Perro Negro de la Calle No.78 Marzo 2023

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En estos lares, en los que escribo estas palabras, el frío se ha ido, la primavera comienza a dar sus primeros suspiros incandescentes. Esta estación siempre me ha parecido tan poética, como si profetizara tiempos mejores para el año, al recobrar el verdor de los campos, al enardecer el soplo de fertilidad en las bestias y dar rienda suelta a todas las alegorías y metáforas de la vida. No obstante, la primavera es una mentirosa, pues en ella también hay muerte, solo que nosotros nos tapamos los ojos ante el espectáculo de la belleza vacía.

Prefiero el maldito invierno.

Quito entonces las correas a este can que ladra la poesía e historias de los rincones de Latinoamérica. Ya su edición 78. Así ustedes podrán cautivarse con los últimos susurros del moribundo invierno, que siempre se va amenazando regresar más fuerte.

Tatakae.

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Sobre el autor:

Francois Villanueva Paravicino. Escritor (1989). Cursó la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Estudió Literatura en la UNMSM. Autor de Cuentos del Vraem (2017), El cautivo de blanco (2018), Los bajos mundos (2018), Cementerio prohibido (2019), Sacrificios bajo la luna (2022). Textos suyos aparecen en páginas virtuales, antologías, revistas, diarios y/o. Mención especial del Primer Concurso de Poesía (2022) y de Relatos (2021) “Las cenizas de Welles” de España. Semifinalista del Premio Copé de Poesía (2021). Ganador del Concurso de Relato y Poesía

Para Autopublicar (2020) de Colombia. Ganador del I Concurso de Cuento del Grupo

Editorial Caja Negra (2019). Finalista del I Concurso Iberoamericano de Relatos BBVACasa de América “Los jóvenes cuentan” (2007) de España.

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La bahorrina y el hedor del arroyo atraían a los moscardones, cuyos zumbidos molestaban bajo el sol de mediodía hiriente y pesado como el plomo. Por las tardes, cuando la temperatura alcanzaba grados de fiebre, casi todo el pueblo era invadido por una atmósfera venérea, que solo era posible aguantar vestido con short y sandalias, tapándose a cada rato la nariz y siempre agitando un matamoscas.

El sueño de todos era ahorrar para marcharse a otro lugar, incluso a cualquiera de los pueblos máscercanos. Los pobladores vivían del campo, lasganancias eranexiguas. Porello, al año se iban un par o un trío de familias, por lo que en estos tiempos solo quedaban pocos hogares.

―He visto un par de chiririnkas en las orillas del arroyo ―le advirtió el niño Miguel asu amigoPepe, enlabodegadel pueblo, unatardetórrida―.Cuídate mucho,Pepito,porque tú vives cerca de ahí.

―El que debe tener cuidado debes ser tú, zonzo, porque tú lo viste, y ese bicho es de mal agüero ―dijo Pepe, a la defensiva.

Al día siguiente, en la hora del almuerzo, cuando Miguel esperaba la sopa en su silla, frente de la mesa, distinguió, entre las moscas, encima del marco de madera de la ventana, a aquel insecto verdeazulado, opalescente, ventrudo, que parecía mirarlo de modo maquiavélico. Dudó unos segundos, con la boca y las pestañas fruncidas. Al final expresó con desesperación poniéndose de pie:

―Madre, otra vez he visto a la chiririnka.

Doña Toña, que terminó de servir para ella y para su hijo, por el contrario, le sonrió y le dijo:

―Solo debes orar a Dios y a los Apus para que nos protejan, Miguel.

―Pero, ma, todos saben que la chiririnka es peligrosa…

―Nadie cambia el destino de los hombres, Micky. La chiririnka solo anuncia lo que está destinado, hijo, y no podemos hacer nada contra eso.

―¿Papá cuándo regresará, mamá? La verdad estoy muy preocupado…

―Llegará en tres días, Miguel, y será mejor que no te descuides de tus deberes, porque si no se enfadará.

Miguel la abrazó y, aunque quiso llorar, sintió cierto alivio y se calmó. Al volver a sentarse, vio a la chiririnka salir por la ranura de la ventana.

En la madrugada, cuando dormía, soñó que el arroyo apestoso desbordaba sus aguas de forma violenta, y con potencia arrastraba piedras, árboles, escombros de viviendas, hasta incluso cadáveres de animales ypersonas, y, de golpe, se despertó a las tres de la madrugada, con lágrimas en los ojos. Como una sentencia irrefutable, lo peor de todo fue escuchar el aleteo de aquel moscardón opalescente, que golpeteaba la puerta y que, de la nada, se perdía en las afueras.

En la tarde, luego de la escuela, su madre le encargó traer agua en un par de baldes para el chancho que criaban, y, como todo niño obediente, salió de inmediato. Cuando bajaba lapendiente parallegar al arroyo, vio enla otra orillauna cosa brillosa,que, con el resplandor de la tarde, le pareció, a simple vista, un pequeño tesoro.

Dejó a un lado los baldes, se quitó las sandalias, empezó a saltar con destreza sobre un par de piedras grandes y sobresalientes, pero en la tercera, como por arte de brujería, pisó mal y el pie en falso se hundió en el agua. Con un movimiento brusco, torpe, violento, cayó de espaldas y, como el ruido de un costal de papas al ser arrojado al piso, su cabeza tronó en

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seco al estrellarse con una roca sedimentada. Lanzó un gruñido, un quejido bronco, y su conciencia enlutó en segundos.

