Letrina #20 julio - agosto 2015

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Editorial ¡Saludos, lector de escusado! De vuelta del Cuarto Encuentro Internacional de Revistas y Suplementos Culturales llevado a cabo en Amealco, Querétaro, que nos aportó cosas de sumo valor y muy diversas índoles. No podemos dejar de agradecer a todo el personal del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes por la coordinación: desde los amigos del staff con su atención afectuosa y siempre amable, hasta los encargados principales del evento como Ana Cecilia Montilla Rugeles, Will Rodríguez, Laura Gabriela Corvera Galván y la gente de las diversas entidades federativas de nuestro México que hicieron esto posible por medio del Fondo Regional para la Cultura y las Artes Centro Occidente, del cual forma parte Michoacán, estado al que agradecemos también la atención y apoyo que nos brindó. Igualmente, agradecemos a los compañeros editores de las revistas que estuvieron con nosotros. Por sus consejos, sus ejemplos, su camaradería, con lo que ya desde el año pasado nos hemos venido enriqueciendo unos a otros y a nuestras publicaciones. Cada uno de nosotros, desde su trinchera de la cultura y las artes, nos esforzamos día a día para difundir contenidos que inviten a interpretar, cuestionar y replantear las formas de percibir, llevar y vivir el mundo, no sólo en México, sino en nuestros contextos latinoamericanos e hispanohablantes. Y como siempre, lector, te agradecemos infinitamente a ti que lees estas palabras y aportas las tuyas, ya que sin tu apoyo nada de esto sería posible. ¡Te deseamos movimiento intestinal regular y nos vemos en revistaletrina. com!ar… pero… mejor… una dieta baja en fibra, para que pases más tiempo leyendo en el retrete nuevos años de nuestras letras para tocador y otros lapsus lingüe. Director general: Alberto Rivera Mena Editora de Secc. Lingüística: María Guadalupe Gutiérrez Arroyo Editora Secc. Comunicaciones y Fotografía: Itzi Paulina Medina Jiménez Editores Secc. Creación Literaria: Alberto Rivera Mena Corrección de Estilo: Todos Diseño: Marco Antonio Martínez Canales

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Índice Páginas Prosa Crónica Ensayo Creación Literaria

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Colaboran en este número: Antonio Robles Luis Daniel Hurtado Castro Itzi Paulina Medina JiménezRaúl Hernández Raúl Hernández Kareen Pamela Ortiz Velarde Carmen Victoria Livas Salinas. “Maya” Raúl Hernández Aldo Rosales Velázquez Adrián Ortega Iturriaga Iván Landazuri Jesús Ramírez Kareen Pamela Ortiz Velarde Victor Manuel Navarro Franco Míkel F. Deltoya Dante Vázquez M Todos los contenidos de Letrina son responsabilidad de sus respectivos autores, y no necesariamente reflejan la opinión de los editores. Reserva de derechos al uso exclusivo de Letrina: 04 - 2014 - 022015214400 - 203

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¿GACETAS DE PAPEL O DIGITALES? + “En la Aldea Global cabemos todos”, Marshall McLuhan + Reto, formar la Red de Gacetas Digitales + San Luis Potosí, sede del próximo Encuentro

Por Antonio Robles La mayoría de las universidades públicas del país cuentan con gacetas, las cuales son publicaciones que fungen como órganos informativos de las instituciones de educación superior. También algunas universidades tienen sus revistas o suplementos literarios o culturales. El concepto de gaceta es diferente en las universidades, según se pudo apreciar durante el Primer Encuentro Nacional de Gacetas Universitarias, realizado el 25 de junio, en las instalaciones del Centro de Información Arte y Cultura (CIAC), de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). Acudieron al Encuentro directores de gacetas de 12 universidades, quienes intercambiaron opiniones de sus respectivas publicaciones, explicando las características de sus gacetas con soporte de papel y de las gacetas digitales, así como el uso de las redes sociales facebook y twitter, para informar a sus respectivas comunidades universitarias del quehacer de sus casas de estudios. Este evento sirvió para percatarnos que no todas las universidades cuentan con su gaceta digital o los servicios de facebook o twitter para informar a su comunidad universitaria.

El Comentario

ARTÍCULOS

Sorprendió la existencia de El Comentario, periódico de la Universidad de Colima, publicación que circula de lunes a viernes en las principales ciudades del estado, como un periódico de una empresa particular. Así, además de la información general del estado y del país, aparecen las noticias generadas por la Univerisdad


de Colima, asignándoles espacios importantes. Por cierto, El Comentario celebró el pasado junio su 41 aniversario como órgano de difusión de la Universidad de Colima. Y la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores considera que “El Comentario es un periódico que desde su fundación cumple la noble labor de informar a la sociedad colimense, desde la visión humanista de nuestra Máxima Casa de Estudios, la Universidad de Colima”.

Gaceta UNAM En la Universidad Nacional Autónoma de México, la Gaceta UNAM cumplirá el 23 de agosto 61 años. Esta es el órgano informativo donde se departen noticias institucionales, académicas, científicas, tecnológicas, deportivas, administrativas, literarias o de otra índole, siempre ha tomado en cuenta la diversidad de la comunidad universitaria, generando una vía de proximidad efectiva como mediadora entre las escuelas básicas, las licenciaturas, la especialización profesional y la investigación especializada de alto nivel. Las tecnologías disponibles han evolucionado en estos sesenta años, los medios masivos de comunicación también y aunque los formatos digitales y otros


medios electrónicos también han sido adoptados por la Gaceta UNAM para su conformación digital y en línea, la tradicional impresión en papel sigue y seguirá circulando. Precisamente este fue el tema de debate del Primer Encuentro Nacional de Gacetas, porque en algunas casas de estudio se ha pensado en desaparecer la gaceta con soporte de papel, para economizar gastos en ésta época de crisis económica en las universidades públicas, precisamente en una etapa de crecimiento en la educación superior en México. La conclusión fue que las gacetas digitales deben convivir con las gacetas de papel. Y las universidades deben actualizarse y ampliar sus canales informativos, a través de las redes sociales, canales propios de los jóvenes universitarios de esta época.

Lo importante es el mensaje Y hablando de épocas, el Maestro en Derecho de la Información, Antonio Robles, Jefe de Redacción de la Gaceta Nicolaita, recordó que a finales de la década de los noventa, cuando aparecieron con fuerza las primeras páginas digitales de los periódicos más importantes de México, se empezó hablar de la desaparición de los periódicos con soporte de papel. Han pasado veinte años y los periódicos con plataforma de papel y los periódicos digitales siguen conviviendo. Cabe destacar que la página web de WikiLeaks – organización mediática internacional que publica, a través de internet, informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia de interés público, preservando el anonimato de sus fuentes-, logró mayor impacto cuando a fines del año 2010 y principios del 2011 decidió publicar documentos en los periódicos con soporte de papel. Esos periódicos: The Guardian (Inglaterra), The New York Times (Estados Unidos), El País (España), Le Monde (Francia) y Der Spiegel (Portugal), seleccionados por Julian Assange, fueron de los medios informativos más importantes en Europa y posteriormente en periódicos destacados de América Latina, entre ellos La Jornada de México. La era de Gutenberg y de la imprenta no ha terminado, convive con la actual

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sociedad de la información, con la sociedad del conocimiento y de la era


electrónica, con la red de internet. Ya Marshall McLuhan, el canadiense estudioso de la comunicación en la década de los sesenta, en su clásico libro La Galaxia de Gutenberg, nos hablaba de la Aldea Global y de cómo convivieron la imprenta y la era eléctrica (la radio y la televisión). “En la Aldea Global cabemos todos”, dijo Marshall McLuhan. Los periodistas somos intermediarios, somos transmisores de noticias. No importa el soporte a través del cual se plasmen las noticias, en periódico impreso, en radio, televisión, internet (página web, twitter o facebook), lo importante es el mensaje. Cada uno de estos soportes tiene sus propias características, sus propios lectores, se complementan.

Aprovechar plataformas que ya existen Como mencionamos en líneas anteriores, la Gaceta UNAM es la gaceta más antigua de las universidades públicas del país y este mes de agosto cumple 61 años. Su director, Hugo Huitrón Vera, después de hablar de la historia de esta publicación y escuchar los relatos y opiniones de los representantes de los otros órganos informativos universitarios, reflexionó y manifestó su sorpresa ante la

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existencia de gacetas que iniciaron hace pocos años, “pero al mismo tiempo es un gusto saber que ya están en el camino de la difusión de actividades de sus universidades, incluso algunas de ellas con los formato impreso y digital”. Hay algunas gacetas que comienzan, que tienen pocos años, otras que aún no incorporan el soporte digital, pero al parecer están en vías de hacerlo próximamente. Existen otras ya más estructuradas, como La Gaceta de la Universidad de Guadalajara o la Gaceta Nicolaita que cumplió cuatro años. Es factible crear una red de gacetas digitales, aprovechando las plataformas que ya se tienen, a través de las cuales se difundan las cosas extraordinarias que suceden en cada una de las universidades, dijo Huitrón Vera.

Generar diálogo nacional universitario Para este propósito de crear una Red de Gacetas Universitarias, Marco Tulio Flores, coordinador de Prensa de la Universidad de Guadalajara y coordinador de la Red de Comunicación de la Región Centro Occidente de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), expuso que sí es posible realizarlo y así generar un diálogo universitario en el país. Flores Mayorga comentó que en esa Red de Gacetas se podrán analizar temas nacionales como el de Ayotzinapa o los narcobloqueos, como lo han vivido Michoacán y Jalisco. Temas interesantes donde los investigadores tienen la data de la información. José Luis Ulloa Luna, coordinador de la Gaceta de la Universidad de Guadalajara, opinó que el Encuentro de gacetas permitió ver hacia dónde va el periodismo universitario y se pronunció también por conformar la Red de Gacetas. A partir de 1995, La Gaceta de la Universidad de Guadalajara se empezó a publicar de manera continua, es una publicación semanal, de 40 páginas y tienen un tiraje de 60 mil ejemplares, cada edición se reparte en el interior de la Universidad de Guadalajara y a través del diario El Informador, como suplemento, se puede llegar al exterior de la casa de estudios. Wendy Aceves, coeditora web de La Gaceta de la Universidad de Guadalajara, opinó que el lector es la diferencia esencial entre la publicación digital e impresa.

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Gaceta Nicolaita El 13 de mayo de 2011 se imprimió por primera vez la Gaceta Nicolaita. Posteriormente, el 27 de febrero de 2012 el Consejo Universitario de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo la erigió como el Órgano Informativo Oficial de la Casa de Hidalgo. Desde entonces y hasta la fecha, cada 14 días se imprimen 5 mil ejemplares. Se han editado 80 números. En su segundo aniversario nació el Suplemento literario Letras para Llevar; en el tercer aniversario surgió la página web y en su cuarto aniversario, junto con la Universidad de Guadalajara, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) campus Morelia de la UNAM, convocaron al Primer Encuentro Nacional de Gacetas Universitarias. A este Encuentro acudieron representantes de la UNAM, UdeG, UASLP, Universidad de Colima, ENES Morelia, Universidad Autónoma de Aguascalientes, Universidad Autónoma de Sinaloa, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Tecnológico de Jiquilpan, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Centro Universitario de los Lagos y la anfitriona Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. El próximo Encuentro de Gacetas Universitarias se ha programado para enero del año 2016, en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y como dijo Juan Carlos González Vidal, director de la Facultad de Letras de la UMSNH, la difusión del conocimiento puede ser mayor a través de una Red de Gacetas, las universidades no deben permanecer aisladas.

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¿SOMOS EL MUÑECO DEL VENTRÍLOCUO? Luis Daniel Hurtado Castro

Las personas imitan por moda, haciendo uso de un lenguaje que las

homogeniza y masifica siguiendo inconscientemente a un grupo determinado que les convence y que aceptan irreflexivamente. Así, se alejan de sus diferencias y de la diversidad.

A los humanos nos encanta imitarnos unos a otros y para esto los medios

de comunicación(radio, televisión, prensa y redes sociales) juegan un papel importante.Fernando Savater cita a Albert Camus: “Hay dos tipos de inteligencia, la lista y la tonta. La lista sirve para comprender, prevenir y remediar. La tonta para deplorar lo que se entiende a medias y dar falsas alarmas”. Savater dice: “el mundo pierde sus diferencias y pronto será idéntico”. En un futuro olvidaremos que los gustos y maneras de vestir son diferentes, este autor, además se compadece de los viajeros porque “por muy lejos que vayan en busca de lo insólito siempre deambularán de lo mismo a lo mismo”.

