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EPISODIOS PARANOICOS

Cuatro años después, la mañanera no puede ser ya simple asignación de culpas al pasado y más promesas de futuro, y por eso se ha convertido en un espacio de odio y negación. Ya debe estar claro que lo único que sostiene al gobierno de López Obrador es su conferencia mañanera. Si se omite este evento diario de propaganda y odio, no queda absolutamente nada. No hay resultados en la lucha contra la inseguridad y la corrupción, que fueron los dos grandes temas sobre los que construyó su campaña de 2018. Prometió que al día siguiente de su triunfo se reduciría la violencia, y eso no sólo no ocurrió (ni era esperable), sino que el incremento es muy significativo. La práctica de utilizar como medida el número de homicidios, que tiene muchos defectos, como ha mostrado Alejandro Hope, impide ver cuánto ha crecido el control territorial de parte del crimen organizado. No extraña, cuando uno escucha en esa malhadada mañanera, que la tranquilidad llega cuando un solo cártel controla una región. Palabra presidencial.

El desastre en la lucha contra la corrupción era también esperable, para cualquiera que tuviera alguna información sobre el gobierno del PRD en la ciudad de México. Cada nueva administración implicaba incrementos en el porcentaje solicitado por los funcionarios, y jamás había investigaciones, a menos que fuesen venganza política. Así ocurre ahora, y por eso encarcelaron a Rosario Robles, e intentaron hacerlo con muchos más, aprovechando a Lozoya. Pero el farsante sacude su pañuelo blanco.

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Si no hay resultados en lo que prometió, menos lo hay en otros ámbitos. En cuestión económica, ya es conocido que seguimos por debajo del nivel que tenía el país antes del triunfo de López Obrador, pero lo es menos que la demanda interna se ha contraído más que la economía en su conjunto.

En el primer trimestre de este año, lo que se consume e invierte en México se encontró ­12.5 por ciento por debajo del nivel que tenía en 2018. Con esa destrucción de valor, sorprende a muchos que las opiniones de los mexicanos no sean más negativas en lo que se refiere a la economía. La razón es un espejismo que nos saldrá muy caro. Por un lado, los incrementos salariales de los últimos meses superan el 10 por ciento anual, lo que está sentando las bases de la espiral salariosinflación, que ya en otras ocasiones ha empobrecido a los mexicanos. Por otro, el gobierno incrementó notoriamente las becas Benito Juárez y las pensiones no contributivas. En estos dos programas se van 300 mil millones de pesos este año.

Para complementar el espejismo, se está subsidiando a los combustibles con un costo similar, serán 300 mil millones de pesos que no tenemos. Para poder cubrir esos gastos sin sentido, la gestión pública se ha llevado a su mínima expresión. Las dependencias no tienen ya gasto de operación, no pueden contratar (y por lo tanto despedir), y ahora ni siquiera podrán viajar.

La probabilidad de crisis fiscal, ahora aderezada de inflación creciente, en un entorno de recesión global, tiene muy nervioso a López Obrador, que sabe que ninguno de sus proyectos servirá para nada. Ya no sirvió el mejor que tenía, el AIFA. Inaugurará ahora una refinería inexistente, y para cuando opere, innecesaria. Y no hay más.

Cuatro años después, la mañanera no puede ser ya simple asignación de culpas al pasado y más promesas de futuro, y por eso se ha convertido en un espacio de odio y negación. Ahora todos son sus enemigos: periodistas, jesuitas, la comunidad judía fueron atacados, despreciados, insultados, por una persona que es cada vez más evidente que ha perdido todo sentido de realidad, y que descarga su incapacidad emocional desde la tribuna más alta de la nación, alimentando una polarización que será muy difícil de controlar cuando llegue el ajuste. No está bien.

El desarrollo de plataformas digitales es una herramienta imprescindible para eficientizar las acciones de gobierno, sobre todo, en épocas de pandemia. A pesar de que en la actualidad existen grandes sectores de la población y comunidades enteras sin acceso a Internet, las plataformas digitales para realizar trámites y servicios se popularizado por su eficiencia y bajo costo de operación. Sin embargo, en la actual administración federal se han visto fallos garrafales en el funcionamiento de diversas plataformas digitales, tales como: citas al SAT, certificados de vacunación, regularización de autos, etc. Pareciera que la constante es páginas caídas, retrasos y saturación de solicitud de servicios, que imposibilitan el buen funcionamiento de un gobierno y que causan el natural enojo de la población.