Su padre llegó esa misma noche, había decidido regalarles su pronta presencia a sus seres más queridos, y encontró en su vivienda ―en la sala, sobre una mesa, con velas y flores, crucifijos y ofrendas― a su esposa y los vecinos velando a su pequeño. Dicen algunos que vieron a la chiririnka durante unos minutos y que, después, se disolvió en la nada.

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Sobre el autor:

Juan Rogelio (Ciudad de México, 4 de abril de 1994) Ha publicado poesías en Legüera Cartonera; en Teresa Magazine; en Fanzine Parasitosis; Perro Negro de la Calle; La Letrina; Elipsis Revista; Los Demonios y los Días; Óclesis, Víctimas del Artificio; en la Red de Escritores y Escénicas Potosí; en Puerta Escarlata; en Revista Literaria Raíces; Maquina Combinatoria; Palabra Infinita; y El Creacionista. Varias de ellas fueron recitadas, por el locutor André Michel, en Spotify, para la colección #AudiosDeConsumo, del grupo Existencias; otra más por Gerardo María Giraldo Pérez, para la edición 22 del podcast El Buen Cruel; y una tercera por María Barcena, para el tercer episodio del podcast Noche de Terror VI, del programa Martes de Terror. En narrativa, ha colaborado en Caracola Magazine; en Perro Negro de la Calle; en Fanzine Parasitosis; Comunidad Tus Relatos; delatripa; Pandemic Society; en la revista Unión José Revueltas; en El Narratorio; en Cardenal Revista Literaria; en Herederos del Kaos; y en Revistalasílaba.

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ete despacio, niño… Nada más que choques y se te arma con tu papá.

¿Por qué, tía?… Este coche es mío.

¿Qué?

Mi papá me lo regaló el año pasado, cuando cumplí 20 años, tía. ¡Cristo bendito! ¡Qué locura!

No entiendo por qué, tía. Nunca he tenido un accidente, no se…

Pues de verdad que me sorprende: ¡si ni cinturón de seguridad traes!

―Tía, por favor, ¡deje de gritarme, no estoy sordo!

¡Me sorprende, también! ¡Con lo rápido que vas, me sorprende que me oyeras lo que dije sin gritar!

¡Ya, ya, tía! Mire, mejor duérmase un rato, y cuando lleguemos a la casa la…

¿Dormirme? ¿Que de plano me viste cara de pendeja o qué? Si me duermo, cuando despierte me voy a encontrar, pero en la camilla de una ambulancia, y te voy a ver al lado mío, con el cuello roto o hasta medio muerto.

―¡Ya le dije que nunca me ha pasado nada!

Pues porque has tenido mucha suerte, niño, pero acuérdate que la suerte no nos va a acompañar toda la vida.

Bueno, usted no me va a dejar de gritar todo el camino, ¿verdad?

¡El alto, el alto!

¡Ya lo vi, vieja loca!

Manuel frenó, bruscamente y haciendo que chirriaran las llantas. Inmediatamente después, recibió una fuerte bofetada. Lleno de rabia, se llevó la mano derecha a su mejilla.

¿Qué le pasa?

Para que aprendas a respetarme, chamaco. Y si me dices loca otra vez, no te la vas a acabar.

Un algo tenía esa mujer que impidió que Manuel le reclamara algo. Se decidió, sin embargo, a castigarla…

No escuchó, desde que se decidió, las quejas de su tía, quien le seguía diciendo que fuera más despacio y que, innumerables veces, le amenazó con llamarle a su padre, para acusarle por su mal comportamiento.

La velocidad aumentó en demasía, el pie que aplastaba el acelerador le dolió más de lo debido, las manos se le engarrotaron alrededor del volante. Empezó a no percibir lo que pasaba. Fue tanto así, que no se percató de la luz roja de un segundo semáforo…

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Sobre la autora:

Natalia Fernández Rodríguez, nació el 19 de julio de 1975 en un pueblo de León (España). Es indumentarista regional y cursó el taller de literatura de Andrea Pereira 2021/22. Su primera publicación ha sido en Versos compartidos 2021 con un cuento titulado Ni tan loca ni tan cuerda, y una carta titulada Una prometedora ilusión. Sus siguientes publicaciones en Perro negro de la calle con tres cuentos titulados; El llanto, Compañía costosa, y Mi fiel amiga. Y recientemente su sexta publicación en Horizonte gris, Colombia con un cuento titulado La ley Santa.

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Hace dos horas que salí del colegio pero no tengo ganas de ir a casa, tengo miedo. Cada día en mi casa es un sin saber y no sé si hoy tocará soportar una bronca o una zurra.

El temor me tiene bloqueado, inunda mi alma y mi corazón llora.

Anoche mi padre otra vez llegó a casa borracho y sin dinero. Mi madre comenzó a reprocharle y pelearon, al final todo termina como siempre, pagando yo los platos rotos.

¿Tengo yo la culpa de que no tengan trabajo, que no haya dinero, que corten la luz o que el tendero no les dé más fiado? Me utilizan como saco de boxeo, su rabia hacía mí es muy grande y yo cada vez me hago más pequeño.