La tendencia a la uniformidad universal no significa ser iguales; el

reparto de bienesy servicios es dispar en lo local y lo internacional.Aceptar un discurso o hacer lo que otra u otras personas hagan, sin saber siquiera si nos gusta o no,es aceptar ideas y prácticas sin reflexión. Carmen Rigalt en su texto Somos unos mansos, argumenta: “Nos hemos vuelto incapaces de articular una sola nota fuera del pentagrama orquestado. Somos unos mansos”. “La gente imita a la tele, ese animal de compañía que proporciona hogar y doctrina. Se empieza diciendo << como no podía ser de otra manera>> y se acaba hablando de política sin saber nada. En este mundo nuevo las palabras aparecen antes que las ideas. El mimetismo es al lenguaje lo que el contagio a la gripe. Ahora todos hablamos igual. Igual que la tele, quiero decir. El habla es el mensaje. No somos conscientes porque la inercia nos lleva como agua que lleva al río”. Apoya su argumentación mencionando que las películas de la crítica que dicen ser lo máximo a ella la duermen. Cuando coincide con lo que se dice en la televisión obtiene un síntoma de repetir palabras como: << argumentar, estado de derecho, asignatura pendiente y dicho esto>>.

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Sabemos que los seres humanos somos únicos e irrepetibles, que hacemos uso del lenguaje para expresar nuestras ideas. Existen tantas maneras diferentes de pensar como los mismos seres humanos,esto nos obliga a tolerar, respetar y convivir en la diversidad. Recordemos que el lenguaje no sirve solamente para comunicarnos porque en la mente formamos conjuntos que nos ayudan a representar la realidad. Es también la constitución de la realidad. Debemos hacer uso de esta capacidad teniendo cuidado de no expresarnos como las marionetas de un ventrílocuo. Para concluir, reproduciré un texto narrativo breve, de Julio Torri, que nos proporcionó la asesora del ya mencionado curso que, desde mi punto de vista sintetiza lo expuesto:“Las mentes son como los relojes, no las más finas las que más fácilmente se descomponen, las que acogen a ciegas cualquier necia moda que las apasiona y las saca de tino”.



TIPS PARA DIVULGAR CIENCIA ¿EN MÉXICO? Una de las vacas sagradas de medios divulgativos de nuestro país (Universum, UNAM), el Físico Tonda Mazón, nos dio sugerencias para redactar artículos de divulgación científica, no sin antes exponernos algunos aspectos básicos de esta. En el rol de editor, escritor y lector, me surge la pregunta de qué implica divulgar ciencia en el caso concreto de México: alcances, límites y blablablá, todo lo que uno se cuestiona en un país donde las estadísticas de lectura dicen que no leemos –aun cuando estamos leyendo sus reportes para enterarnos de ello–. ¿Les crees a esas cifras y te rindes ante ellas o te atreves a escribir divulgación científica? Seguramente todos los que tuvimos acceso a la lectura durante la infancia, alguna vez nos emocionamos de niños leyendo un texto sobre el origen de la Tierra, el ciclo del agua, los dinosaurios, la reproducción de las células, o algún otro asunto que nos hacía sentir verdaderos científicos con bata blanca y gafas de protección. Pues bien, en torno a los principios para redactar esta clase de textos, el pasado 8 de julio de 2015, en el Centro de Información, Arte y Cultura (CIAC), ubicado en la Ciudad Universitaria de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), en Morelia, Mich., se llevó a cabo el taller “¿Cómo elaborar un artículo de divulgación científica?”, impartido por el Físico Juan Tonda Mazón, subdirector de medios impresos de Universum, Museo de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Como parte de las actividades de cierre del 3er. Congreso de Actualización y Formación Continua de la Academia Michoacana de Ciencias A. C. (AMICI), el Fís. Tonda Mazón impartió un breve taller para quienes desean dedicarse a la redacción de textos divulgativos, a quienes señaló, antes que nada, que a diferencia de la enseñanza, la divulgación está pensada para un público voluntario. Esta afirmación luce como un respiro para los futuros escritores de esta índole, dado que se parte del supuesto de que el lector no será obligado a acercarse al texto sino que, por el contrario, su interés será genuino al momento de la lectura. Aquí un reporte –que me permití organizar en cinco puntos– de la información expuesta antes de la parte práctica de este taller.

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Primero, explicó Tonda Mazón, la educación se divide en tres tipos: formal, no formal e informal. En los últimos dos está la divulgación, es decir, esta actividad persigue la enseñanza por medios más accesibles que los de los sistemas y materiales estrictamente escolares. Segundo, las características principales de la divulgación de la ciencia mencionadas por el editor fueron: •

Es interdisciplinaria. Intervienen muchas disciplinas.

Es multidisciplinaria. Se realiza en equipos.

Busca la universalización del conocimiento. Un mismo conocimiento y

para todos. •

Intenta lograr la motivación en el lector. “Cuando produce emoción, el

conocimiento, se ha demostrado, perdura más en nosotros”, dijo Tonda Mazón. •

Es una labor educativa. Tanto que, acotó el Físico, incluso la Secretaría

de Educación Pública de México (SEP) tiene en sus aulas muchos libros de divulgadores mexicanos. •

Posee creatividad y pretende generarla.

En tercer lugar, el tallerista lanzó la pregunta: ¿quiénes hacen divulgación científica? Resulta ser que la respuesta se ha dado en tres periodos, enlistados por orden de aparición en el terreno divulgativo: 1.- Periodistas vs. investigadores. Este debate surge como primer respuesta a quién debe escribir; más que quién lo hace, es quién está apto para ello. Cuando se sabe que el periodista tiene el cómo y el investigador el qué, se propone la respuesta número dos. 2.- Multidisciplinariedad e interdisciplinariedad. Se asume entonces que debe trabajarse en equipos (multi-) conformados por varias áreas de estudio (inter-). Aquí es cuando junto a los ejemplos de tópicos mencionados al inicio de este texto –células, origen de la Tierra, etc.–, se añaden los de otras áreas científicas no estrictamente de las ciencias naturales o duras . 3.- Profesionalización de la divulgación. Una vez desarrollada esta actividad,

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y entendido el valor de la construcción colaborativa entre individuos y entre disciplinas, quienes hacen divulgación actualmente son, en su mayoría, profesionales, sin más etiquetas; se ha sistematizado la divulgación. Como cuarto punto, Tonda Mazón realizó un recorrido por los diversos términos para nombrar a la divulgación de la ciencia, recalcando, por un lado, que difusión refiere a la transmisión de conocimiento entre pares, mientras que divulgación es hacia el público no especializado; y que, por otro lado, un nombre como apropiación social de la ciencia es “pretensioso y demagógico”, acotó el editor, a menos que exista un programa gubernamental detrás impulsando una real apropiación por parte de absolutamente todos los ciudadanos, escenario atractivo pero aún inalcanzable, dijo, incluso en un estado como Michoacán, al cual calificó como pionero y potencia en la divulgación científica a nivel nacional. Quinto, las sugerencias para realizar un artículo de divulgación científica las dividió el también escritor en de contenido y de forma: De contenido •

Lenguaje claro y sencillo.

No voz pasiva.

Evitar oraciones subordinadas.

Gerundios nunca al inicio de frase.

Proporcionar una estructura antes de escribir. La más básica es

introducción> desarrollo> conclusión. •

Leer otros textos del tema antes de redactar.

Motivar al lector.

-Usar recursos narrativos, ironías, diálogos, analogías, metáforas. “Si logras que el lector se ría, estás logrando emoción, logras que perdure el saber”, aseguró Tonda Mazón. -La dificultad del tema puede motivar; la emoción del reto. •

Poner la información en contexto. Por ejemplo, no basta afirmar “La

luna es muy grande”; hay que decir con respecto a qué. •

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Ser reiterativo. Para que quede claro y presente lo que se quiere divulgar,

en este tipo de textos no solo se permite sino se necesita repetir varias veces la


información, con distintas palabras, con ilustraciones, con gráficas, etc. •

Ponerse en el lugar del público.

De forma •

Respetar la extensión solicitada.

Título y subtítulo atractivos.

Abstract atractivo o “balazo” (idea principal del texto muy concentrada

y atrapante, tipo tweet). •

Parte gráfica, recordando que es importantísima, no azarosa ni relleno.

Todos estos elementos de forma son, en palabras del tallerista, “recursos mañosos para atrapar al lector”, por lo cual son bastante útiles para primero enganchar al individuo, acercarlo al artículo y ya luego, quizás, convencerlo de leer el texto. Entonces pues, podemos concluir que la redacción de la divulgación científica ya no debe concebirse como un asunto de una sola área, sino desde cualquier disciplina, no como acto individualista sino de equipos, hay que recordar que asume un papel dentro de la educación y, con ello, en la apropiación social del conocimiento, objetivo que se logra siempre y cuando el conocimiento tenga múltiples fuentes y vaya a distintas direcciones, como herramienta para la equidad y respaldada por plataformas firmes de desarrollo desde el gobierno. Y es que escribir en México es escribir para unos cuantos –digo esto en términos de las brechas sociales que existen–, además de que ponerse en el papel del lector implica escribir para, como subrayó Tonda Mazón, un promedio de escolaridad de tercer año de secundaria. Además, para construir artículos de divulgación científica se trabaja con una lógica muy particular tanto en forma como en contenido, con funciones muy concretas que deben cubrirse a través de distintos elementos que no son producto de la casualidad sino de una sistematización concienzuda de estos textos como un tipo específico dentro del amplio mundo de la escritura. Esto en lo que compete a la teoría básica que de modo tan breve y claro presentó el subdirector de medios impresos de Universum, no obstante, nos quedan muy enriquecedoras cuestiones en cuanto a aspectos de fondo, o bien, de la práctica: ¿qué es un lenguaje sencillo?, ¿es buena idea colocar elementos demandantes, por ejemplo en léxico, para obligar al sujeto a hacer un esfuerzo como lector?, ¿se

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redacta con las mismas sugerencias un texto para niños que uno para adultos?, ¿esta interdisciplinariedad es real o predominan las segmentaciones por áreas?, ¿las ciencias humanas tienen igual presencia que las naturales en el campo de la divulgación?, ¿solo se considera divulgación si está en una revista de ciencia o se reconocen otras trincheras para esta actividad?, ¿las publicaciones divulgativas podrían pasar de material de apoyo a material principal para la enseñanza en distintos niveles de educación?, ¿debería haber una formación en las escuelas para que los alumnos redacten esta clase de textos?, ¿y entre los docentes?, ¿cuál es la situación actual de la divulgación de ciencia en las comunidades indígenas?, ¿hasta donde las políticas y el contexto en que estamos promueven variadas fuentes informativas y el acceso al conocimiento? Preguntas para la reflexión, la investigación y, mejor aún, para una potencial divulgación.

Itzi Paulina Medina Jiménez Egresada de la Facultad de Letras, UMSNH Terminal de Estudios Lingüísticos Morelia, Michoacán, México Amante del periodismo, la fotografía, la danza, la lectura, la lingüística –y cualquier cosa que a través de esta pueda estudiar–… Mis intereses no pueden resumirse, en realidad cualquier conocimiento me parece valioso; aprender es uno de mis vicios (la gente y los postres son otros). Educación, en toda la extensión de la palabra, es el centro actual de mi curiosidad académica; el amor es el de mi curiosidad personal, al menos hoy: su aparente imposibilidad y su inagotable capacidad de atraernos hacia él. Siguiente meta: acabar mi tesis –de comprensión lectora en estudiantes de ingeniería–, titularme, entrar a la Maestría en Lingüística Aplicada de la UNAM, incorporarme a los proyectos de los grupos de ingeniería lingüística y de lingüística forense, también de la UNAM.

