Revista Mythos

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Revista Literaria Trimestral. A帽o IX. Abril 2009. No. 41

Ideal de perfecci贸n

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Palabras

A

hora que capitalismo y socialismo se buscan el lado bueno y que al parecer sólo una síntesis de lo mejor de ambos es lo que podría funcionar. Ahora cuando el neoliberalismo extremo del primero ha concentrado el grueso de la riqueza en una reducida minoría mientras la desesperación se apodera del otro extremo. Ahora que el segundo ha comprobado que no se puede luchar contra la naturaleza humana quitándole el estímulo de la libre empresa, la propiedad privada y la competencia. Ahora que muchos de los que

manejaban el dinero del mundo, quedaron atrapados en su ambicioso juego de correr grandes riesgos para obtener grandes ganancias -o alardeo fantasioso de ellas- pretendiendo mantenerse en la cumbre de la pirámide económica con recursos ajenos. Y ahora que la desesperanza ha cundido y ha vencido a los pueblos sin libertad física ni autodeterminación intelectual. Ahora que disponemos de una herencia histórica registrada de miles de años de conocimiento que nos permite saber que la concentración de la riqueza es un fenómeno que se manifiesta en la historia con regularidad, como resultado de que la capacidad práctica también se concentra en una minoría, y que buscar el equilibrio en la distribución de la riqueza ha sido el gran problema de la humanidad. Ahora que los discursos y las acciones de nuevos líderes se dirigen a mejorar esa perniciosa distribución, con estrategias que no se sabe en que van a parar pero intentando contrarrestar los efectos de esa brecha que es en la actualidad mucho mayor que en cualquier otra época y reconociendo que la mejor forma de afrontarla es con leyes nuevas, para evitar hacerlo con la anarquía de las revoluciones o con la sangre y la avaricia de los déspotas. Y ahora que los problemas del mundo

nos abruman e intentamos justificar sus efectos en este trocito de tierra del Caribe, nos dedicamos a escuchar a aquellos que dirigen y lo que nos llega es el mismo discurso pasmado e inactivo, nos llega que están de fiesta disimulando que falta el pan abusando del circo con cuanta cumbre y celebración a manos llenas se le ocurra a cualquiera. Nos llegan calles de ciudad que parecen de arrabal, corruptos que pasean ostentosos su rapacidad, la actividad económica parada como en trance, la política blandiendo la mismita bandera y para colmo, un grupo al que se le ocurre -¡que cachaza!- pegar el grito al cielo porque no les autorizan a

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explotar un poco más a la clase sin techo, sin medicina, sin calidad de educación para sus hijos y sin la formación que hace accesible la oportunidad. Y es por eso que ahora, bajo la influencia de un libro, regalo del inolvidable Nelson J Minaya, se me ocurre ponerme a ladrarle a la luna. Recomendarle a quien se tope con estas líneas un libro que está muy a tono con el mundo actual. El libro fue escrito por quienes tienen un criterio de los más respetables en cuanto a conocimiento de la humanidad, no en balde escribieron diez de los más completos tomos de la Historia de la civilización, antes de escribir esta pequeña y contundente obra que todo el que pretende un mínimo de cultura y de conocimiento del comportamiento de los seres humanos debe haber leído. Las lecciones de la historia de Will y Ariel Durant, publicado en 1968 por estos esposos norteamericanos ganadores del Púlitzer y estudiosos de la historia, recoge las conclusiones a las que llegó esta pareja después de haberse pasado la vida, tan pródiga que murieron nonagenarios,

analizando varios milenios de la historia y el arte. En uno de los capítulos del libro donde tratan la relación entre la economía y la historia hablan de la brecha entre los más ricos y los más pobres y exponen que “la concentración puede llegar a un punto en que la fuerza del número de los muchos pobres rivalice con la fuerza de la capacidad de los pocos ricos; entonces, el inestable equilibrio genera una situación crítica…” Y luego exponen una cita de Plutarco de cómo fue asumida la crisis seis siglos antes de Jesucristo y que voy a incluir textualmente porque le viene al caso y como prueba de que la historia es una noria y que los cambios y la civilización los construyen los hombres. En la Atenas del 594 a.C., según Plutarco, “la disparidad de la fortuna entre ricos y pobres había llegado a su culminación, de modo que la ciudad parecía estar en una condición peligrosa y no se veía más medio para librarla de las perturbaciones…que el poder despótico”. Los pobres, viendo que su condición empeoraba de año en año -el gobierno que estaba en manos de sus amos, y los corrompidos tribunales decidían todos los asuntos contra ellos- comenzaron a hablar de rebelión violenta. Los ricos, enfurecidos

Ilustraciones: Carlos R. Corona Abril 2009. Año IX. Número 41 Re­vis­ta Tri­mes­tral. Fun­da­da en San­tia­go de los Ca­ba­lle­ros. No­viem­bre de 1999 Directora: Ro­sa Ju­lia Var­gas Comité editorial: Bruno Rosario Candelier, Luis Beiro, León David, Manuel Mora Serrano, Al­ta­gra­cia Pé­rez Al­mán­zar, Carmen Comprés y Fausto Leonardo Henríquez. Redacción: Fiordaliza Taveras Di­se­ño y diagramación: Marleny Genao Edma’s Grafics / 809-226-5580

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Impresión: Editora Nani, CxA, Santiago Co­la­bo­radores de los primeros números: • Bruno Rosario Candelier • Nelson Julio Minaya • Güido Riggio Pou • Julio Adames • Juan Luis Guzmán • Manuel Llibre Otero • Pura Emeterio • Máximo Vega. Myt­hos re­ci­be con apre­cio las co­laboraciones de es­cri­to­res y gru­pos li­te­ra­rios y se re­ser­va el de­re­cho de pu­bli­car aque­llas que con­si­de­re opor­tu­nas. Co­r reo elec­tró­ni­co:

myt­hos­re­vis­ta­@hot­mail­.com Te­lé­fo­no: 809-971-0094 • San­tia­go

por la amenaza contra sus bienes, se dispusieron a defenderse por la fuerza. El buen sentido prevaleció; los elementos moderados lograron que Solón, un negociante de linaje aristocrático, fuera elegido para el supremo arcontado. Devaluó la moneda y alivió así la carga de todos los deudores (aunque él mismo era un acreedor), redujo todas las deudas personales y suprimió la prisión por deudas, canceló los atrasos por impuestos e intereses hipotecarios, estableció un graduado impuesto sobre la renta que hizo que los ricos pagaran a un tipo doce veces mayor que el reclamado a los pobres, reorganizó los tribunales conforme a principios más populares, y dispuso que los hijos de quienes habían muerto en la guerra por Atenas fueran criados y educados a costa del gobierno. Los ricos protestaron que esas medidas equivalían a una confiscación lisa y llana, los radicales se quejaron de que no se había efectuado una nueva distribución de las tierras; sin embargo, al cabo de una generación, casi todos estuvieron de acuerdo que esas reformas habían librado a Atenas de una revolución. Y no agrego más nada. Sólo insisto ladrándole a la luna, y ruego porque algunos para su beneficio y el beneficio de aquellos a quienes dirigen alcancen a leer y a releer, Las lecciones de la historia.

VENTAS: Li­bre­ría La Tri­ni­ta­ria Ar­z. Nouel esquina Jo­sé Re­yes, Santo Domingo. Cues­ta Cen­tro del Li­bro Su­per­mer­ca­dos Na­cio­nal. San­tia­go y S­to. Do­min­go. Li­bre­ría Avante Arzobispo Nouel. Ciudad Colonial Li­bre­ría Thesaurus Santiago y Santo Domingo. Philobiblia Al­ma Ma­ter esq. Jo­sé Do­lo­res Al­fon­se­ca, UASD, Sto. Do­min­go. Librería Macallé Arzobispo Nouel, Sto. Do­min­go.

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Contenido Biografía de José Alcántara Almánzar

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Discurso de JAA al recibir el Premio Nacional de Literatura

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La literatura, ¿para qué? de JAA 11 Con aires de emperatriz, cuento de JAA 13 Entrevista a JAA 14 Agonías de la tarde, cuento de JAA 18 Nuevos libros de poesía 22 Bruno Rosario Candelier en España 24 El nuevo libro de Luis Martin Gómez 26 Novela El Mar gana premio 27 Machado por Nazaret Espinal 28 Jesús imaginado 29 Lo que pasó 30

La Pintura Rossy García 16

Wifredo García 20



José Alcántara Almánzar Biografía

N

ació en Santo Domingo, República Dominicana (1946). Educador, sociólogo y escritor. Ha sido profesor de los siguientes centros educativos: Instituto Chevalier (1966), Colegio Loyola (1969-1973), Instituto Cultural Domínico-Americano (1972-1975), Universidad Autónoma de Santo Domingo (1973), Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (19741984) y del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (1981-2001), donde fue Profesor Coordinador del Área “Ser Humano y Sociedad”, Responsable del Círculo Literario, Miembro del Consejo de Investigaciones Científicas y Profesor de las asignaturas Pensamiento Social Contemporáneo y Sociología del Subdesarrollo. En dos ocasiones recibió la distinción de “Profesor Meritorio” de dicha institución universitaria. 6

Ha sido Presidente de la Asociación Dominicana de Sociólogos (1977-1979), Coautor de la Enciclopedia Caribbean Writers (1979), editada por Donald E. Herdeck bajo el sello Three Continents Press, en Washington, D.C., Miembro del Jurado de Ensayo de los Premios Siboney (19801985) y desde 1992, Asesor de la Fundación Corripio, Inc. Entre 1987 y 1988 fue Profesor Residente en Stillman College, en la ciudad de Tuscaloosa, Alabama, Estados Unidos, gracias a un programa auspiciado por la Fundación Fullbright. Ha realizado una amplia labor como narrador, ensayista y crítico literario, habiendo obtenido reconocimientos y galardones; entre ellos, en dos ocasiones, el Premio Anual de Cuento de la Secretaría de Educación y Cultura, el Premio a la Excelencia Periodista J. Arturo Pellerano Alfau (1996), y el Canoabo de Oro (1998) en la categoría de Escritor. Desde 1996 se desempeña como Director del Departamento Cultural del Banco Central de la República Dominicana. Varios cuentos suyos, tanto en español como traducidos al inglés, alemán e italiano, figuran en antologías publicadas en Alemania, Bulgaria, España, Estados Unidos, Italia, Puerto Rico y la República Dominicana. Sus obras publicadas incluyen: Antología de la literatura dominicana (1972), Viaje al otro mundo (1973), Callejón sin salida (1975), Testimonios y profanaciones (1978), Estudios de poesía dominicana (1979), Imágenes de Héctor Incháustegui Cabral (1980), Las máscaras de la seducción (Premio Anual de Revista de Arte y Literatura


Su esposa la escritora Ida Hernández y sus hijos Ernesto, Yelidá y César, 2007

Cuento, 1983), Narrativa y sociedad en Hispanoamérica (1984), La carne estremecida (Premio Anual de Cuento, 1989), Los escritores dominicanos y la cultura (1990), El sabor de lo prohibido. Antología personal de cuentos (1993), Dos siglos de literatura dominicana. XIX y XX. Poesía y prosa (en colaboración con Manuel Rueda, 1996), Panorama sociocultural de la República Dominicana (en español, inglés y francés, 1997), La aventura interior (1997), Antología mayor de la literatura dominicana (Siglos XIX y XX). Poesía y prosa (en colaboración con Manuel Rueda, 2000 y 2001), Huella y memoria. E. León Jimenes: Un siglo en el camino nacional (1903-2003), (en colaboración con Ida Hernández Caamaño, 2003), Pedro Henríquez Ureña, Antología Mínima (2004) y Presagios de la noche (antología de cuentos, 2005).

En el hotel Habana Riviera, La Habana, Cuba, cuando fue Jurado de Cuento en el 2003

Junto a Marcio Veloz Maggiolo, Ángela Hernández, Danilo Manera, Manuel Llibre Otero y ejecutivos de la Editorial Siruela

Con compañeros de trabajo y el Gobernador en el Banco Central


José Alcántara Almánzar Premio Nacional de Literatura 2009

Brillante y conmovedor discurso pronunciado por el autor al recibir el Premio Nacional de Literatura 2009.

