3 minute read

KO! A RAMON FLORES

De sopetón, el dirigente del Partido del Trabajo en Sonora, Ramón Flores Robles, se quedó sin el cuadro y sin la estampa en el sur de Sonora, donde le tiraron con los fierros los ex candidatos a las alcaldías de Navojoa, Huatabampo y Etchojoa. Dos factores fueron decisivos para una decisión que resultará mortal de necesidad para el PT: el hartazgo de que, con todo y el capital político que aportaron, Flores prácticamente los estibó en la bodega del olvido, y segundo, los abiertos coqueteos del dirigente con personajes ajenos al partido, tratando de hacer prematuros amarres electoreros para su muy personal beneficio. Los que decidieron cobrarse cara la afrenta por el abandono de Ramón Flores fueron Guillermo “El cuate” Ruiz Campoy, actualmente regidor en Navojoa, Samuel Medina García en Huatabampo y Joel González Ibarra en Etchojoa. A ellos se sumó también Enriqueta Alfaro Rivera, regidora de éste último municipio. Y si bien la carta de renuncia dirigida a Flores luce en tono muy educado, no por eso deja de ser demoledora, pues prácticamente le restregaron en la serio el 2021, para posicionar al PT como nunca antes se había visto en la región.

Advertisement

Dicen que los números son fríos, pero aquí cabe agregar que también resultan aplastantes, como para concluir que la estampida de notables dejará al señor Flores prácticamente con un esqueleto de partido en el sur, por su falta de olfato y pericia política. Mire usted si no, caso por caso:

En Navojoa, de mil 789 votos que tuvo antes como máximo el PT, “El cuate” Ruiz lo elevó a 9 mil 300. En Huatabampo, de 729 que se llegaron a obtener, Samuel Medina García los elevó a más de dos mil. Y en Etchojoa, Joel González Ibarra hizo la hombrada de disparar la votación de escuálidos 667 sufragios a 6 mil 300. Proporcionalmente hablando, logró que Etchojoa fuera el 2021 la plaza donde más votos captó. Hay un mérito adicional e indiscutible a favor de Joel: llevó como contrincante al hoy alcalde Judas Mendívil, que apenas lo superó por 500 votos, aún y cuando éste realizó una campaña multimillonaria, mientras el hoy ex petista echó por delante su reconocido político, gracias al carisma y los afectos que ha sabido granjearse en el municipio. Y se quedó a un tris de ganarla. Volviendo a los números, los renunciantes le echan en cara a Ramón Flores que entre los tres le generaron al PT el 40 por ciento de la votación que éste obtuvo en todo el estado. Y ni así los volvió a “pelar” -como también le reprochan en la carta de renuncia-, porque ni siquiera los consideró nunca para ocupar alguna cartera en la dirigencia partidista. Come solo, pues. Por si algo faltara, al dirigente estatal le dio por voltear más hacia afuera que hacia adentro, en un grosero ninguneo a quienes le rindieron tanto. En Navojoa, por ejemplo, en una de sus visitas dizque de capacitación a cuadros locales, dejó al “Cuate” Ruiz sentadito en un pupitre de la escuelita, mientras él corría a sostener una encerrona con el alcalde Jorge Elías Retes, a quien luego se supo fue a ofrecerle el apoyo del PT en su desatada ambición por lanzarse el 2024 para manotear un trienio completo. ¿Y los de casa? Bien gracias, sólo mirando sus enjuagues. Flores Robles tampoco ha sido muy cuidadoso de guardar las formas y por el contrario, ha ido dejando huellas de elefante mientras hace acercamientos con priistas como Pedro Kawaminami o ex panistas y hoy morenistas como Gerardo Gaytán y los hermanos Francisco y Beto Vázquez, o los padrecistas Valenzuela, Baltazar, padre e hijo.

La bitachera y el desenfreno Por supuesto, el remezón en el PT no quedará sólo ahí, pues tendrá interesantes re- botes para lo que viene el 2024, porque sin duda, los tres personajes en mención resultaron de grueso calibre electoralmente hablando, como lo evidencian sus resultados. Sin duda, a Morena le irá bien en la cosecha porque verá enriquecido su abanico de opciones, con cartas redituables y comprobadamente muy competitivas, aunque también habrá un natural alboroto en la bitachera. En Navojoa, por ejemplo, el caso de Guillermo Ruiz Campoy seguramente pondrá de pelos al alcalde Elías Retes, porque a querer y no, le pondrían a otro caballo en un taste que quiere para él solo, en lo que seguramente no estarán muy de acuerdo la Síndico Gricelda Soto y el diputado Próspero Valenzuela Un hecho incontrovertible es que “El cuate” Ruiz llega con el antecedente de haberse echado a las alforjas la nada despreciable suma de 9 mil 300 votos en la pasada contienda por la alcaldía, mientras en su incipiente carrera el acelerado Elías Retes no contabiliza ninguno, salvo los que consiguió en el Congreso a la hora de relevar al difunto “Mayito” Martínez. Pero una cosa es ganarse el favor de un puñado de legisladores en el Congreso y otra muy diferente es pasar la prueba del ácido en las urnas, y en eso Ruiz Campoy ya dejó constancia de que no es un desconocido ni un improvisado. Trae su buen capital político.

This article is from: