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¿QUE QUIERE AMLO?

Este es un artículo difícil para mí de escribir porque la mayoría de los lectores, incluyendo a quienes me han seguido desde hace varios años, pueden creer que es una exageración propagandística para denostar a AMLO. Pero no es así, son las conclusiones a las que con el tiempo he llegado después de años de analizar con seriedad a AMLO dialogando con 2 tipos de personas.

1. Profesionales de la salud mental.

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2. Personas que conocen y han tenido interacciones, a veces muy cercanas, con AMLO.

Las revelaciones de las personas que han compartido tiempo con el Presidente me han permitido conversar y comentar dichas experiencias con esos profesionales de la salud mental: psiquiatras, psicólogos, y hasta expertos que se dedican específicamente a tratar con criminales en prisiones. De manera coloquial muchos decimos que AMLO está loco, o que lo que hace son locuras. Pero después de hablar con los profesionales que no lo han tratado directamente, pero que con base en su conocimiento y experiencia ofrecen una opinión especulativa al respecto, pero informada del estado mental del presidente, concluyen que efectívamente padece de serios trastornos mentales y de la personalidad. Según el DSM-V (2013), que es el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición, actualización de 2013, la herramienta taxonómica y de diagnóstico publicada por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, los expertos consultados coinciden en que uno de los trastornos mentales de AMLO es el narcisismo.

Este es un patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:

1. Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia (p. ej., exagera sus logros y talentos, espera ser reconocido como superior sin contar con los correspondientes éxitos).

2. Está absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal ilimitado.

3. Cree que es “especial” y único, y que solo pueden comprenderle o solo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) especiales o de alto estatus.

4. Tiene una necesidad excesiva de admiración.

5. Muestra un sentimiento de privilegio (es decir, expectativas no razonables de tratamiento especialmente favorable o de cumplimiento automático de sus expectativas).

6. Explota las relaciones interpersonales (se aprovecha de los demás para sus propios fines).

7. Carece de empatía: no está dispuesto a reconocer o a identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.

8. Con frecuencia envidia a los demás, o cree que estos sienten envidia de él.

9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de superioridad.

AMLO no tiene solo 5 sino las 9 características. Piensen en cada una de ellas y encontrarán ejemplos muy claros. No lo hago aquí porque se extendería demasiado el artículo y quiero llegar al punto medular de, ¿QUÉ QUIERE AMLO REALMENTE?

Otra afección identificada por el DSM-V (2013) que se observa en AMLO, es el Trastorno Delirante en 2 versiones:

1. Delirio de grandeza: las personas afectadas están convencidas de tener un talento extraordinario o de haber realizado algún descubrimiento importante.

2. Persecutorio: las personas afectadas creen que están siendo objeto de una conspiración, que son espiadas, calumniadas o acosadas. Pueden presentar repetidamente demandas o denuncias a la policía u otras instituciones gubernamentales.

Otro trastorno mental que padece AMLO, es el trastorno antisocial de la personalidad. Las personas con trastorno de personalidad antisocial (TPA) pueden comenzar a mostrar síntomas en la niñez, pero no puede ser diagnosticado hasta la adolescencia o la edad adulta. Quienes padecen el trastorno de personalidad antisocial tienden a mentir, quebrantar las leyes y comportarse de forma impulsiva. Asimismo, no se preocupan por su propia seguridad ni por la de los demás.

De los síntomas ya de nivel clínico, aunque no formalmente diagnosticado que más identifican y hacen peligroso a AMLO, el más obvio y nocivo es su DELIRIO DE GRANDEZA. Este es tan grave, que AMLO está dispuesto a MATAR Y MORIR con tal de que su GRANDEZA sea reconocida por la HISTORIA. ¿Creen que exagero? Para empezar, desde antes de llegar a la presidencia, AMLO ya era un multihomicida. Mató a su hermano y a su mejor amigo en un ataque de ira, congruente con su delirio narcisista. Un trauma de esta naturaleza habría afectado muchísimo a una persona normal, pero para un narcisista sin empatía con delirios de grandeza como él, fue solo un evento que no tenía importancia para lograr la “misión” para la que él cree que nació.

De igual forma, por su falta de empatía, como los niños no votan y no los puede usar para alcanzar más poder, no siente la menor empatía por los más de 1,600 niños que han muerto por cáncer porque AMLO les quitó sus terapias. Su mentalidad es: no me sirves, no me importas porque no me ayudas a subir de peldaño en la escalera que me llevará a la grandeza histórica que me corresponde.

Una persona que fue muy cercana a él me contó esta historia que se las paso al

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