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Coronavirus (Parte I)

Comunicación para la alerta mundial

El COVID – 19 es la enfermedad que actualmente alarma al mundo por su rápida expansión que ha cobrado en China, lugar donde se originó más de 2,800 muertes desde que se detectó el primer brote en diciembre del 2019. A pesar de los esfuerzos realizados por la OMS y OPS, el virus ya llegó a todos los continentes y por ello los protocolos de detección y seguridad se han activado para detectarlo a tiempo.

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Redacción LZC @ revista_IyC

Las alertas se han activado en todos los continentes por el avance del virus llamado COVID-19, un virus detectado el 31 de diciembre en la ciudad de Wuhan en China que se propagó rápidamente a Tailandia y Japón, llegando en enero a Europa, donde Italia concentra la mayor cantidad de contagios reportados. En febrero el virus alcanzó presencia en el continente americano.

El viernes 28 de febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó en una conferencia de prensa que aumentó a “muy elevada” la amenaza del nuevo coronavirus. “Ahora hemos aumentado nuestra evaluación de riesgo de propagación y de riesgo de impacto del COVID-19 a un nivel muy elevado en todo el mundo”, anunció el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Ello, debido a que la cifra de infectados aumenta cada día. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha informado que a la fecha en el continente americano se han notificado un total de 32 casos provenientes de cuatro (4) países: Brasil (1), Canadá (14), México (2) y los Estados Unidos de América (15).

Fuente: José Carlos Losada @jclosadadiaz

Mientras la OMS difunde datos actualizados en tiempo real en un mapeo que se encuentra en su portal https://experience. arcgis.com/experience donde reporta el incremento de los casos conforme avanzan las horas que supera las 83 mil personas contagiadas, siendo 2.861 los fallecidos y el registro de la presencia del virus en 53 países en el mundo.

La identificación del coronavirus

En un comunicado la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que los primeros casos de la presencia del coronavirus fueron registrados por las autoridades en China quienes “reportaron un conglomerado de 27 casos de síndrome respiratorio agudo de etiología desconocida entre personas vinculadas a un mercado (…) de los cuales 7 fueron reportados como severos”.

Luego de que estos casos fueran analizados se determinó que se trataba de los coronavirus, que son una extensa familia de virus que pueden causar infecciones respiratorias, desde un resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). No obstante, el coronavirus que se ha descubierto en China causa el COVID-19, enfermedad infecciosa cuyos síntomas más comunes son goteo nasal, dolor de garganta y tos seca; en los casos más graves los síntomas se muestran en fiebre alta, neumonía e insuficiencia respiratoria aguda.

El viernes 28 de febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó en una conferencia de prensa que aumentó a “muy elevada” la amenaza del nuevo coronavirus. “Ahora hemos aumentado nuestra evaluación de riesgo de propagación y de riesgo de impacto del COVID-19 a un nivel muy elevado en todo el mundo”, anunció el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El virus puede propagarse de manera similar a los resfriados comunes, basta que una persona infectada tosa o exhale para contagiar a las personas más cercanas. Las pequeñas gotas de saliva que propaga una persona infectada en objetos o superficies también pueden producir contagio, por ello la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantenerse a más de un metro de distancia de una persona que se encuentre enferma.

Cabe destacar que las personas más propensas a contraer el COVID-19 son mayores y las que padecen afecciones como hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes. Este sector de la población tiene más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave y la estadística muestra que a la fecha el 2% que ha contraído la enfermedad ha muerto.

...el coronavirus que se ha descubierto en China causa la COVID-19 enfermedad infecciosa cuyos síntomas más comunes son goteo nasal, dolor de garganta y tos seca; en los casos más graves los síntomas se muestran en fiebre alta, neumonía e insuficiencia respiratoria aguda.

Alerta mundial

El comunicado de la OMS ha precisado recomendaciones para asegurar que el virus no continúe propagándose e indica que los gobiernos “garanticen que los trabajadores de la salud tengan acceso a información actualizada sobre esta enfermedad, que estén familiarizados con los principios y procedimientos para manejar las infecciones por COVID-19 y estar capacitados para consultar sobre el historial de viajes de un paciente para vincular esta información con datos clínicos”.

En los países asiáticos los protocolos de seguridad se implementaron de manera rápida. A la fecha las escuelas y universidades continúan cerradas, no hay incorporación plena a los puestos de trabajo y se tiene claro la distancia entre las personas para evitar el contagio.

