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Orfeo ed Euridice

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UÁNTAS VECES A LO LARGO DE LA HISTORIA de la humanidad habrá pasado que la muerte ha truncado un amor, y esas personas que estando enamoradas habrán suplicado que les C devuelvan su amor, y de repente se dan cuenta que eso no va a volver a suceder. Si nuestra pareja hubiera muerto ¿qué seríamos capaces de hacer para traerla de vuelta? ¿Seríamos capaces de bajar al mismísimo infierno para rescatar a la persona que amamos? A través de esta historia, nos daremos cuenta que la raza humana es capaz de lidiar con todo lo que la vida nos depare. Hay un aria en esta ópera, Che farò senza Euridice, que nos ayudará con la respuesta a todas estas preguntas. La ópera de Christoph Gluck, Orfeo y Eurídice, está basada en un antiguo mito griego, donde un hombre llamado Orfeo viaja al ultra-

mundo para traer a su mujer, Eurídice, de vuelta a la vida. Pero hay una condición muy especial, durante el viaje de vuelta a la vida, Orfeo no tiene permitido girarse hacia atrás para mirar a Eurídice, tiene que caminar confiando que ella esté ahí. Eso es duro para un hombre que ama tanto a su mujer y que incluso la ha seguido hasta el mismísimo inframundo. Pero bien, él no puede resistirlo, y en el momento que se gira hacia ella, Eurídice vuelve a morir. Y esta vez, no hay vuelta atrás. Es una historia que se ha usado muchísimas veces en libros, películas u obras de teatro, incluso pinturas e incluso videojuegos, y, por lo tanto, hay muchísimas versiones de la misma. En la versión de Gluck, Orfeo tiene una segunda oportunidad cuando vuelve a perder a su mujer por segunda vez, justo cuando canta esa aria, Che farà senza Euridice. Es una simple y maravillosa expresión de su dolor.

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El dolor es un complicado camino cuando hablamos acerca de la pérdida de alguien. La manera de vivir ese dolor es diferente para cada persona. El aria Che farò senza Euridice va toda acerca de ese dolor y el deseo de traer de vuelta a la persona que amas. En el mito griego de Orfeo y Eurídice, Orfeo ha perdido a su esposa el día de su boda víctima de la picadura de una serpiente, por lo que su boda se convierte en un funeral. La historia empieza a desarrollarse con Orfeo que apenas puede creer que la haya perdido. Orfeo canta su lamento con una voz maravillosa. Él es conocido en todas las versiones del mito de Orfeus como el músico más talentoso de la Tierra. La música es considerada algo tan poderoso que es incluso capaz de romper el corazón de los dioses e implorar clemencia. En su momento de dolor y angustia, los dioses lo oyen, y lo oyen cantar tan bien que se apiadan de él, permitiéndole ir al inframundo a buscar a su difunta amada. Y este permiso se lo dan con una sola condición, no podrá girarse a mirar a Eurídice, condición que, por supuesto, no le está permitida contar. De esta manera, podrá traer de vuelta a la vida a su mujer. Todas las furias amenazantes torturarán y amenazarán a Orfeo haciéndole su camino más tortuoso. Él por supuesto decide aceptar el reto. Por lo que él va al infierno literalmente, enfrentándose a esas furias con su música.

Una vez Orfeo está en el infierno, y ha recorrido todo ese tortuoso camino, Orfeo tan sólo quiere coger a su esposa y llevarla de vuelta

con él. Orfeo la guiará a través de este rocoso camino, pero ella básicamente se dedica a criticarle por no querer mirarla. Le pregunta constantemente si ya no la considera bella puesto que no quiere mirarla, le dice que si ya no le gusta, que si no la ama por no querer mirar sus mejillas rosadas, y esto atormenta a Orfeo mientras está tratando de devolverla a la vida. Seguro que algún psiquiatra podría decir que ella está sufriendo los efectos de un ataque de pánico. Su corazón está acelerándose, apenas puede respirar, siente que se está muriendo y nadie la puede abrazar. Mientras que el corazón de Orfeo se está quebrando por no poder calmar su sufrimiento, su dolor. Hasta que llega un momento que no lo puede soportar más y se da la vuelta para decirle, oh il mio tesoro! Al girarse, Orfeo ha roto su pacto. Y entonces, ella muere. La música, en ese momento, para, y los espectadores ven cómo se desvanece Eurídice. Se produce una enorme pausa con su silencio. Y, de repente, vuelve y Orfeo dice, ¿qué he hecho?, en el sentido de que la ha perdido otra vez, momento que resulta abrumador. Él la ha perdido por segunda vez. Y así es como llega a esta aria, preguntándose cómo ha sido capaz de perderla otra vez, y cómo va a hacer para poder continuar con su vida, ya que sin ella nada queda para él ni en este mundo ni el otro.

Cuando tú oyes por primera vez Che farò senza Euridice, te sorprende de entrada la tonalidad, ya que está escrita en modo mayor, lo que le da una cierta sensación de felicidad. Él está cantando que hará sin Eurídice, donde irá sin su amada, es decir, qué hacer y donde ir sin ella, dos cosas que le preocupan. Y posiblemente sea por eso por lo que esa aria tenga ese sonido tan simple y a la vez tan bello. Además, es un aria que tiene muy pocas palabras en ella, de hecho, es bastante repetitiva en cuanto a su texto, porque es que tampoco hay nada más que decir cuando tú estás hablando acerca de la muerte de alguien a quien quieres, simplemente decir que no puede ser cierto y que harías cualquier cosa para devolverla a la vida. Orfeo básicamente está repitiendo constantemente su súplica. El aria tiene una vocalización muy normal, que sale muy natural, por lo que no hace falta exagerar el vibrato. Y, sólo con un vibrato natural el cantante puede llamar la atención del público hacia lo que él quiere decirnos. Simplemente con mantener el tono limpio, el espectador sabrá que está escuchando algo diferente. De repente, Orfeo hace una pausa y vuelve a decir

Eurídice otra vez. Y entonces empieza un adagio maravilloso. Puedes oír perfectamente cómo la música se vuelve en tono menor y ralentiza el tiempo. Es como si las pulsaciones del corazón de Orfeo se hubiesen caído de repente. Él está asustado, en pánico. Está enfrentándose a la realidad. Nunca más va a volverla a ver y jamás podrá traerla de vuelta. Se puede oír su pavor en la tonalidad menor.

El dolor es una emoción simple y pura, con muchos tipos de registro, puede ser muy profunda, muy suave, muy real… tiene muchas aristas. Especialmente, en las primeras horas de la pérdida de un ser querido, ese sentimiento de dolor se puede manifestar de muchas maneras, pero seguro que vas a querer traer a esa persona de vuelta. La última vez que en el aria Orfeo vuelve al Che farò lo hace con un brutal pianissimo. Como una especie de despedida definitiva. Está muy vulnerable. Gluck está mostrándonos el lado vulnerable del héroe. Es una manera maravillosa de concluir esta aria.

El mito de Orfeo es una tragedia. Pero esta ópera no es trágica. En el último minuto, los dioses bajan y solucionan el problema. Él despierta otra vez, tiene otra oportunidad, y entonces tenemos el festivo final de la ópera. Orfeo va acerca del poder del amor, es más, diría que literalmente acerca del poder de dios en el amor. Aunque también del poder del amor en el dolor. Cuando le sobreviene a Orfeo, puedes sentir que está completamente perdido sin ella, y el poder de su amor es el que puede traerle a ella de vuelta.

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