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SUMMIT 22: PASAR DE LA AMBICIÓN A LA ACCIÓN SOSTENIBLE

El impacto de la economía circular

Luego del gran golpe económico que significó la pandemia en las organizaciones, el contexto mundial exigió un cambio, la búsqueda de mayor innovación en los procesos de producción para la creación de bienes y servicios. Ante esa realidad, diversas empresas se encuentran en la implementación de los cambios y una manera de visibilizarlo fue a través del “Summit 22: Design turns ambition into action”, evento organizado por la Fundación Ellen MacArthur, espacio donde se mostró cómo el concepto de economía circular y de sostenibilidad impacta y transforma a las múltiples entidades que quieren alcanzar el equilibrio entre lo social, ambiental y económico para el bienestar del planeta.

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Por: Jhoselyn Pfuño @jhospfuno

La economía circular es una noción que ha cobrado reciente importancia porque contrasta con el antiguo modelo de crear, utilizar y tirar. La conceptualización del modelo más usada y aceptada viene de la Fundación Ellen MacArthur, organización británica, que desde el 2009 señala: “Una economía circular es un sistema industrial que es restaurativo o regenerativo por intención y desde la fase de diseño. Reemplaza el concepto de ´final de vida útil´ con la restauración; se aparta del uso de productos químicos, (lo que dificulta su reutilización) y tiene como objetivo la eliminación de desechos mediante el diseño superior de los materiales, productos y sistemas”.

Es decir, es un modelo de producción y consumo que implica compartir, reutilizar, reparar, renovar o reciclar materiales y con ello crear un valor añadido que extiende el ciclo de vida de los productos. El concepto de economía circular se ha ido desarrollando a la par que la “Cuarta Revolución Industrial”, idea promovida por Klaus Schwab, el fundador del Foro Económico Mundial que el 2016 publicó un libro con el mismo nombre.

Ambos conceptos convergen en la actualidad gracias a que presentan “Un mundo en el que los sistemas de fabricación virtuales y físicos cooperan entre sí de una manera flexible a nivel global. Sin embargo, no consiste solo en sistemas inteligentes y conectados”, señala Klaus sobre su enfoque, añadiendo que su alcance es más amplio, pasando por la secuencia genética, la nanotecnología, energías renovables hasta la computación cuántica: “Es la fusión de estas tecnologías y su interacción a través de los dominios físicos, digitales y biológicos lo que hace que la Cuarta Revolución Industrial sea diferente a las anteriores”.

En el 2022, organizaciones visionarias convencidas que el avance de la tecnología puede promover la sostenibilidad, se dieron cita en el Summit 22: Design turns ambition into action, evento organizado por la Fundación Ellen MacArthur desarrollado el pasado 05 de julio. El encuentro convocó a las empresas que aplican el concepto de economía circular para contar las estrategias que impulsan y las soluciones sostenibles que han logrado con este enfoque para mejorar la vida de la personas en las ciudades.

La conceptualización del modelo más usada y aceptada viene de la Fundación Ellen MacArthur, organización británica, que desde el 2009 señala: “Una economía circular es un sistema industrial que es restaurativo o regenerativo por intención y desde la fase de diseño. Reemplaza el concepto de ´final de vida útil´ con la restauración; se aparta del uso de productos químicos, (lo que dificulta su reutilización) y tiene como objetivo la eliminación de desechos mediante el diseño superior de los materiales, productos y sistemas”.

Tecnología en los procesos de sostenibilidad de las organizaciones

En la actualidad existen organizaciones que aplican el concepto de economía circular en la estrategia del negocio y forma parte de su core business. Una de ellas es la empresa Solvay que es líder en especialidades químicas y creación de materiales avanzados para facilitar los procesos en todos los sectores de la industria con innovación y sostenibilidad.

Ilham Kadri, CEO de Solvay, abrió la conferencia en el Summit 22 y señaló que a través de la química se puede pensar en la regeneración de los materiales: “Tenemos que replantear la forma en que usamos los polímeros. No sólo por diseño en el laboratorio, sino pensar desde el inicio hasta el final de su vida”. Es así que se puede alargar el tiempo útil formando parte de otros procesos tal como lo detalla Kadri que puso como ejemplo a las baterías, producto que en su interior contiene minerales y no es reciclada usualmente. Una de las soluciones que propone Solvay es extraer los minerales de estas y reinyectarla en otro producto formando parte de una nueva cadena de valor.

En el 2022, organizaciones visionarias convencidas que el avance de la tecnología puede promover la sostenibilidad, se dieron cita en el Summit 22: Design turns ambition into action, evento organizado por la Fundación Ellen MacArthur desarrollado el pasado 05 de julio.

Asimismo, la empresa química ha puesto en marcha el proyecto “Solvay One Planet” donde se compromete a reducir las emisiones indirectas de GEI de sus proveedores y clientes, al final de la vida útil del producto. Para Ilham se trata de “regenerar la naturaleza del planeta” alineándose a los Acuerdos de París con una inversión de $2 mil millones de euros al 2050 “Consideramos que la compañía se va a involucrar en la circularidad y en la descarbonización de la industria porque de lo contrario no podríamos ser relevantes”.

