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PEÑA BOLICHE Balde rrama
Esta historia se pone en marcha cuando Antonio Balderrama y Remigia Zurita decidieron abrir un almacén de ramos generales frente al mercado municipal “San Miguel” de Salta. Él era peruano; ella, oriunda de Bolivia. Como era habitual en ese tipo de establecimientos, los clientes encontraban la más amplia variedad de productos para satisfacer necesidades diversas
Visitado diariamente por los cocheros que se dedicaban a trasladar mercancías y personas al interior salteño, el almacén de Balderrama empezó a ganar fama por las deliciosas y sustanciosas comidas norteñas que servía a sus habitués
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En 1953 los hijos de Antonio y Remigia recogieron el legado familiar, y abrieron su propio almacén y fonda Juan, Celestino y Daría, concentraron sus esfuerzos en la propuesta gastronómica, cada vez más reconocida. El menú y la atención de los Balderrama atrajeron a un número creciente de artistas, que hicieron del boliche su punto de encuentro
Ese espíritu de peña se intensificó cuando el establecimiento se trasladó a la esquina donde la calle San Martín se encontraba con el canal Esteco. Allí, a orillitas del canal, las noches se volvieron mágicas y eternas.
Patricia Balderrama es hija del recordado Juan, fallecido en 2013 Junto a su hermana Noemí y a su madre está al frente de este local declarado de Interés Arquitectónico, Histórico y Cultural por al Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta Nuestra editorial tuvo el placer de conversar con una de ellas para conocer más detalles de este emblemático sitio.
Patricia ¿cómo comenzó tu padre a pergeñar la idea de esta peña que ya hoy es toda una leyenda?
-Comenzó siendo un negocio de familia donde estaban todos involucrados pero luego él tomó la posta, y por tener un carisma especial hizo una amistad con los cantores, con los músicos, con los poetas
¿Cuáles han sido las personalidades amigas que han sido las pioneras en estas noches salteñas?
-Muchos cantores y poetas pasaron por este lugar. Cesar Isella, Zamba Quipildor, Manuel J. Castilla, el “Cuchi” Leguizamón, Cesar Fermín Perdiguero… La mayoría de ellos vinieron al boliche porque era un punto de coincidencia donde se juntaban en noches memorables
¿Qué lo alegraba y qué cosas lo enojaban a tu papá? ¿Le quedaron sueños pendientes?
-Él quería conocer la cultura de todos los países pero estaba indeciso si dejar el negocio e irse a conocer porque en esa época nosotras éramos chicas y no tenía en quién delegar la peña Su orgullo era que la peña estuviera abierta todos los días del año, solo se cerraba el 1 de mayo y el 1 de enero. Le gustaba pasar las fiestas trabajando y es lo que nos inculcaron. No quería que la peña se cerrara pero se fue haciendo grande y le hicimos entender que teníamos que pasar una noche en familia y así un día a la semana nos empezamos a quedar en casa viendo un programa en televisión, comiendo algo, compartiendo esos momentos… Y eso empezó a gustarle, esperaba ese día de descanso que siempre lo teníamos los lunes
Parte del cancionero popular
“A orillitas del canal, cuando llega la mañana, sale cantando la noche desde lo de Balderrama…”. Así comienza una de las canciones más populares del folklore nacional, dedicada al legendario boliche salteño
Fue escrita por el poeta Manuel J Castilla, mientras que el “Cuchi” Leguizamón aportó la música. Fue el propio Leguizamón quien, antes del nacimiento de la composición, le comentó a Juan Balderrama que merecía una zamba por el “aguante” que les tenía a músicos, cantores y poetas
“Lucero, solito Brote del alba ¿Dónde iremos a parar si se apaga Balderrama?”, pregunta la letra. Muchos artistas le pusieron voz a esta zamba, pero fue Mercedes Sosa quien ayudó a difundirla a nivel nacional e internacional, logrando que numerosas personas sintieran el deseo de conocer el boliche, considerado como el templo mayor del folklore argentino
Patricia, ¿cómo recibió tu padre esa canción emblemática que hizo trascender fronteras a est a peña?