Yo solo soy un niño de diez años, pero no se dan cuenta, no me ven, salvo para descargar su rabia.

Si pudiera saldría volando, me iría a otro país y buscaría unas personas buenas que me aceptarán como soy y me quisieran adoptar.

Pero no es así y cada día tengo que usar mi careta de alegría e ir al colegio con mi mejor sonrisa y llevar mi tristeza oculta.

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Sobre la autora:

Esmeralda García. (Guadalajara, Jalisco. México). Poeta independiente, expresándome en verso libre, haiku ysiglema. En proceso de autoconocimiento permanente; escribiendo sobre el amor, desamor, erotismo, causas sociales, poesía lésbica, feminista, etc. Ha publicado un poemario: Mujer Esteparia (2019) en Proyección Literaria. Antologías: Deleite: Vida y Placer (2013), Poéticas de los sures femeninos (2020); Versas y Diversas, Muestra de poesía lésbica mexicana contemporánea (2020); La vida en rosa (2020), Proyección Literaria; Travesías del confinamiento: Haiku y siglema (2020). Mujeres en Campo Minado I (2020), Mujeres en Campo Minado II (2022). Proyección Literaria; Muestrario Nacional 2021, Jalisco (2021) Maya Cartonera-Ave Azul, entre otros. Ha participado en revistas digitales como: Perro Negro de la Calle, Almicidio, Poetómanos, La Coyolxauhqui, Especulativas, Unión “José Revueltas” Revista Independiente, Resonancias SoM, Revista Tlacuache, etc.; diversos fanzines, así como participación en lecturas colectivas y festivales de poesía virtuales.

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qué culpa tengo yo?

Me preguntó muy triste el poema.

¡Lo siento! le respondí.

Lo enterré junto a otros poemas y me prometí no volverlo a leer.

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¿Y

Sobre el autor:

Francois Villanueva Paravicino. Escritor (1989). Cursó la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Estudió Literatura en la UNMSM. Autor de Cuentos del Vraem (2017), El cautivo de blanco (2018), Los bajos mundos (2018), Cementerio prohibido (2019), Sacrificios bajo la luna (2022). Textos suyos aparecen en páginas virtuales, antologías, revistas, diarios y/o. Mención especial del Primer Concurso de Poesía (2022) y de Relatos (2021) “Las cenizas de Welles” de España. Semifinalista del Premio Copé de Poesía (2021). Ganador del Concurso de Relato y Poesía Para Autopublicar (2020) de Colombia. Ganador del I Concurso de Cuento del Grupo Editorial Caja Negra (2019). Finalista del I Concurso Iberoamericano de Relatos BBVACasa de América “Los jóvenes cuentan” (2007) de España.

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Al abrirse la puerta de par en par, el precipicio se camufla en sombras y uno tiene que tantear como un ciego sin bastón ni lazarillo, cual jinete que cabalga en la pradera en un corcel furioso y potente. Cada paso es temer al abismo, que nos ha de tragar como el mar, nos ha de fundir como la lava, nos ha de esconder como el eclipse, nos ha de ahogar como una pesadilla, cuando soñamos con deseos frustrados, los malos recuerdos, o lo que nunca deseamos vivir. Solo los tristes con lágrimas oscuras o los infelices en su tormento entienden este trastabillar en aquella carrera de caminos sin destino, con trampas, armadijos, cepos, ardides, insidias y muchas piedras. Y también lo entenderás tú cuando distingas, oh cielos, que en cada día se siembran socavones, médanos, cruces y muros.

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Sobre el autor:

Ángel Martín (1987-¿?),escribe desde Entre Ríos, Argentina. Comenzó su carrera con la compilación de cuentos Realicidios (Tinta China, 2011), continuó con Las neuroruinas (Michaux, 2014), Las cinco máscaras (Michaux, 2018), Ficcidios (Michaux, 2019); todos publicados de manera independiente luego de haber sido rechazados en medios y concursos de la región. El resto de las obras de entonces no se editaron en papel, pero pueden descargarse en memoriadelparaiso.blogspot.com. Además, se desarrolla como docente y produce programas de radio sobre literatura.

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Encontré una llave tirada en la vereda. La levanté, probé en una de las puertas cercanas y abrí la cerradura.

Entré en un caserón antiguo, inmenso, que no había sido abierto quien sabe hacia cuanto tiempo. Ajuzgarporlos cuartosvacíos, los habitanteseranpocos: sólo seencontraban libros en francés y varios cestos con material de costura y tejido.

Me pregunté en qué circunstancias habría sido abandonada aquella casa, pero poco importaba ahora. Llamé a mi abogado para consultar sobre la disponibilidad del lote. Compraba terrenos con casas abandonadas para construir edificios de viviendas. Al menos eso era lo que hacía hasta aquel día.

Aquella casa vacía fue mi perdición.

En cuanto corté la comunicación sentía que algo ya no andaba bien. Sentía como que me observaban. Sentía la presión de miles y miles de ojos encima de mí, observando mis gestos y movimientos. Miraba alrededor, tratando de justificar tan repentina paranoia. Pero no veía nada.

Sin embargo, la sensación persistía.

Siguió al llegar a casa, y dormir me resultó imposible. Tuve que tomar las pastillas.