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JUNGLA DE ASFALTO Existen cosas de esas que, cuando te suceden, te marcan de por vida; ver morir a alguien, por ejemplo; y es que ¿qué tan importante es ese alguien? Digo, no es por demeritar, pero mueren álguienes todo el tiempo y en todos los lugares del mundo, sin embargo la vida de las personas sigue “como siguen las cosas que no tienen mucho sentido”. Pero este alguien no murió en vano, pues tuvo la casualidad, no me atrevo a llamarla suerte, de encontrarse con un transeúnte ─una pluma en desarrollo─ que, tiempo después, contaría la historia de lo que en la jungla de asfalto sucedió. Era un día cualquiera, si es que cualquier día puede ser igual, pero así comienzan todos. Yo iba caminando hacia la casa de una amiga a la cual tenía mucho tiempo sin ver, como su casa no estaba muy lejos, decidí irme caminando, pues las obras de construcción que se llevaban a cabo en el tramo de las dos casas hacían el tráfico lentísimo y creí que iba a tardar más en el transporte público, así que tomé mi morral y salí. Los minutos y los pasos habían transcurrido sin el menor contratiempo: humo, ruido de coches, señoras corriendo de la mano de sus hijos para alcanzar el transporte, limpiaparabrisas insistiendo en limpiar un coche que no necesitaba ser limpiado; en fin, todo era normal, de hecho ya no faltaba mucho para que llegara a mi destino cuando, de pronto, comencé a escuchar unos ruidos a mi derecha que provenían de unos matorrales lo bastante grandes como para no permitirme ver de dónde emanaban exactamente, al principio mis ojos no percibían nada, solo mis oídos; pasados unos segundos, cuando por fin logré verlo, venía corriendo de entre los matorrales, no supe si jugando o escapando del que venía detrás de él. En ese instante supe que algo no estaba del todo bien, un sexto sentido me hizo saberlo, ese que se encuentra justo debajo de tu esófago y te oprime como para no dejar exhalar el aire que tienes dentro y hace que te ahogues con él; seguí con la mirada el camino que recorría, ya había dejado los matorrales detrás y seguía corriendo desesperada e inocentemente, sin detenerse y sin cambiar de rumbo, pues iba directo a la jungla de asfalto, esa donde los animales

CRÓNICA

que ahí habitan tienen unos ojos que, cuando alumbran en la noche, infunden un miedo terrible al que se cruza con ellos por error. Los segundos me parecieron horas mientras me parecía ver, en cámara lenta, cómo seguía su camino hacia su


destino sin saber absolutamente nada; de pronto, y como extraída de una película de terror, la escena que me cambió la vida: ¡Crash! El pobre chocando contra un auto, el auto golpeándole la cabeza, el pecho, las piernas, el estómago, todo el cuerpo; el auto yéndose como si nada hubiera ocurrido, el cuerpo quedando a merced de los que venían… Me quedé pasmado, y con la vista fija en la escena, mirando el cuerpo de ese pobre, ahí convulsionándose a causa de los golpes recibidos, por acción automática volteé la vista al conductor del auto y no noté más que una total indiferencia ─ ya no hay valores en este mundo─ pensé, porque, aunque no supe si realmente no lo vio o no quiso frenar, lo más decente hubiera sido detenerse a mirar qué había sido ese sonido y ver qué había sucedido. Ahora se hizo presente en la escena el temor de que fuera arrollado por el vendaval de carros que venían detrás, pero afortunadamente un alma piadosa lo vio y detuvo su andar para protegerlo de una embestida inminente; yo, al ver eso, corrí inmediatamente para mover el cuerpo lejos del peligro de la carretera, lo cargué muy nervioso, al mismo tiempo que escuchaba, muy ensimismado, una voz que decía: ─ ¿Cómo está? ¿Lo llevamos al veterinario para que le den atención médica? Yo seguía completamente en shock y respondí casi por un impulso meramente de instinto y con un nudo en la garganta: ─ No, ya no es necesario, su corazón ha dejado de latir, sus pulmones de respirar, aparte, miren─ Giré mi cuerpo para enseñarles el pequeño cadáver, al que ya comenzaban a salírsele parte de los intestinos, o al menos eso parecía. Un silencio se hizo en el lugar. Los chicos del auto, al ver que ya no se podía hacer nada, se retiraron, agradeciéndome, por haberlo movido de la carretera, o al menos eso creo que hicieron. No tuve corazón para dejarlo solo ahí a que se lo comieran los gusanos o alguien más lo viera en ese estado; me arremangué la playera, busqué un lugar y comencé a hacer espacio entre las piedras; la gente que pasaba me veía raro, yo trataba de ignorar las miradas de confusión y desagrado que me dirigían, seguía colocando las piedras sobre el pequeño cuerpo. Al cabo de unos minutos había terminado; no pude hacer más que colocar un pedazo de madera con las conocidas insignias de RIP, pues no sabía su fecha de nacimiento, ni su nombre, si es que lo tenía, ya que sólo llevaba consigo unas inmensas ganas de vivir que se esfumaron en un segundo, como el fuego en el agua. Así terminó la historia que marcó mi vida,

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porque aunque para la gente fuera un simple cachorro callejero, para mí fue el primer perro que vi morir y que tuve en mis manos en el momento se su último suspiro, y es que ¿con cuántas personas puedes compartir el último momento de tu vida? Raúl Hernández

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EL PLATILLO COMO FUENTE CREATIVA, TRANSFORMADORA Y LIBERADORA EN COMO AGUA PARA CHOCOLATE DE LAURA ESQUIVEL Kareen Pamela Ortiz Velarde Universidad Autónoma de Chihuahua “[…] La cocina y el cocinero, ese lugar y esa persona que confeccionan el plato que acabamos de visitar acompañados por los sinónimos saber y sabor que quieren decir conocimiento breve y luminoso ʼ (palacios, 1987) y por la máxima somos lo que comemos − y comemos lo que somos.” Marisela Hernández, En torno a un plato de comida: aproximaciones al mundo de la comida y el comer. “Compartir nuestra comida es ser parte de la festividad; rechazarla es quedar fuera del fluir de la vida.” Kathleen Johnson, Como agua para chocolate: Tita, una imagen de la mujer latinoamericana. Resumen Este trabajo de investigación expone y trata de dar una explicación del hecho de que, tanto el acto de comer como la preparación de un platillo, va más allá de una necesidadfisiológica, sino que permite al comensal revivir emociones, sentimientos, sensaciones, remembranzas, etc., mientras que también se considera, a la vez, el significado social, erótico y estético que éste conlleva para la transformación y liberación de lo que somos o llegaremos a ser en la vida. Palabras clave:platillo, creatividad, liberación, transformación, estética, erotismo, sentido del gusto. El hablar de comida ̶específicamente del verbo comer ̶ no siempre nos remonta a la necesidad fisiológica de ingerir algo, constantemente da de qué hablar. Aunque para la versión electrónica de la vigésimo segunda edición de el diccionario de la RAE diga lo contrario;este lo define como“masticar y desmenuzar el alimento en

ENSAYO

la boca y pasarlo al estómago”.* *Significado de comer, según la RAE (2012). Recuperado en http://lema.rae.es/

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drae/?val=comer Sin embargo el comer es un aspecto social y cultural en donde los individuos son partícipes. La trinidad: proceso, modificación y presentación de un platillo involucra al alimento, al cocinero y al comensal, la falta de uno desequilibra la balanza que la sostiene: no puede haber un comensal o un cocinero sin alimento, o un alimento sin cocinero y comensal. El alimento es materiaprima para “las manos que lo transforman y por los paladares que lo saborean; sólo así puede llamarse comida; algo particular, familiar. Y quizás por instruir que encarna sentimientos nobles procedemos a comerla, es decir a introducirla a nuestro cuerpo en un gesto de confianza que espera bienestar y vida (aunque puede terminar en indigestión)” (Hernández, 2007, párr. 4). El degustar o comer un alimento va más allá del dicho popular “barriga llena, corazón contento”, pues como mencionaba Michel Onfray, “la comida no es sólo un acto mecanizado y cotidiano, sino un acto reflexivo y de gracia que va más allá de lo aparente, completamente alejado de la cuestión de superficialidad” (Gamboa, 2012, p. 12). Por tanto el sentido del gusto, olfato y tacto, pilares de la experiencia culinaria, son reivindicados, pues en la antigüedad fueron considerados inferiores estéticamente. El debate sobre la jerarquización de los sentidos es lo que reconsidera el gusto – más específicamente que el olfato− como un sentido “digno del estudio y teorización de la percepción del mundo sensible a través de este, añadiéndole un valor estético que reconozca el papel representativo y expresivo de la comida dentro del discurso del arte.”(Gamboa, 2012, p. 33-34). Éste, ayudado por el olfato y tacto, es lo que permite la experiencia total con la comida, pues llega a manifestarse una explosión dentro del cuerpo gracias a los aromas, sabores y texturas que conforman la comida. Cabe resaltar que la experiencia de sinestesia no siempre será la misma, pues cada platillo es clasificado en suave o tosco, adquiriendo significados por esa misma experiencia. Por ejemplo la comida suave, su mayoría son postres o carnes tiernas, es asociada a bondad, niñez, facilidad y feminidad; mientras que la tosca son las carnes férreas; son duras y masculinas,donde el comer se convierte en un

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acto de pelea mientras se corta y se mastica (Hernández, 2007, párr. 13).


A razón de todo lo mencionado, el espacio de la cocina se vuelve un lugar donde la cocinera no sólo es la artista creadora de un receptáculo de vínculos sociales y culturales, sino también del vehículo emocional que permite la liberación y el refuerzo de la identidad del comensal/receptor. En este trabajo el objetivo es comentar algunos aspectos de la novela Como agua para chocolate, sobre cómo la comida es transmisora de emociones y evocadora de recuerdos(en especial el amor de Tita hacia Pedro) que permiten el beneficio o el castigo de los comensales. El transmitir esa carga afectiva (específicamente del amor) en donde “los demás la sienten, la palpan, la gozan” (Esquivel, 2012, p. 43) sugiere que, según lo que nos dice la misma Laura Esquivel, es lo que consolida nuestra propia existencia, y lo deja en claro en su frase “todo lo que he comido ha determinado lo que soy” (ídem), además de para quién se hace y se disfruta el platillo. Todo es una dialéctica en la que la comida funciona como un sistema complejo de comunicación donde el cocinero/emisor y el comensal/ receptor logran entablar una comunión de mutua liberación, o en donde existe una pugna y un castigo, todo mediante la creatividad en la presentación de los platillos y la transformación de los ingredientes o de los acontecimientos que los rodean. Y por último,otro de los objetivos, es abordarcómo los platillos tienen un significado social, erótico y estético. En Como agua para chocolate, Tita es el eje clave dela narración,pues ella es la cocinera/artista al sentirse segura en el ambiente cálido de la cocina. Desde un inicio fue así, debido a que ahí mismo nació, provocando una especie de destino. Su bienvenida se la dieron los olores de los alimentos cocinándose en los fogones de la casa y su crianza en manos de la cocinera Nacha que fue su maestra, su madre y su compañera de juegos. La alimentó de la forma más natural posible, fortaleciendo su estómago y convirtiéndola en una experta en el ámbito culinario: Por tanto, desde ese día, Tita se mudó a la cocina y entre atoles y tés creció de lo más sana y rozagante. Es de explicarse entonces que se le haya desarrollado un sexto sentido en todo lo que a comida se refiere. Por ejemplo los hábitos alimenticios estaban condicionados al horario de la cocina: cuando en la mañana Tita olía que los frijoles ya estaban cocidos, o cuando a medio día sentía que el

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agua ya estaba lista para desplumar a la gallina, o cuando en la tarde se horneaba el pan para la cena, ella sabía que había llegado la hora de pedir sus alimentos (Esquivel, 2010, p.14). Por lo tanto Tita hizo suyo este mundo interno:cada uno de los aromas, sabores y texturas de los platillos y alimentos se volvieron parte de su vida diaria, así como saber en qué horario se tomaba cada uno de estos. Todo esto se quedaba fijo en su memoria y se asociaba con una persona y con un acontecimiento. Por ejemplo la escena traumática en donde Mamá Elena la obligaba a comer el huevo tibio todas las mañanas: Cuando niña, muchas veces deseó morir antes que desayunar el consabido y obligatorio huevo tibio. Mamá Elena la obligaba a comerlo. Ella sentía que el esófago se le cerraba fuerte, muy fuerte, incapaz de poder deglutir alimento alguno, hasta que su madre le propinaba un coscorrón que tenía el efecto milagroso de desbaratarle el nudo de la garganta, por lo que entonces se deslizaba el huevo sin ningún problema. (2010: p. 55) Pero de eso, Tita era una buena comensal, pues a cada alimento le sacaba algún provecho gracias a la educación culinaria auspiciada por Nacha:“De ahí en fuera, como Nacha se había encargado de su educación culinaria. Tita no sólo comía lo acostumbrado, sino que comía, además, jumiles, gusanos de maguey, acosiles, tepezcuintle, armadillo, etc., ante el horror de Rosaura”( 2010:p. 36). Sin duda, lo que hace Nacha con Tita es educar su paladar, y esto en palabras de Nuño de la Rosa, citado por Berta Garrido Moreno (2012), es: […] que el paladar se educa a partir de las revelaciones de nuestra infancia. No es que hablen de la Magdalena de Proust, pero casi […] El paladar, el oído, el tacto, el olfato o la vista hay que educarlos a través de la experiencia como acto lúdico y cultural: aprendemos de niños lo más simple y con el tiempo decodificamos la complejidad (p. 20-21).