En esa línea de actuación, se encuentra la empresa Materiom, una plataforma de tecnología que utiliza datos abiertos e IA para ofrecer un conjunto de herramientas de software que analizan, optimizan y comercializan materiales regenerativos. Durante su participación en el Summit, Liz Corbin, Co-CEO and Sustainability & Design, explicó de manera más detallada su proyecto que consiste en colocar en una sola plataforma de búsqueda las múltiples fórmulas de materiales únicos y biomateriales, esta data es abierta y accesible para cualquier investigador o creador de productos.

La desarrolladora Corbin considera crucial esta tarea ya que existe mucha información sobre el uso de materiales contaminantes como el petróleo pero poco conocimiento sobre productos más sostenibles. “Estamos tratando de poner esos 100 años (de pruebas y errores) en 10 para que los desarrolladores de materiales y las marcas que estamos viendo realmente tratando de comprometerse con materiales más regenerativos tengan los datos, las herramientas y la comunidad que necesitan a su alcance para llegar rápidamente al mercado”, aseguró Liz.

En la actualidad existen organizaciones que aplican el concepto de economía circular en la estrategia del negocio y forma parte de su core business. Una de ellas es la empresa Solvay que es líder en especialidades químicas y creación de materiales avanzados para facilitar los procesos en todos los sectores de la industria con innovación y sostenibilidad.

Esta visión impulsa la circularidad de los productos de la propia naturaleza, así también pretende evaluar las características y costumbres de cada ciudad para desarrollar estrategias regenerativas a través de la relocalización de la producción y la reconfiguración de los flujos de materiales a diferentes escalas.

Por otro lado, la empresa Natura, fabricante y comercializadora brasileña de productos de belleza y cuidado personal, desarrolló una línea de producto denominada Natura Ekos y Amazonía Natura con el fin de adoptar el uso sostenible de la biodiversidad amazónica aplicando tecnologías y procesos innovadores de fabricación con lo que crean fórmulas sustentables, naturales, veganas y seguras, realizadas a partir de óleos y mantecas obtenidos de ingredientes vegetales y renovables de la biodiversidad amazónica.

Fernanda Facchini, head of Sustainability Natura & Co Latam, destacó que gracias a este enfoque de actuación y a la alianza con la comunidad se ha impactado positivamente en la vida de 8,200 familias y preservado 2,000 hectáreas de diversidad de la región amazónica.

Asimismo, señaló que la empresa busca innovar en la generación de nuevos productos de maquillaje. “Necesitábamos evolucionar nuestra relación con la región, por lo que decidimos explorar otros ingredientes y tecnologías que podemos implementar en nuestras fórmulas, productos, etc., para generar valor a nuestros clientes y las familias locales”. Estrategias preventivas que buscan gestionar posibles riesgos que puedan afectar tanto a los ciudadanos como al ecosistema.

En esa línea de actuación, se encuentra la empresa Materiom, una plataforma de tecnología que utiliza datos abiertos e IA para ofrecer un conjunto de herramientas de software que analizan, optimizan y comercializan materiales regenerativos.

Kadri, aprovechó el espacio de difusión que ofreció el Summit para hacer un llamado a la cooperación internacional en busca de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible: “Necesitamos un ecosistema y necesitamos que los inversionistas y todas las partes involucradas nos apoyen y trabajen por los mismos objetivos. De esta forma podremos ser competitivos”.

Otras iniciativas que se presentaron en el Summit 22 atacan el problema de la contaminación manufacturera como Ginkgo Bioworks, empresa de biotecnología estadounidense fundada en 2009 por científicos del MIT y dirigida por Jason Kelly, que se especializa en utilizar la ingeniería genética para producir bacterias con aplicaciones industriales, es decir es una plataforma de biotecnología que se encarga de mejorar los productos generados en las diferentes industrias volviéndolas más sostenibles y con la perspectiva de la economía circular.

Los diferentes enfoques y estrategias de estas empresas son ejemplos de cómo se abordan las soluciones para disminuir la contaminación que originan las industrias que continúan en el modelo lineal de producción. Esta mirada ya no pertenece al futuro sino que forma parte del presente que vienen impulsando organizaciones mundiales como el World Economic Forum y la Fundación Ellen MacArthur, que nos demuestran que las empresas pueden incluir propuestas sostenibles, crear valor para sus grupos de interés y estar alineados a su modelo de negocio.

Estos cambios han supuesto que las ciudades se repiensen tanto estructuralmente como conceptualmente con el apoyo de algunas empresas como Solvay, que viene aplicando estrategias en las ciudades más importantes del mundo como en Alemania, donde transforma la buena basura en biomasa; o en Francia que utiliza la basura para producir energía.

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