Al día siguiente me desperté embotado, pero luego de una ducha y un desayuno rápido, en cuanto puse un pie en la calle, de nuevo me invadió aquella sensación.

Miraba a mí alrededor. Pero no había nadie.

Las calles estaban vacías.

Con pánico me subí a miauto yarranqué, sin ver a una anciana que cruzaba por detrás de mí. Murió al instante.

Al descender del auto, vecinos salidos de quién sabe dónde miraban… pero no me miraban a mí ahora, sino lo que había hecho.

Por un momento sentí alivio.

Pero en cuanto llegó la policía y me subieron a la patrulla, de nuevo comenzó esa sensación de ser observado. Miraba a mí alrededor. En la patrulla los oficiales miraban al frente, no había nadie más que nosotros.

Sin embargo, la sensación persistía.

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Sobre la autora:

Natalia Fernández Rodríguez, nació el 19 de julio de 1975 en un pueblo de León (España). Es indumentarista regional y cursó el taller de literatura de Andrea Pereira 2021/22. Su primera publicación ha sido en Versos compartidos 2021 con un cuento titulado Ni tan loca ni tan cuerda, y una carta titulada Una prometedora ilusión. Sus siguientes publicaciones en Perro negro de la calle con tres cuentos titulados; El llanto, Compañía costosa, y Mi fiel amiga. Y recientemente su sexta publicación en Horizonte gris, Colombia con un cuento titulado La ley Santa.

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En mi gran caja celeste guardo mi corazón y mi alma antes de que el olvido se lo lleve y quede vacía mi caja celeste.

Guardo mis risas y mis llantos aunque ahora ya no son tantos en mi solo queda la calma eterna y en ellos solo los quebrantos.

En mi gran caja celeste dejo mi infancia preciada mi juventud del sur al este y mi maternidad bella y amada.

¡Ay amor ay! Cómo me gustaría guardar mis queridos rostros por los que suspira esta alma mía y poder evocar mis seres amados.

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Sobre el autor:

Javier Dumenes. Nació el 7 de enero de 1999 en Rancagua de Chile. Estudia licenciatura en filosofía en la Universidad Católica Santísima de Concepción. Ha intervenido en revistas como Perro Negro de la Calle.

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Continuamente…

¿la gente hacia donde se dirige? Normalmente caminan hacia una dirección, Con diferentes rumbos, algunos sonríen, otros simplemente Te desprecian.

Es un sentimiento extraño, Sentirme diferente, o sea, distinto al otro.

No permiten escuchar el silencio, Tampoco permiten contemplar la estética nostálgica del viejo Rancagua. Para experimentar aquello, la ex sede comunista abre sus puertas para entes nostálgicos que desean experimentar el dialogo con gente amigable.

Eso es todo, palomas por mis pies piden algo de comer, y le arrojan pan por cada latido de mi corazón.

Cada ultima mirada a la gente, Es un adiós. Qué lástima me da esto, sus rostros parecen lastimados, aun siendo ancianos deberían estar en dicha, pero, noto un lamento en su ser; les espera un fin arrebatados sin poder volver atrás.

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Sobre la autora:

Esmeralda García. (Guadalajara, Jalisco. México) Poeta independiente, expresándome en verso libre, haiku ysiglema. En proceso de autoconocimiento permanente; escribiendo sobre el amor, desamor, erotismo, causas sociales, poesía lésbica, feminista, etc. Ha publicado un poemario: Mujer Esteparia (2019) en Proyección Literaria. Antologías: Deleite: Vida y Placer (2013), Poéticas de los sures femeninos (2020); Versas y Diversas, Muestra de poesía lésbica mexicana contemporánea (2020); La vida en rosa (2020), Proyección Literaria; Travesías del confinamiento: Haiku y siglema (2020). Mujeres en Campo Minado I (2020), Mujeres en Campo Minado II (2022). Proyección Literaria; Muestrario Nacional 2021, Jalisco (2021) Maya Cartonera-Ave Azul, entre otros. Ha participado en revistas digitales como: Perro Negro de la Calle, Almicidio, Poetómanos, La Coyolxauhqui, Especulativas, Unión “José Revueltas” Revista Independiente, Resonancias SoM, Revista Tlacuache, etc.; diversos fanzines, así como participación en lecturas colectivas y festivales de poesía virtuales.

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l final de cuenta no fuimos nada, bruma de agua que se desvaneció al alba

No quedo rastro ni con la familia, ni con los amigos, ni con conocidos.

Ser gota de agua que cayó en el desierto, un oasis desaparecido, palabras que se llevó el viento.

Momentos etéreos que sucedieron alternos en un mundo paralelo, para ya no coincidir jamás.

Orgasmos desgastados entre sabanas mojadas, que se secaron con el tiempo y se olvidan.

Memoria perdida miradas que no encontraron los pasos extraviados y sin vuelta atrás.

Al final de la historia nunca fuimos nada.

