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DR. ALFONSO DURAZO

• Gastón López Félix

El nepotismo es la preferencia que tienen algunos funcionarios públicos o dirigentes de algunas asociaciones u organismos para dar empleos a amigos y familiares, sin importar el mérito para ocupar el cargo, sino su lealtad o alianza. Tal es el caso de Luis Antonio Castro Ruíz, el vitalicio dirigente del Sin- dicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Sonora, y quien tiene a su hijo, Jesús Antonio Castro Saucedo, en control de la Secretaría de la Tesorería del mismo sindicato, es decir, resguardando y manejando los fondos económicos del Comité Ejecutivo Estatal del Sindicato a través de esa Secretaría, desde donde la contabilidad se mantiene al día, igual que el inventario de los bienes muebles e inmuebles del Sindicato y desde donde no solo es posible echar mano de todas las fuentes de ingresos, sino que también de todo el patrimonio eco- nómico de la Organización. Ahí, todo está en familia. Además, a sus hijas las tiene trabajando en dependencias del gobierno del estado de Sonora. Así se han mantenido las mismas inercias y el mismo liderazgo charro al interior del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Sonora. ¿Quién hubiera imaginado que un humilde líder sindical que vivía en la populosa colonia Ley 57 ahora lo haga en la exclusiva Jolla y Los Lagos?

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Ahora tiene injerencia en la nueva administración de Durazo Montaño, metiendo la mano en las dependencias como Bienes y Concesiones al tratar de formar parte en los saqueos al erario público mientras lleva a cabo una falsa dinámica de apoyo a los empleados con el fin de manosear los presupuestos y dineros de los sindicalizados del gobierno del estado. Aunque no goza de la preferencia del secretario de Gobierno, Alvaro Bracamontes; ni del secretario técnico, Rodolfo Castro Valdés; mucho menos del Gobernador, Alfonso Durazo Montaño. Trata de incidir en ellos por medio de Omar del Valle Colosio para que se le abran las puertas y seguir "chupando" mediante los supuestos derechos y obligaciones que les corresponden a los sindicalizados.

Antonio Castro Ruiz, dirigente del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Sonora (Sutspes), tiene un sueldo anual de 564 mil 53 pesos, cifra que se tuvo que conocer a través de transpa- rencia en 2017, ya que, aunque es un sujeto obligado se ha negado a dar a conocer la información

El Sutspes es uno de los sujetos obligados a hacer pública su información financiera, sin embargo, se negó a acatar las normas de la ley de transparencia en las que se estipula a partir del 4 de mayo del 2017 que todos los sindicatos y partidos políticos debieron publicar sus informes sobre recursos aportados por el gobierno estatal. De acuerdo con una solicitud de transparencia con folio ISTAIRR-185/2017, el sueldo del dirigente del SUTSPES es de 41 mil 311.75 pesos al mes más 68 mil 312 de percepciones anuales, lo que da un total de 564 mil 053 pesos al año. Sin embargo, por estar en desacuerdo con algunos de los aspectos que contempla la ley de transparencia para obligar a los sindicatos a transparentar el uso de sus recursos en la plataforma nacional, el Sutspes interpuso un litigio el cual ganó el Instituto Sonorense de Transparencia y Acceso a la Información (ISTAI). A pesar de recibir por parte de la Secretaría de Hacienda un monto de 6 millones 702 mil 588 pesos, únicamente para pago de sueldos a los 18 miembros de la dirección y administración del organismo sindical, su dirigente Antonio Castro Ruiz asegura que el sindicato no tenía por qué publicar el gasto realizado al interior.

Curioso el destino del dinero de los sindicalizados que forman parte de una especie de "monarquía" al man- do de un líder que coloca a sus hijos en puestos claves donde siguen succionando los presupuestos del famoso sindicato del SUTSPES, y que, si bien no lo ha llevado a la quiebra y ha sabido mantener viva a la "gallina de los huevos de oro", quien busque ese botín lo encontrará en los bolsillos de Luis Antonio Castro Ruíz y en las de sus "canchanchanes". Haciendo del liderazgo sindical lo que siempre se ha sabido: un charrismo vendido al mejor postor. Esperemos que, en este nuevo gobierno, no sucumba la administración de Alfonso Durazo Montaño ante "el canto de las sirenas" del dirigente del sindicato del SUTSPES, Antonio Castro Ruíz, porque "algo tiene el agua cuando la bendice el cura" al tener ya más de 30 años como líder de ese sindicato de trabajadores que supuestamente están al servicio del estado. A ver hasta cuándo.

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