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DE LA ESCASEZ A LA ABUNDANCIA

La dinámica laboral en el Reino Unido

La escasez de combustible a finales de setiembre en Inglaterra, parece haber sido el detonante para cuestionar lo que falta y lo que sobra en el Reino Unido y por qué no decirlo, ¿tal vez a lo largo de la misma Europa? Prácticamente de la noche a la mañana largas colas comenzaron a formarse en las gasolineras de las principales ciudades inglesas, en lo que la prensa reportaba como “panic buying”, situación que a la fecha se ha normalizado y motivó analizar si en la crisis el Brexit tenía responsabilidad.

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Por: Annabella Matute – Castro. Abogada en M C Services Links, especialista en derecho comercial, construccion y negocios entre el Reino Unido y Latino America. @services_links

La razón según reportaban los medios de comunicación era la infundada noticia que se había filtrado en un principal canal de televisión (ITV) de que no había suficiente mano de obra (conductores de camión) para transportar la gasolina desde los puertos hacia los puntos de distribución. Sin embargo, con el correr de las semanas la crisis empezó a agudizarse particularmente en el sur este de Inglaterra (la parte más poblada del reino) y su capital Londres. Ante la creciente crisis, la reacción de los líderes políticos de la Unión Europea no se hizo esperar, culpando al Brexit por la escasez del preciado combustible.

Gran Bretaña (1) decían ellos, no tiene camioneros para que transporten su combustible, porque al salirse de la Unión Europea, causó el éxodo de miles de camioneros procedentes de países como Polonia, Rumania, España y otros estados miembros de la UE. A estas voces se sumaban también en el plano nacional los llamados "remainers"(2) . Casi en paralelo, algunos sectores políticos nacionales y de la prensa, pronosticaban una Navidad sin pavo y la inminente escasez y consecuente encarecimiento de los productos básicos como leche, pan, fideos y juguetes.

Si bien al momento de redactar esta nota la provisión del combustible se ha regularizado en la mayor parte del Reino Unido, cabe analizar la real situación que conllevó a esta crisis en una de las más prósperas y sólidas naciones del globo(3) . ¿Es el Brexit realmente el responsable de esta crisis y la escasez en la cadena productiva que parecería amenazar las costas británicas?

Las consecuencias del Brexit

Mucho se ha especulado sobre las funestas consecuencias que tendría salirse del bloque de la UE para la vida política, económica y social del Reino Unido. ¿Significa esto entonces que el Brexit es el responsable directo de la crisis de combustible y potencial escasez de insumos? Sin lugar a dudas, una importante fuerza laboral semi-calificada que venía dedicándose a cubrir los puestos menos rentables y a menudo muy exigentes, dejará de fluir hacia esas costas.

Desde la inclusión de los diez estados de Europa del este, pertenecientes a la ex cortina de hierro, en las últimas décadas, oficios como la gasfitería, ebanistería y principalmente la construcción, han venido sirviéndose de la mano de obra barata y semi o no calificada de inmigrantes polacos, húngaros, checos, búlgaros y rumanos, entre otros. Ello, entre otras causas porque estos ciudadanos migraban al Reino Unido en busca de oportunidades laborales con una moneda más alta que les permitía enviar remesas a su país para una futura mejor calidad de vida a su retorno.

De igual modo, los llamados "fruit pickers" (4) se convirtieron en la piedra angular de la cadena agrícola, ya que regularmente migraban miles de ellos contratados para trabajar en los campos en el recojo de los cultivos de estación. Posteriormente, y ante el colapso de las economías del mediterráneo, se hizo común la migración de ciudadanos de España, Italia y Portugal para trabajar en los sectores de mantenimiento (limpiadores), catering (meseros y cocineros), cuidadores (en asilos y otros hospicios), como también en el retailer (vendedores en tiendas si hablaban inglés).