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De esta manera es como Tita se desenvuelve en el ambiente culinario y esto le


permite ir fortaleciendo su identidad; primero con la percepción y asimilación de cada uno de los sabores, aromas y texturas de los alimentos, para finalmente ir aprendiendo, paulatinamente, conforme crecía, la elaboración de los platillos con ayuda de Nacha. Tan así es la influencia de la comida que, al fervor de primera vez a Pedro, asoció su cuerpo con la masa de un buñuelo puesto al aceite hirviendo; hecho que permite plasmar el primer brote de la sexualidad de la joven. Edna Cándida Parra (2000) nos dice que: la relación con las cosas de la cocina (su espacio físico, su fin, los productos que allí se procesan) es tan estrecha y apasionada que lleva a Tita a personificar un simple buñuelo. Ella no compara el calor que siente con la temperatura del aceite en el momento de recibir la porción de masa para freírla, sino la sensación de calor que experimenta el bocado de harina y huevos. Esa íntima sensación de amor, sensualidad y entrega es muy fuerte, porque la cocina, para Tita, es un espacio mágico al que se adaptó desde el primer momento de su vida. La relación con el alimento y su preparación sigue un ritual muy peculiar, hay una correspondencia intrínseca ante el ardor amoroso de la chica y el preparar los platos, transformarlos por su gusto y deseo (p. 3). El despertar de la sexualidad viene metaforizada por la transformación de una masa inerte hasta la transformación de un suculento manjar que está listo para ser tomado por el otro. Lo relevante de esta escena, no sólo es la descripción tan expresiva del encuentro de los jóvenes enamorados, sino el marco evocador de aquel recuerdo que perdurará por mucho tiempo. Ese recuerdo de la noche de navidad en donde había invitado a Pedro y su familia a cenar. Hablando al respecto de este evento, la cena y la comparación de Pedro trae consigo esa encarnación de los sentidos, pues Tita recuerda perfectamente“los sonidos, los olores, el roce de su vestido nuevo sobre el piso recién encerado: la mirada de Pedro sobre sus hombros… ¡esa mirada!” (2010: p. 21). Esa reunión fue sin duda el parteaguas en el cual Tita encontrara el motivo que

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permitiera comenzar su creatividad, transformación y liberación de las manos opresivas de su madre. Pedro sería su nuevo motory receptor, sin dejar de lado sus buenas experiencias de tiempos pasados y venideros, así como los hechos tristes, decepcionantes y frustrantes̶vividos y por vivir­más adelante. El más significativo de los acontecimientos terribles fue la boda de Rosaura con Pedro. Hecho que derrumba al personaje, a tal grado, que es obligado a elaborar el pastel de bodas mientras ella llora inconsolablemente. Muestra su dolor al modificar la masa, hasta el punto que dicha emotividad sea compartida por los demás comensales: Tita usa la comida en vez de las palabras para comunicar sus emociones, sentimientos y estados de ánimo tal como un poeta lo hace […] Tita se comunica a través de los platillos que produce. En el capítulo que se titula ‘Pastel chabela’ logra comunicar su dolor. El pastel de bodas recibió sus lágrimas. El pastel se convirtió en receptáculo de su sufrimiento y frustración y en el vehículo que comunica sus sentimientos a los invitados. Nos dice Esquivel que los invitados ‘querían regodearse con la idea’ del sufrimiento de Tita. Pues sus deseos se cumplen. El primer bocado elicitó el llanto, seguido de una gran melancolía y frustración y un hechizo general que termina en ‘una gran vomitona colectiva’ (32) (Johnson,p. 11). Al término de la celebración, la madre de Tita impone la negación de su realización como mujer en todos los sentidos, provocando que los comensales no sólo se sientan vinculados con el dolor del personaje femenino, pues cada uno recordó algún amor prohibido, sino que acaben vomitando ese exceso de emotividad. Por lo que este plato de comida es: […] como encarnación de sentidos, como confluencias de figuras o formas sensibles y significados o afectos, como el encuentro entre objetos atendidos y subjetividades atravesadas. Un plato de comida hace presente personas, épocas y lugares, materializa y evoca imágenes y sensaciones; condensa emociones y sentimientos bonitos y feos, acerca o aleja cocineros y comensales (2007: párr. 1).

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La comida es un hecho social y cultural en donde el cocinero pone un poco de


sí para provocar una reacción, ya sea benéfica o perjudicial a los otros, y de esa forma ser almacenado en la memoria, tal es el caso de que este platillo ocasionó la muerte de Nacha, pues le permitió revivir su pasado amoroso que fue prohibido por la misma Mamá Elena. De esta manera el pastel fue liberador para Nacha debido a su condición de marginación en el rancho. Tita le confirió el recuerdo feliz de toda su vida; ella supero a su maestra, pues este fue el primer alimento por medio del cual se libera el espíritu, y todos los deseos acumulados. Esto nos permite pasar al segundo objetivo de vincular, de no sólo relacionar la comida como una vía de comunicante unipersonal, sino como un vaso refractante del entorno que rodea a Tita, pues la muerte de Nacha la configura de otra manera: como cocinera de la casa. A Tita no le es posible controlar todos esos sabores, olores y texturas que los alimentos y su elaboración producen, en un principio. Aunado a esto,Efraín Garza (2006)menciona quehay una liberación y autonomía de estos elementos debido precisamente a que el incontrolable resultado de los alimentos es el reflejo del incuestionable deseo de Tita de casarse con Pedro. “Y es en la cocina, el refugio físico y emocional de Tita, en donde se exterioriza la verdadera joven enamorada.” (p. 11), y como el alimento es una forma de entrega u ofrenda a los seres queridos, su elaboración debe de hacerse con empeño y dedicación, pues no olvidemos que es una acción social que permite estar unidos en la mesa, así como también considerarse como un rito o ceremonia. Por lo que Tita se vuelve “una sacerdotisa que trabaja en su territorio sagrado. Allá confecciona el plato tradicional para el rito o ceremonia que va a ocurrir. Sus recetas son secretos transmitidos en una cadena de cocineras- sacerdotisas desde la época precolombina” (Johnson, p. 15). Pues tras haber fallecido Nacha (cocinera-sacerdotisa) su espíritu está con Tita (cocinera-iniciante) ayudándola en su relación con Pedro. Un ejemplo de ello es con el platillo de codornices en pétalos de rosas, pues ahí de nueva cuenta se destaca no sólo el poder de lo erótico en la comida sino también lo estético. Tita va a dar este alimento como ofrenda de su amor a Pedro, utilizando las rosas que le regaló al convertirse en la nueva cocinera de la familia, ante la prescripción de su madre de tirarlas a la basura. No obstante, al negarse a tirarlas a la basura,

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prepara un platillo que no solamente la posicionará en la mente de Pedro, sino que despertará lo más guardado, censurado y castigado en la casa: el erotismo. Por ello el proceso de su elaboración es tan pausado, creativo y detallado, aunque el ingrediente principal haya sido sustituido por otro (el cambio del faisán por la codorniz) y el haber impregnado las rosas con su propia sangre. El esmero en este platillo lo convierte en un objeto sagrado, ante la ritualización de la mesa, con el propósito de hechizar a los comensales, en especial a Pedro. El acto del amor en la elaboración de este platillo, según Laura Esquivel (2012), es que concilia opuestos y hace de dos seres uno (p. 66-67). Pero sin olvidar el acto estético del degustar, según Goñi Pérez (2007), “permite intensos placeres que introducen al sujeto a compartir la experiencia con los demás” (p. 7), ya que el mismo acto de comer no suele disfrutarse en soledad (2007: párr. 44). El haber probado este alimento creó en los demás comensales una satisfacción muy singular, en especial en Tita y Pedro, que en el primer bocado cierran los ojos. Y ese cierre de ojos es lo que abrió el panorama para desplegar el rol sexual de ambos (Esquivel, 2012).Ese despliegue sería precisamente la de transubstanciación, la cual según la definición de María Molinar dentro del trabajo de Tina Escaja (2000), es “la acción de ‘transubstanciarse’ o ‘convertirse totalmente una substancia en otra’, y se transfiera a la del pan y del vino de la Eucaristía en el cuerpo de y la sangre de Cristo (1366)” (p. 578). Tita alberga en su misma sangre disuelta “en la salsa de las rosas, en el cuerpo de las codornices, en el vino y en cada uno de los olores de la comida” (2010: p. 43) para poder penetrar en el cuerpo de Pedro, provocando a su vez un extraño fenómeno de alquimia que permite la comunicación de Tita y Pedro. Una forma de comunicación sugestiva e insinuante que les permite gozar de un erotismo vicario: una libertad que no tienen en realidad.Esa relación de desfogue sexual en la cual son participes, aludiría a la explicación que la autora(Laura Esquivel) anuncia como una dialéctica de la pareja en el acto del comer y la degustación, en donde se permite llegar al lugar de origen: una comunión con el cosmos: El hombre se convierte en el ser pasivo y la mujer en el activo. La energía de

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la mujer, mezclada en los olores, los sabores, las texturas, penetra en el cuerpo


del hombre, calurosa,voluptuosa, haciendo uno el placer gastronómico y el sexual. Aquí no hay guerra de sexos. Están superadas. Sólo hay un gran gozo. Fomentemos y rescatemos el rito. Por medio de él recuperamos el espíritu. Tenemos pues en nuestras manos, las mujeres y los hombres […] la oportunidad de regresar a la casa que abandonamos, pero ahora consciente, a otro nivel. Y juntos sacralizar nuestro hogar, hacerlo nuevamente un lugar de comunión con el cosmos (2012: p. 67). En efecto, el acto erótico también es un acto con la divinidad, pues involucra la preparación y de verdadera entrega con el otro. Y así lo anuncia Pedro al decir que el platillo era en verdad un placer de los dioses.He aquí que esa parte del texto, que si bien no es descrita con sumo detalle, nos hace suponer la importancia de la relación de éxtasis entre el gusto y del tacto para crear un acontecimiento erótico, donde las texturas se relacionan con las caricias, el sabor con los besos. (Goñi, 2007). Pero, esta experiencia erótica no es sólo para ellos, sino también para Gertrudis, aunque, en el caso de las dos hermanas, fue vivido de manera totalmente distinta: “Tita con una serenidad de desear sólo a su amado. Gertrudis como una comezón, violenta y salvaje que tendrá que mitigar durante un tiempo antes de volver a casa” (Goñi, 2007, p.197). Este platillo es lo que permite una transformación de los amantes y de la hermana para permitirse esa sensación de sensualidad y sexualidad que era prohibida por Mamá Elena, pero que únicamente libera a Gertrudis a tal grado de irse del rancho con el capitán Juan Alejándrez. La comida es creatividad y entrega, y desde esa forma transforma y libera o claustra a los comensales. El proceso de su elaboración es igual al acto artístico, pues al final se entrega a la sociedad para ser valorado o despreciado. Un ejemplo de esto se percibe en el bautizo de Roberto donde se prepara el mole de guajolote con almendra y ajonjolí, y en la boda de Esperanza y Alex, con sus chiles en nogada. En estos dos eventos vemos la esencia de la hospitalidad y de la alegría con la que Tita prepara ambos platillos y los da a su público, evidencia, de nueva cuenta, que

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el acto de comer es ceremonia y/o rito cívico y religioso. Ejemplo de ello se ve reflejado en el bautizo por medio de dos acciones: la primera se ve en el cuidado de la preparación y la importancia del decorado del platillo y de la fiesta: Tita tuvo mucho cuidado en cebar a los guajolotes apropiadamente, pues le interesaba mucho quedar bien en la fiesta tan importante a celebrar en el rancho: el bautizo de su sobrino, el primer hijo de Pedro y Rosaura. Este acontecimiento ameritaba una gran comida con mole. Para la ocasión se había mandado a hacer una vajilla de barro especial con el nombre de Roberto, que así se llamaba el agraciado bebé, quien no paraba de recibir las atenciones y los regalos de familiares y amigos ( 2010: p. 73). Como se precia, atendemos que el plato en conjunto logra el éxito en la fiesta, pues además de delicioso, la decoración había sido muy bella, por lo que los invitados quedan satisfechos. Y en la segunda, se presenta el significado erótico de Pedro por Tita: Con verdadero entusiasmo se dispuso a preparar con un día de anterioridad el mole para el bautizo. Pedro la escuchaba desde la sala experimentando una nueva sensación para él. El sonido de las ollas al chocar unas contra otras, el olor de las almendras dorándose en el comal, la melodiosa voz de Tita, que cantaba mientras cocinaba, había despertado su instinto sexual (ídem). Así como también en la boda de Esperanza y Alex, pues los chiles en nogada son la comidilla de los invitados, provocándoles un grado de euforia sexual, una lujuria que los liberaba de los estatutos o leyes de etiqueta, pues en esa celebración Tita desbordó toda su alegría y sensualidad en su elaboración para permitir a los invitados esa dosis de amor carnal. Los invitados son los observadores y degustadores por excelencia pues en estos dos eventos reparan en los detalles de los platillos servidos: lo que contiene, las manos que lo elaboran y sirven, los objetos que lo acompañan, el lugar donde se coloca; el comensal que lo aprecia, aborrece o simplemente lo engulle sin pena ni gloria. (2007: párr.4) El interés está a flor de piel, pues resultan maravillados.

