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Momentos De Verdad

Momentos de verdad: Pobreza, desarrollo rural y preferencias electorales.

Cada cabeza es un mundo y creemos que es nuestro mundo, pero puede no representar la realidad que vive el grueso de la población.

CÉSAR RAFAEL OCAÑA ROMO.

M.Sc. in International Agricultural Sciences. Universidad Humboldt, Berlín, Alemania. Consultor en Agronegocios, actualmente cursando Master en Agro 4.0, en la Universidad Católica de Ávila, España.

Imagínese entrando a un restaurante donde usted tiene definidas sus necesidades y expectativas respecto de servicio, producto y precio. Hagamos el mismo ejercicio llegando a un rancho donde usted pretende adquirir un semental para mejorar la genética de su hato ganadero.

¿Cuál fue la primera impresión al ver las instalaciones y el entorno? Este espacio de tiempo puede ser una experiencia de valoraciones muy agradables, intermedias, o desagradables por el servicio o bien a adquirir.

Un Momento de Verdad es la antesala para la toma de una decisión final en el presente o futuro y está ligada a esa experiencia única que se experimentó. En este sentido vale la pena leer los resultados de las pasadas elecciones como un “Momento de Verdad” para el sector agropecuario, alimentario, rural y el porvenir del país que deseamos. ¿Cuál sería el Momento Verdad para la población más vulnerable, la clase media e incluso para connotados empresarios a la hora de tener frente a ellos la boleta electoral? Para buscar algunas respuestas analicemos algunos datos:

Actividades primarias

De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Panorama Agroalimentario 2023) de los más de 58 millones de mexicanos que se encuentran ocupados, 11.2% (6,560,164 personas) lo hacen en actividades agrícolas, en la cría y explotación de especies ganaderas, en pesca y acuacultura.

Agrega el reporte que 28.4% de los trabajadores del sector primario tienen incompleta su instrucción primaria, 29% la primaria completa, 29.1% secundaria completa, y solo el 13.4% cuenta con un nivel de instrucción medio superior y superior.

En cuanto a nivel de ingreso por trabajo sorprenden el 46.7% que recibe hasta un salario mínimo, 20.7% más de 1 hasta 2 salarios mínimos, 3.1% más de 2 hasta 5 salarios mínimos, 0.4% más de 5 salarios mínimos, 21.7% no percibe ingresos y 7.4% no se especifica.

Las actividades de los jornaleros del sector primario son un componente esencial para la cadena de valor agroalimentaria, sin embargo productores y empresas enfrentan una severa crisis de mano de obra, lo que se explica por una combinación de factores económicos y sociales.

Entre las principales razones de la crisis de mano de obra sobresalen bajos salarios, largas jornadas de trabajo y condiciones laborales precarias; ausencia de prestaciones sociales, como seguro médico, seguro de vida y otras formas de seguridad social.

Se le suman las estacionalidades en la producción agrícola que generan incertidumbre laboral, la falta de infraestructura, servicios básicos y oportunidades de desarrollo como estudiar para desarrollar capacidades laborales, aspectos presentes en las zonas urbanas, además de que compiten con empleos menos demandantes físicamente, con mejores condiciones laborales y salariales como son el comercio, servicios o incluso la construcción.

Esta competencia por mano de obra se refleja también en la migración a Estados Unidos debido a la amplia brecha salarial entre los dos países, asumiendo los riesgos que implica la situación de “indocumentados” bajo las leyes estadounidenses. Baste mencionar que de acuerdo con cifras del Banco de México, en el 2023 el valor de las remesas fue de $63 mil millones de dólares, cifra mayor a las exportaciones agroalimentarias de ese mismo año que ascendieron a $51 mil millones de dólares.

Las preguntas pertinentes son: ¿Cuántos jornaleros tan necesarios en México, representa la cifra de remesas?, ¿Por qué sigue la tendencia en migración?, ¿Cuáles son las expectativas de movilidad socioeconómica para un jornalero y sus descendientes permaneciendo en el país?, ¿Quién llena los vacíos de falta de oportunidades y cuáles son sus consecuencias?

Ante esta situación algunas empresas y productores con mayor visión, recurren a mejorar prestaciones más allá de lo que son las obligaciones patronales para garantizar permanencia o arraigo laboral, ello aunado a mejoras en las técnicas y procesos agrícolas mediante el uso de nuevas tecnologías, mitigando así el reto de escasez de mano de obra.

Reducción de la pobreza rural

A comienzos del año 2015 miles de jornaleros agrícolas de San Quintín (Baja California), iniciaron un paro de labores y bloqueos carreteros exigiendo mejores condiciones laborales y respeto a sus derechos humanos. Esta zona es importante por sus exportaciones de fresa, cebollín, espárragos, jitomate y frutos rojos, estimándose que emplean alrededor de 60 mil personas al año, muchas de ellas originarias de estados del sur/sureste del país, donde suelen tener su residencia.

En el 2018 el salario mínimo diario era de $88 pesos en todo México. Del 2019 al 2024 se dieron aumentos de doble dígito, hoy el salario mínimo general es de $249 pesos y para la frontera norte de $375 pesos.

Un estudio reciente de BBVA Research, cita que la pobreza laboral en México al primer trimestre del 2024 (de 35.8%) se encuentra en mínimos históricos no observados desde hace 17 años, cuando al tercer trimestre de 2007 registró un valor del 35.2%. La pobreza laboral mide el porcentaje de la población en los hogares en México que tuvo un ingreso laboral per cápita menor al monto monetario de una canasta alimentaria definida.

Además de las mejoras en los salarios mínimos, la Administración Federal que está por concluir propuso e impulsó cambios legislativos para favorecer a los más vulnerables en otros aspectos laborales, seguridad social y en el outsourcing para eliminar prácticas abusivas de subcontratación.

Se suman a lo citado programas sociales como el de Bienestar, con transferencias monetarias directas para adultos mayores y personas con discapacidad; el de Jóvenes Construyendo el Futuro con becas y capacitación laboral; y Sembrando Vida con apoyos económicos y capacitación para la reforestación y producción agrícola sostenible.

Estas acciones de política pública son pagadas directamente por empresas, productores y por recursos provenientes de nuestros impuestos, no obstante persisten desafíos en su implementación efectiva, supervisión continua y alcances.

Los resultados del gobierno federal en materia económica, de seguridad y de servicios médicos, no inclinaron a la población votante hacia la preferencia por el cambio de gobierno, o dicho de otra manera, como me expresó una persona del estrato social más vulnerable “¿a quién le importa que cancelen un aeropuerto?... yo ni lo uso…, a mí el gobierno me ayuda para comprar unos frijolitos muy buenos y le estoy muy agradecido”.

Los beneficiarios de las políticas mencionadas tienen motivaciones palpables para respaldar al gobierno en turno y su continuidad; tienen sentimientos de gratitud y lealtad, siendo ello relevante en un contexto donde históricamente ha existido marginación, falta de atención y frustración.

Enfrentar la marginación y pobreza requiere reconocer que las empresas son comunidades dinámicas impulsadas por personas, quienes constituyen el principal motor de competitividad. Liderazgos enfocados en la responsabilidad social y desarrollo sostenible son indispensables para generar riqueza económica, humana, cultural y natural para así garantizar la estabilidad social y económica que requiere el país. El reto hoy es de todos.

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