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A

Sobre el autor:

Carlos Enrique Saldívar (Lima, Perú, 1982). Es codirector de la revista El Muqui. Es administrador de la revista Babelicus. Publicó el relato El otro engendro (2012). Publicó los libros de cuentos Historias de ciencia ficción (2008, 2018), Horizontes de fantasía (2010), El otro engendro y algunos cuentos oscuros (2019), El viaje positrónico (en colaboración con Benjamín Román Abram, 2022). Compiló las selecciones: Nido de cuervos: cuentos peruanos de terror y suspenso (2011), Ciencia Ficción Peruana 2 (2016), Tenebra: muestra de cuentos peruanos de terror (2017, 2018, 2021, 2022), Muestra de literatura peruana (2018), Constelación: muestra de cuentos peruanos de ciencia ficción (2021) y Vislumbra: muestra de cuentos peruanos de fantasía (2021).

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Todos coincidían en que lo más precioso de Alondra eran sus ojos. Tenía un modo bastante peculiar de mirar. Ella era de estatura baja, por eso, cuando se acercaba a cualquier persona, fuese hombre o mujer, lograba un efecto especial al levantar el rostro con lentitud y observar con fijeza; su visión hipnotizaba a quien tuviera la gracia (la gente coincidía en que se trataba de fortuna) de toparse frente a frente con tan enigmática mujer.

Aunque, confieso, he oído ciertas historias que me atemorizan; me han dicho que Alondra cada cierto tiempo elige un amante, no importa el sexo, selecciona a una persona que le gusta mucho para envolverla con la mirada.

Hoy he sido el escogido, ella ha tocado a mi puerta, me ha fascinado con su bella visión y me ha hablado, su voz es adorable también, aunque nada se compara con su mirada, me ha propuesto salir esta noche con ella a la playa, a ver las estrellas.

He aceptado. Voy con mi mejor traje, bien perfumado, con el corazón saltando dentro de mí; llego en mi automóvil y la veo a unos metros: luce un vestido azul, sus cabellos rojos ondean con el viento tenue. Me abraza, me da un ósculo en la quijada y me lleva de la mano hacia la orilla marina. No deja de escrutarme, sus ojos me encantan, me acerco y se los beso, Alondra no los cierra. Me coge de la cara con suavidad, continúa atisbándome, tocándome, nomesuelta.Sientomiedomezcladoconplacer.Sumiradamecubre ymeconducealinterior de su ojo derecho.

Ahoraestoypreso,como tantosotros,noobstante, meencuentroalegre,porquepuedo visionar infinidad de cosas, el mundo, sus misterios y más. Desde aquí es posible ver los secretos del universo.

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Sobre el autor:

Ángel Martín (1987-¿?),escribe desde Entre Ríos, Argentina. Comenzó su carrera con la compilación de cuentos Realicidios (Tinta China, 2011), continuó con Las neuroruinas (Michaux, 2014), Las cinco máscaras (Michaux, 2018), Ficcidios (Michaux, 2019); todos publicados de manera independiente luego de haber sido rechazados en medios y concursos de la región. El resto de las obras de entonces no se editaron en papel, pero pueden descargarse en memoriadelparaiso.blogspot.com. Además, se desarrolla como docente y produce programas de radio sobre literatura.

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Ahora ya no querés dormir. Porque si lo hacés, sabés que va a volver la misma pesadilla.

La mujer en la cama sin ojos, buscándote a tientas. Y en la pesadilla te quedas inmóvil, mientras ella se acerca. Gritás, pero no sale ningún sonido de tu boca.

Intentás mover cada uno de tus músculos, pero tu cuerpo permanece rígido. La mujer se levanta de su cama. Se acerca apenas cubierta por un vestido fino…. Estira sus brazos y casi te toca.

Y el horror te invade cuando al sentir la sangre de ella sobre tu cuerpo. Y clava sus dedos en tus ojos y te los arranca.

Y gritás por la sorpresa, o por la impresión. Pero no por el dolor.

En esta pesadilla no hay dolor.

Solo ojos que se arrancan.

Todo se vuelve rojo. Y después negro. Y despertás en tu cuarto al lado de tu pareja, que pregunta por qué gritaste. Y no decís nada. Murmurás disculpas y te acurrucas de tu lado de la cama. Y ahora no querés dormir porque si lo hacés sabés que va a volver la misma pesadilla.

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Sobre la autora:

Irma Lozano Ramírez. Arandas, Jalisco, México. 1973. Ha publicado: en el periódico Noti-Arandas dos poemas, en el Caballo Negro dos sonetos periódicos locales de Arandas, Jalisco en la página virtual café de letras con algunos haiku e ilustraciones. Ganadora del segundo lugar de los Juegos Florales 2017, Encarnación de Díaz, Jalisco. Con el poemario El umbral Del fénix. Actualmente participando en dos antologías: 1: Los Cuentos de la Campana, libro que se está editando por la fundación del pensamiento editorial de Arandas, Jalisco. Participando con el cuento El sonido de la oscuridad. 2: Mujeres Poetas de los Altos de Jalisco; libro que ya fue publicado por el ayuntamiento de Guadalajara, Jalisco, viendo la luz el 4 de marzo del año en curso participo con dos haikus, otro haiku se tomó como portada para la revista virtual el colibrí https://www.facebook.com/Collhibrirevista/ Acreedora a un reconocimiento en el II encuentro de poesía haiku llamado Una gota de agua, el cual se llevó a cabo en Zapotlanejo, Jalisco, realizado por la fundación TAU y casa de la cultura Zapotlanejo. Participó en la revista virtual Engarce con poemas y haiku en la edición enero 2021 VI año N° .4, en la revista virtual Perro Negro de la Calle, desde el 2020. Se presentó el libro artesanal cartonero de haikus Flor de Sangre el 28 de noviembre 2021 en Tepatitlán de Morelos, Jalisco. Participó en la antología de cuentos, La Campana De Los Deseos, presentado oficialmente el 7 de enero de 2022. El 31 de marzo de 2022 se presentó la antología Mujeres En Campo Minado II en la que participó con tres poemas antología presentada por la editorial Proyección Literaria.