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Pero éste se volatiza debido a las reacciones tan fantásticas y sorprendentes que


les provoca a su organismo. . El arte culinario de Tita es sorprendente, debido a ese equilibrio de olores, sabores y texturas que seducen los sentidos por igual, al grado de que los comensales dejan los platos vacíos. Como los colores de los chiles en nogada que invitan la vista para ser consumidos. Lo que provocan los platillos es que los "compuestos biológicos de lo que comemos penetran el ADN de nuestras células y/o impregnan de los sabores más íntimos. Se cuelan hasta el último rincón del inconsciente, ahí donde se anidan los recuerdos y acurrucan para siempre en la memoria” (2012: p. 111). Sin embargo, la valoración de los platillos de Tita no siempre fue positiva debido a que algunas personas no deseaban revivir ciertos aspectos de su vida por que se suscitaba un cierto dolor y podrían ser ‘descubiertos’ sus secretos.Por ejemplo, Mamá Elena, casi todo el tiempo reprimía sus emociones cada vez que comía los platillos de Tita. En una escena muestra una reacción totalmente despectiva cuando Tita le trae un caldo de res en una “charola de plata cubierta con una servilleta de algodón,

bellamente deshilada y perfectamente blanqueada y

almidonada” ( 2010: p.136). Si bien Tita se esmeróen la presentación y elaboración de la comida, no tuvo un buen recibimiento de la misma, esto se debe a que Mamá Elena decía que el caldo estaba “asquerosamente amargo” (ídem), sólo para llevarle la contraria debido al resentimiento que tenía contra ella porque ésta quería casarse con John. Según Mamá Elena, Tita estaba planeando asesinarla poniéndole veneno en sus alimentos, para llevar a cabo su cometido. Por lo que esto nos lleva a la relación que tiene la comida con la muerte,puesto “que la comida no perdura sino que se echa a perder, dado que no sólo puede nutrir sino también envenenar, la comida es un pequeño ejercicio de mortalidad” (Goñi, 2007: 2001-2). Así como la comida es vista (como lo hace Mamá Elena para hacer daño, también funciona para curar. Una referencia de ello la encontramos en el caldo de res que Chencha preparó para llevarle a Tita, que se encontraba convaleciente en Eagle

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Pass, en donde el elemento curativo era la percepción olfativa, ya que el caldo anima, calienta, revive y “evoca hogar y cuidados” (Hernández, 2007,párr. 8), transformando el estado anímico de Tita de un evidente mutismo a una felicidad radiante en su rostro por medio de su llanto. En efecto, la fuerza creativa de Tita se establece en la comida que prepara, pero la palabra que proclama a los alimentos es otro ingrediente extra que permite estas reacciones y transformaciones en las personas. Así sucede con los deseos que Tita enuncia al muñeco de porcelana de la rosca de reyes, la mayoría de los cuales se harán realidad: “Ojalá que su madre dejara de atormentarla…! ¡Ojalá que Esperanza se casara! ¡Ojalá que Gertrudis regresara a casa!” (2010: p.179). Lo mismo sucede cuando, involuntariamente,Tita ensarta una maldición contra su hermana: cuando Rosaura insiste en repetir el destino de Tita en su hija Esperanza la irritación de Tita le hace desear que su hermana “nunca hubiera dejado escapar esas repugnantes, malolientes, incoherentes, pestilentes, indecentes y repelentes palabras. Más valía que se las hubiera tragado y guardado en el fondo de sus entrañas hasta que se le pudrieran y agusanaran (2010: p. 155). Como sabemos, Rosaura muere de forma grotesca y maloliente por “congestión estomacal aguda” (2010: p. 234). Es entonces que los alimentos y platillos tienen tanto poder debido a la fortaleza y entrega que manifiesta Tita al estar en la cocina, lugar que conoce con sumo detalle y en donde ella logra encontrar su voz, que había sido silenciada por tanto tiempo por su madre. Es a través del discurso culinario y de la elaboración de los platillos que comienza a crear un mundo propio cargado de texturas, olores y sabores que le permite ver, no sólo lo maravilloso de lo cotidiano, sino también reclamar el amor de Pedro que legítimamente le pertenece. La lucha de Tita, segúnWhittingham y Silva (1998): “es la de reclamar su derecho al acto estético en toda su plenitud, responde a la esperanza de que el amor en todas sus dimensiones conduzca al pleno goce de las capacidades creativas del ser humano y, por consiguiente, al pleno goce de la vida” (p. 63).Por eso mismo Tita perfeccionaba sus platillos, experimentando su creatividad, pues al haber estado

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con estos elementos es como ella proclamaba con orgullo las raíces precolombinas


que Nacha le fomentó. Como conclusión podemos decir que la comida alimenta la vida y el espíritu, es precisa y social. Es comunión con los iguales; es hermandad que transforma, libera o castiga cuando se está o no en sintonía con el otro. El acto de degustación va más allá del sólo comer; “es un acto que nos humaniza y humaniza al alimento. Nos damos cuenta de ingredientes, temperaturas, recuerdos, ornamentos, gestos y aromas. Se trata entonces de una experiencia estética” (2007: párr.15). Es enmarcar lo que implica hacer y ser el alimento en conjunto con su contexto, y entregarlo al otro. Los platillos de Tita son arte, son objetos de consideración estéticay sagrados, pues se elaboran y se planifican cuidadosamente; se armonizan (el universo de la cocina)para poderse ofrecer al comensal como un manjar de dioses. Referencias bibliográficas Cândido Parra, Edna (2000).Análisis de un fragmento de Como agua para chocolate.Anuario brasileño de estudios hispánicos, n° 10,127-132. Recuperado de: http://www.mec.es/sgci/br/es/publicaciones/anuario/abeh2000.pdf Escaja, Tina. (Julio-septiembre, 2000).Reinscribiendo a Penélope: mujer e identidad mejicana en Como agua para chocolate.Revista Iberoamericana, LXVI, (192),571-586. Recuperado de: revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/.../ articule/.../59428 Esquivel, Laura (2010). Como agua para chocolateMéxico: Planeta Mexicana. ----(2012) Íntimas suculencias. Tratado filosófico de cocina. México: Punto de lectura. Gamboa Moreno, Berta (diciembre, 2012). La cocina y la experiencia culinaria como proceso artístico y creativo.Revista Creatividad y Sociedad, n° 19, 1-38. Recuperado

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Goñi Pérez, Aurora María (2007). El sentido del gusto como símbolo de la comunicación e introversión en Laura Esquivel: Como agua para chocolate. Revista de filología Románica. Anejo V. 193-203.Recuperado de: http://revistas. ucm.es/index.php/RFRM/article/viewFile/RFRM0707330193A/9714 Hernández, Marisela (junio, 2007). En torno a un plato de comida: aproximaciones al mundo de la comida y el comer. Revista Espacio abierto, 16 (2) ,243-260. Recuperado de: http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S131500062007000200004&lng=es&nrm=i J. Whittingham, Georgina, Lourdes Silva (julio-diciembre, 1998). El erotismo ¿Fruto prohibido para la mujer? Como agua para chocolate y Del amor y otros demonios de Gabriel García Márquez.Texto crítico. Nueva época. n° 7, 57-67. Recuperado de : http://cdigital.uv.mx/bitstream/123456789/7377/2/19987P57.pdf Johnson, Katheleen. Como agua para chocolate: Tita, una nueva imagen de la mujer latinoamericana. The South Carolina Modern Language Review, 1 (1),2943.Recuperado de: http://images.acswebnetworks.com/2017/78/JOHNSON.pdf

Kareen Pamela Ortiz Velarde (Chihuahua, Chih. 1989). Es egresada de la licenciatura en Letras Españolas de la Facultad de Filosofía y Letras, UACh. Participó como ponente en el 1er Encuentro Estatal de Jóvenes Investigadores “Todo tiene su ciencia”, en la ciudad de Chihuahua, y como asistente en eventos y proyectos artísticos y culturales.

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"Arte útil" Jesús Ramírez


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“Amor de madre” Maya


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“Beauty Mary” Maya 44


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“El espejo de mi alma” Maya 46


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“La vida pasa” Maya 48


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“Sólo en el mundo” Maya 50


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¿DE QUÉ MURIÓ? ─ ¿De qué murió?─ preguntó uno de los presentes en la sala de espera, al enterarse de la terrible noticia. ─ Los doctores no lo han confirmado aún─ respondió uno de los familiares con la voz entrecortada y tratando de conservar la calma. ─ Yo sé de qué murió─ terció un hombre que estaba recargado en una máquina expendedora a la entrada de la sala de espera. ─ ¿Quién es usted y por qué dice eso?─ preguntó confundida y cansada la esposa del ahora occiso, dirigiendo una mirada entre intimidante y desafiante al cantinero, pues ese era el oficio de aquel hombre que llegó a alterar el orden de aquel lugar; sí, él era el encargado de atender el paraíso de los trasnochados en la famosa esquina de Abasolo y Madero en aquella ajetreada ciudad, a donde tanto solía ir después de una larga jornada laboral el ahora difunto. ─ Soy la última persona que lo vio vivo, señora, mis más sinceras condolencias ─ respondió de la manera más respetuosa que pudo el cantinero a la viuda. ─ ¿Qué quiere decir con eso? ¡No venga a burlarse! ─Para nada, señora, esa no es mi intención, pero le digo, yo fui el que le sirvió el último trago de su vida, ya me temía yo esto. ─ ¿Ah sí? y ¿de qué murió, según usted? ─Murió ahogado. ─ ¡Ahora sí, lárguese! Los policías lo encontraron en un parque agonizando y fue cuando lo trajeron hacia acá. Saquen a este hombre que ni conozco y nada más se está burlando de mi dolor. ─No fue en agua, señora. ─ Entonces ¿cómo se ahogó sin agua? Por favor, explíqueme.

CREACIÓN LITERARIA

─Era raro, hay que reconocerlo; sólo llegaba a la cantina y pedía su trago. ¿Sabe? Todos los que llegan a esos lugares van a desahogarse, cantar sus penas, llorar su mal de amores y traiciones, maldecir a las mujeres que tan mal les han pagado; usted sabe cómo son esos sitios; pero él no, después de que le servía su trago, únicamente se limitaba beberlo: un tequila derecho, sin limón ni sal, de veras rasposo; luego otro, y otro y otro, ni una palabra salía de esos labios. En cuanto terminaba sus tragos, pedía la cuenta y se iba, a veces dejando de más, a veces


dejando de menos ya de lo borracho que salía, pero yo ya no le decía nada pues todo se iba compensando, ya a estas alturas no sé si me quedó a deber o le quedé a deber, ya ni importa. Pero ni una sola palabra más que el pedido del tequila, eso fue lo que más intrigado me tenía y veo que al final de sus días esa fue lo que lo mató: el “te quiero”que nunca dijo, el “perdóname” que nunca pidió, el “púdrete” que jamás gritó, el “ayúdame” que por orgullo nunca pidió, eso: ¡Se ahogó con las palabras que nunca expresó! Raúl Hernández

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EGO Bien. He puesto la última mina ralentizadora. Revisado más de tres veces las rutas de escape y tengo listas mis habilidades de maestro ninja nivel 77: Devorador de tiempo, Decapitador de almas y Demoledor de espacio. De acuerdo con lo que me dijo el vendedor de armas de la Aldea Gebun, lo recomendable es usar las espadas cortas Céfiro Celestial y las shuriken Tormenta Infernal. Primero atacar al Gran Wicker directo a las piernas para que pierda velocidad, luego a los brazos para restarle fuerza y por último a la cabeza. De lo contrario irá recuperando puntos de vida y cargará su poder especial: Caos Infinito. Imaginé un escenario distinto ya que es el último jefe. No importa, es adecuado para mí: pasillos de mármol amplios e iluminados, paredes con pocos adornos y puertas de madera (quizá sean útiles). Estoy listo, aunque me preocupa que en verdad sea necesario hacerle frente en grupo: si uno es derrotado, en la Mansión Arit, se condena a vivir en ella como estatua hasta que alguien lo libere. Las actualizaciones circulan rápido entre los jugadores, y yo traicioné y sacrifiqué a los miembros de mi equipo para llegar aquí. Ojalá el reconocimiento lo valga. Dante Vázquez M. Ciudad de México. Ganador del VI Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2014, es autor de Apocalipsis hoy, (H)onda Nómada Ediciones, Colección Pase de Abordar, 2013. Cuentos y poemas suyos han sido publicados en distintas antologías y revistas digitales e impresas. http://dantevazquez. wordpress.com/

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FOTOGRAFÍAS El cuarto del hotel tenía sólo una ventana pequeña; como llegamos de noche, y sin reservar, sólo quedaba éste. Al correr las cortinas, por la mañana, por fin apareció Pachuca. Cientos, quizás miles de casas, en el monte de la izquierda; luego la planicie tersa, infinita en su brevedad; al otro lado de la ventana, a la derecha, otro monte plagado de casas. Aquello era como un tablero de ajedrez olvidado, inverso: las casas pobres, minúsculas como peones, igual de grises y uniformes, en la retaguardia; las casas grandes, con sus altas torres, al frente del campo de batalla. Una tregua áspera, desesperante. Un cristo de piedra rosada en la punta de otro monte vigilaba. -Debes comer algo, el jugo aunque sea. Mi madre finge no escuchar, se voltea, cierra los ojos. De tanto que lo extraña, de tanto que le hace falta, ha aprendido a imitar el sueño. En la televisión el suicidio de Robin Williams, Medio Oriente, la próxima defensa del campeón welter en turno de la OMB. Las paredes son delgadas, escucho toser a alguien, el ruido del inodoro, una regadera. Se parece a la casa de interés social donde vivimos. No, no podrá ser aquí, lo sé. Mamá se levanta, va al baño. Un poco de vapor sale por debajo de la puerta, pero no escucho la regadera. Me visto sin bañarme, pienso en guardar el reloj en la caja fuerte dentro del closet pero luego me arrepiento: quiero que desaparezca, quiero tener un motivo para reñir, explotar. Es inútil: sé que ahí estará cuando volvamos. Las cosas no desaparecen con sólo ignorarlas un momento. La sonrisa de la recepcionista es como los folletos en la pequeña mesa de la entrada: nunca se agota. Salimos despacio, tomados del brazo. -Ten cuidado con los escalones. No me oye, o finge no oírme; a estas alturas ya no importa. Recorremos las calles, esos inmensos camaleones de asfalto: se hacen subida cuando subes, bajada cuando bajas. No son calles solamente. Una estampida de sonidos informes, oscuros, nos recibe cuando alcanzamos el centro de la ciudad. El teatro Hidalgo. El palacio municipal. La gente parece no tener ojos aquí en Pachuca, no te miran, parecen estar acostumbrados a ignorarse; así, en esta situación, lo agradezco.