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stoy muy emocionado y feliz por la presencia de todos ustedes. Su compañía constituye un hermoso obsequio del amor y la amistad, sin los cuales el galardón que acabo de recibir carecería de sentido. Antes de agradecer públicamente a quienes lo hicieron posible, permítanme contar la historia de un zurdo contrariado que quiso ser músico y acabó como oficinista; un sociólogo que pasó su juventud enseñando, convencido de que la educación redime a los pueblos; un lector insaciable que terminó siendo escritor, por mor de una arraigada vocación, y encontró en la literatura un recurso de supervivencia. El breve relato de este sujeto comienza con su nacimiento, la tarde del jueves 2 de mayo de 1946. Sus padres ―una pareja casi iletrada que había emigrado del este a la capital en busca de nuevos horizontes―, lo llamaron José Gabriel. Don Lolo, chofer; doña Ana, ama de casa; ambos con principios familiares que legaron a sus hijos en la Villa Francisca de mediados del siglo pasado. Esa barriada de obreros y modestos empleados fue donde creció Josecito y anduvo rumbo al colegio salesiano y soñó una y otra vez con inasibles muchachas en flor. Ese mozalbete encarnaba una visible contradicción, casi un absurdo, porque en vez de jugar pelota leía rimas Bécquer y nunca pudo construirse un cuerpo atlético ni aprendió a nadar, aunque consultara manuales de culturismo y natación moderna. Nuestro señor don Quijote y los místicos españoles fueron sus aliados. Pasaba horas deleitándose con las peripecias del enjuto caballero manchego, o fascinado por el exquisito fray Luis de León: “¡Qué descansada vida la del que

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huye el mundanal ruido,…!” Un orbe recóndito crecía a ritmo de música clásica y libros. Y surge la pregunta inevitable: ¿Qué diablos hacía ese joven taciturno, entre novelas y óperas, el Siglo de Oro y Beethoven, sentado al piano que doña Ana le había comprado por sesenta pesos, empeñándose en tocar un vals o una romanza? Así pasó la adolescencia, solo, desterrado de su propio entorno, en un voluntario ostracismo interior que lo marcó para siempre. La vida se encargaría de aleccionarlo cuando su hermano Hugo cayó preso por aquel complot contra Trujillo en enero de 1960. El mundo adquirió otro sentido, hasta entonces oculto, y

él descubrió súbitamente las tenebrosas fauces de la tiranía. Como si fuera poco, sobrevino la dolencia cardíaca de don Lolo y se acentuó la pobreza familiar que puso a prueba tantas cosas. Y Josecito se lanzó a trabajar, sin preterir la literatura ni la música ni desprenderse de José Ingenieros, que nutría sus ideales de perfección. En el liceo nocturno Hostos, aturdido por el golpe de Estado y la Guerra de Abril, no tardó en sustituir El hombre mediocre por el Manifiesto comunista, utopía revolucionaria con la que Marx y Engels encendieron las

hogueras de tantas generaciones en todo el planeta. Sin embargo, algo maravilloso resplandecía a la distancia en el sendero, aunque él no lo vislumbrara, inmerso en los estudios, el trabajo en Planeamiento Urbano y, desde 1969, su ocupación de profesor. Ser maestro fue para él una vocación imperativa que comenzó en el Colegio Loyola ―su escuela primigenia―, en un período de alentadoras promesas y expectativas. Allí conoció a Ida Hernández Caamaño, que lo deslumbró con su belleza, inteligencia y contagiosa simpatía. Al principio intercambiaban lecturas e inquietudes, pero él se enamoró perdidamente, cautivado por la hermosura y la alegría de aquella feminista medio hippie, que estudiaba derecho y solía bailar y cantar, acompañándose con la guitarra. Él, sin “tigueraje” y de escaso atractivo físico, pero taurinamente obstinado, creyó que con sólo fantasear tocaría el cielo. Y la quimera se convirtió en realidad, a golpe de palabras, cuando contrajeron matrimonio el 17 de diciembre de 1971, integrándose José como una especie de hermano mayor a la familia Hernández Caamaño. Con Ida, en las buenas y en las malas, José ha vivido experiencias capitales. Juntos han conocido el amor apasionado, la solidaridad, la esperanza, el tedio nunca; y él consolidó su vocación magisterial, atravesando un vasto territorio habitado por miles de alumnos: el Loyola, el Domínico, la UNPHU, el INTEC, un college de Alabama. Ella, también escritora, magnífica para administrar, invertir, cocinar, lo ha acompañado en sus afanes de asesor editorial; ha sido apoyo y testigo privilegiado en la publicación de sus libros. Pero lo esencial es que con ella procreó tres hijos que son su principal razón de ser: Ernesto, bueno, cabal, disciplinado; Yelidá, aguda, sensible, cuyos ojos verdes encierran un insondable misterio; César, impulsivo, Revista de Arte y Literatura


cariñoso, tan alto como su corazón. Con ellos ha constatado que el amor es un bien inconmensurable. Así, Ida y José andan de la mano desde hace casi cuatro decenios, en los que han compartido un universo de sentimientos y vivencias, por lo que ya les sería difícil imaginarse separados. Juntos han visto llegar la madurez, la pérdida de las ilusiones. Después de tanto batallar en clase, José tuvo la dolorosa certeza de que era profesor de un tiempo pasado, portavoz de unos valores que ahora muchos consideran obsoletos. De ahí su desencanto y retiro de las aulas. Ambos han imaginado un futuro promisorio para sus hijos y nietos, en un país que han visto transformarse y al que hoy miran con las preocupaciones propias de su edad. Conscientes de que el “arrabal de senectud” se aproxima, enrumban sus pasos con los ojos abiertos, y aunque “saber es peor” ―punzante conclusión de un inolvidable cuento de Juan Bosch―, reconocen que la mirada alerta es preferible al desdén de los apáticos. Los últimos lustros los ha pasado José como director cultural en el Banco Central de la República Dominicana, que él define como una entidad de elevados quilates donde ha recibido lecciones magistrales. En esa corporación, trajinando de la biblioteca al museo, con un programa de libros que ocupa buena parte de su tiempo, ha llegado a conocer mejor los laberintos del alma, afinando destrezas para sortear los escollos del devenir. Allí ha tratado de ser útil a quienes han confiado en él, lo que vendría un poco a responder la reiterada pregunta: “¿Y qué hace un escritor en un banco central?” José recibe conmovido este premio en su condición de narrador, ensayista y crítico, por el trabajo de casi cuatro décadas. Escribir ha sido para él aventura, fervor, enigma. Por eso no se cansa de repetir el aforismo de Octavio Paz: “Escribimos para ser lo que somos o para ser aquello que no somos. En uno y otro caso, nos buscamos a nosotros mismos. Y si tenemos la suerte de encontrarnos ―señal de creación― descubrimos que somos un desconocido”. Nadie elige ser Revista de Arte y Literatura

escritor o artista: lo es porque resultó inevitable. De todos modos, no existe obra literaria que valga la pena sin una ética personal que la sostenga. A José no le corresponde evaluar su labor. Apenas decir que el cuento constituye para él un orbe mágico de

búsquedas sin fin, con el que ha tratado de llegar al corazón de su pueblo, valiéndose de esa tensión e intensidad tan características del género. Con el ensayo ha explorado otras zonas, de la semblanza al relato de viajes, de los conceptos del oficio al análisis de la sociedad y la cultura. Con la crítica se ha propuesto una aproximación a las obras de los demás, en un esfuerzo de comprensión y explicación de los valores literarios, ajeno a la malignidad y la arrogancia, para reconocer méritos ajenos y alentar vocaciones en ciernes. Ignora si lo ha

conseguido. Sólo sabe de su deseo de ser libre en la creación literaria, honesto en los juicios, atinado en los análisis, con el mayor rigor posible, en pos de una obra que se despliega con paciente lentitud, al margen de engaño, improvisación, vulgaridad, estridencia. En ese tránsito hacia esferas intangibles donde conocimiento e intuición son requisitos cruciales, ha contado José con la guía y amistad de grandes escritores dominicanos. Imposible mencionar a todos, pero hay cinco que fueron decisivos para él. De Héctor Incháustegui Cabral, ese “viejo león de dentadura postiza y limadas garras”, aprendió sobre los riesgos del poder para el escritor. De Freddy Gatón Arce, poeta insomne y empecinado viajero, las excelencias de un trabajo meticuloso que no espera recompensa. Del inmenso Manuel Rueda, el grave peso del rencor cuando un artista excepcional se niega a contemporizar con los mediocres. De Virgilio Díaz Grullón, caballero sin espada ni armadura, la lección es que la humanidad de un escritor enaltece su obra. Y de Máximo Avilés Blonda, homólogo de los varones bíblicos de su poesía, aprendió las bondades de la vida familiar y las inconsecuencias de un medio cultural hostil. José se aproxima al final de estas palabras y procede a cumplir lo que prometió al inicio. Gracias de todo corazón a los honorables miembros del jurado, integrado por el escritor José 9


Rafael Lantigua, Secretario de Estado de Cultura; los rectores magníficos de la UASD, la PUCMM, la UNPHU, la UCSD, la UCE, el INTEC, la Fundación Corripio. Gracias también a las Academias de la Historia, de Ciencias y los Bibliófilos, por su respaldo. Mención aparte de su especial gratitud a don José Luis Corripio Estrada, doña Ana María Alonso de Corripio: sus hijos Manuel, Lucía, José Alfredo y Ana, por sus consideraciones y su decencia, desde los tiempos de la antigua revista ¡Ahora! Muchos definen a don Pepín como un riquísimo empresario. Se trata de una visión incompleta y superficial, pues él es también un sabio mecenas, que a diario da invaluables lecciones de austeridad, prudencia, pragmatismo. Muy sentidas gracias a Jeannette Miller, la gran escritora de su generación, por su amistad y hermosas palabras, esperando honrarlas con obras y acciones. Al historiador amigo José Chez Checo, por su dinámico apoyo. Al excelente músico y escritor Jacinto Gimbernard; al historiador y maestro Jorge Tena Reyes; a la amiga Pilar Albiac, especie de “psiquiatra en su hogar” de sus colegas de la fundación. Trabajar junto a ellos constituye para José un verdadero regocijo. Especial agradecimiento a los Premios Nacionales de Literatura de años anteriores que expresaron su sentir. A los que han escrito en la prensa; a los le han enviado tarjetas, cartas, mensajes electrónicos, o le han telefoneado, demostrando así que el afecto es el obsequio que acompaña al premio. Ya para terminar, José Alcántara Almánzar desea agradecer a todos ustedes por acompañarlo en esta memorable noche y, aunque parezca un lugar común, expresar su profundo amor y gratitud a Ida, Ernesto, Yelidá, César, y a los retoños Daniel y Natalia. En primer término, por lo que significan para él, y después por el tiempo que le han regalado para soñar, abstraído en su sillón de “viajero inmóvil”, mientras la lectura allanaba el camino para apropiarse de ellos, hasta convertirlos en entes indispensables de su ser. 10

Un premio muy merecido Escritor y Periodista

Luis Beiro

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l Premio Nacional de Literatura (2009) concedido al escritor José Alcántara Almánzar es un tributo que la sociedad dominicana le expresa a un hombre que ha consagrado su vida a escribir. El jurado de la Fundación Corripio, supo captar el sentir de los sectores culturales del país, que ven en el galardonado un modelo de transparencia personal unido a una rectilínea conducta humanística que sirve de paradigma para las nuevas generaciones de escritores. Eso, sin contar que su obra es una de las más representativas de la narrativa latinoamericana del presente. No es un secreto para nadie que una buena parte de la “literatura” que se difunde en el mundo de hoy, en el mejor de los casos, se mueve entre la marginalidad, el realismo sucio, la “farándula ilustrada” y las interioridades de la falsa moral, debido a que son los temas que más se “venden” en el mercado del libro. Esto hace posible que los auténticos escritores que tratan temas relacionados con los conflictos del hombre y de la sociedad donde se mueve, deban permanecer “a la sombra” y que los

nuevos talentos de las letras se “trasladen” a otras profesiones para sobrevivir con cierta dignidad debido al poco respaldo económico que recibe un escritor que pretenda hacer una obra seria. Es por eso que la literatura de José Alcántara Almánzar es un ejemplo de altura cultural pues ha sido elaborada en base a una depurada técnica para recrear temas que se corresponden con la identidad y el destino social del pueblo dominicano como retrato del tiempo histórico que le tocó vivir. Ha sido creada durante muchos años gracias al empeño, a la constancia y al nivel profesional de este hombre que ha sabido no ceder ante las tentaciones de la superficialidad literaria, de la mediocridad y de la vida fácil, y se ha convertido en una de las grandes firmas de la literatura caribeña de hoy gracias a su gran talento. Con el premio a José Alcántara Almánzar, la Fundación Corripio prosigue su línea de distinguir a nuestros escritores por la única condición que se les exige: el más alto nivel de calidad escritural. Alcántara Almánzar es un orgullo para nuestras letras.