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Afligido desdén resbala en los pechos intactos, botones cerrados al temporal deseos envueltos en penumbras que te nombran, que te imploran, y se fecundan de olvido.

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Sobre el autor:

R.R Blaiddh (Russell “Rainer Blaiddh”): Nació un martes de principios del 2002, en algunapartedelcentrodelaRepúblicamexicana,muycerca yalsurdelacapital.Atemprana edad descubrió yse enamoró de la literatura, ypronto empezó igual a dedicarse a la escritura. Ha publicado algunos cuentos y relatos cortos de su autoría en revistas digitales como El crimen de un hombre en Revista Zompantle o 2084 en la antología de cuentos 100/40 Cien relatos durante la Cuarentena donde fue uno de los autores ganadores y seleccionados, por parte del concurso de la editorial Yo Publico. Por igual ha publicado algunos de sus poemas y relatos cortos en varios números de la revista Perro Negro de la Calle. De igual manera desde el año 2018 ha escrito una serie de antologías de relatos cortos y relatos largos, y novelas inéditas como la Sombra sobre el Castillo o Voces Silenciadas

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Anhelo comprimido en el tiempo, tiempo cruel que a mi fortuna encerró, presa el ave hasta volar olvidó, incertidumbre y desidia en el viento...

De inquietudes y de pensamientos, ya he olvidado el pasado que aferró la demasía de mi valentía, que abrió el corazón a infinitos deseos y sueños...

¡Precioso paisaje en su bello blanco pecho! Que honré como hacen así las plantas con el aire, cuando mi alma sobre tu bello cuerpo lloró...

Fuiste mi única alegría, Bice, el bello hecho que pasó fugaz por mi cuerpo, vasto desaire, mi asíntota hermosa que en mis venas Dios tejió.

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Sobre el autor:

Carlos Enrique Saldívar (Lima, Perú, 1982). Es codirector de la revista El Muqui. Es administrador de la revista Babelicus. Publicó el relato El otro engendro (2012). Publicó los libros de cuentos Historias de ciencia ficción (2008, 2018), Horizontes de fantasía (2010), El otro engendro y algunos cuentos oscuros (2019), El viaje positrónico (en colaboración con Benjamín Román Abram, 2022). Compiló las selecciones: Nido de cuervos: cuentos peruanos de terror y suspenso (2011), Ciencia Ficción Peruana 2 (2016), Tenebra: muestra de cuentos peruanos de terror (2017, 2018, 2021, 2022), Muestra de literatura peruana (2018), Constelación: muestra de cuentos peruanos de ciencia ficción (2021) y Vislumbra: muestra de cuentos peruanos de fantasía (2021).

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Los sueños coparon desde siempre la existencia de Estefanía, lo hicieron de tal manera que a ella se le hacía difícil distinguir lo real de lo imaginario. No obstante, se sentía feliz, pues era una princesa, vivía con sus padres, no tenía hermanos y había una multitud de súbditos a sus pies.

Sus progenitores le decían a menudo que dejara de soñar, que algún día sería reina, que buscara un príncipe con el cual casarse y unificar sus respectivas naciones. Sin embargo, Estefanía continuaba sumergida en el espacio de lo imposible, a veces era una heroína que luchaba contra dragones y brujas, en otras ocasiones iba al mar, para platicar con tritones y sirenas; al cielo, para volar con ángeles; al inframundo, para jugar con duendes.

Un aciago día, cuando cumplió dieciocho años, los sueños de la joven la envolvieron tanto que la marearon; se sintió mal, se acostó y no despertó al amanecer.

Dormía, soñaba con un universo de fantasías. Los reyes se atribularon, su pequeña estaba sumida en un profundo reposo, convocaron a los sabios de la comarca para solicitar una cura. Los expertos coincidieron en que la solución era que la chica recibiera el beso de un príncipe de corazón puro, un ósculo de amor.

Los padres se abocaron a labúsqueda del mancebo yhallaron aun apuesto muchacho, hijo del monarca del reino vecino. El príncipe vio a Estefanía durmiendo plácidamente, se enamoró de inmediato y la besó en los labios.

Ella abrió los ojos, se puso contenta, se acercó al joven, lo abrazó, le dio las gracias y se despidió de él.

Había despertado.

Pensó en estudiar una carrera, trabajar, ayudar a sus progenitores, trazarse proyectos.

La realidad se ensanchaba adelante suyo.

Estefanía abrió la puerta de su casa y salió al mundo verdadero.

