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JUSTICIA DIGITAL

Mtro. Alfredo Sánchez Mendoza Especialista en Derecho de Internet y Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación

Lic. en Derecho y Maestría en Litigación de Juicios Orales. Magister en Derecho de Internet y Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación.

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Contador Privado Especializado en Computación. Programador Analista.

Doctor H.C. otorgado por el Consejo Académico Mundial Research Scientific Academia Internacional del Centro de Capacitación y Certificación Científico Tecnológico Laboral en atención al “Desarrollo del Ciberabogado a nivel nacional en México”.

Experiencia en litigio: en el sector privado, como representante legal de empresas como personas físicas, en procedimientos de índole civil, mercantil, administrativo, pero primordialmente área penal, litigio de juicios orales penales, como litigio virtual o digital, en el fuero local como federal.

Catedrático en el Instituto Universitario del Estado de México.

El Mtro. Alfredo Sánchez Mendoza, especialista en Derecho de Internet y Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, impartió una conferencia al respecto de la justicia digital. El tema aparece como nuevo debido a su forzada implementación durante el tiempo de la pandemia; sin embargo, hay que mencionar que desde antes habían existido iniciativas que podrían resultar en beneficio de los agentes del Derecho.

El maestro menciona que no debemos dejar de tomar en cuenta que, así como la sociedad avanza, así el Derecho ha de ir siguiéndole el paso. La tecnología es algo que cada vez resulta menos ajeno al ser humano en la actualidad, de modo que no solo podría ayudarnos a desempeñar mejor nuestro trabajo como juristas, sino incluso aportar algo completamente nuevo a la manera en que entendemos el funcionamiento de la ley.

El derecho informático se ha visto como una rama especializa que sirve de ayuda para los derechos público, privado y social. Toma al derecho de la informática como objeto de estudio y a la informática jurídica como instrumento.

Antes el Derecho se limitaba a mirar la computadora como máquina de escribir; ahora, adaptándose a los nuevos usos, descubre que existe un amplio panorama de posibilidades y utilidades. Se llevan a cabo audiencias virtuales, se recopilan pruebas, etc. Esto tuvo un boom con la pandemia, aunque ya se veía de antes.

Los poderes judiciales de diferentes países están recurriendo a la justicia digital para superar una serie de desafíos que enfrentan.

“El 28 de noviembre de 2018 en el marco de la Tercera Red de Estadísticas Judiciales de la Comisión Nacional Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos (CONATRIB), se celebró el Foro de Justicia Digital, el cual representó el primer esfuerzo del Gobierno Federal, los Tribunales Superiores y Supremos de Justicia del país y el sector privado para identificar los retos y oportunidades que permitan definir una estrategia de digitalización de los poderes judiciales en el país; pero, no fue hasta que a raíz de la pandemia mundial derivada del COVID-19SARS2 se realizaron alternativas emergentes al ser reformado el numeral 17 en su segundo párrafo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, incorporándose el término Justicia Digital”.

Menciona el maestro que, durante aquel tiempo, la mayoría de abogados “estábamos renuentes” a adoptar estas nuevas tecnologías. A raíz de ello, se advirtieron deficiencias por su parte en tanto a los usos digitales, lo cual delataba un poco adaptación y confianza en la vía digital para buscar la protección de los derechos humanos.

Otro problema constituía la poca accesibilidad y eficacia del juicio en línea.

Del mismo modo, hubo de enfrentarse a la alteración de documentos, a pesar de que dichas instancias ya se han ido depurando:

“La reducción de la planilla laboral en cada tribunal federal dependiente del Consejo de la Judicatura Federal, así como el desconocimiento de procesos técnicos y operativos por parte de funcionarios y funcionarias judiciales trajo como consecuencia la práctica reiterada de modificar o prefechar la fecha de publicación de acuerdos y promociones, no obstante que los mismos no hubieren aparecido originalmente en la lista diaria de acuerdos.

Otra deficiencia recurrente fue la carga incompleta de los acuerdos, oficios y promociones judiciales a sus nexos, o que los mismos no fueran colocados en la plataforma a la hora en que los tribunales abren la atención al público, no obstante que en la lista de acuerdos se hubiere publicado como un acuerdo disponible de ese día”.

Debido a la promoción que desde el Poder Judicial de la Federación se hizo para privilegiar el juicio en línea y que por periodos era la única vía disponible para iniciar juicios de amparo en casos no urgentes, cabe esperarse un incremento considerable de la utilización del Portal de Servicios en Línea; sin embargo, de acuerdo con la información entregada por el Consejo de la Judicatura Federal, ello no sucedió de esa manera.

El hecho de que las y los abogados se encuentren, en su mayoría, poco familiarizados con las herramientas digitales a fin de litigar un juicio de amparo en línea, sumado a la brecha digital y las deficiencias advertidas que impiden que se tenga confianza sobre la certeza de las vías electrónicas, impidió –y puede continuar impidiendo–que el juicio en línea alcance todo su potencial y brinde las ventajas advertidas en reducción de tiempos y recursos, así como las relacionadas directamente con la prevención de la enfermedad

SARS-COVID19

La vía digital debe fungir como una verdadera alternativa al alcance de más personas, lo que eventualmente tendrá beneficios en la propia administración de justicia; y no como suplantación de un proceso en forma personal.

Así también, la justicia digital implica distintos retos para quienes la imparten, así como para las y los usuarios del sistema de justicia.

Cabe mencionar que, aun con la incorporación de las tecnologías de información y comunicación, ello no implica que se podría superar la lentitud atribuida al Poder Judicial para responder al volumen de demandas en el modelo de proceso tradicional.

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