2 minute read
Somos más humanos con el trabajo
¿Somos más humanos con el trabajo online?
EL TELETRABAJO HA PILLADO POR SORPRESA A MUCHA GENTE. QUIENES SABÍAN GESTIONAR SUS EMOCIONES EN LAS RELACIONES PRESENCIALES NO SIEMPRE SON CAPACES DE MANEJARSE EN LA ERA DEL CONTACTO DIGITAL. ¿QUÉ HABILIDADES SE NECESITAN?
Advertisement
POR Estrella Flores-Carretero El trabajo a distancia no elimina las emociones en las relaciones presenciales no siempre son capaces de manejarse en la era del contacto digital. ¿Qué habilidades se necesitan? El trabajo a distancia no elimina las emociones. Al contrario, en estos tiempos de aislamiento, temor e incertidumbre, gestionar adecuadamente las emociones y estar alerta del estado anímico de las personas es la única
¿De qué deben ser capaces nuestros líderes?
Empoderar al equipo. Todo líder debe ser un entrenador que brinde apoyo emocional a cada miembro del equipo. De este modo, se crea un clima en el que la seguridad psicológica permite a las personas sentirse motivadas y capaces de afrontar riesgos. Esto porque saben que no van a ser castigadas ni ridiculizadas si cometen errores, que pueden mostrar su vulnerabilidad, hacer preguntas, ser valoradas y tenidas en cuenta.
Fomentar la colaboración frente a la
competición. Establecer una cultura de colaboración donde todos se sientan apoyados y reconocidos en sus éxitos individuales y colectivos. Para ello, es preciso que entrenen su empatía para mantener la cohesión, guiar las actuaciones corporativas y mejorar el desempeño.
Preguntar y escuchar activamente.
Las personas quieren ser escuchadas; también, o más, cuando trabajan a distancia. Los líderes deben saber callar para escuchar las opiniones y los comentarios, sin interrumpir, solo haciendo preguntas que faciliten la respuesta abierta y sincera. Esa comunicación virtual ha de ser multitudinaria y también privada, de uno en uno, para que incluya temas personales y laborales. Conviene habilitar un espacio virtual por si alguien se siente incómodo expresando abiertamente lo que siente.
Practicar la lectura emocional.
Escribimos más que nunca, pero emails y WhatsApps pueden ser emocionalmente equívocos. Hay que revisar los textos para evitar expresarnos de manera confusa. ¿Qué siente la otra persona al leerlo? ¿Puede interpretar un tono imperativo o amenazador donde solo había una necesidad de información? Por ejemplo, escribir “Te llamo el lunes”, no es lo mismo que “Me gusta lo que propones. Te llamo el lunes y charlamos sobre cómo podemos ponerlo en marcha”. Es necesario evitar la ansiedad o preocupación en nuestros interlocutores. Celebrar juntos. Hay que respetar el descanso del fin de semana y el tiempo privado de las personas (especialmente si tenemos colaboradores con diferentes husos horarios). Aparte de esto, la tecnología nos permite programar un almuerzo virtual cada semana o habilitar una sala de café digital para compartir un momento relajado. Así estrechamos los vínculos y normalizamos las emociones en la empresa.
forma de mantener motivados a los equipos y continuar elevando su productividad. Es preciso transmitir lo que queremos comunicar con asertividad, claridad y amabilidad, evitando los equívocos y malentendidos, para hacer posible una comunicación fluida y eficaz, pero también apostar por la formación de un nuevo tipo de líderes. El trabajo a distancia no debe suponer dejar de lado nuestro lado humano. Einstein decía que “es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias”. Aprovechemos esta situación para estar más cerca, pese a que no podamos estar juntos.
Comunicar con asertividad y tener presente las emociones de los colaboradores es clave cuando se hace trabajo online.