20
Un relato clásico de amores verdaderos y grandes aventuras. Un homenaje a un libro que jamás hemos leído. EL CUENTO Cuando éramos pequeños nos imaginábamos en un trabajo en el que pasaban mil cosas y todas ellas eran divertidas. Nuestra imaginación era intensa y no muy realista. En nuestro cuento se habla de vinos, de cerveza, de catas, de bocadillos y de tablas de quesos pero también de pandemias, venganzas, gigantes, persecuciones, amor verdadero y también ¡¡milagros!! LA PROMETIDA El retrogusto es mío comenzó como una idea de Ana hace 7 años (era eso o hacerle un Instagram a su gato). Aunque el verdadero sueño empezó en 2016 después de unas obras interminables, abriendo las puertas al público del retro. El objetivo de crear un rincón especial donde poder disfrutar de vinos auténticos y cervezas únicas, se cumplió. Ana quería abrir un gran bar en un pequeño pueblo. EL PROBLEMA Tras 4 años de duro trabajo, el equipo al completo creímos haber logrado cumplir casi todo lo que nos habíamos propuesto. Y después de cientos de catas, eventos, conciertos y una clientela fiel, llegó la temida peste. Hemos pasado meses lidiando con las restricciones, recibiendo estocadas en el hombro, persiguiendo a gigantes sin mascarilla y buscando el ansiado desenlace que no llega. Ahora somos un año y pico más viejos, tenemos muchas más canas y miles de arrugas, pero al menos, somos mucho más sabios (o eso queremos creer). LOS PROMETIDOS Pero no todo ha sido una pesadilla, en este camino tan duro hemos ido ganando nuevos compañeros y el equipo del Retro ha crecido. A Ana, Mikel y Gure,