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De la prosa de Alcántara Almánzar

Incluimos en este número, Mythos 41, dos cuentos de José Gabriel Alcántara Almánzar, que no han sido editados en ninguno de sus libros, una muestra de la calidad narrativa de este autor que ya tiene su lugar asegurado en el más selecto canon de la cuentística dominicana. Alcántara Almánzar ha sido ganador del Premio anual en este género en 1983 con Las máscaras de la seducción y en 1989 con el libro La carne estremecida. En este último aparece El Zurdo, uno de sus cuentos más representativos, un relato tan vívido y estremecedor que el lector podría jurar al final que quien escribe es huérfano y tartamudo además de zurdo -que si lo es-. En La obsesión de Eva demuestra un conocimiento muy profundo del alma femenina, a lo Víctor

Hugo, capaz de entender ese mundo de pequeños sueños, afanes, y desilusiones en que se desenvuelve la vida de una mujer. Y metido en la piel de sus personajes hay una extensa variedad de temas que son tratados con genialidad por este autor. El comportamiento obsesivo y las pasiones irracionales del género masculino (La búsqueda, Tentaciones, Como una noche con las piernas abiertas), el terror penetrando en la cotidianidad a causa de las grandes diferencias sociales (Destruir un recuerdo, Agonías de la tarde), la poesía presente en la ciudad y sus rutinas (Visiones al amanecer), la vejez (Rivales), los que se van en yola (En alta mar), las ironías de la vida (En carne viva), y hasta los mimos de su gata constituyen materia prima para que José Alcántara Almánzar construya estas

historias que no hay manera de que se olviden. En este año ha sido galardonado con el Premio Nacional de Literatura 2009, por el conjunto de toda su obra, que incluye antologías y libros de ensayos, siendo también en este renglón uno de los escritores cuya prosa más se acerca a ese ideal de perfección que invitaba a perseguir el más grande de los ensayistas dominicanos y a quien honró seleccionando y prologando el libro Pedro Henríquez Ureña- Antología mínima, en el 2004. Para mostrar su excelencia en esta categoría reproducimos además de sus cuentos la publicación Literatura, ¿Para que? contenida en el libro La Aventura interior (1997, 2008). RJV

La Literatura, ¿Para que?

José Alcántara Almánzar

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Premio Nacional de Literatura 2009

n una época dominada por la tecnología, en un mundo donde los seres humanos concurren a un espectáculo rutilante en ese desfile interminable de productos de la modernidad que es simultáneamente maravilla y trampa, los escritores tenemos que enfrentarnos a interrogantes de este tipo: ¿Para que sirve la literatura? En cualquier caso, la respuesta es difícil. Ahora más que en ningún otro periodo histórico estamos avasallados por el utilitarismo del dinero, el aturdimiento que provoca el consumo voraz de bienes materiales, aun de aquellos que no satisfacen necesidades concretas ni contribuyen a mejorar nuestra calidad de vida. Somos prisioneros de nuestras propias ansiedades consumistas. Perdemos el interés en el objeto no bien lo hemos adquirido. Aferrados al

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Sólo la literatura dispone de las técnicas y poderes para desafiar ese delicado elixir de la vida: la verdad escondida en el corazón de las mentiras humanas. Mario Vargas Llosa

último modelo, la marca reconocida o el artefacto lujoso -símbolos aparentes de la felicidad-, nos mostramos incapaces de profundizar en el sentido de la existencia humana. No sin razón Herbert Marcuse denomina unidimensional al hombre de nuestro tiempo, calificándolo de homo consumens. Evidentemente, la literatura -como todo arte- no sirve para nada práctico ni resuelve problemas materiales. Con sólo haber leído poemas, cuentos o novelas no podemos pagar la casa, comer, ir al médico, saldar un pagaré. Por eso literatura es, en nuestro medio, una “bonita actividad”, propia de ilusos que andan por los cielos, sin aterrizar nunca en las ásperas realidades de la vida. “Está muy bien eso de escribir -confiesan los espíritus prácticos- pero yo me dedicaré a un oficio más productivo.”

Los escritores tratamos de explicar el porqué de nuestras vocaciones y la esencia de nuestro trabajo, sin que logremos llegar al fondo del asunto o dejar satisfechos a tantos interlocutores juiciosos. Para muchos la literatura es cosa de vagos o locos; quehacer sin retribuciones económicas; hobby o pasatiempo de quienes nada o poco tienen que hacer; entrega total de los soñadores que renuncian a muchas cosas para ejercer su oficio, solos en la intimidad de su cuarto. Vivimos en una época acelerada y no hay tiempo para la concentración y el compromiso que exige hacer literatura, e incluso consumir literatura. Las grandes transformaciones del siglo XX no han podido llenar ese inmenso vacío que existe en la mente y los corazones de 11


millones de seres humanos sumados en la más absoluta enajenación. Pero los escritores piensan otra cosa. Katherine Anne Porter tiene una opinión muy elevada de su oficio. “Yo veo la literatura como un arte -dice- y la practico como un arte. Por supuesto, también es una vocación, y un oficio, y una profesión y toda clase de cosas; pero en primer lugar es un arte y uno debe ejercerla como tal, creo yo. Sé que muchas personas disienten, y están en su perfecto derecho. Creo que probablemente lo importante es hacer el trabajo de la manera que uno pueda, y todos tenemos nuestras maneras diferentes y separadas. Pero yo veo la literatura como un arte y creo que si uno la usa mal o abusa de ella, lo abandonará a uno. No es algo que se pueda someter y usar a capricho. Tenemos que dejarnos usar por ella, también.” Como vemos, la literatura es un oficio exigente, al que no se puede traicionar sin que se desaten consecuencias indeseables. Cada escritor tiene motivaciones particulares para hacer literatura, pero todos, sin excepción, están prestos a defender sus bondades. Un altísimo poeta y ensayista como Octavio Paz ve en la poesía tantas posibilidades como seres humanos pueblan el planeta: “La poesía es conocimiento -afirma-, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La poesía revela este mundo; crea otro.” Desde la óptica de ese novelista de fuste que fue Alejo Carpentier, la función del escritor se resume en una implacable exploración de su sociedad y de su tiempo: “Ocuparse de ese mundo, de ese pequeño mundo, de ese grandísimo mundo, es la tarea del novelista actual. Entenderse con él, con ese pueblo combatiente, criticarlo, exaltarlo, pintarlo, amarlo, tratar de comprenderlo, tratar de hablarle, de hablar de él, de mostrarlo, de mostrar en él las entretelas, los errores, las grandezas y las miserias; de hablar de él más y más, a quienes permanecen sentados al borde del camino, inertes, 12

esperando no sé qué, o quizás nada, pero que tienen, sin embargo, necesidad de que se les diga algo para removerlos.” Si la literatura no sirve para resolver las acuciantes demandas de la cotidianidad, ¿qué ganamos entonces con ella? ¿Para qué, en fin, hacer y consumir literatura? Tomando como base mi experiencia personal, puedo decir que la literatura nos hace otros, y eso ya es un triunfo en este pequeño país del Caribe sometido al flagelo de la ignorancia. La literatura nos permite, en primer término, comunicarnos, expresar con palabras las vivencias, sentimientos, emociones e ideales que llevamos adentro. Es ella un medio excelente para conocer el mundo, sus gentes y sus cosas y para conocernos a nosotros mismos, horadando la corteza que nos protege hasta llegar al hueso de nuestras interioridades.

La literatura es el medio ideal para crear mundos y seres imaginarios; para revelar o construir misterios; para jugar y divertirnos; para exorcizar nuestros demonios; para rebelarnos contra las iniquidades del medio y lanzar al viento la protesta airada; para confesar las angustias que nos oprimen el corazón y los dolores que nos agobian con su pesada carga; para decir el amor, el deseo, el placer y hacernos ver la vida con otros ojos.

La literatura nos ayuda a conciliarnos con nosotros mismos, aceptando de mejor grado las flaquezas propias y ajenas. Nos eleva espiritualmente hasta tocar las nubes con las manos. Dignifica nuestros días con la realización de un trabajo atormentado o jubiloso que se multiplica en otros, haciéndoles ver, a través de nuestra voz, sus propias realidades. La literatura nos hace amar la vida o aborrecerla, elevarnos en éxtasis, depurando mente y espíritu, o descender al averno de los malditos. Como si fuera poco, la literatura nos hace más buenos, más justos y más libres de lo que hubiésemos sido sin ella. ¿Se puede acaso pedir más?

Cuento

José Alcántara Almánzar

Narrador y Ensayista Dominicano

M

aría Luisa se metía en la cama cada vez que me quedaba solo en la enorme casa de amplias habitaciones, no con intención de dormir, sino de dejarse acariciar y de tocarme, sobre todo en esos días en que Catalina, mi mujer, que es empresaria, se hallaba de viaje por motivos de trabajo, o cuando solía irse al interior con sus amigas de infancia. Consciente de los riesgos que entraña la infidelidad, yo intentaba mantener en su lugar a la que mi mujer calificaba de “simple advenediza”, cerrando la puerta del cuarto antes de acostarme. Pero una noche, ante un descuido mío, logró escurrirse bajo la colcha para buscar contacto con mi cuerpo, y yo, que soy débil por ella y padezco de frío en los meses del invierno tropical, sentí que su cuerpo me devolvía las energías que necesitaba en las horas de la madrugada, que son las de mayor desamparo. Me abandonaba al sueño en cuanto mi cabeza caía pesadamente sobre la almohada, hilvanando cosas imposibles que sólo pueden fraguarse en una mente sembrada de utopías ilimitadas como la mía. María Luisa me conocía bien y se quedaba inerte, sin hacer ruido ni pegarse demasiado a mi espalda, pero en cuanto caía en el sueño profundo, no se apartaba de mí y así amanecíamos los dos, convertidos en un par de siameses. Casi al alba, a punto de despertarme, sentía un contacto suave que me parecía delicioso y al mismo tiempo electrizante, el moderado calor de un cuerpo mullido y tembloroso que ronroneaba pausadamente a mi lado. Entonces la Revista de Arte y Literatura


Con aires de emperatriz

descubría bajo las sábanas, ocupando el lugar de mi mujer como si le perteneciera, impregnando con su olor un ámbito exclusivo. No sé por qué le permitía quedarse allí, en un espacio que luego ya no quiso abandonar, transformándome en un amante servil. Lo primero que perdí fue el hábito de descanso regular y me pasaba las horas con la atención difusa, mirando sin ver la televisión ni poder concentrarme,

habitaciones interminables de aquella casa que se había hecho muy grande para mi mujer y para mí, después que nuestros hijos crecieron y marcharon a otros barrios y ciudades, junto a sus parejas y sus respectivos hijos, dejando un vacío inexplicable, que paliaba la presencia de esta intrusa con aires de emperatriz, a la que sólo le faltaban la peluca y el sombrero majestuoso de gran dama, mientras se paseaba indiferente de un lado a otro, cuando no permanecía rendida entre los almohadones de nuestra cama, aprovechando la ausencia de Catalina.

pantalón corto y unas cómodas sandalias, derrumbándome en el sillón de la terraza con los periódicos del día en mano, que son venenos que me he prometido dejar, pero de los que hasta ahora no he podido prescindir. Hasta allí fue María Luisa, sigilosa y discreta, con una mirada de imploración que evidenciaba sus calculadas intenciones. Entonces, sin que mediaran señales o palabras, comenzó a besuquearme concienzudamente, en un acto más reflexivo que apasionado, dueña por completo de la situación.

hasta que caía presa de la mirada enigmática de María Luisa, cuyos ojos ambarinos fulguraban en la oscuridad de la noche con destellos intermitentes que la convertían en una noctámbula perfecta, o acariciando su piel, cautivado por el embrujo de la sedosa y tibia textura epidérmica. Muy temprano en la mañana, al despertar, ella avanzaba con pasos sincronizados hasta el comedor, donde desayunábamos juntos amparados en un silencio solemne, sólo perturbado por guiños cariñosos con que nos declarábamos, más que amor, una suerte de complicidad que se estrechaba con el paso de los días. Después me iba al trabajo y dejaba sola a María Luisa, aunque pensando en ella y en su calvario de soledad entre las Revista de Arte y Literatura

A veces volvía a casa entrada la noche, hastiado de las idioteces de la oficina, donde nunca ocurre nada interesante, como no sean los chismes que pululan de boca en boca y de los que me mantengo a prudencial distancia. Esa tarde, ante el inminente regreso de Catalina, llegué a la casa agobiado por el tránsito caótico de la ciudad, que en el crepúsculo amenaza con volvernos locos a todos. Entré a mi hogar en puntillas, con la sensación de inutilidad y cansancio de quien pierde su tiempo y deja pasar de lado las mejores cosas del presente. Dejé el saco en el espaldar de una silla, me quité la corbata y la camisa, me puse un

Pero lo bueno dura poco y Catalina regresó de su corto viaje al interior esa misma tarde. Entró a la casa sin que me diera cuenta, cuando más acaramelados estábamos María Luisa y yo, ajenos a la realidad circundante. De pronto, al descubrirnos en pleno idilio, cesó la risa inconfundible de mi mujer, que tanto alegra mi espíritu en cada retorno, y su saludo cariñoso de timbre particular se convirtió en reproche. Desde la puerta, con una mirada fulminante que no pudo reprimir, me gritó: –¡Patricio, ya está bueno! ¡Ahora mismo te deshaces de esa gata, o yo mismo la pongo en la calle de un puntapié!

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Entrevista a José Alcántara Almánzar 14

Maricel Mayor Marsán Poeta y escritora cubana

La poeta y escritora cubana Maricel Mayor Marsán realizó esta entrevista al escritor José Alcántara Almánzar, durante la XXII Feria Internacional del Libro de Miami, en noviembre de 2005. Después de no vernos por varios años, se convirtió la ocasión en un verdadero festín literario y de recuerdos amenos que solamente una persona con su capacidad narrativa puede llegar a generar. Como resultado de nuestras largas e inevitables conversaciones surgió la entrevista que sigue a continuación.”

