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Revista Ganadero mayo-junio 2023
Envejecimiento de la población y el sector Agropecuario en México
Ing. César Cantú Martínez cesarcantu@webtelmex.net.mx
Muchos no le prestan atención a el envejecimiento de la población en general y menos a la población rural del país, pero es muy importante conocer las diferentes generaciones que hay de acuerdo con las edades y su comportamiento.
Características básicas de las generaciones:
Generación silenciosa: nacieron en un periodo de guerra y de pobreza a nivel mundial, que los llevó a hacer de la austeridad y del esfuerzo su modo de vida.
Baby boomers: vivieron un periodo de estabilidad económica y laboral que favoreció la natalidad (el “baby boom”) y donde lo importante era trabajar y formar una familia.
Generación X: esta generación se benefició de un periodo económico de bonanza, marcado por el consumismo y la llegada de los ordenadores y la tecnología.
Millennials: los primeros nativos digitales han tenido trabajos más inestables y una falta de acceso a la vivienda, pero han disfrutado más del ocio, los restaurantes o los viajes “de bajo costo” al extranjero.
Generación Z: los actuales jóvenes son los auténticos nativos digitales, marcados por las redes sociales y los dispositivos conectados a la red.
Generación Alpha: los niños de hoy en día han nacido en un mundo muy tecnológico, en el que sin embargo han tenido que vivir una pandemia.
Si vemos en esta gráfica en la década del 2020 al 2030, hay muy pocos “Baby Boomers” que es la generación que en su mayoría es dueña de las propiedades rurales activas y que tiene una edad de 60 a 75 años, próximos a jubilarse y que desean vender sus propiedades, pero viendo las actividades que les gusta hacer de las nuevas generaciones, muchos de ellos no incluyen las actividades agropecuarias. Las otras generaciones activas en estos 2 lustros son “La Generación X”, “Los Millennials” y “Los Centennials” que tienen de 21 a 60 años de edad y gusto y actividad es muy diferente y eso lo hemos visto en las nuevas generaciones donde en lugar de comprar prefieren rentar, además de que no tienen muchos de ellos recursos económicos para hacer inversiones patrimoniales como sus padres o abuelos, por lo que cambian de actividad o rentan tierras en lugar de comprarlas.
La presencia mayoritaria de productores rurales en edades avanzadas tiene implicaciones para la producción, el manejo y administración de los recursos naturales en el sector agropecuario. El envejecimiento de la población rural ha sido más acentuado, debido a la migración nacional e internacional de los jóvenes, según lo plantean la SADER y la FAO.
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Ante esa situación se puede especular que el remplazo por generaciones jóvenes podría presentarse siempre y cuando la presencia actual de productores jóvenes en el sector agropecuario garantice ese remplazo que haya hijos que estén dispuestos a continuar con la unidad de producción familiar. Al no existir un relevo generacional que traiga mayor dinamismo al sector agropecuario aparecen nuevos retos que estarán relacionados con mantener los niveles necesarios de producción de alimentos.
La edad promedio de los ejidatarios y pequeños propietarios es de 65 años; sus hijos y nietos no están interesados en continuar con estas tareas, debido a la escasa remuneración y emigran a Estados Unidos o Canadá, lo que implica un riesgo para la seguridad y soberanía alimentarias. Los jóvenes que residen en el campo eligen trabajar en áreas urbanas cercanas a sus comunidades y no dedicarse a las tierras que heredan de padres o abuelos, mismas que venden o rentan, cambian el uso de suelo a habitacional o establecen un negocio en la propiedad.
El panorama es desalentador si habitan en ciudades o emigran al extranjero, porque los terrenos son abandonados, lo que reduce su precio en el mercado de tierras.
Se requiere la participación de arquitectos, diseñadores industriales, agrónomos, planificadores, geógrafos, sociólogos, antropólogos y etnógrafos que desarrollen infraestructura rural adecuada para la población de la tercera edad. Además, se necesitan esquemas para transformar las tareas del campo en una actividad económica atractiva y bien remunerada para los jóvenes. Para lograrlo, es necesario impulsar la educación rural.
Qué se puede esperar de los miembros de la “Generación Silenciosa” que como mencionamos están por retirase de sus actividades agropecuarias y no hay quien quiera invertir en sus tierras para seguir produciendo, por las razones que ustedes quieran. Hay que buscar alternativas de renta de estos terrenos posiblemente a largo plazo y formar una FIBRA para administrar estas propiedades ya sean ganaderas o agrícolas, pero no podemos dejar de producir alimentos en este país.