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LA GENERAL MIREYA GORDON DEJA LA REGIÓN TRES DE LA POLICÍA SE VA ENAMORADA DE LA TIERRA CAFETERA

“A mí me encanta esta tierra, me encantaría quedarme en ella, y si algún día Dios me da la posibilidad de retirarme de la institución, aquí quisiera volver”,

Por: Osvaldo Parra Ponce

JEFE DE REDACCIÓN – ENFOQUE DEL CAFÉ

Dirigir una entidad que por años había sido exclusiva para los hombres no es una tarea fácil, y mucho más, para un grupo de mujeres que a pulso han logrado escalar en la carrera de oficial de la Policía Nacional, alcanzando hoy importantes rangos y cargos al interior de la institución.

Una de ellas es la Brigadier General, Mireya Gordon, una mujer tranquila pero de armas tomar, que hace 19 meses llegó a la zona cafetera a dirigir la Región Tres de la Policía, cargo desde cual no solamente ha sabido combatir el delito en esta región, sino que con un sutil toque femenino, pero con mucha autoridad y don de mando, ha entregado importantes resultados en seguridad ciudadana.

“Son un año y siete meses los que duré exactamente en esta región que uno realmente no se cansa de admirar, y donde cada día el eje cafetero le revela a uno nuevas maravillas”. Así, resume con gratitud la acogida que ha tenido desde que llegó a comienzos del año 2013.

Para ella, el activo más valioso que tiene el eje cafetero es la gente. Una gente diferente a la de otras regiones del país, que se caracteriza por su amabilidad y esmero por hacer sentir bien a todo el mundo sin distingo alguno, pero sobre todo, una gente que a pesar de las adversidades que han tenido que vivir por cuenta en su momento del narcotráfico, de la crisis cafetera, del terremoto que desplomó sus estructuras y de otros factores sociales, sigue teniendo fe, creyendo en su región, en su país, en sus instituciones y en sigo misma.

Por todo eso, reitera la General Gordon que es muy placentero trabajar en el eje cafetero, y de allí, que no duda en afirmar que fue premiada por la Policía Nacional al haberla enviado a esta región, donde hubiese querido quedarse más tiempo, para seguir consolidándola como una de las zonas colombianas con mayores índices de seguridad.

“A mí me encanta esta tierra, me encantaría quedarme en ella, y si algún día Dios me da la posibilidad de retirarme de la institución, aquí quisiera volver”, puntualiza la General Gordon, una oficial de ancestros boyacenses y de formación bogotana, que gracias a su trabajo ha conocido todas las regiones del país, con sus problemáticas y con sus bondades. n

DIOS Y PATRIA, MÁS QUE UN SLOGAN UNA FILOSOFÍA DE VIDA

“Dios y Patria” no es para la general Mireya Gordon un simple slogan de trabajo, es una filosofía de vida al interior de la Policía Nacional, que la lleva a trabajar con amor por la gente, pero con los pies en la tierra en torno a su altísima responsabilidad, en una profesión que escogió hace 31 años y que nunca ha fallado a ese juramento de velar por los intereses de su país y la democracia. Sin embargo, junto a su indeclinable fe en Dios y el inmenso compromiso que tiene por su patria, es su familia, su esposo y sus dos hijos, el motor diario que le da la fuerza y la valentía para levantarse todos los días con las botas puestas, a velar por la seguridad del país y por la tranquilidad de su gente.