MMM A través de tu obra se puede advertir el tema del hombre marginado como una constante. ¿Te consideras un escritor comprometido desde el punto de vista social y político? JAA Todo escritor –y no soy la excepción– siempre está comprometido con su sociedad y su tiempo, aunque su mayor compromiso debería ser siempre con la literatura misma. Comencé a publicar en una época de utopías revolucionarias que impregnaron la narrativa latinoamericana con acentos muy definidos, y en mis cuentos, en particular, se respira esa atmósfera común a las obras de muchos escritores que hicieron su aparición en los años sesenta y setenta del siglo pasado. En cuanto al “tema del hombre marginado” a que te refieres, es algo que llevo muy dentro, pues crecí en un barrio

humilde de Santo Domingo, donde la marginación en todas sus formas me conmovió desde que tuve uso de razón, llevándome a tomar conciencia de lo que significan la desigualdad, el rechazo, el ostracismo. Muchos de mis personajes son, pues, seres marginados por su condición grotesca, sus deformaciones, sus desviaciones, sean éstas ideológicas, políticas o sexuales. MMM Muchos te consideran un maestro del cuento caribeño contemporáneo y tu obra es objeto de estudio en la mayoría de los cursos de Literatura del Caribe en América Latina, EE.UU. y Europa. ¿Cómo has podido combinar tus actividades profesionales con esa fructífera carrera literaria? JAA Ser escritor en nuestra América es un oficio difícil, casi nunca exclusivo, que debemos combinar con otras ocupaciones para poder sobrevivir. Salvo las excepciones que todos conocemos, de escritores con enorme prestigio, traducidos a numerosos idiomas, que viven de los beneficios que les reportan sus obras, el escritor latinoamericano es al mismo tiempo profesor universitario, empleado privado o burócrata. Pero las ocupaciones son las que han cambiado, no la situación, porque antes los escritores eran diplomáticos (todavía suelen serlo), abogados o periodistas. La vida era distinta y había escritores “malditos” situados voluntariamente al margen de la sociedad, o escritores “bohemios” que soñaban con París y la vida muelle en los elegantes salones de la burguesía de entonces. En mi caso, fui profesor desde los veinte años, primero en un instituto comercial; después de inglés, francés, literatura e historia dominicanas en un prestigioso colegio jesuita para varones; más tarde en un instituto de idiomas donde enseñaba español a extranjeros y, ya graduado en la

universidad, sociología en varias universidades durante tres décadas, hasta mi renuncia hace unos años. Mi trabajo de profesor me daba tiempo para leer, investigar y escribir, y así surgieron mis libros, porque el trabajo de un maestro, cuando se hace por vocación, constituye también una valiosa labor intelectual. MMM En tu más reciente libro de cuentos “Presagios de la noche” te internas en las complejidades de la naturaleza humana de una manera más abarcadora, sin dejar de lado los temas de tipo social. ¿Tiene esto algo que ver con la madurez del autor? JAA “Presagios de la noche” es la segunda antología publicada en Puerto Rico, donde mi obra goza de una favorable aceptación. La primera fue “El sabor de lo prohibido” (1993), con prólogo del reputado crítico Efraín Barradas, y lleva el sello de la Editorial de la Universidad de Puerto Rico. “Presagios de la noche”, de la Editorial Isla Negra, con estudio preliminar de Nívea de Lourdes Torres Hernández, autora de un libro titulado “El enigma de las máscaras. La cuentística de José Alcántara Almánzar” (2002), es una obra por completo diferente a la anterior, integrada por quince cuentos tomados de las cinco colecciones publicadas hasta ahora: “Viaje al otro mundo” (1973), “Callejón sin salida” (1975), “Testimonios y profanaciones” (1978), “Las máscaras de la seducción” (1983, Premio Anual de Cuento), y “La carne estremecida” (1989, Premio Anual de Cuento). De manera que no se trata de textos inéditos, sino de cuentos que fueron escritos hace muchos años, cuando no había alcanzado la madurez actual, y y cuyos temas han sido una constante en mi obra narrativa. En fin, en vista de que no puedo Revista de Arte y Literatura


ser juez y parte de mi propia obra, me remito a lo que dice la profesora boricua en su estudio introductorio, cuando señala que en mi cuentística se advierten tres tendencias: el neorrealismo social, el neorrealismo psicológico y lo fantástico. En estos momentos trabajo en otra dirección, a base de cuentos breves que vienen apareciendo en una revista local y en los que el tema predominante es la nostalgia, el deseo de recuperar personajes, situaciones y recuerdos que conservo intactos en mi memoria. MMM Más allá de la miseria y el hambre, muchos de tus personajes participan en todo tipo de juegos sexuales, manifestaciones eróticas y obsesiones individuales. ¿Consideras que la satisfacción sexual en cada uno de ellos es un paliativo de renovación y vida? JAA El erotismo, que es la expresión cultural de la sexualidad, ocupa en mi obra un espacio nuclear, tanto en los personajes marginales como en los de clase media o alta. Con una franqueza que a veces raya en el atrevimiento, las manifestaciones eróticas y las obsesiones sexuales de mis personajes son, más que juegos, respuestas de la condición humana ante situaciones diversas. A veces se presentan como prácticas que dominan al hombre y la mujer, a pesar de las apariencias de urbanidad y la simulación que caracteriza las relaciones interpersonales en nuestro país, o como válvulas de escape; pero, sea como fuere, el sexo en mis cuentos no es un mecanismo reproductor, ni una práctica ceremonial santificada por la costumbre, sino como transgresión, desquite, flaqueza, que forman parte intrínseca del género humano. MMM ¿Se podría atribuir tu fina destreza narrativa y tu abundante lexicografía a tu trayectoria como profesor de literatura, a tu voracidad insaciable de lector consuetudinario o a tu práctica periodística? JAA He ejercido el periodismo literario en distintos momentos de mi trayectoria. Primero en la revista Revista de Arte y Literatura

“Ahora”, donde publiqué mis primeros artículos de sociología e historia. Luego, también en “Ahora”, durante cuatro años, cuando hacía crítica literaria; y más tarde, en una época inolvidable, en el suplemento literario “Isla Abierta”, del periódico “Hoy”, creado y dirigido por mi inolvidable maestro y amigo Manuel Rueda. Paralelamente, he publicado en casi todos los periódicos dominicanos y en revistas internacionales. El periodismo, como decía el gran poeta Héctor Incháustegui Cabral –que también fue un notable periodista–, nos enseña a tener un sentido del espacio y de la síntesis, a saber cuando hay que “echarle agua a la leche”, o lo que es igual: a escribir largo, si hay que decir mucho, aunque sea breve el material que se tiene a mano. En 1996 obtuve el “Premio a la Excelencia Periodista Dominicano Arturo J. Pellerano Alfau”, en el renglón de “Crítico”, que otorga cada año el “Listín Diario” a una categoría del periodismo. Pero esa destreza narrativa que mencionas, no creo que provenga de mi práctica periodística, sino que es anterior, resultado de un arduo proceso de ejercitación continua a través de los años, copiosas lecturas de los grandes maestros universales, reflexión, anotaciones, estudio, conversación con amigos y maestros, y tenacidad, sobre todo para depurar un estilo que debe parecer fácil pero que en el fondo es muy difícil de conseguir: “la difícil facilidad” de que hablaba Juan Ramón Jiménez. Cuando escribo, siempre temo que el lector pueda llegar a aburrirse con un texto mío. Es una falta que no me perdonaría jamás, por lo que intento mantener al lector atado a mis palabras, sin que quiera dejarme hasta llegar al final. MMM ¿Qué memorias notables tienes acerca de tus años en que te dedicaste al periodismo? JAA Luces y sombras. Alegrías y sinsabores. Recuerdos imborrables de un medio cultural limitado, donde las relaciones personales a veces pesan más que el valor real de una obra literaria y donde un nombre es encumbrado por la

publicidad; o, por el contrario, es atacado sin cuartel por razones personales, completamente extraliterarias. Pero, sobre todo, me quedó un aprendizaje para el oficio de escritor y para la vida, ya que el periodismo literario, en países como los nuestros, de geografía y mentalidad insulares, pone en evidencia realidades escandalosas sobre las intrigas de los intelectuales. Los años de la revista “Ahora” me permitieron conocer a fondo “quién es quién” en nuestro medio y, más allá de los valores literarios, palpar la condición humana de los autores, sus grandezas y miserias, sus virtudes y ruindades. Hice muy buenos amigos, aunque a veces recibiera alguna que otra amenaza de algún fanfarrón, velada o abierta, por opiniones sinceras que, sin complicidades ni ofensas, publiqué en mi sección “Literatura y Sociedad”. Ya en “Isla Abierta” me introduje más en la literatura continental y europea y en asuntos teóricos de la creación literaria, y te confieso que me sentí más tranquilo, escribiendo sobre lo que me gustaba, sin tener que reseñar libros malos que llegaban a mis manos en la revista y que me veía en la obligación de reseñar. Después que murió Manuel Rueda y el suplemento desapareció, he perdido el entusiasmo por el periodismo literario, aunque desde hace un año estoy colaborando con una revista ligera, muy bella, “Santo Domingo Times”, a petición de su director, que fue mi alumno en la universidad, porque él me permite escribir sobre lo que quiera, sin imponerme condiciones. Otras veces colaboro con amigos en revistas literarias, tales como “Xinesquema”, “Caudal”, “Mythos”, y en el suplemento “Areíto” del periódico “Hoy”.

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Rosa Idalia García Artista las 24 horas

S

u vida no la visualiza fuera del arte, desde hace ya muchos años escogió el pincel como una diversión y una profesión que le daría grandes satisfacciones a lo largo de una fructífera carrera de artista que la llena de satisfacción y orgullo. Rossy García, como popularmente se conoce a esta dama del arte a quienes muchos expertos la catalogan como una artista de recia y definida personalidad. Otros como el laureado crítico Danilo de los Santos sostiene que Rosa Idalia es un símbolo de mujer, una señora del arte que ofrece señales discursivas en cada una de sus muestras pictóricas; “ella es aislada, destacada, diferente, inconfundible, multiplicada y reconocida” Recientemente fue condecorada por el Ayuntamiento de Santiago y Sala Capitular como una de las 30 Damas de la Ciudad Corazón. En la actualidad la pintora se desempeña como directora del Centro de la Cultura de Santiago y presidenta de la emblemática Casa de Arte, la cual fundó junto a un grupo de valiosos amigos y dolientes de la cultura. En su diversidad de roles, de artista, 16

funcionaria, madre, esposa, hija y maestra, Rosa Idalia, ha logrado descollar por su inconfundible sello de “humildad” y de mujer creativa preocupada por su entorno, inquietud que revela en cada una de sus obras las cuales se encuentran en reconocidas galerías de arte, museos,

fundaciones y coleccionistas…. ¿Como se define como artista? Muy independiente y logro verdaderamente lo que busco y me propongo hacer como mis obras. Cuando no lo logro, sigo luchando en la búsqueda, en la composición, en el mensaje que se expresa en los colores y en el pincel. ¿Que anécdota, puede contar a los lectores de Mythos?

Me han sucedido muchas cosas, pero de contar así, como que no recuerdo ahora. ¿Que caracteriza sus obras? Los colores, porque expresan el verdadero lenguaje, el tema social y el estilo moderno que están presentes en mis obras. ¿Se considera artista las 24 horas del día? Estoy siempre en la búsqueda de la perfección como artista. Cuando no estoy pintando, estoy remodelando o restaurando una obra. Por eso soy una artista de tiempo completo y eso me ha ayudado a lograr lo que me identifica que es la libertad y la diferenciación de otros homólogos. Mi sello de identidad es poder realizar una obra con colores, con composición y cuidado en lo que plasmo en el lienzo. ¿Usted tiene una larga trayectoria de triunfos, a su juicio que ha logrado? Educar, enseñar a jóvenes artistas que pueden ser diferentes. Además de mantenerme trabajando con otros pintores y relacionarme con otros artistas para indagar en las artes, es el Revista de Arte y Literatura


Fragmento del cuadro Estampida de Rossy García

mejor legado que se puede hacer como pintor. ¿Cómo ve la participación de la mujer en las artes plásticas? La veo muy bien y siempre que cumpla con su rol de artista. Considero que la mujer no se debe comparar con el trabajo del hombre, sino verse la obra de un artista no como género. ¿Qué estilo prefiere la artista Rossy García? Prefiero la abstracción y el surrealismo. ¿Se paga el artista como merece como creador de una obra? Si, se paga. A mi me pagan muy bien mis obras, lo que sucede es que la gente no compra mucho; aunque el dominicano tiene conciencia de adquirir una obra como una buena inversión. ¿Qué planes tiene en beneficio del arte? Tengo muchos planes y uno de ellos es crear una Casa de Arte en cada barrio de Santiago, que los jóvenes con talento se puedan formar y se conviertan en relevos de los grandes artistas. Para este proyecto

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estoy contando con mucha gente, muchos artistas y me llena de mucha satisfacción el solo imaginármelo. Con estas casas se puede ayudar a reducir la delincuencia, porque la juventud estará concentrada en actividades sanas, que lo alejen de cosas negativas.