Si bien al momento de redactar esta nota, la provisión del combustible se ha regularizado en la mayor parte del Reino Unido, cabe analizar la real situación que conllevó a esta crisis en una de las más prósperas y sólidas naciones del globo .¿Es el Brexit realmente el responsable de esta crisis y la escasez en la cadena productiva que parecería amenazar las costas británicas?

Cabe resaltar que la mayor parte de los migrantes europeos migraban al Reino Unido a cubrir posiciones que no exigieran altas calificaciones o fluidez en inglés. Durante los primeros seis meses posteriores al referéndum en donde el Reino Unido votó para salirse de la UE, miles de ciudadanos polacos (la comunidad más grande de europeos en el Reino Unido) retornaron a su país de origen, mientras otros grupos europeos hicieron lo propio en menor escala.

El gobierno británico por su parte se enfrascó en una serie de tensas y a menudo infructuosas negociaciones con la UE (como ya lo hemos comentado en un artículo anterior), a fin de definir el futuro de los ciudadanos europeos residiendo hasta la fecha en el Reino Unido, como también de los británicos residiendo en Europa.

En el plano nacional, se inició el registro de ciudadanos de la Unión Europea residiendo en el Reino Unido con el propósito de establecer la línea de corte a partir de la cual los nuevos migrantes necesitarían visa para poder trabajar y residir allí. Es así que el masivo éxodo (5) de ciudadanos europeos haciendo trabajos obreros y agrícolas, así como las posteriores limitaciones (6) establecidas por el gobierno británico para la migración de ciudadanos de la Unión Europea, indudablemente vienen causando un impacto negativo en los sectores en donde estos ciudadanos trabajaban.

Desde la inclusión de los diez estados de Europa del este, pertenecientes a la ex cortina de hierro, en las últimas décadas, oficios como la gasfitería, ebanistería y principalmente la construcción, han venido sirviéndose de la mano de obra barata y semi o no calificada de inmigrantes polacos, húngaros, checos, búlgaros y rumanos, entre otros.

Sin lugar a dudas, el gobierno conservador (7) no estaba preparado para enfrentar una salida de la Unión Europea con la consecuente ola de negociaciones a nivel internacional, cambio de legislación (8) y la redefinición del sistema de migración en un tiempo récord, que culminara con la salida oficial del reino en diciembre del año pasado en medio de una terrible pandemia mundial.

De igual manera, las industrias que por varias décadas habían venido dependiendo cada vez más de la mano de obra europea, tampoco tenían un serio y probado plan de contingencia para lidiar con la eventual escasez de este recurso humano. Sin embargo, la escasez de camioneros a la que se atribuía la crisis del combustible, es también un problema en toda la Unión Europea. En efecto, Alemania y Francia también vienen padeciendo de una poca oferta y logran superar el impase con el apoyo de la mano de obra de los ciudadanos de los otros estados miembros.

El mercado laboral y la sociedad británica

¿Y si la raíz del problema no radica en el Brexit, entonces a que sería atribuible?

A los pocos meses de declarar la cuarentena en el país, el Primer Ministro británico Boris Johnson anunció una serie de medidas económicas destinadas a proteger el empleo de más de un millón de trabajadores cuyos centros laborales se encontrarían cerrados y sin posibilidad de ejercer (9) . Las medidas buscaban evitar el desempleo masivo y con ello el descalabro económico.

Es así que el masivo éxodo de ciudadanos europeos haciendo trabajos obreros y agrícolas, así como las posteriores limitaciones establecidas por el gobierno británico para la migración de ciudadanos de la Unión Europea, indudablemente vienen causando un impacto negativo en los sectores en donde estos ciudadanos trabajaban.

Con la reapertura del país, el furlough (permiso) terminó en setiembre de este año y, a menos que los empleadores estén en condiciones de pagar la planilla, se prevé un desempleo masivo, el que sumado al cuarto de millón de desempleados prepandemia, representaría una significativa oferta local de mano de obra calificada y no calificada.

