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EDITORIAL
LA CONTINUIDAD DEL NEGOCIO VA DE LA MANO DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
EFECTO DIRECTO EN LA REPUTACIÓN
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Lillian Zapata, Directora
Una nueva ciudadanía consciente y comprometida con sus ideales aspira a relacionarse con organizaciones que prioricen el desarrollo sostenible. Es decir, respondan al cuidado del medio ambiente acompañados del progreso social y económico. La Agenda 2030, aprobada por las Naciones Unidas en setiembre de 2015, plasma los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que retan a alinear la gestión con aspectos de relevante interés público.
Las empresas enfrentan el desafío de replantear su rol en la sociedad, entender desde la dirección que la continuidad y prosperidad de los negocios es posible de la mano del desarrollo sostenible; de este modo amplían su visión de forma integral al añadir en los planes estratégicos las expectativas sociales y exigencias de los grupos de interés para hacer mejor las cosas y perdurar en el tiempo.
Hablar de sostenibilidad es referirse a la estrategia del negocio y por ende al cuidado de la reputación, dos caras de una misma moneda que apuestan por ser bien percibidos e ir en el carril del progreso. De ahí la relevancia de gestionar a la organización como un todo para ser valorados positivamente por los stakeholders. Ningún eslabón debe quedar suelto que pudiera hacer sucumbir los esfuerzos que requiere poner en marcha un proyecto empresarial. Según el modelo Reptrak, que mide la reputación de empresas, el 40% de la reputación de una compañía depende de sus prácticas responsables.
En esa vorágine de ir hacia la excelencia, la gestión de la reputación marca la ruta a seguir. Son siete pilares de mayor aprobación global como precisa Rosario Sheen, especialista en sostenibilidad, que deben ser cuidados en conjunto para lograr una empresa reputada: los Productos y/o servicios -que hacemos y ofrecemos-; el Liderazgo ético -cuyo actuar transparente habrá que evidenciar en cada punto de contacto al vivir el propósito de la empresa, columna vertebral de la cultura corporativa-; en paralelo están las Finanzas, el Gobierno Corporativo, la Responsabilidad Social -asumida como conductas responsables-; la Gestión de personas -con quienes hacemos la empresa: los empleados-; y finalmente la Comunicación Estratégica -al ser el eje transversal que contribuye a proteger y fortalecer la reputación de la organización-.
Sócrates decía: “Alcanzarás buena reputación esforzándote en ser lo que quieres parecer”. La frase no solo aplica para el prestigio personal sino que es viable al mundo corporativo, a las organizaciones convencidas del buen hacer que desean estar lejos del riesgo reputacional, uno de los principales peligros que enfrentan las marcas según The Global Risk Management Survey 2019.
No queda espacio para la improvisación o la postergación de planes que dejen de lado las expectativas y exigencias de los grupos de interés. Toca dar el salto cualitativo de la incertidumbre que ha agudizado la pandemia a replantear el rol en la sociedad. Un reciente estudio realizado en Perú por Ernst & Young precisa que 8 de cada 10 accionistas o dueños de empresas replantearían su rol social al entender que la ciudadanía demanda un nuevo actuar.
El desarrollo sostenible en algunas compañías de diversos sectores ya se ha vuelto una prioridad al entender que resulta fundamental aplicar el valor compartido que hace viable el progreso para todos, garantiza la continuidad de las operaciones y fortalece la reputación corporativa.
En esa línea de pensamiento, Roque Benavides, Presidente ejecutivo de minera Buenaventura, ha precisado que no ve factible “desarrollar ninguna actividad económica en el mundo hoy por hoy que no sea con sostenibilidad”, y aborda la propuesta de la creación del valor compartido de Michael Porter, planteada como Responsabilidad Social Compartida, un enfoque que demanda responsabilidad de todos los actores sociales al tener un objetivo común de desarrollo. El tema es portada de la reciente publicación de la revista Imagen y Comunicación, revisarlo invita a ser un activo agente de cambio para sumar, inspirar y lograr un mundo mejor.