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-Aquí se comen pastes, muchos pastes. Eran el alimento de los mineros. Mamá, siempre narrando las vacaciones. Creo que a ella un hijo ciego le hubiera venido como anillo al dedo. Asiento, le sigo el juego. ¿De qué tipos hay?, ¿cuál es el más vendido?, ¿por qué se llaman pastes? Sus respuestas vienen veloces, servidas siempre con una fuerte guarnición de anécdotas tipo Reader´sdigest, la clase de cosas que uno comenta en las fiestas aburridas; datos que bien pueden encontrarse en la parte trasera de las cajas de cereal. Se detiene de repente, saca de su bolsa de mano la cámara fotográfica (insistió en traer su propia cámara, una Kodak que aún funciona con rollo) y le pide al primer hombre que ve nos tome una fotografía. Se queda quieta, se alisa el poco cabello que le queda y sonríe. Paso mi brazo derecho por sus hombros, sus huesos pronunciados como piedras bajo la delgada piel del río. Me asusto, me duele. Agradece al hombre y recibe la cámara, luego la guarda. -Si algún día te casas, que sea en aquí. Anda, prométemelo. Le digo que sí. Creo que es un poco cruel prometerle ese tipo de cosas que, ambos sabemos, no cumpliré. Seguimos andando erráticamente, a donde nos lleva el aire que, por cierto, sopla de manera singular aquí. -La llaman La bella airosa por algo, ¿no? Ya no me espanta que parezca adivinar mi pensamiento; sin embargo, me duele esa capacidad suya. Paul McCartney dijo que si los rastros tuvieran paredes de cristal todos seríamos vegetarianos. Bueno, si los humanos fuéramos de piel transparente hace mucho que nos hubiéramos extinguido; y como el lenguaje sí tiene algo de transparente, por eso lo opacamos con mentiras, piadosas o no piadosas. Pasamos por una clínica del Seguro Social. La gente aquí parece cargar el dolor de otro modo. Aquí el dolor no les dobla la espalda, sólo les abre los ojos de una manera desmesurada. Recuerdo cuando todavía buscábamos alguna esperanza, un diagnóstico diferente, alentador. Así debíamos vernos, como ellos: exangües en las sillas de espera, la mirada fija en la puerta del doctor, las agujas de tejer de la señora de al lado rebanándonos el oído, corriendo por la espina dorsal, chocando contra nuestros dientes. Luego pasar a la oficina, escuchar lo mismo de siempre, sólo que de otra forma, y salir. Salir a la vida, a lo que le quedaba de vida. Llegamos a la avenida principal. Es limpia, impecable, pero le falta algo. Como las mujeres de piel suave, inmaculada, en su peso exacto, sin defectos visibles que,

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no obstante, no alcanzan a ser bellas. Damos la media vuelta, no nos atrevemos a


atravesarla. O no nos interesa. -¿Cómo le pondrás a tus hijos? Si el primero es niña, que lleve mi nombre. Le digo que sí, que no se apure, que ya lo tenía planeado. Compramos pastes, uno minero, de papa, carne molida y rajas de chile; uno de arroz con leche y uno de piña. Lo mismo para los dos. Pastes dulces y pastes salados. Entrada, plato principal y postre casi iguales. Como los días de quien espera la muerte, todos iguales por fuera, con ligeras variantes que no alcanzan, en realidad, a hacer ninguna diferencia. Nos sentamos a comer cerca del reloj. -Mejor no –dice con un bocado entre los dientes- ponle otro nombre, éste parece tener algo, como que no le sienta bien a las mujeres de esta familia. La abuela murió relativamente joven, de la misma enfermedad que mi madre. Antes que yo, mis padres tuvieron una hija que murió a los dos meses de nacida. No la conocí más que en fotos. Las mujeres de esta familiacompartían nombre y, al parecer, también algo más. -Dame otro, uno de arroz. La mano de mi madre, delgada, casi transparente, se hunde en la bolsa de estraza, como un animalillo débil en la madriguera. No la había visto comer así desde hace tiempo. Sé que por la noche pagará el precio, y ella también lo sabe, pero parece no importar. Miramos el reloj, sobre el que el cielo de Pachuca se desangra. -El símbolo de la ciudad –dice mi madre- el reloj y el aire. Es enorme, las manecillas son del tamaño de hombres, tal vez un poco más. No entiendo un reloj tan grande. Quizás aquí no comprendían del todo el tiempo y se inventaron un reloj enorme para mirarlo más de cerca, diseccionarlo, hacerlo suyo; como una enorme lupa para observar los segundos pululando dentro de cada minuto, como los microbios en una gota de agua. Pero no quiero pensar en microbios, ni bacterias ni virus, nada que, quizás, me haya obligado a hacer este viaje con mi madre, buscando un lugar para dejar atrás el cuerpo. -Ven, que nos tomen otra foto. No puedo decir nada, para cuando me doy cuenta ya le entrega la Kodak a una señora muy alta. Nos colocamos frente al reloj. La señora nos toma cuatro, cinco fotos. No nos dimos cuenta: el sol estalló, dejando sus trozos en cada farola de la calle, en cada foco de los establecimientos. Las construcciones lucen mejor de noche: Pachuca es una dama que luce mejor a la luz nocturna. Mamá da las gracias a la señora y se cuelga la cámara del cuello. Avanzamos hacia el hotel,

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mamá toma fotos de las casas abandonadas que se encuentra en el camino; no son pocas. -¿Por qué las abandonarán? -No sé, tal vez le dejaron un lugar a sus muertos. Sonrío con su ocurrencia. Ella se detiene, me mira. -Ahora que muera, no vendas la casa. Prefiero que quede como éstas a que sea de alguien más. Quiero que sea tuya, aunque no vivas en ella, pero que sea tuya. -Claro. Me indica con la mano que me coloque frente a una de las casas, me toma una foto. La miro enfocar, y en sus ojos reconozco mi historia. Seguimos calle arriba, con el aire desollándonos. En el hotel, cenamos. Somos los únicos en el restaurante. El mesero está cansado y aun así es amable. Mamá también está cansada, llena de un agotamiento que está más adentro de lo normal. Se miran cómplices. Entramos a la habitación. Logramos dormir sin mayor contratiempo. Al día siguiente mamá me pide que revele las fotos. Me toma más de dos horas hallar un sitio donde aún revelen fotografías. Sé que ella sabía que casi no hay sitios así ya, sé que ella necesitaba estar sola para digerir el inevitable fin, un viaje donde ya no podrá tomar fotos. Como estas casas, las fotos que voy a revelar un día estarán abandonadas, y en ellas habrá la reminiscencia de alguien que ya no está, pero que no acaba de irse por completo.

Aldo Rosales Velázquez. Ciudad de México, 1986. Autor de los libros de cuentos “Luego, tal vez, seguir andando” (Río Arriba, 2012), “Entre cuatro esquinas” (Fondo editorial Tierra Adentro, 2013) y “La luz de las tres de la tarde” (Fondo Editorial BUAP, 2015). Actualmente dirige las revistas “A buen puerto” y “Arribos”. Coordinador del taller de creación literaria del FARO Indios Verdes.

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LABIOS ROJOS Adrián Ortega Iturriaga La habitación es roja y el techo y la puerta y la alfombra y la boca y los tacones de Furia. Dice que su nombre es Furia y deja caer la bata roja sobre la alfombra roja y se acuesta sobre la cama, desnuda y con el pubis lampiño. Su nombre real no es Furia. En esta habitación puedes llamarte Furia o Niebla o Salchichón o Peter Pan o Letrina o Han Solo y lo único que podemos hacer es mirar, como en un show de Las Vegas o en un concierto de Nick Cave &TheBadSeeds o en una casa de perversiones de la calle Corregidora donde hay un cuarto rojo. Somos cuatro, cada quien en una esquina, de pie, traje negro y camisa blanca y corbata roja, uniformados, no sé sus verdaderos nombres, sólo sé que uno se hace llamar Hellmann's, el que está a mi derecha, y luego está Sinatra y el güero es Obama y cuando me preguntan, yo digo: -Kellog's. -¿Como el cereal? -Sí, como los Choco Krispis. Asienten. Hay luces fuertes que calientan la habitación y están dirigidas intencionalmente hacia el centro, donde Furia se acaricia los pezones y se chupa los dedos y se frota contra la alfombra y a Sinatra se le para. Puedo ver su pantalón deformado por la erección. No se toca, tiene los brazos caídos y firmes, como dos soldados, pulcros y disciplinados, criados para obedecer órdenes aunque no tengan lógica. No estamos en silencio. De hecho, la música es tan fuerte que es imposible escuchar si Furia está emitiendo algún gemido. Podría estar insultándonos. Podría estar describiendo la forma en que va a cortarnos las pelotas. En cambio, escucho a BilyIdol diciendo Well I feelallright.Furia sigue con su espectáculo. Me pregunto si sabrá a lo que hemos venido. Sospecho que no. Ni siquiera yo sé a qué he venido. A poner a prueba la demencia de la humanidad. A colectar evidencia y comprender la perversidad en carne propia. A intentar descifrar lo que soy. O tal vez sólo porque es sábado y quedarme en casa resultaba demasiado aburrido. Entra un tipo desnudo, sólo lleva calcetines y un moño amarrado al cuello y en las manos sostiene una bandeja con muchísimo profesionalismo. Deja traslucir que

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lo han enseñado bien. Tiene la cabeza afeitada, la luz rebota contra su piel sebosa. En la bandeja hay una jeringa y dos frascos y el tipo camina con una seguridad que asusta, se coloca a un lado de Furia, que sigue manoseándose con entusiasmo y mete la jeringa en uno de los frascos yaquí es donde el pantalón de Obama se descompone. Yo aún sigo esperando. No sé qué es lo que espere que pase. Algo insólito. El calvo inyecta a Furia lo que yo creo que es una dosis de heroína, no estoy seguro, nunca he visto algo así en vivo, pero eso es lo que pienso, ahí, sin excitarme aún y Furia pone los ojos en blanco y empieza a masturbarse con muchísima desesperación y le vienen uno, dos, tres, cuatro orgasmos y en cada uno saca un chorro de fluido traslucido que le empapa las piernas y es en ese momento cuando Hellmann's cierra los ojos con fuerza y se embarra a la pared y me pregunto qué chingados le pasa a mi cuerpo insensible que no logro excitarme. Hay una sola regla en este lugar y es que no puedes tocar nada, ni siquiera a ti. Nada. Tocas algo y te sacan a patadas. Es después de la cuarta erupción cuando el calvo coge el segundo frasco, un poco más grande que el anterior y lo destapa y dejar caer el contenido sobre Furia, que parece no darse cuenta de nada y sigue sobándose el clítoris, enrojecido ya, como la alfombra y la puerta y el techo y veo la araña café que camina sobre su abdomen y grito y veo que el pantalón de Sinatra está a punto de estallar y nadie me escucha porque en la habitación no puedes escuchar ni una mierda, sólo a Robert Palmer diciendo It'scloser to thetruth to sayyoucan'tgetenoughy la araña camina sobre la piel amarillenta de Furia y yo sigo gritando inútilmente y veo que el bicho empieza a estresarse porque va de arriba abajo muy rápido, como quien se pierde en una selva tupida y le entra la desesperación y es en ese momento cuando miro en picado y veo que mi pantalón está tan descompuesto como el de mis cómplices y entiendo que estoy cayéndome de mis estructuras y que estoy yendo vertiginosamente hacia el fondo, sin paracaídas, sin alas y Furia despide la quinta eyaculación y ellíquido vuela y hay gotas que aterrizan por todo su cuerpo y una gota traicionera que elige el cuerpo peludo del arácnido y los colmillos se encajan en el muslo de Furia, lo sé porque la araña sale corriendo en dirección a Sinatra y veo dos puntitos rojos como los labios y los tacones y la pared que me soporta y veo a Furia convulsionarse y sacar espuma blanca por la boca y su cuerpo queda todo arrugado como una hoja de papel que se hace pelota porque el contenido es imperfecto y va a lanzarse a la basura y olvidarse. El calvo se

