TEN DEN CIAS
GERENCIA
¿Somos más humanos con el trabajo online? EL TELETRABAJO HA PILLADO POR SORPRESA A MUCHA GENTE. QUIENES SABÍAN GESTIONAR SUS EMOCIONES EN LAS RELACIONES PRESENCIALES NO SIEMPRE SON CAPACES DE MANEJARSE EN LA ERA DEL CONTACTO DIGITAL. ¿QUÉ HABILIDADES SE NECESITAN? POR Estrella Flores-Carretero
¿De qué deben ser capaces nuestros líderes?
El trabajo a distancia no elimina las emociones en las relaciones presenciales no siempre son capaces de manejarse en la era del Empoderar al equipo. Todo líder debe contacto digital. ¿Qué habilida- ser un entrenador que brinde apoyo des se necesitan? emocional a cada miembro del equipo. El trabajo a distancia no elimina De este modo, se crea un clima en el que las emociones. Al contrario, en la seguridad psicológica permite a las estos tiempos de aislamiento, personas sentirse motivadas y capaces temor e incertidumbre, gestio- de afrontar riesgos. Esto porque nar adecuadamente las emocio- saben que no van a ser castigadas ni nes y estar alerta del estado aní- ridiculizadas si cometen errores, que mico de las personas es la única forma de mantener motivados a los equipos y continuar elevando su productividad. Es preciso transmitir lo que queremos comunicar con asertividad, claridad y amabilidad, evitando los equívocos y malentendidos, para hacer posible una comunicación fluida y eficaz, pero también apostar por la formación de un nuevo tipo de líderes. El trabajo a distancia no debe suponer dejar de lado nuestro lado humano. Einstein decía que “es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias”. Aprovechemos esta situación para estar más cerca, pese a que no podamos estar juntos. Comunicar con asertividad y tener presente las emociones de los colaboradores es clave cuando se hace trabajo online.
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Edición 321
pueden mostrar su vulnerabilidad, hacer preguntas, ser valoradas y tenidas en cuenta.
Fomentar la colaboración frente a la competición. Establecer una cultura
de colaboración donde todos se sientan apoyados y reconocidos en sus éxitos individuales y colectivos. Para ello, es preciso que entrenen su empatía para mantener la cohesión, guiar las actuaciones corporativas y mejorar el desempeño.
Preguntar y escuchar activamente.
Las personas quieren ser escuchadas; también, o más, cuando trabajan a distancia. Los líderes deben saber callar para escuchar las opiniones y los comentarios, sin interrumpir, solo haciendo preguntas que faciliten la respuesta abierta y sincera. Esa comunicación virtual ha de ser multitudinaria y también privada, de uno en uno, para que incluya temas personales y laborales. Conviene habilitar un espacio virtual por si alguien se siente incómodo expresando abiertamente lo que siente.
Practicar la lectura emocional.
Escribimos más que nunca, pero emails y WhatsApps pueden ser emocionalmente equívocos. Hay que revisar los textos para evitar expresarnos de manera confusa. ¿Qué siente la otra persona al leerlo? ¿Puede interpretar un tono imperativo o amenazador donde solo había una necesidad de información? Por ejemplo, escribir “Te llamo el lunes”, no es lo mismo que “Me gusta lo que propones. Te llamo el lunes y charlamos sobre cómo podemos ponerlo en marcha”. Es necesario evitar la ansiedad o preocupación en nuestros interlocutores. Celebrar juntos. Hay que respetar el descanso del fin de semana y el tiempo privado de las personas (especialmente si tenemos colaboradores con diferentes husos horarios). Aparte de esto, la tecnología nos permite programar un almuerzo virtual cada semana o habilitar una sala de café digital para compartir un momento relajado. Así estrechamos los vínculos y normalizamos las emociones en la empresa.