Todo lo anterior, nos lleva a cuestionarios: ¿es una falta de visión y de programas operativos en la materia de la presente administración?, ¿es una sobresaturación del servicio?, ¿o estamos ante la presencia de un sabotaje digital en contra de la 4T? Es innegable que el manejo de plataformas digitales a nivel federal es un problema súper complejo, por lo que bien pudiera ser una combinación de diversos factores, pero también es imprescindible realizar un análisis de cada de uno de ellos para ponderarlo adecuadamente. El crecimiento de las platafor­ mas digitales de servicios digitales y, sobre todo, su implementación no es un tema de la actual administración, sino que representa una herencia de sexenios pasados, por lo que hablar de falta de visión sería un tema muy complicado de encuadrar como un error de las actual administración por su dinámica en el gobierno.

Si bien es cierto con la pandemia se aceleraron los servicios digitales por una necesidad de frenar la movilidad ciudadana, pero también es cierto que la tecnología que tenemos en actualidad es mucho mayor que la de hace dos años. Si algo caracteriza al mundo digital es su constante innovación y crecimiento en cuanto a capacidad para responder a la necesidad en el manejo de grandes volúmenes de datos. El tema de sabotaje siempre tendrá aristas complicadas de tratar y, sobre todo, de probar. Pero no es un secreto que el tema de la tecnología mueve recursos por miles de millones de dólares, por lo que se ha convertido en un tema de grandes interés que pueden someter voluntades políticas a su antojo, sobre todo, si no se tiene la entereza ideológica de un buen gobierno. Y la actual administración no ha soltado la chequera a las grandes transnacionales.

La respuesta a la pregunta quedará unos meses más en el aire, pero sí es tema que debe de tratarse y analizarse con seriedad para resolverlo de mane­ ra urgente, porque el tema de los servicios digitales seguirá expandiéndose de manera irremediable en el mundo. Y en el caso de México, lamentablemente, no solo tenemos un retraso en cobertura, sino que también en operación.

Rumbo a la soberanía energética. El primero de julio se hizo entrega de la Refinería Olmeca en Tabasco. Una obra magna, pero controvertida por el futuro del petróleo y por su periodo preoperativo que debe de realizar antes de convertirse en un baluarte de la 4T, para lograr la anhelada soberanía energética que provocaría poca dependencia del exterior en materia de combustibles y generación de energía eléctrica. La gran lección que nos ha dejado, al menos en materia económica, la guerra entre Rusia y Ucrania es la imposibilidad práctica de eliminar el petróleo como el principal motor de la economía. Aunque mucho se hable de energías limpias que sustituirán a los combustibles fósiles en un futuro, sin embargo, la realidad es aplastante en cuanto las necesidades actuales. Por lo anterior, no cabe duda de que en el presente la soberanía energética es un tema geoestratégico para el desarrollo de los pueblos, por lo tanto, debe ser atendido como una prioridad de la agenda nacional.

Por ello, la construcción y entrega de la Refinería Olmeca representa un gran avance para la economía mexicana y para nuestra soberanía energética. Lamentablemente cada vez son más recurrentes los apagones de energía, los altos precios de las gasolinas y la escasez de estos se vuelve una constante. Así que la refinería vendría a abonarle favorablemente al tema, al poner al servicio del mercado nacional 340 mil barriles diarios (después de su periodo preoperativo). El apostarle al petróleo como solución siempre será un tema criticable por estar sujeto a los vaivenes de la economía internacional, pero si lo vemos como un tema de seguridad nacional es una apuesta inteligente que nos puede dar más soluciones que problemas.

La entrega de la obra genera polémica porque la oposición intenta ridiculizar la obra por el periodo preoperativo de seis meses que enfrentará dicha obra, pero que es un proceso totalmente estandarizado y natural que enfrentan todas las refinerías. Por todo lo anterior, emitir un juicio sumario sobre la obra sería muy aventurado, porque en seis meses se reconfigura el mundo y todo puede cambiar para bien o para mal; pero ubicándonos en el presente es un gran acierto por el tema de la soberanía energética que tiene un gran impacto en la seguridad nacional.

• Dr. Gildardo Linarez es catedrático de posgrado de distintas universidades, investigador académico y conferencista en temas educativos, administrativos y políticos. Cel. 653112964 glinarez@hotmail.com

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