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precipita sobre la araña y en la alfombra quedan dos cadáveres recostados, llenos de adrenalina e ingenuidad. Al día siguiente estoy tocando el timbre de la casa de Obama. El tipo que abre no se parece en nada al Obama que vi la noche anterior,pero tiene que ser, no hay de otra. Él, en cambio, me reconoce de inmediato porque aún llevo el traje y la camisa blanca y la corbata roja y ahora tengo el cabello hecho un desastre y la cara hinchada por el desvelo y el tequila que he estado ingiriendo descontroladamente. Me mira como si acabara de ver a Melvin, el elefante café que aparece en las cajas de Choco Krispis. Melvin succionando una teta como si fuera una gran aspiradora. Algo así es lo que ve. Y yo digo: -Ayúdame a entender. Lo digo con muchísima desesperación y violencia, asegurándome de que no vomite alguna típica estupidez como: ¿qué haces tú aquí? O alguna tontería de esas. -Ayúdame a encontrarme -digo. Y él, con sus ojos azul Windex y sus rizos dorados me dice: sí. Me dice que pase y abre la puerta. Me dice: -Siéntate. Obedezco a lo que dice y entro a un salón muy grande, lleno de luz, piso de madera, dos sillones y unos libreros altos y poco poblados, todo muy bien dispuesto y yo me digo: así tiene que ser Obama por dentro, como este salón, sin el menor desorden, un poco vacío, sin mucha información pero todo perfectamente acomodado. Cuando me siento en el sillón de piel no me sorprende que Obama se acomode a mi lado, muy cerca. Y cuando cruza el brazo por detrás del respaldo a un lado de mi oreja, aún sigo estudiando el salón y preguntándome en qué radica que un hombre sea un obsesivo del orden mientras que a otro le valga un carajo y haga de su vida una mierda, si será genético o si será algo en la leche que mamas de bebé o si es porque en la escuela te hablaban de Cristo y no de Darwin. Me sigo preguntando banalidades cuando siento la mano de Obama en mi hombro, consolándome como un gran amigo, o eso es lo que yo pienso en ese momento y veo su cara bronceada y su boca que se mueve y dice: -Tranquilo -y su mano me aprieta con suavidad el hombro, como una pinza sin

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fuerza-. Sólo… abre los ojos. O sea, no en el sentido literal sino, sabes a lo que


me refiero, ¿no? A lo que se dice abrir los ojos. -Ojos azul Windex bien abiertos mirándome con cariño-. Algunos piensan que hay que abrir una coladera en la calle y echarse un clavado y que ahí van a encontrar a una secta de maniacos. No. Las perversiones viven a un lado de tu casa. Son tus vecinos. Muchas veces hasta tu pareja, que se avergüenza de su cochambre y esconde un cacho de su personalidad y tiene que salir de noche, como un vampiro, a cazar. ¿Quién eres tú?, preguntas. Pues veamos -dice. Aquí es cuando los dedos de Obama se desprenden de mi hombro como una semilla voladora y viajan flotando hasta mi cinturón, que desabrochan con parsimonia y luego hacen los mismo con el botón y con la bragueta y yo me quedo quieto, sin decir nada, medio asustado pero seducido por una curiosidad casi científica. -Eres un científico -dice Obama poniéndose de pie, sus manos ya no revolotean cerca de mi cuerpo, ahora están alineadas con sus hombros, en descanso. Dos soldados. Me pide que lo siga. Trepamos por unas escaleras hechas para subir al éxtasis y, una vez arriba, siento como si fuéramos viajando en una nave espacial, sin fuerza de gravedad, y floto y ahora pienso en un globo que se suelta de la mano débil de un niño y que se pierde conducido por la irresolución del viento y ya no sé a dónde se metió Obama, así que abro puertas tras puerta y veo vacío y veo las entrañas del orden de Obama y veo a mi sombra inmiscuirse en todos los rincones. Escucho la voz de Obama, diciendo: -Eres un detective. -Eres un astronauta. -Eres un filósofo. En la cama veo el cuerpo bronceado de Obamaentrelazado con el cuerpo amarillento que la noche anterior vi convulsionarse y marchitarse y arrugarse como una hoja de papel al fuego o como un condón usado y seco y abro la boca y luego la cierro porque las palabras no llegan hasta mi lengua. Furia. Los labios rojos de Furia. Me acerco y veo piel de vainilla y beso los labios rojos de Furia y Obama me abraza y estoy enredado por un cuerpo de ocho extremidades que me aprisionan. Una araña de piernas y brazos de carne humana, suave, húmeda, agria. El clítoris rojo. Lo lamocomo si fuera un caramelo que quiero deshacer en mi boca y hacer estallar en una explosión a chorro y sucede y el líquido salado me entra a la nariz y cierro los ojos y Obama me dice: no los abras. Ahora es mi

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cuerpo el que se vuelve un caramelo gigante y dos cachorros hambrientos me devoran, compulsivos. Y Furia dice: va a dolerte. Y siento unas patas de insecto que me caminan por el abdomen. Y siento la adrenalina tensarme los músculos, porque no sé si es un juego o si es verdad. Y me pregunto cuál es la diferencia, si la verdad es un juego. Y escucho una voz lejana y oscura: buen viaje, astronauta. Semblanza Nací en Morelia en los ochentas, cuando todavía era buena idea parir hijos en esa ciudad. En aquel año, el ladrón más inhumano llegó al poder. Estudié la licenciatura en Ciencias Ambientales en la UNAM, luego una maestría en Literatura y Creación Literaria en Casa Lamm y, actualmente, curso una maestría en Geografía, nuevamente, en la UNAM. No es que sea un adicto a la escuela. O tal vez, de clóset. He publicado cuento y poesía en algunas revistas y blogs. Me encantan las galletas y las mujeres que comen con las manos. Twitter @Adrian_Orit

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LÁTEX - ¿Cuál es la diferencia entre una puta y una amiga? – Hizo la pausa que demandaba el chiste antes de soltar la respuesta – ¡Que las putas cogen con todos, pero las amigas cogen con todos menos contigo!Todos rieron. Hasta las viejas que estábamos allí, no sé si por chingar o porque realmentea todos les parecía elocuente el chiste. A mí no me gustó No porque fuera feminista y me indignara esa clase de argumentos; finalmente teníaun fundamento válido. Me cago, porquede todas las que estábamos ahí, yo tenía fama de puta en el grupo.Pero igual me reí. En primeraporque la risa idiota y estruendosa de Poncho era más graciosa que cualquier chiste que contaba y en segunda porque estaba igual de pacheca que todos. Pinche convivio de fin de semestre. La neta yo todavía debía Inglés y ya me había gastado el varo del ordinario en la copera para las botellas.El chino prestósu cuarto. Lo rentaba con su hermana mayor que también estudiaba en la Uniy que le faltaban dos semestres para acabar arquitectura. Ella ya se había regresado a su pueblo después de aprobar el semestre.El güey del Chino, que se llamaba Sebastián para mayor referencia, debía la mitad de las materias y nada más le quedaba comida para tres días.Estaban todos. “La primera fiesta grupal” mencionaban los más optimistas. El primer semestre de carrera había valido madres y ahora era tiempo de echar desmadre. La neta yo había ido sólo para ver si me pegaba unos besos con Poncho. Era un pendejo pero me recordaba a un novio de la primaria al que le agarraba la mano en el recreo. Como sólo había dos sillas todos nos mostramos democráticos y optamos por sentamos con la espalda pegada a la pared en la estancia que dividía las dos recámaras. Al comienzo fue incómodo. Era claro que después de seis meses compartiendo un mismo salón aun éramos unos desconocidos. Se formaron los mismos grupitos de siempre. Yo me quedé cerca de Poncho, escuchando sus chistes pendejos. Las más aplicadas se fueron primero cuando vieron que el Chino ya medio pedo pasaba a recolectar para más pomos.Ya con el grupo reducido, no recuerdo quien, sacó la verde y así terminamos de purgar el reave. Con la puerta y las ventanas cerradas, rápidamente el lugar tomó la forma de un pequeño horno.

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El pedo se me bajó de volada pero el apetito se me disparó aproveché que el Chino se metió a la recámara con Lulú para bajarle la mitad a su cereal,que tal vez era su desayuno de mañana. Ya había cachado a Poncho viéndome las nalgas varias veces. Como todos andaban ya en su viaje me acerque a él. No sé si por efecto de la yerba o porque escuchaba rechinar el colchón en la recámara pero al poncho lo vi más guapo y me entraron ganas de algo más que un beso. El bato no perdió tiempo y me dijo quesi nos metíamos a platicar en la recámara restante. A mí me prendió la idea pero lo dije que no, que tenía ganas de seguir aspirando el humo. No insistió y me rodeó la cintura con su brazo. Yo no dije nada. Nos dimos otro toque y permanecimos un rato más en el piso hasta que sentí adoloridas las nalgas y me levanté al baño. Al salir me fui directo a la cama del cuarto restante y a los dos minutos Poncho entró Los demás estaban dormidos o muy pendejos. La neta yo estaba igual pero me había entrado la calentura y por lo visto a Poncho también. Se recostó a mi lado. Me acaricióel pelo en un gesto de ternura que poco encajaba con el momento, pero que me gustó Me puso su mano sobre mi pecho. Su mano era más grande de lo que había pensado. Todo mi pecho cabía en ella. Lo sentí restregarme la pelvis y a su bulto que iba tomando fuerza de a poco. Intentó besarme en la boca pero giré ligeramente la cabeza. Eso lo sacó de pedo. Lo volvió a intentar, eso me gusto aún más, pero no lo dejé de nuevo. - ¿Quépedo contigo? - Nada, güey. Me agarró el muslo y subió la mano libre hasta mi entrepierna. Se fue a mi cuello como un Pitbull. Me dio miedo que me dejara una marca pero ya andaba bien mojada y lo dejé. El cabrón jadeaba. Le empecé a jugar la cabeza por encima del pantalón. Parecía un cohete a punto de despegar. Recorrió su mano, que apretaba mi pecho, a mi espalda e intentó desabrocharme el brasier. Sentí fría su mano, como la de un muerto. Ahí lo paré en seco. - ¿Qué pedo güey? – Preguntó. - Nada güey, pero acuérdate quesoy tu amiga no una puta. – Le sonreí. – No mames, no me dejes así, güey – Dijo con una cara de súplica que casi me suelta el payaso. Lo besé. Primero suave y luego fuerte hasta morderle el labio superior. Deslicé mi

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mano por debajo de su pantalón. Estaba hirviendo. Sentía su miembro duro como


el concreto. - Qué grande la tienes. - ¿Te gusta? - Me encanta. La quiero. Empezó a quitarse en chinga el cinturón. Yo me tuve que quitar el brasier y desabotonar el jen´s porque el pendejo no pudo por lo prendidote que estaba. - ¿Traes condón? Me miró con la misma carita estúpida de súplica pero ahí sí lo mandé al carajo. – ¿Traes condón? – Le pregunté de nuevo. Afirmó con la cabeza y buscó su pantalón bajo la cama. Lo sacó de la cartera. Le extendí la mano para tomarlo. Estaba casi sin aire pero yo también ardía en ese momento. Me mordió los pezones como dos pedazos de goma. Me sentía escurrir. Se la empecé a jalar con una mano mientras la otra toca el latex del condón para descifrar de qué lado desenrollarlo. Fue entonces cuando empezó a jadear peor que un animal. Sentí sus manos estrujarme fuertemente la cintura como sosteniéndose para no caer de un puente de gran altura. Le miré el rostro. Lo viví en cámara lenta a pesar de que todo ocurrió en cuestión de segundos. Su frente amplia arrugándose mientras sus ojos se iban crispando, la apertura de su boca ahogando un aullido, su cuerpo tomando una rigidez de roca para luego pasar a pequeñas sacudidas que terminarían en un temblor. Mi mano entonces cubierta de su espeso y caliente semen escurriendo entre mis dedos. - Ay, perdón – Dijo, después de unos momentos en que sus ojos parecían regresar a su lugar. Seguía tocando mi pecho. Pero evitaba juntar su cuerpo a mi torso que también había sido alcanzado por su precoz disparo. – Ay, perdón, es que la emoción – repitió jadeante. Me quedé inmóvil en la cama. Me limpié la mano en la sábana. - ¿Estás molesta? Estaba emputadísima. Pero aún así, negué con la cabeza. Le miré de nuevo. Algo en su cara de pendejo me resultaba tierno. Pinche sentimentalismo pacheco que me sale. Le di un beso y me recosté junto a él. En menos de un minuto ya estaba dormido. Me recogí el fleco de la frente. Mi mano virgen olía a látex, no quise imaginar a qué olía la otra. Iván Landazuri