¿Algún secreto como artista para elegir los temas de las obras? Pues no tengo ningún secreto, pero si elijo los temas en el campo, en un rincón o en un desecho,

¿Entonces con el arte se puede evitar la violencia? El arte y la cultura son más beneficiosos para reducir la violencia que otros métodos. El arte es un logro, es una manifestación muy próspera para el ser humano. ¿De cuales grandes artistas recibió influencia? Quizás influencia propiamente no, pero si recibí formación de los maestros como Yoryi Morel y Federico Izquierdo. He aprendido de muchos artistas de varias generaciones.

en fin en cualquier lugar me surge la inspiración.

Muy intimo... Nombre artístico: Rossy García Color: Todos, porque es lo que primero que se ve en cada obra Un libro: La Poesía, de Mieses Burgos Un perfume: Uno muy rico, que me regaló Cuqui Casada con: el arq. Cuqui Batista

Hijos: Aba Mía e Ira Ina Plato favorito: Todo, todo y muuucho Planes como artista: Seguir buscando la perfección Un crítico que prefiera: Danilo de Los Santos Música: El jazz y la clásica Frase de batalla: Quisiera lograr... 17


Cuento

José Alcántara Almánzar

L

Agonías

de la tarde

Narrador y Ensayista Dominicano

legaron al estadio a esa hora crepuscular incierta en que todos los cuerpos se igualan, devorados por deseos incontenibles, sin tiempo para buscar un motel donde pasar un buen rato. Habían abandonado la oficina no bien terminó la jornada del día y en el ascensor ni siquiera se miraron, intentando despistar a los demás, igual que dos desconocidos que coinciden casualmente. Luego, maletín en mano, cada cual partió en su propio auto. Sin perder un minuto se encaminaron a un parqueo privado, estacionaron deprisa, esquivando vehículos que entraban y salían. Beatriz cerró el suyo con llave y subió al de Roberto, cuyos vidrios entintados les garantizaban un discreto anonimato. El estadio —ubicado en terrenos del antiguo aeropuerto de la ciudad capital— iba quedándose vacío, en medio de las sombras que adensaban la oscuridad del lugar. El auto recorrió los alrededores durante unos minutos, en busca de un rincón seguro, lejos de la curiosidad pública. Después de varias vueltas, Roberto encontró un espacio adecuado entre unos pinos enormes y apagó el motor, dejando la llave conectada. Beatriz temblaba de excitación, pues era la primera vez que se encontraba sola con Roberto fuera de la oficina. Él comenzó a besarla, mientras le desabrochaba la blusa, le acariciaba los senos hasta hacerla gemir. Se abrazaban con desesperación y torpeza. Roberto se quitó la corbata y, sofocado por una erección salvaje, deslizó su mano izquierda entre los muslos de Beatriz, hasta hundirla en el centro del placer. Un golpe seco en el cristal cortó de pronto el ritmo fulminante de aquellos 18

cuerpos sudorosos, trenzados en un beso inacabable. Roberto y Beatriz, acezantes y nerviosos, temieron que el vidrio se hiciera trizas por el vapuleo y los fuertes puñetazos que alguien descargaba sobre la carrocería y las ventanas. Habían cometido una grave imprudencia —ambos lo sabían—, pero ya era tarde para lamentarse y sólo podían usar sus mejores habilidades de persuasión para escapar de aquella trampa en el corazón de un parque dedicado al deporte y la recreación. ―¡La policía! ¡Salgan de ahí, coño! −ordenó una voz que les pareció espantosa. Pasaron unos segundos eternos, pero los insistentes golpes continuaban. Al fin, la puerta delantera izquierda se abrió en cámara lenta y un fornido sujeto encañonó a Roberto con lo que parecía una pistola, agarrándolo por el cuello de la camisa hasta convertirlo en un pelele. Del lado derecho, el otro sujeto sacaba a Beatriz a empujones, sofocando sus gritos con manos ásperas entrenadas en el maltrato. Roberto se puso de rodillas, implorante. El de la pistola le dio un bofetón que lo hizo sangrar. Le quitó el reloj, le arrancó la billetera. Roberto suplicaba que no lo mataran, que les daría todo lo que quisieran. Beatriz, con los ojos enrojecidos, miraba la escena de humillación, pero sin abandonarse del todo al toqueteo del individuo que la había inmovilizado cogiéndola por el pelo. −¡No me maten, no me maten! −suplicaba Roberto con voz que a Beatriz le pareció irreconocible. −¡Pendejo! ¡Cabrón! −le gritó, con desprecio, el de la pistola. En unos arbustos, el otro sujeto derribó a Beatriz de un puñetazo, dejándola medio alelada. Todo ocurría sin interrupciones ni testigos, en un espacio solitario bajo el control absoluto de los agresores. Beatriz sintió que un aguijón

indeseable la penetraba, lacerándole las entrañas. El individuo, con expresión lúbrica, la gozó a su antojo, en medio de un estertor asordinado. Después le tocó el turno al que encañonaba a Roberto, que se mantenía con la mirada clavada en el suelo, indefenso y lloroso como un niño, sin mover un dedo para defender a Beatriz. Al concluir, el fornido —con extraña sonrisa de poseso y ademanes lerdos de endrogado— se ajustó malamente los pantalones, dejando a Beatriz tendida, como si estuviera muerta. Los agresores escaparon en el auto de Roberto, llevándose también la cartera y las prendas de Beatriz. La dejaron semidesnuda entre los arbustos, mientras Roberto, todavía inmóvil, comenzaba a despertar de la pesadilla que acababan de vivir y sólo se le ocurría pedir perdón. Trató de ayudarla a ponerse de pie y ella lo rechazó con mirada de desprecio y enconado silencio, e incorporándose, le dio la espalda y trastabilló hacia la salida del estadio, ahora en completa oscuridad, secándose con las manos la vergüenza que le corría entre las piernas, mientras él seguía rogándole que lo perdonara.

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Los besos que yo te di José Antonio Ochaíta (1905-1973), poeta y escritor mexicanoespañol, autor de reconocidos libros de poesía y teatro. Este poema es cortesía de la poeta Carmen Comprés, un estremecedor hallazgo explorando sus libros de poesía que reencontró en internet.

A

unque entres en una alberca de agua fría y arrayanes que tenga disuelta dentro columnas, estrellas y aires; aunque con buriles nuevos acuñen nueva tu imagen, y un sayón bartolomeo piel a túrdigas te arranque; aunque nacieras de nuevo en el vientre de tu madre y el Padre Santo de Roma de nuevo te acristianase, los besos que yo te di no te los quitará nadie, que vas reluciendo besos pregonando su linaje, brillando y oscureciendo como una luna en dos fases que nunca mata el creciente porque no quiere el menguante.

los chopos al agua fácil; lo canijo de tu vida tuvo un apoyo de jaspe: mis besos; el hambre tuyo dejó de ser malas hambres con mis besos; el horizonte sin causa, tuvo su lumbre. Tu palabra sin engarce tuvo gramática, ¡besos!, que son, más que besos, frases de un evangelio de lumbre

La saliva de mis besos no se te pegó a la carne. Si se te hubiera pegado arrancarla, fuera fácil y pisotearla luego, cosas de buenos amantes; pero no fue pegadiza, no fue postura de traje que en una feria, se compra y en otra feria, se añade, y cuando pasa, se cambia conforme cambia el paisaje, como un catorce de mayo que no quiere sofocarse. La saliva de mis besos te cimentó, la raigambre, la respiraron tus huesos, la comieron tus ijares te clareó las entrañas, te hizo crecer y esponjarte como crecen y se esponjan Revista de Arte y Literatura

con nuestras dos iniciales. Ahora di: ¿Qué tienes tú que no estuviera unido, unido a mis besos antes. Eras cañamazo torpe, hilaza que se deshace y en los labios tuve agujas divinas para bordarte, de la camisa al pañuelo, desde el tuétano a la carne. Que tu eras humo dormido

que no acierta a despejarse, y yo te mostré mi joyel en ese fanal de besos altos, densos, claros, graves y dentro de él relucías -tú, que eras tristeza mate-, como reluce una hostia que acaba de consagrarse, que es pan y no es pan, porque se amasó de eternidades. Anda, quítate mis besos, date alquitrán y vinagre, entra en un río de greda o en una selva de sables, busca otros besos que pongan a los míos antifaces. Qué habrías de conseguir? Di, si habrían de machacarte y en el polvo de tus huesos estarían mis señales. El agua se irá burlada, la lumbre quemará en balde, se mellarán las navajas, caerán las caretas fáciles, te señalarán cien dedos, dianas de los cobardes, te gastarás, en mentidos esfuerzos de escaparte a aun allí, estarán mis besos, fundidos en tu raigambre. Y hasta el día que la tierra con otra tierra te tape, por debajo del montón mis besos han de notarse, vivos, aunque te hayas muerto, nuevos, aunque tú los gastes, calientes, aunque te enfríes, verdad, aunque los negaste, para que Dios te conozca por lo bizarro del traje y sean los besos míos al cabo, los que te salven. 19


E

n el Centro León quedó inaugurado el programa La Huella Catalana en el Caribe, con la apertura de la exposición Wifredo García: Peculiares obsesiones. Con la presencia de reconocidas figuras nacionales e internacionales fue inaugurado el programa La Huella Catalana en el Caribe (2009- 2010), un proyecto que quiere poner de relieve la presencia de los catalanes en la aventura americana, entre los siglos XVII y XX, así como el intercambio de influencias que en diversos terrenos y en ambas direcciones se generó entre Cataluña y la región del Caribe. Se trata de un periodo muy significativo, que incluye la labor de importantes personalidades, como Pau Cassals en Puerto Rico; Joseph Gausachs, nacido en Barcelona y considerado uno de los grandes maestros del arte dominicano; Juan Bosch, presidente de la República Dominicana en 1963, gran figura política y literaria (en 2009 se celebra el centenario de su nacimiento); Wifredo García, barcelonés, propulsor de la fotografía dominicana; o Emilio Bacardí, patriota, 20

intelectual y mecenas de la cultura cubana. Esta iniciativa es realizada por el Centro León, en la República Dominicana, la Casa Amèrica Catalunya y el Institut Ramon Llull, en Barcelona; en colaboración con entidades de Cuba y Puerto Rico.

El director de Casa América Catalunya, Antoni Traveria, explicó que el proyecto surgió a raíz de la propuesta del Centro León de República Dominicana, desde donde se planteó la difusión de la figura del fotógrafo Wifredo García, nacido en Barcelona y considerado el máximo referente de la fotografía dominicana. Así, durante más de un año, el Centro León desarrolló un conjunto de acciones encaminadas a homenajear a Wifredo García, fundamental fotógrafo dominicano, que en 2008 cumplió veinte años de su desaparición física. Este programa incluyó tertulias, conversatorios, seminarios, así como el procesamiento, catalogación y puesta en valor de su archivo, que la familia García había cedido en calidad de préstamo temporal renovable al Centro León, permitiendo la curaduría y el diseño museográfico mediante los cuales el equipo del Centro León hizo posible la inauguración de la exposición Wifredo García: Peculiares obsesiones, el jueves 19 de febrero, la cual permanecerá en exhibición hasta mayo de 2009. Revista de Arte y Literatura


La Catedral del Bosque

W

ilfredo García nació en Barcelona, España, en 1935 de madre dominicana y padre español. En 1955 obtuvo un doctorado en ciencias químicas en la Universidad de Santo Domingo y realizó estudios de postgrado en Bromatología, en la Universidad de Kansas en 1957, fecha en que se interesó seriamente en la fotografía. A su regreso al país ocupó la cátedra de Química en la UCMM, en Santiago, de 1964 a 1972, compartiéndola con sus ocupaciones científicas y comerciales. Fue fundador y presidente por muchos años de la industria Procesadora Avícola CxA (Pollos Yaque). Se traslada a Santo Domingo en 1979 para dedicarse enteramente a su vocación apasionada: la fotografía. Desde 1964 se dedicó a la formación y a la promoción artística de jóvenes fotógrafos, aficionados y profesionales, a través de reuniones grupales e impartiendo incontables

cursos y conferencias sobre la materia, y como fundador de varios grupos fotográficos. Ocupó la cátedra de Fotografía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Revista de Arte y Literatura

En su interés por elevar el nivel artístico de la profesión fotográfica publicó varios libros sobre el tema. Su tercer libro La Catedral del bosque-Un itinerario al Pico Duarte fue publicado en 1980 y constituye uno de los más grandes homenajes a ese magnífico trayecto de nuestra geografía. El autor nos llevará de la mano de su sensibilidad artística a ser testigos de la gran belleza captada a través de su lente en los frecuentes viajes que realizara a esta cumbre más alta del Caribe. Una segunda edición en este 2009, año Wilfredo García declarado

por el Centro León, institución líder en la promoción de las artes plásticas dominicanas, en conmemoración del vigésimo aniversario de su partida; se presenta en versión CD para el público

que asistió a la apertura de la exposición Wilfredo García, Peculiares Obsesiones, un homenaje al Maestro de la Fotografía parte de las actividades desarrolladas por “La Huella Catalana en el Caribe” (2009-2010), auspiciado por el Institut Ramon Llull y Casa Amèrica Catalunya.