De otro lado, según los últimos reportes, las ofertas laborales han aumentado en un 20% en comparación con la demanda prepandemia. Esta demanda abarca casi todos los niveles desde profesionales en salud, electrónica, ingeniería, hasta asistentes y trabajadores agrícolas. Resulta así que la crisis del combustible originada en la escasez de camioneros (10) para transporte y distribución, en el fondo habría puesto sobre el tapete una realidad que se ha venido gestando en forma soterrada desde hace varias décadas.

El mercado tiene puestos que necesitan ser cubiertos, pero estos no llenan las expectativas de lo que la gente quiere hacer o está preparada para hacer, “tenemos más vacantes que candidatos” comenta la vice presidente de la agencia de reclutamiento Adecco.

De igual manera, las industrias que por varias décadas habían venido dependiendo cada vez más de la mano de obra europea, tampoco tenían un serio y probado plan de contingencia para lidiar con la eventual escasez de este recurso humano. Sin embargo, la escasez de camioneros a la que se atribuía la crisis del combustible, es también un problema en toda la Unión Europea.

Con una población de más de 67 millones de habitantes, de los cuales más del 79% (11) pertenecen a la PEA, cabe preguntarse ¿por qué el Reino Unido necesitaría importar talento y mano de obra, en especial para estas industrias neurálgicas para el desarrollo económico del país como el transporte, la construcción y la agricultura? O, dicho de otra manera, ¿por qué el recurso humano local es reacio a trabajar en lo que el país ofrece y necesita?

Sin lugar a dudas, hay más de una explicación para esta pregunta lo que ameritaría un largo y costoso análisis que el gobierno británico debería implementar. Sin embargo, cabe mencionar el bajo salario y las malas condiciones laborales como algunas de las principales causas. En efecto, en algunos de los sectores actualmente se está padeciendo de escasez de mano de obra, como la agricultura, alojamiento y procesamiento de alimentos, el problema de fondo es la baja paga y las malas condiciones laborales en comparación con otros sectores.

Como resultado, la mirada sistemáticamente se ha vuelto hacia las políticas gubernamentales que propiciaran una rápida y conveniente migración europea. Similar situación se viene dando con los conductores de vehículos pesados, pues según reporta el Trucking Magazine, en el Reino Unido hay más de 600,000 personas con brevete para conducir camiones, pero simplemente se dedican a otra cosa.

En ambos casos, si la escasez se debiera a mala paga y condiciones laborales, la solución a mediano y largo plazo seria mejorar ambas. En el corto plazo, una política migratoria favorable que atraiga trabajadores de cualquier rincón del mundo ayudaría a aliviar la crisis, en cuanto hay muchos países en el mundo con un ingreso inferior al británico cuyos ciudadanos estarían dispuestos a migrar al Reino Unido por trabajo. La mayoría de estos países se encuentran fuera de la Unión Europea y hacia ello parecería apuntar el reino con su política de migración post-Brexit.

El mercado tiene puestos que necesitan ser cubiertos, pero estos no llenan las expectativas de lo que la gente quiere hacer o está preparada para hacer, “tenemos más vacantes que candidatos” comenta la vice presidente de la agencia de reclutamiento Adecco.

La sociedad británica pospandemia

Luego de casi un año y medio de trabajo remoto y freelancing, muchos han comenzado a reevaluar su vida laboral y rehúsan volver a la vieja normalidad.

Extraordinariamente miles de personas actualmente han dejado de trabajar (por lo menos formalmente) para volver a las aulas y capacitarse en nuevos y más satisfactorios trabajos, mientras otros se han recolocado en contrataciones más flexibles. La carga tributaria jugaría también un rol importante a la hora de elegir un empleo. Al respecto, muchos conductores de vehículos pesados han declarado que la norma IR35 ha significado para muchos una pérdida de hasta el 25% de sus ingresos.

De otro lado, si bien no existen cifras oficiales, se estima que en promedio más de un millón de trabajadores europeos dejaron el Reino Unido durante la pandemia para estar cerca a sus familias.