De otro lado, la ciudad de Wuhan, donde se detectó el primer brote de coronavirus, se encuentra en cuarentena junto con otras localidades de la provincia de Hubei.

Bruce Aylward, jefe de la misión de la OMS en China destacó el grado de compromiso de la población para enfrentarse al virus. “Cada persona con la que hablé en Hubei tiene la sensación de que está movilizada como en una guerra contra este virus”.

Para el máximo representante de la OMS la situación es estable en China. "La epidemia alcanzó un punto máximo, se estabilizó entre el 23 de enero y el 2 de febrero y ha declinado de manera contínua desde entonces". Lo que genera esperanza de que el virus pueda ser contenido.

Asimismo, la enfermedad está presente en Corea del Sur (2.337 casos, 13 muertes), Japón (915 casos, 9 muertes), Irán (388 casos, 34 muertos), Singapur (93 casos), Kuwait (45 casos), Tailandia (41 casos), Baréin (33 casos), Taiwán (32 casos, 1 muerte), Malasia (23 casos), Emiratos Árabes Unidos (19 casos), Vietnam (16 casos), Irak (6 casos), Omán (4 casos), India (3 casos), Israel (3 casos), entre otros.

Mientras, en España, los protocolos para hacerle frente a esta enfermedad ya han sido activados tras los 25 casos confirmados de contagio. Estos protocolos implementados recomiendan no viajar a las zonas con mayor presencia del virus. El ministro de Sanidad, Salvador Illa aseguró que “han de ser consideradas posibles casos” a todas aquellas personas que presenten síntomas de una enfermedad respiratoria grave y en los 14 días anteriores hayan estado en alguna de estas zonas de riesgo.

El virus puede propagarse de manera similar a los resfriados comunes, basta que una persona infectada tosa o exhale para contagiar a las personas más cercanas. Las pequeñas gotas de saliva que propaga una persona infectada en objetos o superficies también pueden producir contagio, por ello la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantenerse a más de un metro de distancia de una persona que se encuentre enferma.

Combatiendo al virus

La OPS ha elaborado material diverso de difusión referido a acciones que se deben realizar para evitar el contagio, donde resalta que la información de primera mano se encuentra en su portal web https://www.who. int/es. Así mismo, recomienda el lavado de manos frecuente con agua y jabón, cubrirse la boca con el antebrazo en caso de tos o estornudo y utilizar pañuelos desechables.

Entre las recomendaciones de lo que debemos evitar destaca alejarse de las personas con síntomas de gripe, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar y si se ha viajado a zonas donde circula el virus lo mejor es buscar atención médica oportuna.

La información actualizada sobre el avance de la enfermedad y como combatirla también circula por redes sociales, la OMS se encuentra en Twitter con la cuenta oficial @WHO y la OPS con @opsoms. En ambas cuentas la información es dinámica y busca que las personas activas en redes estén bien informadas.

Por su parte, la OMS difundió el documento “Comunicación de riesgos en emergencias de salud pública”, que contiene las directrices sobre políticas y prácticas para la comunicación de riesgos en emergencias (CRE). En ella se especifica que la comunicación de riesgos “consiste en el intercambio, en tiempo real, de información, consejos y opiniones entre los expertos, los líderes comunitarios, los funcionarios públicos y las personas en situación de riesgo” y bajo este criterio se implementan las estrategias de comunicación en los países.

Siendo la comunicación esencial para difundir la información real sobre el virus, el Dr. José Carlos Losada, profesor titular de Comunicación Corporativa UMU, publicó en Twitter @jclosadadiaz un protocolo para la comunicación de crisis en alertas sanitarias y en ella destaca los aspectos generales que requiere toda comunicación oficial: poseer un portavoz único, decir la verdad, aclarar los rumores, monitorizar lo publicado, entre otros puntos de interés que difundimos a continuación en un cuadro completo. Además, Losada destaca las características que deben tener los mensajes que se transmitan: el respeto a las emociones y sensibilidad de la audiencia, así como ser conscientes de los errores que distancian y afectan la credibilidad.

El COVID-19 no tiene de momento ninguna vacuna ni medicamento antiviral específico, la prevención marca el camino para el blindaje de la población y la comunicación, al ser parte de la estrategia para combatir la enfermedad, se evidencia como la aliada indiscutible para preservar la vida y la salud.

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