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Sobre el autor:

Julio César Aguilar (Ciudad Guzmán, Jalisco, México, 1970). Poeta, ensayista y traductor de inglés. Cursó la carrera de Medicina en la Universidad de Guadalajara, una maestría en Artes en Español en la Universidad de Texas en San Antonio y un doctorado en Estudios Hispánicos en la Universidad de Texas A&M, de la cual obtuvo una beca postdoctoral. Actualmente es profesor en Baylor University. Su obra se ha traducido a varios idiomas y ha sido publicada en diversos países, tales como Bolivia, Canadá, España, Estados Unidos, Irán y Perú. En 2017 recibió la Presea al Mérito Ciudadano por el Gobierno de Zapotlán el Grande. Es autor de las siguientes colecciones de poesía: Rescoldos, 1995; Brevesencias, 1996; Nostalgia de no ser mar, 1997; Mano abierta, 1998; El desierto del mundo, 1998; El patio de la bugambilia, 1998; Orilla de la madrugada, 1999; Illuminated Mysteries/Misterios iluminados, 2001; La consigna y el milagro, 2003; Una vez un hombre, 2004, 2007; La consigna y el milagro/The Summons and the Miracle, 2005; Transparencia de lo invisible/Transparency of the Invisible, 2006; El yo inmerso, 2007; Barcelona y otros lamentos, 2008; Alucinacimiento, 2009; La consigna y el milagro/La convocazione e il miracolo, 2010; La consigna y el milagro, edición bilingüe español-árabe, 2011, y español-polaco, 2013; Aleteo entre los trinos, 2014; Perfil de niebla, 2016; Don del fulgor, 2018; Destellos de Zapotlán y otras penumbras, 2019; Alborozo, 2020; Donde no falta nada, 2021, y La consigna y el milagro, edición bilingüe español-persa, 2022. Traducciones suyas son Con ansia enamorada, de Irving Layton, 2004; Camino del ser Antología: 24 poetas anglosajones, 2006; Pintando círculos, de Luciano Iacobelli, 2011; La costurera y el muñeco viviente, de Beatriz Hausner, 2012, y Pascal va a las carreras, de Janet McCann, 2015. En 2017 publicó el libro de entrevista Reconstrucción de Ángel Escobar en la voz de Marina Cultelli.

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Ave en las alturas volando. Alto también vuele la dicha y el alma alumbre como un sol. Solo el hombre vibrando bajo su propia penumbra, oh así tan deseado y suavísimo fulgor.

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Sobre la autora:

Irma Lozano Ramírez. Arandas, Jalisco, México. 1973. Ha publicado: en el periódico Noti-Arandas dos poemas, en el Caballo Negro dos sonetos periódicos locales de Arandas, Jalisco en la página virtual café de letras con algunos haiku e ilustraciones. Ganadora del segundo lugar de los Juegos Florales 2017, Encarnación de Díaz, Jalisco. Con el poemario El umbral Del fénix. Actualmente participando en dos antologías: 1: Los Cuentos de la Campana, libro que se está editando por la fundación del pensamiento editorial de Arandas, Jalisco. Participando con el cuento El sonido de la oscuridad. 2: Mujeres Poetas de los Altos de Jalisco; libro que ya fue publicado por el ayuntamiento de Guadalajara, Jalisco, viendo la luz el 4 de marzo del año en curso participo con dos haikus, otro haiku se tomó como portada para la revista virtual el colibrí https://www.facebook.com/Collhibrirevista/ Acreedora a un reconocimiento en el II encuentro de poesía haiku llamado Una gota de agua, el cual se llevó a cabo en Zapotlanejo, Jalisco, realizado por la fundación TAU y casa de la cultura Zapotlanejo. Participó en la revista virtual Engarce con poemas y haiku en la edición enero 2021 VI año N° .4, en la revista virtual Perro Negro de la Calle, desde el 2020. Se presentó el libro artesanal cartonero de haikus Flor de Sangre el 28 de noviembre 2021 en Tepatitlán de Morelos, Jalisco. Participó en la antología de cuentos, La Campana De Los Deseos, presentado oficialmente el 7 de enero de 2022. El 31 de marzo de 2022 se presentó la antología Mujeres En Campo Minado II en la que participó con tres poemas antología presentada por la editorial Proyección Literaria.

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estigios de soledad en la nervadura de la piel los bramidos del sexo han enmudecido, en el lúgubre lecho se ocultan ante el ojo amaneceres insípidos fui tuya, pero ya no.

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V

Sobre el autor:

R.R Blaiddh (Russell “Rainer Blaiddh”): Nació un martes de principios del 2002, en algunapartedelcentrodelaRepúblicamexicana,muycerca yalsurdelacapital.Atemprana edad descubrió yse enamoró de la literatura, ypronto empezó igual a dedicarse a la escritura. Ha publicado algunos cuentos y relatos cortos de su autoría en revistas digitales como El crimen de un hombre en Revista Zompantle o 2084 en la antología de cuentos 100/40 Cien relatos durante la Cuarentena donde fue uno de los autores ganadores y seleccionados, por parte del concurso de la editorial Yo Publico. Por igual ha publicado algunos de sus poemas y relatos cortos en varios números de la revista Perro Negro de la Calle. De igual manera desde el año 2018 ha escrito una serie de antologías de relatos cortos y relatos largos, y novelas inéditas como la Sombra sobre el Castillo o Voces Silenciadas

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El poeta sueña y trata de elogiar a su amada, juega con las palabras y los nombres transliterados en distintos idiomas, quizá evoca otra obra y entonces hace poesía. El titulo evoca a que un sueño es como recordar cualquier objeto en la mente, es recordarlo porque como tal no vivimos cualquier sueño conscientemente…

¿Será verdad que yo tanto en un día soñé? que encantado ya te hacía música bendita? que me entregaba a una mala ilusión infinita? que de haberme entregado ya hasta al fin olvidé?