En el corto plazo, una política migratoria favorable que atraiga trabajadores de cualquier rincón del mundo ayudaría a aliviar la crisis, en cuanto hay muchos países en el mundo con un ingreso inferior al británico cuyos ciudadanos estarían dispuestos a migrar al Reino Unido por trabajo. La mayoría de estos países se encuentran fuera de la Unión Europea y hacia ello parecería apuntar el reino con su política de migración post-Brexit.

Muchos de ellos ya no han vuelto, tal vez porque la política británica se volvió hostil hacia ellos, o porque encontraron mejores opciones laborales en otras partes. Noruega por ejemplo ofrece un ingreso mayor al Reino Unido, si bien la oferta laboral es mucho menor y el costo de vida mucho mayor en comparación.

Con un índice de desempleo del 4.5%, resulta innegable que hay un gran número de potenciales empleados para cubrir las áreas con carencias en la economía británica. La pelota entonces estaría en la cancha de las industrias, cuyo trabajo sería el capacitar y entrenar a esta fuerza laboral, a la par de propiciar mejores condiciones laborales.

Hasta hace poco, con el seguro y rápido flujo migratorio de la fuerza laboral europea durante las últimas dos décadas, los empleadores británicos particularmente en las industrias que ahora padecen de escasez de personal, tuvieron una tarea relativamente fácil. Ahora les toca “up their game” para poder salir adelante. Gente hay, empleos también, pero lo que parece estar en escasez son las habilidades y calificaciones. Con Brexit o sin él, con pandemia o sin ella, el Reino Unido tiene un gran reto por delante para seducir a su fuerza laboral a enrolarse en los trabajos que están disponibles.

A menos que desde el gobierno se promuevan esquemas para mejorar las calificaciones, así como también mejores condiciones laborales que motiven a la población local, al país le espera un largo invierno de desabastecimiento e inseguridad en la cadena de distribución y comercialización.

Al respecto, “what happens in the UK will not stay in the UK” (lo que pasa en el Reino Unido no se quedará en el Reino Unido), pues igual futuro le augura al resto de las economías europeas si no se alertan a tiempo.

Extraordinariamente miles de personas actualmente han dejado de trabajar (por lo menos formalmente) para volver a las aulas y capacitarse en nuevos y más satisfactorios trabajos, mientras otros se han recolocado en contrataciones más flexibles. La carga tributaria jugaría también un rol importante a la hora de elegir un empleo.

1. La crisis se agudizó principalmente aquí y no en Irlanda del Norte.

2. Electores que en el referéndum del 2016, votaron en contra del Brexit, y a favor de que el Reino Unido permanezca en la UE.

3. La quinta economía mundial según el Fondo Monetario Internacional. Perspectivas de la Economía Mundial 2021.

4. Trabajadores temporales según los cultivos de estación, que se dedican a recoger la fruta

5. Si bien no existen cifras oficiales, el Instituto de Estudios Laborales y economistas en Goldman Sachs estiman que cerca de 200,000 ciudadanos de la Unión Europea habrían dejado el Reino Unido.

6. Brexit acabó con la libertad de movimiento de trabajadores europeos hacia el Reino Unido y en su lugar creó un sistema de visado por puntaje según habilidades.

7. Entonces liderado por David Cameron y luego por Theresa May.

8. El Reino Unido ha sido estado miembro de la UE desde 1972 y todas sus leyes y organismos gubernamentales se encontraban entretejidos con la normatividad y gobernablidad de la UE.

9. Furlough: un esquema diseñado para prevenir los despidos en donde el gobierno subsidiaba hasta el 80% del sueldo de los empleados cuyos trabajos serían afectados por la pandemia.

10. Según Kate Shoesmith, Vice Presidenta de la Recruitment and Employment Confederation, en el Reino Unido, hay una deficiencia de 30,000 conductores de camión aproximadamente

11. Office of National Statistics. UK.

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