6 minute read
DAVID CONTRA GOLIAT
Ucrania vs Rusia
Advertisement
Por: Federico Prieto Celi Miembro de la Academia Peruana de Ciencias Morales y Políticas
Desde el punto de vista ruso, se trata de “una operación militar especial”, que debe terminar con la recuperación formal de Crimea, en manos rusas desde 2014, cuando el ejército de Rusia “recuperó” esa zona por la fuerza. Crimea ha sido rusa hasta que, a mediados del siglo XX, Nikita Kruschov la anexó a Ucrania, entonces un país satélite de Moscú.
Las provincias ucranianas orientales de Lugansk y Donetsk -que en conjunto conforman la región del Donbass- y sureñas de Zaporiyia y Jerson dijeron que el "sí" a favor de su anexión a Rusia, con entre el 87% y el 99% de los votos. La consulta se realizó entre el 23 y el 27 de setiembre de 2022, a iniciativa de Moscú, cuando esos territorios estaban ocupados por el ejército ruso. En esos lugres se habla ruso y el 20% de sus habitantes son rusos.
Un tratado de paz entre Rusia y Ucrania, en la que se reconozca la anexión definitiva de esos territorios a Rusia, sería un buen final para Vladimir Putín, que pensó que le bastarían tres o cuatro días para lograr su meta, pero pasado el primer año enfrenta una resistencia de Ucrania, que no se había podido imaginar. Putin, que se ve cansado, se encuentra con una disyuntiva difícil: lograr que Ucrania acepte la derrota o seguir la guerra sin ver qué pasará al final del túnel.
Desde el punto de vista de Ucrania, el primer modo de acabar la guerra es aceptar la anexión de los mencionados territorios a Rusia. Lograría la paz, pero su territorio quedaría sustancialmente reducido, y políticamente mutilado. Sería reconocer una victoria rusa y una derrota ucraniana. Pero Volodímir Zelenski no piensa en la derrota. Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional de Kiev, ha sido actor, productor y director de cine y televisión, en los géneros de parodia, comedia y humor; y actualmente es presidente de la República y Comandante en Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Su actitud valiente ha unificado a su pueblo alrededor suyo; y le ha valido ser elegido por muchos medios de comunicación internacional “el hombre del año”. Ha declarado el estado de sitio en todo el territorio del país y ha ordenado el servicio militar obligatorio. La residencia de Ucrania a la invasión rusa ha asombrado al mundo. Occidente le presta dinero, armas y preparación militar moderna. Volodímir Zelenski no se cansa de pedir más, porque es una lucha de David contra Goliat.
Una victoria militar ucraniana, es decir, la expulsión de los rusos del territorio de Ucrania, sería el sueño de Volodímir Zelenski, pero humanamente es casi una utopía, porque Estados Unidos y Europa Occidental, por mucho que quieran defender a Ucrania, no están dispuestos a desarrollar una Tercera Guerra Mundial. Sin embargo, ya Vladimir Putin ha declarado que suspende su compromiso con Estados Unidos, de reducir las armas nucleares, una amenaza apenas velada de usar esas armas contra Ucrania.
"Me veo obligado a anunciar hoy que Rusia suspende su participación en el tratado sobre armas estratégicas ofensivas", afirmó Putin el 21 de febrero de 2023 sobre el acuerdo New START (Tratado de reducción de armas estratégicas, en sus siglas en inglés) acordado por los dos países en 2010. Putin afirmó que Rusia debe estar preparada para probar armas nucleares si Estados Unidos lo hace primero. Washington ha afirmado recientemente que Rusia ha violado el tratado, al negarse a permitir las inspecciones correspondientes a ese tratado.
De otro lado, recordenos que Ucrania había pedido el 27 de diciembre de 2022 al resto de los estados miembros de las Naciones Unidas "privar a la Federación Rusa de su estatus como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y excluirla de la ONU en su conjunto".
La guerra ha costado el primer año 340 mil personas muertas, 40 mil civiles entre ellos. Muchos huyen de la guerra. Entre ocho y nueve millones de ucranianos salieron de su territorio -según distintas fuentes- para asilarse en países vecinos, pero alrededor de cinco millones han regresado. Algunas ciudades ucranianas han sido totalmente destruidas. Los hospitales ucranianos están llenos de heridos de guerra. En Rusia, se van los jóvenes que miran con indiferencia la agresión militar a Ucrania y no quieren morir por darle gusto a Putin, que cada día baja en popularidad en su pueblo.
No queda más que esperar que la Providencia escuche las oraciones del papa Francisco para que llegue la paz a esa zona del mundo; y se conjure una Tercera Guerra Mundial que, ahora más que nunca, aparece en el horizonte como una posibilidad en el mundo, con dirigentes encontrados que no atinan a trocar la guerra por la paz.