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Insondable acecho Guillermo Pérez Castillo (Puerto Plata 1940) (Colección Ínsulas extrañas, 2008) “Escribe poemas desde temprana edad, pero es ahora, cuando la conciencia del oficio le sugiere publicar su obra. Si el lector la pondera adecuadamente habrá descubierto todos los ángeles que la habitan.” Andrés Ulloa

Canto de Unción Abierto hacia la luz sobre la aguas está el loto en su quietud ungido. Oh flor amada desde el fango te yergues a lo celeste… Loto Entre rizos del agua laguna silente antro de oscuridad… Eludiendo la iniquidad del lodo emerges mística para besar la luz. Certeza Mis ojos red de luz te buscan. Mi voz salto de abismos te llama. Mi corazón viejo pirata te asalta. Amor Agua que salta y cae. Río que rueda y se hace canto. Polen que vuela y se hace flor.

Por hacer otras cosas Dame agua primero después la sed inviérteme a soñar… En cierta forma es esperar es devolver al cielo mi locura. Canto de fuego Un lapsus en el fulgor hizo que fuera cuando las ansias del Edén buscaba la mariposa que murió en la llama.

La llama insomne Sally Rodríguez Media Isla editores 2008 Poeta mocana, 1957, también ha publicado los libros de poesía Luz de los cuerpos (1985) y Diálogo sin cuerpos (2003). “La llama insomne es una ventana que se niega y reafirma en el vasto mundo del poema. Un libro que se entrega sin melindres, desnudo a toda luz.”

La llama surge de tierra y cuerpo y sueño claroscuro de humana voz palabras que arden y luego se consumen en tristezas La llama que es centro fulgurante me arroja en tambores antiguos al ojo alucinado al insomnio a la nada Trillos del tacto Juguemos a escondernos muy dentro de la risa Perdámonos en estos trillos del tacto

en estos laberintos de infancia en que podemos correr y descubrir la piel de los árboles y la propia raíz que nos enreda y absorbe Bebamos este color que incendia la tierra oscura brebaje contra el tiempo Entremos descalzos sin miedo al labio vegetal que se abre y nos traga Entremos salvajemente vivos y unidos Puñales relucientes Puñales relucientes se disparan contra mí Me retuerzo Quiero cerrarme que no entre mi desnudo fantasma de carne susurrando al oído calientes palabras que humedecen la tarde y los huesos Dentro cae la niebla Dentro un caballo incesante deja su polvareda sus fulgores Dentro cae la niebla y se abre blanquísimo el silencio Los dedos en la forma de un loto despiertan empiezan a gemir mientras la sabia circula en la inocencia que arde y muerde El animal está tocando con sus ojos mi tacto abrasando los míos con su lengua


Las palabras están ahí…

Antología poética de Mateo Morrison 2008 Mateo Morrison, Santo Domingo. De la extensa bibliografía de este autor llega ahora una antología poética que brinda una idea muy completa de su trayectoria a lo largo de muchas de sus obras publicadas y que incluye además textos críticos y estudios de reconocidos escritores dominicanos. “A Mateo Morrison la gente lo asoció durante mucho tiempo a la idea de una poesía de fusiles y llanto. Pero no hubo nunca un poeta más amoroso, calladamente tierno, romántico en su expresión esencial, sin degenerar en lo cursi, que él.” Tony Raful.

La pareja del parque Esa pareja que en el parque divisamos levantando paredes para amarse. Abrazados y extendiendo mutuamente sus dominios. Esa pareja, merodeada por las aves, y la llegada de la noche, casi oculta. Ésa, que hace que los niños boquiabiertos detengan su carrera. Que se hace centro de palabras y murmullos. Que se ama olvidando el papel del auditórium. Esa no es más que el reflejo de nosotros. En el tiempo en que el amor crecía sin que pensáramos que el dolor llegaría a nuestros pechos sin destruirnos. Poema del dolor no merecido No al silencio. No a lo triste.

No a la angustia. Sí a la gigante canción de la esperanza que entonamos aunque la muerte nos persiga. Sí a los encendidos faroles que llevamos como lámpara en el pecho. Sí a nuestros amores, aunque no sepamos dónde recostaremos nuestros sueños. No temas. Donde uno de nosotros muera tragándose hasta el polvo, se levantará una órbita de luz que otro tomará para clarear el camino. Por tanto, no a tu llanto, sí a tu risa; no congojas, sí a tus ojos de paloma, contentivos de dicha. Breves visiones Funeraria Se puede ya morir nuestras cajas lustrosas esperan su bello rostro congelado Tirano Devuélveme al menos las cenizas de uno de mis hermanos y disminuiré en una diezmillonésima parte la montaña de desprecio que te he erigido en mi corazón Las palabras están ahí Las palabras están ahí sobre el rojo y el ocre y sobre el rojo y verde otras palabras nadie las pronuncia porque están ahí ya pronunciadas moviéndose en nuestros ojos como si fuera posible conversar con uno mismo y los demás al mismo tiempo Una ciudad posible Ahora para hacer una ciudad posible tenemos que crearla día a día en nuestras mentes.

En escenarios propicios al abismo. Espacios que parecen infernales sombras. Diría que los mundos que hicimos posibles son ciudades abiertas sin muros sin sonrisas. Quizás la tuya, que a veces se desplaza lentamente sobre mí y me confunde.

Nuevos Libros Un sueño hecho realidad

Fue puesta a circular en la Libreria Thesaurus de Santo Domingo el martes 3 de marzo del 2009 la obra titulada “Un sueño hecho realidad” de la autora dominicana Ana Antonia Espaillat G. de Adam. Maestra y enfermera psiquiátrica (pionera en el país en esta última rama profesional). El libro reune las siguientes características: No es una obra de ficción, tampoco es una autobiografía ni unas memorias ni un ensayo de enfermería, en cambio es un testimonio de experiencias que reune algunos elementos de los géneros mencionados y cuyo punto de partida y eje central lo constituye una extraña experiencia onírica experimentada por la autora el 2 de marzo del 1999. Fungió como maestra de ceremonias La Licenciada Sandra Khoury, la presentación estuvo a cargo del Licenciado Urías Espaillat. Para la corrección de estilo, la autora contó con la colaboración de la reconocida periodista Minerva Isa. JLG


NOTAS DE VIAJE Por Tierras de España Bruno Rosario Candelier

Presidente de la Academia Dominicana de la Lengua

Primera Parte De Madrid a las ciudades de Ávila y Toledo

A

l llegar a Madrid, me puse al servicio de la Real Academia Española, que me invitó a colaborar en las tareas lexicográficas propias de los diccionarios de nuestra lengua. Es intenso el tren de trabajo que debemos realizar. Por lo pronto, estoy colaborando en la revisión del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) y en la confección del

Diccionario de Americanismos (DA), aunque mi responsabilidad prioritaria, en esta área del saber idiomático, es el léxico del español dominicano. Respecto al DRAE, el Director de la Real Academia Española, don Víctor García de la Concha, me asignó a una Comisión de Ciencias Sociales junto a otros siete académicos españoles, todos ellos Miembros de Número de la Corporación de Madrid. Esta Comisión la integran los académicos Ignacio del Bosque, Manuel Seco, Francisco Ayala, Eduardo García de Enterría, Antonio Muñoz Molina, Luis Ángel Rojo, José Luis Borau, Juan Luis Cebrián y Carmen Iglesias. La preside el Director de la RAE y colabora, como secretaria adjunta, la lexicógrafa Consuelo Tovar. En esta Comisión se estudian las palabras en atención a un lema específico. Por ejemplo, si se elige la palabra tráfico, se enfocan todas las voces que contienen ese lema o alguna de sus variantes para verificar si la definición es pertinente, si el vocablo está en desuso, si hay que insertar alguna modificación a la definición conforme la apreciación actual o cualquier otro aspecto vinculado con su sentido, su origen y su vigencia. Respecto al DA, formo parte de la Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), que cada año la integran cuatro representantes de las Academias Hispanoamericanas de la Lengua. En este año de gracia de 2009 nos correspondió participar, en nombre de nuestras Academias, al representante de la Academia Norteamericana, Orlando Rodríguez Sardiñas: de Panamá, Berna de Burrell; de Ecuador, Susana Cordero; y de República Dominicana, el suscrito, junto al Delegado de la RAE, Gregorio Salvador y el Secretario General de la ASALE, Humberto López Morales, que preside las reuniones ordinarias. Como secretario adjunto participa Atanasio Revista de Arte y Literatura


Herranz, de la Academia Hondureña de la Lengua. Para el estudio del vocabulario recibimos el material previamente seleccionado y definido por un equipo de especialistas de la lengua al servicio de la Real Academia Española, que tiene la encomienda de preparar los borradores de las palabras, en orden alfabético desde la A hasta la Z. En la revisión de las palabras hemos de constatar si la definición anotada, con sus diversas acepciones, es válida en nuestro lenguaje, si tiene vigencia, si es el vocablo es obsoleto, etc. También hay que consignar las diferentes marcas gramaticales para su registro, como el género gramatical, los niveles socioculturales, las variantes de estilo, etc. Cada martes, en horario de 4.00 a 6.00 de la tarde, sesionamos con los miembros de la Comisión Permanente y cada jueves, en el mismo horario, con los miembros de la Comisión de Ciencias Sociales del DRAE. Todos los jueves, de 7.00 a 8.30 p. m., asistimos a la reunión ordinaria con los Académicos de Número de la Corporación madrileña. Además del trabajo y el descanso, la vida reclama entretenimiento y diversión. Para airearnos fuera de la capital española, los fines de semana viajamos por diferentes ciudades castellanas. A mediados de febrero fuimos a Ávila y Toledo. El poeta interiorista Teodoro Rubio, coordinador del Movimiento Interiorista en España y del Grupo Literario “Gerardo Diego” del Ateneo Insular en Madrid, ha sido un ángel para nosotros en estas tierras de España. El 20 de febrero viajamos con él hacia Ávila, la ciudad mística de Castilla. El trayecto, orillado entre sierras con pinares embutidos en la nieve, es impresionante y majestuoso. Recorrimos la ciudad amurallada de Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Visitamos el Centro Internacional de Estudios Místicos y la Universidad Mística de Ávila, donde se imparten cursos y seminarios de espiritualidad sobre temas y precios tentadores. Ese centro de estudios místicos celebra encuentros formativos, seminarios de espiritualidad y dicta cursos de orientación teológica bajo la conducción de los padres carmelitas, Revista de Arte y Literatura

la Orden religiosa del santo poeta abulense. Teodoro Rubio es un hombre noble y bueno, como el buen místico que es. Con la alegría que le caracteriza y su paciencia benedictina, nos llevaba a uno y otro lado de la ciudad amurallada. A eso de las dos de la tarde almorzamos en uno de los restaurantes de la ciudad -sopa castellana, ternera guisada, camarones revueltos-, previo a la degustación de un buen vino. Por la tarde, visitamos la Catedral (hasta el mismo obispo nos recibió, puesto que es amigo de Teo), el Convento de Santa Teresa, la plaza pública y algunos comercios locales. Buscamos a Lorenzo Piera Delgado, el antiguo Director del Centro Internacional de Estudios Místicos, pero no lo hallamos. A pesar del crudo invierno, fue un vivo deleite pisar los caminos empedrados de esta milenaria ciudad castellana. Después del almuerzo, hicimos un recorrido en torno a la histórica muralla abulense. Es un muro impresionante que bordea la ciudad, dando la impresión de que, efectivamente, es una ciudad amurallada. Al regreso a Madrid, antes del anochecer, Teodoro Rubio nos recitaba sus poemas encendidos en amor divino, hermosos versos impregnados del auténtico destello sutil de lo sagrado. Al día siguiente, sábado 21, viajamos a Toledo. Allí nos recibió el poeta interiorista Gonzalo Melga de Corral, del vecino poblado toledano de Argés. Fue en la gran ciudad del Greco nuestro guía y generoso anfitrión. Sus hermosos versos, como los de Teodoro Rubio, figuran en Poesía mística del Interiorismo, que el autor de esta crónica publicó en el 2007. Me impresionó vivamente esta milenaria ciudad española, con su muralla entapiada como un cinturón de seguridad. Rodeada por el Tajo, desde dentro o desde fuera del entorno del río, sus diferentes laderas muestran perspectivas cautivantes. Con hermosas construcciones góticas reveladoras de su añejo esplendor, recorrimos sus callejas antiguas, sus museos pictóricos, sus conventos legendarios. Sentí una gran emoción cuando, en la parte extramuros, Gonzalo Melgar me

señaló: -Ahora vamos a ver algo relacionado con nuestro patrono. -San Juan de la Cruz -le dije. -San Juan de la Cruz -ratificó. Porque el poeta carmelita es el santo patrono del Ateneo Insular, la organización de escritores que presidimos. Y al situarnos del lado este del Tajo, en las afueras de la ciudad, nos señaló el lugar por donde se escapó el santo abulense durante la ´noche oscura´ de su injusto cautiverio. Allí escribió el singular poema bajo la inspiración teopoética: “En una noche oscura,/ con ansias, en amores inflamada,/¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada,/ estando ya mi alma sosegada;// a oscuras, y segura,/ por la secreta escala, disfrazada,/ ¡oh dichosa ventura!, a oscuras y en celada,/ estando ya mi casa sosegada”. Me impresionó la alta pared por donde se deslizó el místico poeta cuando se fugó del convento en el que los inquisidores lo habían injustamente encarcelado. El poema que intitulara “Noche oscura” parece anticipar la fuga que, con el auxilio de la imaginación, recreábamos en este presente que tanto le debe a esa época de “tiempos recios”, como decía la santa del Carmelo. A la hora convenida del almuerzo, un poco cansados, conseguimos un magnífico restaurante. Comimos migas manchegas, jabalí serrano y perdices toledanas, entre otros suculentos platos. Toledo es una viva huella creativa del legado histórico de un pasado fecundo. Una ciudad no sólo para conocer la historia sino para recrear la vista, recordar el ayer y revivir la huella del espíritu fecundo. Toda la inmensa meseta castellana, fragmentada en sembradíos de cereales, encinares y olivos, era la misma que estimuló la inspiración del cantor de Castilla, Antonio Machado. De vez en cuando nos sorprendía, a lo largo del trayecto, el vuelo esplendoroso de gozosos gorriones, que parecían entonarnos alegres endechas. El trayecto por Castilla es una confirmación de que Dios pone en cada paraje del Universo un poco de su Todo infinito. 25


