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No bajar la guardia
El virus sigue siendo “extremadamente peligroso” y estará activo por largo tiempo
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Escribe: Jhoselyn Pfuño @jhospfuno
“Tengámoslo claro: nos queda un largo camino por delante. Este virus estará con nosotros durante mucho tiempo. Es incuestionable que las órdenes de confinamiento y otras medidas de distanciamiento físico han frenado con éxito la transmisión en muchos países. Pero este virus sigue siendo extremadamente peligroso”, este es el mensaje de Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la rueda de prensa del 22 de abril sobre las consecuencias que continúa presentando el coronavirus.
Estos mensajes vienen acompañados de declaraciones de su equipo técnico quienes alertan sobre las implicancias que conlleva el levantamiento de la cuarentena en algunos países europeos y asiáticos. “No se pueden reemplazar las cuarentenas con nada, se deben reemplazar con comunidades empoderas, educadas y muy comprometidas porque habrá que cambiar nuestros hábitos en el futuro próximo”, explicó el director ejecutivo de la OMS para emergencias sanitarias, Mike Ryan.
Frente a esta situación, la OMS asegura que los países deben seguir el Reglamento Sanitario Internacional que fue elaborado el 2005 ya que tiene la finalidad de “prevenir la propagación internacional de enfermedades, proteger contra esa propagación, controlarla y darle una respuesta de salud pública proporcionada a los riesgos para la salud pública”.
Asimismo, la organización se ha pronunciado ante la propuesta hecha por el Reino Unido sobre la creación del llamado “pasaporte de inmunidad”, documento que serviría como certificado médico para indicar que el paciente recuperado no podría ni contagiarse ni transmitirle el virus a otros ciudadanos.
“La gente que asume que es inmune a una segunda infección porque ha recibido un resultado positivo (del test de serología) puede ignorar las medidas sanitarias, así que el uso de esos certificados podría aumentar el riesgo de transmisión”, advierte la OMS al respecto.
En redes sociales, Tedros Adhanom @DrTedros comparte recomendaciones para continuar previniendo los riesgos del virus. “Para poner fin a la pandemia #COVID19, el mundo necesita: Unidad y solidaridad a nivel nacional y mundial. Asegurar el acceso equitativo a soluciones e innovaciones. Fortalecer los sistemas de preparación y salud en los países”. Estos mensajes son retuiteados por la Organización Mundial de la Salud en su cuenta oficial @Who.
Por otro lado, en la página web de la organización se pueden encontrar infografías que sintetizan los mensajes más relevantes sobre el virus y cómo hacerle frente. La misma información se encuentra en tres idiomas, inglés, español y portugués. También incluye el lenguaje de señas para personas con habilidades diferentes.
Las infografías pueden compartirse en redes sociales, su diseño está hecho para su publicación inmediata con una alta resolución.
Gracias a la accesibilidad de esta información, la OMS aseguró el alineamiento de los mensajes en todos los países de la región, que posteriormente fue adaptaba a cada realidad teniendo en cuenta los contenidos publicados por la organización internacional como base para el cuidado personal.
“La información oportuna y basada en evidencia es la mejor vacuna contra los rumores y la desinformación”, señala el Dr. Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud. Bajo este criterio se puede acceder al portal de la OMS desde la plataforma de los buscadores más utilizados como Google Chrome o Mozilla y también a través del portal web de videos Youtube e ir a la fuente directa para que los ciudadanos tomen decisiones bien informados.
Salir de la cuarentena
Los países con casos positivos de COVID-19 decidieron aplicar una cuarentena para sus ciudadanos con el fin de evitar la expansión del virus. Transcurridos casi 30 días de confinamiento en varias naciones, los gobiernos que los lideran desean levantar esta medida, no sin antes, establecer una estrategia que evite un posible rebrote del virus.
Entre los Estados que ya han abierto las posibilidades de que sus ciudadanos circulen por las calles se encuentra en primer lugar la ciudad china de Wuhan que fuera epicentro del virus. El pasado 8 de abril, la ciudad volvió a tener a miles de personas en las calles, no obstante, las autoridades aún continúan con algunas medidas como por ejemplo el análisis del virus es obligatorio para volver a trabajar o salir de la ciudad, controles de temperatura en las empresas, donde también se colocaron carteles que recuerdan mantener la distancia entre personas, aseguró la cadena informativa Reuters.
En los países europeos aún no se levanta la cuarentena del todo pero ven a las ciudades de China como ejemplo. Este es el caso de Dinamarca y Noruega cuyos Estados han previsto la apertura paulatina de diversas actividades productivas. La primera ministra Mette Frederiksen de Dinamarca ha considerado que los restaurantes, los shoppings, los bares y clubes continuarán cerrados. “La vida cotidiana no va a volver como antes por el momento. Viviremos con muchas restricciones durante muchos meses más”, precisó Frederiksen.