-Él la recibió con mucha aleg ría porque era muy impor t ante para ese negocio familiar tener una canción que lo identif icara. Fue una zamba y hoy por hoy una de las zambas más reconocidas que tiene la música popular argentina y que viene a ser el himno de Salt a, est á peleando allí con “La López Pereyra” Esto es así porque todo el país la sabe y la conoce
Una historia con páginas por escribir
“Mi sueño es que esto nunca se termine, que tengamos Balderrama por muchos años más Hemos cumplido setenta años del boliche y lo festejamos el 29 de Marzo pasado con un espectáculo al aire libre totalmente gratuito donde nos visitaron más de quince mil personas. Tuvimos una cartelera de lujo, contando con Las Voces de Orán, la Comparsa Los Incas, algo tradicional desde que se inició el boliche, Anita Brizuela, la voz del tango, Los Guitarreros, ahijados de la casa, ar tist as que nacieron acá y que mi papá tuvo la posibilidad y el orgullo de present arlos al intendente de Cosquín en un momento que vino a la peña y los escuchó y se los llevó a Cosquín y salieron ‘consagración’, el ballet del boliche, los Diableros de Orán, Coqui Ríos y no podía falt ar el Chaqueño Palavecino, alguien que estuvo siempre con nosotros
Te cuento algo, mi papá nos dejó un 2 de abril Una semana antes es como que lo presentía y lo llama al Chaqueño para despedirse, yo estaba allí y veo que se le caen las lágrimas, le pregunto ‘papá, ¿qué te pasa?’ y me contesta: ‘Me estoy despidiendo’
Para mí es un orgullo ser la hija de Juan Balderrama, haber cumplido estos setenta años de la peña con un espectáculo increíble, fue una noche soñada donde se nos iban las lágrimas. Hubo fuegos artificiales, encuentro de comparsas, grupos de caporales fue un encuentro muy lindo que guardaré por siempre en mi corazón”, nos cuenta Patricia con emoción y agrega: “Solo puedo agradecer a Dios por todo lo hermoso que pasamos esa noche y a mi padre que fue el que me enseñó y me dio este apellido que llevo con tanto orgullo”
En la actualidad lo de Balderrama es un verdadero símbolo de Salta y del norte argentino Lo disfrutan los locales, pero también viajeros que llegan procedentes de otros puntos del país y del mundo Arriban atraídos por la historia, la música, el baile y, claro, los sabores.
En la actualidad lo de Balderrama es un verdadero símbolo de Salta y del norte argentino. Lo disfrutan los locales, pero también viajeros que llegan procedentes de otros puntos del país y del mundo Ar r iban atraídos por la histor ia, la música, el baile y, claro, los sabores Las empanadas de car ne, el locro, los t amales, la humit a, la cazuela de cabr ito y el lechoncito son algunas de las opciones culinar ias más solicit adas.
“Hoy somos tres mujeres las que llevamos esto adelante y nos sentimos orgullosas Mi papi siempre me decía: ‘Vos sos la que tenés que est ar acá y seguir adelante’. No tuvo hijos varones pero con las hijas mujeres que tenía se sentía orgulloso, al igual que nosotras también, aunque hay que dejar la vida para estar en esto Hay que dejar muchas cosas que vas entendiendo al hacerte grande pero, como amamos lo que hacemos, no sentimos el esfuerzo. Tengo herederos que ojalá sigan este legado, que tienen que quererlo para seguirlo Tengo a mi mamita que tiene 88 años y a mi hermana que está a la par mía, Noemí Somos las que continuamos”, det alla Patr icia
¿Cuál es el legado que te ha dejado a vos Juan Balder rama, tu papá?
-Lo más impor t ante es la misión de cuidar un patr imonio familiar que se ha conver tido en un p a t r i m o n i o h i s t ó r i c o d e t o d o s l o s a r ge n t i n o s Como hija de una persona t an impor t ante, tengo un her moso recuerdo de él porque era un g ran trab aj a d o r, yo d e s d e m u y c h i qu i t a p e rc i b í a qu e muchos actores culturales, como él los llamaba, sentían un profundo orgullo por él
Como hija de un hombre soñador que ha impreso una profunda huella en la historia, ¿qué sueño personal te ag radaría realizar?
-Mi sueño es cuidar el legado que me dejó mi papá y que mis hijos puedan hacer lo mismo Ya viene una cuar t a generación, viene Juan Balder rama junior, que es mi hijo. Est án los nietos que t ambién bailan sobre el escenar io, son chicos, pero Dios quiera que sigan con esto y que nunca, nunca se apague Balder rama