¿Será cierto que esos tus labios nunca besé? ¿Qué tu alma un día fue muy bella, vana, bonita? ¿Qué nunca yo vi, pues ya eras otra rota Vita? Y ¿qué, aun así, comprensivo, tanto siempre amé?

Incontables eras han pasado tras los días en qué mal beodo, tu hermoso ser descubrí, para hacerte mi promesa de afecto divino...

En eternos sueños tú bella siempre dormías, mas el príncipe fue malo, de ti no bebí, mas si te injurié, y fuiste numen; amor sin tino... Ay, en antes y ya ahora, mi ser destruías, penas iguales a la deshonra que te di, al hacerte, sin tu venia mi amor, musa y vino...

¡Como a la pobre Talía? ¡Oh infame desatino! Dörnroschen, quizá por ello de mí siempre rehuiste. ¡Mea culpa! ¡Perdona esos males que en ti hiciste! ¡Cómo castigo no merezco menos que tu desamor; ¡Mi destino!

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Sobre el autor:

Guille Cifuentes. Nació en la ciudad de Guatemala y vive actualmente en el Occidente del país en la ciudad de Quetzaltenango. Al explorar los contextos de las emociones y de los procesos cognitivos como la memoria presenta bosquejos de la interpretación de la realidad percibida como docente. Ha publicado en revistas como: Perro Negro de la Calle, Pluma, Cisne Digital, La Fabrika, Red de Escritores y Escénicas Potosí.

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Tu lengua que es de fuego abrasas mis sentidos quien contigo en un juego furtivo los sueños están dormidos

Tu actitud… madera de ataúd ligada a tu armonía es la inconcebible rutina deleite en los momentos cenagosos tienes en quietud al final del día, ante luz de luna

En la premeditación de olvidar he sido y sigo paciente en el colapso de la paciencia y de amar deje lo mejor para el final que transcurre lentamente

Consumo lo útil… de lo que genera experiencia ignorar la causa es inútil que un consejo es una amenaza necia

Y en el relato ocurrido con la despedida en argumento de encuentro queda el daño tal tragedia extendida la mirada al cielo en pleno desencuentro

Entre el alba y el ocaso o viceversa hay una sensación de vacío amor, cariño… incluso comprensión ilusa que hoy cae al precipicio

Queda excluida la culpa obligado a salvarte salvándome invoco a una autoridad superior que me arropa ¡que el destino de sabiduría te colme!

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Sobre el autor:

Julio César Aguilar (Ciudad Guzmán, Jalisco, México, 1970). Poeta, ensayista y traductor de inglés. Cursó la carrera de Medicina en la Universidad de Guadalajara, una maestría en Artes en Español en la Universidad de Texas en San Antonio y un doctorado en Estudios Hispánicos en la Universidad de Texas A&M, de la cual obtuvo una beca postdoctoral. Actualmente es profesor en Baylor University. Su obra se ha traducido a varios idiomas y ha sido publicada en diversos países, tales como Bolivia, Canadá, España, Estados Unidos, Irán y Perú. En 2017 recibió la Presea al Mérito Ciudadano por el Gobierno de Zapotlán el Grande. Es autor de las siguientes colecciones de poesía: Rescoldos, 1995; Brevesencias, 1996; Nostalgia de no ser mar, 1997; Mano abierta, 1998; El desierto del mundo, 1998; El patio de la bugambilia, 1998; Orilla de la madrugada, 1999; Illuminated Mysteries/Misterios iluminados, 2001; La consigna y el milagro, 2003; Una vez un hombre, 2004, 2007; La consigna y el milagro/The Summons and the Miracle, 2005; Transparencia de lo invisible/Transparency of the Invisible, 2006; El yo inmerso, 2007; Barcelona y otros lamentos, 2008; Alucinacimiento, 2009; La consigna y el milagro/La convocazione e il miracolo, 2010; La consigna y el milagro, edición bilingüe español-árabe, 2011, y español-polaco, 2013; Aleteo entre los trinos, 2014; Perfil de niebla, 2016; Don del fulgor, 2018; Destellos de Zapotlán y otras penumbras, 2019; Alborozo, 2020; Donde no falta nada, 2021, y La consigna y el milagro, edición bilingüe español-persa, 2022. Traducciones suyas son Con ansia enamorada, de Irving Layton, 2004; Camino del ser Antología: 24 poetas anglosajones, 2006; Pintando círculos, de Luciano Iacobelli, 2011; La costurera y el muñeco viviente, de Beatriz Hausner, 2012, y Pascal va a las carreras, de Janet McCann, 2015. En 2017 publicó el libro de entrevista Reconstrucción de Ángel Escobar en la voz de Marina Cultelli.

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Dejad que los niños y los animales se acerquen y se abracen todos, como la luz abraza las cosas y la brasa ardiendo y es fuego. La realidad es verdad en los reinos de este ahora. Aquí la hora concede sus dones a la infinitud.

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