En Italia se han levantado parcialmente las restricciones de algunas actividades productivas consideradas esenciales. El primer ministro, Giuseppe Conte, explicó que estas medidas son “sin plena libertad de movimientos para poder conservar las garantías de la contención de los contagios” en el país.
Siendo considerado uno de los países más golpeados por la pandemia del COVID-19 que supera los 199 mil casos, el primer ministro explicó el diseño de su llamada fase 2 contra el virus y la ha denominado “convivencia con el virus” en ella explicó que el desconfinamiento se llevará a cabo en tres fechas: el 4 de mayo, el 18 de mayo y el 1 de junio con las mismas medidas de protección de bioseguridad establecidas por la OMS.
En España, se ha flexibilizado la medida de cuarentena para los trabajadores de los sectores de construcción e industria productiva. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, señaló que esta activación no significa que ya acabó la epidemia y aseguró que "El confinamiento general será la regla durante las próximas dos semanas y solo estarán autorizadas las salidas a los trabajos permitidos a las compras permitidas”.
Esta medida ha ido acompañada del permiso para que los niños puedan salir una hora de sus casas, así lo estableció el Ministerio de Sanidad tras más de seis semanas de cuarentena.
Esta autorización propuso ciertas reglas, como que los más pequeños tienen que estar acompañados por un adulto, no pueden jugar con los vecinos, ni alejarse más de un kilómetro del domicilio. El gobierno español evalúa los riesgos día a día para tomar nuevas directrices sobre este confinamiento que se prolonga hasta el 9 de mayo.
Nueva Zelanda liderado por Jacinda Ardern anunció el 27 de abril que el virus ha sido "actualmente eliminado" tras presentar durante siete días casos de contagio de un solo dígito. El país se prepara para pasar de un bloqueo nivel cuatro al nivel tres, lo que significa que las empresas podrán reabrir, incluidos los restaurantes con comida para llevar, pero no aquellos que involucren contacto cara a cara entre las personas.
Sin embargo, las reuniones masivas aún están prohibidas como la apertura de los centros comerciales, además, las escuelas aún no recibirán a toda la población estudiantil y la frontera continuará cerrada. Este es uno de los primeros países del continente oceánico en encaminarse salir favorablemente de la pandemia.
Advertencia y medidas
Ante el posible rebrote del virus, el director de la OMS, Tedros Adhanom, en una rueda de prensa en Ginebra aseguró que finalizar con las medidas de cuarentena antes de lo necesario podría crear un reflujo del virus que “puede ser tan peligroso como su propagación si no se gestiona de forma adecuada”.
Asimismo, aseguró que los países que deseen levantar la cuarentena adecuadamente tienen que tener en cuenta los siguientes indicadores:
1. Controlar la transmisión del virus.
2. Garantizar la disponibilidad de salud pública y cuidados.
3. Minimizar el riesgo en entornos expuestos, como establecimientos sanitarios permanentes.
4. Poner en marcha medidas de prevención en el trabajo, en las escuelas y otros lugares de alta concurrencia.
5. Controlar el riesgo de casos importados.
6. Responsabilizar a la población.
El máximo representante de la OMS señaló que las medidas de salud pública difundidas desde el primer brote de la pandemia continúan siendo “detectar todos los casos; aislar todos los casos; hacer pruebas a todos los casos; tratar todos los casos; rastrear y poner en cuarentena a todos los contactos; e informar, implicar y empoderar a la población. La lucha no puede ser eficaz sin empoderar a las personas y sin la plena participación de la población”.
Estas medidas, asegura la OMS son el eje central de respuesta para mitigar la pandemia y para que en las próximas semanas sean más los países que puedan levantar las medidas de restricción de tránsito con la convicción de que “el mundo no volverá, ni puede volver, a la situación anterior. Debe haber una ´nueva normalidad´: un mundo más saludable, más seguro y mejor preparado”.
Las cifras muestran más de tres millones de personas infectadas, lo que indica que el virus está lejos de desaparecer. En ese sentido la información y la aplicación de las recomendaciones de la OMS son vitales. La aparición del nuevo coronavirus también ha puesto en evidencia las deficiencias de los sistemas de salud tanto en países con economías de primer mundo como en los latinoamericanos, donde se carece de materiales de protección adecuados, pruebas para detectar el COVID-19 y los métodos de distanciamiento social no son respetados.
La experiencia con el virus ha enlutado a miles de familias en el mundo. Sin embargo, algunos países anuncian el reinicio de ciertas actividades que les permita reactivar su economía. En ese nuevo “empezar”, de dar los primeros pasos de socialización, resulta necesario mentalizarse a no bajar la guardia y seguir disciplinadamente los protocolos de salubridad que se definan en cada una de las actividades con el propósito de evitar un rebrote que demande el retroceso hacia una nueva cuarentena.