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Cómo sembrar
PAZ EN LA DISCORDIA
Somos diferentes y, por lo tanto, tendremos dificultades para conciliar y estar de acuerdo. En esta enseñanza aprenderemos cómo ser pacificadores para resolver y reconciliar las relaciones en un mundo de conflictos. POR
PASTOR RICK WARREN / FOTO RYAN MCGUIRE–PIXABAY
Santiago 3:18. “Y los que procuran la paz, sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia”. Jesús, en el Sermón del Monte, dijo: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. • Pacificar no es evadir y tampoco apaciguar. Algunos dicen: “yo mantengo la paz en mi matrimonio evadiendo las peleas, no pateo el panal. Escondo mi inconformismo bajo el tapete, me trago mi amargura, yo solo ignoro lo que me causa conflicto”. Eso no es pacificar. Es cobardía y no mejora la situación. • Apaciguar es siempre desistir, que cada cual haga lo que quiera. Tampoco es pacificar. Es una codependencia cuando estás cediendo todo el tiempo. Jesucristo no huía de un conflicto legítimo. Él sabía cómo resolverlo, cómo lidiar de frente con la dificultad y cómo restaurar una relación.
Estos son los 10 pasos bíblicos para resolver un conflicto: 1. BAJAR MI VOZ. Proverbios 15:1: “La respuesta amable calma el enojo; la respuesta violenta lo excita más”. Entre más subas tu tono de voz, más fuerte discute la otra persona y los dos terminan gritando. En el nivel más alto de la mente está el córtex del cerebro, allí está tu capacidad para hablar, armar estrategia, planear, pensar y razonar. Cuando usas tu córtex estás en capacidad de resolver el problema creativamente, pero cuando sientes miedo o enojo te sales de tu córtex y bajas a la parte más instintiva de tu cerebro y en ese punto no piensas adecuadamente, empiezas a insultar y dices cosas que luego lamentarás. Cada vez que estás en conflicto no estás siendo listo y haces cosas tontas. Entre más levanto mi voz, más reduzco mi inteligencia, porque cuando gritas no estás en la parte racional y humana, estás en lo instintivo y visceral.
REVISTA [58] MOMENTOS