MEMORIA DE LA SANGRE, UN DOLOROSO RETRATO DE LOS DOCE AÑOS DE BALAGUER

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l periodista y escritor Luis Martin Gómez puso en circulación en marzo de 2009, su libro Memoria de la sangre, colección de 11 cuentos ambientados en el régimen de los doce años de Joaquín Balaguer, comprendidos entre 1966 y 1978. En sus palabras, el autor mencionó algunos de sus recuerdos sobre ese régimen marcado por la represión, el envilecimiento y la corrupción. “Pero no confíen en mi memoria. Mi memoria no es neurofisiológica sino literaria. Suelo mezclar recuerdos reales e imaginarios, y de esa alquimia de hechos y sueños, ha nacido Memoria de la sangre, once cuentos con los que simplemente ajusto cuentas personales- que no históricas- con el oprobioso pasado reciente”, dijo Luis Martín Gómez. La obra fue presentada por el cuentista, novelista y crítico de cine Armando Almánzar Rodríguez. El periodista y gestor cultural José Rafael Sosa leyó uno de los cuentos que integran el libro. Sobre la obra Memoria de la sangre, editado por Mar de tinta, contiene los cuentos: Fotos, La gallera, Filin, Plano secuencia, 26

Memoria de la sangre, Noticias del vampiro, Dormicum, No llores que ya llega diciembre, Cántale la cucaracha, Güestern y Palaciega. La portada es un retrato del ex presidente Joaquín Balaguer pintado por el Maestro Guillo Pérez.

La obra fue prologada por el escritor y ensayista José Alcántara Almánzar, reciente Premio Nacional de Literatura,

quien señala que “en esta colección de cuentos, Luis Martin Gómez prueba una vez más su talento para la narrativa breve y brevísima, con la incursión en un tema cuyo potencial no ha sido explotado del todo, y lo hace con la mano del cuentista diestro que alcanza nuevas cotas de dominio formal en su oficio de narrador”. Añade que “Memoria de la sangre sigue una tradición que tiene en las letras hispanoamericanas representantes tan ilustres como Guillermo Cabrera Infante (Así en la paz como en la guerra), Sergio Ramirez (¿Te dio miedo la sangre?) y Mario Benedetti (Con y sin nostalgias)”. Luis Martín Gómez ha publicado otros cuatro libro de cuentos: Dialecto, premio nacional de cuento, 1999; Jukebox di sogni (Vellonera de sueños), 2002; La destrucción de la muralla china, 2003; y Mamá, a aquella caracola le está naciendo un mar, premio nacional de literatura infantil, 2004. Cuentos suyos han sido incluidos en antologías de Italia, España, Bulgaria, Bélgica, Cuba, Guatemala y República Dominicana.

Revista de Arte y Literatura


MÁXIMO VEGA

un escritor de grandes premios

La novela El Mar , obtuvo el primer lugar en los Premios Funglode

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Periodista

Fior D’Aliza Tavera

u estilo de escribir temas cotidianos de la sociedad dominicana, le ha valido para descollar como escritor de la joven y presente generación, que busca y retrata su inquietud sobre las contradicciones intrínsecas de la naturaleza humana. El recientemente premio en Novela obtenido en la codiciada premiación de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), se suma a la lista de las distinciones que ha recibido en su prolífera carrera de escritor. Cuando se refiere a la novela premiada “El mar”, sin tapujos, se refiere a que la obra es una reflexión de su inquietud sobre la desaparición física, la discriminación sexual y racial. La obra se cuenta en primera persona de un hombre con problemas serios de salud y que cree que se llama “Michelín”, si, asímismo, como el popular spot comercial sobre neumáticos. El personaje central va narrando la discriminación y todo tipo de penuria que pasa en su último lecho. Aunque todavía no descubre que lo inspiró a escribir dicha novela, si es de conocimiento su preocupación con el tema de la discriminación en todos los sentidos, que a juicio del escritor cada día aumenta en la nación dominicana; “es muy grande en el país”. Para Máximo Vega, cada obra tiene su propio objetivo, pero en su creación literaria más reciente aborda temas sobre la memoria, la nostalgia; “esas inquietudes sobre el ser humano trato de reflejarlas en mis producciones y eso es lo que me llama la atención como escritor.” Entiende que los escritores deben abordar temas sobre violencia, la mentira, la lujuria, la perversión y todo lo que tiene que ver con la naturaleza humana; Revista de Arte y Literatura

“es tratar sobre la inmensa ternura del hombre, y a su vez su gran bestialidad.” Con relación al mercado literario, el autor de La Ciudad Perdida, esta confiado en que la situación cambiará en un futuro cercano, con la aplicación de la ley del libro y la biblioteca 502-08, porque en el país la venta está en un estado deprimido, pero tiene esperanza de que la situación se torne más favorable para los autores criollos, por los altos costos que representa publicar y vender en la República. Vega, es el director ejecutivo del Centro de la Cultura de Santiago, institución que pretende rescatar dos elementos importantes que son; convertir esa entidad cultural -lo que fue otrora- en donde los grupos artísticos hagan gestión cultural en todos los barrios, trabajar con el público directamente y mejorar el aspecto físico -de su infraestructura- y organizativo del Centro. Con un nuevo premio a cuesta, en este caso el de Novela de Funglode, se siente muy bien, satisfecho con la distinción y el mismo representa un estímulo para cualquier escritor, conforme a sus palabras en esta exclusiva para Mythos, al tiempo de expresar que la literatura dominicana es demasiado dependiente de los concursos. Más del escritor: Máximo Vega nació en Santiago, es

fundador y director del Taller de Narradores de Santiago, círculo en donde han descollado jóvenes escritores. Es autor de varias obras tales como: Para Matar la Soledad, Ana y los Demás, Juguete de Madera, la Ciudad Pérdida, El

Final del Sueño, entre otros, los cuales le han permitido obtener importantes premios en el género novela y un premio de ensayo sobre la vida de Víctor Hugo, traducida al francés, el cual le mereció un premio nacional de la Universidad Central del Este. FT 27


Joaquín María Machado de Assis: Un genio desconocido

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Nazaret Espinal l escritor brasileño encuentra, al centenario de su muerte, un digno pero aún pobre reconocimiento como uno de los grandes de las letras latinoamericanas Joaquín María Machado de Assis es un soñador que, quizá sin proponérselo, cruzó los mares con su ágil dominio de la pluma, para catapultarse como un genio con un estilo inimitable, único. Es recordado con respecto a su vida, obra y trayectoria, como un autor que se mantiene vigente en la actualidad, tal como lo describiera el escritor mexicano Carlos Fuentes en la sección Ventana de Listín Diario: “Machado de Assis es un personaje que supo sacar provecho de su dominio de la palabra y su conocimiento de la naturaleza humana, para colarse en la cima de la literatura latinoamericana”. Es cierto. Aunque su muerte hace cien años pasó inadvertida, y sus escritos para entonces eran también desconocidos fuera de su país, hoy al fin se le hace justicia, y florece su ingenio literario por tanto tiempo marginado. Susan Sontag lo considera el escritor más importante de todos los tiempos que ha cosechado América Latina. Harold Bloom se atreve a decir aún más: “es el artista literario de color más importante hasta la fecha”. Leer sus ocurrencias es toparse con un ligero toque de humor gris, que es sarcasmo que sacude. Y deja escapar una dosis de ironía pura cuando menos te lo esperas. Todo ello es capaz de arrancar risas, de enojar y a la vez de conmover. Sus relatos en prosa preocupan y te pueden convertir en un personaje más de sus historias. Sucede que Machado de Assis tiene ese poder de enganchar al lector, de sumergirlo en un ambiente personal, con el que se va identificando y envolviendo, llegando a compartir los sentimientos que se dan en la narración. A los 40 años empezó a quebrantarse su salud, empezando a sufrir epilepsia. 28

Quedó casi ciego. Esta crisis provocó un cambio en su visión de la vida y por ende en su estilo narrativo, pues sus obras son un espejo de su realidad y de lo que ella le provocaba. Es así como sus debilidades se convierten en puentes de oportunidad. En tanto era considerado como un escritor tardío, fue cuando escribió sus mejores textos. Poco importa el tiempo. Lo que vale es su brillante tino para relatar con astucia y seguridad, todo género narrativo en que se volcaba. Posee una gracia particular para escribir cuentos, con cierto grado de intuición psicológica. Assis, el cuentista. En cierta ocasión, al referirse al cuento, dijo: “Es un género difícil, a despecho de su aparente facilidad, y creo que esa misma apariencia le perjudica ya que aleja a los escritores y el público no le da, creo yo, toda la atención de la que muchas veces es merecedor”. Esta opinión suya tomada de un ensayo que escribió en 1873, data de una realidad cierta, aunque en menos proporción, en nuestros días. El autor se refiere a la poca recepción y hasta decir, consideración, que le tienen al cuento, y la valoración injusta que se le hiciera por parecer fácil. Reclama con angustia una posición dentro de la literatura, que para la fecha, el cuento no tenía. Era considerado meramente como lectura para niños, una simple antesala que servía de práctica para la novela, misma que provocaba delirio entre la burguesía. Posteriormente, Alexandre Severino, en un análisis sobre el desarrollo del cuento en Brasil, señala que: “el cuento como género artístico, tardó en ser aceptado como forma de expresión literaria. Los escritores brasileños, hasta hace poco tiempo, consideraban el cuento como algo más apto para el oído de los niños, que para la creación literaria”. Machado se convierte entonces en el Robin Hood del cuento, al ser el

primer escritor brasileño en realzar su dignidad frente a las demás categorías literarias, y encontrar en él su verdadera importancia. Nunca pretendió hacerlo igual con la novela, sino que más bien quiso concederle su propio lugar. Esta es la razón por la que al investigar sobre los inicios y madurez del cuento en Brasil, necesariamente hay que recurrir a las ‘letras machadinas’. Algunas investigaciones coinciden con que este escritor publicó su primer cuento a los 19 años en el periódico bisemanal Marmota Fluminense. Lo llamó: “Tres tesoros perdidos”. A partir de entonces, despunta brillantemente como crítico literario, cronista, articulista, poeta, novelista y por supuesto, cuentista. Su nombre empieza a mezclarse con la cotidianidad y se abandera dentro de la palestra intelectual. Sus cuentos dijeron presente en diarios y revistas como Época, Gazeta Literaria, Gazeta de Noticias, La Semana. Cada uno de ellos quedó disperso entre sus páginas hasta que más tarde Assis decidiera reunirlos en un libro, hecho que significa la visión e intención de permanencia y trascendencia que tenía el autor. Se cuenta más de un centenar de cuentos que salieron de su puño y letra. Lo suficiente como para consagrarlo uno de los mejores de este género corto en Latinoamérica. Características de sus narraciones Algo nada extraño en la pluma de Assís es su humor negro, hecho eso sí, con total elegancia. Pero hay que resaltar ante todo su sagacidad para abordar temas de carácter social con sátiras que hacen reflexionar. En uno de sus cuentos más importantes ‘El Alienista’, maneja una prosa con fluidez, a pesar de que puede ser unos de sus cuentos más complicados para leer. El tema tiene como telón de fondo la locura. El camino sigue a bordo de una historia que bien pudiera referirse a cualquiera por las Revista de Arte y Literatura


