la planta. Muchos camiones de basura tienen diversos compartimentos para así poder recoger diferentes tipos de residuos —reducir el número de camiones, ¿lo pillas?— y en las 95 plantas de gestión de residuos que hay en España trabajan miles de personas que los clasifican, limpian y procesan, tanto de manera manual como automática, garantizando que se reciclen correctamente. Yo he visitado un par de veces este tipo de plantas y creedme, no es un trabajo agradable ni sencillo, así que dejad de decir que lo que hacen estas personas no sirve para nada.
Luego está el tema de que si el plástico se recicla una vez no se puede volver a reciclar y el producto resultante es de mala calidad. Falso como besito de suegra. El plástico, como el vidrio, se puede reciclar prácticamente hasta el infinito y más allá, sin perder un ápice de su calidad, reduciéndose así la utilización de nuevas materias primas y ahorrando energía. Por poner un ejemplo muy ilustrativo, al reciclar una botella de vidrio ahorramos la cantidad de energía que podría mantener encendida una bombilla de 100 vatios durante 4 horas. También es falso que reciclar contamine, al menos no más de lo que lo hace fabricar un producto desde cero. En 2018 el reciclaje de envases en España supuso un ahorro de 1,45 millones de toneladas de materias primas y el equivalente a 8.200 vuelos realizados entre Madrid y Canarias en emisiones de CO2. Además, se ahorraron millones de metros cúbicos de agua y millones de megavatios/hora en términos energéticos. Casi nada. Resumiendo, si no quieres reciclar porque no te da la gana no pongas excusicas, que nos conocemos. Que también te has inventado que la mascarilla te hace intoxicarte con tu CO2 o que el SARS-CoV-2 no existe —o que lo fabricó China en un laboratorio, o la CIA, ¿en qué quedamos?—. Reacciona, que el año pasado en España generamos casi 500 kg de basura por persona y como sigamos así nos va a comer la mierda. eljardindemendel.wordpress.com