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TAZAS DE BAÑO Jesús Ramírez Hay un montón de tazas de baño en el patio de la casa. No tienen un uso, solamente están ahí. Nadie las usa o mencionan que están, simplemente están. Artefactos inservibles, dice mi abuelo cada que pasa y las ve. Las personas llegan de visita les decimos que es una obra de Duchamp, una nueva versión de la fountain. Ellos sonríen y me empiezan a cuestionar sobre el artista. Les digo que es muy famoso, pero que por supuesto su arte es muy complicado. Un día un tío llegó con ellas, las dejó, nunca más volvió a decir qué pensaba hacer con ellas. A veces pensamos que esas tazas de baño han estado desde el inicio de los tiempos, que son una herencia familiar o algo así. Cuando la ciudad decide que llueva, se llenan de agua y se convierten en fuentes, criadero de renacuajos. Son esto, hasta que mi abuela empieza a gritar y alguien tiene el infortunio de tener que vaciar una por una. En invierno lucen inertes. Mi abuelo bromea diciendo que son excelentes asientos. Ellas (las tazas de baño) están ahí, negándose a ir. Se resisten a todo tipo de decisión unánime de querer sacarlas de la casa. Contarán historias. Objetos históricos protegidos por una secretaria de defensa de la cultura. Arrestados todos si alguien piensa en tocar esas pobres tazas. Sueño a un historiador haciendo historiografía observando las tazas. Mi madre me dice que mi tío sufre de síndrome de Diógenes. Yo nunca he escuchado del síndrome. Me dice que es una enfermedad en la cual se acumulan la mayor cantidad de objetos posibles, que eso leyó en Wikipedia. El tío Diógenes sufre de un síndrome con su nombre. Las cosas son muy importantes para él, es por ello que siguen ahí, como si fuera una extensión más de su ser. Una extensión que todos tenemos la obligación de cuidar o soportar. Es por ello que cuidar la obra de Duchamp/Extensión del ser, es importante. Yo no les creo nada, pienso en lo feo que se ven. Es por ello que me esperaré a que duerman para poder regalarlas.

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VIENTRE SECO Sola, casi sin cuerpo, incubando deseos fallidos, remembranzas de los fantasmas que se esconden entre cosas, personas y situaciones. Aquí, mis palabras vociferan un resurgir que aviva la esperanza de su llegada. Todo a partir de un caminar entre el tiempo y el espacio que se hace propio y tan ajeno a la vez, pero que está ahí para ser contado. I.

Las nimiedades suele llamarse este relato, este nimio texto que no dice

nada. Mi niña interior es aquella niña triste que va de un sendero a otro sin decidirse por ninguno. Pero nunca se pierde del todo. Siempre regresa a la estación llamada Nada. II.

Del fantasma llamado Padre.

De esas veces que es inevitable enamorarse del padre a través del otro. De enamorarme de su mirada, de sus palabras, y lamerme de vez en cuando las heridas para fingir que todo está perfecto con una sonrisa. III.

Trazando la (in) existencia

Siempre escribiendo insignificancias. Refiriéndome a la nada porque ésta no busca un nombre que le provee de existencia. Mi objetivo siempre fue claro y digno: nada. Nada como lo que suelo ser en este mundo. Nada que me conceda existencia. Nada porque soy insignificante. Insignificancia radiante para hacer más brillante el contorno del sol. Un sol que no soporto y que quiero destruir en mil pedazos. Un espejo que me deja ciega. IV. Capullo

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Ella estaba ahí, balbuceante. Estaba ahí como la que se desprende los ojos para no llorar. Ella guardaba silencio en la habitación para ser y no ser parte de la misma. Ella se desnudaba y babeaba. Babeaba sus pechos y sus piernas para contemplarse húmeda. “Con la humanidad siempre se está viva”, eso le decía su madre. El capullo de babas ya la había rodeado por completo, sólo era cuestión de esperar. V.

La dama de la noche

Mujer 1 (la básica): Pero qué clase de hombres te suelen gustar. Son tan sólo unos pendejos que ni siquiera saben coger con gracia. Eres una idiota, eso es lo que eres. Mujer 2 (la romántica): Son tan sólo desvelos para una noche de desencanto. Qué importa coger, eso es lo de menos. Mujer 1 (la básica): Eres una pendeja. La satisfacción del cuerpo, de la carne, siempre lo desdeñas. Pero eso, eso, es lo que realmente importa. Mujer 2 (la romántica): El umbral del deseo me atañe a ser etérea. Me deslindo del cuerpo para no sentir el peso que aprisiona mi desfase. Mujer 1 (la básica): Pero qué sarta de puñeteras dices. Vámonos a ponernos cachondas, que ya empieza la noche. Mujer 2 (la romántica): Una víctima más para nuestro vacío. Vale. Pero vete tranquila, no vaya asustarse mucho con tus serpientes. Mujer 1 (la básica): Andarán de locas también. Ya necesitan diversión. Vamos a desabrochar cremalleras, que son eso vivimos. “Una noche más, un dólar más”. Se acomodó las medias, y luego se dirigió a la esquina de la calle. VI.

Black satinmurder (“Asesinato aterciopelado”)

Estaba semidesnuda, tomó un cigarrillo y lo encendió. Se dirigió al cadáver de su novio, aún cálido, lo había asesinado hace pocas horas. Le arrancó un tacón que estaba justamente en su yugular, no le importó que su hermoso forro negro estuviera lleno de sangre, aún se lo puso. Tomó el otro, y se fue deambulando por la carretera esperando un taxi.

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Kareen Pamela Ortiz Velarde (Chihuahua, Chih. 1989). Es egresada de la


licenciatura en Letras Españolas de la Facultad de Filosofía y Letras, UACh. Participó como ponente en el 1er Encuentro Estatal de Jóvenes Investigadores “Todo tiene su ciencia”, en la ciudad de Chihuahua, y como asistente en eventos y proyectos artísticos y culturales.

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INMÓVIL De esperar el rocío me ha nacido un hijo sin raíces, anclado a tu memoria y cubierto de metal-papel-fragancia, memoria- disfraz-olvido- terciopelo- gruta y llovizna. De esperar el rocío perdí los párpados, pesados cortinajes hielo seco acero silicones, quedó mi retina fundida con tu imagen de rocío ausente, de ciega discrepancia. De esperar el rocío durmieron mis brazos máquinas sin combustible, imprecisas y vagas criaturas cuaternarias. Y espero aquí… A que eclipse el agua, a que el cielo se inunde de avellanas espero, espero, espero cuento multiversos en sistema decimal, equinoccios de margaritas y girasoles. De esperar mi sombra se tejió de caracoles, de redes y acuarelas. Solidificado el aire esperó conmigo sin saber a quién. Esperó, esperó, esperó Lo hizo posmoderno, caucásico y hambriento. No hay descanso en la espera de relojes averiados, no hay tiempo en el instantáneo acontecer humedales y gas, pólvora y estelas. Victor Manuel Navarro Franco

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I CAN’T BELIEVE IT’S NOT AN ANECDOTIC POEM! Míkel F. Deltoya A Kevin Pellegrini La primavera vez que fui a un téibol Eveleen bailó She rides y con una sonrisa improfana arrojó hielo sobre la espalda de un oficinista jarioso; Todo el departamento de ventas de cualquier empresa le aplaudió hasta que sus palmas quedaron llenas de ampollas y quemaduras de tercer grado. Años luego, la segunda vez que volví, Melimar bailó Labios rotos en el escenario; sólo recibió un mísero one tip dollar, -billetito cultural no negociablemío y esta currency del monde nocturne fue una luciernaguita en su noche turbia pero el resto de la madrugada se quedó en un rincón en espera de que alguien le invitara agua con colorante un tabaco, que alguien la contratara por honorarios. La tercera vez, el ejército del alfabeto y vuestro humilde servidor fuimos a la Comida China (que, oh no, para nada era carne de perro)


y Lupita Enchant voló por la bóveda celeste bailando Cherry lips. La vida es un téiboldens, si no consumes, te expulsan y si añoras un paraíso en vez de un tugurio ominoso debes pagar, jugártela, reconsiderar, olvidar tus penas acaecer, mentir. Cuando muera, y me vayan a enterrar: Eveleen, Melimar y Lupita Enchant me darán como propina un puñado de tierra mientras la esposa que aún no tengo enjuagará con lágrimas la bandera desértica que cubrirá mi cajón.

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LIBRIS Y qué pudiera escribirte, Estrella de mar sólido, estrella de mar de tundra, qué escribirte… Si a la palabra escrita también se la lleva el viento, sila traslúcida y áspera luz (superficie del poema), no es el hogar de niebla en donde se aloja el arenal. Qué decirte, si el nítido y oscuro viento no es la máquina de paz endonde aletean inquietos mis latidos. Qué pudiera escribirte que en dulces volcanes de seda perdurara… Te escribiría una página en blanco, inmaculado vacío que rozara la frontera sur del hemisferio, que llegara al extremo álgido del cementerio de trenes que no partieron; te escribiría entre pájaros y buganvilias el lado b del rosa poliedro, el congelado incienso de la cornisa histórica. Si pudiera, te escribiría un poema. Victor Manuel Navarro Franco

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MAQUINARIA A dónde viaja el animal con rieles que transita tus suspiros dime en dónde se detiene… Bajo qué puente de algodón peinado se oculta el toque de queda de tu piel. Dentro de la estación abandonada busco las ruinas de tu nombre escrito con carbones encendidos, tu nombre, destinatario de telegramas enviados de las nieves al desierto… Aúlla el tren que se despide …. Corta en dos la tarde con sus huellas de agua. viaja el tren y con él se va la lluvia de blancos párpados. Se van sus ojos piedras-de-luz, sus ojos ángeles a ciegas… Se van las máquinas que tiemblan se va el sol pero llega tu presencia. Victor Manuel Navarro Franco

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NO TENGAS MIEDO No tengas miedo, Cariño, hasta el Diablo en esta modernidad insaciable, absurda y plástica, se siente como Dios: abandonado, muerto. No tengas miedo, Ángel mío, a tiempo de narcisos dientecitos de león y espigas de trigo y girasoles; somos la imaginación del Diablo, el ahora. No tengas miedo, Amor, amor nos queda como voluntad creativa, de ensueños, de vida, de ilusiones, de fantásticos amaneceres. No tengas miedo, Odio, el odio es el ejemplo perfecto de completud divina, inocente eternidad humana; la unión del Todo con la Nada. No tengas miedo, Temor, temor nos sobra como posibilidad libertaria en las alas del conocimiento y del reconocimiento del Otro en Nosotros. No tengas miedo, Demonio mío, luciérnagas y mosquitas astrales y colibríes a tiempo de mariposas brunas; somos la fantasía de Dios, el futuro. No tengas miedo, Cariño,

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hasta el Diablo en esta modernidad insaciable, absurda y plástica, se siente como Dios: abandonado, muerto. Cariño (Temor, Ángel mío, Odio, Demonio mío, Amor), no tengas miedo, nos queda cuidar a Dios y al Diablo: junto a ellos cuidaremos de nosotros, del Mundo, de este Paraíso. Dante Vázquez M. Ciudad de México. Ganador del VI Certamen Internacional de Poesía Fantástica miNatura 2014, es autor de Apocalipsis hoy, (H)onda Nómada Ediciones, Colección Pase de Abordar, 2013. Cuentos y poemas suyos han sido publicados en distintas antologías y revistas digitales e impresas. http://dantevazquez. wordpress.com/


TARDE Y el atardecer comenzó ante sus ojos Como marcha de elefantes de fuego rojo Cruzando los cerros en fila india Poco a poco se despedían de aquel día

Es el final de una historia jamás escuchada Escondía todo lo que había olvidado En tributo a una muerte anunciada Adiós al cielo de mil colores iluminado

Hizo su aparición una estrella Y yo solo esperaba verla a ella Tenía la seguridad de que recibiría su deseo Mientras tanto yo te miro y con bien espero Victor Manuel Navarro Franco

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