que atravesamos a diario. Su crítica sarcástica se lanza sobre aquellos que se dejan llevar por la ambición del poder y sus consecuencias. Hace una reflexión sobre los valores que el ser humano desecha a raíz de su apetito egoísta y por los otros que adopta, persiguiéndolos y confiado plenamente de ellos. Todo se cuenta con un humor irónico, al mismo tiempo indulgente. Con su obra se intuye además que se refleja a sí mismo. En su cuento largo, que acabamos de mencionar, El Alienista, (del que también se discute si es o no una novela corta), el brillante doctor psiquiatra Simón Bacamarte, protagonista de la historia, nunca pudo desprenderse de Itaguaí, una pequeña ciudad de Río de Janeiro donde se desenvuelve la trama. De la misma manera, Machado de Assis nunca pudo hacerlo de su Patria, Brasil. En una entrevista desde São Paulo, Roberto Schwarz, uno de los mayores expertos brasileños de la obra de Machado dice que: “En las cinco novelas y en sus cuentos de ese período, descubrimos a un escritor nada iluso, lleno de valentía y cargado de cinismo, muy civilizado pero, al mismo tiempo, implacable a la hora de exponer la hipocresía del hombre moderno que se acomoda a condiciones intolerables”. Leer a Machado es darse cuenta de su maestría para dirigir la lengua, “un auténtico mago de las palabras”, como una vez alguien le llamó. Incluso con los enormes cambios que la sociedad brasileña ha experimentado, la capacidad de Machado para captar la esencia del comportamiento y las relaciones sociales, muchas de ellas arcaicas pero aún vigentes en el siglo XXI, le convierten en un autor extremadamente relevante. La altura de Machado es tal, que hasta ha sido consagrado como el padre de la literatura y el realismo brasileño. Con su obra nos enseña a mirar los dos caminos de la vida, para que elijamos de ellos lo que queramos. Assis es un escritor a sus anchas, modernista hasta los tuétanos, con méritos de sobra para brillar póstumamente.

Revista de Arte y Literatura

Por Ramón Colombo

Jesús imaginado

De la columna Crónica de un rosca izquierda. Clave, abril 8 2009

I

ntento imaginarlo perfumado de incienso y ataviado con una casulla dorada, un fino fajín de vivo color, un gran capelo, un blanco báculo enjoyado en la siniestra y un inmenso anillo de oro en el anular de la mano derecha, para los fines del largo besamanos. Intento imaginarlo con un mohín de superioridad sobre los demás humanos, con una severa mirada escrutadora y un talante intocable, soberbio de mundana grandeza. Trato de imaginarlo así: hierático, severo, ampuloso en cada gesto, duro en el verbo, intolerante, directo y sin parábolas de agujas y camellos; un discurso cargado de pesados adjetivos y sin mansas imágenes de bienaventuranzas; bien plantado y distante en el gran ecuador del rito solemne. Trato de imaginarlo, pues, como no pudo ser: poderoso, soberbio, intocable, granítico, cerrado y portador

de insondables misterios… Tampoco puedo imaginarlo, al frente de una especie de caravana trashumante, como un simple taumaturgo milagrero y decidor incontinente de parábolas para lo que venga a cuento. Nada de eso. Lo que viene a mi mente es una mirada de aguas profundísimas, un hablar de sabias palabras con toda la antigüedad del tiempo; agudo para la ironía, valiente e implacable ante quienes trocaron el sentido trascendente de la fe por un código de comercio dedicado a la venta de selectivas indulgencias. Lo imagino como un gran adelantado a todos sus futuros y solidario intransigente de los pueblos dispersos y pateados. En fin, sólo viene a mi mente la breve, frágil y luminosa imagen de un pescador barbado, de túnica sin ningún adorno superfluo y sandalias sencillas para los efectos de recorrer caminos y demostrar ante el mundo que se puede ser siempre justo y generoso en las palabras y en los hechos. Sólo así comprendo que haya sido Dios y humano entre los humanos, para ser eterno.

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Por Fior D’aliza Taveras

DEVELIZAN GALERÍA DE EXDIRECTORES DEL CENTRO DE LA CULTURA

TAUDRAS PONE A CIRCULAR OBRAS SOBRE TEATRO

Los retratos de los homenajeados fueron realizados por el artista Eusebio Vidal

Son de la autoría del versátil actor santiaguense, Lorenzo Sosa

SUBSECRETARIA RINDE HOMENAJE A TEATRISTAS CIBAEÑOS Los distinguidos in memorian fueron Divina Gómez, Luis Manuel Peralta. En reconocimiento a toda una vida dedicada al teatro, la Subsecretaría de Estado de Cultura para la Región Norte, en las paredes de la puerta central de la Escuela de Bellas Artes, develizó un mural con la efigie de la gloria viviente, Víctor Checo y homenaje póstumo a Divina Gómez y Luis Manuel Peralta.

En ocasión de arribar a los 30 años de fundación, la dirección del Centro de la Cultura de Santiago “Ercilia Pepín”, develó la galería de los 12 exdirectores de esa entidad cultural, integrada por destacados artistas y valiosos munícipes como: Margarita Luna, Carmela de Campagna, Lidilia Jorge Blanco, Mirna Guerrero, Josefina Cabral de Sued, Aníbal Santos, Manuel Salvador Gautier, Leopoldo Duluc, Lorenzo Martínez, Rossina Abreu, Manuel Llibre Otero y Rosa Idalia García, quien en la actualidad ocupa el cargo. En la actividad concurrida por artistas, gestores culturales, también se develizaron varias vitrinas que atesoran trofeos, reconocimientos y distinciones que han recibido las distintas agrupaciones de la prestigiosa institución, entre los que se destacan el Ballet Folklórico y el Teatro Popular (TPC) del Centro de la Cultura, bajo la dirección del investigador Tony Liriano. Entre las premiaciones sobresalen Casandra, Talía de Plata, La Cotorra, Medalla El Gordo de la Semana, Noche de Estrellas Galardonadas y Premios Lares de Puerto Rico, entre otros. En la clausura se presentó la nueva página web www-centrodelacultura. org, la cual funcionará como órgano de difusión cultural del Centro de la Cultura y la ciudad de Santiago.// 30

El poeta y subsecretario Enegildo Peña se refirió a la iniciativa de los Murales Urbanos, que busca reconocer la labor de los artistas en todas sus manifestaciones. En el caso de Víctor Checo se eligió el mes de marzo, el cual está dedicado al teatro, a los teatristas El Taller de Autores Dramáticos trascendentes como a los homenajeados. de Santiago –TAUDRAS-, entidad En pantalla se proyectó un documental cultural que reúne personas dedicadas sobre la vida del actor, que ha desarrollado al arte teatral, con el fin de incentivar una trayectoria entre el teatro, el cine y la la literatura dramática y en ocasión del televisión. El documental fue realizado por Día Internacional del Teatro, puso en Máximo Vega en voz de Arelis Albino. circulación las obras: Fantasías perdidas y Martes a las 6. Los libros son de la autoría El mural fue realizado por el artista Víctor del joven actor Lorenzo Sosa. Jiménez. En esa hermosa tarde, también se develizaron los murales in memorian de los teatristas Divina Gómez y Luis Manuel Peralta, dos consagrados artistas de las tablas que marcaron su sello de identidad en su larga trayectoria. Los murales fueron pintados por “Fantasías perdidas” es una atractiva Víctor Tavarez y Nicolás Casado. historia infantil que enlaza personajes de Los profesores de la Escuela de Bellas los clásicos cuentos de hadas y aventuras, Artes, Deysi Collado y Juan Grullón leyeron que fascinaran a los ya no tan niños, y fragmentos de importantes obras que que el autor evoca y nos presenta como cautivaron a la concurrencia. desaparecidos a vista y oídos de los infantes actuales. La otra obra “Martes a las 6.” es una compilación de siete piezas dramáticas, breves y variadas, tanto en estilos como en subgéneros. La actividad se escenificó en el Bar Moisés Zouain, del Gran Teatro del Cibao, cuya presentación estuvo a cargo del laureado dramaturgo y director teatral Iván García Guerra.

Luego del acto, los presentes presenciarion varias pequeñas obras, cuyos personajes fueron caracterizados por talentosos actores de la Ciudad Corazón.

Revista de Arte y Literatura


NOCHE DE IDENTIDAD DOMINICANA “Ercilia Pepín”, permitió un hermoso viaje musical, para conocer las raíces danzarias desde los primeros pobladores, los taínos pasando por Carabiné, Fandango, y otros que se pusieron de moda en la isla en los tiempos de la ocupación haitiana.

El Ballet Folklórico del Centro de la Cultura con el espectáculo celebró sus 30 años de fundación Un despliegue de ritmos autóctonos y el donaire de sus bailarines, fue el mayor atractivo de una espectacular presentación de Noche de Identidad Dominicana a cargo del laureado Ballet Folklórico del Centro de la Cultura, en un evento organizado y producido por la Secretaría de Estado de Cultura a través de la Subsecretaría de Cultura Región Norte, que dirige el poeta y escritor Enegildo Peña. Esta actividad artística celebrada en la prestigiosa sala Julio Alberto Hernández del imponente escenario del Gran Teatro del Cibao, fue un homenaje a los visitantes extranjeros de los 15 países del Primer Foro Iberoamericano y del Caribe sobre la Responsabilidad Social de las Instituciones de Educación a Distancia: Experiencias y Potencialidades, efectuado recientemente y organizado por un grupo de entidades nacionales e internacionales, donde sobresalió la Universidad Abierta para Adultos (UAPA) como anfitriona. Tanto Enegildo Peña, Subsecretario de Cultura como Luz Rosa Estrella, directora del Foro, coincidieron en destacar la calidad del montaje artístico y la oportunidad de ofrecer un espectáculo didáctico, dinámico y colorido para los profesionales internacionales presentes en el cónclave. En una conducción magistral del destacado folklorista e investigador Tony Liriano, director del Ballet Folklórico del Centro de la Cultura Revista de Arte y Literatura

El público presente apreció las influencias culturales del aborigen, como de la europea y la africana, en un relato del profesor Liriano, que cautivó a todos los extranjeros y criollos. Su vasta experiencia en la agrupación folklórica y sus conocimientos acuciosos fueron relatando los resultados raciales y la representación de la danza nacional, cuyo emblema es el merengue.//

AMANTES DE LA LUZ RINDE HOMENAJE A LA MUJER ATENEISTA

de las reconocidas, fueron pronunciadas por Consuelo Bonnelly Vega, quien valoró el reconocimiento a las valiosas damas y entre ellas a su progenitora, Vanessa Vega, fundadora de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.//

COLEGIO DE PERIODISTAS ENTREGA PREMIOS CONCURSO DE ENSAYO El certamen está dedicado a la memoria de René Fernández Almonte El Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) seccional Santiago entregó los premios a los ganadores del Concurso Periodístico “René Fernández Almonte”, bajo los auspicios del Grupo León Jimenes.

En esta versión que trató sobre “Crisis Financiera Global y su Impacto en la Economía Dominicana”, resultaron agraciados Luis Céspedes Peña, con el primer lugar; Leoncio Los artistas Henry Ely y Maridalia Peralta el segundo y una tercera distinción para Hernández, deleitaron con hermosas piezas Ángel Espinal. En tanto que los periodistas musicales Alejandro García Ramírez y Nelly Mirabal, La entidad cultural Ateneo Amantes obtuvieron Menciones de Honor. de la Luz, celebró un hermoso acto, En la ceremonia, el secretario general del para reconocer los meritos de las gremio periodístico, agradeció el apoyo del mujeres que han desarrollado un grupo empresarial para celebrar cada año trabajo trascendente e histórico en la este prestigioso certamen literario, el cual centenaria institución. constituye un gran estímulo para la profesión Las damas distinguidas como el mérito “Mujer Ateneista” fueron la doctora Vanesa Vega de Bonnelly, primera presidenta elegida del Ateneo. En tanto que In memorian fueron distinguidas las santiaguensesYuly Estrella Sadhalá, Luga Ega de Yapur y Margarita Morel de Menicucci, todas con un legado que la sociedad dominicana le reconoce, según el discurso pronunciado por la presidenta actual de la Institución, Elsa Brito de Domínguez. De todas las homenajeadas se leyó sus respectivas hojas de vida y se resaltó el trabajo como defensora de la cultura y su valor de mujer. Las semblanzas fueron leídas por Gilma Morel de Rodríguez, Teresita Rojas de Cantizano y Amparín Jiménez de Pichardo. Las palabras de gratitud por parte

y la creación de valiosos ensayos.

El jurado seleccionador estuvo integrado por reconocidos intelectuales: Manuel Llibre Otero, Robert Espinal y José Ramón Reyes. El Concurso inició en 1983 y se celebra en la Semana del Periodista, que es el 5 de abril de cada año.

Rocío Araujo , Leoncio Peralta y Carlos Manuel Estrella

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